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domingo, 3 de enero de 2016

Sin Tregua... @dealgunamanera...

Sin Tregua...

Ritondo, de rancho. Dibujo: Pablo Temes

Triple fuga. El caso de los prófugos desnuda la descomposición política argentina.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No hay tregua en el  devenir político de la Argentina. El flamante gobierno de Mauricio Macri lo vive en carne propia en la última y vertiginosa semana del año que terminó y en los primeros días del que acaba de comenzar. La fuga de tres de los cuatro condenados por el triple crimen de General Rodríguez (Martín Lanatta, Cristian Lanatta y Víctor Schillaci) puso a la administración de María Eugenia Vidal ante una evidencia espeluznante: desbaratar la trama de corrupción que el narcotráfico ha generado dentro de las estructuras del Estado será una tarea ciclópea.

El circuito por donde han venido circulando estos peligrosísimos delincuentes no ha dejado de sorprender a muchos de los que los imaginaban fuera del país. Su aparición en la zona sur del conurbano bonaerense marca una realidad diferente. Es en ese territorio donde se sienten impunes y, por lo tanto, seguros. ¿Quién o quiénes los protegen? 

La presencia de los prófugos en la casa de Marcelo Melnyk, alias “El Faraón”, da idea de la holgura con la que se movían. Casi lleva a sospechar de la existencia de una zona liberada. ¿Pudieron desplazarse con tanta comodidad a lo largo de los casi 300 kilómetros que separan a General Alvear de Ezpeleta? Según el relato oficial, se sabe que cuando llegaron a lo de Melnyk se estaba desarrollando una fiesta a la que asistían unas cien personas. Allí permanecieron hasta las cuatro y media de la madrugada. ¿Ninguno de los presentes vio nada? ¿Tan seguros se sintieron los prófugos en medio de tanta gente? Ya se sabe de la complicidad de las autoridades de la unidad carcelaria de máxima seguridad (sic) de Alvear. Seguramente no son las únicas. ¿Pudo haber pasado inadvertido para la Policía Bonaerense que estos personajes se desplazaban hacia el Conurbano?

Entre las cosas que llaman la atención es el tiempo que demandó detectar la llamada telefónica que permitió descubrir sus presencias en la casa de Melnyk. Hay en los investigadores y en el Gobierno enojo hacia las compañías telefónicas por la demora con la que brindaron una información que resultó ser clave.

Otra incongruencia: ¿cómo nadie realizó tareas de vigilancia sobre los domicilios de los familiares de los prófugos? Que Cristian Lanatta haya aparecido no una, sino dos veces, en la casa de su ex suegra, se explica sólo ante la existencia de una red de protección. A todo esto, no hay que olvidar un hecho clave: Ibar Pérez Corradi, el cerebro de toda la operación vinculada al tráfico de efedrina que culminó con el triple crimen, continúa prófugo. Para los investigadores, él también está detrás  de esta fuga.

Desafíos. 

Lo anecdótico deja expuesta la dimensión real del enorme desafío que en materia de seguridad enfrenta no sólo el gobierno provincial sino también el nacional. Macri está malhumorado con la realidad que deja expuesta este caso. Es un panorama devastador que permite explicar el vuelo que, en sus diversas formas, ha cobrado el delito. En la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), la nueva administración se ha encontrado con tierra arrasada. “Se llevaron todo. Desaparecieron los CPU de las computadoras. Lo único que dejaron son los monitores. Debemos reconstruir todo”, señalaba una voz que conoce lo que está pasando en esa repartición cooptada por militantes de La Cámpora. Por eso, debieron pasar unos días hasta que la AFI se sumara activamente al caso, demora que generó quejas entre los jefes de la Bonaerense que están al frente de la investigación.   

El caso deja muchas enseñanzas a las nuevas autoridades. Una de ellas es que carecían de información y pecaron de ingenuidad, lo que los obliga a redoblar esfuerzos de controlar un área clave. El dato de que a los prófugos los tenían cercados fue errónea. ¿Mala información que se originó en fuentes policiales o algo hecho adrede? Los que conocen el tema subrayan un dato: durante la gestión de Carlos Arslanian al frente del Ministerio de Seguridad (en la gestión de Felipe Solá) el Gobierno avanzó en el control de la Policía Bonaerense, lo que llevó a  desbaratar muchos de los numerosos negocios ilícitos que corrompen la fuerza. Toda esa tarea fue dejada de lado durante los dos mandatos de Daniel Scioli. “La Policía Bonaerense está enviciada y desarticulada”, señaló una voz del gobierno provincial.

En los últimos ocho años, el país ha asistido atónito a una discusión sin sentido sobre si aquí se produce o no droga. Mientras este absurdo distraía la atención de la ciudadanía, el narcotráfico desembarcó y se desplegó por todo el territorio. Personajes de los carteles más  poderosos y temibles del mundo encontraron aquí terreno fértil para llevar adelante sus andanzas y sus negocios. Tantas fueron las facilidades que detectaron, que lo hicieron a la vista de todos, casi de manera obscena.          

“Son personajes con contactos políticos y policiales con el bajo mundo”, agregó Hugo Icazati, abogado de Víctor Schillaci, uno de los prófugos. “El narcotráfico ha penetrado en la política”, dijo el lunes la gobernadora de la provincia de Buenos Aires para marcar la exacta dimensión de lo que representa este caso que, desde sus orígenes hasta el impactante giro que ha tenido en estos días, nos acerca a realidades vividas por México y Colombia y sufridas por sus ciudadanos.

Producción periodística: Santiago Serra.



sábado, 8 de agosto de 2015

Yabrán 2… @dealgunamanera...

Yabrán 2…

LA DENUNCIA DE LANATA cambió la agenda de todos los medios. Foto: Captura de pantalla

La financiación de la política a través de actividades ilegales y otras coincidencias entre el empresario fallecido y la denuncia sobre Aníbal Fernández.

La denuncia sobre Aníbal Fernández tiene muchas  coincidencias con el caso Yabrán. En dos oportunidades durante el reportaje de Lanata, el condenado por el triple crimen menciona la palabra “susto”.  Primero dice: “Quien da la orden del susto de la muerte es Aníbal Fernández”. Más adelante vuelve a decir: “Si bien no titubeó en darle el susto de muerte a estos tres...”. Y “susto” fue lo que iban a producirle a José Luis Cabezas con la misma derivación, según Martín Lanatta, que tuvo el triple crimen.

Asumiendo que el hoy jefe de Gabinete hubiera sido el jefe de la banda que comercializaba efedrina, el triple crimen hizo que se visibilizara la falta de legislación sobre la efedrina “estropeándole el negocio”. Pero ese eventual tiro en los pies abre hoy algo mucho más grave aún: la caja de Pandora de un negocio infinitamente mayor, que es el de cobrar por proteger delitos usando las fuerzas legales para brindar protección a lo ilegal, de todo aquello que fuera rentable hacerlo.

Felipe Solá tendría de cuando fue gobernador pruebas contra Aníbal Fernández esperando el resultado de las PASO

Efedrina sería una de la tantísimas variantes de la financiación de la política. Aníbal Fernández fue ministro de Interior los cuatro años y medio de la presidencia de Néstor Kirchner y dos años después de Cristina Kirchner. Y ya es un mito nacional la versión sobre que al morir Néstor Kirchner se dejaron de llevar a la Casa Rosada las valijas con dinero que recaudarían distintas áreas de fuerzas de seguridad. Desde el chiquitaje de lo juntado por “agilizar” trámites de portación de armas en el Renar, como hacía Martín Lanatta, pasando por el juego, la droga y la compra lisa y llana de comisarías.

Valijas con plata a políticos generadas por la venta de protección a negocios ilegales, entre tantos otros facilitar el ingreso y egreso de mercaderías por la Aduana, eran parte de las actividades más lucrativas de Yabrán.

Aunque la denuncia de Martín Lanatta tenga móviles que lo lleven nuevamente a mentir, como dice haberlo hecho en el juicio, instala un tema con derivaciones similares al caso  Yabrán, que terminaron  extendiéndose a parte del Gobierno en su conjunto.

Martín Lanatta durante el reportaje mostró incongruencias que en un testimonio judicial con partes, contrapartes y fiscales repreguntando lo hubieran puesto aún más incómodo. Cuando el contador de tiempo del programa Periodismo para todos llega a 1:05:12, Lanata le dice: “Pensá que ahí del otro lado de la cámara está Aníbal Fernández, decile lo que quieras”. El responde: “Si va a salir en televisión no lo podría decir, él sabe bien que lo que estoy diciendo es verdad... (y sigue)”. Había dos cámaras profesionales filmándolo más una manual, ¿cómo no sabía que sí iba a salir por televisión? En un tribunal se pondría más nervioso y podría sacársele mucho más.

Por ejemplo Felipe Solá, competidor electoral de Aníbal Fernández, no aceptó un
reportaje profundo sobre el jefe de Gabinete y se especula que tiene una carpeta con acusaciones para sumar si tras las PASO quedara como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires del Frente para la Victoria.

Cristina Kirchner, tras querer prescindir de Aníbal Fernández, quizás por la falta de colaboradores con sus capacidades operativas, volvió a convocarlo varias veces después de que dejara su puesto de ministro: primero  para secretario general de la Presidencia, luego para jefe de Gabinete y ahora como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Una investigación judicial sobre Aníbal Fernández será un proceso a los doce años de kirchnerismo. Y ése es el gran valor de la denuncia de Lanata, más allá de las discusiones sobre la operación política que la haya promovido. El momento en que se producen los testimonios contra Aníbal Fernández hace evidente la intencionalidad electoral por lo menos en algunos de los partícipes necesarios. Pero hay operaciones políticas con falsedades y otras con hechos verdaderos. Mínimamente es verdad que el condenado por el triple crimen acusa a Aníbal Fernández.

También es cierto que Lanata dio por cierta la acusación al abrir su programa diciendo: “Esta noche te vamos a contar que el autor ideológico de esas muertes fue el jefe de Gabinete”. Y no consideró necesario tomarse el trabajo de dar testimonio de quienes pusieran en duda lo dicho por el condenado, como su abogado o su esposa y madre de sus hijos, como hicieron luego en otros medios.

No sin algunos celos por el éxito de Lanata, colegas en redacciones, asociaciones de corresponsales extranjeros, la Academia y facultades de periodismo se preguntan si lo que hace Lanata en PPT es periodismo de investigación u otro género.

La perplejidad surge del hiperprotagonismo recurrente de Lanata y la inexistencia de otro ejemplo en el mundo donde un periodista ocupe tanta centralidad de la escena nacional. Con su denuncia sobre Aníbal Fernández, otra vez obligó a cambiar la agenda de todos los medios y no se habló de otra cosa la semana previa a las elecciones primarias nacionales.

Algunas críticas que recibe también reflejan envidia por las habilidades comunicativas de Lanata, en especial su histrionismo y desparpajo: llamar varias veces “imbécil” al jefe de Gabinete es algo que en el periodismo televisivo de la mayoría de los países resulta inimaginable y probablemente en la Argentina actual sea parte de las claves de su éxito.

Valijas con dinero por permitir negocios ilegales no podrían limitarse sólo al tráfico de Efedrina

En su monólogo, Lanata anticipó las críticas: “No estoy pensando cuándo carajo hay PASO, me importan un pomo las PASO... ¡Qué verso de las PASO! Si se las pasan por las pelotas el tema de los candidatos y la mitad de los partidos ya tienen elegidos sus candidatos”. Pero justo el caso del candidato a gobernador bonaerense es el mayor cargo en disputa de estas PASO.

También una semana antes de las elecciones presidenciales que perdió Duhalde, la revista Noticias publicó una tapa con una denuncia en su contra por el crimen de Cabezas. 

La diferencia está en los modos de Lanata, quien no necesita mostrar ecuanimidad ni atenerse a formas clásicas de los manuales para ser creíble ante la mayor audiencia que haya concitado nunca un periodista argentino.

Su estilo y su éxito también son una señal de una época hiperbólica.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 08/08/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.