El pueblito ubicado en el norte de la Isla de Tierra del Fuego, se desarrolló a lo largo de la historia hasta convertirse en una gran ciudad al día de hoy.
Un 11 de Julio de 1921 nacía oficialmente Río Grande en el entonces Territorio Nacional de Tierra del Fuego. El Poder Ejecutivo Nacional firma el decreto publicado en el Boletín Oficial con el número 8.209, por el cual se crean en los Territorios Nacionales: los pueblos colonias agrícolas, pastoriles y mixtas que enumera, mencionando en el apartado correspondiente a Tierra del Fuego la Colonia de Río Grande.
Sin embargo, la denominación oficial no
invalida la existencia de la población de Río Grande antes de esta fecha, sino
todo lo contrario: es justamente gracias a una serie de acontecimientos que se
logra el reconocimiento oficial de la Nación.
Entre ellos, en 1883 se establecieron sobre este asentamiento buscadores de oro que reconocían la jurisdicción argentina. Entre 1886 y 1887 Julio Popper recorrió la zona, y posteriormente publicó un proyecto de creación de un pueblo marítimo sobre el río Grande.
Tuvo el nombre de Popper, pero Río Grande fue un nombre que fácilmente se hizo popular entre sus habitantes y oriundos del lugar, con lo cual fue la denominación que finalmente se adoptó.
El primer establecimiento formal en el ejido actual de Río Grande corresponde a la Misión Salesiana "Nuestra Señora de la Candelaria", fundada en 1893 e inicialmente instalada a unos 8 km de la desembocadura del río. Esta población temprana fue el primer antecedente de pobladores blancos, teniendo en cuenta que su núcleo histórico se remonta al antiguo asentamiento Selk´nam.
Estos son otros hechos previos a la creación de la Colonia de Río Grande:
El año 1895 se crea el Destacamento de la Policía Territorial, bajo la
conducción de Don José Perzoli.
En 1896, se da comienzo a los primeros emprendimientos ganaderos en la
zona norte con la fundación de las estancias Primera Argentina (hoy José
Menéndez) y la estancia Cullen.
Un año después, se abre el Juzgado de Paz.
El 19 de marzo de 1904 el Presidente Roca y su ministro del Interior
Joaquín V. González ponen en vigencia la Ley de Territorios Nacionales y
nombran a Río Grande como Capital del departamento de San Sebastián. Este acto
institucional es, sin lugar a dudas, el primer reconocimiento oficial de su
existencia.
En 1907 se habilita el Registro Civil a cargo de Francisco Bilbao y el
primer anotado fue su hijo Ruperto, recién nacido.
En 1914 el Censo arroja una población estable de 150 habitantes urbanos.
El mismo año se abre la primera oficina de Correos.
En 1916 se construye el puente colgante sobre el río Grande y se da comienzo a la instalación del frigorífico sobre la margen sur. Este emprendimiento de la Compañía Frigorífica Argentina produjo una mayor afluencia de obreros y técnicos que posibilitaron el crecimiento poblacional y el comercio.
En 1920 empezó a funcionar el comercio de ramos generales y el hotel de Federico Ibarra y Chapresto. El mismo año se inauguró el primer edificio de la Escuela Nro. 2.
También en 1920, un nuevo censo arrojaría que la población, en apenas 6
años, se había duplicado.
Actualmente Río Grande es conocida por ser la Capital Nacional de la Trucha y declarada en el año 2013 por el gobierno argentino mediante la ley nacional N° 26.846 “Capital Nacional de la vigilia por la gloriosa Gesta de Malvinas”, en referencia al acontecimiento que recuerda la Guerra de las Islas Malvinas de 1982.
El camino que llevó a la conmemoración que hoy tiene alcance nacional se remonta a 1984, momento en que un reducido grupo de veteranos decide reunirse con la firme convicción y decisión de comenzar a hacer algo en relación a lo que habían vivido.
En 1995 nace la tradicional vigilia del 1° de abril, conmemoración que poco a poco fue reuniendo a las ciudadanías riograndenses, transformándose al día de hoy en el acto más importante del año.
Sumándose en la mañana de 2 de abril, el acto y desfile Cívico Militar, evento que convoca a la comunidad en general; instituciones educativas, sociales, públicas, privadas y las fuerzas de seguridad, enalteciendo así el justo reclamo soberano por las Islas Malvinas y sus espacios marítimos circundantes.
Economía regional
Desde su nacimiento la ciudad basó su economía en la ganadería, de hecho, en la margen sur del río Grande se instaló un frigorífico desde 1908, que fue propiedad de las familias Menéndez y Braun, precursores de la ganadería en el extremo austral. Las instalaciones funcionaron plenamente hasta entrados los años 70, bajo la administración de sus nuevos propietarios, la (Corporación Argentina de Productores) C.A.P que adquirió el frigorífico en 1941.
En la década del '50, adquiere gran importancia la explotación de hidrocarburos, principalmente gas y petróleo. Esto genera un crecimiento en la economía local por los servicios accesorios y la mano de obra que demandaba la floreciente industria.
En 1972 un decreto del Poder Ejecutivo
Nacional, inaugura la promoción industrial en la isla, mediante la Ley
N°19.640, que, entre otros factores como el poblamiento argentino, contribuía a
beneficios impositivos para la radicación de la industria fabril.
Entre 1980 y 1990, Río Grande registró un notable desarrollo demográfico y económico, merced a la creación del polo de desarrollo industrial. Además, el autoemprendimiento de los vecinos complementa el motor económico de la región.
Parque Industrial Parque Industrial
Monumentos emblemáticos y su revalorización
Los atractivos turísticos principales de la ciudad son el “Casco Viejo” y la gran cantidad de construcciones salesianas del siglo XIX. Las estancias de comienzos de siglo XX también se constituyen como una visita obligada en el lugar y muchas veces la ciudad funciona como paso en viajes terrestres hacia Ushuaia.
Sin embargo, en el último tiempo muchos lugares emblemáticos que formaron parte de la fundación de nuestra ciudad, dejaron en manifestó la desidia, el desinterés y las críticas de la población por resguardar parte del patrimonio local.
Es el caso de las instalaciones donde funcionada el ex Frigorífico CAP, predio declarado como como Monumento Histórico Nacional en el año 1999 a través del Decreto Nacional 64/99.
El ex Frigorífico CAP, es sin duda un icono del nacimiento y desarrollo poblacional en el Norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego, pero el tiempo hizo lo propio, sumándose el abandono e infortunados eventos que terminaron de devastar parte de las estructuras del histórico sitio. Es que en 2012 se registró el tercer incendio con daños totales, desapareciendo poco a poco lo que quedaba de los históricos galpones.
El lugar volvió quedar expuesto a fines de noviembre pasado ya que fue vandalizado con pintadas y carteles. Meses posteriores, el patrimonio histórico declarado como Monumento Histórico Nacional, despertó nuevamente la alarma y una ola de denuncias en las redes sociales por una llamativa operatoria; la venta de lotes por parte de una inmobiliaria.
Al respecto, autoridades del municipio fueron enfáticos en desestimar dicha acción, alegando la irregularidad en este tipo de emprendimiento habitacional dentro del predio mencionado.
De esta forma, fueron muchos los factores que hicieron que, durante estos 100 años, el lugar se encuentre en las actuales condiciones. Su revalorización es un tema de actual análisis por parte del cuerpo de concejales de la ciudad como las autoridades del ejecutivo local, apuntando a la necesidad de subsanar los años de abandono del espacio emblemático.
El “Puente Colgante”
Ubicado a la altura del kilómetro 2.839, al pie del Cerro del Águila, el puente colgante nació en 1920 a partir de la necesidad de José Menéndez de cruzar su ganado desde las estancias hacia el frigorífico CAP. Fue por mucho tiempo el único medio de cruzar el río Grande, cuando la ciudad ni siquiera se consideraba Colonia Agrícola, lo que ocurrió un año más tarde.
El 5 de agosto de 2011 la deteriorada estructura del puente colgante cedió a los fuertes vientos y se desmoronó. Desde aquel día, a pesar de haber sido declarado monumento del patrimonio cultural primero y reconocido como Monumento histórico nacional después, las promesas de reconstrucción quedaron en la nada y lo único que pasó fue el tiempo.
Para ejemplificar, alcanza con mencionar también el Cementerio de Antiguos Pobladores o Campo Santo ubicado en la Margen Sur. A pesar de diversos intentos de identificación de pioneros, el paso del tiempo y las modificaciones realizadas en el predio por la instalación de asentamiento, hicieron imposible su recuperación.
Otro icono importante: la histórica Torre de Agua
En el marco del aniversario 91º de la ciudad, el Municipio inauguró la iluminación del espacio como forma de rescatar este patrimonio, y en la actualidad este espacio tiene utilidad pública de gran relevancia turística.
Emplazada entre las calles Fagnano y Laserre frente a la plaza Almirante Brown, esta arquitectura cambio la calidad de vida de los riograndenses abasteciendo a más de 500 habitantes.
En marzo de 1954, el Gobierno nacional inauguró oficialmente las obras de provisión de agua para la ciudad de Río Grande, entre las cuales se incluyó la torre de Obras Sanitarias. Su arquitectura se destacaba por el ser el punto más alto de la ciudad, pero con el correr del tiempo, los edificios ganaron en altura con una población que comenzó a crecer exponencialmente.
Para 1970 dejó de funcionar, revalorizándose el espacio en 2011 luego de un proyecto de restauración que se puso en marcha. También es el espacio que convoca a la comunidad en sus inmediaciones para la realización de marchas, reuniones en apoyo de causas y festejos.
En preparativos al Centenario, la antigua torre se vio adornada por un luminoso cartel que indica la cuenta regresiva del esperado aniversario. En ese sentido, es el espacio elegido para iniciar los festejos de este Centenario.
Plaza Almirante Brown
Está ubicada entre las calles Espora, Laserre, Fagnano y Rosales en el corazón del centro histórico del que fuera pujante pueblo de Río Grande.
En su entorno se levantaron edificaciones que son emblemas históricos para la ciudad como el viejo tanque de agua (hoy recuperado y puesto en valor), la sede de Radio Nacional, el edificio del Concejo Deliberante y el desaparecido hotel Ibarra, un ícono del centro de la ciudad, lamentablemente arrasado por la voracidad de negocios inmobiliarios mal entendidos.
Hoy nos encontramos ante un aniversario diferente, con festejos que salen de lo tradicional en el marco del contexto actual por la pandemia que azota al mundo entero.
La pérdida humana de importantes referentes y figuras locales, marcaron el fin de una etapa, pero no el olvido de los precedentes históricos que nos dejaron. Es por esto que desde Minuto Fueguino recordamos a nuestros antiguos pobladores, que entregaron su vida al desafío de reafirmar la soberanía nacional en este territorio.
Por el esfuerzo realizado, por todo el camino desandado, le debemos este merecido reconocimiento a la invaluable tarea de construir nuestra querida ciudad.
En reconocimiento a ellos y apostando a nuestras futuras generaciones, deseamos feliz 100 aniversario a nuestros vecinos y vecinas que nos acompañan año tras año.
¡Feliz cumpleaños Río Grande!
