domingo, 11 de agosto de 2024

Una vida de mentira… @dealgunamanera...

 Una vida de mentira…

Violencia de género nacional. Dibujo: Pablo Temes.

Todo lo que ha trascendido demuestra que la vida del expresidente Fernández, no solo su presidencia, fue un engaño.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 10/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Le asiste a algo nunca visto en la historia de la Argentina. No es que no haya habido historias de infidelidades maritales o situaciones sentimentales complicadas y escandalosas de los presidentes argentinos. Muy por el contrario: la casuística es nutrida. El primer recuerdo que acicatea la memoria es el de Carlos Menem y su tormentosa relación con Zulema Yoma. Cómo no recordar la escandalosa forma en la que la entonces primera dama, fue sacada por la fuerza de la quinta de Olivos. El general Juan Domingo Perón fue protagonista de una relación escandalosa con Nelly Rivas, una adolescente a la que conoció tras la muerte de su esposa Eva Duarte, durante una de las tantas visitas que en la Residencia de Olivos se organizaban para los y las jóvenes integrantes de la poderosa Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Hipólito Yrigoyen solía recibir a mujeres en la Casa Rosada a las que invitaba a pasar a su despacho en el que permanecían varias horas, hecho que sometía a muchos de sus funcionarios a largas esperas antes de ser atendidos por el entonces presidente. Sin embargo, el caso Alberto Fernández representa mucho más que eso. Aquí estamos ante la denuncia de hechos de violencia de género sufrida por Fabiola Yañez que dejan expuestos los rasgos patológicos del expresidente de la Nación.

Dijo Confucio: “Dale poder a una persona y sabrás quién es”. Es lo que sucedió con AF. El poder hizo que conociéramos al verdadero Alberto Fernández.

Mentiroso, inmoral, violento, inepto, con rasgos de perversión e investigado por hechos de corrupción.
 

Desde el punto de vista político, la mentira y el abuso de poder que exhiben las conductas del expresidente, lo enmarcan como un perfecto representante del kirchnerismo. Recuérdese que la mentira y el abuso de poder son la esencia del movimiento.

El ejercicio de la memoria

La vida del expresidente durante los cuatro años de su mandato era conocida por sus aspectos libidinosos por muchos fuera y dentro del peronismo. La primera en conocer ese transcurrir –como no podía ser de otra manera– fue Cristina Fernández de Kirchner. Imposible no recordar aquella frase durante el discurso del 1° de julio de 2022 en Ensenada: “Cualquiera puede leer mi celular. No sé si todos pueden decir lo mismo. Lo que está en mi celular puede ser visto y leído por todos y todas”. La expresión desafiante de la entonces vicepresidenta fue la evidencia de la completa información que tenía sobre la vida privada de AF. “Alberto, poné orden, no te pongas nervioso y metele para adelante” le había dicho el 17 de agosto de 2021, días después de conocerse la foto de la “Fiesta de Olivos” que indignó al país y shockeó al peronismo.

El silencio cómplice de CFK sobre esos aspectos del gobierno del que fue protagonista principal, fue y es estrepitoso. He aquí algo que hay que subrayar ante su actitud de ajenidad: su rol en ese gobierno fue activo, no pasivo. Ocurre que todo fue tan malo a lo largo de esos cuatro años que desespera por zafar de su corresponsabilidad. Es lo que se desprende del comunicado que vía tuit difundió al mediodía del viernes. “Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando de la Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología”, –dice en su comienzo. Vale la pena detenerse en este párrafo.

Tiene razón CFK: De la Rúa, Macri y 
Alberto Fernández no fueron buenos presidentes. Pero olvida decir que a AF lo designó a dedo y que ella fue su vicepresidenta con un gran poder. Por otra parte: ¿fue CFK una buena presidenta? Fue una buena presidenta quien implementó durante su gobierno el cepo? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, persiguió a periodistas y medios críticos? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, buscó  reformar la Constitución para posibilitar su permanencia indefinida en el poder? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, intentó imponer una reforma judicial para llenar la Justicia de jueces y fiscales adictos? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, intervino el Indec para falsificar los datos de los índices de pobreza, desempleo e inflación, como lo acaba de demostrar la Justicia? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, nombró como comandante en jefe del Ejército al general César del Corazón de Todos los Santos Gerardo Milani con la idea de incorporar a las Fuerzas Armadas como brazo de acción del kirchnerismo, en una maniobra de neto corte chavista? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, intentó darle legalidad al escandaloso pacto con Irán, instrumento buscado por el régimen de Teherán para dejar impune el atentado contra la AMIA? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, buscó destruir la imagen pública del asesinado fiscal Alberto Nisman al que no protegió? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, estableció una red de corrupción monumental con la obra pública? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, tuvo como vicepresidente a Amado Boudou, condenado por el intento de apropiarse de la Casa de la Moneda?  

La denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández es un hecho gravísimo que lo complica tanto a él como a su entorno, cuyos detalles deberá aportar Fabiola Yañez a los fiscales y al juez para terminar de dar una idea cabal no sólo de la dimensión de este hecho, sino también de la trama de silencio que se tendió a su alrededor. Asimismo, es importante no olvidar que esta historia, de la cual hasta ahora conocemos sólo la punta del iceberg, se conoció a partir de un hecho de corrupción que lo compromete seriamente al expresidente: los millonarios contratos que le fueron asignados a Héctor Martínez Sosa, el bróker de seguros amigo de AF cuya esposa, María Cantero, fue su secretaria privada.

El carro delante del caballo

Estos episodios conmovedores traen otra vez a la superficie el repetido tema del impacto y las consecuencias que tiene la vida privada de los hombres y mujeres del poder. Este caso es una demostración de lo inescindibles que son. La vida privada de un presidente o presidenta constituye un asunto de Estado por las consecuencias que ella tiene. No se puede esperar decencia en la vida pública de quien, en su vida privada, es un inmoral o un indecente.

La presidencia de Alberto Fernández fue una mentira y, por lo que se está desvelando en estas horas de vértigo, su vida ha sido también una mentira. Habrá que recordar que, como consecuencia de sus mentiras, murieron en la Argentina más de cien mil personas durante la pandemia de covid-19 debido a la falta de vacunas del laboratorio Pfizer que estaban disponibles y que no se compraron, aduciendo requisitos leoninos de la compañía que nunca existieron.

Durante el debate de la ley “Bases y Puntos de partida para la Libertad de los Argentinos”, la senadora K por Tierra del Fuego, Cristina López propuso tratar un proyecto de Ley para imponer una evaluación psicológica para los candidatos a la presidencia de la Nación. Lo dijo en referencia al presidente Javier Milei, a quien trató de enfermo mental. ¿Qué decir entonces de Alberto Fernández?



   

Liga Profesional de Fútbol - River Plate 1 vs. Huracán 1... dealgunamanera...

Empate de River en la vuelta de Gallardo al Monumental…


River se puso en ventaja con un gol de Claudio Echeverri, pero Huracán igualó por medio de Rodrigo Echeverría. 

© Publicado el sábado 10/08/2024 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República Argentina. 


El regreso de Marcelo Gallardo a River no fue lo esperado ya que empató 1-1 ante Huracán en el Monumental, por el encuentro correspondiente a la décima fecha de la Liga Profesional de Fútbol, dejando al “Globo” como único puntero de la Liga Profesional. 

A pesar de un gol temprano del "Diablito" Echeverri, River fue bajando su ritmo de juego y antes de que finalice el primer tiempo, Rodrigo Echeverría empató el encuentro para Huracán.  

River comenzó con mucha energía, motivado por el regreso del "Muñeco", y logró abrir el marcador a los 12 minutos gracias a una gran jugada colectiva que terminó con el tanto de Echeverri.

Sin embargo, la alegría duró poco, ya que un error en la salida de Felipe Peña Biafore fue capitalizado por Huracán, que empató a través de un cabezazo de Rodrigo Echeverría.

En la segunda mitad, Huracán dominó el juego, poniendo en aprietos a Franco Armani, quien tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar la derrota de River.

El marcador no se movió en el complemento y Gallardo no se vio para nada conforme con el nivel del equipo.

Este resultado, dejó a River en la novena posición con 15 puntos, cinco menos que el líder Huracán.

En la próxima jornada, el “Millonario” buscará recuperarse visitando a Gimnasia de La Plata, mientras que Huracán intentará mantener la punta cuando reciba a Belgrano de Córdoba.


Síntesis:


River: 1

Franco Armani; Milton Casco, Germán Pezzella, Paulo Díaz, Enzo Díaz; Felipe Peña Biafore, Rodrigo Aliendro; Franco Mastantuono, Pablo Solari, Claudio Echeverri; Adam Bareiro. DT: Marcelo Gallardo.

Huracán: 1

Hernán Galíndez; Hernán De La Fuente, Fabio Pereyra, Lucas Carrizo, Guillermo Benítez; Federico Fattori, Williams Alarcón, Rodrigo Echeverría; Walter Mazzanti, Sebastián Ramírez y Rodrigo Cabral. DT: Frank Kudelka.

Goles en el primer tiempo: 13m Claudio Echeverri (R); 38m Rodrigo Echeverría (H). 

Cambios en el segundo tiempo: Al inicio Manuel Lanzini por Claudio Echeverri (R); 10m Santiago Simón por Pablo Solari (R); 18m Ignacio Fernández por Rodrigo Aliendro (R), Matías Kranevitter por Felipe Peña Biafore (R) y César Ibáñez por Guillermo Benítez (H); 19m Ramón Abila por Francisco Ramírez (H) y Héctor Fertoli por Rodrigo Cabral (H); 36m Agustín Ruberto por Franco Mastantuono (R); 45 (+1)m Eric Ramirez por Walter Mazzantti (H) y Franco Alfonso por William Alarcón (H).

Estadio: Monumental.

Árbitro: Fernando Echenique.

VAR: Héctor Paletta.




  


viernes, 9 de agosto de 2024

Una sociedad en estado de shock… @dealgunamanera...

 Una sociedad en estado de shock… 

Otros tiempos. Fernández en 2022, durante un encuentro sobre inclusión y diversidad organizado por la CELAC. Fotografía: Getty Images.      

Estado de shock. Así podría describirse a la sociedad y la política argentinas tras la difusión de las imágenes de la ex primera dama, Fabiola Yañez, supuestamente golpeada por quien era su pareja, el expresidente Alberto Fernández. El «supuestamente» vale hasta que la Justicia convalide la denuncia de Yañez aunque, como las luchas del feminismo nos enseñaron, la voz de la víctima debe prevalecer en los análisis.  

© Escrito Jorge Vilas el viernes 09/08/2024 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La sociedad, en medio de una debacle social y económica causada por las políticas del actual Gobierno, ve ahora desde los medios y las redes sociales la degradación de la institución presidencial, ya que los episodios difundidos habrían ocurrido en el ejercicio del mandato de Fernández y, además, en la propia residencia de Olivos, aquella que el Estado destina para morada del titular del Poder Ejecutivo.  Y el shock apunta en distintas direcciones. En lo político, seguramente, por sus consecuencias hacia dentro del peronismo, por la crisis evidente de liderazgo y porque el caso de Fernández no es el único.

Otros dirigentes relevantes de ese espacio están condenados o procesados por episodios de esa naturaleza. Esa vinculación, justamente, es la que utilizan los enemigos de las conquistas de los últimos años en materia de una mayor equidad de género, algunas de ellas materializadas durante el gobierno de Alberto Fernández.  En esa ensalada conceptual y mal intencionada que drena por las redes sociales –ejércitos de trolls de ultraderecha mediante–, la denuncia de Yañez es utilizada para burlarse y atacar al feminismo y criticar cada una de sus banderas. Para los simpatizantes de un Gobierno que en poco tiempo desarticuló los espacios de contención y defensa de los derechos de las mujeres y diversidades, la debacle moral del expresidente anularía la lucha feminista, que fue acompañada por vastos sectores de la sociedad y llevada a la discusión política, donde logró los consensos necesarios para convertir parte de esas demandas en políticas estatales.   

La propia repercusión pública, las condenas unánimes al expresidente y hasta la posibilidad de Fabiola Yañez de hacer la denuncia son consecuencias de la lucha inclaudicable del feminismo que, no sin costos, logró revertir el sentido común de una sociedad machista e hizo posible, por ejemplo, que hoy ante una denuncia de esta naturaleza, la víctima tenga acompañamiento y espacios de contención, hasta hace pocos años, inexistentes o marginales.   

Otro efecto político de los sucesos denunciados es la «cosecha» en favor del presidente Javier Milei. Además de las balas que le aporta a su «batalla cultural», la degradación de la institución presidencial suma para su prédica «anticasta» y horada al principal espacio opositor. Asimismo, la omnipresencia mediática del tema oculta –al menos en la agenda informativa– los crecientes y devastadores efectos de su política económica. Sin ir más lejos, el aumento de la pobreza y la desocupación, los constantes incrementos de tarifas de servicios públicos y transporte y la pauperización de una gran parte de la sociedad. En un momento en que las encuestas de opinión pública comienzan a mostrar un desgaste en el apoyo que la gestión libertaria registra desde diciembre, y a días de una masiva expresión de rechazo plasmada en Plaza de Mayo el miércoles, sale de la agenda mediática dominante la aguda crisis social.   

Alberto Fernández deberá responder ante la justicia por los hechos denunciados. Eso no opaca ni mancha ni roza en lo más mínimo la lucha de las mujeres y diversidades por sus derechos. La violencia de género es un drama social inocultable y no se lo puede ni debe banalizar ni utilizar políticamente. En todo caso, los hechos que cobran notoriedad pública, como este caso, deben servir para ratificar la necesidad de políticas públicas de defensa, promoción y preservación de los derechos que hoy algunos pretenden poner en cuestión en aras de ideologías reaccionarias y violentas.