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domingo, 23 de abril de 2023

Lo que oculta el voto a Milei… @dealgunamaneraok...

Lo que oculta el voto a Milei…

El crecimiento de Milei que anuncian las encuestas afecta al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio.

El peligro que enfrenta una democracia tras la aparición de advenedizos de proclama antisistema, que fomentan su carrera en base a la crítica de lo establecido, ha sido profusamente investigado por destacados autores de la teoría política moderna. Juan José Linz es quizá uno de los mayores exponentes de esta escuela. Doctorado en Sociología en la Universidad de Columbia y profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad de Yale, Linz se especializó en estudios sobre la transición de los regímenes totalitarios y pocos años antes de morir en 2013 publicó un breve pero interesante ensayo titulado Los partidos políticos en las democracias contemporáneas: problemas y paradojas, en el que alertó sobre la compleja dificultad que relaciona la estabilidad de los regímenes políticos con la legitimidad que detentan sus dirigentes y sus partidos.

© Escrito por Rodrigo Lloret (*), el sábado 22/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argetinos. (*) Politólogo. Doctor en Ciencias Sociales. Director de Perfil Educación.

El agudo cientista social español sostuvo en ese paper que tanto en las democracias consolidadas como en las democracias inestables existe un acuerdo considerable en que los partidos políticos y, por ende sus dirigentes, son fundamentales para consolidar el funcionamiento de un sistema republicano basado en el orden constitucional. Sin embargo, aunque puede reconocerlos como indispensables para sostener un régimen republicano que permita evitar la aparición de una dictadura, la opinión pública también suele caracterizarse, especialmente en tiempos de profundas crisis, por manifestar una amplia insatisfacción y una rotunda desconfianza hacia esos mismos políticos y partidos.

Es interesante advertir que el pensamiento de Linz aplica para la Argentina actual de manera asombrosa. Sobre todo, desde que el incesante crecimiento de la intención de voto que ostenta Javier Milei, un proceso que no se detiene sino que se acelera, según reflejan en forma monolítica casi todas las encuestas publicadas en las últimas horas, obliga a repensar seriamente de qué se trata este particular fenómeno social que ha llegado para revolucionar la política local. Es hora de reconocer que, si algo ha logrado el líder de La Libertad Avanza, fue 
desbaratar el escenario electoral de una campaña presidencial que se presentaba opaca, monocorde e insípida y con resultado aún incierto.

Las irresponsables y disparatadas apariciones de Milei, hay que decirlo, permitieron alterar a una dirigencia adormecida que frente a la descomunal crisis que atraviesa el país solo se muestra empecinada en seguir cavando dentro del pozo. Los principales referentes de la política argentina, que en un principio menospreciaron el dilema que planteaba Milei, actualmente se muestran aterrorizados y únicamente atinan a preguntarse sobre a quién favorece o sobre a quién perjudica la marcha del libertario. Sólo ofrecen cálculos mezquinos frente al desafío que se avecina.

Con cada vez mayor contundencia en los análisis electorales que se diseñan dentro de las dos principales coaliciones de gobierno, la posibilidad de que Milei trepe hasta el balotaje ya no parece ser tan lejana. De hecho, se trata de una
 hipótesis que se ha vuelto ahora tan concreta como lo era impensada hace tan solo algunos meses atrás, cuando la aparición del candidato libertario era entonces bienvenida para elaborar escenarios políticos que presuntamente beneficiaban a uno o a otro sector, según la procedencia de cada interlocutor.

Es que solamente algunas semanas atrás el Frente de Todos se entusiasmaba con la proyección de Milei porque imaginaba que ese progreso era 
útil para erosionar el voto opositor, entendiendo que el respaldo que ganaban los libertarios era inversamente proporcional a los apoyos que perdían los candidatos de Juntos por el Cambio. Sin embargo, en los últimos días esa carta se ha vuelto en contra del oficialismo desde que los críticos al Gobierno comenzaron a ilusionarse con una tesis antagónica a la anterior: la oposición sostiene en este momento que Milei contribuye a generar una sostenida pérdida de votos del peronismo en el Conurbano bonaerense más profundo, donde el oficialismo siempre supo cosechar adhesiones masivas gracias a un electorado inquebrantablemente fiel.

La política analiza a quién favorece y a quién perjudica el avance de Milei.

Dando cuenta del debate que más ocupa y más preocupa por estas horas tanto al oficialismo como a la oposición, Horacio Vertbisky acaba de difundir un estudio que arroja luz sobre tan incierto panorama. Lo novedoso de este trabajo es que muestra, por primera vez, cuál sería el origen del sustento electoral de Milei. Según el informe publicado en El Cohete a la Luna el domingo pasado, el libertario cuenta con una intención de voto del 19,44%, un volumen construido principalmente por un 5,96% que proviene de un votante que en 2021 apoyó a Juntos por el Cambio, y un 5,29% que procede de un votante que en la elección anterior había respaldado al Frente de Todos. De confirmarse este vaticinio, en las PASO se comprobaría que más de la mitad de los sufragios a Milei tendría origen en las dos principales coaliciones políticas del país. Curioso caudal mileiano que se nutre del profundo desencanto de los votantes que supieron comulgar con el Gobierno y con el mayor espacio opositor hasta hace muy poco tiempo atrás.Un consultor que analiza encuestas procesadas luego de entrevistas presenciales realizadas en el territorio de La Matanza lo escenificó en términos más explícitos:

-Es muy potente el voto de Milei en los barrios más populares que 
antes votaban al peronismo y en los que la oposición nunca había podido ingresar desde el regreso de la democracia.

-Se trata de un público que se ubica en los deciles más bajos en términos de estrato social, que vive en los sectores más postergados y de menor presencia estatal.

-Es un votante que presenta bajo o nulo nivel de educación e instrucción formal.

-Por otra parte, en los sectores de clase media y clase media alta también se evidencia un crecimiento del voto a Milei.

-Se trata de un público que supo apoyar al antiperonismo en elecciones anteriores y que vive en zonas acomodadas en las que el Frente de Todos alcanzó un magro resultado en la última campaña electoral.

-Es un votante que comparte el discurso ideológico contra el oficialismo pero que representa un núcleo duro del PRO, más cercano a Patricia Bullrich que a Horacio Rodríguez Larreta.


¿Cómo se explica el avance de Milei en espacios tan disímiles? ¿Cómo es posible entender que allí conviven votantes que antes respaldaron a Juntos por el Cambio o al Frente de Todos pero ahora migran unidos hacia La Libertad Avanza? ¿Cómo se conforma ese suceso libertario tan intrincado en términos políticos, sociales e ideológicos? La respuesta es simple, pero a la vez, contundente: Milei no tiene pasado político, no debe rendir cuentas de fracasos de gestión y es el que mejor puede capitalizar el hastío, el rechazo y el cuestionamiento hacia la clase política, a la que se responsabiliza (la casta) por el descalabro en el que se encuentra la Argentina.

No obstante, y a pesar del estupor, es importante señalar que la irrupción de Milei se inscribe en el marco de un paradigma que ya se ha evidenciado previamente. La repentina aparición de un outsider, que denosta a la dirigencia tradicional prometiendo soluciones mágicas e inmediatas para resolver problemas crónicos y complejos, representa un patrón que se viene repitiendo en las democracias occidentales desde la aparición de una nueva derecha que se aggiornó para discutir lo que interpreta como un status quo progresista y un aburguesamiento conservador. Los ejemplos sobran: de Donald Trump en Estados Unidos, a Jair Bolsonaro en Brasil; del Brexit en Gran Bretaña, a Vox en España; de Giorgia Meloni en Italia, a Nayib Bukele en El Salvador.


¿Cuál sería, entonces, la novedad que representa la manifestación tan rutilante de La Libertad Avanza en la coyuntura argentina? ¿Qué tendría de singular el análisis del crecimiento que protagonizan los libertarios, si se trata de propuestas ya exploradas anteriormente en otras elecciones? Y, lo que sería aún más interesante dilucidar: ¿qué oculta el voto a Milei? La respuesta también es simple y, a la vez, también contundente: Milei es producto de la debacle argentina. Su imagen positiva se agiganta con cada porcentual de aumento en el índice inflacionario, se multiplica con cada peso que se adiciona en el precio de la cotización cambiara del dólar paralelo y se amplifica con cada punto que crece en el intolerable e inmoral nivel de pobreza y de indigencia. A diferencia de lo que ocurrió en otros ejemplos recientes producidos en gran parte del mundo, Milei desembarcó en la escena local para advertir el fracaso de una dirigencia política que ha hecho de la Argentina un país en constante involución desde hace décadas.


En términos de Linz, la política argentina debe reaccionar urgentemente frente al shock en el que se encuentra. Queda poco tiempo para evitar el colapso.




  

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El 11-S y las mentiras de Obama… De Alguna Manera...


El 11-S y las mentiras de Obama…


Un libro pone en dudas la versión oficial sobre la muerte de Bin Laden. La campaña presidencial en medio de un nuevo aniversario del atentado terrorista. Por qué Obama se vistió de Bush.

Barack Obama había llegado a la Casa Blanca prometiendo cambiar la imagen de desprecio por las instituciones internacionales que había ofrecido George W. Bush. Pero, en medio de su campaña por la reelección, el presidente de los Estados Unidos recurre a las mismas despreciables herramientas que utilizaba su antecesor.

Esto es lo que parece sugerir la publicación del libro No easy day (No fue un día fácil), cuyo subtítulo es El relato en primera persona de la misión que mató a Bin Laden.

El trabajo se publicó la semana pasada y ya está conmocionando a Estados Unidos. Y al mundo. Fue escrito por Matt Bissonnette, un miembro de los Navy Seal que participó de la Operación Gerónimo, que el año pasado terminó con la vida del creador de Al Qaeda.


Bajo el seudónimo de Mark Owen, el marine asegura haber disparado a un malherido Bin Laden para matarlo y también da detalles de cómo se produjo la misión. El gobierno de Estados Unidos acusó al autor de no haber entregado una copia a sus superiores, de revelar secretos militares y de poner en peligro la seguridad de los Estados Unidos.

Pero ni el Pentágono, ni el Departamento de Defensa ni la Casa Blanca acusaron a Bissonnette de mentir: cuestionan por qué habló, pero no critican lo que dijo.

El libro resuelve interrogantes que habían alertado a la comunidad internacional:

¿Por qué murió Bin Laden?

A las pocas horas haber terminado la Operación Gerónimo, Obama anunció que Bin Laden fue asesinado porque había “resistido en un tiroteo”. Pero el autor del libro demuestra que el fundador de Al Qaeda estaba desarmado: “Antes de salir reparé en un estante sobre la puerta. Estaba en el exacto lugar donde él (Bin Laden) había asomado la cabeza. Deslicé mi mano y sentí dos armas, que resultaron ser un AK-47 y una pistola Makarov en una cartuchera. Revisé las recámaras. Ambas estaban vacías –asegura Bissonnette–. El ni siquiera había preparado una defensa. No tenía intenciones de pelear. Les pidió a sus seguidores por décadas que usaran chaleco-bomba o que estrellaran aviones en edificios, pero él ni siquiera estaba armado”.


¿Por qué Washington ocultó el cuerpo de Bin Laden?

La versión oficial de la Casa Blanca sostiene que el cuerpo de Bin Laden fue arrojado al mar para respetar una ceremonia islámica. Pero el autor demuestra que si Estados Unidos mostraba el cuerpo, hubiese generado un caos internacional: “La cara del hombre estaba deformada, con al menos una herida de bala y cubierta en sangre. El agujero en su frente le había hundido la parte derecha del cráneo. Su pecho estaba destrozado por las balas. Yacía en un enorme charco de sangre”

Bin Laden debía pagar por las tres mil personas que murieron hace 11 años en Nueva York. Bin Laden debía ser acusado por las decenas de atentados terroristas producidos por Al Qaeda, la red que fundó y financió. Bin Laden debía responder por el terror que generó en el mundo entero.


Pero Bin Laden debería haber enfrentado una corte internacional para demostrar las diferencias entre los que buscan justicia y los que siembran terror.

© Escrito por Rodrigo Lloret y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 11 de Septiembre de 2012

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domingo, 11 de marzo de 2012

"Superó a Videla"... De Alguna Manera...

"Superó a Videla"...

 Bashar al Assad, presidente de Siria.

“Yo he venido a visitar la Argentina como un país abierto. Si existen algunas personas que tienen una mente cerrada, eso no me afecta para nada.” Bashar al Assad, discurso en Buenos Aires, junio 2010.

Mientras el último secretario general de las Naciones Unidas visitaba Damasco para frenar la tragedia que, según la ONU, ya llegó a 7500 víctimas mortales, el Ejército sirio bombardeó bastiones rebeldes para provocar otra matanza. Mientras Kofi Annan le imploraba mesura al presidente sirio Bashar al Assad, 62 personas morían por las armas de sus militares.

Para tener idea de lo que pasó ayer en Siria, podríamos recordar la trascendente visita que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó a la Argentina en 1979. Los delegados de la CIDH escucharon las denuncias de violaciones a los derechos humanos, mientras los títeres de la dictadura los hostigaban. Pero ni siquiera el sanguinario Rafael Videla tuvo la osadía de cometer tantos crímenes durante la estadía de los funcionarios de la Comisión. Al Assad superó a Videla.

El dictador que gobierna con puño de acero su país ya recibió la condena internacional: Estados Unidos, Europa y hasta la Liga Arabe reclaman un urgente cambio de régimen. Pero Al Assad sigue en el poder. Es impune. Dolorosamente impune. Y, como lo hicieron los dictadores argentinos, jura que hay un complot en su contra. Al Assad tiene muchos amigos en la Argentina. Quizá alguno de ellos piensa que los sirios son derechos y humanos.

© Escrito por Rodrigo Lloret  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Marzo de 2012.