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domingo, 23 de julio de 2023

Vamos viendo. El ritmo lo marca el Fondo… @dealgunamaneraok...

 El ritmo lo marca el Fondo…


“Rebencazo cósmico... de qué planeta viniste” Kristalina Georgieva. Dibujo: Pablo Temes.

La suerte del Gobierno dependerá en gran parte de cómo marchen las negociaciones en Washington. En Juntos, todo es disputa.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/07/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El Gobierno raspa el fondo de la olla en búsqueda de los dólares que no tiene. La dura negociación con el Fondo Monetario Internacional lo complica todos los días. Sergio Massa creyó que, a la manera de un encantador de serpientes, iba a poder convencer a los duros del board del directorio del organismo internacional de las maravillas de su plan “vamos viendo”. Creyó que con el despliegue de sonrisas para las varias fotos que ya se sacó con Kristalina Georgieva sería suficiente para destrabar cualquier negociación. Evidentemente, no hizo una buena lectura de la situación interna del FMI.  El Gobierno raspa el fondo de la olla en búsqueda de los dólares que no tiene. La dura negociación con el Fondo Monetario Internacional lo complica todos los días. Sergio Massa creyó que, a la manera de un encantador de serpientes, iba a poder convencer a los duros del board del directorio del organismo internacional de las maravillas de su plan “vamos viendo”. Creyó que con el despliegue de sonrisas para las varias fotos que ya se sacó con Kristalina Georgieva sería suficiente para destrabar cualquier negociación. Evidentemente, no hizo una buena lectura de la situación interna del FMI.

La directora gerenta no puede hacer nada por sí sola. Debe contar con el apoyo de los directores que pertenecen a los países claves. Ese apoyo, hasta hoy, no está. No significa que no pueda aparecer en la semana que comienza ante el vencimiento que tiene que afrontar el Gobierno. Lo que expresa este complejo momento es que la “magia” del ministro candidato está en declive. Es lo que refleja el aumento incesante del dólar blue, cuya consecuencia, como siempre, sufre la ciudadanía. Cuando el dólar paralelo sube, suben también los precios. Es inevitable.

Otro de los efectos de mayor impacto es el de la reducción de las importaciones. Subyace en muchos la equivocada idea de que la caída de las importaciones afecta a productos terminados o bienes suntuarios. Es la cantinela que quedó de las épocas de Guillermo Moreno como secretario de Comercio Interior y su fracaso absoluto. Se trata de un grueso error. En estos días se conoció el reclamo de las principales cámaras y entidades que proveen equipamiento, insumos, reactivos y elementos críticos para el diagnóstico. Denunciaron que “por las actuales restricciones normativas y cambiarias se les impide el normal abastecimiento del sistema sanitario”.


Un espectáculo decadente


De persistir esta situación se complicará aún más la realización de procedimientos médicos, intervenciones quirúrgicas de distintas especialidades, trasplantes, análisis de laboratorio y tratamientos odontológicos. Esto no solo afecta al sistema de salud privado, sino también al público. Uno de los empresarios del sector habló estos días con Sergio Massa para alertarlo sobre la situación. La respuesta que recibió lo dejó ensimismado: “No hay más dólares para nadie”, le dijo en tono cortante el ministro. La falta de previsión otra vez mostró su cara más dramática. Hace al menos seis meses, un empresario que pidió reserva de su nombre ya había levantado la voz para denunciar la falta de medicamentos para la epilepsia en menores de edad y la lentitud del trámite para su ingreso. En la misma línea y para tener una pintura exacta de lo que venía sucediendo, bancos, empresas de pagos y crédito carecían de los plásticos y chips para abastecer de tarjetas de débito y crédito a sus clientes. Esta es la realidad de un país que navega por aguas turbulentas. 

En materia de política electoral el oficialismo tampoco la pasa bien. A mediados de junio último, los intendentes habían recibido la indicación directa de potenciar a Wado de Pedro –el candidato que no fue–. Esa bajada de línea había llegado de parte de Máximo Kirchner y llegó a cada uno de los intendentes bonaerenses que responden a CFK. Al día de hoy la realidad es otra. Esos mismos jefes comunales deben tragarse el sapo de Massa, a quien infinidad de veces habían tildado de traidor. Tampoco se sienten cómodos cruzando de vereda para apoyar a Juan Grabois, rival interno del tigrense que los llevaría a una derrota segura. La tentación de ir con una boleta corta sobrevoló diferentes territorios pero 
Axel Kicillof está trabajando a destajo para que eso no sea posible justo en el distrito donde el oficialismo tiene chances reales de ganar. Es imperioso contener la tropa sea como sea. Sin embargo, el gobernador no tiene grandes ofertas para seducirlos. El contexto económico dominado por la crisis lo obligó a reunirse con los jefes comunales en la gobernación bonaerense y comunicarles que no tendrán la posibilidad de hacer inauguraciones con cortes de cinta y ampulosas recorridas en territorio.

Un Massa para cada gusto 

Más aún, les pidió un detalle de las obras en marcha en sus distritos para delimitar una hoja de ruta acotada que les permita mostrar gestión. “Esta será una campaña que traccione de abajo hacia arriba. Hay intendentes que en sus distritos miden mucho mejor que los candidatos nacionales. Con el respaldo del gobernador y la fuerza de los caciques territoriales estamos en condiciones de salir a dar pelea” –aseguró un peronista que conoce el armado interno de varios municipios–.  

Aun así, en algunas localidades persisten los problemas de cartel y los enfrentamientos clásicos entre peronistas y camporistas. Un claro ejemplo se vive en la localidad de Hurlingham, donde Juanchi Zabaleta intentará recuperar su tierra y deberá enfrentar en unas PASO dentro de Unión por la Patria a Damián Selci, fogoneado por Máximo Kirchner, que sigue haciendo de las suyas. 

Así y todo, hay entre los intendentes peronistas un sentimiento de reivindicación y revancha. Saben que Axel Kicillof los necesita y se frotan las manos cada vez que “el chiquito” les pide que trabajen en pos de la participación del electorado en las primarias. Reunir masa crítica será clave en esta elección.

Camino largo y tedioso


Es, en definitiva, un reconocimiento al poder territorial. Sin embargo, más allá de los armados internos, la suerte del Gobierno dependerá en gran medida del ritmo en el que se desarrollen las negociaciones con el Fondo. 

La oposición acarrea los mismos problemas de siempre. No logra salir de su pelea furibunda que genera vergüenza, cansancio y enojo entre los votantes. Nadie está dispuesto a ceder un ápice y todos creen alzarse con la razón. En el espacio comandado por 
Horacio Rodríguez Larreta se lamentan por el golpazo que significa la caída en la intención de voto en su propio distrito a manos de Patricia Bullrich. Los porteños parecen darle vuelta la cara a su jefe de Gobierno, y las encuestas –muchas de las cuales no se publican– le dan una ventaja a la exministra de Seguridad de más de 10 puntos en CABA.

Entre tanto, el alcalde porteño se regocija con una leve ventaja en el Conurbano y el reciente triunfo en la provincia de Santa Fe. En el búnker de los bullrichistas aseguran que arrasan en el interior bonaerense y en las provincias más tradicionales. Pero una preocupación los aqueja por estas horas: saben muy bien que el aparato fiscalizador de HRL de la mano de una parte importante del radicalismo es marcadamente superior y esta será una elección que deberá ganarse en todos los frentes. Lamentablemente las disputas de poder continúan por encima de los problemas de la gente.




   



lunes, 22 de octubre de 2012

Envenenados... Ernesto Laclau... De Alguna Manera...


Envenenados…
Todo sucedió en una misma edición, caso curioso de acontecimiento duplicado en una sola jornada. Lo hizo PERFIL o, mejor dicho, le pasó a PERFIL, y se trata de un procedimiento que vale la pena subrayar, destacar y visibilizar. En esencia, demuestra el océano de acrimonioso veneno que ha sido inyectado en las venas cerradas de la Argentina. En la edición del domingo pasado, 14 de octubre, PERFIL dedicó el título de su portada, lugar elegido por los editores para los temas y firmas que juzgan más importantes, a una gran foto del profesor británico Ernesto Laclau (1935), bajo la cual la frase en caracteres más pesados era “Operativo clamor en la Corte”. Arriba de la foto de Laclau, que ha vivido más de la mitad de su vida en el Reino Unido, la volanta rezaba: “Así piensa el padre filosófico del cristinismo”. Una frase de Laclau era reproducida como epígrafe de su foto: “El constitucionalismo busca mantener el poder conservador”.

El texto propiamente dicho ocupó una página y media de este diario. Eran 2.454 palabras (15.279 caracteres con espacios), más del doble de lo que ocupa esta columna semanal. Pero Laclau aparecía firmando algo que él no había enviado a PERFIL. Como explicaba correctamente el diario en nota al pie, se trataba de la transcripción de la conferencia del teórico en el ciclo “Debates y combates”, ofrecida el viernes 12 en Tecnópolis y financiada por la Secretaría de Cultura de la Nación. Al pie, la productora del trabajo, Silvina Márquez, puntualizaba prolijamente: “Laclau se niega a dar entrevistas a PERFIL”.

Ese mismo día, el excelente suplemento Cultura de este diario, editado por Guillermo Piro, dedicó dos de sus 16 páginas (6.190 caracteres con espacios, en 1.054 palabras) a reseñar una antología crítica de la poesía de los años 90 titulada “La tendencia materialista” y publicada por la editorial Paradiso. El artículo, firmado por Gonzalo León, fue titulado “La visión marxista de la creación poética”. El texto comentaba con lujo de detalles los trabajos poéticos de Alejandro Rubio, Fernanda Laguna, Sergio Raimondi, Martín Gambarotta, Fabián Casas, Washington Cucurto y Juan Desiderio. Pero hubo un problema, que León tuvo que destacar al pie de su trabajo. Los compiladores (Violeta Kesselman, Ana Mazzoni y Damián Selci) le dijeron al redactor que “por el momento no queremos hablar para PERFIL, ni para La Nación ni para Clarín”.

No es la primera vez, ni será la última. He visto con admiración no exenta de desconcierto los magnos esfuerzos hechos por este diario, y sobre todo por su fundador Jorge Fontevecchia, para acercar a estas páginas el pensamiento y las ideas de intelectuales y comentaristas adictos al Gobierno, a quienes se les ha deparado aquí larguísimas páginas para que se expresen. En este diario han hablado cuanto y de lo que quisieron, figuras como Ricardo Forster. Horacio González y José Pablo Feinmann, para mencionar a los oficialistas más mediáticos e incontinentes del micrófono. No una, sino en muchas oportunidades, han sido consultados y sus palabras han sido reproducidas aquí. Este es, además, el diario que ha premiado a Horacio Verbitsky, quien al recibir el galardón hace dos años lo primero que hizo fue anunciar desde el podio que él discrepa totalmente con lo que calificó como “la ideología (sic)” de PERFIL.

No pueden consigo mismos, son irremediables. Atosigados de vociferante odio interior, abominan incluso de quienes los convocan para que se expresen. Calculo que PERFIL publicó las palabras de Laclau atendiendo a que es la figura intelectual más lustrosa del cristinismo. Se lo suele considerar como el pensador más culto y riguroso del oficialismo. No pienso lo mismo que PERFIL; antes bien, Laclau me parece superficial, antiguo, pedante y –sobre todo– profundamente democrático. Pero lo importante es que este medio tuvo que apelar a grabar las enormidades de este anglo-argentino, porque él no se dignó a conceder un reportaje a quienes considera enemigos. De antigua prosapia trotskista, este Laclau es una caricatura pintoresca de Lev Davidovich Bronstein, un sofisticado intelectual judío que amaba la polémica y procuraba el debate. Laclau se enrola más bien de la raigambre ideológica del asesino de Trotsky, Stalin. Los compiladores (¿camporistas?) de esos poetas marxistas se perfilan como el equivalente argentino de los temibles guardias rojos de China, que hace cuatro décadas quemaban obras y producciones artísticas al compás de la “gran revolución cultural” desatada por la tiranía de Mao.

¿Incurables? Sí, eso son hoy, al menos en lo actitudinal, irremediablemente embriagados de un mesianismo grueso y persistente, que se turbopropulsa a sí mismo. Para estos nuevos mandarines, o se es tropa o se es enemigo, no hay opciones. ¿Cómo van a darle un reportaje a PERFIL? ¿Cómo van a dignarse a hablar con un medio cuyos periodistas y columnistas somos una pútrida carne de cañón al servicio mercenario de intereses “destituyentes”? Proceden y razonan desde un antiliberalismo rancio y hosco: no hay debate de ideas, hay guerra. El rival es enemigo porque no le reconocen entidad civil. Recuerdo la torpe chanza de Ricardo Forster, cuando en un programa de televisión que nos juntó una noche, meses después de que Néstor Kirchner le ordenara a Alberto Fernández que me echara de Radio Nacional, se me acercó y me dijo, risueño: “Vos deberías tener un programa en Radio Nacional”. Cuando le aclaré que era ridículo su sarcasmo, que ya me habían expulsado, pero que lo importante es que en el disco rígido de la tropa mediática oficial lo central es manejarse sin pensamientos diferentes, me preguntó: “¿Por qué decís eso? La otra noche en 6,7,8 me cruzaron con Sandra Mihanovich, que no es kirchnerista...”.

Desde un pensamiento liberal, ofrecer todas las perspectivas es natural, además de recomendable. El conflicto deriva de los lenguajes diferentes, cuando son meras arquitecturas retóricas que encubren un totalitarismo visceral. Desde ese lugar sombrío y belicoso surge una paranoia sistémica: un reportaje es una trampa, un periodista no adicto es un operador enemigo, un medio no colonizado es un campo minado. El veneno es implacable, no hay neutralidad, sólo hay conflagración. Melancólica resignación a la hora de hacerse una pregunta fatal: ¿cuál será la frontera entre la ingenua rectitud y la candorosa funcionalidad a los proyectos antidemocráticos? ¿No estaremos ante un auténtico choque de civilizaciones?

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 20 de Octubre de 2012.