Estamos
como queremos…
El Presidente no se hizo cargo de ninguno de los
problemas del país. Quedó claro que las papas queman para el Gobierno y que
Mauricio Macri, como horas antes María Eugenia Vidal, dio la conferencia de
prensa obligado por la caida de su imagen y no como una muestra de su
convicción democrática.
© Escrito por Luis Bruschtein el miércoles
18/07/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
La conferencia de prensa fue muy democrática después de
dos años y medio, con 350 periodistas de Télam despedidos en la puerta, que se
suman a los tres mil que ha dejado este gobierno con sus políticas de ahogo a
los medios críticos. Todo fue muy democrático pero el Presidente no se hizo
cargo de ninguno de los problemas del país: o fueron culpa de la pesada
herencia o de la tormenta exterior.
Todo fue muy democrático, pero es la primera vez que hace
una conferencia de este tipo, que coincide además, con la que hizo María
Eugenia Vidal. Las papas queman para el Gobierno y lo que podría haber sido una
muestra de convicción democrática quedó claro que lo hicieron obligados por la
caída de imagen de las dos principales candidatos de Cambiemos.
Las respuestas Mauricio Macri conforman el compendio del
malentendido. Por ejemplo, que el gobierno anterior se equivocó con las
retenciones y que lo correcto es haberlas sacado. O sea: el gobierno anterior
aplicó políticas incorrectas y el país estaba mejor; el gobierno actual aplica
medidas correctas y el país está mucho peor. Hay que tener un tubo en la cabeza
para no entenderlo.
Más de eso: "Bajar la inflación ha sido siempre
nuestra preocupación principal". O sea: el gobierno anterior, tenía la
mitad de inflación que este, pero era inflacionario. Este gobierno tiene el
doble de inflación que el anterior, pero es antiinflacionario. Ver (o no ver)
para creer.
Otra más: "No podemos meter los problemas bajo la
alfombra, porque eso nos trajo hasta acá, tenemos casi un tercio de la
población en la pobreza". La alfombra para Macri es la "pesada
herencia". Y además está desactualizado, porque si había menos de un
tercio cuando asumió, ahora más de la mitad de los argentinos son pobres, según
esa medición. ¡Más de la mitad! No solamente no hubo ni un pobre menos, sino
que con la devaluación y la inflación aumentaron más del 20 por ciento. Y Macri
ni lo considera.
Son todas muy bonitas. Para eludir la pregunta sobre si
bajaba el Impuesto a las Ganancias (una de sus principales promesas de campaña)
empezó a decir que había hablado con gobernadores y legisladores "con todo
el mundo" para la reforma tributaria. O sea; va a responsabilizar a los
gobernadores y los opoficialistas porque el Impuesto a las Ganancias no va a
bajar, ni siquiera lo que ya aumentó con Macri. Y además no habló con todos,
dejó fuera a la oposición principal que es el kirchnerismo.
Otra perlita: cuando le preguntaron por los aportantes
truchos de la provincia de Buenos Aires, dijo que iban a proponer una ley para
bancarizar los aportes y hacerlo más transparente. El periodista le había
aclarado en su pregunta que en la elección de 2017, Unidad Ciudadana presentó
su declaración de campaña con más del 90 por ciento de sus aportes
bancarizados. En cambio, Cambiemos había presentado todo en efectivo. Más
turbio imposible. Los que necesitan la ley son ellos mismos.
Y para terminar, una lista corta de las grandes verdades
del macrismo: "No nos está yendo mal" (111 por ciento de inflación
desde que empezó el gobierno); "vamos a trabajar con transparencia"
(causas por offshore, por el Correo y los aportes truchos bonaerenses),
"sinceridad" ("lamento cada uno de los miles de
despedidos") y "respeto a los derechos humanos". Quedó en el
aire la pregunta por los derechos humanos de Santiago Maldonado y Rafael
Nahuel.
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