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viernes, 21 de enero de 2022

José Luis Cabezas. A 25 años de su asesinato... @dealgunamenraok...

 A 25 años del asesinato de Cabezas, 25 periodistas mantienen su recuerdo presente… 

José Luis Cabezas (1961-1997) Fotografía: CEDOC

En el 25° aniversario de su crimen, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) invitó a 25 periodistas para que lo recuerden con anécdotas vividas junto a él y reflexiones sobre lo que su muerte representa para el periodismo argentino.

 

Publicado el jueves 20/01/2022 por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


 

1) Gabriel Michi, amigo y compañero de cobertura.

25 años de aquel 25. Un cuarto de siglo de ese siniestro día de enero de 1997 en que nuestra historia cambió para siempre. La de mi compañero y amigo José Luis Cabezas, mi cómplice en tantas "aventuras" periodísticas. La de su familia desgarrada. La de sus compañeros devastados. La de todo el periodismo shockeado. La de una sociedad conmovida. La de un país golpeado.

25 años en que en la Argentina ocurría el peor ataque a la Libertad de Expresión desde que regresó la democracia. Un ataque que pretendió silencio, pero que obtuvo todo lo contrario. Se transformó en un grito ensordecedor contra la barbarie, contra la injusticia, contra la corrupción, contra las mafias.

Esas mafias que buscaron seguir construyendo poder desde la impunidad. Pero no pudieron. Porque José Luis, el mismo al que pretendieron ausentar, estuvo más presente que nunca. En cada uno de sus colegas comprometidos, en cada ciudadano de bien, en la mirada dolorosa y demandante de justicia de su familia. Todos fuimos, somos y seremos José Luis Cabezas. Porque nos duele hasta el desgarro su ausencia. Pero a ellos, sus asesinos, les pesa su presencia. ¡Cabezas, presente! ¡Ahora y siempre! 

2) Alejandra Daiha, directora de la revista Noticias

Fue extraño para quienes compartimos redacción con él, aceptar que aquel José Luis divertido, cabrón, padrazo y empeñado en ser un gran fotógrafo, se convirtiera en una pancarta. Ese retrato suyo en blanco y negro que dio vueltas al mundo no debió ser más que una foto carnet, pero se hizo bandera y lo congeló en el tiempo. A los demás, que pudimos envejecer, su crimen nos plantó la tristeza de saber que  también en democracia el periodismo se puede pagar con la vida. Cabezas no era un kamikaze. Debió haber cumplido hace unos meses los 60. Me lo imagino igual. Subiéndose a mesas, sillas y escaleras para lograr esas fotos desde arriba que fueron su sello. No te olvidamos, “chabón”. 

3) Pablo Sirvén, actual secretario de redacción del diario La Nación; por entonces, editor general de la revista Noticia.

Bolsa de carbón encima de cajón de fruta vacío. Así me enseñó a hacer asados José Luis Cabezas en uno de los dos veranos que compartimos temporada en Pinamar haciendo notas para la revista Noticias. Cantaba fuerte «Dame un limón», de Divididos, que hacía sonar todo el tiempo en el auto en el que nos movíamos entre bosques y mares.

Divertido, protestón, hiperprofesional, buscaba la mejor luz en el primer y último sol del día para lograr sus fotos increíbles. Tenía conciencia de los peligros a los que se exponía, pero su dedo haciendo clic siempre pudo más. 

4) Jorge Fontevecchia, presidente y CEO del Grupo Perfil

En el resto de América Latina el asesinato de periodistas es una práctica aún no desterrada. La reacción de la sociedad argentina ante la muerte de José Luis Cabezas, enseñó a los bárbaros que asesinar a un periodista terminaba teniendo consecuencias peores para ellos mismos. La impunidad que en otros crímenes aún se mantiene, se convirtió en imposible en el asesinato a un periodista por la enorme visibilidad que el hecho tendría. José Luis Cabezas con su vida salvo la de muchos periodistas durante el último cuarto de siglo. Y lo seguirá haciendo. 

5) Paula Moreno Román, presidenta de FOPEA

A un año de la muerte de José Luis Cabezas, la ciudad de Esquel inauguró una de las primeras esculturas que tuvo el país homenajeando a nuestro querido colega y reclamando por la búsqueda de la verdad y la justicia.

Gabriel Michi, María Cristina Robledo y Daniel Das Neves (UTPBA) compartieron un conmovedor momento de unión alrededor de aquel monumento ubicado frente al edificio de los Tribunales de Esquel con los ojos de José Luis tallados en la piedra y la mirada profunda clavada en el símbolo de la justicia.

Cabezas no es, fue ni será “un caso”. Es la lucha constante contra el olvido y la impunidad que ha logrado unir a la comunidad periodística de la Argentina. Desde este rincón del país cada 25 de enero se vuelve a gritar “Cabezas, Presente”. 

6) Edi Zunino, condujo el equipo de la revista Noticias que investigó su homicidio

Siempre me resistí a convertir a José Luis Cabezas en bandera, primero porque fue una persona común y corriente; segundo, porque había sido un compañero de trabajo con el que valía la pena compartir horas y horas de creatividad (mis viajes laborales al exterior más inolvidables fueron "en pareja" con él); y tercero, tal vez, por suponer que pasarlo al terreno de lo simbólico le quitaria sustancia a mi propia vida. Claro que 25 años después de haber tenido 30 y pico, uno ha vivido el tiempo suficiente para ir tomando dimensión de la época histórica que le tocó vivir. La mía es la de la guerra de Malvinas, la recuperación democrática y el homicidio de Cabezas. No sé muy bien aún qué querrá decir todo eso junto, pero de tales materiales también estoy hecho y eso, en gran medida, soy. Cabezas está en mi modo de entender la Argentina y el periodismo. Todos los días. Sin falta. Es una marca de supervivencia. El efecto flash de un faro. Un tatuaje moral. 

7) Guillermo Cantón, amigo y compañero de trabajo

Querido José Luis: Parece que hay mucha gente que quiere saber de vos, te diría que todos me preguntan. Sé que no te va a molestar, porque nos tenemos confianza y, seamos sinceros, te encanta. Hoy, para que te sientas orgulloso, todos hablan de vos. Les digo que eras bueno con tus hijos, malo con los malos, irremplazable con Cristina, ingenuo con los ojos, franco con la risa, incansable con la cámara, transparente de corazón, curioso de oficio, amplísimo de amigo y fraternal conmigo. Para los desmemoriados llevamos una cinta negra en tu memoria. Yo no llevo un luto. Llevo prendida una carcajada tuya de repuesto. Gracias por todo y hasta la próxima. 

8) Norma Morandini, periodista y escritora. En la época era la corresponsal de la revista española Cambio 16 y el diario O'Globo de Brasil

El día que asesinaron a Jose Luis Cabezas, una amiga brasileña, Claudia Merian, casada con el entonces Agregado cultural de la Embajada de Francia, que fue quien introdujo a José Luis como fotógrafo de la embajada, me llamó para decirme que la fotografía en la que se nos ve juntas, la había tomado Cabezas. Fui a buscar la fotografía, y me impresioné porque el vidrio del portaretrato estaba partido a la mitad. Así la dejé. Tengo la foto en un lugar visible y cada vez que la miro, recuerdo a José Luis. 

9) Santo Biasatti, periodista de NET Tv

No se olvide de José Luis Cabezas. Contra la impunidad siempre. El mejor homenaje que podemos hacerle es mantener con firmeza el principio de exigir justicia. No olvidamos a sus asesinos. Algunos conviven con nosotros. No olvidamos a los que callaron ni tampoco a los que renunciaron a brindarle todo su apoyo a la familia. Recordar no es un delito. Ocultarlo fue y es de miserables. 

10) Ítalo Pisani, editor general del Diario Río Negro

Los anticuerpos que nos dejó a todos la contundente reacción social por el crimen brutal de José Luis Cabezas 25 años atrás, no pueden -no deben- tener caducidad. Esta tragedia dio un giro en nuestra historia: desenmascaró a las mafias del poder, a la deleznable policía, a la impunidad. También cerró grietas entre trabajadores de prensa y puso en valor al periodismo profesional que busca la verdad cueste lo que costare. Jamás arriemos la bandera inspirada en el clamor de los papás de José Luis: “No se olviden de Cabezas”. 

11) Fanny Mandelbaum, periodista de Radio Conexión Abierta

Era enero de 1997. Yo estaba veraneando en Punta del Este y me entero del asesinato de Jose Luis. Me llaman del canal para avisarme que me mandaban una cámara porque venía el por entonces presidente Carlos Menem a presentar un libro de Emilio Perina y dar una conferencia de prensa. En el ínterin, Osvaldo Menendez, un colega de Radio Mitre que estaba cubriendo la temporada, me comenta que sería bueno que todos los periodistas fuéramos con una cinta negra para expresar nuestro dolor. Le dije que era una idea maravillosa. Compramos cinta, alfileres. Las corté y armé los lazos negros.

Uno de los jefes de noticias de Telefe me dijo que no hiciera preguntas inconvenientes. Yo le contesté que no había preguntas inconvenientes. Si no podía preguntar lo que yo quería, no iba a preguntar nada y así fue. Les conté esto a mis colegas, les dije que preguntaran ellos. Sólo puse el micrófono, pero fuimos todos con la cinta negra. 

12) Fernando J. Ruiz. Profesor de Periodismo y Democracia de la Universidad Austral. Expresidente de FOPEA (2019 - 2021)

Los ojos de Cabezas interpelan al periodismo, y no se sostiene la mirada. Los periodistas que en 1997 marcharon juntos, están desunidos. La discusión sobre dónde está el poder al cual hay que enfrentar y dónde está la verdad, confundió las brújulas. Aquel bloque profesional uniforme es hoy una comunidad quebrada y débil, casi sin referentes. No es distinto a lo que ha pasado otras veces en la historia y en muchos otros países, pero este ciclo de ruptura se alargó demasiado. José Luis y Gabriel Michi hacían periodismo, no política partidaria. A eso hay que volver. Sabemos los riesgos, pero la democracia lo exige. 

13) Diego Pietrafesa, Telefe Noticias, Secretario de Derechos Humanos del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, SIPREBA

Mirar y contar.

Vos, con tus ojos en ofrenda.

Vos, contra lo conveniente y lo cómodo.

Vos, contra los dueños de todo.

Vos, con la más humana de las épicas: hacer lo que se pueda, cómo y dónde se pueda, pero nunca menos.

Vos, a golpes de cámara contra el falso glamour y otras vanidades de oropel.

Vos, oficio de lo cotidiano, relámpago de dignidad en la precariedad profesional, salarial, laboral y moral.

Vos, compañero.

Los trabajadores de prensa caminamos por tus huellas.

¡José Luis Cabezas, Presente! 

14) Lorena Maciel, periodista de Todo Noticias

El crimen de Jose Luis Cabezas marcó un antes y un después en mi vida y, sin duda, en mi carrera profesional. Apenas había pasado los 20 años y Radio Mitre confíó en mí a la hora de ponerme al frente de la cobertura del caso. Yo me ofrecí, obvio, no quería perderme nada.

No me entraba en mi cabeza semejante crimen, no paraban de aparecer en mi mente la carita de Candela de 6 meses, de su mujer Cristina, sus otros dos hijos también chicos. El auto blanco, Gabriel Michi desconsolado, la fiesta en lo de Andreani, la cava, la bota quemada, la tapa de Noticias, y Yabrán, si claro, Yabrán caminando en traje de baño e inmortalizado por una foto de Cabezas.

No fue un año, fueron más de 3 años donde mi vida estuvo íntimamente ligada a la investigación. Pedí en la radio especializarme en judiciales y estar yo a cargo del caso.

Gracias a la insistencia del periodismo y de la sociedad en general se llegó a la verdad o casi toda la verdad, estoy convencida que hay muchas cosas que nunca llegaremos a saber. Cabezas fue y es un emblema de hasta dónde puede llegar el periodismo independiente. Ese que no responde a ningún otro interés que el de informar con pruebas. 

15) Oscar E. Balmaceda, periodista y escritor

Estuve en Dolores y aledaños 21 meses - desde febrero de 1997 hasta noviembre de 1998 - cubriendo para La Nación la investigación por el asesinato de José Luis Cabezas. Durante ese lapso, conocí hasta el último de los personajes del capítulo que cerró la saga criminal que incluye los homicidios de María Soledad Morales, en 1990, y del soldado Omar Carrasco, en 1994.

Y lo que sigue repicando en mi memoria son algunas de sus sentencias: “Yo soy delincuente, pero yo no maté a este muchacho” (Margarita Di Tullio, alias “Pepita la Pistolera); “Me tiraron un muerto” (Eduardo Duhalde, gobernador de Buenos Aires); “A Cabezas lo mataron por el trabajo que estaba haciendo” (José Luis Macchi, juez de la causa). 

16) Fabio Ariel Ladetto, periodista de La Gaceta de Tucumán. Expresidente de FOPEA (2011 - 2015)

¿Dónde hubiese estado el 21 de diciembre de 2001, qué mirada hubiese captado de los nueve presidentes que ocuparon la Casa Rosada en este siglo, desde qué ángulo hubiera inmortalizado la pandemia?.

Una ausencia se puede medir por los vacíos que deja, los momentos que no se comparten, las preguntas sin respuestas...

Por eso, cada vez que se dice "José Luis Cabezas, presente" se trata de desafiar su muerte, de repudiar su crimen y de eludir el olvido. 

17) Gabriela Carchak, periodista de C5N

No fue un asesinato. Fue el intento de amordazar a un periodista, a un medio, a un pueblo, a un país. Pero los argentinos gritaron y gritaron fuerte. Tanto, que ese fotógrafo asesinado por hacer su trabajo se convirtió en un símbolo de la libertad de expresión y la lucha colectiva por mantenerla. El crimen de José Luis Cabezas marcó un antes y un después no sólo en la toma de conciencia de lo que el periodismo significa, sino también, en la confianza en el  castigo, que aunque tarde, llega a quienes  se creen impunes y dueños de la vida de los demás. 

18) Emilia Delfino, periodista de CNN en Español y elDiarioAR

La fotografía que José Luis Cabezas tomó al empresario Alfredo Yabrán en febrero de 1996, un año antes de ser asesinado, la imagen por la que fue asesinado, fue y es una acción perfecta de periodismo de investigación: la exposición del poder real, del poderoso oculto, retratado, iluminado por el ojo de un fotoreportero, en base a un trabajo de investigación previo que Cabezas realizó con el equipo que integraba. Como su acción, Cabezas estará siempre presente, como el reclamo de justicia de su familia y amigos. 

19) Gustavo Carabajal, periodista de La Nación

Nada fue igual en mi vida después del asesinato de José Luis Cabezas. Durante más de un año realicé la cobertura informativa del caso para el diario La Nación y recuerdo una imagen de su hija menor, Candela. Tenía poco más de un año y escuchaba por la televisión el grito de "Cabezas, presente" que retumbaba en una de las marchas. Ella en su inocencia miraba y escuchaba atónita, cómo desde la pantalla surgía con energía, el reclamo de Justicia por su padre. 

20) Liliana Caruso, periodista de Policiales y Judiciales en América Noticias y A24

El asesinato de José Luis sacudió sin distinciones. Fue la muerte brutal de un laburante, fotógrafo sencillo que desenmascaró el poder. Y el caso movilizó a una sociedad que se enteraba de la manera más brutal de las operatorias de las bandas mixtas formada por delincuentes comunes y policías. Su muerte sigue doliendo porque queda la sensación de que los asesinos la sacaron barata. Una justicia a medias. Pero por suerte queda la memoria: como en una plaza de V. Domínico que lleva su nombre y sus ojos eternos, esos que tienen la capacidad de hablar. 

21) Hipólito Sanzone, cubrió el caso para EL DIA de La Plata

El martirio de José Luis Cabezas trascendió su propio horror, por todo lo que le permitió a la sociedad ver que no había visto o no quería ver. Antes de ese final hubo una trama de aprietes, condicionamientos y mensajes pesados a otros periodistas de otros medios y en diferentes circunstancias y no siempre a cargo de los mismos actores. La muerte de Cabezas permitió ver que no todo en esa Argentina era la "alegría" de la pizza y el champagne.

Personalmente, me involucré por la cobertura que me asignó el diario El Día de La Plata en un trabajo de largos meses, en el que me quedó la impresión de que todavía no se llegó a la verdad revelada. Que hay personajes todavía impunes y circunstancias nunca debidamente aclaradas. Puede pensarse que todo eso poco importa ante el recuerdo de la única víctima y su sufrimiento, pero también es posible que su memoria merezca esa verdad revelada que, en lo personal, sigo considerando esquiva.
 

22) Liliana Franco, periodista en Ámbito Financiero

El asesinato de José Luis Cabezas fue un antes y un después para el periodismo local. Fue tomar conciencia de que investigar, denunciar, podía costar la vida. Una foto, la prueba del buen trabajo periodístico, fue la causa de que hoy tengamos que recordar a José Luis.

Creo que la mejor manera para que la muerte de José Luis no haya sido en vano, es que, nosotros los periodistas, apoyemos los trabajos de investigación de nuestros colegas, que reaccionemos colectivamente cuando desde el poder se intente menoscabarlos o ningunearlos. Que recordemos que José Luis fue mandado a matar por sacar una foto, es decir cumplir con su trabajo. 

23)  César Sánchez Bonifato, periodista

El asesinato de José Luis Cabezas ocurrió cuando Carlos Menem era Presidente y nuestro país fue vendido a espúreos intereses internacionales. Se liquidaron YPF, Fabricaciones Militares, cerraron puertos, paralizaron los ferrocarriles, se mantuvieron "relaciones carnales" con los EE.UU., barcos argentinos fueron enviados a participar de la invasión extranjera a Kuwait, se negoció con el libanés Kadhaffi, explotó la ciudad cordobesa Río Tercero dejando a muchos compatriotas muertos.

En dicho marco, hubo asimismo empresas argentinas involucradas en turbios acuerdos. Un consorcio manejado por el empresario entrerriano Alfredo Yabrán fue uno de los beneficiados. El colega Cabezas lo descubrió en la costa atlántica y su imagen se hizo pública. Al poco tiempo, fue asesinado.

Además, se informó que Yabrán "se suicidó", pero su cuerpo nunca fue mostrado.

El caudillo riojano Menem terminó aliándose a los Kirchner y mantuvo una banca en el Senado, hasta su muerte. "El Caso Cabezas" conmocionó al periodismo argentino. Se trató de un emblemático episodio, jamás aclarado completamente por la Justicia. 

24) Oscar Ángel Flores, periodista de Radio Universidad de San Luis

En San Luis, el suceso del asesinato de José Luis Cabezas generó conmoción entre el plantel periodístico general de la provincia. Aunque no conocí personalmente al compañero reportero gráfico, las publicaciones periodísticas originadas ese año me permitieron descubrir el perfil de José Luis. La figura más conocida de nuestro colega Gabriel Michi nos acercó a la historia completa de aquel suceso que conmovió al país y dejó al descubierto el entramado mafioso existente en el poder mismo de la Argentina.             

Así, los periodistas Puntanos se organizaron y dejaron instaurado en un pequeño monumento nuestro reconocimiento a José Luis Cabezas en pleno centro de la ciudad Capital. También se impulsaron actos cada año bajo la consigna "No nos olvidemos de Cabezas" para seguir procurando Justicia en contra de aquellos que persigan y pongan en peligro a las y los comunicadores que se exponen en la búsqueda de la verdad. 

25) Alicia Miller, periodista e integrante de la Comisión Directiva de FOPEA

“Un hachazo invisible y homicida”. Miguel Hernández describía así el estupor ante una muerte de gigante significado. Sentí igual el asesinato de José Luis Cabezas, que pudo ser uno de mis colegas cercanos o yo misma. Del peor modo, supe que el coraje no es opción sino obligación. Y que la protección constitucional al periodismo en resguardo de los derechos ciudadanos no servirá de nada sin una democracia basada en el respeto hacia quien piensa distinto, sin un consenso de especial tolerancia hacia aquello que nos contraría, contradice o señala.

Este texto colaborativo generado desde el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) está a disposición para su libre publicación con el correspondiente crédito.


domingo, 31 de marzo de 2019

Diez años sin Alfonsín… @dealgunamanera...

Diez años sin Alfonsín…

Raúl Alfonsí y Eduardo Duhalde. Fotografía: Cedoc/Perfil

¿Qué haría hoy Alfonsín con el partido radical si no hubiera muerto el 31 de marzo de 2009?

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 31/03/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La pregunta ya se la formularon los radicales hace cuatro años, cuando tuvieron que votar aliarse o no al PRO en la agitada Convención Nacional de la UCR en Gualeguaychú, el 12 de marzo (día del cumpleaños de Alfonsín) de 2015. Tan agitada que aún resuena el ruido de las sillas que volaron por el aire expresando diferencias, y ese recuerdo hace que se venga posponiendo la Convención Nacional de 2019 del partido por miedo a que la mayoría vote romper, ya no sillas sino directamente Cambiemos.


¿Habría aceptado Alfonsín aliarse con Macri en 2015 para derrotar al kirchnerismo? ¿Volvería a aceptarlo ahora, en 2019, a la luz de la política económica experimentada? ¿Cuándo se opuso a Cavallo en la Alianza, fue por conflictos generacionales con De la Rúa o porque ese tipo de políticas económicas llevan al infierno, como Lavagna cree ahora de la de Macri?

¿Podrá ser Macri Hoy el Remes Lenicov de Lavagna y Duhalde aquel Alfonsín que vio a Lavagna presidente?

Quien mejor representa el espíritu ecléctico de la política centrista del siglo XX es su mayor aliado de toda la vida, quizá no paradójicamente un peronista, Eduardo Duhalde, quien primero como intendente del conurbano bonaerense, cuando Alfonsín era presidente, luego durante ocho años como gobernador de la provincia de Buenos Aires, y finalmente cuando asumió como presidente en un acuerdo de peronistas y radicales a comienzos de 2002, siempre buscó su aprobación y apoyo. Por eso Duhalde afirma que fueron, los suyos, casi cogobiernos. Probablemente Duhalde sea su mayor discípulo y por eso, un año antes que los propios radicales, observó que el candidato que mejor representa ese legado no es Macri sino Lavagna. Alfonsín ya había elegido a Lavagna como candidato presidencial de la UCR contra Cristina Kirchner en las elecciones de 2007.

Pero además de esa elección, otro legado actual del Alfonsín tardío (el que ya no era presidente y sufría el desafecto de parte de la sociedad) fue haber hecho a Macri presidente en 2015 porque, de no haber existido la reforma constitucional de 1994 con la inclusión del ballottage, Daniel Scioli sería hoy el presidente.

Ernesto Sanz es otro de los dirigentes políticos que representan la esencia de Alfonsín. Se peleó con muchos de sus correligionarios en la Convención Nacional de Gualeguaychú en 2015 para sostener la alianza con el PRO, única posibilidad para desalojar al kirchnerismo del poder. Una vez conseguido el triunfo, no quiso “cobrar” el premio del gobierno y rechazó ser ministro de Justicia de Macri en diciembre de 2015 y ministro del Interior en 2018. Prefirió el ostracismo de su San Rafael natal, en el interior de Mendoza, a las luces del poder y eligió no integrar un gobierno en el que no se sentía representado. Macri cumplió el papel de sacar a Cristina y eso se lo valorarán siempre, pero les genera rechazo su desprecio por la política. Claramente, Macri para los radicales es de otro palo, pero mantienen su lealtad por haber sido necesario para ganarle al kirchnerismo y devolverles una cantidad de gobernaciones cuando en su peor momento tenían solo intendentes.

En su último reportaje largo en Perfil, en 2007, Alfonsín dijo: “Lavagna es el candidato que el país precisa para presidente de la nación. Lavagna es peronista: padre radical y madre peronista, espero que haya influido más la madre”. Sobre Cristina Kirchner afirmó: “Tiene un déficit muy grande, que es su iracundia”. Y del populismo, agregó: “Es una plaga en cualquier parte, es algo sin doctrina, puja de poder, no respeta, crea su propia institucionalidad”. De la economía profetizó: “Vamos a tener problemas con la inflación, vamos a tener problemas energéticos. Va a haber problemas también cuando se empiecen a modificar los criterios de las tarifas privatizadas, para que en el caso del petróleo exploren e inviertan, va a haber problemas con los subsidios que hoy se cobran por miles de millones...”. Esto fue hace 12 años y sigue teniendo la misma actualidad. Vale la pena leerlo completo un día como hoy en: http://bit.ly/raul-alfonsin-fontevecchia-reportaje.

El reportaje largo de esta edición de Perfil es a Eduardo Duhalde. Varias veces retirado, vuelve a escena cuando ya nadie lo esperaba. Alejado después de perder con De la Rúa en 1999, entró por la ventana a la presidencia en la crisis de 2002. Hizo presidente a Néstor Kirchner en 2003, pero en 2005 pasó a retiro forzoso cuando el kirchnerismo lo desalojó de su provincia de Buenos Aires, porque el Frente para la Victoria duplicó los votos del Frente Justicialista en las primeras elecciones legislativas.

Ahora, 15 años después, increíblemente vuelve a ser protagonista: es quien primero lanzó la idea de Lavagna presidente el año pasado, y ahora intenta ser el nexo de Cristina Kirchner con el peronismo. Su misión: que Cristina Kirchner baje su candidatura y haya un candidato único de la oposición.

Su historia con Editorial Perfil está atravesada por el asesinato del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas en 1997, en Pinamar, cuando Duhalde era gobernador y Alfredo Yabrán –responsable del crimen–, el protegido del presidente Menem. En un contexto donde Menem quería modificar nuevamente la Constitución para lograr su re-reelección y precisaba sacarse a Duhalde del medio.

Las intimidades que cuenta en el reportaje son dignas de una novela de realismo mágico. Dice que cuando era presidente, durante la mayor crisis de la Argentina, el estrés lo afectó tanto que comenzó a ver en la quinta de Olivos un río con peces que saltaban. Cree que esa presión también puede estar afectando de alguna forma el entendimiento de Macri.

¿Como si la historia se empeñara en repetirse para cerrar sus ciclos, hoy Duhalde busca el deseo de Alfonsín?

Duhalde también cuenta que el propio Néstor Kirchner, en 2007, le dijo que Cristina era bipolar y que desde entonces nunca más habló con ella. Recuperó su relación el año pasado, cuando la ex presidenta lo llamó a su casa, sabiendo que estaba enfermo, para desearle mejoría. Pero tuvo que hacerlo dos veces porque la primera vez quien atendió le cortó, creyendo que se trataba de una broma. Ahora Duhalde le aconseja no ser candidata.

El ex presidente también le recomienda a Macri no ser candidato. Hace un año ya había dicho de él que no estaba preparado para ser presidente, además de decir que los de este gobierno “se ahogan en una palangana”. También su mujer los calificó con dureza: “Desastre con mayúsculas”. Duhalde rescata a la gobernadora Vidal, pero su preferido es Horacio Rodríguez Larreta, que pasó por el peronismo. Y quiere que el partido radical oficialmente deje Cambiemos y que su alianza sea con Lavagna.

Como si la historia se obstinara en repetirse para cerrar sus ciclos.





sábado, 3 de septiembre de 2016

20 años, igual Estado paralelo… @dealgunamanera...

20 años, igual Estado paralelo…

Tapas de cabezas icónicas. Yabrán y el jefe de la Bonaerense.

Otra vez quienes manejan los mayores negocios de la Aduana y de la policía son el eje de un Estado paralelo donde cambian los gobiernos y sus formales jefes pero el crimen organizado continúa intacto.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 03/09/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Al inaugurarse la exposición de fotos a veinte años del asesinato de José Luis Cabezas y volver a ver aquellas imágenes de las tapas icónicas de la revista Noticias, la de Yabrán y la del jefe de la Policía Bonaerense de entonces, pensé que pasaron veinte años en vano porque otra vez quienes manejan los mayores negocios de la Aduana y de la policía son el eje de un Estado paralelo donde cambian los gobiernos y sus formales jefes pero el crimen organizado continúa intacto.

Se sucedieron los discursos en la sede de la Televisión Pública, donde se expondrán las fotos hasta el 10 de octubre para luego continuar de gira por todo el país: hablaron su hermana, Gladys Cabezas; el periodista de Noticias que estuvo con Cabezas en Pinamar cuando fue asesinado, Gabriel Michi; el jefe de Redacción de la revista Noticias, Edi Zunino; el secretario de Medios Públicos y ex editor del diario Perfil Jorge Sigal, y el ministro de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi.

Mientras, mi pensamiento volvía una y otra vez a asociar que Yabrán era el jefe de la mafia de la misma Aduana que hoy involucra a Gómez Centurión y la central de inteligencia en múltiples acusaciones de corrupción y espionaje. Y a conectar aquella tapa de “Maldita policía” que denunciaba a la Bonaerense por recaudar con delitos ilegales sobornando y amenazando políticos, con las denuncias del gobierno de María Eugenia Vidal contra sectores activos y desplazados de su policía actual.

Hay una economía del crimen y un mercado del delito capaces de comprar la protección del Estado

Como el periodismo de investigación que practican la revista Noticias y el diario Perfil fue siempre contra cíclico, no es casual que se anticipen los temas que años después serán compartidos por la mayoría de los colegas. Gran parte de la agenda actual de Comodoro Py fue publicada hace más de diez años  por el diario Perfil y la revista Noticias. Como el proyecto para regular la publicidad oficial recientemente presentado en el Senado por el gobierno nacional hizo suyas las palabras “arbitraria utilización de la pauta en virtud  de las opiniones vertidas” del juicio que iniciaron Perfil y Noticias por discriminación con la publicidad oficial hace una década, cuando las asociaciones de medios no lo denunciaban. 

Pero en este caso de la Aduana y las policías, lo que llamamos “Estado paralelo”  y definimos como el uso del poder de control del Estado  para cobrar cánones, peajes o cualquier otra forma de permiso o patente de corso para recaudar con negocios ilegales, sorprende que en lugar de que el tema integre la agenda de la Justicia continúe aún como agenda de los medios, demostrando cuánto más poder tiene el crimen organizado que Aníbal Fernández o De Vido. En Colombia y México ya lo saben: se encarcela al jefe de un cartel y/o se lo debilita y aparece otro ocupando su lugar para que el negocio ilegal continúe su curso.

Por eso la batalla contra ellos no es igual que contra la corrupción de los políticos. Esencialmente debe ser continua y no errática, ni motivada sólo en los tiempos en que el humor social es contrario al gobierno de turno. Esa corrupción estructural requiere medios de comunicación, jueces y opinión pública que no se preocupen por determinados temas exclusivamente cuando la economía no proporciona satisfacciones.

No es imposible luchar contra el crimen organizado y vencerlo, los países desarrollados lo lograron. Lo que requiere es continuidad y no oportunismo pro cíclico. 

Por ejemplo, hoy Carrió es escuchada y tiene todos los micrófonos a su disposición, lo mismo que le sucedió al final de la convertibilidad, pero durante muchos años de gobierno kirchnerista fue totalmente ninguneada. Esa visibilidad también la tiene hoy Margarita Stolbizer gracias a sus consistentes denuncias sobre corrupción. Estas ahora le permiten  encabezar la intención de votos para las elecciones legislativas de 2017 en la provincia de Buenos Aires, cuando en 2015, aunque para un cargo ejecutivo, obtuvo sólo 2,87% en su propia provincia, detrás del ignoto Nicolás del Caño, candidato del minoritario FIT.

Asumiendo que la primera batalla es cultural, la sociedad en su conjunto podría apoyar electoralmente a quienes toman la responsabilidad de denunciar pública y sostenidamente estos temas para mantenerlos en la agenda social. Porque no es una tarea sólo de las partes sanas de las fuerzas de seguridad y la Justicia; al estar ellas mismas infiltradas por estas organizaciones, requieren la ayuda del periodismo, reinstalando el tema continuamente. Además, se necesitan competencias interdisciplinarias en las que, por ejemplo, son esenciales los economistas para hacer y rehacer el mapa de aquellos negocios en los cuales el mal uso del poder de control del Estado produciría tasas de rentabilidad astronómicas, para poner el foco en monitorear esas operaciones. 

Yabrán se hizo multimillonario convirtiéndose en patrón de la misma Aduana corrupta

Así como se propone la legalización de la droga como forma de combatir el delito, la reducción de los aranceles de importación, la desaparición de cepos y de permisos de importación y la mayoría de las regulaciones hará que  la Aduana no sea el lugar donde la discrecionalidad genere tanta rentabilidad.  Pero siempre habrá formas de abuso del poder delegado del Estado que combatir.

Hay una economía del crimen y un mercado del delito que, en función de su rentabilidad, permiten la compra de protección estatal a distintos niveles. Atacando sólo al ministro corrupto se deja intacta la verdadera ruta del dinero. El contrabando es la actividad ilegal organizada con más tradición; Yabrán fue Yabrán porque la Argentina fue una sociedad con controles corrompidos, y sigue siéndolo, como lo muestran las denuncias actuales.