domingo, 12 de febrero de 2012

Repsol - YPF... De Alguna Manera...

Está la cosa negra, negra...

 Antoni Brufau, CEO de YPF.
 
Brufau, el payador peregrino. La respuesta de los gobernadores, unidad en la acción. Las concesiones en la cuerda floja. La política energética del Gobierno, según pasaron los años. La herencia de los noventa, algo para recordar. La minería, conflictos y una modesta proposición. Algunas cuestiones más.
 
Antoni Brufau, el mandamás de Repsol YPF, asumió el riesgo de pasteurizarse: se subió al avión y pasó del gélido invierno europeo al candente verano argentino. Buscó dialogar con el máximo nivel del gobierno nacional, mientras las acciones de la empresa caían a niveles mayores al promedio deprimente de las Bolsas europeas. Lo recibieron, con rostro y discurso hoscos, los ministros Julio De Vido y Hernán Lorenzino. La discusión, cuentan desde los dos lados del mostrador, fue áspera. El ejecutivo le recrimina a la multinacional no invertir ni explorar lo necesario y remesar divisas a lo pavote. Adecuado a los modismos locales, Brufau optó por la payada: sus versos se expresaron en una solicitada y en un informe en los que controvertía los argumentos oficiales.
 
La réplica política fue rotunda, sin precedentes en los últimos años. Como Martín Fierro, el Gobierno pasó de la payada a la vía de los hechos. Los gobernadores de las provincias petroleras se reunieron el jueves, bajo la batuta del ministro de Planificación, y le exigieron el incremento de la producción. En quince días los gobernadores pautarán, en conjunto, cuáles son las metas que deben cumplir las petroleras en sus provincias. La falta de cumplimiento puede significar la caída de las concesiones, redondearon. El plural “petroleras” es casi singular: las campanas doblan por todos pero Repsol es el principal destinatario.
 
La perspectiva de revocar las concesiones había sido mencionada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner unos días atrás. Pero la decisión soberana compete a las provincias, titulares del dominio originario de sus recursos por imperio del artículo 124 de la Constitución de 1994. Claro que, cada una por su lado, es escaso su poder frente a multinacionales de porte descomunal. La novedad de la movida es “la unidad en la acción”, promovida y sustentada desde el Estado nacional. Es un medio para reparar la debilidad estructural que genera una falaz visión de federalismo, que acunó el menemismo y tuvo consagración en la Carta Magna. La fragmentación fue una consecuencia y también un objetivo de las políticas noventistas. Fragmentación de la estructura social, del Estado nacional, de las organizaciones sociales y sindicales, de la clase trabajadora. Revertir esa nefasta tendencia, que tiene firmes raíces legales, es parte de los deberes del actual gobierno.
 
Las concesiones son siempre precarias, sujetas al comportamiento del concesionario. Enunciar su potencial revocación sería una redundancia o una obviedad si no estuviera acompañado (como está) por la trayectoria del gobierno nacional, que no es remilgado en el ejercicio del poder. Dos gobernadores flamantes, el mendocino Francisco “Paco” Pérez y el chubutense Martín Buzzi, se dejan ver como los referentes de la movida. Pero su matriz está en la Casa de Gobierno. El desenlace de la pulseada es impredecible, es más fácil presumir que será firme.
 
La reestatización forma parte del menú virtual, la memoria indica que esa hipótesis se analizó ya durante la presidencia de Néstor Kirchner y uno de los disuasivos fue el costo de la recuperación. En una etapa en la que la “caja” es menos floreciente, ese factor puede incidir.
 
El kirchnerismo revisa y readecua sus herramientas, su tacticismo es proverbial. Para conseguir estabilidad política y sustentabilidad económica, los gobiernos precisan sostener su legitimidad. Sin ella, no hay propuesta (ni presidente) que dure. El crecimiento del Producto Bruto Interno debe acollararse con el de la aceptación popular. Néstor Kirchner entendió eso desde el vamos, cuando tenía poca plata en caja y poco poder. Los gurúes de la economía, de ordinario, nada saben de política democrática. Teóricos de los bienes escasos, ignoran que el poder está entre ellos.
 
En los primeros años del kirchnerismo la energía barata fue insumo del despegue económico, de la reactivación del aparato productivo, de la generación de millones de puestos de trabajo. 
 
La ecuación virtuosa se fue trabando en el tránsito del infierno al Purgatorio. El Gobierno ensayó cambios, el más ambicioso fue la creación de la empresa Enarsa que, mirada en prospectiva, no concretó los objetivos que se imaginaron.
La incorporación de la “burguesía nacional” (título enfático que se corporiza en protagonistas casi siempre mediocres) a Repsol en años más cercanos tampoco rindió frutos valorables. 
 
En la práctica, que no en el discurso, el Gobierno “recalcula” como un GPS y rectifica.
Julio De Vido condujo las movidas, justo cuando narradores de Palacio hablan de su definitivo ocaso, de su desplazamiento a manos de Guillermo Moreno. Tal vez la cuestión no sea tan simple. Siempre hubo rispideces, disputas de espacios entre el ministro y el Megasecretario. 
 
Hay tensiones y malas ondas, eventualmente. Al unísono, hay competencias distintas. Moreno (y sus adversarios) han construido un personaje de opereta, que se realza en centenares de anécdotas. En funcionamiento es un funcionario cuya hiperquinesis expresa a un gobierno vivaz y reactivo que está al frente de un Estado que fue desbaratado con premeditación y alevosía. Y que se reconstruye trabajosamente, a veces del modo más atinado. En el devenir, la “guerrilla” de Moreno forma parte del dispositivo.

La década fundacional
 
El kirchnerismo se propone fundacional, sus antagonistas concuerdan aunque con valoración diferente. Sin meterse en una discusión semántica, el cronista percibe que desde 2003 se atraviesa una etapa reformista y reparadora, revisionista de condicionamientos muy firmes cimentados en los ’90. El menemismo conjugó con los vientos históricos y los llevó al extremo. 
Las privatizaciones salvajes (la de YPF no tiene tal vez parangón en el mundo, sin duda no la hay en el vecindario de este sur), el desguace del Estado. Las regalías a las provincias “pagaron” el apoyo a las políticas antinacionales y a la reforma que prohijaba, entre otras cosas, el voto directo a presidente. La vida es compleja: ese cambio mejora la calidad de la representación. Nada es monocolor en democracia.
 
La disgregación de los sistemas educativos y de salud tenía como primera finalidad alivio para las arcas nacionales. Como aditamento, el acentuar la debilidad de las provincias. Como “beneficio colateral” impactó sobre el poder del sindicalismo docente, cuya “Marcha Blanca” había puesto en jaque a la gestión del presidente Raúl Alfonsín. La Ley de Financiamiento Educativo y la Paritaria nacional docente son reparaciones institucionales al desaguisado previo. No restituyen a la situación previa y cargan con sus bemoles. Los funcionarios de Educación y de Trabajo sudan la tinta gorda en cada paritaria nacional, exigente y con muchos actores. Es el precio de conferir poder a los gremios, una iniciativa valorable en lo estratégico que genera jaquecas tácticas.
 
Cuando se observa el panorama energético, es un interesante ejercicio recordar los discursos de los ministros menemistas José Luis Manzano y Roberto Dromi. Manzano se exaltaba anunciando que “YPF cotizaría en Bolsa” y prometiendo que millones de dólares derivarían a los jubilados. Dromi apodaba “modernización” a concesiones sin contrapartidas, sin contralor estatal. En la entrega de la petrolera estatal (y luego de la acción de oro) a precio de rifa.
 
Ya que del pasado cercano e influyente hablamos: los ex Secretarios de Energía que refutan la política oficial no tienen grandes pergaminos de gestión pública para mostrar. Fueron sujetos activos de esa etapa ominosa, convalidada por los dos grandes partidos nacionales. En el área privada les va mejor, todos son consultores de grandes empresas... lo que habla de sus destrezas tanto como de la neutralidad de sus asertos.

Sintonía fina y algo más

La riqueza minera fue otra joya de la abuela empeñada en los ’90. En pleno siglo XXI, las formas de explotación, a cargo de las provincias, son rechazadas por activas protestas populares. En la semana que pasó hubo una brutal represión en Tinogasta, que pone de nuevo en la mira la incompetencia de las fuerzas de seguridad y el riesgo de apelar a ellas. En Perú, casi en simultáneo, el presidente Ollanta Humala topa con manifestaciones de parecidos signos y argumentos.

Todo indica que esas controversias seguirán. Serán peliagudas porque oponen a gobiernos elegidos (o revalidados) hace un par de meses con sectores populares muy embravecidos y convencidos. El cronista sigue pensando que una parte de la solución es acentuar las formas de participación democrática. La cultura política argentina conjuga elecciones libres con alto nivel de implicación popular y una sociedad muy resistente, entrenada en la acción directa. 
 
Son, en promedio, características virtuosas que podrían realzarse con otras de participación institucional: consultas vinculantes o no, referéndums, plebiscitos. La inteligente politóloga María Esperanza Casullo aborda el tema en el blog La Barbarie y se pregunta cuál método sería el adecuado. También lo hace, en una nota publicada ayer en Clarín, el geógrafo Carlos Reboratti. Sin aspirar a una respuesta cerrada, el cronista entiende que, en virtud de la legalidad federal, las votaciones deberían realizarse en las provincias, sujetas a sus distintas constituciones.

Sacar del desván a herramientas democráticas poco usadas no cortaría el nudo gordiano así como así, pero serviría como recurso, que siempre tiene su encanto.

Petróleo y algo más

La sociedad (disciplinada cruelmente por la dictadura, las hiperinflaciones y la astucia menemista) se ha recobrado y puesto de pie. Es un logro de todos, también un desafío. La existencia de estabilidad política es sustrato de esa situación.

En la madrugada de su gobierno, Néstor Kirchner explicaba que para instalar un modelo alternativo eran menester, cuanto menos, diez años consecutivos al frente de un gobierno. Aun para quienes valoraban o admiraban sus primeros pasos, el cálculo sonaba a quimera. El Gobierno polarizaba en “n” frentes, parecía imposible que se mantuviera en pie. En esa porfía, el kirchnerismo tuvo más razón que sus críticos.

Para lograrlo, viró el timón en numerosas oportunidades. En parte, por cambios de contexto, en parte por reconocimiento de falencias o insuficiencias propias. La Asignación Universal por hijo (AUH) es el ejemplo más acabado de una política resistida durante años y luego adoptada como pilar del “modelo”.

En materia petrolera, las demasías de las empresas privatizadas no sucedieron ayer y el agotamiento del inteligente criterio de los años iniciales no fue sucedido por aciertos similares. De cualquier modo, el Gobierno ejercita su propio revisionismo, con el grado de decisión que le es proverbial. El resultado de la brega está en veremos, claro. La intención de exigir un New Deal a las empresas, como piso, ya es un dato de la agenda del segundo mandato de la presidenta Cristina.

Las lluvias alivian la sequía, el Banco Central (como al desgaire) sigue recuperando divisas. Las profecías bíblicas de hace un mes o dos desaparecen de los medios dominantes, también las noticias al respecto.

El tiempo dirá si funciona la “sintonía fina”. Es sensato anticipar que no será como el ajuste del menemismo o de la Alianza, aunque así lo vaticinen (en asombrosa yunta) las grandes corporaciones mediáticas y Hugo Moyano. El simplismo, esa enfermedad infantil del periodismo, es mal consejero para leer la coyuntura nacional y encasillar a su gobierno.

© Escrito por Mario Wainfeld y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el  domingo 12 de Febrero de 2012.

Whitney Houston... De Alguna Manera...

Murió Whitney Houston a los 48 años…

  Whitney Houston.

Whitney Houston, que reinó como la monarca de la música pop hasta que su majestuosa voz e imagen real fueron destrozadas por el consumo de drogas, ha fallecido. Tenía 48 años.

El publicista Kristen Foster informó el sábado que la cantante había muerto, pero se desconocen la causa y el lugar donde murió.

En la cima de su éxito en las décadas de 1980 y 1990, Houston era la chica dorada del sector musical y una de las artistas con mayor venta de discos. Entre sus éxitos están “How Will I Know”, “Saving All My Love for You” y “I Will Always Love You”.

Ganó múltiples premios Grammy, entre ellos álbum del año, e incluso participó en películas como “The Bodyguard”. Pero al final de su carrera las drogas le pasaron la factura, su voz se volvió rasposa y enronquecida y las ventas de sus discos se desplomaron.

© Fuente: AP. Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 11 de Febrero de 2012.


I will always love you...

Cipayos y Cipayas II... De Alguna Manera...

Refutación a la refutación sobre Malvinas...

 Jorge Lanata y Mempo Gardinelli...

La anterior columna generó la respuesta del escritor Mempo Giardinelli. Aquí, la réplica que ratifica la idea de que hay que integrar a los isleños y no hostigarlos.

Decidí seguir el consejo de Daniel Filmus (lo recomendó por Twitter) y leí una nota de Mempo Giardinelli publicada por lanacion.com titulada “Refutación a Jorge Lanata sobre las Malvinas”, respondiendo a una columna de mi autoría publicada en PERFIL, “Cipayos y cipayas”. Como no puedo suponer que los lectores de PERFIL lean siempre La Nación, y Giardinelli planteó el debate desde ahí, voy a reproducir algunos de sus planteos:

Yo sostengo que “pensar, en la Argentina, se parece a un delito” y Giardinelli dice que no, hablando de “miles de colegas que en este país diariamente dicen y escriben lo que se les ocurre y se les antoja”. Lamentablemente, Giardineli no entendió la metáfora: no hablo de un “delito” literal; obviamente, nadie ha ido preso por sus pensamientos (por ahora, habrá que ver qué pasa cuando se aplique la Ley Antiterrorista), pero es evidente que la capacidad del Gobierno de respetar opiniones contrarias es igual a cero. Para citar al vicepresidente, si el “poskirchnerismo es un acto de traición”, qué queda para los que ni siquiera son K. El Gobierno usa discrecionalmente el aparato de medios estatales y paraestatales como parte de un fenomenal grupo de propaganda dedicado, básicamente, a destruir cualquier crítica en base a la extrapolación de frases sueltas, la manipulación y la información falsa. Ese es el rol de Diego Goebbels en los canales 7 y 9, de Javier Ramero en Internet, de la SIDE en Miradas al Sur y de los grupos de Sergio “Honesty” Szpolski y el tándem Vila-Manzano. A eso me refiero con “delito”: a la acusación –a veces encubierta, otras explícita– de traidor vertida sobre todos los que piensan distinto.

Giardinelli sostiene que “el aislamiento de los isleños no es obra de nuestros gobiernos sino un hecho incontrastable. Y es que son una isla”, dice. Ok, Giardinelli no es muy bueno haciendo chistes, pero más allá del juego de palabras, con ese criterio habría también que aislar a Tierra del Fuego. ¿Habrá notado Giardinelli que se trata de otra isla? Todo esto viene a cuento de que en mi artículo de marras propuse integrar las islas, no aislarlas. Y me permito repetir brevemente el razonamiento: se posee un territorio por la guerra o por la paz; por la guerra ya sabemos cómo nos fue, y vivimos aún hoy esas consecuencias. Antes de Galtieri había vuelos de Aerolíneas, oficinas de YPF e YCF y mayor relación con la población civil. Médicos que hagan residencia en sus hospitales, estudiantes que vengan de las islas al continente, trabajadores temporales en uno y otro lado, vínculos culturales y económicos y el paso del tiempo son la única manera de recuperar las islas. Prohibir el desembarco de buques pesqueros con bandera malvinense es un truco para la gilada: se tarda diez minutos en cambiar la bandera por otra “de conveniencia”, de Panamá o Liberia, por ejemplo, y seguir pescando. Lo de los buques está en la línea del papelón protagonizado por la Presidenta el martes, cuando anunció que se dará a conocer el informe Rattenbach (fue publicado en 1988 en su totalidad y parcialmente el año anterior por Siete Días y Página/12) y que se denunciará ante la ONU la “militarización de la zona”: la base militar de Mount Pleasant, con 3 mil soldados ingleses, existe desde 1982. En cualquier momento, Cristina también anuncia la publicación del Martín Fierro.

Giardinelli discute además mi afirmación de que “la política de Argentina hacia las Malvinas es una locura, errática y sin sentido”, diciendo que es una “exageración” y que se pueden discutir muchas decisiones presidenciales, pero no calificarlas como “locura”. Lamentablemente, leyó apresurado: hablo de la política de la Argentina, y no de Cristina en particular. Quizá Giardinelli no lo notó, pero Argentina y Cristina no son lo mismo. Me refiero en esa frase a la política del Estado argentino en su historia, frente a un hecho que trasciende a este gobierno: y sí, fue errática, una locura; pasamos de la integración a la guerra, de ahí a los ositos Winnie-the- Pooh, al desinterés y ahora al aislamiento retórico. Hay una Argentina más allá de Cristina, aunque cueste creerlo.

Dice Giardinelli que frivolizo la cuestión, cuando me pregunto qué haríamos con los kelpers si mañana recuperáramos las islas: ¿les daríamos Planes Trabajar o tarjetas SUBE? Hay algo curioso: los argentinos hablamos de las islas como si nadie viviera en ellas. Las Malvinas son una abstracción que nos enseñaron en el colegio; un lugar perdido donde no vive nadie.

Los ingleses repiten que, si los kelpers lo deciden, comenzarán la discusión sobre la soberanía. ¿Cuál sería la posición argentina frente a ese caso? ¿Pueden los kelpers decidir sobre su propio destino? Si recuperáramos las islas, ¿los tomaríamos como esclavos? ¿Ellos decidirían plebiscitar su destino frente a un pueblo que perciben como hostil? Nadie, ni el Gobierno ni la oposición ni Giardinelli parecen tener respuesta a esto.

© Escrito por Jorge Lanata y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 10 de Febrero de 2012.

Huracán 0 vs. Instituto de Córdoba 0... De Alguna Manera...

En punto muerto…


Huracán e Instituto no arrancaron el año: el Globo es pura voluntad, mientras La Gloria titubea. Ah, y corre riesgo de compartir la punta.


Sabrá Darío Franco que el punto no es tan bueno como él dice? ¿Sabrá Diego Cocca que si bien Huracán mereció un poco más, sumar de a un poroto no le sirve? Huracán e Instituto arañaron un empate y no terminan de arrancar en este 2012. Porque el Globo sigue sin levantar vuelo y Atlanta lo mira de cerca en los promedios y, en especial, porque La Gloria, líder del campeonato, empató los últimos cinco partidos de visitante y para colmo si River y Central se encanutan los tres puntos (ante Chacarita y Defensa, respectivamente) le coparán la punta del torneo. Sí, ayer los dos quedaron en punto muerto.

Los cordobeses fueron a esperar, a ver qué pasaba. Si no, y pese a su esquema inicial, ¿cómo se entienden esas dos líneas de cuatro clavadas cuando Huracán quiso lastimar? Y el parámetro para saber que prefirió agazaparse fue la posición de Videla. El volante estuvo casi todo el primer tiempo apenitas más adelantado que su defensa. Muy atrás. Ojo, tampoco tuvo mucho trabajo. Es que el anfitrión se le fue al humo, aunque careció de definición. El mejor ejemplo fue Villegas, quien es un gran visionario del juego, pero le falta punch.

Lo cierto es que si Instituto pretende seguir siendo uno de los candidatos serios deberá saber que así no va. Porque más allá de que Cocca le tapó siempre la salida (mérito de Diego), Franco no supo encontrar otra alternativa para surgir en el campo o siquiera para herir a su rival. No se entiende que teniendo a tres puntas tan hábiles el más claro en ataque, y hasta generando peligro, haya sido Encina (Calviño le ganó dos pulseadas). Mientras, el Globo se alimenta con aproximaciones que no entran en el arco. Así, puede ver el vaso medio vacío o medio lleno, ya que la intención está. Aunque con eso sólo no le alcanza.

© Escrito por Nicolás Migliavacca y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 10 de Febrero de 2011.



“Fuimos más”…


Alexis Ferrero marcó terreno como dentro de la cancha: “A Instituto lo controlamos bien. Mejoramos mucho”.

La frescura y talento de Paulo Dybala (17 años), goleador de Instituto con 9 tantos, chocó con la firmeza de Alexis Ferrero (32) y compañía. “Por suerte no tuvo tanta participación, lo marcamos bien con Pipo (Desvaux). Hicimos un buen trabajo defensivo en el que estuvimos siempre atentos”, dijo Ferrero, la figura de ayer. Y esa buena tarea que mostró la dupla central fue parte de un cambio de cara que vislumbró Huracán, según las palabras del propio defensor: “La gente nos despidió con aplausos porque creo que valoró el esfuerzo por parte de todos. Mejoramos mucho con respecto a errores que esta vez no sucedieron y se vio un equipo agresivo, que quiere y busca ser protagonista”.

Las conclusiones positivas de Ferrero quedan empañadas por un partido que podía ser bisagra para el Globito: “No conseguimos lo que queríamos, que era ganar. Pero creo que fuimos más. En líneas generales estuvimos mejor que el rival, y generamos más situaciones de riesgo”. Sin embargo, el central ex River elogió a Instituto, de cara al futuro: “Tienen muy buen equipo y si los dejás jugar, juegan muy bien. Por suerte los controlamos bien”.

© Escrito por Diego Gesto y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 10 de Febrero de 2011.


Las fotos...

 


Los goles...


No hubo goles.


Las estadísticas...







Más kirchnerismo puro... De Alguna Manera...

Más kirchnerismo puro…

 De terror... Guillermo Moreno. Dibujo: Pablo Temes.
 
Nuevas apretadas del secretario. Ajuste disfrazado. El minero que es dirigente del PJ. Y una nueva sobreactuación malvinera.

Lo que se narra a continuación ocurrió hace pocas semanas. Corría mitad de enero y Guillermo Moreno –cuyo verdadero papel es el de ministro de Economía en funciones– reunió a un grupo de empresarios. El tema tenía que ver con lo que se ha transformado en una obsesión oficial: la necesidad de evitar la fuga de dólares. Al despacho de Moreno llegaron cuatro empresarios, a quienes se les hacía muy difícil disimular la inquietud. Tras saludarlos, el secretario de Comercio fue al grano: “En este país hay tres grupos de empresarios: primero están los que aman a la República Argentina y exportan permanentemente sus productos; luego vienen los que importan algún producto y me tienen miedo; con ellos vamos a ir hablando y viendo cómo se desarrolla el día a día (ahí uno de los empresarios perteneciente a este grupo se animó a decir que tenía sus productos varados en el agua desde hacía 200 días, lo que fue contestado de inmediato por Moreno quien, con pocas pulgas, expresó: ‘Te dije que precisamente vamos a ir viendo el día a día, así que no me molestes más’); y finalmente están los que importan a granel, a los que, si siguen así, les va a ir muy mal”.

Antes de retirarse, los empresarios fueron agasajados con bombones, cuyo envoltorio tenía la leyenda “Clarín miente”. Uno de los asistentes, desconfiado, osó oler el bombón, lo que motivó la ira de Moreno y una admonición tajante de su parte: “¿Pero, qué creés, que te voy a envenenar con un bombón? ¿Desde cuándo utilizo métodos tan sutiles?”.

La preocupación que existe en el Gobierno por el resguardo de los dólares es enorme. Los funcionarios que conocen los números reales ven con creciente preocupación el bajo nivel de reservas de libre disponibilidad con que cuenta el BCRA. Por eso, en esta última semana, los controles para limitar la compra-venta de dólares recrudecieron. La necesidad de cortar gastos y ahorrar es imperiosa. El conflicto con YPF está atado a esta realidad. Es notable cómo, recién ahora, el Gobierno alza su voz para quejarse de la compañía de Repsol. ¿Es que en todos estos años el secretario de Energía no advirtió esta falta de exploración que ahora se denuncia? ¿De qué valió el denuesto permanente a los ex secretarios de Energía que han venido alertando sobre esta realidad? Por lo que se sabe, el grupo Eskenazi, accionista minoritario de YPF, ha dejado de ser “del palo”, como señala una fuente gubernamental que agrega: “Cayó en desgracia y de eso, en el kirchnerismo, es difícil volver”. Se estudian distintas alternativas. Una es desplazar a Eskenazi de la compañía, versión que el viernes sonaba con mucha fuerza en algunos sectores empresariales. Otra variante es la de forzar a YPF a vender parte de sus acciones a las provincias.

En el horizonte, asoma un período de conflictividad creciente que inquieta al oficialismo. Ahí están las paritarias, la tensión con Hugo Moyano y la CGT, los aumentos de las tarifas de los servicios a partir de que se quiten los subsidios y otras situaciones que están escapando al control del Gobierno, como fue la represión policial en Catamarca a los ciudadanos que protestaban contra el avance del proyecto minero de explotación aurífera a cielo abierto. Eso dejó mal parado al kirchnerismo. Y es impresionante observar cómo el Gobierno arremete contra esa protesta con maniobras mediáticas engañosas. Así ocurrió en el último “Aló presidente argentino”, que cada semana protagoniza Cristina Fernández de Kirchner, en el que habló con “Antonio”, un minero que fue presentado como un simple trabajador. Resultó ser que Antonio no era Antonio, sino Armando Domínguez, quien tampoco es un simple trabajador más, sino nada menos que el vicepresidente del PJ de Olavarría. Otra muestra de kirchnerismo puro.

En este marco, se ha reinstalado con fuerza el asunto Malvinas. Los treinta años de la locura y la tragedia de aquella guerra brinda a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido la oportunidad de reverdecer el conflicto y de desplazar la atención de los problemas internos que los aquejan. La palabra ajuste pega fuerte en la administración del primer ministro David Cameron y aquí. Por eso las sobreactuaciones. El envío al Atlántico Sur de los poderosos navíos nucleares que dispuso Cameron constituye un despropósito. La Argentina está lejos de plantear una alternativa bélica. Tampoco tiene nuestro país la posibilidad de generar una medida capaz de torcer súbitamente el curso de los acontecimientos. Por eso es que fue desproporcionado el nivel de expectativa que generó el acto del martes al que la Presidenta convocó a gobernadores, líderes de la oposición, embajadores, líderes sindicales y empresariales y ex combatientes a los que, por otra parte, una vez más se usó con fines políticos. Tamaña convocatoria y agitación para anunciar la constitución de una comisión para evaluar la desclasificación parcial del Informe Rattenbach fue otro despropósito.

Después, estuvo el anuncio del envío del canciller Héctor Timerman a Nueva York para presentar una denuncia contra Gran Bretaña por la introducción de armamento y/o material nuclear en el Atlántico Sur. Para evaluar la exacta dimensión de esta presentación, recomiendo leer el artículo del ex canciller Dante Caputo en la edición de ayer de PERFIL.

Finalmente, el anuncio de la creación del hospital de salud mental para los ex combatientes resulta, a esta altura, anacrónico. Mucho más útil sería asegurar a los veteranos una atención de primer nivel en los centros hospitalarios de sus respectivas provincias.

Es cierto, como dijo la Presidenta, que aquella guerra desnudó también las contradicciones de la sociedad argentina. Como siempre ocurre, Fernández de Kirchner se apresuró en señalar que ella no había sido partícipe de esa conducta. “Esta Presidenta no fue a la plaza de su pueblo, en Río Gallegos el 2 de mayo (sic) cuando sí fueron muchos habitantes de mi ciudad”, dijo. Lo que olvidó decir es que Néstor Kirchner también acompañó aquellas conductas de apoyo a la guerra que exhibió gran parte de la sociedad argentina, como bien lo demuestra la foto en la que se lo ve junto al comandante de la XI Brigada de Montaña, general de brigada Oscar Guerrero, uno de los discípulos del temible general Alberto Camps. Esos “olvidos” de la Presidenta son también una muestra de kirchnerismo puro.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 11 de Febrero de 2012.

viernes, 10 de febrero de 2012

Tinogasta... De Alguna Manera...

La policía de Catamarca reprimió a los ambientalistas de Tinogasta...

 ¡¡¡Bienvenidos a Tinogasta!!!
 
El ministro de Gobierno y Justicia provincial, Francisco Gordillo, justificó el desalojo de la ruta 60, ordenado por la Justicia, y la utilización de balas de goma y gases lacrimógenos, y afirmó que los camiones del yacimiento Bajo la Alumbrera, cargados de "explosivos" y retenidos por el corte de los vecinos que se oponen a la minería a cielo abierto representaban un "peligro para la sociedad". Luego de la represión, que provocó 10 heridos, entre manifestantes y policías, algunos pobladores se quedaron a la vera del camino mientras otro grupo marchó hasta la Municipalidad local. El senador Aníbal Fernández manifestó que “lo que sucede en las provincias es una decisión de las provincias” y dijo que “jamás" estuvo "de acuerdo con reprimir una protesta social”.

Minutos antes de la represión, el jefe del operativo le leyó a los manifestantes la orden de desalojo judicial, y los ambientalistas advirtieron que iban a resistir "hasta las últimas consecuencias". "Cumplimos con una orden judicial. Los camiones que iban con insumos a la minera representaban un peligro para la sociedad de Tinogasta porque contenían explosivos", advirtió Gordillo, quien aseguró revisarán imágenes de televisión para determinar si hubo mal accionar policial. Además, sostuvo que la administración provincial tiene "abiertas las puertas al diálogo" en torno a la minería, para "establecer un nuevo sistema de control ambiental que proteja a los vecinos", aunque rechazó las "posiciones fundamentalistas".

Por su parte, a través de su blog, Aníbal Fernández pidió "que quede clara" su oposición a la represión, así como también que las provincias "son las titulares del poder de policía local, nada tiene que ver la Gendarmería" y "esto ha sido siempre así". Dijo que no está de acuerdo "con el uso de la violencia en Tinogasta o en cualquier lugar del NOA, cualquiera sea la causa".

Quien también repudió la represión fue el titular del gremio de Judiciales, Julio Piumato, quien a través de Twitter pidió que cese "la represión" en Catamarca. "¡A ver un compromiso a las autoridades! ¿Dejamos de reprimir? ¡Por la democracia y el derecho de los Pueblos!", escribió el sindicalista.

Cabe recordar que anteayer fueron detenidos otros 26 ambientalistas en otro corte, entre ellos un niño de 13 años, quienes a pesar de haber sido liberados a las pocas horas, siguen procesados, tal como lo confirmó el procurador de la Corte Suprema provincial, Enrique Lilljedalh, quien precisó que la causa está a cargo del fiscal Jorge Flores, que será el encargado de establecer la responsabilidad de cada uno de ellos.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 10 de Febrero de 2012.



miércoles, 8 de febrero de 2012

Luis Alberto Spinetta... De Alguna Manera...

Luis Alberto Spinetta...


Luis Alberto Spinetta. www.ellitoral.com

Falleció hoy uno de los músicos más respetados del rock argentino. Tenía 62 años y sufría de cáncer.

Luis Alberto Spinetta, uno de los músicos más importantes del rock nacional, falleció hoy a los 62 años, luego de luchar contra un cáncer de pulmón diagnosticado el año pasado.

El Flaco había dado a conocer su enfermedad en diciembre, en una carta dirigida a sus fans.

El mes pasado, estuvo internado para someterse a una intervención quirúrgica por una perforación intestinal por divertículos.

“Desde el mes de julio sé que tengo cáncer de pulmón. Estoy muy cuidado por una familia amorosa, por los amigos del alma, y por los mejores médicos que tenemos en el país. Ante el aluvión de información inexacta, quiero aclarar públicamente las condiciones de mi estado de salud. Me encuentro muy bien, en pleno tratamiento hacia una curación definitiva”, había escrito el creador de Almendra y Pescado Rabioso en diciembre.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 8 de Febrero de 2012.


Se fue una leyenda del rock. Foto Cedoc. 



lunes, 6 de febrero de 2012

Magnetto, Magnetto, me aprendí el libreto... De Alguna Manera...

Lanata debutó en Mitre y "aprendió" el libreto de Magnetto...
 
 
Fuerte denuncia contra Amado Boudou, el móvil con el músico Pipo Cipolatti y su ansiedad por salir al aire. Galería y video.

En diciembre de 2007 Jorge Lanata abandonó el aire. Ahora, en 2012 volvió por Radio Mitre (AM 790, de 13 a 14.30) con "Lanata sin filtro". Y lo hizo con el estilo que lo caracteriza. Ya en la presentación avisó al CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, "Magnetto, Magnetto, me aprendí el libreto". Estuvo acompañado en el aire por Luciana Geuna, Osvaldo Bazán, Nicolas Wiñazki y Adriana Verón.

Lanata llegó 10.17 a la radio en la calle Mansilla, en el barrio de Palermo. Se sentó en el estudio y comenzó a fumar. "Vamos que estoy cansado de esperar", se quejó poco antes de comenzar el programa.

En la primera media hora habló de un supuesto testaferro del vicepresidente Amado Boudou. Hubo además entrevistas y un móvil con el músico Pipo Cipolatti que contó como estaba el tránsito y la nueva medida del PRO para evitar que los autos entren en microcentro durante buena parte del horario de oficina.

Antes del aire le dio la bienvenida Samuel "Chiche" Gelblung (8.30 a 13) y cuando ya se aceraba el final de su programa, conversó con Ernesto Tenembaum (14.30 a 17) acerca del enojo del senador Aníbal Fernández con TN por comentar que él discutio en un momento con la modelo Jazmín de Grazia.

Una vez finalizado, el periodista le contó a Perfil.com sus primeras impresiones: "Se hace corto. La primera media hora fue como 'uau'. Tiene que ver con el tipo de información y con la actitud de decir esto es en serio, no estamos jodiendo, no es una opinión, no es lo que yo creo".

Contó que "en la radio me siento cómodo, es como mi casa" y avisó que "El primero (programa) fue fuerte, esperemos que el segundo sea mas fuerte"

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires  el lunes 6 de Febrero de 2012.

domingo, 5 de febrero de 2012

José Luis Cabezas... De Alguna Manera...

No entrar en el juego...

 José Luis Cabezas. Dibujo: Pablo Temes.  

Quince años del asesinato de Cabezas. Vi por la Web el fragmento del programa 6,7,8 en el que Orlando Barone habla de José Luis Cabezas. Desde mi punto de vista, el periodista toca un punto sensible de la labor periodística en la Argentina. Se trata de la relación de la prensa con el entramado mafioso del poder. No me pareció que Barone degradara la labor de Cabezas, sino que sostenía que el fotógrafo era una parte menor de un engranaje mediático con piezas de mayor importancia en las llamadas investigaciones sobre ciertos personajes públicos.

Decir que no murió en Afganistán, como afirmó Barone, no parece contribuir a la buena fe de sus dichos, pero nuevamente creo que no se puede soslayar un tema, y su correspondiente debate, por una desgraciada expresión o una supuesta mala intención del autor de ésta.

Estamos ya adiestrados en calificar las expresiones de acuerdo con quien las emite. Identificamos a nuestros adversarios como si fuéramos burócratas al servicio de una causa sagrada y hacemos lo posible para desestimar, cuando no distorsionar, sus dichos.

Hoy, la prensa oficial y opositora, en general, no parece tener otro modo de acción que el de mostrar la perversión de los de la vereda de enfrente, y en este mundo de perversiones globales, la información no existe; el análisis, menos, mientras se multiplican las acusaciones a los difamadores que siempre están en la vereda de enfrente.

Yabrán era un intocable, e invisible. Por supuesto que nadie podía suponer que la publicación de su foto en un medio masivo iba a provocar su asesinato con dos tiros en la cabeza, y menos aún, que sus asesinos estén en libertad. Nadie lo esperaba ni podía suponerlo, pero esto no significa que no se estuviera consciente de que sí podía suceder, en un país en el que el Estado y sus servicios han llevado a cabo crímenes de todo tipo cuando se descubre una verdad que desnuda su estructura de poder, y que en los llamados gobiernos democráticos este dispositivo no ha sido desmantelado. Ni en tiempos de Menem ni ahora.

Muchos recordarán que en la misma época, en una entrevista a un poderoso dirigente gremial, por la molestia que le causaban las preguntas del cronista, le preguntó sin inmutarse si no quería terminar en el Riachuelo. O la epopeya dolorosa que padecían periodistas y fotógrafos cuando querían conseguir alguna primicia de María Julia, cuando lucía sus pieles, y la funcionaria mandaba a su custodia a que apaleara a los entrometidos paparazzi.

El crimen de Cabezas no sólo está impune, sino que confirma que hay límites por todos conocidos que nos obligan a preguntarnos sobre la protección que reciben o que deberían recibir cronistas, periodistas, fotógrafos, camarógrafos, etc., en investigaciones en las cuales sus espaldas no están cubiertas y la impunidad de los poderosos es la regla.

Cuando se habla de calidad institucional, no es sólo una remisión a una treta de campaña electoral ni un artilugio de republicanos cesantes; se habla de vida y muerte, y cuando esta calidad –para llamarla de un modo poco adecuado– no sólo está ausente; más aún, cuando se la descuida con sorna, hay que tener cuidado.

La paranoia –por no decir la prudencia–, en nuestro país, es un mecanismo de defensa necesario y urgente ante un poder impune con pretensiones de expansión a cualquier costo.

Responsabilizar a editores o dueños de medios de aquel crimen es de cobardes, y una muestra de la degradación, esta vez sí, a la que ha llegado la tarea periodística en la Argentina. Se usa cualquier información con total impudicia con el objeto de denostar a quien se declara enemigo. Pero no por eso hay que entrar en el juego, aunque más no fuere para no colaborar con la decadencia general y avalarla con procedimientos sino similares, con el riesgo de ser confirmatorios, a pesar de las intenciones, de la situación comunicacional que vivimos. Por el contrario, es mayor la exigencia que debemos tener con nosotros mismos para no dejarnos mimetizar por la mediocridad de un periodismo degradado.

Segundo tema. En estos días hemos presenciado una discusión con varios personajes acerca de la identidad política e ideológica de Jorge Abelardo Ramos. Sin entrar en la búsqueda de situaciones, palabras, gestos y cartas personales, que rectifican o ratifican su adhesión menemista, no resulta claro en qué puede llamar la atención que un hombre clave del revisionismo histórico haya apoyado a Menem, a su política de privatizaciones, a sus relaciones carnales con los EE.UU, a su abrazo con el almirante Rojas, los ositos de peluche a los kelpers, porque no sólo fue el único, sino uno más de tantos peronistas que lo hicieron con entusiasmo, lirismo y argumentos. El riojano con patillas, repatriador de Rosas, evocador de las montoneras, representaba lo más noble de la tradición nacional y popular.

Había derrotado a esa especie de socialdemocracia peronista que era el movimiento de la renovación que imitaba al alfonsinismo, y su simbología permitía que se volviera a las fuentes que hicierona la patria grande antes de la integración en el mercado mundial y del aluvión inmigratorio que produjo a la Argentina gringa.

La política de Menem estaba subordinada en importancia a su ideología con sus referentes históricos alabados por la tradición a la que pertenecía. La realidad mundial podía obligarlo a tomar medidas en apariencia no acordes con el nacionalismo de otras épocas, pero a nadie se le ocurría que por eso era un traidor; todo lo contrario, lo consideraban fiel en su amor al pueblo peronista y a los héroes epónimos de la nostalgia colonial y al caudillismo de chiripá, poncho y facón. Sus medidas políticas tan admiradas no hacían más que reflejar su visión de estadista. Veía el horizonte.

Puede recorrer quien disfrute de este tipo de hallazgos las frases de los discursos y declaraciones de políticos y de gente de la cultura nacional y popular, para detectar todas las veces que emplearon la palabra “estadista” cuando se refirieron al ex presidente.

Hoy no sucede algo muy diferente. Lo que importa es la ideología –llamada por los avances de la República de las Letras “relato”– que ha sumado a la epifanía nacional a la juventud maravillosa de la década del setenta y a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, lo que subordina a esta fe política cualquier medida que pueda ser cuestionable por quien no profese la religión de la argentinidad. Ni los glaciares ni la explotación minera ni los negocios energéticos ni los secretos de Caja ni Sueños Compartidos ni los esfumados fondos de Santa Cruz, nada de una larga lista de objeciones, podrán hacer mella en el credo nacional y popular.

La palabra “estadista” también ha recuperado vigor en la figura esta vez de Néstor Kirchner para trasladarla de acuerdo con el vértigo de los acontecimientos a la actual figura presidencial. Nada cambia, la variación de los factores conserva el producto.

© Escrito por Tomás Abraham (*) y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 4 de Febrero de 2012.

(*) Filósofo. (www.tomasabraham.com.ar).

Tarjeta SUBE... De Alguna Manera...

Publican datos personales de 1.000 usuarios de las tarjetas SUBE...


“Es una solución ágil y sencilla diseñada para el transporte público de pasajeros, que permite abonar con una sola tarjeta viajes en colectivos, subtes y trenes adheridos al sistema”, dice el slogan de la tarjeta SUBE disponibles en la Argentina. Sin embargo nada dice en cuanto a la seguridad de los datos personales de los que consigan, si tienen suerte, hacerse de una.
 
Este viernes —y de manera anónima— se publicó un listado con 1000 itinerarios de ciudadanos argentinos usuarios de la tarjeta SUBE, por parte de un grupo denominado: #OpTango que dice pertenecer a la red Anonymous.
 
 “En Argentina a diario se observan problemáticas por cuestiones de control por parte del estado. Cámaras en la calle cada dos cuadras, edificios y patrulleros, la creación de una base de datos con información biométrica de cada ciudadano desde que nace y el rastreo de sus movimientos”, reza el sitio: http://pastehtml.com/view/bm5wlsazn.html

“El proyecto de monedero virtual (SUBE) impuesto por el gobierno argentino exige identificación por DNI cuando no es necesaria y luego rastrea cada uso de esta tarjeta, creando una base de datos del ir y venir de cada ciudadano”, afirma el sitio.
 
“Como si este sistema de monitoreo de la población y la existencia de esta base de datos sensibles signos de una sociedad de control no fueran suficientes, los datos están prácticamente al alcance de cualquiera”, explica, mientras, demostrando la fragilidad con la que se manejan los datos personales, pasa a reproducir los datos de 1000 viajeros con número de tarjeta, tipo de transporte, línea, lugar de origen, el costo del viaje y el saldo de la tarjeta.
 
Recientemente, el Gobierno anunció que sólo las tarjetas SUBE tendrán subsidio, por lo tanto aquellos que deseen obtener este beneficio, deberán comprar la tarjeta entes del 20 de febrero y usarla con exclusividad, lo que provocó que en dos días se entreguen 270 mil SUBE; lo que antes se pedía en un mes.
 
Según explica el sitio sobre seguridad de la información, http://blog.segu-info.com.ar/#axzz1lY5WesOe, datos personales en tal detalle no está en buenas manos y puede ser más fácil de conseguir para un ilícito de lo que se cree.
 
Ingresando a la web de SUBE, en la parte superior, a la derecha, existe una vínculo con “Mis Viajes”. Una vez allí, se solicita el número de tarjeta a consultar y un CAPTCHA (una serie de letras, números o combinaciones que se muestran en una imagen distorsionada que aparece en pantalla y que evita la automatización). Una vez allí, se brinda información sobre fecha, horario, tipo de transporte (colectivo, tren o subte), línea, lugar de origen, el costo del viaje y saldo de la tarjeta.
 
“Si bien para realizar la consulta, se debe disponer del número de tarjeta e ingresar un CAPTCHA se puede ver que la información brindada por sí sola no es crítica pero, es lo suficientemente clara como para poder cometer un ilícito. Si pensamos que estos datos pueden ser los de un menor de edad, sí se vuelven lo suficientemente importantes como para que no deban ser revelados de forma tan sencilla”, afirma http://blog.segu-info.com.ar/#axzz1lY5WesOe
 
Hay que recordar que el Gobierno no tiene muy buena reputación en cuanto al sistema informático de la seguridad de los datos personales. En pleno auge de renunciamiento voluntario de subsidios, a fines del año pasado, el sitio de Internet donde uno podía renunciar a ese beneficio demostró sus fallas al exponer en esa nómina los nombres, entre otros, de Néstor Kirchner y Emilio Massera. La conexión entre el usuario y el servidor no estaba encriptada y cualquiera podía ingresar datos falsos, o bien robar todos los que se ingresaban.
 
“Exigimos que las tarjetas SUBE sean anónimas. Somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. Espérennos”, finaliza #OPTango dando evidencia firme de una nueva irresponsabilidad oficial.
 
© Escrito por Eliana Toro y publicado en Tribuna de Periodistas el sábado 28 de Enero de 2012.

Huracán 2 vs. Atlanta 2... De Alguna Manera...


Lo festejó el Bohemio…


 

Huracán le ganaba 2-1 a Atlanta en el Ducó, pero Nicolás Ramírez metió el empate para que el equipo de Ghiso, que se fue satisfecho con el punto. Hubo polémicas.

Lo ganaba dos veces Huracán, lo empató dos veces Atlanta. En el primer tiempo, al minuto. En el segundo, poco más de un cuarto de horas después. El Globo no pudo ganar en su casa y dejó dos puntos más en el camino: lo tuvo para ganar cuando estaba 2-1 y se perdió goles. Además, hubo dos jugadas polémicas que le anularon al equipo de Cocca, que terminaron en gol, y que obviamente hubieran cambiado el rumbo del partido.

Era un partido importante, teniendo en cuenta que Atlanta podía igualar en el promedio al Globo si le ganaba. Le empató e igual lo celebró porque lo levantó dos veces. Lo pudo ganar después de empatar, pero se sintió cómodo con el 2-2 y se cerró en el final para llevarse el puntito. Ese puntito que el Parque Patricios los dejó con gusto a poco. A muy poco.

© Publicado en el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 4 de Febrero de 2012.


Cocca Light…



Pese a las protestas de todos por los goles anulados, el DT destacó: “Mejoramos mucho con respecto al 2011”.

Con ansiedad, se esperaba la palabra de Diego Cocca tras las polémicas sobre los goles anulados a Huracán. Pero lejos de hacer foco en ello, el entrenador se mostró conforme por el rendimiento de su equipo. “Asumimos el rol de protagonistas, manejamos la pelota y creamos varias opciones de gol. Producto de ir a buscar el partido dejamos algunos espacios y nos vamos con bronca porque nos hicieron un gol de otro partido”, dijo. Al ser consultado acerca de la actuación de Luis Alvarez y los goles anulados por los asistentes, el DT evitó puntualziar: “Se equivocaron una vez en el primer tiempo y otra en el segundo pero... me quedo con las cosas buenas que hicimos. Mejoramos mucho con respecto al año pasado y, si bien tenemos cosas para corregir, hay varios puntos positivos que me dejan tranquilo”.

Sobre el rendimiento de Alexis Ferrero y Javier Yacuzzi, los dos refuerzos de verano, a Cocca le quedó una sensación ambigüa: “Son dos jugadores muy importantes y que aportaron su experiencia. Sabía que a Yacuzzi le iba a costar un poco más porque viene de un fútbol distinto e hizo la pretemporada por la mitad. Pero con el correr de los partidos, se va a ir afirmando y va a andar”.

Una vez más, el hostigamiento de la gente se hizo sentir con el empate decretado. Y Cocca se lo tomó con tranquilidad: “La gente tiene derecho a protestar porque todos queremos ganar. Es el primer partido del año y no hay que desesperarse porque vamos por buen camino”.

© Escrito por Fernando Romano Fromano y p Publicado en el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 4 de Febrero de 2012.


Las fotos...




 Los Goles...

  

Islas Malvinas Argentinas... De Alguna Manera...

Disipar la neblina...

 
- La Argentina tiene derechos sólidos sobre las islas Malvinas. La Constitución nacional, en una cláusula transitoria agregada en la reforma de 1994, establece que su recuperación “es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”. Por ende, de su Estado y de sus contingentes gobiernos.

- La dictadura militar lanzó una guerra delirante que llevó a una derrota veloz y tremenda. La aventura tuvo enorme apoyo popular, acaso tan grande como el desencanto ulterior.

- Muchas víctimas dejó la guerra. Los que murieron, los sobrevivientes, sus familias, sus núcleos de amigos.


Esa mochila, cargada de dolor y contradicciones, pesa sobre la sociedad y el Estado.

Desde la reinstauración democrática todos los gobiernos han tentado vías pacíficas para forzar (o persuadir) a los británicos a negociar.

Ha primado un criterio sensato para manejar los conflictos de límites con los países vecinos. Un viraje auspicioso respecto de un pasado en el que las hipótesis de conflicto (más con las naciones vecinas y hermanas que con Gran Bretaña) eran menú cotidiano de las Fuerzas Armadas y de muchos dirigentes políticos.

En ese marco, la orientación elegida por la Presidenta es la más adecuada. Mantener el reclamo en foros y organismos internacionales, sumar adhesiones de terceros países.

Los dos gobiernos kirchneristas acentuaron las acciones, contando con el aval de los países de la región. En esto, como en tantas otras variables, hay un “viento de cola” (un escenario de integración) muy potenciado por la acción política. Los gobiernos nacionales-populares, progresistas o populistas son una realidad. La articulación, una tarea cotidiana, bien ejecutada.

Desclasificar el “Informe Rattenbach” es una medida institucional que ayudará a conocer los hechos y conjuga con el rumbo elegido.

Desde el Gobierno, se enfila adecuadamente. Lo reconoce la propia oposición y (aunque con esfuerzos) intelectuales muy críticos como Beatriz Sarlo y Vicente Palermo.

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En sendas notas publicadas en La Nación, Sarlo y Palermo puntualizaron que hay un vacío a debatir que es el apoyo civil a la dictadura en ese trance. Palermo tiene escrito un libro, Sal en las heridas, en el que desmenuza ese tema y cuestiona muchos otros ejes (a su ver) de la tradición malvinera: el unanimismo, un nacionalismo extremo, un sesgo favorable al belicismo, sin agotar la nómina ni aspirar a la síntesis. El texto es rico en investigación, citas históricas y background de todo tipo. Por eso es recomendable aun para aquellos que (como el cronista) no comparten en buena medida sus tesis esenciales. Tal vez ése deba ser el rol de intelectuales, académicos y periodistas: dotar de instrumentos aun a los que no coinciden con sus posiciones.

Como insumo para una polémica ardua, el cronista insinúa que el más fuerte modo de autocrítica de que disponen las sociedades es revisar sus conductas o instituciones. La Argentina abandonó la guerra, el pacifismo es la regla no sólo en las relaciones exteriores sino en todas las formas de movilización política. Los gobiernos surgidos del voto, ya se dijo, concuerdan con ese punto.

¿Se repara o elabora así el desvarío colectivo? Cada cual dirá. Sin proponerse una respuesta tajante, permítase una digresión personal. El cronista fue uno de los (¿muchos, pocos, contados?) que jamás se entusiasmó con la “gesta” promovida por la dictadura. Participó en la movilización reprimida del 30 de marzo, intuía (con horror) que una victoria bélica podía insuflar nuevos bríos a un régimen ya en declive. Cualquier desenlace le parecía (era) espantoso porque a veces la historia no habilita disyuntivas virtuosas.

Cierto es que León Rozitchner, con su desafiante firmeza intelectual, escribió: “Declaro humildemente que he deseado el fracaso de la guerra... la realidad coincidió con mi deseo”. Compartiendo el encuadre político, al cronista le resultaba imposible desear la derrota, que implicaba un baño de sangre para los soldados.

El cronista fue a la Plaza el gran día de Galtieri. Estupefacto, creía que no había la multitud que describían los medios. Acompañando a un grupo de compañeros, se asombró al ver marchar a tantos padres de familia, acompañados por la patrona, el gordito con la camiseta de la selección, la nena en brazos. No los odió, cree evocar, pero se sintió un marciano en su país y en su ciudad. Ellos han olvidado (o reescrito) su adhesión y viven en democracia. No sabe este escriba si se les puede exigir más.

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Otro debate recorre el aniversario. Existió desde el regreso de las tropas, cobró un nuevo vuelo a partir de la política de derechos humanos del kirchnerismo y sus repercusiones. Es la revisión del mito de los “Héroes de Malvinas”. La expresión, se recuerda, la pronunció el presidente Raúl Alfonsín, consistente crítico de la movida militar en 1982. En 1987, en medio de una serie de retrocesos respecto de sus mejores iluminaciones, Alfonsín llamó “héroes” a los golpistas carapintadas. Incurría en un grave error. Se lo criticó siempre pero el cuestionamiento cobró otro vigor desde 2003, con la película Iluminados por el fuego de Tristán Bauer y con los trabajos del historiador Federico Lorenz (el listado no aspira a ser exhaustivo). Parafraseando a Lorenz: es aberrante poner en un mismo saco a los conscriptos que cumplieron con un deber ciudadano y padecieron lo indecible con los que quisieron “limpiar” la guerra sucia con una convencional, de tinte patriótico. El libro de Lorenz Las guerras de Malvinas, próximo a reeditarse, expresa inmejorablemente ese punto de vista. También lo sostienen Asociaciones de ex combatientes constituidas exclusivamente por conscriptos que disienten con otras, integradas por militares profesionales que participaron en el terrorismo de Estado.

Releer la guerra desde 2011 implica no sólo repudiar la empresa misma, también enrolarla en la lógica de la acción genocida, en la secuencia de violaciones de derechos humanos. Los militares incurrieron en ellas en el continente y en las islas, antes y durante la guerra. Una revisión seria genera dilemas complejos, hay muertos en la guerra que fueron represores, entre ellos el primer caído en el desembarco, el capitán Giachino. Hay instituciones que los honran, escuelas que llevan su nombre.

Lorenz escribe que “no hay honra posible en quienes llevan en las manos sangre de compatriotas”. Soldados que fueron sus subordinados y sus víctimas, hoy hombres maduros, accionan legalmente para que sus crímenes sean juzgados como de lesa humanidad. Otro reclamo es la revocación de los indultos del presidente Carlos Menem a los carapintadas.

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Las víctimas que no están y las que sobreviven exigen respeto, contención y reparación. Nunca debieron ser embarcados, su sacrificio fue en aras de fines espurios. Pero sucedió, carga sobre la conciencia y la responsabilidad colectivas: es un legado que la sociedad y el Estado deben honrar. Entre otros modos, redoblando la voluntad firme y pacífica de recuperar las islas.

© Escrito por Mario Wainfeld y publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 5 de Febrero de 2012.

Cipayos y Cipayas… De Alguna Manera...

Cipayos y Cipayas…

 Arturo Jaureche.

El aparato de propaganda estatal acusó a Jorge Lanata de "vendepatria". Cómo detectar traidores.

En la Argentina tratar de pensar en libertad se parece cada día más a un delito; discutir es un verbo que ha caído en desuso: nadie discute, se acusa, se señala, se grita.

El aparato de propaganda estatal tiene una actitud canina: está vigilante, atento, dispuesto a ladrar ante cualquier intrusión. La Patria tiene copyright, el campo nacional y popular tiene alambrado y los dueños de la verdad ya hicieron la escritura.

Es gracioso que un de-sobediente como Jauretche se haya transformado, hoy, en un ícono de la obsecuencia gubernamental. Eso habla, también, del nivel de ignorancia y manipulación: los chicos de La Cámpora deben creer que Jauretche es un modisto francés: consumen Jauretche pasado por la procesadora de Aníbal Fernández.

Fue justamente don Arturo quien introdujo en el ensayo político argentino la palabra “cipayo”. “Cipayo” proviene del persa, sipahi, y así se llamaban los miembros de la tropa de caballería de elite, una de las seis divisiones de caballería del ejército del Imperio otomano. En el Imperio británico llamaban cipayos a los nativos de la India reclutados al servicio del Reino Unido, Francia y Portugal.

Cipayo es el nacional que pelea a sueldo por el enemigo. Yo, que he sido comunista y terrorista en la época de Alfonsín, narco, trolo y falopero en la de Menem, golpista en la de De la Rúa, mercenario, esbirro de Magnetto y pro milico en la de El y Ella, soy ahora “cipayo” para el aparato de propaganda estatal.

El bautismo sucedió luego de que The Observer publicara en Londres, el domingo pasado, mis opiniones sobre Malvinas:

“Las Malvinas son parte de nuestra imaginación, estamos cegados por años de retórica”, dijo el cipayo.

Trataba de plantear lo siguiente: la manera de “argentinizar” las islas es integrarlas, no aislarlas; vetar los permisos de pesca es una maniobra imbécil y menor: tardan diez minutos en cambiar la bandera de conveniencia y siguen pescando. Lo que hay que hacer es poblar Malvinas, integrarlas: médicos argentinos trabajando en sus hospitales, malvinenses estudiando en Gallegos, trabajadores temporales en uno y otro lado. Crear lazos verdaderos y no retórica en tribunales internacionales que no sirven para nada.

Porque si mañana, por milagro, recuperáramos las islas, ¿qué haríamos con los 2 mil tipos que viven ahí? ¿Fusilarlos? ¿Darles planes Trabajar? ¿Tarjetas SUBE?

El aparato estatal reaccionó de manera coordinada: los programas de Diego Goebbels y la web de Javier Ramero (no es error de imprenta, Ramero, porque de eso trabaja) coincidieron en acusarme de cipayo.

Las voces críticas del oficialismo me hicieron reflexionar. Aquí van algunos datos que pueden servir como detector de cipayos en la Argentina:

Sólo un tercio de las 500 empresas más grandes del país son argentinas: según el Indec, sobre ese total apenas 176 son de capitales locales. La transnacionalización de la economía, iniciada en los 90, siguió aumentando con El y Ella.

Desde la reunión en 2010 de Ella con Peter Munk, el presidente de la Barrick Gold, el diputado Miguel Bonasso viene denunciando los compromisos K con las mineras. Un informe técnico publicado en 2005 advirtió que la superficie de los glaciares disminuyó entre el 56% y el 70% por las actividades en Pascua Lama y Veladero. Barrick actúa en connivencia con los gobiernos de San Juan y nacional.

En Catamarca denunciaron la aplicación de la Ley Antiterrorista contra asambleístas que se expresaron contra la ley minera en la provincia. Fue la primera vez que se aplicó la norma negociada por la Argentina con el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).

En 2009 la Argentina condenó duramente el golpe de Estado en Honduras y dio apoyo político internacional al reclamo del destituido mandatario, Manuel Zelaya. Ahora el canciller Timerman hijo tuvo un encuentro con el presidente golpista Porfirio Lobo Sosa y afirmó que “se busca establecer un diálogo productivo y de cooperación”. En 2010 la misma Cancillería había condenado las violaciones a los derechos humanos en ese país.

Grupos económicos de Canadá, Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña y Suiza controlan en la Argentina el mercado del litio, denominado “el petróleo que viene”.

En los últimos dos años se han registrado inversiones por exploración por alrededor de 100 millones de dólares, en una riqueza que contienen los salares locales calculada en 260 mil millones de dólares.

El 30% del litio se destina a la producción de baterías para autos y productos electrónicos de consumo masivo, otro 20% a la producción de aluminio, un porcentaje similar a la confección de vidrios y cerámicas y el resto a la fabricación de lubricantes.

En Salar del Rincón (Salta) explota el litio Ady Resources, una firma australiana.

En el Salar de Olaroz (Jujuy) operan Orocobre, asociada a Toyota, y Minera Exar, vinculada con Mitsubishi.

En el Salar de Hombre Muerto, entre Catamarca y Salta, opera Rodhini Lithium, canadiense.

En los salares Incahuasi, Pocitos y Arizano, Exar. En el Salar Centenario (Salta), Bolera Minera, vinculada con la francesa Bolloré y Pininfarina, que también lo hace en el Salar Chancarí, en Jujuy.

En las Salinas Grandes, de Salta y Jujuy, explota el litio South American Salars, australiana.

En el salar salteño de Uyuni lo hace Minera del Altiplano, de la norteamericana FMC.
En el Salar de Pozuelos, la compañía coreana Ekeko. Y en el Salar de Llullaillaco (Salta), Minera Solitario Argentina, de la canadiense TNR Gold.

La merluza, columna vertebral de la actividad pesquera, se encuentra en peligro de extinción. Los buques asiáticos, en su mayoría chinos, depredan en nuestro mar la merluza y su principal alimento, el calamar.

De 95.000 buques pesqueros registrados en el mundo, 210 son argentinos y 40.000 son chinos, y la mayoría navega en el área austral. Entre 2 mil y 4 mil de estos buques pescan calamares en la milla 201 al norte de las Malvinas y también dentro del territorio argentino, porque los controles son inexistentes o ineficientes.

En Tierra del Fuego se firmó recientemente un convenio con Tdfeyq (Tierra del Fuego Energía y Química, de capitales chinos) para instalar una fábrica de fertilizantes para soja en Río Grande, que incluye la provisión de gas a 1,80 dólares por millón de BTU, mientras el precio internacional es de alrededor de cinco dólares. La oposición juntó 30 mil firmas que pedían una consulta popular sobre el asunto, pero fue ignorada.

“La presidenta Kirchner es no sólo una gran amiga mía sino también de los Estados Unidos”, dijo Barack Obama en noviembre del año pasado frente a una Cristina sonriente como Susanita en una tira de Mafalda.

“No se puede pasar por alto el liderazgo de los Estados Unidos a nivel global”, afirmó Ella.

Ahora ponga su detector de cipayos a funcionar y fíjese para dónde señala la flecha roja.

© Escrito por Jorge Lanata y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 5 de Febrero de 2012.

Hebe de Bonafini, su hijo Raúl... De Alguna Manera...

Bonafini se niega a reconocer los restos de quien podría ser su hijo menor, Raúl...

Postales del tiempo. Hebe, en la ronda del último jueves, y en la misma situación durante la dictadura, con un cartel con los rostros de sus dos hijos desaparecidos, Raúl y Jorge.

Hace diez años, la Justicia fue informada de que un cadáver hallado en Quilmes podría ser del hijo de Hebe. Ella nunca quiso aportar el ADN y la causa quedó estancada.


A mediados de 2008, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) inició los cotejos de varios restos óseos de NN que habían estado durante largos años enterrados en el cementerio de Ezpeleta, Quilmes. Entre ellos, según consta en la causa caratulada “Asamblea Permanente por los Derechos Humanos -La Plata-S/Presentación-Averiguación”, podría estar el cuerpo de uno de los hijos de Hebe Pastor de Bonafini, Raúl Alfredo.

Pero la titular de Madres de Plaza de Mayo se niega a presentar muestras de ADN para que el EAAF pueda confirmar la documentación presentada en la Justicia en 2001. Pese a que Hebe sabe que el cuerpo de su hijo Raúl podría estar en el depósito de EAAF de Capital Federal, no presentó muestras sanguíneas para comprobarlo, y desde la Asociación de Madres de Plaza de Mayo le dijeron a PERFIL que “no lo hará nunca porque, para ella, sus hijos siguen vivos”.

“Nunca voy aceptar la muerte ni la reparación económica ni la exhumación de cadáveres. Si yo no lo investigué, nadie tiene autoridad para hacerlo. Mis hijos están vivos”, dijo Bonafini en 2001 a La Nación.

Este informe pericial que recibió la Cámara Federal de La Plata hace diez años presentado por el entonces director provincial del Registro de Personas Desaparecidas, Alejandro Inchaurregui, contiene informes policiales que dan cuenta de un supuesto enfrentamiento armado y posterior “autoeliminación” para darle legalidad a la presunta muerte del hijo de Hebe.

“El día 7 del corriente, a las 21.30, en circunstancias que Comisión Policial efectuaba operativo de interceptación en Rotonda de Pazco (sic) y Camino Gral. Belgrano, son agredidos por 3 N. N. masculinos, ocupantes de un automóvil marca Chevy patente M-171.192, mediante disparos de armas de fuego, dándose a la fuga en dirección a Temperley. Móviles de esta Policía inician la persecución y al arribar a las calles Liniers y San Marcos, el Chevy sube a la vereda, descendiendo dos de los N. N. que huyen a pie, quedando el tercero en el interior del vehículo sin vida, el que presumiblemente se haya eliminado con sustancias tóxicas”, dice uno de los informes del 8 de septiembre de 1978.

Once días después, otro documento asegura: “Los datos del delincuente muerto son los siguientes: Raúl Alfredo Bonafini (sic), hijo de Humberto Alfredo y Hebe María Pastor, nació el 3 de Julio de 1953 en la localidad de La Plata. Las causas que motivaron la muerte del mencionado delincuente fueron autoeliminación, ingirió pastillas de cianuro”.

Estos documentos que posee la Justicia están acompañados por el acta de defunción 858 I B de la delegación Quilmes del Registro Provincial de las Personas y un informe de la Municipalidad de Quilmes del 7 de febrero de 2001, que da cuenta de que “se encuentra ingresado un NN (masculino), el día 8-9-78, en la sección 215 bis Sepultura 35”.

Sin embargo, en este documento que responde a un pedido de información de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, se agrega que “no es posible determinar si los restos siguen en ese sector, dado que el mismo es un lugar en donde no se encuentran delimitados por cruces, ni placas, pudiendo recurir a la memoria de algún empleado de esos años, a fin de que pueda delimitar un radio aproximado de 5x15, con lo que se podrían realizar las investigaciones que Uds. Crean convenientes”.

“Estamos haciendo los cotejos de los cuerpos exhumados del cementerio de Ezpeleta, en algunos casos logramos indentificarlos (cerca de diez desaparecidos). Tenemos dos formas de hacerlo, a través de una comparación dactiloscópica o por comparación de ADN. En el caso de Hebe, no tenemos muestras sanguíneas como para hacer un cotejo”, explicó a PERFIL Daniel Bustamante, investigador del EAAF.

Una compañera de militacia de Raúl del PCML, María Cristina Gioglio, quien estuvo secuestrada y declaró que lo vio en el centro clandestino de detención de Arana, pensó en pedir a la Justicia el avance en la investigación del NN que podría ser su compañero, pese a la negativa de Hebe. Pero Gioglio contó a este medio que “si la mamá se opone y no da muestras, no podemos hacer nada porque el padre falleció y el otro hermano está desaparecido. Si nos presentábamos a la Justicia, estábamos en un callejón sin salida”.

“Somos totalmente respetuosos de lo que manifiestan los familiares. Nosotros continuamos con la campaña y convocatoria a las familias para que den muestras, ya que no todos los familiares las dieron”, explicó Bustamante.

Una posición histórica que terminó dividiendo a los familiares.

En 2005, Cecilia de Vincenti había decidido que las cenizas de su madre, Azucena Villaflor, identificada y exhumada por el Equipo de Antropología Forense, fueran esparcidas por la Plaza de Mayo. Su decisión generó polémica entre los organismos de derechos humanos. Hebe de Bonafini se le acercó y Cecilia esperó la peor crítica. “Es tu mamá. No estoy de acuerdo con tu decisión, pero la respeto”. La hija de Azucena se dijo a sí misma que había tomado la decisión correcta.

Era una Bonafini muy distinta a la que en 1986, un juez de Mar del Plata  había dictado prisión preventiva por “atentado, resistencia a la autoridad y desacato”, luego de que impidiera la exhumación de cadáveres NN ordenada por la Justicia tras el pedido de los familiares de dos desaparecidos, Liliana Pereyra y Alberto Fonseca. Ante la noticia, Bonafini y otras Madres cercaron el espacio excavado, recuerdan los medios de la época. La exhumación fue impedida.

Debido a esta postura de Bonafini y a su oposición al gobierno de Raúl Alfonsín, que la enfrentó duramente con las Abuelas de Plaza de Mayo y a un sector de su propia agrupación, las Madres se dividieron ese mismo año en la Asociación Madres de Plaza de Mayo y la Línea Fundadora. Fue luego de que la vicepresidenta de Madres, María Adela Antokoletz, intentara ganarle las elecciones y su lista fuera retirada aduciendo “defectos de forma en los trámites electorales”.

Entonces, Bonafini reclamaba que “se investigue la identidad de los asesinos y no que se identifique a los muertos”, y entendía que la exhumación tiene el propósito de “terminar con la figura del detenido-desaparecido”.

El diario El País, de España, informó en su edición del 8 de febrero de 1986: “Madres y abuelas se enfrentaron recientemente cuando las primeras impidieron la exhumación de nuevos cadáveres N.N. en enterramientos clandestinos. Las madres exigían una aclaración judicial sobre los cadáveres a desenterrar (quién los había matado, quién los ordenó enterrar, etcétera); las abuelas sólo pretendían aliviar sus dudas identificando restos familiares”.

© Escrito por Rosario Ayerdi y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 5 de Febrero de 2012.