Diez
años sin Alfonsín…
Raúl Alfonsí y Eduardo Duhalde. Fotografía: Cedoc/Perfil
¿Qué haría hoy Alfonsín con el partido
radical si no hubiera muerto el 31 de marzo de 2009?
© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo
31/03/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
La pregunta ya se la formularon los radicales hace cuatro años, cuando tuvieron
que votar aliarse o no al PRO en la agitada Convención Nacional de la UCR en
Gualeguaychú, el 12 de marzo (día del cumpleaños de Alfonsín) de 2015. Tan
agitada que aún resuena el ruido de las sillas que volaron por el aire
expresando diferencias, y ese recuerdo hace que se venga posponiendo la Convención
Nacional de 2019 del partido por miedo a que la mayoría vote romper, ya no
sillas sino directamente Cambiemos.
¿Habría aceptado Alfonsín aliarse con Macri
en 2015 para derrotar al kirchnerismo? ¿Volvería a aceptarlo ahora, en 2019, a
la luz de la política económica experimentada? ¿Cuándo se opuso a Cavallo en la
Alianza, fue por conflictos generacionales con De la Rúa o porque ese tipo de
políticas económicas llevan al infierno, como Lavagna cree ahora de la de
Macri?
¿Podrá ser Macri Hoy el Remes Lenicov de
Lavagna y Duhalde aquel Alfonsín que vio a Lavagna presidente?
Quien mejor representa el espíritu ecléctico
de la política centrista del siglo XX es su mayor aliado de toda la vida, quizá
no paradójicamente un peronista, Eduardo Duhalde, quien primero como intendente
del conurbano bonaerense, cuando Alfonsín era presidente, luego durante ocho
años como gobernador de la provincia de Buenos Aires, y finalmente cuando
asumió como presidente en un acuerdo de peronistas y radicales a comienzos de
2002, siempre buscó su aprobación y apoyo. Por eso Duhalde afirma que fueron,
los suyos, casi cogobiernos. Probablemente Duhalde sea su mayor discípulo y por
eso, un año antes que los propios radicales, observó que el candidato que mejor
representa ese legado no es Macri sino Lavagna. Alfonsín ya había elegido a
Lavagna como candidato presidencial de la UCR contra Cristina Kirchner en las
elecciones de 2007.
Pero además de esa elección, otro legado
actual del Alfonsín tardío (el que ya no era presidente y sufría el desafecto
de parte de la sociedad) fue haber hecho a Macri presidente en 2015 porque, de
no haber existido la reforma constitucional de 1994 con la inclusión del
ballottage, Daniel Scioli sería hoy el presidente.
Ernesto Sanz es otro de los dirigentes
políticos que representan la esencia de Alfonsín. Se peleó con muchos de sus
correligionarios en la Convención Nacional de Gualeguaychú en 2015 para sostener
la alianza con el PRO, única posibilidad para desalojar al kirchnerismo del
poder. Una vez conseguido el triunfo, no quiso “cobrar” el premio del gobierno
y rechazó ser ministro de Justicia de Macri en diciembre de 2015 y ministro del
Interior en 2018. Prefirió el ostracismo de su San Rafael natal, en el interior
de Mendoza, a las luces del poder y eligió no integrar un gobierno en el que no
se sentía representado. Macri cumplió el papel de sacar a Cristina y eso se lo
valorarán siempre, pero les genera rechazo su desprecio por la política.
Claramente, Macri para los radicales es de otro palo, pero mantienen su lealtad
por haber sido necesario para ganarle al kirchnerismo y devolverles una
cantidad de gobernaciones cuando en su peor momento tenían solo intendentes.
En su último reportaje largo en Perfil, en
2007, Alfonsín dijo: “Lavagna es el candidato que el país precisa para
presidente de la nación. Lavagna es peronista: padre radical y madre peronista,
espero que haya influido más la madre”. Sobre Cristina Kirchner afirmó: “Tiene
un déficit muy grande, que es su iracundia”. Y del populismo, agregó: “Es una
plaga en cualquier parte, es algo sin doctrina, puja de poder, no respeta, crea
su propia institucionalidad”. De la economía profetizó: “Vamos a tener
problemas con la inflación, vamos a tener problemas energéticos. Va a haber
problemas también cuando se empiecen a modificar los criterios de las tarifas
privatizadas, para que en el caso del petróleo exploren e inviertan, va a haber
problemas con los subsidios que hoy se cobran por miles de millones...”. Esto
fue hace 12 años y sigue teniendo la misma actualidad. Vale la pena leerlo
completo un día como hoy en: http://bit.ly/raul-alfonsin-fontevecchia-reportaje.
El reportaje largo de esta edición de Perfil es a Eduardo Duhalde. Varias veces retirado, vuelve a escena cuando ya nadie lo
esperaba. Alejado después de perder con De la Rúa en 1999, entró por la ventana
a la presidencia en la crisis de 2002. Hizo presidente a Néstor Kirchner en
2003, pero en 2005 pasó a retiro forzoso cuando el kirchnerismo lo desalojó de
su provincia de Buenos Aires, porque el Frente para la Victoria duplicó los
votos del Frente Justicialista en las primeras elecciones legislativas.
Ahora, 15 años después, increíblemente vuelve
a ser protagonista: es quien primero lanzó la idea de Lavagna presidente el año
pasado, y ahora intenta ser el nexo de Cristina Kirchner con el peronismo. Su
misión: que Cristina Kirchner baje su candidatura y haya un candidato único de
la oposición.
Su historia con Editorial Perfil está
atravesada por el asesinato del fotógrafo de la revista Noticias José Luis
Cabezas en 1997, en Pinamar, cuando Duhalde era gobernador y Alfredo Yabrán
–responsable del crimen–, el protegido del presidente Menem. En un contexto
donde Menem quería modificar nuevamente la Constitución para lograr su
re-reelección y precisaba sacarse a Duhalde del medio.
Las intimidades que cuenta en el reportaje son dignas de una novela de realismo
mágico. Dice que cuando era presidente, durante la mayor crisis de la
Argentina, el estrés lo afectó tanto que comenzó a ver en la quinta de Olivos
un río con peces que saltaban. Cree que esa presión también puede estar
afectando de alguna forma el entendimiento de Macri.
¿Como si la historia se empeñara en repetirse
para cerrar sus ciclos, hoy Duhalde busca el deseo de Alfonsín?
Duhalde también cuenta que el propio Néstor
Kirchner, en 2007, le dijo que Cristina era bipolar y que desde entonces nunca
más habló con ella. Recuperó su relación el año pasado, cuando la ex presidenta
lo llamó a su casa, sabiendo que estaba enfermo, para desearle mejoría. Pero
tuvo que hacerlo dos veces porque la primera vez quien atendió le cortó,
creyendo que se trataba de una broma. Ahora Duhalde le aconseja no ser
candidata.
El ex presidente también le recomienda a
Macri no ser candidato. Hace un año ya había dicho de él que no estaba
preparado para ser presidente, además de decir que los de este gobierno “se
ahogan en una palangana”. También su mujer los calificó con dureza: “Desastre
con mayúsculas”. Duhalde rescata a la gobernadora Vidal, pero su preferido es
Horacio Rodríguez Larreta, que pasó por el peronismo. Y quiere que el partido
radical oficialmente deje Cambiemos y que su alianza sea con Lavagna.
Como si la historia se obstinara en repetirse
para cerrar sus ciclos.