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domingo, 21 de enero de 2024

Estado y señores feudales… @dealgunamaneraok...

 Estado y señores feudales…

Iconografía. Dibujo: Pablo Temes

El peronismo le ha hecho mucho daño a la imagen que gran parte de la población tiene de la organización estatal.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 21/01/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El penduleo de la política argentina es la base de su fracaso. Ese penduleo la ha hecho imprevisible y extravagante. La conjunción de estos dos factores, representa un obstáculo muy fuerte para el desarrollo de los proyectos a largo plazo, que requiere cualquier nación para prosperar. Lo imprevisible de la Argentina no necesita de mayores explicaciones. Lo extravagante, tampoco.

En el caso argentino, lo extravagante refiere a la repetida y aburrida polaridad entre mercado y Estado. Esta discusión centrada en que lo uno excluye a lo otro, ya fue saldada en la historia por los hechos.

Una nación, para organizarse como tal, necesita Estado. Es un concepto que consagra la Constitución Nacional y que hace al ordenamiento institucional sobre el que gira la vida de un país. El Presidente es un poder del Estado, al igual que el Congreso y el Poder Judicial. Por lo tanto, Javier Milei es parte del Estado. Sus ministros y secretarios son parte del Estado. Los legisladores –tanto los de Libertad Avanza, como los de las otras fuerzas políticas, son parte del Estado. Y, del mismo modo, lo son los miembros de la Justicia. Asimismo, son el Estado las escuelas y universidades públicas, los hospitales públicos, el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía Federal. Las policías provinciales, la Gendarmería, la Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeronáutica y un largo etcétera de organismos e instituciones de gran importancia para la vida de la comunidad.

Cuando el éxito es un drama

El peronismo le ha hecho un enorme daño a la imagen y el concepto que un porcentaje importante de la sociedad tiene del Estado. Es producto de la concepción que sus dirigentes tienen y aplican en su vida. Para la mayoría de la dirigencia del justicialismo, el Estado no es un instrumento para servir a los otros sino todo lo contrario. El Estado es el modus vivendi de muchos de ellos que se sienten no como administradores de la cosa pública sino como dueños. Esto se exacerba en las provincias con gobernadores que se sienten señores feudales en las que el que tiene el poder maneja todo. Al ejemplo tan consabido de Gildo Insfrán se le puede añadir perfectamente el de La Rioja, cuyo gobernador, Ricardo Quintela –el de la renuncia frustrada– acaba de imponer una cuasimoneda, el Bacade (Bono de Cancelación de Deudas) que ya generó el rechazo de los empleados públicos. En La Rioja funcionan las siguientes empresas estatales: Agroandina; Agroarauco; Aguas Riojanas; Alfa; Agrogenética Riojana; Bodegas y Fincas de Aminga; BR Servicios Financieros; Caudillos Riojanos; Cerámica Riojana; Cerdo de Los Llanos; Colonia Cunícola Riojana; Dripsa; Edelar; Elargas; Energía y Minerales; ERSA; EMSE; Federal Riojana; Fogaplar; Frutos de San Nicolás; Granjas Riojanas; Hortícola Riojana; Internet para Todos; Kayne; La Rioja Telecomunicaciones; La Rioja Vitícola; Ledlar; Parque Eólico Arauco; Puertas Del Sol; Riodeco; Rioja Bus; Rioja Vial; Textil del NOA;Triángulo del Sol; Vallesol; Vidrios Riojanos; Vivero Del Oeste Riojano y Vivero San Gabriel.

Es decir, el gobierno de la provincia maneja toda su economía y eso le da poder sobre todo. Ese Estado, no sirve.

El kirchnerismo ahondó esa concepción de que el poder significa la apropiación del Estado. Néstor Kirchner usaba los dineros públicos para hacer política, o sea, campaña. Cristina Fernández de Kirchner dio otro ejemplo de ello al usar los aviones de YPF para desplazarse ilimitadamente desde Buenos Aires a El Calafate y viceversa.

La apropiación del Estado por parte de los gobernantes lleva a dos consecuencias: la primera es su sobredimensionamiento; la segunda, la corrupción.

¿Significa todo esto que el Estado debe dejar de existir? La respuesta es contundente y clara: no. Uno de los errores más grandes que cometió Carlos Menem durante sus gobiernos –en los que la corrupción también se enseñoreó– fue el cierre de los Ferrocarriles.

La Argentina tenía la red ferroviaria más extensa de toda Latinoamérica. Hoy el tren es valorado en todo el mundo como un medio seguro, barato para el transporte. En Europa se construyen nuevas redes por los beneficios económicos, sociales y ambientales que produce el ferrocarril. Al Estado hay que hacerlo eficiente. Y eso es posible. He ahí el ejemplo del Invap, que pone a la Argentina a la vanguardia del desarrollo y las innovaciones científicas y tecnológicas.

Lo que la Argentina necesita es una reformulación de su Estado, no su destrucción. La reducción del fenomenal número de gerencias que tenía Aerolíneas Argentinas es un buen ejemplo de ello.

La ley ómnibus lo enfrenta a Milei con la realidad política del presente. No tiene poder en el Congreso para imponerla como él quisiera. La única manera es la negociación. Y en la negociación, el oficialismo debió conceder modificaciones. Por ello la necesidad de extender las sesiones extraordinarias hasta el 15 de febrero. La privatización de YPF pasó al olvido, como pasó al olvido el cierre del Banco Central y la dolarización.

El objetivo de déficit cero que se propone el Gobierno es inobjetable. Sin ese equilibrio el combate contra los muchos males de la economía argentina no tiene otro destino que el fracaso. El interrogante es cómo lograrlo. Esa es una discusión que deberían promover todas las fuerzas políticas que han fracasado en sus sucesivos gobiernos. Si así lo hicieren demostrarían tener la honestidad intelectual que les ha faltado a la mayoría de ellos a lo largo de estos cuarenta años de democracia.

La negociación por el proyecto de ley encierra un dato que es clave: en uno de sus artículos se promueve la aprobación del DNU. Esto es importantísimo para el Gobierno. Hay que recordar que el DNU necesita ser aprobado sólo por una de las dos Cámaras del Congreso. Para el oficialismo es fundamental alcanzar ese objetivo.

Atropello y obstinación

En el ámbito judicial, el Gobierno viene perdiendo hasta aquí la batalla contra la dirigencia sindical por la reforma laboral. El Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, apostaba a que el reclamo judicial de las organizaciones sindicales fuera tratado por el fuero Contencioso Administrativo, ámbito que conoce muy bien y con el cual tiene contactos fluidos.

Eso no ocurrió y las presentaciones discurrieron por el fuero laboral, que fue colonizado a lo largo de los años por las distintas corrientes del peronismo. Habrá que ver qué ocurre en febrero cuando la Corte Suprema entre en acción. No fue el único revés sufrido por el Gobierno: en el tema de las jubilaciones y de las prepagas hubo situaciones similares.

La economía, mientras tanto, refleja la incertidumbre por la cual atraviesa este presente de la Argentina. La evolución del valor de las diferentes variantes del dólar alternativo es una de sus consecuencias. La cotización bursátil del contado con liquidación (CCL) subió 50% en menos de treinta días, alcanzando un precio récord de $1.300. El  dólar oficial congelado y las tasas de interés negativas generan una ampliación de la brecha cambiaria, que irreversiblemente lleva la inflación hacia arriba. El miércoles la CGT, la CTA y otros paran. No se dan cuenta que a la Argentina le hacen un gran daño y a Milei, un gran favor.



   

sábado, 8 de febrero de 2020

El patrullero oceánico A.R.A. Bouchard (P-51) nueva incorporación a la Armada Argentina… @dealgunamanera...

El patrullero oceánico A.R.A. Bouchard (P-51) nueva incorporación a la Armada Argentina…


El patrullero oceánico A.R.A. Bouchard (P-51) fue construido por la empresa Naval Group en el Arsenal de la Marina Francesa en Toulon en 2011. Fue adquirido por el Estado Nacional; y fue entregado a la Armada Argentina en diciembre de 2019, luego de efectuarse una serie de reparaciones. El 6 de diciembre de 2019 se procedió al izado del pabellón nacional, materializándose así la incorporación de esta unidad al Estado Nacional y a la Armada Argentina.

© Publicado el jueves 06/02/2020 por el Periódico Digital Gaceta Marinera de la Ciudad de Punta Alta, República de los Argentinos.

El 15 de enero de 2020 zarpó desde la Base Naval de Toulon, al sur de Francia, al mando del Capitán de Fragata Daniel Eduardo Giudici, para cruzar el Océano Atlántico rumbo a Buenos Aires, previa escala para efectuar un reabastecimiento logístico en el puerto de Río de Janeiro (Brasil). Hoy, esa singladura lo trae al Apostadero Naval Buenos Aires.


Su dotación, compuesta por 39 marinos –seis de ellas son mujeres– llegó a Toulon en octubre para iniciar el Programa de Adiestramiento y Operación de los equipos de la unidad a cargo de la Universidad Naval Group, que le permite a la dotación operar y efectuar el mantenimiento básico del buque. La capacitación en la ciudad francesa incluyó la presencia de instructores de todos los componentes de la unidad y, una vez finalizados los cursos teóricos, se hicieron prácticas a bordo, tanto en puerto como en navegación.

Asimismo, como parte del adiestramiento, antes de partir a Francia la tripulación se alistó y adiestró previamente en Argentina en el simulador de navegación y maniobra del Centro de Navegación y Entrenamiento Marítimo Fluvial (CIEMF). 



El patrullero oceánico A.R.A. Bouchard (P-51), bautizado originalmente “L´Adroit”, fue denominado “Bouchard” en honor al marino francés y héroe naval, Capitán de Navío Hipólito Bouchard, quien luchó al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata y del Perú; materializa la primera incorporación de un total de cuatro buques patrulleros oceánicos adquiridos por el Estado Argentino a la empresa francesa Naval Group en el marco del “Proyecto de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo” llevado adelante por la Armada Argentina y aprobado mediante Decreto 1.078/2018.

  
El objetivo del proyecto de incorporación de los patrulleros es mejorar la vigilancia y control marítimo con medios navales de superficie en el área oceánica de interés, cuya extensión es de 1.159.063 km² en la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina, a los efectos de preservar los recursos vivos y no vivos del mar.

Especificaciones técnicas

El buque está diseñado para cumplir las siguientes misiones en el Mar Argentino y en la Zona Económica Exclusiva:

1.Protección y control de los recursos naturales renovables y no renovables.
2.Protección y control del comercio marítimo y ribereño.
3.Operaciones marítimas de búsqueda y rescate.
4.Operaciones de apoyo humanitario.
5.Apoyo médico en áreas marítimas y ribereñas.
6.Operaciones con helicópteros de exploración.
7.Operaciones de apoyo a buzos.
8.Protección y apoyo a unidades menores.
9.Presencia naval.

Sus dimensiones principales son: eslora 87 mts., manga 13,6 mts., desplazamiento 1.650 tons. y calado 3,8 mts. Su autonomía es de 7.500 millas náuticas a 12 nudos y la velocidad máxima puede alcanzar hasta 21 nudos.

La tripulación básica es de 40 personas y tiene una capacidad adicional para 19 personas como personal de transporte.

El buque tiene una capacidad de almacenamiento de víveres para 30 días con la tripulación básica; y para 20 días con la tripulación básica más el personal de transporte, sin necesidad de operaciones de aprovisionamiento.

La planta propulsora está constituida por dos motores propulsores de 4 tiempos ABC 12V DZC de potencia nominal 3.000 Kw. Está provisto con dos cajas reductoras, cada una conduciendo una hélice de paso controlable a través de su correspondiente línea de ejes.

La planta eléctrica dispone de dos grupos de diesel generadores y un generador de emergencia. Cada generador tiene capacidad para abastecer a la condición de navegación y operación en máxima carga continua.

El A.R.A. Bouchard (P-51) posee un radar 2D de Exploración de Superficie y Control de Helicópteros marca Terma Scanter 6002; un radar de navegación en banda X marca Sperry; y un radar de navegación en banda S marca Sperry. 


Tiene un sistema de gestión de combate Polaris, especialmente diseñado para este tipo de buques militares y utilizados el intercambio de datos con otras unidades tácticas y para operar los sistemas de armas. Éstos son un cañón calibre 30 mm. marca Leonardo con control local, Electro Optical Director (EOD) montado sobre el cañón para operaciones diurnas y nocturnas y posibilidad de ser designado en remoto desde la consola del Radar 2D; y dos ametralladoras de 12,7 mm. controladas manualmente.

Sus sensores de navegación son:

Corredera Doppler,
DGPS (Sistema de Posicionamiento Global Diferencial).
AIS (Sistema de Identificación Automática).
Ecosonda.
Girocompás.
Direction Finder.
Sensores meteorológicos.
Puente Integrado de navegación.

En cuanto al sistema de comunicaciones exteriores e interiores son: subsistema GMDSS (Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos); equipos auxiliares (dispositivos de cifrado y unidades de conexión a tierra); subsistema Inmarsat y sistema meteorológico.

Sus sistemas auxiliares son: un sistema pasivo de estabilización tipo Flume; el sistema de agua refrigerada compuesto por dos plantas de agua enfriada; el sistema de agua dulce con dos destiladores de osmosis inversa, uno reserva del otro, con una capacidad individual de producción de 12 toneladas/día; el sistema frigorífico consta de dos plantas frigoríficas. Cuenta con sistema de cañones de agua para extinción de incendios en buques siniestrados.

El buque está provisto de un sistema de remolque con capacidad para que el buque sea remolcado y remolque a otros buques de 4.000 toneladas aproximadamente, a bajas velocidades y durante un corto espacio de tiempo. 
En lo que respecta a botes, el patrullero oceánico está equipado con dos botes semirrígidos RHIBs uno de 9 metros (con dos motores fuera de borda) y otro de 7,5 metros (con un motor), para ser lanzados y recibidos rápidamente por una rampa en popa (sistema slipway). Adicionalmente, lleva a bordo un bote semirrígido de rescate. Además, dispone de balsas salvavidas para toda la tripulación y personal que transporta.

Asimismo, el A.R.A. Bouchard (P-51) cuenta con los sistemas para controlar operaciones diarias de helicópteros de hasta cinco toneladas bajo condiciones ambientales de visibilidad y condiciones de vuelo nocturno. De la misma manera, posee una torre de control y un hangar fijo para brindar apoyo a las operaciones de mantenimiento operativo de la aeronave.

En cuanto al control de la contaminación ambiental, posee un sistema de tratamiento de aguas grises y negras; y consta de una planta de vacío y una planta de tratamiento físico-químico. Además, cuenta con un sistema de tratamiento de aguas oleosas y de tratamiento de basura.

El patrullero oceánico A.R.A. Bouchard (P-51), ya en aguas argentinas, custodia nuestros intereses marítimos.





viernes, 9 de febrero de 2018

Otra Argentina... @dealgunamanera...

Otra Argentina...

Imagen: Carolina Camps

En 2001, publicamos nuestro primer documento en el que señalábamos la cercanía de una crisis que se produciría en el país a raíz de la aplicación de un modelo que, inexorablemente, nos llevaría al desastre económico, político y social como finalmente ocurrió. Hoy, reafirmamos los principios que planteamos en aquella coyuntura y alertamos sobre las graves, conocidas e inminentes consecuencias económicas y sociales que el presente modelo está ocasionando al país.

© Fuente: Cátedra Abierta Plan Fénix FCE-UBA. Publicado el domingo 17/12/2018 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A pesar de su generalizado descrédito, ha retornado con su anquilosado discurso y camuflado bajo una renovada prosa. Es necesario señalar que las consecuencias que acarreó este modelo neoconservador no se debieron a una supuesta falta de profundización, o a la corrupción que lo caracterizó, sino a las deficiencias estructurales inherentes al mismo, que lo tornaron inviable.

La repetición de esta receta provocará retrocesos, arrojando a miles de ciudadanos a la pobreza y al desempleo, con la exclusión y sufrimiento que esto acarrea. Asimismo, las tensiones que provoca el retroceso económico y social generan el deterioro del sistema democrático que está vigente.

Las orientaciones de la política oficial que empujan a la economía hacia la desigualdad y el endeudamiento externo -que señalamos en nuestro documento de noviembre de 2016- no solo no se han revertido, sino que continuarán en pleno despliegue.

Las medidas redistributivas impulsan el salario real a la baja, y en consecuencia a la declinación de la actividad productiva, en particular la industrial, mientras se generan, desde el Banco Central, rentables negocios financieros para el sector privado. Las políticas macroeconómicas contractivas introducen la economía en una espiral de ajuste, destrucción masiva de puestos de trabajo, empobrecimiento colectivo y nuevo desequilibrio en las cuentas públicas.

Soberanía y sector externo

En el ámbito de las relaciones económicas internacionales, el fortalecimiento de los esquemas de integración regional en Sudamérica ha dejado de tener valor estratégico para el Estado argentino, así como ha dejado de ser un objetivo fundamental la ampliación de los márgenes de autonomía en el escenario internacional para el despliegue de las propias políticas de desarrollo.

El Gobierno argentino ha contribuido al desmantelamiento de las políticas e institucionalidad del Mercosur y de la Unasur para fortalecer una mirada centrada en lo comercial, desde la perspectiva del libre comercio.

La liberalización del mercado cambiario que ha realizado el gobierno ha cedido la capacidad regulatoria del Estado a los grandes intereses privados que manejan las divisas. Así, se ha despojado al sector público de una herramienta clave para la estabilidad macroeconómica y se ha incrementado la vulnerabilidad externa de nuestra economía.

La política de lograr competitividad externa a través de un único instrumento –la devaluación– no ha surtido efectos reales. La entrada masiva de dólares por la vía del endeudamiento y de la especulación financiera no protegerá la producción nacional y alentará el consumo de bienes y servicios importados fomentados por los grandes sectores económicos. La inestabilidad cambiaria reinstala en la escena económica la especulación con el tipo de cambio, desplazando el uso de la moneda local.

El acelerado proceso de endeudamiento externo no está acompañado por ninguna estrategia de repago de los compromisos adquiridos. El enorme ingreso de préstamos externos está destinado a sufragar el gasto corriente de los diversos niveles del Estado (nacional, provincial y municipal) y a alimentar la enorme fuga de capitales que se viene observando.

Actividad y trabajo

Las quitas impositivas a sectores productivos de altos ingresos no son reemplazadas por otros tributos, lo que genera un incremento del déficit fiscal que justifica la toma de nuevos préstamos en moneda extranjera y un recorte del gasto público en particular en jubilaciones, pensiones y AUH para cubrir el consecuente desfinanciamiento.

La reforma impositiva a implantar no solo profundizará el déficit, sino que agravará el sesgo regresivo de la política tributaria. Dicha política, junto a la nueva Ley de Responsabilidad Fiscal, profundizará el ajuste en las provincias, imposibilitará el uso de la política fiscal como herramienta anticíclica y pondrá en grave riesgo al Sistema de Seguridad Social.

El ajuste de las tarifas de servicios, impactará gravemente no solo en los ingresos de los sectores asalariados, sino también en las pequeñas y medianas empresas, poniendo a muchas de ellas al borde de la quiebra. Como en los años 90, el aumento de tarifas solo incrementa la rentabilidad privada generando una transferencia de ingresos de la que se benefician únicamente los sectores privados concentrados.

Los salarios están siendo afectados negativamente por múltiples vías: la inflación, los topes oficiales a las paritarias, el desempleo, el cierre de empresas y la tendencia a la resolución represiva de los conflictos sociales que no solo no ha resuelto los problemas, sino que evidencian una intencionalidad autoritaria que ya rigieron en años que los argentinos queremos dejar atrás.

El sector industrial atravesará una grave situación debido a la contracción del mercado interno, las elevadas tasas de interés, los aumentos tarifarios y el tipo de cambio combinado con una apertura económica, que habilitan el ingreso de productos de todo el mundo, en un contexto de competencia agresiva de las principales potencias por la captura de mercados, generando un aumento considerable de la capacidad industrial ociosa, en particular, en las PyMES industriales tradicionales.

Justicia

En lo que va de este siglo, la sociedad argentina ha ido perdiendo la confianza que había depositado en el Poder Judicial, el que debe asentarse sobre el principio de actuar con equidad y con independencia respecto de los intereses en juego. Es imposible pensar en un futuro de progreso en el país si esta institución que comparte el poder del Estado con el Ejecutivo y el Legislativo actúa en forma subordinada a los requerimientos de los poderes de turno, tanto oficiales como privados.

Estamos avanzando rápidamente hacia el deterioro del Estado de Derecho y, lejos de que esto provoque un clamor social generalizado y salvo honrosas excepciones, nos sorprende el silencio –¿cómplice?– de los ciudadanos formados en el estudio de las leyes, incluida la opinión de las Facultades de Derecho, junto con el de otros actores involucrados en la administración de justicia.

La actuación e inacción de la Corte Suprema de Justicia es un ejemplo de lo que señalamos. Convalida un grave retroceso en los derechos económicos y sociales con fallos como el que consagra el “2x1” para condenas de crímenes de lesa humanidad, desconociendo su propia jurisprudencia y los tratados internacionales, o con su silencio ante apelaciones por la libertad de personas acusadas de delitos excarcelables detenidas en operativos que utilizan, por razones mediáticas, excesivos recursos públicos.

Simultáneamente, la Corte Suprema de Justicia, sometida a las estrategias empresariales, busca recortar el ámbito de incumbencia de los tribunales de Justicia del Trabajo desplazando estos casos a los fueros civil y contencioso administrativo, como la modificación de la ley que regula las ART, y la complicidad en la persecución a jueces y fiscales que no convalidan las demandas del gobierno y de sectores empresariales.

Inversiones

La escasa predisposición a la inversión productiva, basada en el ahorro local, aunada a la ausencia de inversiones directas del exterior, debe competir con la elevada rentabilidad financiera que ofrecen las letras emitidas por el Banco Central (Lebac).

El aumento de la vulnerabilidad externa e interna no se debe solamente a la constante expansión del stock de Lebac, sino también al aumento del endeudamiento externo del Gobierno Nacional, del Banco Central y de jurisdicciones provinciales. A eso se agrega la renovada emisión de deuda del sector privado, en un contexto de política económica que favorece y estimula este tipo de dinámica, inviable en el mediano plazo.

Además, el pago de los abultados intereses de estas deudas han dado y darán origen a un gasto público cuasifiscal tan elevado que ya supera a numerosas partidas claves de la inversión social.

El escenario de desequilibrio macroeconómico llevará inexorablemente a un recorte en el gasto público que impactará negativamente en los salarios del personal estatal y a la reducción de las inversiones en educación, salud y problemáticas sociales, y a la desfinanciación del sistema científico.

Del mismo modo, es de prever una reforma del sistema jubilatorio que, en su esencia, reduciría el nivel real de las jubilaciones e incluiría la posibilidad de reintroducir el sistema privado. En vez de un combate severo contra la evasión y la elusión impositiva, el gobierno opta a través de sus propuestas impositivas por obtener recursos de los ingresos de los trabajadores pasivos.

Propuestas

Si bien es imprescindible un profundo análisis de la coyuntura, también lo es alertar sobre los efectos de larga duración y de difícil reversibilidad que las actuales decisiones políticas provocarán. El proceso de desindustrialización, el desmantelamiento de nuestro sistema nacional de ciencia y tecnología, la firma irresponsable de tratados de libre comercio y el desmesurado endeudamiento externo llevarán a nuestro país a atravesar crisis estructurales con graves consecuencias para la sociedad.

Así como en el 2001 consideramos que debería aplicarse un modelo diferente al entonces vigente, hoy creemos que deben ser propuestas a la opinión pública otras opciones económicas para una Argentina que, por sus recursos, está en condiciones de encarar con éxito un modelo basado en el desarrollo y la equidad social, con un prudente pero firme manejo de las divisas y la administración del libre acceso a la importación de bienes externos no destinados a la inversión productiva.

Nuestro país, tarde o temprano deberá clausurar el presente proceso signado por el profundo deterioro de la economía y la calidad de vida de sus habitantes, y reinaugurar un proceso de crecimiento con equidad.

La destrucción del espacio público como ámbito de construcción de la democracia y del bienestar social, la entronización del mercado como árbitro supremo de la asignación de recursos y distribución de la riqueza, y la subordinación incondicional a los criterios de los centros de poder mundial fracturarán a la sociedad argentina y dilapidarán el potencial disponible de recursos arrojando a parte creciente de población a la pobreza y a la marginación.

En este contexto de crisis, inseguridad y frustración es necesario un amplio debate nacional, que permita iniciar la marcha hacia nuestra recuperación. Vivir con lo nuestro no es una utopía, por lo contrario, es un objetivo posible. Nuestro país puede, en efecto, ponerse de pie por sus propios medios y reinsertarse nuevamente en el orden mundial contemporáneo asumiendo el comando de su propio destino.

En materia de deuda externa, se deberá hacer el esfuerzo de suspender el proceso de endeudamiento e, iniciar acciones destinadas a su reducción, renegociando sus vencimientos y tasas. Por otra parte, se deberá impulsar desde el Estado la rápida puesta en producción de los recursos hoy ociosos, expandir la oferta para el mercado interno y nuevas exportaciones, y aumentar el empleo, los salarios, las inversiones y la recaudación tributaria.

La redistribución progresiva e inmediata del ingreso permitirá una rápida recuperación de la demanda. Ello deberá ser viabilizado por una expansión del crédito orientado a aumentar la producción y el empleo en el marco del fortalecimiento de la situación fiscal y del balance de pagos. Este es un requisito necesario para la estabilidad de precios, los equilibrios macroeconómicos y para empalmar la resolución de la crisis actual con una estrategia sostenible a largo plazo.

Un sendero de recuperación y crecimiento requiere la expansión simultánea del mercado interno y de las exportaciones. Para ambos fines, será indispensable y posible aumentar la tasa de inversión proveniente de un Estado activo y del ahorro interno.

El ahorro interno es la fuente principal del financiamiento privado de la inversión y, como sucede en los países exitosos, la inversión extranjera es un complemento –nunca un sustituto– del ahorro y la inversión domésticos y deberá materializarse principalmente bajo la forma de aportes de capital de riesgo.

Una reforma tributaria será condición indispensable para la estrategia de reactivación y crecimiento, así como también la transparencia del gasto público, el aumento de la oferta de bienes públicos (salud, educación y justicia) y el comportamiento de las cuentas fiscales compatibles con la situación coyuntural de la economía.

Es preciso instalar al peso como eje del sistema financiero argentino. La realidad que hemos vivido y vivimos revelan las consecuencias de renunciar a una moneda nacional y subordinar su existencia a la especulación financiera.

La política cambiaria debe defender la competitividad de la producción argentina, en el mercado interno y en los internacionales, de modo compatible con las metas de equidad. En este escenario deberán tomarse medidas para desalentar la fuga de capitales y orientarlos a la inversión.

Con respecto a los servicios públicos, es necesario reformar los marcos regulatorios para compatibilizar la defensa de los intereses de los consumidores y del país con la viabilidad económica y financiera de las empresas privadas.

Entregamos a la sociedad estas ideas generales como bases de un proyecto orientado al desarrollo y a la distribución equitativa de la riqueza entre todos los argentinos. Lamentablemente, a 16 años de nuestro documento fundacional, nos vemos en la necesidad de plantear, a través de similares textos, nuevamente los principios básicos allí enunciados y alertar asimismo sobre las consecuencias que la realidad actual traerá aparejada.

Por nuestra parte, consecuentemente con el contenido de la presente declaración, nos proponemos avanzar en propuestas inspiradas en la búsqueda de una sociedad democrática y equitativa orientada hacia un desarrollo humano inclusivo, respetuoso del medioambiente y sustentado en el ejercicio de la soberanía política, el control autónomo de sus recursos y actividades productivas, científicas y culturales, porque de esta manera otra Argentina será posible