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domingo, 17 de octubre de 2021

Oficialismo desquiciado… @dealgunamaneraok...

 Oficialismo desquiciado…

 

Es otro cantar, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Teme


Crecen las señales de un gobierno partido en dos, incapaz de enfrentar el desafío de la crisis económica.

“Ningún gobierno es mejor que las personas que lo integran.” (John Fitzgerald Kennedy)


Escrito por Nelson Castro el sábado 16/10/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

La conducta errabunda del Presidente no se detiene. Su navegación en un mar de idas y vueltas mina su credibilidad día tras día. Un día dice que se levanta el acto de hoy por el 17 de octubre y, al otro, afirma lo contrario. Algo similar sucedió con la designación de Gabriela Cerruti como “portavoz de la Presidencia”, algo que cayó como una bomba en el entorno de Alberto Fernández. Generó suspicacias y hasta burlas dentro de Presidencia: “¿Vuelve 6,7,8?”, se preguntaron. Pero otra fuente que recorre la Rosada confirmó que “la eligió Alberto más allá de las discusiones que pudieron haber tenido en el pasado. “Fue una decisión suya. Pero hay muchos que sienten que quedaron pedaleando en el aire y no hacen pie”, remarcó. Se entiende: primero AF lo negó y, luego, lo confirmó.


El hilo de tuits que los tuvo como protagonistas en el mes de enero de 2017 confirma la labilidad del Presidente. Alberto Fernández había dicho en una entrevista que Cristina Kirchner lideró una etapa “patética del peronismo”, asegurando que se había “bancado” a “Boudou, Moreno, Milani, el pacto con Irán”. Cerruti lo cruzó por la red social del pajarito: “Para @Alferdez @CFKArgentina representa el peronismo patético”, y agregó: “Yo no dudo que despreciás al kirchnerismo. Me alegra que no haya más confusión”. A lo que Fernández respondió: “La única confundida sos vos que nunca fuiste peronista. Ganate una banca sin chicanear. A mí no, Gaby”.


El ahora presidente de los argentinos, pues, atacó a Cerruti al igual que condenó a Cristina Fernández de Kirchner. Hoy Cerruti es su flamante vocera y CFK su vice, que paradójicamente fue quien lo ungió y quien, sin lugar a dudas, es la que manda.


A falta de alguna buena idea, lo que abunda en esa navegación a través de un mar de aguas procelosas son las peleas. Muchas son subterráneas; otras, en cambio, salen a la superficie. Entre estas últimas está la que tuvo el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, con Máximo Kirchner. La disputa fue pululante en lenguaje soez y gestualidad amenazante. La conclusión es que Berni ya anunció que después de las elecciones se va del Frente de Todos contra Todos. El nombre que desde las canteras del peronismo  bonaerense se hizo circular para reemplazarlo es el de Alejandro Granados, quien ya ocupó ese cargo –y fracasó– en la segunda gobernación de Daniel Scioli. Más allá de que se concrete o no su designación, esto da idea de la revulsión que existe al interior del oficialismo.


Mientras tanto, la inseguridad en el Conurbano se enseñorea con su reguero cruel de violencia y muerte. Esta semana fueron los asesinatos de Gonzalo Refi en Lanús, de Lucas Iván Cancino en Quilmes, y del subcomisario Rodrigo Becker en Caseros. ¿Cuáles serán los próximos? ¿Cómo se puede vivir así? No es casualidad que mucha gente joven –y no tan joven– se esté yendo del país. No es solo un mejor futuro económico lo que buscan; es también la seguridad, el saber que se puede salir a la calle sin el temor de que a la persona le roben y la maten por un teléfono celular, un par de zapatillas, una bicicleta, una moto o lo que fuere. 


 

El territorio bonaerense es un aquelarre. El intervenido gobierno de Axel Kicillof se ve azotado por un vendaval político imparable. El gobernador, que desafió al agua, al viento y al polvo en el acto de campaña de inauguración de un tramo de seis kilómetros de la Ruta 3 entre Ezeiza y La Matanza, enfrenta la rebelión –subterránea, por ahora– de los intendentes peronistas del Conurbano que nunca –y ahora mucho menos– lo quisieron.  


Kicillof ha perdido su calidad de niño mimado de la ex presidenta en funciones. No solo de ella; también de su hijo.


La salida de Paula Español fue otro cachetazo para el gobernador, ya golpeado por la intervención de su gabinete por parte de Martín Insaurralde.


El otrora predilecto del kirchnerismo viene cayendo en picada luego de la derrota en las PASO.


En este contexto declinó la invitación a participar del Coloquio de IDEA a pesar del cambio de rumbo que significó la participación del mismísimo Presidente y distintos funcionarios y candidatos en el encuentro empresarial. “¿Que iba a decir en una semana marcada por hechos negativos y sin el respaldo al que estaba acostumbrado? Inflación de septiembre, asesinatos en el Conurbano y recambio de funcionarios cercanos. Es mejor volar bajo radar”, aseguró una fuente del Instituto Patria. El control de precios ya puso los pelos de punta a los empresarios justo antes del Coloquio de IDEA. “Congelar los precios de 1.200 productos de la canasta por noventa días es inconsistente. ¿Qué va a pasar el día 91? Cuantos más parches pongan sin soluciones reales más difícil será desandar ese camino. Ahora Feletti abre la temporada de amenazas con precios máximos y ley de abastecimiento, ¿se olvidó del fracaso de las políticas de Moreno?”, dijo un hombre del sector del retail.

Todo lo que viene haciendo el Gobierno no tiene otro destino que el fracaso.

La reunión convocada de urgencia  con los líderes empresariales fue la confirmación del deterioro de la autoridad del Presidente. La pregunta de Francisco de Narváez –uno de los asistentes– fue la muestra: “Queremos saber si la vicepresidenta está de acuerdo con esto”, inquirió cuando AF hablaba de la voluntad del Gobierno de llegar a un acuerdo con el FMI. No fue la única pregunta e inquietud que se volcó sobre la mesa. Lo notable es que, en un intento de sincerarse, el Presidente reconoció las dificultades económicas que derivan de esa falta de acuerdo. Se habló allí de la insostenible brecha cambiaria, de las dificultades que para la actividad industrial representan el cepo y las trabas a las importaciones. Más allá de la cortesía reinante en el encuentro, fueron pocos los hombres de negocios que se fueron de la Casa Rosada con alguna expectativa positiva. A esos pocos, la desvaída alocución de AF en IDEA los derrumbó.  “El problema central sigue siendo de confianza y de credibilidad. La economía no se puede ordenar con un gobierno partido en dos”, señaló uno de los empresarios que escuchó con resignación al Presidente que llegó cincuenta minutos tarde al coloquio.

La defensa de Jones Huala (líder del grupo violento y radical Resistencia Ancestral Mapuche) por parte  del embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, es otra muestra del desquicio que anida en el seno del oficialismo. Nada que sorprenda.




domingo, 31 de diciembre de 2017

Errores de comunicación… @dealgunamanera...

Errores de comunicación…

‘Fortaleza’: Jones Huala, Congreso y economía. Foto: Cedoc Perfil

La conferencia de prensa del jefe de Gabinete con el presidente del Banco Central y los ministros de Hacienda y Finanzas fue un error de comunicación que agrandó el problema que pretendía aplacar.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sa´bado 30/12/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Por momentos uno piensa que son inútiles... –dijo Cristina Kirchner por la devaluación– pero en realidad saben lo que están haciendo: esto es lo que quieren hacer porque piensan que los pobres deben ser más pobres y los ricos más ricos”. Y por momentos, quienes no creen que Macri quiera a los pobres más pobres tuvieron que coincidir con la ex presidenta en que a veces parecen inútiles.

La conferencia de prensa del jefe de Gabinete con el presidente del Banco Central y los ministros de Hacienda y Finanzas fue un error de comunicación que agrandó el problema que pretendía aplacar. Nadie creía en la meta de 10% de inflación para 2018 del Banco Central, no era necesaria una puesta en escena que obligara a Sturzenegger (la gestión no puede sacarle canas pero lo engorda) a lucir disminuido.

Esto ya pasó en julio-como en este diciembre-el dólar aumento 10% en un mes

El timing del Día de los Inocentes pareció elegido por el enemigo, porque el momento cambia el efecto de la comunicación. En medio de una escalada del dólar y un día después de aprobado el presupuesto, generaría todo tipo de sospechas. Innecesariamente se hirió hacia el exterior la imagen de la independencia del Banco Central (aunque no sea real comunicarla como real ayuda). Se generó gratuitamente un crecimiento de expectativa inflacionaria para 2018, aumentando la conflictividad paritaria. Produjo una irreal sensación de engaño que fuera el día posterior a la aprobación del presupuesto, cuando en él ya constaba la meta de inflación corregida.

Asustó a la mayoría de la población, a la que le puede costar calibrar las consecuencias de una mayor proporción del déficit fiscal financiado con deuda que con transferencias del Banco Central, pero entiende el lenguaje gestual e imagina que se debe tratar de algo importante si por primera vez se junta públicamente todo el equipo económico, creando una percepción de cambio cuando, en realidad, no cambiaba nada más que la comunicación.

Puede que sea un error creer que la comunicación es el fuerte del Gobierno, cuando el fuerte de Cambiemos tal vez sea la comunicación electoral. O que la comunicación del Gobierno comenzó a cambiar últimamente, a partir de que Macri se sintió más fuerte o más irritado. Repasemos los tres ejemplos recientes.

Caso 1. Hace dos semanas, en el reportaje a Gerardo Morales, como Jujuy tiene la mayor población descendiente de pueblos originarios –se acerca al 40% del total de sus 750 mil habitantes, en su mayoría collas–, le pregunté si con los mapuches se estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua. Respondió: “Sí”.

Si no fuera porque Macri es quien promueve la política de mano dura en las fuerzas de seguridad, se podría especular con que la ministra de Seguridad agranda la peligrosidad del ex flogger líder de Resistencia Ancestral Mapuche, Jones Huala, como los militares agigantan enemigos para tener más presupuesto y protagonismo. En lugar de conducir el conflicto por la desaparición y luego la muerte de Santiago Maldonado, situación que le puede pasar a cualquier gobierno, reduciendo daños, salió a promover que la soberanía territorial de Argentina estaba amenazada por una organización temible, colaborando así con quienes buscaban mayor visibilidad para el caso Maldonado.

Caso 2. Nuevamente por el mismo tabú relacionado con cómo demostrar autoridad con las fuerzas de seguridad, se envió a la Gendarmería con uniforme de combate a garantizar la primera sesión en Diputados para aprobar la reforma previsional, frustrada en parte por la violencia que percibían los diputados que se estaba desatando afuera del Congreso. Eso le generó a Macri una doble derrota al dejar herida la relación personal con varios legisladores y a la opinión pública más enojada con el Gobierno que con los agresores por los hechos de violencia. Que afortunadamente corrigió el lunes siguiente con un operativo de seguridad que dejó a la Policía de la Ciudad, salvo excepciones, mucho mejor valorada. Pero el costo político de pérdida de imagen del Gobierno se mide en una caída de veinte puntos en la aprobación de Macri y de su gestión, acumulada desde su pico posterior al triunfo electoral de fines de octubre.

Caso 3. Ya pasó lo mismo que en este diciembre a mitad de año, cuando en el mes anterior a las elecciones PASO el dólar pasó de $ 16,90 a fin de junio a $ 18,60 a fin de julio, aumentando también 10% en un mes, alza atribuida entonces a las encuestas que mostraban a Cristina Kirchner ganando las elecciones en la provincia de Buenos Aires por un margen que luego no se dio.

Y eran María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta quienes tenían la responsabilidad de la campaña electoral sobre sus espaldas y llamaban al Ejecutivo nacional para que contuviera la escalada del dólar en medio de las elecciones primarias. No es casual que el sentido común de Vidal y Larreta se haya manifestado también en su actitud para resolver los conflictos derivados de la toma del espacio público: ayer la gobernadora, en lugar de apelar a la Policía Bonaerense, se bajó de su auto para increpar al piquete que cortaba el tránsito en Mar del Plata, y la semana previa se notó la intervención de Larreta en el operativo de protección del Congreso, más moderado.

Acaso Sturzenegger –y probablemente Macri– crea que para que “la sociedad piense en pesos” es natural y hasta sano que el precio del dólar suba y baje, como ya también sucedió en marzo de 2016 cuando, después de costar algo más de $ 14 en febrero, pasó a más de $ 16 para luego volver a los más de $ 14 en abril y mantenerse en ese valor hasta junio. Pero no es así; un ejemplo: el Gobierno correctamente incentiva los créditos hipotecarios en pesos, pero las propiedades están tasadas en dólares; que el dólar aumente y baje algunas veces en el año 10% en un mes genera una incertidumbre que produce que la gente piense más aún en dólares que en pesos.

La foto por primera vez del "gabinete económico" unido generó más miedo que tranquilidad

Sin duda, es complejo gobernar un país como la Argentina, donde ser presidente es insalubre, por eso mismo no hay que agregar problemas ni agrandar los existentes.