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sábado, 16 de noviembre de 2024

Cada vez menos espacio para pymes… @dealgunamanera...

 Cada vez menos espacio para pymes…

En crisis. La actividad comercial, con gran incidencia económica y laboral, sufrió una caída del 8%. Fotografía: NA​​​​

Los datos más recientes sobre la actividad económica muestran un panorama bien alejado de la supuesta recuperación que pregona el Gobierno. Y aun en las contadas excepciones sectoriales, es poco lo que cabe esperar como fuente de creación de puestos laborales, luego del crecimiento de la desocupación, consecuencia de la drástica recesión inducida por las mismas autoridades con la mega devaluación de la moneda desde diciembre pasado.

© Escrito por Carlos Heller, dirigente cooperativista, el viernes 15/11/2024 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Lo que evidencia el programa económico desplegado, con eje en el ajuste del gasto público, las desregulaciones dispuestas y el plan de privatizaciones en marcha es un sesgo favorable a los grupos concentrados y perjudicial para las pymes. 

Un repaso a los indicadores muestra que la Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria fue de apenas un 62,2% en septiembre, cuando un año atrás estaba en 67,9%. El único rubro con crecimiento interanual en el aprovechamiento de sus equipos fue Productos Alimenticios y Bebidas (que pasó del 62,4% en 2023 al 68,2% en 2024). Pero eso se debió principalmente a una mayor molienda de oleaginosas: la elaboración de aceites y subproductos experimentó un aumento extraordinario del 115,1% interanual debido a la comparación con un período afectado por la sequía. 

Diagnóstico preocupante. 

El preocupante escenario fue descripto incluso por un centro de estudios privado e insospechado de populismo, la Fundación Mediterránea (FM). Según su diagnóstico, solo 5 de los 14 principales sectores de actividad exhiben un nivel de actividad superior al del año pasado: Pesca, 17%; Minería, 6%; Agro, 4%; Electricidad, Gas y Agua, 2%; y Enseñanza, apenas 1%.  

El mismo informe de la Fundación Mediterránea advierte, sin embargo, que esos cinco sectores representan el 15% del empleo privado. En cambio, las actividades de mayor incidencia económica y laboral exhiben caídas importantes: Construcción, -18%; Comercio, -8%; y la Industria manufacturera, -7%. 

No puede sorprender que los propios autores del informe señalen «las dificultades que también comienzan a aflorar en el mercado laboral, y que podrían profundizarse».  

Hay que recordar que el desempleo abierto creció en un breve período de tiempo, durante la actual gestión, del 6,2 al 7,6%, mientras la tasa de subocupación pasó del 10,6% al 11,8% en igual lapso.  

Esta tendencia, según la Fundación Mediterránea, tendrá un impacto previsible: «La recuperación económica seguirá siendo lenta, debido a que está centrada en sectores con menores impactos en la masa salarial, y posterga el crecimiento de actividades económicas vinculadas al consumo masivo». 

Desde luego, las consecuencias del modelo en curso no son las mismas para el empresariado oligopólico que para las pequeñas y medianas compañías. Al respecto, si ya estaba claro que las distintas medidas oficiales que se van tomando no son favorables a las pymes, ahora el presidente Javier Milei fue más explícito.  

Dijo que «hacer distinciones entre grandes empresas y pequeños emprendedores» es «una aberración». Y continuó: «Se pasan preocupados por las pymes, así nunca van a crecer. ¿Cuál es el incentivo? Es un incentivo a ser chiquitos, no es un horizonte para un empresario. El empresario, si pudiera, se quedaría con todo el planeta y eso es lo que tiene que hacer».  

Esa defensa de las empresas de mayor participación en cada mercado choca con múltiples ejemplos en sentido contrario, a partir de conductas no competitivas, remarcación de precios, fuga de capitales. Se conjuga, además, con el desconocimiento de las dificultades de crecimiento de los países con escasa actuación de pymes en la economía y su contribución a la mejora en la distribución de los ingresos. 

Más allá de los discursos, el resultado de las políticas aplicadas es contundente: de acuerdo con informaciones de cámaras que agrupan a las pequeñas y medianas empresas, en lo que va del año cerraron 16.500 pymes. Solo entre julio y octubre dejaron de operar 6.500, en medio de un cuadro de aguda caída del consumo interno y aumentos de los costos de los servicios públicos, entre otras dificultades de contexto.  

Lo cierto es que este Gobierno frena a muchas empresas cuando no hace obras públicas, dispone tarifazos energéticos, achica el mercado interno y dificulta la exportación con la apreciación cambiaria. 

El presidente declaró, días atrás, al visitar la firma tecnológica Ualá: «Prefiero venir acá a felicitarlos y no a inaugurar una obra pública costosa e ineficiente, que nadie quiere. Dicho sea de paso, no puedo inaugurar obras públicas porque, además, las corté de cuajo». 

Un mercado cada vez más chico, donde solo se desarrollen grandes empresas y unicornios, dejando en el camino a las pymes argentinas, a los trabajadores y a los jubilados, generando una gran concentración del ingreso e inequidad distributiva no parece ser la solución para las necesidades insatisfechas de amplios sectores de la población.




sábado, 30 de diciembre de 2023

Las pymes en alerta con el plan económico del Milei… @dealgunamaneraok...

Las pymes en alerta con el plan económico del Milei…

Aseguran que "las pymes tienen que adecuarse día a día". Fotografía: Freepick.  

La fuerte devaluación y el paquete de medidas que incluye el DNU anunciado por el Gobierno Nacional a pocos días de comenzar la nueva gestión, indefectiblemente traerá consecuencias directas en el sector de las pequeñas y medianas empresas bonaerenses y también a nivel nacional.

© Escrito por Camilo Alberto Kahale (*) y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.




El comercio minorista todavía tiene algo de movimiento en el marco de las fiestas de fin de año. En mayor o menor medida, la gente sigue consumiendo, pero la recesión ya comenzó a reflejarse. Sin ir más lejos, las ventas navideñas en los comercios minoristas pymes cayeron 2,8% con relación al pasado año, y el 44% de los comercios a nivel nacional vendió menos de lo esperado. Estos datos surgen de un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).En medio de un proceso que combina el cambio de gobierno, la devaluación del tipo de cambio oficial fuertes aumentos de precios, se advierte que la gente se está ajustando para reducir los gastos. Esta implica un cambio de hábitos que repercutirá en los indicadores de consumo.

Damián Di Pace: “El ingreso está cayendo tanto que el consumo se está retrayendo”    

En Argentina, según la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía de la Nación, las pequeñas y medianas empresas representan el 99,4% del total de empresas del país y emplean al 64% de los asalariados registrados. Además, según datos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, en el primer trimestre de 2023 las MiPyMEs crearon 140.000 puestos de trabajo con respecto al mismo período de 2022. Es un sector clave para la economía de nuestro país, de eso no hay duda, pero en los últimos 10 años viene siendo golpeado producto de una economía en constante crisis.  



Las pymes son parte de la comunidad y de la gente, y no escapan a la crisis general y al impacto de cualquier decisión política-económica del Gobierno de turno. Las pymes forman tejido social y económico en cada localidad y barrio, por eso son fundamentales y necesarias en la reactivación de la economía de un país.

Cuidar la industria nacional y las economías regionales.

Reactivar la industria nacional y preservar las economías regionales es crucial por varios motivos. No sólo influyen directamente en el desarrollo y éxito de cada sector, sino también en el crecimiento productivo y económico de la Argentina. En el contexto actual, la liberación de precios y la posible apertura de las importaciones impactará de lleno en las pymes de esos y otros sectores, lo cual pone en peligro su subsistencia. 

El Gobierno busca el déficit cero y esperemos que tenga suerte y mejore la calidad de vida de los argentinos.
 Pero el problema son las formas sin medir las consecuencias. Al mismo tiempo que se toman medidas de impacto, es necesario cuidar a los generadores de empleo y también el bolsillo de la gente. La clase media es la que más consume y ya lo está empezando a sentir. 

Aldo Abram sobre la liberación de importaciones: "Le van a poner un techo al mercado interno"    

Sabemos que muchas medidas son necesarias, que algo había que hacer para tratar de parar la inflación y no terminar en una hiper, pero al mismo tiempo es clave incorporar mecanismos de corrección, porque desde hace años que las pymes, los comercios minoristas, y la gente terminan pagando las malas decisiones políticas. No se puede cortar nada de cuajo sin medir las consecuencias, sin cuidar a los pequeños empresarios y comerciantes, sin defender el poder adquisitivo de los trabajadores. 

Está más que demostrado que a pesar de largos años de inflación y mala gestión, los comerciantes siempre buscan no despedir a su gente. Aún en tiempos de pandemia -con la ayuda del 50 por ciento del sueldo provisto por el Gobierno de turno-, no lo hicieron. Vemos que luego de las fiestas hay peligro de muchos despidos porque los empleadores no tienen margen para seguir sosteniendo sus planteles de trabajo. 

La idea del déficit cero es buena, pero no veo que las consecuencias recaigan sobre “la casta”, como dicen. Pedimos que se preserve la salud del sector pyme, que son las principales generadoras de empleo y cumplen un rol fundamental en la contención de los lazos sociales en contextos de dificultad. 

Estamos abiertos al diálogo para acompañar decisiones que no representen solamente recortes de gastos, sino que también estimulen la actividad de los sectores productivos y la generación de empleo, que es el camino para fortalecer el crecimiento de la Argentina. 

(*) Presidente de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA). La entidad nuclea a más de 250 cámaras que representan a las pymes bonaerenses de todos los sectores productivos.




   

viernes, 1 de marzo de 2019

Mauricio Macri en el Congreso… @dealgunamanera…

Estamos mal, eso prueba que vamos bien…


Una hora clavada habló el presidente Mauricio Macri. Sería un ejercicio interesante (y masoquista) observar la pieza sin sonido. Se notaría, aún más, cuán envejecido está el mandatario incluso debajo de la gruesa capa de maquillaje. Se percibiría un rostro entre tenso y enfurecido, sin concesión a una sonrisa o a un rictus amable ni siquiera cuando aludió al futuro pum para arriba. Están pasando cosas y el lenguaje corporal las denuncia.

© Escrito por Mario Wainfeld - mwainfeld@pagina12.com.ar -el viernes 01/03/2019 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con sonido, seguramente, la expresión más repetida fue “cambio profundo” con variantes mínimas. La cantidad de aplausos oficialistas, interminable. Una de las mayores ovaciones de las bancadas oficialistas premió al DNU sobre extinción de dominio, un desaire al propio Congreso. La incongruencia atañe a oficialistas de dos poderes.

Se vivieron momentos más psicóticos. Por ejemplo, cuando Macri enunció la reducción de la pobreza, la baja de la inflación, el crecimiento y la creación de empleo supuestamente sucedidos hasta 2018. Con subterfugios y gambeta corta, aceptó que ese cuadro es pasado, que el presente es distinto. Agreguemos: con indicadores deprimentes. A no mortificarse, martilló el mandatario, estamos sentando las bases, los cimientos, tendiendo puentes, construyendo futuro.

En los primeros minutos Macri situó el origen de los problemas argentinos más allá de la “herencia recibida”, los remitió a 70 años atrás, “son estructurales”. Pero consagró buena parte de la hora a fustigar al kirchnerismo con tópicos recurrentes como la relación exclusiva con Irán y Venezuela, la entrada al mundo.

El único anuncio importante fue la elevación de la Asignación Universal por Hijo este mes un 46 por ciento. Sería un aumento interesante si cumple la promesa.

Los silencios merecen nombrarse: no se nombró al Fondo Monetario Internacional (FMI), ni a las palabras “tarifas” o “dólar”. No se enunció ninguna reforma laboral grata al oficialismo. Ni mentó “derechos”, vocablo y concepto al que es refractario.

Hubo menciones en varios tramos a las mujeres, sus derechos, compartibles críticas al abuso. Estaban guionadas, son estimulantes igual. Pero cuando Macri interpeló a la Asamblea, legisladoras y legisladores, usó el vocativo “señores”, lejos del lenguaje inclusivo y aún del protocolo de los maestros de ceremonias old fashion (“señoras y señores”).

Macri enalteció a las Pymes y a la apertura de fábricas, cuando su política económica lleva al cementerio a las empresas chicas o medianas y a la industria.

El discurso urdió un hilo gánico, auto contradictorio. Todas las dificultades y tropiezos, propone el presidente, comprueban que se está yendo por el buen camino. Los retrocesos imprevistos acreditan la razonabilidad del rumbo. Reformula a Bernardo Neustadt, propagandista del menemismo: que estemos mal evidencia que vamos bien.

Tres lapsus freudianos alteraron la lectura. El primero cuando anotició que se están protegiendo las fronteras con el auxilio del narcotráfico. Había querido decir “ejército”, no es lo mismo. Las cámaras de la TV pública, rutinarias y atentas, obviaron mostrar al ministro de Defensa Oscar Aguad.

El segundo comentó la “radiación social” del Norte argentino, queriendo hablar de la solar.

La frase “viendo qué trabas podemos renovar” fue el tercero menos saliente pero acaso no menos confesional.

El desplazamiento de la realidad fue el hilo clave. Habló de un futuro hipotético, dudoso y eludió todo lo posible las menciones sobre el presente, tangible. Se difundieron o difundirán en estos días la reducción del Producto Bruto Interno, la inflación, los cierres de industrias. Quedaron afuera del radar.

Terminó in crescendo, como debe ser, dejando la sensación de ir a un combate. Refirió haber recibido mensajes de tres mujeres argentinas, pobres y felices, un clásico de la publicidad duranbarbista. Reconoció que “muchos van a pensar que están peor que hace años”. En una de esas no es que lo piensen sino que lo están.

Sin nada que mostrar, sin mejor herramienta que colisionar contra el kirchnerismo, el hombre que enfeudó el porvenir con una deuda externa colosal y delegó el manejo de la economía al FMI alegó haber dejado atrás la “imposibilidad de hacernos cargos de nuestros problemas nosotros mismos”. 

La disociación con la realidad constituyó, junto a la soberbia, el karma del discurso sobre el que escribimos sobre tablas pronunciado en una sesión tumultuosa. Con las inmediaciones del Congreso cercadas como si estuviéramos en guerra o en el cónclave del G-20, el trance más dichoso que Macri pudo rescatar tras tres años largos de gestión.



viernes, 9 de febrero de 2018

Otra Argentina... @dealgunamanera...

Otra Argentina...

Imagen: Carolina Camps

En 2001, publicamos nuestro primer documento en el que señalábamos la cercanía de una crisis que se produciría en el país a raíz de la aplicación de un modelo que, inexorablemente, nos llevaría al desastre económico, político y social como finalmente ocurrió. Hoy, reafirmamos los principios que planteamos en aquella coyuntura y alertamos sobre las graves, conocidas e inminentes consecuencias económicas y sociales que el presente modelo está ocasionando al país.

© Fuente: Cátedra Abierta Plan Fénix FCE-UBA. Publicado el domingo 17/12/2018 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A pesar de su generalizado descrédito, ha retornado con su anquilosado discurso y camuflado bajo una renovada prosa. Es necesario señalar que las consecuencias que acarreó este modelo neoconservador no se debieron a una supuesta falta de profundización, o a la corrupción que lo caracterizó, sino a las deficiencias estructurales inherentes al mismo, que lo tornaron inviable.

La repetición de esta receta provocará retrocesos, arrojando a miles de ciudadanos a la pobreza y al desempleo, con la exclusión y sufrimiento que esto acarrea. Asimismo, las tensiones que provoca el retroceso económico y social generan el deterioro del sistema democrático que está vigente.

Las orientaciones de la política oficial que empujan a la economía hacia la desigualdad y el endeudamiento externo -que señalamos en nuestro documento de noviembre de 2016- no solo no se han revertido, sino que continuarán en pleno despliegue.

Las medidas redistributivas impulsan el salario real a la baja, y en consecuencia a la declinación de la actividad productiva, en particular la industrial, mientras se generan, desde el Banco Central, rentables negocios financieros para el sector privado. Las políticas macroeconómicas contractivas introducen la economía en una espiral de ajuste, destrucción masiva de puestos de trabajo, empobrecimiento colectivo y nuevo desequilibrio en las cuentas públicas.

Soberanía y sector externo

En el ámbito de las relaciones económicas internacionales, el fortalecimiento de los esquemas de integración regional en Sudamérica ha dejado de tener valor estratégico para el Estado argentino, así como ha dejado de ser un objetivo fundamental la ampliación de los márgenes de autonomía en el escenario internacional para el despliegue de las propias políticas de desarrollo.

El Gobierno argentino ha contribuido al desmantelamiento de las políticas e institucionalidad del Mercosur y de la Unasur para fortalecer una mirada centrada en lo comercial, desde la perspectiva del libre comercio.

La liberalización del mercado cambiario que ha realizado el gobierno ha cedido la capacidad regulatoria del Estado a los grandes intereses privados que manejan las divisas. Así, se ha despojado al sector público de una herramienta clave para la estabilidad macroeconómica y se ha incrementado la vulnerabilidad externa de nuestra economía.

La política de lograr competitividad externa a través de un único instrumento –la devaluación– no ha surtido efectos reales. La entrada masiva de dólares por la vía del endeudamiento y de la especulación financiera no protegerá la producción nacional y alentará el consumo de bienes y servicios importados fomentados por los grandes sectores económicos. La inestabilidad cambiaria reinstala en la escena económica la especulación con el tipo de cambio, desplazando el uso de la moneda local.

El acelerado proceso de endeudamiento externo no está acompañado por ninguna estrategia de repago de los compromisos adquiridos. El enorme ingreso de préstamos externos está destinado a sufragar el gasto corriente de los diversos niveles del Estado (nacional, provincial y municipal) y a alimentar la enorme fuga de capitales que se viene observando.

Actividad y trabajo

Las quitas impositivas a sectores productivos de altos ingresos no son reemplazadas por otros tributos, lo que genera un incremento del déficit fiscal que justifica la toma de nuevos préstamos en moneda extranjera y un recorte del gasto público en particular en jubilaciones, pensiones y AUH para cubrir el consecuente desfinanciamiento.

La reforma impositiva a implantar no solo profundizará el déficit, sino que agravará el sesgo regresivo de la política tributaria. Dicha política, junto a la nueva Ley de Responsabilidad Fiscal, profundizará el ajuste en las provincias, imposibilitará el uso de la política fiscal como herramienta anticíclica y pondrá en grave riesgo al Sistema de Seguridad Social.

El ajuste de las tarifas de servicios, impactará gravemente no solo en los ingresos de los sectores asalariados, sino también en las pequeñas y medianas empresas, poniendo a muchas de ellas al borde de la quiebra. Como en los años 90, el aumento de tarifas solo incrementa la rentabilidad privada generando una transferencia de ingresos de la que se benefician únicamente los sectores privados concentrados.

Los salarios están siendo afectados negativamente por múltiples vías: la inflación, los topes oficiales a las paritarias, el desempleo, el cierre de empresas y la tendencia a la resolución represiva de los conflictos sociales que no solo no ha resuelto los problemas, sino que evidencian una intencionalidad autoritaria que ya rigieron en años que los argentinos queremos dejar atrás.

El sector industrial atravesará una grave situación debido a la contracción del mercado interno, las elevadas tasas de interés, los aumentos tarifarios y el tipo de cambio combinado con una apertura económica, que habilitan el ingreso de productos de todo el mundo, en un contexto de competencia agresiva de las principales potencias por la captura de mercados, generando un aumento considerable de la capacidad industrial ociosa, en particular, en las PyMES industriales tradicionales.

Justicia

En lo que va de este siglo, la sociedad argentina ha ido perdiendo la confianza que había depositado en el Poder Judicial, el que debe asentarse sobre el principio de actuar con equidad y con independencia respecto de los intereses en juego. Es imposible pensar en un futuro de progreso en el país si esta institución que comparte el poder del Estado con el Ejecutivo y el Legislativo actúa en forma subordinada a los requerimientos de los poderes de turno, tanto oficiales como privados.

Estamos avanzando rápidamente hacia el deterioro del Estado de Derecho y, lejos de que esto provoque un clamor social generalizado y salvo honrosas excepciones, nos sorprende el silencio –¿cómplice?– de los ciudadanos formados en el estudio de las leyes, incluida la opinión de las Facultades de Derecho, junto con el de otros actores involucrados en la administración de justicia.

La actuación e inacción de la Corte Suprema de Justicia es un ejemplo de lo que señalamos. Convalida un grave retroceso en los derechos económicos y sociales con fallos como el que consagra el “2x1” para condenas de crímenes de lesa humanidad, desconociendo su propia jurisprudencia y los tratados internacionales, o con su silencio ante apelaciones por la libertad de personas acusadas de delitos excarcelables detenidas en operativos que utilizan, por razones mediáticas, excesivos recursos públicos.

Simultáneamente, la Corte Suprema de Justicia, sometida a las estrategias empresariales, busca recortar el ámbito de incumbencia de los tribunales de Justicia del Trabajo desplazando estos casos a los fueros civil y contencioso administrativo, como la modificación de la ley que regula las ART, y la complicidad en la persecución a jueces y fiscales que no convalidan las demandas del gobierno y de sectores empresariales.

Inversiones

La escasa predisposición a la inversión productiva, basada en el ahorro local, aunada a la ausencia de inversiones directas del exterior, debe competir con la elevada rentabilidad financiera que ofrecen las letras emitidas por el Banco Central (Lebac).

El aumento de la vulnerabilidad externa e interna no se debe solamente a la constante expansión del stock de Lebac, sino también al aumento del endeudamiento externo del Gobierno Nacional, del Banco Central y de jurisdicciones provinciales. A eso se agrega la renovada emisión de deuda del sector privado, en un contexto de política económica que favorece y estimula este tipo de dinámica, inviable en el mediano plazo.

Además, el pago de los abultados intereses de estas deudas han dado y darán origen a un gasto público cuasifiscal tan elevado que ya supera a numerosas partidas claves de la inversión social.

El escenario de desequilibrio macroeconómico llevará inexorablemente a un recorte en el gasto público que impactará negativamente en los salarios del personal estatal y a la reducción de las inversiones en educación, salud y problemáticas sociales, y a la desfinanciación del sistema científico.

Del mismo modo, es de prever una reforma del sistema jubilatorio que, en su esencia, reduciría el nivel real de las jubilaciones e incluiría la posibilidad de reintroducir el sistema privado. En vez de un combate severo contra la evasión y la elusión impositiva, el gobierno opta a través de sus propuestas impositivas por obtener recursos de los ingresos de los trabajadores pasivos.

Propuestas

Si bien es imprescindible un profundo análisis de la coyuntura, también lo es alertar sobre los efectos de larga duración y de difícil reversibilidad que las actuales decisiones políticas provocarán. El proceso de desindustrialización, el desmantelamiento de nuestro sistema nacional de ciencia y tecnología, la firma irresponsable de tratados de libre comercio y el desmesurado endeudamiento externo llevarán a nuestro país a atravesar crisis estructurales con graves consecuencias para la sociedad.

Así como en el 2001 consideramos que debería aplicarse un modelo diferente al entonces vigente, hoy creemos que deben ser propuestas a la opinión pública otras opciones económicas para una Argentina que, por sus recursos, está en condiciones de encarar con éxito un modelo basado en el desarrollo y la equidad social, con un prudente pero firme manejo de las divisas y la administración del libre acceso a la importación de bienes externos no destinados a la inversión productiva.

Nuestro país, tarde o temprano deberá clausurar el presente proceso signado por el profundo deterioro de la economía y la calidad de vida de sus habitantes, y reinaugurar un proceso de crecimiento con equidad.

La destrucción del espacio público como ámbito de construcción de la democracia y del bienestar social, la entronización del mercado como árbitro supremo de la asignación de recursos y distribución de la riqueza, y la subordinación incondicional a los criterios de los centros de poder mundial fracturarán a la sociedad argentina y dilapidarán el potencial disponible de recursos arrojando a parte creciente de población a la pobreza y a la marginación.

En este contexto de crisis, inseguridad y frustración es necesario un amplio debate nacional, que permita iniciar la marcha hacia nuestra recuperación. Vivir con lo nuestro no es una utopía, por lo contrario, es un objetivo posible. Nuestro país puede, en efecto, ponerse de pie por sus propios medios y reinsertarse nuevamente en el orden mundial contemporáneo asumiendo el comando de su propio destino.

En materia de deuda externa, se deberá hacer el esfuerzo de suspender el proceso de endeudamiento e, iniciar acciones destinadas a su reducción, renegociando sus vencimientos y tasas. Por otra parte, se deberá impulsar desde el Estado la rápida puesta en producción de los recursos hoy ociosos, expandir la oferta para el mercado interno y nuevas exportaciones, y aumentar el empleo, los salarios, las inversiones y la recaudación tributaria.

La redistribución progresiva e inmediata del ingreso permitirá una rápida recuperación de la demanda. Ello deberá ser viabilizado por una expansión del crédito orientado a aumentar la producción y el empleo en el marco del fortalecimiento de la situación fiscal y del balance de pagos. Este es un requisito necesario para la estabilidad de precios, los equilibrios macroeconómicos y para empalmar la resolución de la crisis actual con una estrategia sostenible a largo plazo.

Un sendero de recuperación y crecimiento requiere la expansión simultánea del mercado interno y de las exportaciones. Para ambos fines, será indispensable y posible aumentar la tasa de inversión proveniente de un Estado activo y del ahorro interno.

El ahorro interno es la fuente principal del financiamiento privado de la inversión y, como sucede en los países exitosos, la inversión extranjera es un complemento –nunca un sustituto– del ahorro y la inversión domésticos y deberá materializarse principalmente bajo la forma de aportes de capital de riesgo.

Una reforma tributaria será condición indispensable para la estrategia de reactivación y crecimiento, así como también la transparencia del gasto público, el aumento de la oferta de bienes públicos (salud, educación y justicia) y el comportamiento de las cuentas fiscales compatibles con la situación coyuntural de la economía.

Es preciso instalar al peso como eje del sistema financiero argentino. La realidad que hemos vivido y vivimos revelan las consecuencias de renunciar a una moneda nacional y subordinar su existencia a la especulación financiera.

La política cambiaria debe defender la competitividad de la producción argentina, en el mercado interno y en los internacionales, de modo compatible con las metas de equidad. En este escenario deberán tomarse medidas para desalentar la fuga de capitales y orientarlos a la inversión.

Con respecto a los servicios públicos, es necesario reformar los marcos regulatorios para compatibilizar la defensa de los intereses de los consumidores y del país con la viabilidad económica y financiera de las empresas privadas.

Entregamos a la sociedad estas ideas generales como bases de un proyecto orientado al desarrollo y a la distribución equitativa de la riqueza entre todos los argentinos. Lamentablemente, a 16 años de nuestro documento fundacional, nos vemos en la necesidad de plantear, a través de similares textos, nuevamente los principios básicos allí enunciados y alertar asimismo sobre las consecuencias que la realidad actual traerá aparejada.

Por nuestra parte, consecuentemente con el contenido de la presente declaración, nos proponemos avanzar en propuestas inspiradas en la búsqueda de una sociedad democrática y equitativa orientada hacia un desarrollo humano inclusivo, respetuoso del medioambiente y sustentado en el ejercicio de la soberanía política, el control autónomo de sus recursos y actividades productivas, científicas y culturales, porque de esta manera otra Argentina será posible



sábado, 6 de mayo de 2017

Apertura de Importaciones. "A mismo precio, se prioriza lo importado"... @dealgunamanera...

Apertura: El 21% de las pymes industriales perdió mercado por culpa de importaciones…

"A mismo precio, se prioriza lo importado" afirman desde el FOP sobre la apertura de las importaciones

Un informe reciente de la entidad también reveló que el 39% de las firmas se siente amenazada por los productos del exterior. Buena performance exportadora.

© Publicado el viernes 05/05/2017 por MUNDO EMPRESARIAL de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fuente: FOP / Cronista

La mejora de competitividad generada el año pasado tras la devaluación permitió a las pymes industriales frenar la caída exportadora y su grado de apertura comercial. Pero la suba del tipo de cambio no fue suficiente para disminuir la presión de las importaciones en el mercado interno de las pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación Observatorio Pyme (FOP), durante 2016 aumentó 44% la proporción de firmas que declararon sentirse amenazadas por los productos importados (creció de 27% al 39%), en tanto creció de 13% a 21% la cantidad de pymes que experimentó una caída en la participación en el mercado interno.

Según el documento, a pesar de que el año pasado los productos nacionales fabricados por la pymes industriales se abarataron en términos relativos a los de las manufacturas importadas competidoras (porque los precios de los productos locales subieron menos que la devaluación), las empresas igualmente perdieron share.

La explicación que brinda el estudio radica en que durante 2016 la producción de las pymes disminuyó un 8% ¿muy sensibles a la caída del PBI?, pero la importación de bienes importados no lo hizo en la misma magnitud.

Es por eso que los productos comprados en el exterior hoy ocupan una porción más importante de mercado interno que en 2015. "No existe una invasión de importaciones, pero sí una mayor presencia de las mismas en el mercado argentino", sostiene la FOP en el informe.

Varios sectores industriales se quejan del aumento de las importaciones, que les han quitado mercado en un contexto recesivo. Los rubros sensibles, fundamentalmente. Si bien el estudio de la fundación remarca la mejora relativa en favor de la producción nacional, los precios de los productos importados igualmente terminan resultando más baratos. Con los meses de dólar planchado y costos internos que siguen en alza, resulta aún más conveniente. Además, sostuvo Vicente Donato, de la Fundación, "A mismo precio, se prioriza lo importado".

La tendencia que comenzó en 2016 siguió acentuándose durante el primer trimestre de este año. Datos del Indec reflejan que entre enero y marzo las importaciones en volumen crecieron 3,5%. Si se desagrega ese número, se observa que las compras de autos aumentaron 43,9% y los bienes de consumo, 17,9%. Los bienes de capital, en tanto, treparon 9,6% en el trimestre.

De acuerdo con números recabados por la consultora Radar, en lo que respecta a bienes de consumo, en el período se dispararon las importaciones de productos textiles (43%); calzado (54%) y marroquinería (200%). Entre los de consumo durable, se destacan las subas de heladeras (43%) y lavarropas, que según la firma en el primer trimestre ya ingresó el 50% de todo lo importado en 2016.

Mejora exportadora.

Si bien las pymes industriales perdieron participación de mercado a manos de los productos importados, mejoraron su performance exportadora el año pasado. Según el informe de la FOP, en 2016 la rentabilidad de las exportaciones de las pymes aumentó 17%, lo que explica que el núcleo duro de las firmas que venden al exterior haya dejado de caer desde 2009 y se haya estabilizado en 12,5% y la apertura exportadora en 14%.

"La observación que más impresiona es la caída generalizada tanto de las cantidad de pymes exportadoras como de la participación de las exportaciones en las ventas totales de dichas empresas (apertura exportadora)", plantea el informe.

De todos modos, destaca la mejora en la performance durante el 2016 producto, básicamente, de la salida del cepo y la devaluación. La mejora de la competitividad internacional de las pymes industriales radicó en que mientras que la depreciación del peso se aceleró 32 puntos porcentuales con respecto a la registrada en 2015 (52% versus 20%), las firmas sólo aceleraron sus precios internos en 8 puntos (31% contra 23%). 

Además, los precios de exportación de sus productos se incrementaron 1,5% en dólares. Ello generó un abaratamiento de las manufacturas nacionales para el resto del mundo. Sin embargo, la FOP aclaró que "la ventaja lograda con la devaluación no podrá ser sostenible si no se acompaña con una adecuada política industrial y comercial, dado que su efecto por sí solo es transitorio".