Yabrán 2…
LA DENUNCIA DE
LANATA cambió la agenda de todos los medios. Foto: Captura de pantalla
La financiación de la política a través de actividades
ilegales y otras coincidencias entre el empresario fallecido y la denuncia
sobre Aníbal Fernández.
La denuncia
sobre Aníbal Fernández tiene muchas coincidencias con el caso Yabrán. En
dos oportunidades durante el reportaje de Lanata, el condenado por el triple
crimen menciona la palabra “susto”. Primero dice: “Quien da la orden del
susto de la muerte es Aníbal Fernández”. Más adelante vuelve a decir: “Si bien
no titubeó en darle el susto de muerte a estos tres...”. Y “susto” fue lo que
iban a producirle a José Luis Cabezas con la misma derivación, según Martín
Lanatta, que tuvo el triple crimen.
Asumiendo que el
hoy jefe de Gabinete hubiera sido el jefe de la banda que comercializaba
efedrina, el triple crimen hizo que se visibilizara la falta de legislación
sobre la efedrina “estropeándole el negocio”. Pero ese eventual tiro en los
pies abre hoy algo mucho más grave aún: la caja de Pandora de un negocio
infinitamente mayor, que es el de cobrar por proteger delitos usando las
fuerzas legales para brindar protección a lo ilegal, de todo aquello que fuera
rentable hacerlo.
Felipe Solá tendría de cuando fue gobernador pruebas
contra Aníbal Fernández esperando el resultado de las PASO
Efedrina sería
una de la tantísimas variantes de la financiación de la política. Aníbal
Fernández fue ministro de Interior los cuatro años y medio de la presidencia de
Néstor Kirchner y dos años después de Cristina Kirchner. Y ya es un mito
nacional la versión sobre que al morir Néstor Kirchner se dejaron de llevar a
la Casa Rosada las valijas con dinero que recaudarían distintas áreas de
fuerzas de seguridad. Desde el chiquitaje de lo juntado por “agilizar” trámites
de portación de armas en el Renar, como hacía Martín Lanatta, pasando por el
juego, la droga y la compra lisa y llana de comisarías.
Valijas con
plata a políticos generadas por la venta de protección a negocios ilegales,
entre tantos otros facilitar el ingreso y egreso de mercaderías por la Aduana,
eran parte de las actividades más lucrativas de Yabrán.
Aunque la
denuncia de Martín Lanatta tenga móviles que lo lleven nuevamente a mentir,
como dice haberlo hecho en el juicio, instala un tema con derivaciones
similares al caso Yabrán, que terminaron extendiéndose a parte del
Gobierno en su conjunto.
Martín Lanatta
durante el reportaje mostró incongruencias que en un testimonio judicial con
partes, contrapartes y fiscales repreguntando lo hubieran puesto aún más
incómodo. Cuando el contador de tiempo del programa Periodismo para todos llega
a 1:05:12, Lanata le dice: “Pensá que ahí del otro lado de la cámara está
Aníbal Fernández, decile lo que quieras”. El responde: “Si va a salir en
televisión no lo podría decir, él sabe bien que lo que estoy diciendo es
verdad... (y sigue)”. Había dos cámaras profesionales filmándolo más una
manual, ¿cómo no sabía que sí iba a salir por televisión? En un tribunal se
pondría más nervioso y podría sacársele mucho más.
Por ejemplo
Felipe Solá, competidor electoral de Aníbal Fernández, no aceptó un
reportaje
profundo sobre el jefe de Gabinete y se especula que tiene una carpeta con
acusaciones para sumar si tras las PASO quedara como candidato a gobernador de
la provincia de Buenos Aires del Frente para la Victoria.
Cristina
Kirchner, tras querer prescindir de Aníbal Fernández, quizás por la falta de
colaboradores con sus capacidades operativas, volvió a convocarlo varias veces
después de que dejara su puesto de ministro: primero para secretario
general de la Presidencia, luego para jefe de Gabinete y ahora como candidato a
gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Una
investigación judicial sobre Aníbal Fernández será un proceso a los doce años
de kirchnerismo. Y ése es el gran valor de la denuncia de Lanata, más allá de
las discusiones sobre la operación política que la haya promovido. El momento
en que se producen los testimonios contra Aníbal Fernández hace evidente la
intencionalidad electoral por lo menos en algunos de los partícipes necesarios.
Pero hay operaciones políticas con falsedades y otras con hechos verdaderos.
Mínimamente es verdad que el condenado por el triple crimen acusa a Aníbal
Fernández.
También es
cierto que Lanata dio por cierta la acusación al abrir su programa diciendo:
“Esta noche te vamos a contar que el autor ideológico de esas muertes fue el
jefe de Gabinete”. Y no consideró necesario tomarse el trabajo de dar
testimonio de quienes pusieran en duda lo dicho por el condenado, como su
abogado o su esposa y madre de sus hijos, como hicieron luego en otros medios.
No sin algunos
celos por el éxito de Lanata, colegas en redacciones, asociaciones de
corresponsales extranjeros, la Academia y facultades de periodismo se preguntan
si lo que hace Lanata en PPT es periodismo de investigación u otro género.
La perplejidad
surge del hiperprotagonismo recurrente de Lanata y la inexistencia de otro
ejemplo en el mundo donde un periodista ocupe tanta centralidad de la escena
nacional. Con su denuncia sobre Aníbal Fernández, otra vez obligó a cambiar la
agenda de todos los medios y no se habló de otra cosa la semana previa a las
elecciones primarias nacionales.
Algunas críticas
que recibe también reflejan envidia por las habilidades comunicativas de
Lanata, en especial su histrionismo y desparpajo: llamar varias veces “imbécil”
al jefe de Gabinete es algo que en el periodismo televisivo de la mayoría de
los países resulta inimaginable y probablemente en la Argentina actual sea
parte de las claves de su éxito.
Valijas con dinero por permitir negocios ilegales no
podrían limitarse sólo al tráfico de Efedrina
En su monólogo,
Lanata anticipó las críticas: “No estoy pensando cuándo carajo hay PASO, me
importan un pomo las PASO... ¡Qué verso de las PASO! Si se las pasan por las
pelotas el tema de los candidatos y la mitad de los partidos ya tienen elegidos
sus candidatos”. Pero justo el caso del candidato a gobernador bonaerense es el
mayor cargo en disputa de estas PASO.
También una
semana antes de las elecciones presidenciales que perdió Duhalde, la revista
Noticias publicó una tapa con una denuncia en su contra por el crimen de
Cabezas.
La diferencia está en los modos de Lanata, quien no necesita mostrar ecuanimidad ni atenerse a formas clásicas de los manuales para ser creíble ante la mayor audiencia que haya concitado nunca un periodista argentino.
Su estilo y su
éxito también son una señal de una época hiperbólica.
© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado
08/08/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
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