lunes, 12 de junio de 2023

Mundial Sub 20 2023. Uruguay 1 vs. Italia 0... @dealgunamaneraok...

 Uruguay le ganó a Italia y es campeón del mundo por primera vez en Argentina...

El seleccionado charrúa se impuso a su par italiano por 1 a 0 en la 23º edición de la Copa del Mundo Argentina 2023 en una atractiva final, y logró por primera vez en la historia consagrarse en esta categoría.

© Publicado el 11 de Junio de 2023 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República Argentina.   

El seleccionado uruguayo Sub-20 logró por primera vez en su historia el título mundial de la categoría con el triunfo ajustado y merecido ante Italia, por 1 a 0, en el Diego Maradona de La Plata.  

El delantero Luciano Rodríguez fue el héroe de la fría jornada platense que contó con 38.297 espectadores y una celebración "celeste" tan efusiva como postergada.

El seleccionado sudamericano, el decimotercero en consagrarse campeón Sub-20, resultó un justo ganador. Sin brillar, Uruguay tuvo actitud e intensidad frente a un equipo italiano limitado, sin audacia y carente de ideas.

Los dirigidos por Marcelo Broli fueron superiores durante todo el partido. Por persistencia y tenacidad se quedaron con el título que se les negó en Malasia 1997, frente a la Argentina, y Turquía 2013, ante Francia.

Uruguay dominó la primera parte con posesión de pelota y creó situaciones para abrir el marcador. Su capitán Fabricio Díaz manejó los tiempos de un equipo concentrado, que propuso intensidad y al que le faltó mayor profundidad.

Italia estuvo atento a Franco González, quien de a ratos pudo establecerse como la manija uruguaya para la creación de juego, y resistió frente a los intentos de su rival.

Díaz dispuso de dos remates de media distancia que despertaron las exclamaciones de los hinchas uruguayos en la fría tarde noche platense en el Diego Maradona, pero la más clara estuvo en el cabezazo de Anderson Duarte que sacó a relucir los reflejos del arquero Sebastiano Desplanches.

El jugador del Vicenza, con una mano, la mandó al córner, cuando iban 22 minutos de juego.

Tomasso Baldanzi y Cesare Casadei no tenían contacto con el balón en Italia porque Uruguay se imponía con la presión alta, obligando al seleccionado europeo a retrasarse en el campo, más preocupado por defender que en atacar. 

En la segunda parte, "La Celeste" se mantuvo como dueño de la posesión e Italia esbozó una mejoría cuando Casadei logró contacto con la pelota. 

Uruguay, ya sin tanta claridad en el juego, intentó una vez más con otro remate de Díaz que Desplanches contuvo, sin dar rebote. 

Italia daba cuenta de una defensa sólida, sin lujos, pero expeditiva y Uruguay necesitaba precisión para romper esa resistencia. 

Con el ingreso de Mattia Zanotti, Italia logró proyección por la banda derecha cuando Uruguay entró en una zona de confusión. 

En los últimos 15 minutos, la final se hizo ordinaria. La pelota no tuvo dueño, deambuló por el aire y empobreció aún más el nivel del espectáculo. 

Entre tanta fricción, el árbitro sueco Glynn Nyberg expulsó a Matteo Prati por un "planchazo" a Díaz, pero recibió el llamado del VAR, revisó su decisión y anuló la tarjeta roja para mostrarle la amarilla. 

La hinchada uruguaya quedó disconforme con el fallo y se lo hizo saber al árbitro. Poco después del disgusto uruguayo, el grito sagrado no se hizo esperar con el oportunismo de Rodríguez, luego de una serie de rebotes. 

El delantero de Liverpool de Uruguay apareció en soledad para el cabezazo goleador que despertó el "¡Uruguay, Uruguay!" en el Diego Maradona y un festejo por duplicado, tras la revisión del VAR. 

Uruguay manejó la final hasta el último segundo, sin sobresaltos, para una conquista histórica en tierra argentina.

Síntesis:

Uruguay: 1 

Randall Rodríguez; Sebastián Boselli, Rodrigo Chagas, Alan Matturro y Facundo González; Fabricio Díaz, Franco González, Juan De Los Santos, Damián García y Luciano Rodríguez; y Anderson Duarte. DT: Marcelo Broli.

Italia: 0 

Sebastiano Desplanches; Riccardo Turicchia, Daniele Ghilardi, Samuel Giovane y Gabriele Guarino; Matteo Prati, Cesare Casadei, Tommaso Baldanzi y Giacomo Faticanti; Giusseppe Ambrosino y Simone Pafundi. DT: Carmine Nunziata.

Gol en el segundo tiempo: 40m. Luciando Rodríguez (U).

Cambios: en el segundo tiempo: Mattia Zanotti por Faticanti (I); 10m. Daniele Montevago y Francesco Esposito por Ambrosino y Pafundi (I); 15m. Andrés Ferrari por Duarte (U); 44m. Niccolò Pisilli por Giovane y Luca Lipani por Baldanzi (I); 45+1m. Ignacio Sosa por Santos (U); 45+5m. Santiago Homenchenko por Rodríguez (U).

Amonestados: Antoni, Díaz (U); Guarino, Ambrosino, Mattia, Prati, Lipani (I).

Árbitro: Glenn Nyberg (Suecia).

Estadio: Diego Maradona (La Plata)

 



   

domingo, 11 de junio de 2023

Personalismo y descontrol... @dealgunamaneraok...

 Personalismo y descontrol... 

‘‘¡Y no se derrumba maaaaaás...¡”, Mauricio. Dibujo: Pablo Temes

A pocos días del cierre de listas hay un clima de pelea generalizada en el oficialismo y la oposición. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 10/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Todo es pelea en las arenas de las dos coaliciones principales de la política vernácula. Es una pelea encarnizada, que se agudiza a medida que se acerca la fecha del 24 de junio. Ese día se cierran las listas de cuya confección dependerá la suerte de la Argentina. Muchos de los allí designados accederán a posiciones de poder desde la cual regirán los destinos de nuestro país y su gente. La lucha es por esos cargos. Es una lucha sin ideas, que se libra a la vista de todos sin la más elemental empatía con la dolorosa situación que atraviesan los votantes. Eso la transforma en un transcurrir obsceno. No hay sutilezas.

Por el lado del oficialismo, Sergio Massa combate con denuedo por anular la posibilidad de una competencia interna a la que le teme. Afirmar lo que va a pasar dentro de quince días es una quimera. Lo único cierto es que Massa quiere ser candidato. Para que ello ocurra, lo que busca con desesperación es anular la posibilidad de cualquier competencia interna. Ante lo estrepitoso del fracaso de su gestión como ministro de Economía, se arman cada tanto, algunas operaciones en las que el tigrense amenaza con dejar su poltrona e irse a su casa. La última tuvo lugar el viernes pasado. Le correspondió llevarla a delante a Cecilia Moreau –aliada estrecha de Massa– diciendo que el tigrense estaba harto de las operaciones, y que en cualquier momento podía irse. Es francamente paradójico que el ministro –experto en la búsqueda de acciones de propaganda política fatua, se sienta víctima de operaciones de sus adversarios. Los que lo conocen muy bien y, por lo tanto, lo quieren poco, descreen de cada una de las palabras de Massa.

Es una lucha sin ideas, que se libra sin empatía con la dolorosa situación que viven los votantes

La única realidad es que sólo está dispuesto a inmolarse por él. “Sergio tiene mucho que perder. Está sentado en la silla más caliente de la Argentina y si se banca estar ahí haciendo todo lo posible porque el país no estalle, es mejor que no le pongan palos en la rueda a su candidatura” –aseguran en su entorno, siguiendo la misma línea. Es un mensaje directo para el Presidente que insiste con la idea de la competencia en las PASO y se regocija porque su mentora y ahora enemiga íntima, no tiene candidato. Mejor dicho, lo tiene, pero Wado de Pedro no despega. ¿Será el turno de Axel Kicillof?

Entretanto, La Cámpora continúa perdiendo poder. Sus figuras, hombres grandes y aburguesados, están muy lejos de los pibes para la liberación. La facción ultra-k no tiene recambio. Así lo sostuvo el propio Javier Milei: “Cristina está profundamente enojada, porque le estamos haciendo un desastre en los segmentos de edad más joven y les estamos haciendo un desastre en la provincia de Buenos Aires”. Es cierto, la juventud ya no es permeable al sueño del kirchnerismo eterno.

El PRO y No tan Juntos por el Cambio en su totalidad, han atravesado la peor semana en cuanto a rencillas internas y disputas de poder. “No sé si esto ya terminó; hubo gestos de buena voluntad con el ingreso de Espert (José Luis), pero todos esperamos que la pelea no escale a partir del lunes” –dijo no muy convencido, uno de los armadores políticos de la coalición opositora.

Horacio Rodríguez Larreta siempre creyó que sería el heredero natural de Mauricio Macri. El tiempo y los desencuentros políticos y personales le enseñaron lo contrario. El alcalde porteño comprendió que debía independizarse de su padrino político. Eliminar a su mentor, si realmente pretende quedarse con el liderazgo opositor.

Prioridades invertidas

Larreta tiene un serio problema de timing. Primero, intentó disfrazarse de “progre” con algunas políticas y anuncios que le pusieron los pelos de punta a su jefe. Más tarde, dio las primeras señales de autonomía y lanzó una campaña donde aseguraba que había que unir a la Argentina y dejar de lado la grieta. El mensaje despertó polémica: ¿sumar sectores afines o ser “acuerdista” con casi todos? Las críticas lo obligaron a aclarar las cosas y todo terminó oscureciendo. La puntada final fue la que desató el tembladeral. El intento fallido para que el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, un peronista clásico que supo jugar a favor del kirchnerismo en el Congreso (aún en la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires), ingrese a JxC, desató la furia de Patricia Bullrich y Mauricio Macri que ya conforman un tándem muy bien aceitado para la campaña. La jugada no podía haber sido más inoportuna teniendo en cuenta que, además de las tensiones internas, Luis Juez se jugará en pocos días la posibilidad de ganar la gobernación de Córdoba como representante de JxC ante, nada más y nada menos, que el peronista Martín Llaryora, delfín de Schiaretti. Contradicción más grande no se consigue. En la política en general, y la argentina en particular a nadie le cuesta mucho dejar el manual de lealtad y buenas costumbres de lado. ¿Era la idea original de HLR ofrecerle la vicepresidencia al cordobés, para sumar los votos necesarios en la interna y barrer así con Patricia Bullrich y Mauricio Macri ante el crecimiento de los halcones en el Conurbano?

Una jugada a dos bandas que también le permitiría sumar aliados en el Congreso para la futura gestión. Rápida de reflejos –aunque igual de intransigente– la exministra de Seguridad salió a decir públicamente que la posibilidad de fractura de Juntos por el Cambio era sólo responsabilidad de Larreta.

Quedan pocos días para el cierre de listas y mandan los personalismos y el descontrol. No sólo faltan gestos de renunciamiento, sino que, además, a nadie se le cae una idea. Otra muestra más de que el poder enferma y enceguece. Otra muestra más de la falta de madurez política de nuestra dirigencia.



  

sábado, 10 de junio de 2023

La sonrisa del dragón… @dealgunamaneraok...

La sonrisa del dragón… 

Xi Jinping. Fotografía: CEDOC

El último viaje de Massa y su comitiva a China replantea el alineamiento internacional de la Argentina. Los acuerdos con Xi Jinping y el frío de EEUU. 

© Escrito por  Jaime Neilson, former editor of the Buenos Aires Herald (1979-1986), el sábado 10/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Hace casi veinte años, el entonces presidente Néstor Kirchner anunció que China estaba por invertir tanta plata en el país que en adelante habría que colgar un retrato suyo al lado de aquel del Libertador José de San Martín en todos los despachos oficiales. Aunque el torrente de dinero que Néstor esperaba conseguir nunca se materializó, lo que presuntamente tenía en mente distaba de ser insensato.

Como muchos otros, el fundador de la dinastía K entendía que la expansión económica de China modificaría drásticamente el mapa geopolítico del mundo e intuía que a la Argentina le convendría vincularse cuanto antes con la eventual superpotencia de mañana, emulando así a San Martín que despejó el camino para que el país tuviera una relación estrecha y beneficiosa, que duraría más de un siglo, con el Imperio Británico.  Puede que Sergio Massa, con lo de “Argenchina” cuya aparición festejó, haya fantaseado con asegurarse un lugar igualmente destacado en el panteón nacional.

De resultar ciertas las previsiones de los convencidos de que el futuro se escribirá en chino mandarín, ni el gobierno actual ni sus sucesores inmediatos podrían darse el lujo de minimizar el significado del cambio así supuesto. Después de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Juan Domingo Perón, cometió un error garrafal al oponerse frontalmente a la hegemonía patente de Estados Unidos que creía sería pasajera. Andando el tiempo, procuraría reconciliarse con el cada vez más imponente “Coloso del Norte”, pero ya era demasiado tarde. Desgraciadamente para el país, la resistencia inicial del general a reconocer que el orden mundial basado en el poder de Estados Unidos duraría por mucho tiempo, lo hizo consolidar el modelo socioeconómico que está desintegrándose ante nuestros ojos, con consecuencias terribles para la mayor parte de la población.

Sea como fuere, mientras que en 1946 era razonable suponer que países de cultura occidental continuarían desempeñando un papel rector en el mundo, puesto que tanto Estados Unidos como su principal rival, la Unión Soviética, se habían inspirado en ideas netamente europeas, la situación actual es muy diferente. Aunque la elite china ha adoptado una versión sui géneris del marxismo, su forma de pensar debe mucho a sus propias tradiciones, en especial a las confucianas, de suerte que para los demás es aún más difícil entender lo que los motiva de lo que era para los “kremlinólogos” que intentaban descifrar lo que ocurría en el seno del régimen soviético.

El cada vez más autocrático presidente chino Xi Jinping y quienes lo rodean son nacionalistas. Sienten orgullo por lo logrado a través de los milenios por la gran civilización china que, no lo olvidemos, en distintas épocas era por mucho la más próspera e intelectualmente más sofisticada del mundo. Desde su punto de vista, sería natural que China retomara su lugar en el ápice de un orden internacional jerárquico en que los demás pueblos ocuparían puestos más humildes.

Hasta hace poco, China disfrutaba de una relación mutuamente beneficiosa con Estados Unidos en que, a cambio de encargarse de la producción de bienes de consumo y de tal modo ayudar a reducir el costo de vida de los norteamericanos, aprovechaba las ventajas comerciales y tecnológicas que les brindaba el orden mundial regenteado por Washington. Sin embargo, al darse cuenta los norteamericanos de que, con su ayuda, China estaba erigiéndose en una superpotencia rival que se guiaría por valores que les son radicalmente ajenos, llegaron a la conclusión de que habían sido víctimas de una gran estafa. Con todo, si bien quisieran “desacoplarse” de China con la esperanza de frenar su desarrollo económico privándola de acceso al mercado norteamericano, no les será nada sencillo hacerlo sin poner fin a la globalización y de tal manera provocar una gravísima crisis económica mundial que a buen seguro los perjudicaría.

Frente a China, Joe Biden ha resultado ser aún más agresivo que Donald Trump. En Washington, los jefes militares están preparándose anímicamente para una eventual guerra en defensa de la independencia de Taiwán que, para Pekín, es sólo una provincia rebelde que tarde o temprano tendrá que ser reincorporada a la Madre Patria, una guerra que, de acuerdo común, sería una catástrofe aún mayor que la provocada por la invasión de Ucrania por el ejército de Vladimir Putin. Sin embargo, aun cuando los dos gigantes opten por seguir compitiendo de manera pacífica, ambos harán cuanto puedan por aumentar el poder económico, tecnológico y diplomático propio en desmedro de aquel de su contrincante, lo que ya ha comenzado a plantear problemas a los muchos países, entre ellos la Argentina, que quisieran sacar provecho de la “guerra fría” que se ha desatado.

Tanto Estados Unidos como China cuentan con ventajas y desventajas. El sistema político norteamericano a veces parece ser tan disfuncional como el argentino, mientras que la dictadura china tiene forzosamente que privilegiar los intereses de una elite que se cree sin más alternativa que la de tratar de controlar hasta los pensamientos del resto de la población, La legitimidad del régimen depende de un pacto informal según el cual su derecho a gobernar se basa en el éxito innegable de su estrategia económica, lo que entraña el riesgo de que una recesión, o las secuelas del colapso demográfico que ya está incidiendo en la vida del país, darían lugar a disturbios inmanejables.

Por ahora cuando menos, Estados Unidos está tecnológicamente más avanzado que China, pero Xi y quienes lo rodean confían en que el empleo sistemático de la Inteligencia Artificial le permitirá adelantarse. En este terreno, cuentan con la ayuda de “progresistas” norteamericanos que están resueltos a subordinar todo, comenzando con la calidad académica, a la “equidad” racial y sexual, una obsesión que ya está teniendo un impacto muy negativo en las facultades científicas de Harvard y otras universidades aún muy prestigiosas.

Si China tiene una carta de triunfo en la lucha por superar a Estados Unidos en la carrera tecnológica, es la voluntad de esforzarse, es decir, “la cultura de trabajo”, de los integrantes más talentosos de su población. Como acaba de recordarnos Máximo Kirchner que, para extrañeza de muchos, acompañó a Massa en su expedición a los dominios de Xi en busca de dinero fresco, “es admirable lo que hizo China” en el ámbito de la enseñanza. 

TRASTIENDA DE LAS HORAS MÁS DRAMÁTICAS DE SERGIO MASSA

No se equivocó el jefe de La Cámpora, pero olvidó señalar que el sistema educativo chino se destaca por su rigor extremo. A diferencia de lo que es habitual en la Argentina, el país del “ingreso irrestricto” y de la mentalidad facilista correspondiente, en China los jóvenes que quieren ir a una universidad tienen que superar el temible Gaokao, una prueba que figura entre las más exigentes y competitivas del mundo entero.

Para prepararse, es normal que, durante años, millones de adolescentes chinos, cuidadosamente vigilados por sus padres, estudien al menos diez horas todos los días. Si por algún motivo los docentes se declararan en huelga, serían linchados por sus vecinos o, si tuvieran suerte, enviados a un campo de reeducación en alguna región remota, ya que incluso los contrarios al régimen comunista comparten la fe más que milenaria de los chinos en la meritocracia. De más está decir que sería maravilloso que Máximo, impresionado por un sistema educativo que ha contribuido enormemente a la transformación sumamente rápida de China de un país paupérrimo en una gran potencia económica, ordenara a la gente de La Cámpora militar para que la Argentina lo adoptara, pero la posibilidad de que lo hiciera es virtualmente nula.

Según Massa y otros oficialistas, los chinos estarán dispuestos a ayudar financieramente a “Argenchina” con “swaps” ampliados, yuanes y así por el estilo sin pedirle nada a cambio. Dicen que no son como los técnicos pedantescos del Fondo Monetario Internacional que, por razones incomprensibles, quieren que el gobierno preste más atención a los números. Es una ilusión.  Si bien es cierto que en ocasiones el régimen chino aplica criterios que son más geopolíticos que económicos cuando le interesa relacionarse con países en apuros, nunca vacila en aprovechar su capacidad para presionar a los endeudados para que lo apoyen en el escenario mundial, además de obligarlos a hacer concesiones que son lesivas a la soberanía nacional.

Lejos de ser un acreedor blando, como uno de los integrantes principales del FMI, China ha adoptado posturas tan severas como las de Alemania y Japón que están entre los más reacios a continuar aportando al “plan llegar” de Massa por entender que aprobarlo sería contraproducente no sólo para la Argentina sino también para el sistema financiero mundial.

Si resulta que tengan razón quienes prevén que China desempeñe un papel internacional preponderante en los años que vienen, no manifestará mucha simpatía por países que parecen incapaces de mantenerse solventes. Los chinos no se sienten abrumados por “la culpa post-imperial” que aflige a los europeos y, hasta cierto punto, los norteamericanos. Tampoco se sentirán conmovidos por la pobreza extrema en otras partes del mundo; después de todo, tienen derecho a decir que, para superarlo, les bastaría con hacer lo que, a partir de 1979, ha hecho su propio gobierno. Se trataría de una propuesta que, claro está, no motivaría mucho entusiasmo en las filas de kirchnerismo.



    

viernes, 9 de junio de 2023

Copa Sudamericana. Danubio (UR) 1 vs. Huracán (RA) 0... @dealgunamaneraok...

 Huracán cayó ante Danubio y se complicó la clasificación…


El Globo perdió 1-0 en Montevideo. Quedó último en el Grupo B con 5 puntos. Ahora deberá ganarle a Guaraní en la fecha final. Un penal convertido por Guillermo May, a 10' del final, le dio el triunfo al conjunto charrúa.

© Publicado el jueves 08/06/2023 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provinica del Chubut, República Argentina.


Huracán cayó por 1 a 0 en su visita a Danubio, de Montevideo y ahora quedó en el último puesto del Grupo B de la Copa Sudamericana al cabo de cinco fechas.

En un partido discreto y con pocas acciones frente a los arcos, el equipo uruguayo se impuso con un tanto de penal convertido por Guillermo May sobre el final.


Los montevideanos, con siete puntos, se ubican en segundo lugar, detrás de Guaraní, puntero con ocho, mientras que Emelec esta tercero con seis y el "Globo" cuarto con cinco unidades.

En la última fecha, el 28 de junio, Huracán deberá viajar a Asunción a enfrentar a Guaraní, mientras que Emelec recibirá a Danubio.

Con esta derrota el equipo de Parque Patricios suma ocho partidos sin conocer la victoria sumando Liga Profesional y la Copa Sudamericana.

Huracán fue más directo, intentó llegar al arco con la habilidad y la picardía de Juan Gauto, acompañado por otros volantes y con “Juanchón” García como referencia de área, mientras que atrás esperaba con línea de cinco.

De la cargada línea defensiva dispuesta por Sebastián Battaglia se desprendía con buen criterio el lateral izquierdo Guillermo Benítez, de paso por Argentinos Juniors y Estudiantes de Caseros.

Mientras que Danubio, dirigido por Esteban Conde, exarquero de Atlético Rafaela, esperaba unos metros más atrás y salía de contraataque, aunque le costaba hacer pie para poder alimentar a sus delanteros Guillermo May y Esteban “Viruta” Vera, que pasó por Estudiantes e Independiente.

En el segundo tiempo Conde adelanto a sus dirigidos unos 15 metros para aprovecharse de las dudas de Huracán, al que las le recordaron su mal presente en el torneo local, y por eso se arrinconó contra Lucas Chaves.

El revulsivo para los uruguayos estaba en el banco y era el volante ofensivo colombiano Jannenson Sarmiento, quien con su gambeta preocupó al equipo argentino y fue generando juego para alimentar a sus delanteros.

Cuando el arquero comenzaba a erigirse en figura, hubo un centro uruguayo, cabeceó un delantero y la pelota dio en la mano del recién ingresado Guillermo Soto. El árbitro colombiano Carlos Ortega sancionó, pero lo fue a chequear al VAR y allí ratificó su decisión.

El penal lo ejecutó May, que la puso abajo cerca del palo derecho de Chaves para señalar la victoria local. Battaglia reaccionó muy tarde, ya que a los 40 minutos de la segunda etapa recién envió a la cancha a Matías Cóccaro y al “Pata” Castro.

A esa altura, Danubio estaba parado para contraatacar con volantes y delanteros rápidos y atrevidos, aunque el "Globo" se acercó en el tiempo adicionado, pero sin mucha puntería.


Síntesis:

Danubio: 1

Mauro Goicoechea; Rafael Haller, Lucas Ferreira, Lucas Monzón y Kevin Lewis; Juan Millán, Santiago Silva y Leandro Sosa; Alejo Cruz, Guillermo May y Diego Vera. DT: Esteban Conde.

Huracán: 0

Lucas Chaves; Fernando Torrent, Patricio Pizarro, Gastón Sauro, Lucas Carrizo y Guillermo Benítez; Santiago Hezze, Fernando Godoy y Valentín Sánchez; Juan Gauto y Juan Manuel García. DT: Sebastián Battaglia.

Gol en el segundo tiempo: 39m May (D) de penal.


Cambio en el primer tiempo: 29m Martín Rea por Monzón (D).


Cambios en el segundo tiempo: 1m Santiago Etchebarne por Santiago Silva (D); 16m Nicolás Cordero por García (H) y Walter Mazzantti por Sánchez (H); 19m Sebastián Fernández por Cruz (D); 30 Guillermo Soto por Torrent (H); 32m Jannenson Sarmiento por Vera (D); 40m Lucas Castro por Hezze (H) y Matías Coccaro por Pizarro (H).

Amonestados en el primer tiempo: 4m Lewis (D) y 5m Valentín Sánchez (H).

Amonestados en el segundo tiempo: 27m Hezze (H); 28m Ferreira (D) y 36m Soto (H).


Árbitro: Carlos Ortega (Colombia).

VAR: Manuel Vergara (Chile).

Cancha: Centenario, de Montevideo.