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lunes, 13 de mayo de 2024

Panorama económico. La bestia que avanza y nadie le presta atención… @dealgunamanera...

 Panorama económico. La bestia que avanza y nadie le presta atención…

Picosaurio. Dibujo: Pablo Temes

El desenlace del juicio en EE.UU. por la reestatización de YPF va a encontrar a una Argentina desarmada e inerte.

© Escrito por Carlos Burgueño el domingo 11/05/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La bestia avanza. Nadie la puede parar. Y en algún momento, embestirá fuerte contra Argentina. Y, de no cambiar radicalmente la realidad económica y financiera local, será un golpazo del que se tardarán años, quizá décadas, en salir. Sorprende la inacción, no sólo del Gobierno, sino de toda la clase política criolla; la que a esta altura debería estar resolviendo cómo enfrentará el problema cuando explote, y represente un bombazo enorme contra la estabilidad financiera del país. A cambio de esto, los políticos locales se señalan como los responsables, culpan a fantásticas conspiraciones o, directamente, niegan que sea un problema. Y, como no, apuntan a ver cómo ganar algunos votos con la cuestión. Lo cierto, es que cuando llegue el punto final de un proceso que amenaza demoledor, y de no cambiar la inactiva realidad, la conclusión de un proceso judicial contra la Argentina en los Estados Unidos, donde hay casi nulas chances de ganar; encontrará al país desarmado e inerme.

El juicio contra el país por la manera en que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner reestatizó YPF, continúa su derrotero, con novedades más que peligrosas para la muy débil posición argentina. Como se sabe, las últimas novedades son que el fondo vencedor Burford Capital sobreactúa que quiere cobrar, y le pide a la jueza del Segundo Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska quien falló en contra de la posición local, que avance con embargos a las acciones que el Estado argentino tiene en YPF, el Banco Nación, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), Aerolíneas Argentinas, la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales SA, (Arsat) y Energía Argentina SA (Enarsa). No reclama los embargos para cobrar, sino para garantizarse que el gobierno argentino lo hará en el futuro, cuando el caso termine su derrotero que hoy tiene parado en la Cámara de Apelaciones de Nueva York; donde es muy difícil que el país logre dar marcha atrás lo que ya decidió Preska. Habrá, además, una estación más antes del desenlace. Argentina probablemente apele ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos; una instancia donde el país nunca tuvo suerte. El proceso total puede demandar unos dos años, y culminar en algún momento del 2026. Demasiado tiempo para pensar soluciones en un país acostumbrado en que el corto plazo es semanas, el mediano un mes y el largo un semestre. Sin embargo, un país que se maneje seriamente debería estar analizando cómo pagará los US$ 16 mil millones que reclaman con un fallo de primera instancia a su favor los Burford Capital y Eton Park, los que con intereses podrían incrementar el número a más de US$ 18 mil millones finales.

Esta causa empezó a ser negociada por el fondo Burford en junio de 2012. Pudo esperar una definición casi 11 años.

Para tener una idea de la dimensión de lo que se está hablando, es el caso de mayor pasivo en dólares en la historia de los juicios de Wall Street. Es la segunda deuda más importante del país luego de los US$ 44.800 millones que se le deben al Fondo Monetario Internacional (FMI). Es el juicio de un privado a un país más importante a nivel mundial. Y, lo más destacado, no hay ninguna manera que Argentina genere semejante cantidad de dólares y los deposite en las reservas del BCRA para cuando el juicio haya concluido. Al ritmo que vienen recuperándose las reservas netas del Banco Central, recién Argentina podría conseguir ese dinero en unos tres años. Pero, claro, debería olvidarse de abrir el cepo. O de pagarle al FMI. O de cumplir con las obligaciones financieras contraídas en el canje de deuda de octubre del 2020.

En paralelo, un tema explosivo navega el juzgado de Preska. Un gran misterio de este megajuicio es quiénes son los socios del principal fondo demandante y vencedor, Burford Capital. Esta persona, personas o sociedades recibirán, cuando Argentina pague, miles de millones de dólares que tendrá que pagarle el país. Para agregarle misterio al guion, Burford ya vendió el 15% del juicio en US$ 66 millones en junio de 2017; tres años después de haberlo adquirido en unos 35 millones de dólares en los tribunales madrileños donde se llevaba adelante el concurso de Petersen Energía y Petersen Inversora. En aquella operación, el fondo de capitales ingleses especializado en adquirir por el mundo causas judiciales semimuertas para luego inyectarles capital y argumentos penales y comerciales para revivirlas y accionar en consecuencia; había valuado la totalidad de la causa por la renacionalización de YPF en unos US$ 440 millones; mientras le declaraba a Preska por un reclamo general de más de US$ 3 mil millones. Con esos 66 millones de dólares de venta del 15% de la causa a los misteriosos accionistas de la causa, Burford Capital puedo solventar todos los gastos de la causa, tanto su adquisición en Madrid, como las acciones judiciales en el Segundo Distrito Sur de Nueva York que maneja Preska. Si la Justicia de los Estados Unidos mantuviera firme el fallo negativo contra el país (algo casi inevitable) hasta el de la causa para cuando llegue a la Corte Suprema de los Estados Unidos y sostuviera así, que el monto a pagar fuera de US$ 16 mil millones, la ganancia de Burford entre la compra de la causa y el cobro final treparía al 45 mil % en algo más de nueve años de juicio. Supera incluso al más de 1.000% de ganancia de los fondos buitre contra Argentina en la causa iniciada en 2006 y finalizada en 2016.

El reto de las reservas, una disputa de poderosos y la pesada deuda eléctrica.

La causa se basa en el reclamo de Burford por la forma en que se nacionalizó la petrolera sin realizar una Oferta Pública de Adquisición (OPA), tal como figuraba en el estatuto definido en 1993 durante la privatización impulsada en la presidencia de Carlos Menem. Allí el país se comprometía en la Bolsa de Comercio de Nueva York a que cualquier operación de adquisición posterior de una porción de la petrolera argentina obligaba a hacer una oferta por el total de las acciones del mercado.

La demanda fue iniciada por un especialista mundial en este tipo de batallas: el fondo Burford Capital. El tipo de maniobra en que se especializa Burford es ofrecer a tribunales de todo el mundo dinero al contado a cambio de la venta de la totalidad o parte de los derechos de estas causas. Burford, un gigante financiero con espaldas amplias, luego aplica el profesionalismo de sus abogados internacionales con toda la paciencia del mundo para esperar los fallos finales. De hecho, esta causa comenzó a ser negociada por Burford en junio de 2013; con lo que pudo esperar una definición de casi 11 años.

El reclamo original del fondo es por los daños generados al resto de los accionistas de la petrolera argentina, luego del pago que se les hiciera a los españoles de Repsol por la reestatización del 49% de YPF en 2012. Burford les había comprado a dos empresas españolas, Petersen Energía SAU y Petersen Inversora SAU (sin vinculaciones ya en ese momento con el grupo argentino Petersen), el privilegio de presentar un caso contra la República Argentina y contra YPF, luego de la expropiación de Repsol en 2012. Finalmente, el 11 de julio de ese año, la compañía anunció que había comprado al fondo estadounidense Eton Park Capital una participación del 70% en un caso similar presentado contra el soberano e YPF en 2016.



    

lunes, 14 de diciembre de 2015

Los "Gases" de De Vido... @dealgunamanera...

De Vido le contestó a Perfil por la "compra fantasma" de gas licuado...

El ex ministro de Planificación desmintió el pago de US$ 57,3 millones por un barco de Gas que nunca llegó al puerto. Foto: Cedoc

El ex ministro de Planificación negó el pago de US$ 57,3 millones por un barco de Gas que nunca llegó. Los documentos de la investigación.

© Publicado el domingo 13/12/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ex ministro de Planificación Julio De Vido intentó hoy desmentir la investigación de PERFIL sobre el pago de US$ 57,3 millones por un barco de Gas Natural Licuado (GNL) que nunca llegó al país. 


Perfil reveló en su edición de hoy documentos oficiales nunca antes vistos que prueban que Enarsa, la empresa de energía del Estado, firmó en agosto de 2008 un contrato con una firma fantasma, Contrater Consulting, para la primera importación de gas licuado, que iba a llegar desde Rusia, según el contrato oficial. 

Además, en la edición de hoy se revela el extracto bancario con la transferencia millonaria ordenada por Enarsa tres días después de la firma del contrato. Los fondos salieron del Banco Macro a una cuenta en Suiza por pedido de Enarsa y en beneficio de Contrater Consulting, una firma de Madrid que no tiene ningún antecedente en el mercado de hidrocarburos y que funcionaba como pequeña y mediana empresa. Dos meses después, Contrater Consulting cedió el negocio a las empresas del ex ministro menemista Roberto Dromi, asesor de De Vido.

Durante dos horas, el ahora diputado nacional se defendió en Twitter y dijo: "Reitero que mientras las realizó Enarsa, las compras de GNL fueron transparentes y mediante concursos públicos, con participación de todos los organismos de control como SIGEN, AGN".

La Auditoría General de la Nación (AGN) realizó en 2010 un informe crítico sobre Enarsa y al dar cuenta de la existencia de un contrato con esta firma española exigió copia del contrato que hoy sale a la luz. Jamás pudieron hacerse de una copia, ya que la empresa estatal nunca lo aportó. El informe del organismo de control puede leerse en la web.

Durante su descargo en la red social, De Vido no se refirió al contrato firmado con Contrater Consulting ni tampoco se expidió específicamente sobre los documentos publicados por Perfil. Sus voceros fueron consultados por este medio, pero el ex funcionario no quiso dar su versión de los hechos. Hoy dijo que el "único objetivo " de Perfil es: "Atacarme una vez más en forma personal, con acusaciones que no resisten ningún análisis. De irregularidades y sobreprecios en la importación de gas licuado, se habla desde que tuvimos la obligación de gestionar y tomar decisiones en relación a la demanda de gas licuado para el país. Todo operado por las mismas empresas depredadoras.

“Mi mayor preocupación como Ministro fue el crecimiento de la demanda de gas, para la industria, el comercio, los hogares y el crecimiento con inclusión de estos 12 años".
"Para que nadie se engañe, NO SALE DINERO DEL PAÍS, y menos de las arcas del Estado, si no interviene el Banco Central de la República Argentina (BCRA), AFIP, y los organismos de control.

Nunca el Banco Central podría haber autorizado un giro de 57 millones de dólares por un barco que nunca llegó", aseguró. Sin embargo, Perfil publicó el swift bancario de Enarsa que prueba que el dinero salió de una cuenta de la empresa estatal hacia Suiza.

Se trató del primer contrato de importación de gas licuado que realizó la Argentina pero el cargamento nunca llegó. 

Los documentos a los que accedió Perfil confirman la transferencia. Fotos: Cedoc


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