jueves, 2 de agosto de 2012

Hasta siempre "Capitán del Espacio"... De Alguna Manera...

Murió el creador del “Capitán del Espacio”…

Fundador. Angel de Pascalis, creador del alfajor Capitán del Espacio.

Ángel Lineo de Pascalis creó el mítico alfajor, una delicia de Quilmes con 50 años en el mercado del conurbano.

El creador de los míticos alfajores “Capitán del Espacio”, Ángel Lineo De Pascalis, falleció el miércoles pasado a los 86 años.

Los alfajores “Capitán del espacio” se convirtieron en una golosina de culto por ser “primeros en la conquista del buen gusto”, según su slogan.

Gracias a su sabor, la marca ganó en 2006 el Mundial de Alfajores por sobre marcas reconocidas a nivel nacional como Jorgito y Terrabusi.

“Capitán del espacio” es un emblema de Quilmes y el conurbano bonaerense. La fábrica está ubicada en esa localidad quilmeña y durante mucho tiempo los productos sólo se conseguían en el sur del GBA. Con el último tiempo, el sistema de distribución mejoró mucho y sus alfajores se venden en los kioscos de Capital.

© Publicado por la Revista Fortuna el jueves 2 de Agosto de 2012.


 Las fotos:




miércoles, 1 de agosto de 2012

Justicia No Tan Divina... De Alguna Manera...

 Corte Suprema confirmó prescripción de un atentado de Montoneros...

Sobre Firmenich y Verbitsky ya no pesa la acusación por el atentado que mató a 23 personas. Foto: Cedoc

Era por una bomba que mató a 23 personas en el 76. Habían sido acusados Mario Firmenich y Horacio Verbitsky, y hasta Rodolfo Walsh. Fue la última instancia a la que podían llegar familiares de las víctimas.

La Corte Suprema de Justicia ratificó que prescribió la causa en la que se investigaba el atentado en el que estaban acusados el periodista Horacio Verbitsky y el fundador de Montoneros Mario Firmenich por un atentado ocurrido en 1976 en el que murieron 23 personas.

La medida no sólo beneficia a Firmenich y a Verbitsky, sino también a Laura Silvia Sofovich, Marcelo Kurlat, Miguel Ángel Lauletta, Norberto Habegger y Lila Victoria Pastoriza, acusados por el ataque contra el edificio de Coordinación Federal de la Policía en julio de 1976, y asistidos en esta instancia por la defensora oficial Eleonora Devoto, informó DyN.

El máximo tribunal, con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, declaró "inadmisible" y, por lo tanto, "improcedente", un último recurso intentado por las familias de las víctimas de aquel hecho.

Se trata de un "recurso extraordinario" presentado por Antonio, María Alejandra, Gabriel y María Carolina Cepeda, viudo e hijos de Josefina Melucci de Cepeda, uno de los 23 muertos que causó aquellos episodios.

Por aquel atentado también fueron acusados el periodista y escritor Rodolfo Walsh, desaparecido por la Dictadura, y José María Salgado, un ex agente de la policía sospechado de haber sido quien colocó el explosivo, y asesinado por el régimen un año más tarde.

La bomba que estalló en el edificio policial situado en Moreno 1417, del barrio porteño de Balvanera, estalló a las 13.20 en el comedor del edificio, donde había alrededor de 100 personas almorzando.

La causa fue declarada "prescripta" en primera instancia por la jueza federal María Servini de Cubría; la medida fue confirmada por la Sala Primera de la Cámara Federal y el 22 de marzo de 2011 ratificada por la Sala Primera de la Cámara Nacional de Casación Penal, con las firmas de los jueces Raúl Madueño, Juan Fégoli y Mariano González Palazzo.

Todas las instancias rechazaron declarar "imprescriptible", pese a que los querellantes argumentaban que "un crimen de lesa humanidad es un ataque sistemático y organizado contra una población civil" y que en el Estatuto de Roma, que consagró internacionalmente el concepto, "no hay nada que exija que sólo el Estado puede cometer tales crímenes".

El abogado José María Sacheri, en representación de los deudos de Melucci de Cepeda, llegó hasta la Corte Suprema, que en su último acuerdo rechazó el planteo y cerró el caso con fuerza de "cosa juzgada".

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 31 de Julio de 2012. 

martes, 31 de julio de 2012

Cristina, el INADI y el Estado “mongo”… De Alguna Manera...

Cristina, el INADI y el Estado “mongo”…


Una desafortunada mención de la presidente que pasó inadvertida. Fue tal la trascendencia y discusión que provocó el anuncio de presentación oficial del nuevo billete con la efigie de Eva Perón, que una polémica frase en el discurso de la Presidenta —luego de cuatro días— parece haber pasado casi desapercibida.

“Llama mucho la atención la premura, la rapidez cuando se trata de condenar al Estado, como si el Estado fuera ‘mongo’. Cuando el Estado no es ‘mongo’, argentinos; el Estado somos todos nosotros”, dijo Cristina Fernández al referirse a la —según ella— celeridad que tienen los juicios contra el Estado y la lentitud de la Justicia cuando se trata de importantes empresas.

Lo cierto, es que, pese a algunos comentarios en las redes sociales rechazando el uso de la palabra “mongo” por parte de la mandataria, no ha habido hasta ahora ninguna otra clase de repudio.

Poner atención en el mi minuto 22:00

En 1886, John Langdon Haydon Down fue el primero en describir la ahora conocida alteración genética que lleva el nombre del médico británico. Fue el propio Down, quien designó “mongólicos” o “mogólicos” a las personas afectadas por este trastorno cromosómico, dado las similitudes faciales con los grupos nómades de Mongolia.

Recién en 1961, un grupo de científicos propuso el cambio de esa denominación por el actual “Síndrome de Down”, ya que reconocieron que los términos “mongol”, “mongolismo” o “mongoloide” resultaban ofensivos. En 1965 la Organización Mundial de la Salud confirmó el cambio del término, luego de una petición formal del delegado de Mongolia.

En la actualidad, el vocablo y su reducción, “mongo”, no solo resulta anticuado y en desuso, sino también despectivo. El martes pasado, la Presidenta usó este criticado y arcaico sinónimo de “síndrome de Down”. “Como si el Estado fuera ‘mongo’”: como si el Estado fuera tonto, ingenuo, deficiente.

Según, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, constituido por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), el uso injurioso o peyorativo de designaciones como “mongólico”, es discriminatorio.

Dicho organismo plantea que el insulto, chiste, burla o desvalorización pueden ser formas de discriminación cuando su “golpe de efecto” o “gracia” descansa en la identificación de las características de un grupo o colectivo social.

Antecedentes y denuncias

El 20 de mayo de 2010, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión se mostró “preocupado” por los dichos del chocolatero Ricardo Fort en el programa de TV Intrusos, al preguntarse si el boxeador Fabio “La Mole” Moli era “mogólico o un nene Down”. “El uso injurioso o peyorativo de designaciones como ‘mogólico’ o ‘nene con síndrome de Down’, dichas por Ricardo Fort en el programa Intrusos, es discriminatorio”, dijo el organismo en esa oportunidad.

El 31 de marzo de 2011, el INADI acusó por discriminación a Esteban "Bichi" Fuertes, jugador de Colón de Santa Fe, por haber llamado “mogólicos” a varios jugadores de Racing. La denuncia había sido presentada por un organismo particular.

El 24 de abril de este año, el filósofo José Pablo Feinmann fue denunciado ante el INADI por hacer referencia al "peronismo mogólico", en una columna que escribió para Página/12. La denuncia fue radicada ante ese Instituto por José Luis Rasente, padre de un menor con capacidades diferentes.

De acuerdo a la Asociación Síndrome de Down Argentina (ASDRA) —quien hace tiempo viene realizando campañas para concientizar a la población sobre el uso de esa palabra— el que hace mención al término “mongólico” como un insulto, está discriminando.

En comunicación telefónica con Tribuna de Periodistas, el INADI, intervenido por orden de Cristina, no pudo confirmar ni desmentir haber recibido denuncia alguna en relación a las palabras de la Presidenta; tampoco que se haya intervenido de oficio. Según el encargado del sector Prensa y Redes Sociales, la persona encargada de responder sobre las denuncias no se encontraba en el lugar, ni se encontraría en el corto plazo.


©Escrito por Eliana Toro y publicado por Tribuna de Periodistas el lunes 30 de Julio de 2012.

domingo, 29 de julio de 2012

La infidelidad hoy... De Alguna Manera...

Debate sobre su lado positivo y nuevas aventuras en la Web...


La infidelidad hoy. La red social para infieles casados más grande del mundo llegó en marzo al país y ya tiene 85 mil usuarios. Especialistas discuten sobre los supuestos beneficios del después de una trampa al amor.

“Hice algo horrible, con Silva. No quería que pasara, pero pasó”, revela Ana. A Martín le estallan los ojos. Ella tuvo sexo con su jefe y la confesión los tensa, se culpan. Es una escena de la tira En Terapia, emitida por la TV Pública. Ana, siempre impecable, es ejecutiva de cuentas. Martín, informal al extremo, petisero. El vínculo entre ambos había nacido de un engaño: Ana le fue infiel a su ex marido con él. Dos capítulos –o sesiones– después, la pareja llega al consultorio. Están desbordados. Le piden a Guillermo Montes, el analista, que los ayude: “Vinimos para terminar las cosas. Nos vamos a divorciar”. Pero el terapeuta retruca: “A lo mejor pueden resolver este proceso desde adentro y no desde afuera. ¿Qué están dejando en el camino? Diez años juntos, un hijo, el amor. ¿Es imposible pensarlo?”.

Para el analista, personaje interpretado por Diego Peretti, en esa pareja “algo sigue vivo”. Le dice a Martín –Leonardo Sbaraglia– que debe correrse del lugar de víctima y reconocer que su fortaleza consiste en perdonar a su mujer. A Ana, encarnada por Dolores Fonzi, le explica que la mentira es algo que le sucede a la pareja: “Te pasó a vos y también le pasó a Martín. Te heriste vos y lo heriste a él”. Lejos de la ficción, los especialistas coinciden en esta nueva mirada sobre la infidelidad: una desilusión logra que una pareja se vuelva a elegir. Puede funcionar como un disparador para que dos personas regeneren el vínculo.

La infidelidad pasó de ser algo no dicho (o sólo intuido) a visibilizarse. De hecho, cada vez hay más formas para involucrar a un tercero. Una de ellas está a un click de distancia y es un boom en nuestro país: páginas de citas para maridos y esposas infieles que, claro, aseguran discreción. Second Love es una opción. La versión local llegó en marzo y ya tiene 85 mil usuarios. Según una encuesta a los argentinos registrados, el 45% de los hombres argumentó que son infieles para probar “algo nuevo o excitante”. Las mujeres, en cambio, dijeron que engañan a sus esposos para salir de la rutina. Otro sitio es AshleyMadison.com. Cuenta con 75 mil argentinos inscriptos, de los cuales el 87% nunca se divorció y el 81% tuvo al menos un amante.

“Hombres y mujeres vivimos nuestra sexualidad de manera diferente. Ellos necesitan reafirmar su masculinidad y se ponen a prueba con distintas mujeres. Necesitan verificar que están ‘siempre listos’. Las mujeres, en cambio, dicen que establecen relaciones con un tercero porque se sienten miradas o a ese ‘otro’ le interesa lo que dicen. Más allá de las razones, una pareja que decide atravesar esa crisis de infidelidad sale enriquecida. Es doloroso, pero en ocasiones logra que una pareja se vuelva a elegir”, apunta Diana Resnicoff, psicóloga y sexóloga clínica.

Pero antes del posible reencuentro, el caos. La infidelidad puede ser pensada como la ruptura del acuerdo del “uno para el otro”. Para Patricia Alkolombre, psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), ese quiebre significa una traición. “Hay dos caminos: capitalizar el fracaso o rendirse. El engaño con un tercero, es una encrucijada más de la vida en pareja. Y puede no ser el final de una relación sino el comienzo de un nuevo camino, el del conocimiento del otro y de sí mismo”, explica.

La infidelidad, es obvio, sucede. Sin embargo, quienes lo observan como el principio del fin de la monogamia, están, por lo pronto, errados. Darío Sztajnszrajber, filósofo, propone alejarse de la idea tradicional y reformular el significado del desengaño amoroso: “Si podemos desprendernos de la fórmula que relaciona el amor con la posesión, si no confundimos el matrimonio como un contrato jurídico, y repensamos al amor como un acto de donación, la noción de infidelidad cambia. La infidelidad es un signo de alerta, no la muerte de la monogamia. Se exploran nuevas formas vinculares a partir del agotamiento de la monogamia tal como la conocemos”.

¿Entonces qué es lo que atenta contra la monogamia? “El deseo –arrima Pedro Horvat, psicoanalista y miembro de APA– que circula todo el tiempo, sin distinguir género, y nos marca a las personas sexuadas”. Pero esto no significa que establezcamos vínculos con cada persona que nos seduce. “En el fondo, todos tenemos pretensiones de exclusividad, de querer ser el único para el otro. Por eso, cuando una pareja se rompe, cada uno busca el binomio. Y volvemos a entrar en conflicto con el deseo”, suma Horvat.

Una copa rota. En eso se convierte una pareja que decide seguir adelante con su relación a pesar de “los cuernos”. El cristal fracturado siempre estará ahí, habrá que convivir con él durante el reencuentro. Las estrías del vidrio están incluidas en el nuevo contrato amoroso. “Sólo es posible continuar si hay un acuerdo basado en el amor. Sostener la relación por los hijos o con culpa, no es resolver el conflicto. Debe abrirse un canal de diálogo, recuperar la intimidad y la vida sexual, darse tiempo para estar con el otro y poner en palabras los logros conseguidos”, aconseja Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo.

Visible o no, siempre hay un tercero. La fantasía –los ratones– es el combustible que mueve a las personas. Para Silvina Valente, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), un tercero opera como motivador. “Es alguien que pone a prueba nuestra autoestima. Puede incentivarnos para reconquistar desde otro lugar a nuestra pareja. Ante una desilusión amorosa, si el otro asegura que nos ama tendremos que analizar lo positivo y lo negativo de la relación, y cómo se podría optimizar. Perdonar nos acerca a la felicidad y si hay amor, no hay razón para que un tercero nos separe”, indica Valente. Pensar qué es lo que no funcionó no es lo mismo que “echar culpas”. Como le dijo Montes a Ana, en esa serie de tevé, “es algo que le pasa a la pareja”. Recuerden: la copa rota. Con los pies en el plano real, cierra Valente: “La infidelidad no tiene que ser un fin sino un renacimiento”. ¿Valdrá la pena entonces poner el cuerpo en la rompiente?”.

© Escrito por Victoria De Masi y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 29 de Julio de 2012.



Anticipos de guerra... De Alguna Manera...

Anticipos de guerra...

Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes

Cristina imagina la batalla final contra Clarín como la llave de su reelección. Las fantasías de conspiración.

Cristina asegura que ganará la madre de todas las batallas. Da por hecho que el viernes 7 de diciembre el Grupo Clarín será reducido a cenizas. En uno de sus discursos anticipó que ese día se termina lo que ella denominó “el comando en jefe de la cadena nacional del miedo y el desánimo”. Como si se prepararan para derrocar una dictadura noticiosa, sólo faltó que los camporistas cantaran: “Se va a acabar / se va a acabar / esa costumbre de informar”. Esta obsesión es coherente con la historia del matrimonio Kirchner que, desde que Néstor fue intendente de Río Gallegos, intentó imponer un discurso único y aniquilar la diversidad de opiniones. Controlar las palabras y que nadie los controle a ellos es dogma en su trayectoria. Apenas llegó al gobierno, el ex presidente identificó a su enemigo principal: Clarín. “Es el único que me puede voltear”, dijo en la intimidad del Tango 01 a un grupo de periodistas que regresábamos de una Cumbre Iberoamericana en Santa Cruz de la Sierra. Aquel día, Luis D’Elía le presentó a Néstor a un tal Evo Morales, “un compañero que viene ganando muchas elecciones municipales”. ¿Qué hizo Néstor con Clarín? Lo de siempre: primero lo sedujo con primicias y privilegios y mantuvo durante años un alegre concubinato. Después intentó comprarlo con el aporte “desinteresado” de un grupo de empresarios que luego fueron premiados con otros medios “pautadependientes”. Y finalmente, decidió exterminarlo. Estamos en esta última fase.

La Presidenta no tiene dudas de que el 7 de diciembre, cuando caiga la medida cautelar, Clarín deberá “desinvetir”, es decir, vender varias de sus empresas. Cristina cree que eso le quebrará el espinazo al gigante. ¿Qué hará Clarín? Van a interpretar que recién ese día D comenzará a regir el plazo previsto de un año para desprenderse de varias de sus unidades de negocios. ¿Qué hará Cristina? Avanzar a tambor batiente con el mecanismo previsto en el proceso de adecuación. Ya descartaron el primer escalón porque no ocurrió: la presentación espontánea. Está en marcha el segundo paso, llamado “constatación de oficio”. Esta semana, llegaron cédulas de notificación a Canal 13, radio Mitre y Cablevisión, entre otras naves insignia del grupo dominante. Exigen verdaderas tomografías computadas de los libros contables. Clarín dice que eso es ilegal. Y Cristina acelera con la convicción de que vencen todos los plazos y que tendrá la cabeza de Héctor Magnetto colgada del arbolito de Navidad. Piensan avanzar con el último, tramo llamado “transferencia compulsiva de licencias”. Ya lo hicieron antes, pero esta vez no van a necesitar rodear los edificios con la Gendarmería o con una brigada de la AFIP. Los técnicos consultados por PERFIL dicen que con sólo bajarles las palancas de las señales esas empresas se quedarán sin su insumo básico para operar y se transformarán en sellos de goma, en cáscaras vacías.

Políticamente será un choque de planetas. Un gobierno, que no es el de Hugo Chávez, sacará de un plumazo del ring a la radio y el canal que están entre los dos con mayor audiencia. Si eso ocurriera, el tablero mediático saltaría por el aire y nacería un nuevo rompecabezas mucho más dócil para Cristina y menos plural aunque se argumente lo contrario.

La Presidenta logrará herir seriamente la libertad de expresión y podrá avanzar sin mayores obstáculos para forzar una reforma constitucional que la lleve a la eternidad. En los comicios parlamentarios de medio tiempo de 2013, todos los díscolos no tendrán otro remedio que cuadrarse y hacer sonar los tacos frente a ella. Cristina capitana.

Nada es tan lineal, por supuesto. Hay varios jueces dispuestos a escuchar a Clarín y la Justicia todavía ofrece varios laberintos. Pero sobre todo, hay que ver si la marcha decadente de la economía actúa o no como kryptonita frente al poder de Cristina.

Por ahora, el gran problema que tiene y tendrá es su concepción autoritaria de lo que deben ser los medios en democracia y la ignorancia absoluta acerca del funcionamiento y la lógica del periodismo.

El conspirador piensa que todos son de su misma condición. Fue tragicómico su análisis sobre una reunión rutinaria y protocolar que se hizo en la Rural y de la que se enteró leyendo el diario La Nación. La Presidenta está convencida de que los capos de Clarín (Aranda), La Nación (los hermanos Saguier) y de este diario (Jorge Fontevecchia) se juntaron en forma clandestina. “Los pescaron” y fueron obligados a “blanquear” el encuentro para que “no los escracharan, como ocurrió cuando fueron a la Corte. ¿Se acuerdan?”, dijo con seguridad Odol. Ni se le cruzó por la cabeza que esos “jefes del golpismo”, si tuvieran realmente esas negras intenciones, podrían juntarse en otro lugar más clandestino, lejos de un lugar público de concurrencia tan masiva, que además tiene cientos de periodistas acreditados.

Trepada a la paranoia, adivinó, incluso, lo que estaban hablando. Con un infantilismo enfermizo, dijo que “con una coordinación perfecta estaban decidiendo qué título nos van a enchufar mañana”. Desconoce que en las redacciones de esos diarios, que compiten entre sí con enjundia y se esconden las cartas como jugadores de póquer, se reían imaginando semejante intercambio de primicias. Tomala vos, dámela a mí. Vos vas contra Boudou y yo le doy con un caño al control de la tarjeta SUBE.

Es que el odio la ciega. Ella es mucho más inteligente que esa conclusión, como lo demostró al día siguiente: “Cada uno de nosotros no va a ser juzgado por los titulares de los diarios, sino por la historia y la memoria de un pueblo”.

El tema despierta gracia y preocupación porque desnuda el objetivo de Cristina. Al igual que muchos de los cuasi periodistas que integran la maquinaria propagandística que pagamos todos, la Presidenta cree que si mañana cierran los diarios, las radios y la tele profesional, como por arte de magia, se terminan todos los problemas de la Argentina. Les atribuyen a los medios la responsabilidad sobre casi todo lo malo que pasa y eso que, en general, son producto de sus propios errores conceptuales, de implementación o del exceso de venganza. El experimentado editor de la realidad Juan Manuel Abal Medina planteó algo que en los 70 ya era viejo en la teoría de la comunicación. El paternalismo ideológico sostenía que la gente era tonta, una suerte de envase que los medios llenaban con el contenido que se les antojara. Algo insostenible. Dijo que la estrategia de la derecha contra los gobiernos populares es repetir cada hora las noticias de inseguridad. ¿Qué sugiere Abal Medina para solucionarlo? ¿Que las cadenas de noticias no resuman los títulos de la jornada cada treinta o sesenta minutos? ¿Que lo hagan cada tres horas le parece bien o sigue siendo demasiado destituyente? ¿Tal vez prefiera que las noticias policiales se den a conocer una vez por mes o tal vez nunca? ¿Qué quiere inventar? Igual que con el Indek, siguen intentando romper los termómetros en lugar de atacar la fiebre.

¿No advirtieron todavía que los medios también son votados todos los días? ¿Y que si fuera cierto que se la pasan operando y engañando, caerían a pique sus ventas y credibilidad? ¿O aún no registraron cuál es el motivo del fracaso de audiencias de todos los productos mediáticos K? Y eso que están inflados artificialmente con millones de dólares de pauta y pese a que Cristina viene de cosechar 12 millones de votos. Ni los más leales compran un medio para no informarse. No funcionan ni siquiera los que se reparten gratuitamente. Fortunas tiradas a un agujero negro.

La Presidenta mostró la tapa de un diario como prueba de la mala onda con la que se intenta erosionar su gobierno. No sabe, no puede o no quiere comprender que aún con la atomización del Grupo Clarín, ese diario seguirá funcionando. Y que La Nación y PERFIL no tienen radios ni canales y por lo tanto no serán afectados en nada por la caída de las cautelares. Para ellos, los cierres serán iguales, tratando de revelar lo que el poder quiere ocultar, porque ése es el ADN de los medios, además de su mirada crítica. Es la diferencia entre propaganda y periodismo. Es la diferencia entre un militante que busca el poder y un periodista que busca la verdad. A casi treinta años de democracia, hemos evolucionado en muchas cosas. Menos en la libertad de prensa. El retroceso lo pinta el sincericidio presidencial: “Para información están mis discursos. Yo no voy a hablar en contra de mí misma”.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de Julio de 2012.


Cadena nacional del desánimo... De Alguna Manera...

Cadena nacional del desánimo...

Cadena Nacional de Parola...

“No sé si les pasó desapercibido un articulito que salió ayer en La Nación –yo que soy lectora leo todo últimamente– de una reunión de la Rural con empresarios periodísticos. ‘Pucha’, dije yo, vamos a ver qué es esto: ‘La mesa directiva de la Sociedad Rural le planteó a un grupo de empresarios periodísticos su preocupación por la falta de diálogo con el Gobierno y el desencanto que enfrenta la actividad agropecuaria’. ¿Se acuerdan de aquella película de Luis Buñuel, El discreto encanto de la burguesía? Yo decía: ‘¿Cuál es el desencanto de la actividad agropecuaria?’ Números que no se pueden creer, una actividad en expansión. Voy a seguir leyendo: ‘Así lo indicó la agencia DyN’, agencia obviamente del monopolio. Yo creo que los pescaron en reunión y la blanquearon antes de que los escracharan, como les pasó cuando fueron a la Corte, ¿se acuerdan, no? Y sigue así: ‘El presidente de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, tras el almuerzo que compartió con José Aranda de Clarín, Jorge Fontevecchia de PERFIL, Julio y Fernán Saguier y José Claudio Escribano de La Nación, en el predio de Palermo’. Como se ve, el comando en jefe de (risas) de la cadena nacional del miedo y del desánimo (aplausos) estaban reunidos; ¿de qué estarían hablando? Después sigue: ‘En el encuentro se analizaron cuestiones vinculadas con el precio de las commodities, la intervención en los mercados de granos y carnes, y también sobre la falta de contactos que mantiene el sector con el Gobierno nacional’. ¿Ustedes se acuerdan de ese dibujo animado que estaba el perro Pulgoso que se reía ‘jijijiji’, así? Y la verdad que si Pulgoso lee esto, estaría igual, riéndose. Estaban hablando seguramente de qué título nos iban a enchufar mañana, con qué nos van a salir pasado mañana, pero bueno, es un poco la prueba de cómo se manejan las cosas, de cómo la coordinación es perfecta, de cómo sale una cosa en un lado, de cómo sale otra cosa en otro. Si no te tomás esto con humor... (aplausos).”

(Cristina Kirchner, cadena nacional del miércoles 27 de julio)

* * *

Tiene razón la Presidenta: hay una cadena del desánimo. No es nacional, pero igualmente muy importante. Es cierto que existe una mirada sesgada donde el Gobierno siempre hace –y le sale– todo mal, donde por la estatización de YPF la Argentina sería condenada al infierno internacional, donde Macri siempre es una víctima, donde Moyano pasa a ser bueno por el solo hecho de oponerse al Gobierno, donde Scioli es un estratega genial y supera a la Presidenta, o donde, hasta cuando sube la soja, se rescata que no será muy importante este año porque parte de la cosecha ya fue vendida, y donde se supone todo el tiempo que estamos cerca de la implosión económica.

Pero la Presidenta se equivoca al decir que Editorial Perfil integra esa cadena, demostrando que no es verdad que lea todo, como sostuvo. Porque si leyera el diario PERFIL sabría que compartimos muchas de las mismas acusaciones a Repsol, criticamos al PRO no menos que al Frente para la Victoria, Moyano no redimió las sospechas de corrupción que le pesan por pasarse a la oposición, Scioli no salió airoso del enfrentamiento con el Gobierno nacional, y fuimos los primeros hace un mes en gritar en la tapa que el aumento del precio de la soja podía llegar a cambiar las perspectivas económicas de la Argentina. También habíamos dicho que se iba camino a la recesión y que la intervención de Moreno en comercio exterior es desastrosa pero, a pesar de todos los costos que paga el país por eso, nunca creímos en una cercana implosión de la economía.

Criticamos también su mirada militar de la economía y de casi todo en la vida: siempre la fuerza, siempre enemigos. Aprovecho: ¡qué obsesión castrense, señora! Ya en el pasado se refirió a los dueños de medios como “generales mediáticos”, y en el discurso citado se refirió al “comando en jefe de la cadena nacional del desánimo”. Sigo su ejemplo y también lo tomo con humor, preguntándome si Clarín sería el Ejército, por ser más poderoso; La Nación la Marina, por ser más conservadora; y PERFIL la Fuerza Aérea, por ser más joven y progresista.

Se equivoca también al decir sobre el encuentro en la Rural que “los pescaron y la blanquearon (...) como les pasó cuando fueron a la Corte”. La reunión fue un almuerzo en el restaurante de la Rural, donde había varias centenas de personas comiendo y nuestra mesa estaba en el centro, o sea, más público y oficial, imposible. Y respecto de “cuando los pescaron al ir a la Corte”, se refiere a la reunión con Lorenzetti de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA) que integran Magnetto y Saguier, pero quien “los pescó” y difundió fue precisamente Perfil.com porque uno de sus periodistas estaba en Tribunales en ese momento.
Decidí ir este año a ese almuerzo oficial de la Rural –al que por formalidad invitan a Perfil todos los años, como a otros medios, pero nunca fui personalmente–, interesado especialmente en el aumento de la soja y sus consecuencias políticas en el mediano plazo. Me quedé con la sensación de que yo le asigno más importancia al tema que la propia dirigencia rural, quizás por aquello de “en casa de herrero, cuchillo de palo” o porque no se quieren ilusionar o porque prefieren disimularlo.

A mí me parece el tema más estratégico del país. En noviembre de 2003, a poco de asumir Néstor Kirchner y cuando la soja se acercaba a los 300 dólares por tonelada, casi el doble que dos años antes, cuando la Argentina había tenido que declarar el default, escribí un texto en la revista Noticias titulado “La ‘culpa’ de todo la tiene Malthus”, por el economista inglés del siglo XIX que escribió en su Primer ensayo sobre población que “la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos”, algo que se verificó hasta comienzos del siglo XX, no así la última mitad del siglo pasado, pero regresó con más fuerza que nunca la última década, permitiéndole a la Argentina volver a soñar con ser la Arabia Saudita de los cereales en lugar del petróleo.

Ayer, el título principal de tapa del diario PERFIL fue “Prevén que la soja seguirá subiendo. Además de la sequía, causas estructurales empujan el precio”, sobre la base de una entrevista a uno de los mayores expertos mundiales, Jim Rogers, apodado “la leyenda de las commodities”, quien sostiene que la soja (y otros alimentos) no tiene techo y que en el mediano plazo podría alcanzar hasta los dos mil dólares la tonelada. No quiso comprometerse con la cantidad de años, pero es lógico suponer que mediano plazo sea menos de diez años y más de tres: el próximo período presidencial. En la nota de ayer se realizaron simulaciones de lo que sería la economía en 2013-2015 con una soja a 513 dólares, a 600, a 800 y a 1.000.

Lo opuesto al desánimo, entonces. Lo que no quita que las políticas de comercio exterior de Moreno sean muchas veces calamitosas, y la inflación, un serio problema para la economía.

* * *

Debe ser útil pintar el panorama de blanco y negro, confundir a los que critican en ciertas ocasiones con los que critican siempre. Triste en la Presidenta, quien debería saber que la política es crítica continua de la realidad. La política es un mecanismo de cambio y no de conservación. Si una sociedad se considerara perfecta, no habría lugar para la política.

La crítica es necesaria. Por eso, los periodistas, también.

© Escrito por Jorge Fontevecchia  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de Julio de 2012.


De ruleros y batón... De Alguna Manera...

Épica de entrecasa...

 'Vayan haciéndose los rulos para el 3'. Dibujo: Pablo Temes

La autocelebración por el pago de Boden será un eslabón más de la cadena oficial de éxitos. Los tiempos que vienen.

La puesta en escena de un nuevo capítulo de la “épica” del kirchnerismo será el próximo jueves. Ese día, en la Bolsa de Comercio, la Presidenta celebrará el pago de los Boden 2012 y lo presentará como un paso en dirección de la “liberación nacional”. En la ocasión, además, seguramente insistirá con la idea de una Argentina desendeudada. Es verdad que el pago de esta rémora de la catástrofe del 2001-2002 es un acto de cumplimiento imperioso. Lo que no es verdad es que el Gobierno lleve a la Argentina por los caminos del desendeudamiento. Lo que sucede es que los acreedores ahora son otros: El Banco Central, el Banco Nación, la Anses. El superávit fiscal, que supo ser la nave insignia del Gobierno de Néstor Kirchner, ya no existe. La inflación no para y, con este nivel de gasto público que hoy presenta el país, el combate contra ese verdadero flagelo que azota a la economía, está en la raíz del problema y hasta que no se instale en la agenda del Gobierno, solucionarlo no será otra cosa que una utopía. Hará falta mucha soja a precios como los de hoy en día para alimentar las necesidades de fondos que demanda el Estado.

Así como el pago de los Boden 2012 ayuda a que el Gobierno se inserte en el mundo, otras medidas lo alejan. Algunos de los auditores de varias compañías estadounidenses que operan en el país han producido informes lapidarios sobre lo que vendrá: todos coinciden en que se va en rumbo de la Venezuela de Hugo Chávez y que, en consecuencia, habrá que olvidarse de nuevas inversiones significativas destinadas a sus empresas que operan en el país.

Vaya como ejemplo lo que está sucediendo con YPF. La nacionalización de la compañía –concretada de la peor forma posible– tuvo un apoyo político y social mayúsculo. La difusión de un documento interno de Repsol con fecha 28 de abril de 2010 aconsejando la desinversión en la Argentina, obliga a preguntarse, una vez más ¿dónde estaba, qué hacía, hacia dónde miraba, qué controlaba el representante del gobierno de los Kirchner en esa compañía, de la que la Presidenta hablaba loas hasta hace muy poco? Como casi todas las cosas que hace este Gobierno, buenas iniciativas son anuladas después en sus efectos por un desvío de los objetivos que las motivaron o por una mala instrumentación. Eso es algo de lo que está ocurriendo con YPF. La designación del ingeniero Miguel Galuccio como su presidente, generó elogios unánimes. Pero la realidad es que la empresa está manejada políticamente por Axel Kicillof a quien, además, se le ha otorgado ahora el manejo de todas las inversiones que se hacen con fondos del Estado. Habrá que ver cuáles son las decisiones que se tomen de ahora en más por parte del preferido de la Presidenta, para el que es reaccionario utilizar los fondos de la Anses para pagarles a los jubilados lo que les corresponde. Se habla de soberanía energética, pero en realidad lo que se verifica es que las necesidades de importación de combustible no ceden. Lo que se ha visto es que las negociaciones para concretar emprendimientos conjuntos con las grandes empresas del mundo del petróleo no han arrojado ningún resultado positivo, y que la única opción que quedó fue la asociación con Pdvsa. Por otra parte, y para justificar la medida por la que los precios de los combustibles, los planes de inversión, la producción y las ganancias de las empresas serán de ahora en más regulados por el Estado, el ministro de Planificación, Julio De Vido, dijo que lo que se había hecho es una “planificación inteligente” de la actividad. Pregunta: ¿al Gobierno le llevó nueve años darse cuenta de la necesidad de dictar una norma a fin de asegurar la “planificación inteligente” (sic) del negocio petrolero?

Es así: todo en el kirchnerismo está teñido de oportunismo e improvisación. Se anuncian los nuevos billetes de cien pesos con el rostro de Evita, pero después se observa que los cajeros automáticos no están preparados para aceptarlos.

La Presidenta dice que por primera vez se imprimen billetes con la cara de la segunda esposa del General Perón, pero luego se sabe que ya había habido una emisión en 1952. Se inaugura el aeropuerto internacional de Río Hondo como un hecho extraordinario destinado a cambiarle la vida a los habitantes del lugar, pero luego se conoce que sólo habrá dos vuelos por semana y que la mayoría de los turistas que visitan esa ciudad y que viajan por avión deberán llegar como lo hacen hasta ahora, vía Santiago del Estero o Tucumán.

Durante la inauguración de Tecnópolis, la Presidenta le entrega a una chica de Formosa la netbook número dos millones, pero cuando termina el acto se la sacan y es recién a raíz de que ello trasciende periodísticamente dos semanas después, que el gobernador Gildo Insfrán corre presuroso a solucionar el “descuido”.

En estos días, además, se han conocido las declaraciones juradas de varios funcionarios del Gobierno. Lo que se aprecia es cómo todos ellos han incrementado sus patrimonios de manera casi exponencial. El submundo de funcionarios devenidos en poseedores de una indiscutible riqueza que impacta demuestra, además, que los que provienen de Santa Cruz se han apoderado de la tierra a base de compras hechas a un precio vil. Este es uno de los procesos más escandalosos de distribución de tierras que parece extraído de aquel otro que llevó adelante el general Julio Roca tras la Campaña del Desierto completada durante su primera presidencia.

En donde se vive una cierta calma, tras el vendaval que debió soportar, es en el “campamento” de Daniel Scioli. No es algo casual, sino producto de algo muy simple: las encuestas. Los últimos números, aún de aquellas hechas por consultoras que le responden, le señalaron al Gobierno una caída de la imagen positiva de la Presidenta mucho mayor que la que experimentó Scioli. Algunos, además, advirtieron con tino que si se hundía la Provincia, la Nación no iría a salir indemne de dicho naufragio.

Mientras tanto, en el Gobierno ha surgido un nuevo motivo de contento. Es la fecha del 7 de diciembre venidero, día en el cual cesará la cautelar que pesa sobre el artículo 61 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Para la Presidenta, en ese momento habrá de terminar la cadena nacional del desánimo y el miedo. A lo que alude la Dra. Fernández de Kirchner concretamente es a la posibilidad de que TN, origen de sus tirrias y desvelos así como también las de su difunto esposo, deje de existir. De esta manera, han quedado claramente explicitado unos de los objetivos fundamentales de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El otro, es la conformación del multimedios oficialista para cuyo logro el Gobierno viene haciendo cosas todos los días. Una de ellas fue la anulación del concurso para acceder a nuevas licencias de unos 200 canales de televisión digital. La falta de sustento de muchos de los oferentes afines al Gobierno, las dudas que había sobre la fidelidad de algunos de los oficialistas y la presencia de postulantes críticos, hizo que bajara la orden de anular el concurso en cuestión. Como se ve, para la Presidenta la pluralidad es una herejía. Kirchnerismo puro.

Producción periodística: Guido Baistrocchi

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de Julio de 2012.


Reportaje a Quino... De Alguna Manera...

"No maté a Mafalda: dejé de dibujarla"...

 Dibujo. "Cuando llegué a Buenos Aires con mi carpetita bajo del brazo recorría redacciones y me decían 'de política nada'; 'de sexo nada'. Me crié como dibujante autocensurándome".

Joaquín Lavado acaba de cumplir 80 años. Recuerda su niñez feliz en Mendoza. Dice que el mundo que evocaba Mafalda está más vigente que nunca y revela que Felipe es el personaje más autobiográfico que ha creado.

¿Cómo no sentir afecto y admiración por un hombre que ha sido traducido a 26 idiomas (y que, en Argentina, vende 20 millones de ejemplares) cuando dice en voz muy queda: “Yo soy más de dibujar que de hablar…”? Su modestia le impide observar que sus dibujos son, de por sí, una conversación y a lo largo de una tarde de invierno en el departamento al que sonríe desde lo alto la máscara insignia de la Casa del Teatro, Quino explica:

—Nunca tuve ayudantes. Siempre trabajé solo y… –aquí habla un poco para sí mismo como quien entreabre la puerta del tesoro. Te cuento que tengo un dibujo muy viejo que publiqué en “Rico Tipo” en el que se ve a gente en el cementerio corriendo detrás de un ataúd. El ataúd tiene cuatro ruedas y un motorcito y los amigos que van corriendo dicen: “Nunca quiso que lo ayudaran”… ¡Bueno, ese tipo soy yo! Nunca pude trabajar en equipo. Con el único que trabajé fue con el cubano Juan Padrón que hizo los cortos de Mafalda y también otras peliculitas mías con páginas de humor. A él lo ayudé digamos a hacer el argumento de esa peliculitas pero… nada más! Te repito que fue la única vez que trabajé con alguien en equipo. ¡Lo conocí y nos enamoramos muchísimo! Ahora hace mucho que no lo veo porque no ando por Cuba pero fui allí 9 veces y estuve trabajando con él todo el tiempo y lo pasamos muy bien…

—No sé si es una leyenda pero por ahí corre la historia de una agencia de publicidad que te encargó un personaje “con familia” para un producto comercial y que luego no lo quiso. Ese producto era Mafalda y vos la dejaste en un cajón durante varios años…
—Sí, sí, era para una campaña… Además en esa agencia trabajaba Norman Briski. Pasó algo muy curioso: me avisó Miguel Brascó que estaban buscando quién dibujara a una familia para lanzar las heladeras Siam con la marca Mansfield. Entonces había que buscar un nombre que tuviera la M, la F etc. Bueno, y ¡así salió Mafalda! La idea era regalarle la tira a los periódicos como si fuera una historieta “normal” en la que se usaban electrodomésticos de esta marca. Los diarios entonces dijeron “¡Ah, no! ¡Esta publicidad la tienen que pagar!”. Así es que nunca se hizo nada y a mí me quedaron esas 12 tiras de historieta. ¡Así empezó Mafalda!

—Entonces ¿qué hiciste?
—Como te conté fueron a dar a un cajón hasta que un amigo, muy amigo, Julián Delgado (desaparecido durante la dictadura) y que era director de “El Cronista Comercial” y de la revista “Mercado”, me preguntó si, además de la página de humor que hacía para “Mercado”, no tenía alguna otra cosa distinta. Y así fue que le di las tiras que me habían quedado y ¡él comenzó a publicarlas en la primera página del diario! No me dijo nada y yo me encontré, de pronto, con un personaje que no conocía (diez o doce tiras no son suficientes para conocerlo). Entonces, bueno, me puse a imaginar (ya que tenía que seguir con esa historieta) cómo iba a ser el personaje. En aquel momento había un movimiento feminista tan grande en todo el mundo que pensé: “¡esta niña tiene que ser una protestona. Tiene que proponerse reivindicar los derechos de “las chicas!” Y así empecé con ella. ¡Después nacieron Manolito y toda esa gente! ¡El asunto era que las primeras tiras de Mafalda eran hechas con el mecanismo en el que Mafalda leía el diario o escuchaba un noticiero y entonces les preguntaba a sus padres por qué había guerras y todos los desastres que hacemos los humanos! Hice otras treinta o cuarenta tiras hasta que me cansé de esa rutina y pensé que había que poner a alguna otra persona. Dibujé entonces primero a Felipe que era lo contrario de Mafalda. Felipe fue la caricatura de otro amigo, un periodista, Jorge Timossi. ¡Así fueron surgiendo todos porque me cansaba tener sólo a dos protagonistas! Entonces puse a Susanita, a Manolito y… ¡bueno, con personajes sacados de la vida real fui avanzando… –se ríe quedamente–  Manolito era el padre de Julián Delgado que era panadero y no quería que su hijo fuera periodista! Un día entonces Julián se peleó mucho con su padre y se vino a vivir a donde yo vivía. Era en lo de una señora que alquilaba dos piezas en una casa muy linda de Belgrano, frente a la casa de los Alsogaray… ¡en aquellos tiempos María Julia era muy chiquitita  y aún no se había puesto a limpiar el Riachuelo!, termina en una carcajada.
—Bueno… qué barbaridad… –sigue recordando Quino– y luego añadí a Migue que era un sobrino mío que hoy es flautista y tiene cuarenta y tantos años y toca con la Sinfónica de Chile… y de la vida real, creo que no hay más…

El "padre" de Mafalda se muestra asombrado por las presiones a la libertad de prensa. | Santiago Cichero - Diario Perfil

—Los libros de Mafalda son diez ¿no?
—En la edición argentina, sí.  En España, con una división un poco distinta son once…

—Pero cerraste la historia. ¡Qué lástima! Hubiéramos querido ver a Mafalda abuela o divorciada o enamorada… ¡qué sé yo!
Quino se ríe: —¡No! ¡No! Para mí es un dibujo. Hay gente que me dice “¡Cómo, un dibujo!, si nos ha acompañado tanto! Es una persona...” Pero para mí, no. Es sólo un dibujo como cualquier otro de los que hago en humor… Leí una vez un libro de Pirandello en el que decía que, una vez que uno crea un personaje después ¡la gente se lo apropia! Y hace con el personaje ¡lo que se le da la gana! Sí, ocurre eso con la gente. Se lo toman como… Te reitero: he oído mucho eso de “¿por qué mataste a Mafalda?” Y yo no me canso de contestar: “No la maté. ¡Dejé de dibujarla!”
—Lo notable es que el mundo se apropió de Mafalda –me equivoco– Tiene una mentalidad que encontrás ¡en todos lados!
—¡Pero, no! –protesta Quino– ¡Vas a Rusia y no la conoce nadie! ¡Vas a cualquier país africano y, tampoco! En lengua inglesa nunca anduvo demasiado bien. En un momento se publicó en Australia pero nada más.  En los países de América latina, sí. En muchos es conocida. Lo mismo ocurre con los países más latinos de Europa: Grecia, Portugal, España, Italia… También es cierto que los sindicatos anarquistas franceses la han lanzado como volante de protesta. Las feministas italianas, muchísimo y, de vez en cuando, ¡la usan para protestar en algún país de América latina!

—¿Países asiáticos no?
—Sí, está en China. En realidad, en China primero la piratearon pero el editor era un inglés que publicaba en China… ¡No es raro que un inglés sea pirata! –se ríe con ganas–. Luego, se publica sin ser pirateada ¡pero ésos no pagan nada! ¡Tampoco sé cuánto venderán! No creo que demasiado. Y luego en Japón se editó alguna vez… Y te explico: que se haya editado en determinados países no quiere decir que se publique porque en los estados nórdicos, por ejemplo, se publicó en todos y anduvo bien en los periódicos pero no como libro. Se vendió poquísimo. También hay una edición en lengua gallega que tampoco se vendió nada. En la edición catalana ocurrió lo mismo. Se sigue vendiendo pero muy poquito. ¡Bueno, yo nunca imaginé que se podía transformar en un fenómeno tan extraño! ¡Bah, extraño, no. Porque las cosas que yo decía ahí siguen sucediendo hoy exactamente igual o peor! Por eso, cuando me preguntan a qué atribuyo el éxito de este personaje yo creo que hay que atribuirlo ¡justamente a que esas cosas  siguen sucediendo! Mirá, Sabato me dijo una vez que los problemas que yo trataba en esa tira eran simplemente los problemas humanos siempre presentes en la historia del hombre: la relación entre padres e hijos; la escuela; el trabajo; las broncas y los amores que uno se agarra con los amigos… ¡Supongo que será por eso! Ahora, cuando los chicos de hoy vean que en mi historieta no hay computadoras y esas cosas creo que, dentro de poco, van a dejar de leerla! ¡En realidad son los padres quienes los inducen a leerla!

—Sin embargo, en la Feria del Libro Infantil, los chicos no pararon de sacarse fotos con vos?
—Sí, es cierto. Ayer había mucho público infantil. La semana pasada, en cambio, en gran parte eran mayores.

—Quizás Mafalda es más un personaje para los padres que para los chicos…
—En el diario “El Mundo” se publicaba en la página de los editoriales y no en la de las historietas. Siempre fui…Mirá, también siempre me consideré un periodista que dibuja pero, en realidad, muchas veces, ¡de humor no tengo nada! Soy medio trágico…
—Diría que, más bien, tenés un humor corrosivo… le tomás el pelo a medio mundo…
—Eso, sí –acepta Quino–. Bueno, lo he admirado a Gila. Los dibujantes españoles siempre me han atraído mucho.

—Pero, ahora, que ya la has matado a Mafalda ¿cómo es tu día?
   Con serenidad, Quino explica su vida diaria:
—Estoy luchando con la vista. Tengo una cantidad de problemas en ese sentido. Por lo tanto me cuesta mucho dibujar. Estoy tratando de hacerlo pero hace ya cinco años que no dibujo nada… O sea que mi vida es… Leer, con bastante dificultad. Escuchar música y mirar libros de humor… Estoy leyendo ahora a Baremboim que me encanta como persona y como músico. Y también como político. Ha logrado algo que nadie había hecho: reunir a Palestina con Israel. Esa orquesta tiene todo un significado político. El que estaba por lograrlo era Rabin cuando lo mataron.

Hay un breve silencio en el que llegan, lejanos, los rumores del tráfico en la avenida Santa Fe.

—Me gustaría volver a dibujar… –retoma Quino–. Me he comprado una mina muy blanda que tiene la línea más oscura y logro verla mejor. Pero mi problema fue siempre dibujar primero con lápiz y luego pasar a tinta. Nunca fui capaz, como Fontanarrosa, que agarraba la lapicera de tinta y dibujaba directamente! A mí siempre me costó bastante dibujar. En las tiras de Mafalda yo copiaba de un cuadrito al otro para que me salieran  los personajes porque, ¡si no, no era capaz de hacerlos iguales! –se ríe–.
 
"No maté a Mafalda: dejé de dibujarla", aseguró. | Diario Perfil 
—Modestamente no querés reconocer ahí tu genialidad. Pero sigamos con tu historia, Quino. ¿Cómo era tu casa cuando eras chico?
—En su aspecto era la típica casa romana partida al medio como han construido los italianos por todos lados. La mía, en Mendoza, era una casa estrecha, con zaguán. Una casa chorizo que en el fondo tenía un patio de tierra. Había allí múltiples hormigas. ¡De varias tribus! Y como vivíamos al lado de un aserradero ¡había lauchitas en la casa! Pero lauchitas de las bonitas, simpáticas. Las grises, muy chiquitas y con el hocico rosado. Yo jugaba mucho en ese patio. Jugaba solo. Mi hermano mayor me llevaba siete años y, el otro, cuatro. Por eso siempre jugué como un solitario. Nunca por ejemplo, en la calle, a la pelota, con otros chicos. Esas cosas que hacen los chicos ¿no?

—¿Pero tu papá y tu mamá dibujaban o pintaban?
—No. El que era de dibujar era mi tío Joaquín con el que me crié bastante. Era dibujante y pintor acuarelista. Trabajaba en el diario “Los Andes”. Hacía los avisos de los cines y como trabajaba parte en el diario y parte en su casa, para mí se volvió muy normal que alguien dibujara en su casa y que, luego, apareciera ese dibujo ¡en el periódico! Cuando le dije que quería ser dibujante me dijo que ¡no, que me iba a morir de hambre! Esas cosas que suelen decir los padres de familia! Pero también me ayudaron muchísimo. Cuando me vine a Buenos Aires mi hermano mayor me mantuvo hasta que yo empecé a publicar…

—Una familia en la que se quisieron mucho. Algo muy importante.
—Sí, sí. Eso sí. Y ahora que estuve en Mendoza para mi cumpleaños fue toda la familia y el hermano que vive en Chile, también. Muy lindo… fue muy lindo… –recuerda pensativo–. Y, sí…Nos queremos mucho todos…

—Los que te conocemos poco o sólo a través de tu obra, pensamos que sos un hombre feliz, Quino. ¿No sé si es así?
—Tengo tendencia a amargarme. Desde chiquito me amargaba ¡porque sabía que tenía que hacer el servicio militar! En la escuela me amargaba durante las vacaciones pensando ¡cuándo iban a empezar las clases otra vez! ¡Mirá, lo de Felipe es absolutamente autobiográfico. La timidez y amargarme con el colegio! Y luego… sí, en el servicio militar salía los sábados de franco y el domingo a la mañana ya estaba con un terrible mal humor de sólo pensar que tenía que volver al cuartel. Así es que siempre he tenido esta tendencia… ¡bah, el sentido trágico de la vida!

—Bueno, la vida “es” generalmente trágica ¿no es cierto? Lo que pasa es que quizás hay gente que la sabe mirar de una determinada manera…
—Claro. Sí, sí… Pero tampoco mi objetivo fue hacer reír como Fontanarrosa que comentaba: “el mejor piropo es decirme que se han reído muchísimo con mis libros”. Yo quise, en cambio, hacer pensar más a la gente. Y siempre sentí como una tarea el que la gente se diera cuenta de lo que eran la sociedad y la política.

—En las librerías de viejo aún se encuentran los libros de chistes que publicó Lino Palacio con el seudónimo de Flax acerca de la Segunda Guerra Mundial…
—Sí, el hacía los dibujos y el texto…–Quino recuerda–. Por ser hijo de republicanos españoles yo le tenía un poco de idea! Yo era bastante de izquierda y ¡me molestaba que no le cayeran realmente mal Hitler y Mussolini! Por lo menos no los criticaba demasiado. Pero tenía muchos otros personajes. Ramona, por ejemplo. A mí me gustaba el Cocinero y su sombra. Era algo muy difícil de hacer: todos los gags eran entre el cocinero y su sombra. Había un litigio permanente entre ellos.

—Tuvo una muerte trágica…
—Espantosa… realmente atroz…
   Recordamos el asesinato de Palacio y su esposa. Un episodio terrible. Pero también volvemos a una época en la que las revistas tenían una gran importancia.
—En mi casa –explica Quino– se compraban El Tony, Patoruzú, Rico Tipo y creo que el Tit-Bits. A mí me sorprendía el hecho de que mi padre, que trabajaba en una tienda en Mendoza, comprara todas esas revistas cuando para comprarse un traje tenía que pedir un crédito a diez meses y buscar a un amigo que le diera la firma etc. Siempre pensé entonces que, o las revistas eran muy baratas o la ropa, ¡muy cara! Además era el único jefe de sección que no tenía coche, ¡por ejemplo! Siempre alquilamos casa. Nunca tuvimos una propia. Cuando aparecía el dueño de casa y aumentaba el alquiler ¡era todo un problema! Una preocupación que se repetía siempre.

—¿Y vos?
—Bueno, Alicia mi mujer es muy buena administradora, así es que apenas pudimos… Cuando nos casamos vivimos durante dos años en la pieza de servicio del departamento de sus padres y luego compramos un departamentito en San Telmo donde han puesto una figura de Mafalda en la esquina. Ahí vivimos siete años y luego nos mudamos a Almagro. Finalmente, vinimos para aquí…
Un departamento muy bien ubicado en el que la luz y el sol entran a raudales e iluminan los preciosos recuerdos que ellos han atesorado con un enorme buen gusto.
   Seguimos recorriendo el fascinante mapa de vida de este hombre que creó a Mafalda.
—Para mí el ídolo era Divito! –confiesa–. Mi máxima aspiración era ser su ayudante! Además de haber creado “la chica Divito” (todo un estilo), era un playboy para la época! Siempre tenía mujeres muy lindas. Como Amelia Bence, por ejemplo. Además Divito era muy elegante. Era la época del pantalón-chaleco… –recuerda risueño–. Yo lo quería muchísimo. El hacía los dibujos en lápiz, yo los pasaba a tinta…

 
Quino aseguro que siempre trabajó solo y que no acostumbró a usar ayudantes. | Diario Perfil

—¿Llegaste a ser su ayudante?
—No. Yo dibujaba muy mal pero las ideas me gustaban realmente. Sufrí mucho cuando, después de cinco accidentes, se terminó matando en Brasil al chocar con un camión…. –Quino se sumerge en los recuerdos–. Fijate que, incluso, yo le había comprado un libro de Sempé (el famoso dibujante francés) y él me dijo que se lo guardara para cuando volviera de Brasil… “Me lo das cuando vuelva…” dijo. Me quedé entonces con el libro, claro, y regalé el que ya tenía…

—¿Sempé era el dibujante extranjero que más te gustaba?
—No. También Bosc y Chaval. Excelentes. Los conocí en Paris-Match cuando yo tenía 18 años. Fue ahí cuando me dije: “Tengo que dibujar. Este es el camino a seguir.” Y así empecé. Bosc y Chaval publicaban una página entera cada uno y aquí, entre nosotros, dos dibujantes los siguieron pero, me parece, demasiado de cerca. Te hablo de Basurto (que dibujaba exactamente igual que Chaval) y luego Viuti que hacía lo mismo con Bosc. Pero, bueno… son cosas que pasan!

—¿Y las tiras  como “Hogar, dulce hogar” con el bueno de Dagwood como padre de familia?
—Sí, yo en Mendoza la leía siempre en “Vosotras” que compraba mi tía. Era una historia muy buena. Además, como mi tío era dibujante publicitario compraba muchas revistas norteamericanas para documentarse. Siempre recuerdo las tapas del “Saturday Evening Post” ¡que dibujaba Norman Rockwell! Creo que los dibujantes norteamericanos me influenciaron mucho. En “Patoruzú”  también había gente talentosa como Domingo Masone (dibujaba Capicúa) y en cuanto a dibujantes de historietas, digamos, más serias, está José Luis Salinas. Por ejemplo  hacía “Ednam, el corsario” con unos dibujos estupendos. Aquí, en Argentina, ha habido dibujantes buenísimos. Yo lo quería mucho a Oski. Fuimos muy amigos. Lo mismo con Landrú. Ibamos mucho a Mar del Plata los fines de semana. Como tenía una Estanciera yo aprovechaba para que me llevara. Durante toda la época de “Tía Vicenta” la pasé muy bien con Landrú (Juan Carlos Colombres) y con Carlos del Peral que era el vicedirector. Claro… ¡hasta que Onganía la cerró! Carlos del Peral tambien hizo “Cuatro patas” que duró cuatro números ¡y que también fue cerrada por Onganía! –se ríe quedamente–. ¡Qué barbaridad! Las cosas que hemos visto en este país! Cuando, desde Mendoza, llegué a Bs. Aires con mi carpetita debajo del brazo empecé a recorrer redacciones y me decían “¡de política ¡nada!”; “de sexo ¡nada!”. Así es que me crié como dibujante aprendiendo a autocensurarme! Muy feo. Trataba de hacer metáforas con algunas ideas…

—Bueno, hoy, en democracia, en el más alto nivel, se han referido a los dibujos de Menchi Sábat como “cuasi mafiosos”!
—Sí, me acuerdo. Qué barbaridad! Se está poniendo fea la cosa con la prensa. He visto una sola vez el programa de Lanata pero parece que entrevistó a una señora que tiene una panadería en Tucumán y después de eso le cayó la AFIP…

—Como al de la inmobiliaria por haber hecho un informe que molestó a la Presidenta que ¡gentilmente le mandó también la AFIP por cadena oficial!
—Qué cosa! –suspira Quino.

—Bueno,  hay que estimularse con otras conductas. Por ejemplo veo sobre tu escritorio las “Obras poéticas” de Borges…
—Sí, me gusta muchísimo Borges. Como todo lo que ha hecho. Es la primera vez que me regalan un libro de poesía. Y me encanta. Eso de “…fue por este río que vinieron las naves a fundarme la patria…” ¡me parece una maravilla! Te repito que todo lo de él me parece una maravilla. Me gusta mucho leer. También Sabato, también Cortázar. Y siento una gran admiración por Alfonsina Storni. Me emociona muchísimo. También hemos sido muy amigos con María Elena Walsh. –Quino se ríe silenciosamente:– Fuimos muy amigos hasta que… no sé qué cosa dijo que me cayó mal. Se lo comenté y ¡no le gustó mucho! Pero, bueno, yo la quería mucho.

—Y si, mágicamente, volvieras a ser chico ¿elegirías dibujar?
   La respuesta es inmediata:—Sí. Nunca me hubiera imaginado haciendo otra cosa. Bah… me hubiera gustado, sí, tocar algún instrumento. El piano, por ejemplo. Me gusta mucho la música. Me hubiera gustado… bueno, toqué la armónica cuando era chico… Te diré que cuando la música es buena y está bien hecha, ¡me gusta todo! En cuanto al folklore, aunque te parezca extraño, lo que más he escuchado es música turca.

—¿Por qué?
—Mirá, por razones familiares también me gusta el flamenco pero la música turca nunca repite la melodía cantada sino que los instrumentos de la orquesta van haciendo variaciones sobre el tema. Entonces, no te cansa nunca!

 
Ahora lucha contra desmejorías en su vista. | Diario Perfil

—Y, a propósito de cansancio ¿vos no creés que los jóvenes se han cansado un poco del humor?
—Sí, creo que ha desaparecido bastante. Cuando yo era chico había muchísimas películas humorísticas: el Gordo y el Flaco, Chaplin que era de llorar y reírse pero también estaban Danny Kaye, Red Skelton, Jacques Tati… y ese cine ha desaparecido completamente.

—También en Italia, Sordi y Gassman no han tenido herederos…
—De acuerdo. Porque Benigni… no, no… Bueno, me gustaba mucho cuando lo empecé a ver en Italia por televisión pero, luego, las películas que ha hecho…Inclusive con “La vita é bella” me chocó un poco que tomara un tema así en solfa… Después, la vi otra vez y la cosa no me pareció tan grave… Y volviendo a la época del humor fijate que aquí en radio, por ejemplo, estaban Codecá, Niní Marshall, Sandrini, el Zorro, los Cinco Grandes del Buen Humor… había para elegir. Desgraciadamente esto ha desaparecido.

© Escrito por Magdalena Ruíz Guiñazú y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 29 de Julio de 2012.

 

Divorcios controvertidos… De Alguna Manera...

Divorcios controvertidos…

 Enemigos intimos. Redrado, Lousteau, Ocaña, Alberto Fernández, Bárbaro, Solá, Prat-Gay, Acevedo, Arnold. Todos ex funcionarios K hoy odiados por el Gobierno.

La Presidenta es una polemista. Esta semana cargó contra quienes presidieron el Banco Central entre 2003 y comienzos de 2011, nada menos que ocho de los nueve años que el kirchnerismo lleva gobernando. Los denostados, Alfonso Prat Gay y Martín Redrado, incorporados a la oposición, vienen formulando críticas a la política económica. Pero quizás no sea ésa la causa principal sino el profundo desagrado que profesa el kirchnerismo por aquellos que alguna vez estuvieron cerca y ya no lo están, generalmente más cruel que el que practican con los adversarios de siempre. Lo que a veces genera la reacción opuesta.

Encabeza la lista Alberto Fernández, quien pasó de ser el hombre de mayor confianza a su actual papel, el de enemigo perseguido y aliado de adversarios del Gobierno. Menos ruidosamente, el ministro de Economía de la 125, Martín Lousteau, corrió contemporáneamente igual suerte. Otro ejemplo es el de Graciela Ocaña, al frente del PAMI desde 2004 y luego ministra de Salud entre 2007 y 2009, actualmente diputada de la oposición (Udeso, Alfonsín-De Narváez, 2011). Y Julio Bárbaro, titular del estratégico Comité Federal de Radiodifusión de 2003 a 2008, predecesor de Mariotto y que hoy habla pestes del kirchnerismo.

Si el estilo es la persona misma, el kirchnerismo demuestra su ser en el estilo con que procesa las desavenencias con sus propios funcionarios de confianza porque la costumbre de terminar mal con ellos viene de décadas. Eduardo Arnold, vicegobernador de Santa Cruz entre 1991 y 1999, durante dos de los tres períodos de Néstor Kirchner, también renunció peleado.

Suerte similar corrió Eduardo Acevedo, quien sucedió a Arnold como vicegobernador de Néstor Kirchner y luego fue el primer director de la SIDE kirchnerista hasta ser electo gobernador de Santa Cruz en diciembre de 2003. Enojado con el Gobierno nacional, renunció en 2006.

Se podría sumar a la lista Felipe Solá, ex gobernador de la provincia de Buenos Aires con Néstor Kirchner. Lo insultaron por no apoyar la 125 y terminó aliado con De Narváez y Macri en las elecciones de 2009.

Como en los amores, los divorcios son de a dos. Si no habla muy bien del Gobierno que sus principales figuras se vayan dando un portazo, tampoco deja libres de contradicciones a los que se fueron.

En el otro extremo está Scioli, quien nunca se dio por ofendido gracias a su paciencia infinita, que lo hizo perseverar donde cualquiera habría puesto un límite, pero tampoco esa actitud lo deja exento de contradicciones, críticas y costos.

Se podría decir que estar muy cerca del Gobierno es tan peligroso como estar en contra, y quizás más, confirmando aquello de que sólo la indiferencia es lo contrario del amor, porque el odio también es un afecto.

La lista de amores malavenidos trasciende a los funcionarios y se agregan Eskenazi, Moyano, el Grupo Clarín. Más un ambivalente purgatorio con Hadad y Brito.

Volviendo a los funcionarios, se distinguen dos casos que lograron metabolizar su participación en el Gobierno y su distancia posterior de una forma menos abrupta. El de Sergio Massa, jefe de Gabinete que sucedió a Alberto Fernández en el difícil tránsito del post 125 a la derrota en las elecciones legislativas de 2009, y logró como intendente de Tigre mantener una distancia crítica del Gobierno pero al precio de borrarse de los medios. Y el de Lavagna, que por su señorío tan previo al kirchnerismo está más allá de cualquier escándalo.
Es lógico que haya un recambio de funcionarios a lo largo de casi una década de gobierno, el menemismo produjo varios relevos en un período de tiempo similar pero los casos de ex funcionarios enemistados no fueron una constante como en el kirchnerismo, aunque sí hubo dos extremadamente ruidosos: el de Cavallo y el de Duhalde como vicepresidente.

Quizás por eso, para evitar futuros competidores, Néstor Kirchner prefirió un vicepresidente sin arraigo en el peronismo como Julio Cobos para acompañar la fórmula de su esposa, y ella misma haya elegido a Boudou casualmente por sus limitaciones más que por sus virtudes. También Cobos integra la lista de ex aliados enemistados.

Es probable que en este segundo mandato la Presidenta precise rotar menos funcionarios y a la vez genere menos separaciones ruidosas por el solo hecho de que al comienzo el kirchnerismo no había formado sus propios cuadros y tuvo que apelar a lo que había.
Veremos.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 27 de Julio de 2012.