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domingo, 26 de enero de 2020

El sinuoso camino de Alberto Fernández… @dealgunamanera...

El sinuoso camino de Alberto…

Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes

La economía marcará el éxito o el fracaso del Gobierno, aunque para eso se necesita certidumbre política, algo que hoy no posee.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 26/01/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Es una foto que habla. Fue tomada en las horas previas a la partida de Alberto Fernández hacia Israel. Se ve a Cristina Fernández de Kirchner en el momento de firmar el libro de traspaso del mando. A su lado, el escribano general de gobierno, Carlos Gaitán. La vicepresidenta sonríe y el escribano también. Es una ceremonia que, en realidad, es un trámite que, a partir de un decreto publicado en el Boletín Oficial el lunes pasado, se ha simplificado y ya no exige la presencia del Presidente y del vice para su validación.   

Pero –siempre hay un pero cuando se trata de CFK– lo curioso y singular es el lugar: no es el despacho que la vicepresidenta ocupa en el Congreso; no es tampoco la Casa de Rosada; no es ni siquiera un despacho oficial: es el despacho de CFK en el Instituto Patria. Hace acordar a cuando se hacía llevar los diarios en el avión presidencial desde Buenos Aires a El Calafate. Las conductas de CFK no han cambiado.

Israel. Al Presidente le fue bien en Israel. Fue una buena decisión suya la de participar en las ceremonias oficiales de conmemoración de los 75 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, emblema de las atrocidades cometidas por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.

Lo más importante fue mostrarle al mundo que, al menos en la condena a ese hecho repugnante y trágico de la historia, hay en la Argentina una política de Estado. No es un tema menor.

Eso no significa que las diferencias con Israel se hayan extinguido. Algunas se corrigieron rápidamente en estos días tras la rectificación que debió hacer la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, que había afirmado que “mantener a Hezbollah como una organización terrorista es comprarnos un problema que no tenemos (sic)”.  

Y claro que esas diferencias se extienden a la muerte de Alberto Nisman –un magnicidio institucional– y al sabor amargo que dejó para las relaciones entre los dos Estados el fallido memorándum entre la Argentina e Irán, fogoneado por CFK y su difunto ex canciller Héctor Timerman. Y, hay que decirlo, son diferencias nada sutiles.  

En la reunión –y posterior discurso– entre Alberto Fernández y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no faltaron las palabras referidas a la necesidad de mantener el compromiso en busca del esclarecimiento del atentado contra la AMIA.

La confirmación de ese compromiso es –sin duda– algo valioso pero hay que recordar que otros ya dijeron lo mismo, con las mismas palabras, el mismo énfasis y, lamentablemente, el mismo resultado: la nada misma. A 28 años del ataque terrorista contra la Embajada de Israel, a 26 del atentado contra la AMIA y a cinco del trágico final de Nisman hay un denominador común: el fracaso.

El caso Nisman ha dejado al Presidente en una situación incómoda. Y lo mismo vale para la Justicia.

Buena impresión. En su primera experiencia internacional, AF produjo una buena impresión, mucho mejor que la que solía producir CFK. A la entonces presidenta no la soportaba nadie. Es cierto que no le costó mucho lograrlo: hizo falta tan solo un poco de sentido común y buenos modales. Hay, además, una necesidad de aceitar la buena relación del Presidente con los líderes mundiales. Es una necesidad que tiene una explicación muy simple: la deuda de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional y los bonistas. De eso habló con ellos en las pocas palabras que cruzó a lo largo de su corta estadía en Jerusalén.

Lo que los líderes a los que vio –y a los que va a ver en la semana entrante–  se preguntan es si el Presidente es quien está en control del Gobierno o es la vicepresidenta. Y esa pregunta aún no tiene respuesta.

El Presidente viene desandando un camino sinuoso. Y ese camino sinuoso tiene consecuencias no solo políticas sino también económicas. Una de esas sinuosidades se da en los nombramientos. Que el titular de la Inspección General de Justicia sea el abogado Ricardo Nissen, el apoderado de Máximo y Florencia Kirchner en la causa Hotesur, es lisa y llanamente un verdadero disparate. “Cuando hay una causa que involucre a Hotesur me abstendré”, dijo Nissen para responder a las críticas que generó su designación. ¿Puede alguien sensatamente creer que eso será así?

Justicia. Gustavo Beliz sigue trabajando en el tema judicial. Habrá un proyecto de reforma de la Justicia Federal, un fuero que  necesita cambios. La incógnita es hacia dónde irán esos cambios. Si el objetivo es diluir el poder actual de los jueces para favorecer a CFK y compañía, nada habrá cambiado. No es eso lo que Beliz quiere. Lo mismo dice el Presidente. Pero habrá que ver qué es lo que la vicepresidenta quiere.  

Guillermo Nielsen es un ejemplo de las consecuencias que genera la duda sobre el real poder de AF. A su paso por el Foro Económico de Davos dejó conceptos que despertaron el interés de muchos de los que lo escucharon. Esos muchos le creen a Nielsen y comparten sus diagnósticos y sus planes. Lo que no saben –y se preguntan– es si en el Gobierno le creen o no, si valoran sus iniciativas o no, si sus proyectos son prioritarios o no.

Otro foco de tensión interna es la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof sigue demostrando haber aprendido poco de sus gruesos errores del pasado. Cree que apurando a los acreedores con bravuconadas los va a acorralar para que depongan sus exigencias en relación con el pago del bono 2021 por 250 millones de dólares, que vence a fin de este mes.

Lo peor es que eso se traduce también en tensiones con el ministro de Economía, Martín Guzmán. “O me dan la plata para pagar o no lo pago”, dijo el gobernador bien fuerte para que se enterara el que quisiera dentro del gobierno nacional.

El asunto es de gran importancia no solo para el caso en sí sino también para toda la renegociación con el Fondo Monetario Internacional. Y esa negociación es clave para poder aspirar a transformar la Argentina en un país atractivo para los inversores, algo que hoy no es.

Será la economía uno de los puntos claves –aun cuando no el único–que marcarán el éxito o el fracaso del gobierno de Alberto Fernández. Y no habrá posibilidad de éxito económico si no hay certidumbre política, esa que hoy le falta al Gobierno.





lunes, 26 de enero de 2015

Cristina, Delfín y Monjarrita… De Alguna Manera...

Cristina, Delfín y Monjarrita…



Este título es el único chiste que se me ocurre, Presidenta. Como ve, hoy no me da ni para llamarla Compañera Jefa.

No costaba nada. Era más fácil. Alcanzaba con un discurso suyo de 15 minutos, por cadena nacional el lunes al mediodía. Un mínimo de sensibilidad, humildad y estatura ante las circunstancias. Transmitiendo serenidad. Si quiere, explicando que usted es inocente de toda acusación, pero poniéndose a disposición de la Justicia, como hace cualquier persona de bien que no tiene nada que esconder. Se podría haber comprometido con el esclarecimiento de los hechos y, sobre todo, acompañado el sentimiento de angustia que envuelve al pueblo argentino. Ni hablar que el discurso debía cerrar con las ineludibles condolencias a la familia del fiscal Nisman. Pero no. Nada de eso. Ni siquiera las condolencias.

Eligió, una vez más, el camino más provocativo posible. La peor respuesta al peor momento. Facebook, cartas, intrigas detectivescas, acusaciones al voleo, idas, vueltas, descalificaciones. No quiero ni entrar en detalles. De eso ya se ocuparon todos.

Lo único que todavía no explicó Presidenta, es por qué un personaje como Luis D'Elía, comprometido en todas las escuchas, estuvo sentado en la primera fila de todos sus actos en la Casa Rosada.

No necesito ser abogado para comprender lo que evidencian esas escuchas. El resto, lo que no sé, me lo puedo imaginar.

En todas partes ocurren cosas terribles. Lo que nos pasó estos días tiene equivalencias en todos los países. La diferencia está en la idoneidad de aquellos en quienes delegamos la responsabilidad de resolver estos asuntos.

Arrancaron hablando de la CIA, el Mossad, la KGB, el MI6 y no sé cuánta cosa más, hasta que apareció el cerrajero Pepe Galleta, un guapo en camiseta, diciendo "yo puse un alambrecito, abrí la puerta y chau". Eso solo alcanzó para cambiar el eje discursivo del proyecto nacional y popular.

Por eso hay que pensar bien antes de abrir la boca, Presidenta. Mire lo que le pasó a su diputada Diana Conti. En el embale de decir barbaridades contra el fiscal, expresó: "Le decimos a la hija de Nisman que se quede tranquila, que no vamos a agredir ni a insultar a su papá". ¿Y ahora? ¿Cómo se vuelve de eso, Presidenta?

Pasamos de aquel lunes en que Julián Domínguez y Juliana Di Tullio leyeron una cosa mientras sus rostros decían otra muy distinta, a este jueves con el documento del PJ que incluyó la famosa teoría de Capitanich: "Esto es una conspiración para tapar el éxito de la temporada marplatense". Que el tipo haya dicho semejante pelotudez en caliente, vaya y pase. Pero ponerla después por escrito en un documento oficial del PJ, me parece que la historia del peronismo no se lo merecía.

Toda la impericia ha quedado al desnudo, Presidenta. Siempre me llamó la atención que hasta 2003 ustedes nunca hubieran viajado a ningún lado. Siendo que eran políticos pudientes y ambiciosos, jamás tuvieron la inquietud de reunirse con algún alcalde español, algún ex primer ministro italiano, o algún legislador alemán o canadiense. Intercambiar ideas, experiencias, caminar otra ciudad, conocer otras culturas. Nada. Treinta años en Río Gallegos sin salir. Eso explica, no sólo la estrafalaria y perimida visión del mundo que siempre han tenido, sino también el soberbio empeño por enseñarles sus teorías a cuanto mandatario se les cruzaba. Parafraseando a Cortázar: un kirchnerista es un menemista que no conoció París.

Sólo así se entiende que haya nombrado Canciller a un tipo cuyo único mérito es conocer qué restaurantes están de moda en Nueva York.

Y para rematarla, aparecen un par de ñatos hablando por teléfono, yendo y viniendo con mensajes entre la Rosada y Teherán. Hablando en clave con suficiente torpeza como para que entendamos todos. Más que espías, parecen dos reclutas salidos de "Canuto Cañete, conscripto del Siete".

Permítame hacer un breve punteo de hechos incontrastables. Indiscutibles. Fehacientes.

•El atentado a la Embajada fue reivindicado por un brazo del Hezbollah (éste responde a Irán), y el de la AMIA involucra a varios iraníes.

•Ambos fueron cometidos por suicidas. Si bien en la Argentina tenemos turros a rolete, no conozco ninguno dispuesto a inmolarse. Estos vinieron de afuera.

•Fueron ayudados por tipos que aún caminan entre nosotros.

•Durante el menemismo hubo un plan de encubrimiento.

•Kirchner designó al fiscal Nisman y lo puso a trabajar con la SIDE.

•Kirchner denunció con valentía a Irán en la ONU entre 2003 y 2007.

•Kirchner rechazó a patadas varias propuestas iraníes de negociar impunidad por negocios, según ha contado el ex canciller Bielsa.

•Usted denunció con valentía a Irán en la ONU hasta el año 2011.

•En marzo de 2011, el respetado, democrático, progresista y querido Pepe Eliaschev, denunció un acuerdo secreto con los iraníes. Timerman lo descalificó con insultos.

•En septiembre de 2012 usted dijo en la ONU que no tomaría ninguna medida sobre el tema sin el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas y de las instituciones judías.

•En enero de 2013 se firma el Memorándum de Entendimiento con Irán y en febrero se aprueba a toda velocidad en el Congreso, pese al rechazo unánime de todas las fuerzas políticas no kirchneristas y las instituciones judías.

•El acuerdo nunca fue ratificado por el parlamento iraní. Ni siquiera considerado.

•En mayo de 2014 es declarado inconstitucional por la Justicia Argentina.

•El dirigente ultra K Luis D'Elía, defensor abierto de la causa iraní, vinculado al gobierno de Teherán, y habitué de todos los actos en Casa Rosada, aparece en las escuchas que claramente sugieren negociaciones secretas.

•El fiscal Nisman los denuncia a Usted, a Timerman, a D'Elía y a otros de montar un plan de impunidad.

•El día que iba a presentar la denuncia en el Congreso, el fiscal Nisman aparece muerto con un tiro en la cabeza.

La pregunta del millón es: ¿qué parte no se entiende?

Frente a la tragedia, la sospecha y las denuncias, el gobierno se pasó toda la semana preguntando por qué Nisman interrumpió sus vacaciones.

Ah, me acordé de un viejo chiste. Un tipo vuelve a la noche a su casa y encuentra a su mujer en la cama con otro hombre. Antes de que reaccione, la mujer lo increpa: "¡¡¡¿Estas son horas de llegar?!!!". El marido, absorto, balbucea: "...¡¡¡pero... estás en la cama con otro!!!..." Ella le contesta: "¡¡¡No me cambies de tema!!!".

Eso es lo que pasó esta semana. Encontramos al Gobierno en la cama con otro y ante el estupor de todo un país, lo único que se les ocurrió decir fue "¿Estas son horas de llegar?".

Fin de temporada.

© Escrito por Alejandro Borensztein el domingo 25/01/2015 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



martes, 20 de enero de 2015

Salvemos a Irán… De Alguna Manera...

Salvemos a Irán…


El inicio de la trama que termina con las denuncias del fiscal Alberto Nisman. Pepe Eliaschev reveló en 2011 que se había concretado una reunión de Héctor Timerman en Alepo, Siria con representantes sirios e iraníes para buscar una solución al problema que tenían los persas por la acusación de la justicia argentina por el atentado a la sede del centro comunitario de la colectividad judía de la Argentina que costó la vida de 85 personas y  produjo más de 300 heridos.

La causa, víctima de las más disparatadas operaciones políticas y de inteligencia llevaba casi dos décadas estancada y con muy pocas chances de ser resuelta.

La realidad es que ningún gobierno desde Menem hasta los dos presidentes Kirchner tuvieron real interés en ir hasta el hueso del asunto. Todos sabían que hacerlo los iba a enfrentar con una poderosa conexión local vinculada de manera ostensible con el encubrimiento del atentado y un sector de las fuerzas de seguridad y de los servicios de inteligencias posiblemente metidas en su planificación y realización.

Es imposible probar nada en esta causa a más de veinte años de producida la explosión y cualquiera que hable con certeza solo está adivinando u operando.

No es coherente que si el atentado fue cometido por un grupo terrorista extranjero con el mínimo necesario de apoyo local haya contado con semejante nivel de encubrimiento por parte de nuestras fuerzas de seguridad, la SIDE y miembros de los distintos poderes ejecutivos, legislativos y judiciales de estos veinte años transcurridos. Nadie encubre a quien no conoce, si no forma parte del plan o si no cobra por hacerlo. No alcanzan las meras simpatías para arriesgarse a quedar involucrado en un acto terrorista que produjo tanto daño, el encubrimiento es parte fundamental de un delito de esta naturaleza.

Casi en un acto discriminatorio muchos se sorprenden cuando ven a varios miembros de la comunidad judía colaborando con dicho encubrimiento: Corach, Beraja, Timerman. Digo acto de discriminación como si los judíos, como cualquier otro argentino, no tuviésemos el mismo derecho a ser unos traidores.

El proceso que deriva luego en el acuerdo con Irán y las actuales denuncias del fiscal Nisman comienza en el 2005, en el hotel Lois Suites de la Recoleta , donde se reunieron con el conocimiento de Daniel Filmus, Roberto Ahuad con el ministro de cultura de Siria con la intención de desarrollar un plan que sirva para desinvolucrar a Irán del el atentado.

Es el mismo Ahuad quien arma años después la reunión en Alepo entre los cancilleres de Argentina e Irán. Ahuad quien fuera candidato a concejal en la fórmula de Filmus para la capital fue nombrado luego como embajador en Siria, Ahuad es visto por varios servicios de inteligencia extranjeros como el verdadero representante del Hezbollah en la Argentina.

A continuación transcribimos el contenido de la primera reunión en Alepo entre  ambos cancilleres haciendo la salvedad de que Pepe Eliaschev no supo cuando revelo por primera vez la reunión que la misma se había realizado nada menos con el canciller iraní.

Aclaro que es una traducción realizada del hebreo al castellano.

¡Tenemos un acuerdo! 

La primera reunión de Timerman con representantes iraníes se realizó en la ciudad siria de Alepo a principios de 2011. Irónicamente, previo a su encuentro, el último tuit que el canciller envió fue dirigido a la cuenta del autor de este libro y decía: “Abrazo desde Turquía”. Timerman se había preparado para la misión. Antes de viajar solicitó por vía directa a la cancillería norteamericana un informe sobre la situación económica iraní y la repercusión de las elecciones. A dicha reunión asistieron los miembros de la delegación argentina que acompañó a Timerman, integrada por el embajador Ahuad y dos funcionarios de inteligencia argentina; de la parte siria lo hicieron el ministro de Relaciones Exteriores al-Mohalem y el presidente Bashar al-Assad.

Pero a diferencia de lo informado por los medios en ese momento, al encuentro también concurrieron, en representación de Irán, el diplomático Walid al-Mohalem y el ministro de Relaciones Exteriores, Ali Akbar Salehi. Pasada la parte introductoria en la que todos participaron, la conversación de poco más de una hora derivó en un mano a mano entre Salehi y Timerman para tratar el tema principal. Según lo informado por altas fuentes de la diplomacia israelí, se logró reconstruir buena parte de esa conversación. Salehi introdujo el tema:

—Si estamos aquí reunidos es porque su país se dio 270 271 cuenta de que la República Islámica de Irán no tuvo nada que ver con el siniestro. Usted sabe que ciudadanos iraníes fueron acusados injustamente y sólo cuando se sepa la verdad vamos a poder esclarecer lo que pasó.

El régimen sionista se ha encargado de demonizar a la República Islámica de Irán; Irán no tuvo ni tiene problemas con gente de religión judía, convivimos con ellos desde hace más de 3500 años.

—Nuestro país tiene una tradición de amistad con todos los países del mundo. El tema de la AMIA es un tema que se tiene que resolver. Para resolver el tema, lo importante es saber la verdad —respondió Timerman.

—Para resolver el tema lo importante es saber la verdad y la investigación que llevó a cabo su país está infectada por los sionistas. Nosotros sólo queremos la verdad y que nuestros ciudadanos no sean perseguidos. Somos un país soberano, con una religión de paz, que sólo quiere llegar a la verdad, y un diálogo con nosotros no estaría bien visto por nuestros enemigos.

—Argentina es un país soberano y su justicia también lo es, tal como me informó el señor embajador. Sólo a través de un diálogo podremos llegar a resolver el atentado de la AMIA. Yo soy canciller de la República Argentina, represento al gobierno de la República Argentina, no represento a Israel, ni a sus intereses.

—En su país quedó instalado el mito de Irán como estado terrorista, y las influencias negativas externas hacen difícil que se acepte y se sepa la verdad.

—Yo estoy aquí bajo precisas órdenes de nuestra presidenta, para tratar de encontrar o buscar una solución a la causa AMIA. Los tiempos y humores dentro de nuestro país es un tema que resolveremos internamente.

La conversación tuvo un breve impasse en que ambos funcionarios hablaron de la relación económica entre sus países. Fue Salehi el que nuevamente abordó el tema: “Irán tiene 11 mil millones de dólares fuera que no puede utilizar debido a las agresiones. Nuestros ciudadanos están siendo perseguidos injustamente y eso no puede seguir así. La República Islámica de Irán es una gran amiga de la Argentina como se ha demostrado en todos estos años. El comercio es floreciente, la ideología estratégica es compatible y la posibilidad de aumentar está vigente. Lo importante es sacar el mito de que Irán es un estado terrorista que no quiere colaborar para esclarecer lo que pasó”.

—Comparto y me agrada la idea de que su país quiera colaborar con la Justicia argentina. Me comprometo y le garantizo que los ciudadanos iraníes serán tratados con el mayor de los respetos, espero que usted pueda transmitir a su gobierno que Argentina busca esclarecer el atentado y que los responsables, sean quienes sean, enfrenten la justicia.

—Es importante elaborar un plan de acción donde las dos partes queden satisfechas. Irán está dispuesto a involucrar a su justicia para que argentinos vengan y podamos estudiar juntos el caso. Nuestros países me-272 273 recen que lleguemos a un acuerdo […] El lobby sionista americano tiene mucha influencia sobre el lobby sionista argentino.

—El lobby sionista argentino está controlado —aseguró Timerman—. Hoy día son muchos los que dudan de la responsabilidad iraní en el atentado.

Cualquiera que conozca la diplomacia, puede reconocer en este texto, formalismos, expresiones de deseo y buena voluntad; pero de ningún modo surgen elementos que permitan afirmar que se había avanzado sustancialmente hacia un acuerdo o siquiera que se hubieran esbozado los elementos del mismo.

Un anticipo de lo que vino después, que es todo el armado para el desvío de la investigación que involucra a Luis D’Elía, al dirigente de Quebracho y al tal Yussuf (Jorge Alejandro Khalil) había sido también anticipada de algún modo en los videos que publicamos cuando denunciamos al dirigente piquetero D´Elía , en las declaraciones de su ex testaferro Mario Codarín quien sostenía que Yussuf era ni más ni menos que el contacto entre Luis e Irán.

En ese tramo de la conversación Codarín menciono los aportes de los persas a la actividad política y la cuota de 20000 toneladas de granos que Irán compraba a Luisito por sus servicios prestados.

© Escrito por Gabriel Levinas el domingo 18/01/2015 y publicado por http://www.plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

domingo, 17 de febrero de 2013

AMIA, revelaciones exclusivas... De Alguna Manera...

La peor amenaza…
Cimitarra. Dibujo Pablo Temes.

Los detalles del mail que recibió Alberto Nisman, fiscal de la causa, son escalofriantes y reveladores.

“Rusito descerebrado, te vamos a matar a vos y a tus hijas. Judío hijo de mil putas, ¿no te das cuenta que cambió la mano?” La brutal amenaza que recibió Alberto Nisman, el fiscal de la causa por el atentado a la AMIA, provocó escalofríos en los empleados del Juzgado Nº 9 que encabeza Luis Rodríguez, donde se radicó la denuncia. No sólo por el texto, sino por algunas fotografías adjuntas al estilo de los carteles narcos mexicanos que no vale la pena describir para no ser funcionales a los cobardes que sólo persiguen intimidar a los que buscan verdad, justicia y condena.  

Uno de los empleados más entrenados en causas complejas subrayó algunas cosas llamativas del correo electrónico que Nisman recibió en la dirección de Yahoo! que medio mundo conoce:

1) En el párrafo donde le ordenan que renuncie a la investigación, le sugieren que busque trabajo en el exterior ya que “tus amigos los gringos te van a ayudar”. El lenguaje antiimperialista ortodoxo de nuestro país identifica a los norteamericanos como “yankys”. El concepto de “gringos” se utiliza sobre todo en países de la región del Caribe, como Venezuela y Cuba.

2) El repugnante texto, plagado del repertorio antisemita, lo firman con vivas a Irán y a Hezbollah. El nombre del grupo terrorista está escrito con la fonética del idioma original y al castellanizarlo colocan una “a” en lugar de la letra “o” para designar lo que literalmente significa el partido de Alá o de Dios. Dice “Hizbalá” y no “Hezbollah”, como en la grafía del inglés.

3) Cuando la amenaza se dirige a las hijas del fiscal, señalan la casa, el club, y mencionan algo muy reservado, con lo que demuestran que tienen un nivel de información importante: hacen una referencia a la mudanza de domicilio que están por concretar en estos días. Vale aclarar que las hijas viven con su madre, la ex esposa del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, en un country muy tradicional pero que, por razones de estudio, efectivamente, decidieron cambiar de domicilio. Tanto el fiscal como la jueza tienen custodia especial de la Policía Federal.

4) Casi como una anécdota de tipeo, Perfil pudo observar en un despacho de un dirigente comunitario que el mail finaliza proclamando la “muerte al sionismo ursupador (sic)” en lugar de usurpador.

La lógica 6, 7, 8 consiste en acusar y apuntar con el dedo, y con foto si es posible, a los periodistas o medios que dan a conocer alguna información no querida por funcionarios, amigos y favorecedores del Gobierno. Si esos muchachos luego sufren algún inconveniente, escraches, abucheos o citaciones de la Justicia, de inmediato responsabilizan a esa prensa de haber provocado la acción. Así, la culpa de la cobarde agresión que sufrió Kicillof fue de Noticias y la silbatina que se comió Boudou fue culpa de Clarín y La Nación.

Si se siguiera ese mecanismo perverso que fomenta la autocensura, se podría decir, entonces, que fue Horacio Verbitsky el que incitó a que se produjeran las amenazas al fiscal Nisman.

Por suerte para todos, eso no es cierto y no existe, desde el lado del periodismo profesional, nadie que tenga la cabeza tan fanatizada como para atribuir cada hecho a una conspiración del enemigo ideológico.

El domingo pasado, en su habitual columna de Página/12, que suele ser un anticipo del pensamiento del Gobierno, mixturado con textos que parecen salidos de partes de inteligencia, el periodista publicó: “Ni Israel, ni Estados Unidos, ni el fiscal Nisman fomentan el acuerdo, por más que en público el fiscal diga que acompañará la nueva etapa. Luego de varios viajes a Israel y a Estados Unidos y de varios años de trabajo conjunto con funcionarios de la Secretaría de Inteligencia interesados en la cooperación con aquellos países en cuestiones de inteligencia y seguridad, se ha vuelto muy sensible a la trama internacional”.

En otro fragmento de su escrito, Verbitsky dice que “el atentado fue parte de una guerra que Argentina no libra pero de la que fue víctima” y perpetra una versión sui géneris de la teoría de los dos demonios cuando coloca al mismo nivel ético a Israel e Irán, porque plantea que “quedar en medio de dos gobiernos fundamentalistas con fuerte impronta religiosa es una calamidad para cualquier Estado democrático”.

Un argumento tan forzado que se transforma en chicana. Irán es un Estado explícitamente teocrático dirigido por un líder religioso supremo que conduce un gobierno político pero sometido a los clérigos. Hace falta mucha intencionalidad para igualar ese sistema con el israelí.

En las elecciones generales de hace 15 días, los partidos religiosos judíos Shas y Judaísmo Unido de la Torá obtuvieron un total de 18 bancas y El Hogar Judío, un partido ultranacionalista y pro religioso, logró 11. Es decir que del total de escaños de la Knesset (Parlamento), esas ideas representan 25 de las 120 que existen, apenas una más del 20%.

El planteo es más grave que la militancia de un periodista porque se trata de la confirmación del viraje chavista del gobierno de Cristina. Y porque recuerda la hermandad estratégica que hubo con Montoneros en los 70. Fue en el sur del Líbano, hoy ocupado por Hezbollah, donde tuvo lugar la famosa foto de Yasser Arafat con Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja, hoy ministro de Río Negro.

Varios pelotones, alguno encabezado por Rodolfo Galimberti, hicieron en ese lugar su entrenamiento foquista y la capacitación en la colocación de explosivos.

¿Hay una clara decisión de Cristina de integrar la Línea Fundadora del bloque bolivariano y, si el cáncer finalmente derrota a Hugo Chávez, ofrecerse ella misma para continuar el liderazgo? Rafael Correa y Evo Morales presiden dos países demasiado chicos para colocarse en el lugar de la locomotora. Fidel y Raúl están muy erosionados por su pensamiento jurásico y blindado.

Dilma Rousseff huye de esa posibilidad: es una estadista madura que quiere jugar en las ligas mayores del mundo para beneficiar con más justicia social a la mayoría de su pueblo.

Cristina, papisa frustrada, ocuparía con orgullo la comandancia del grupo de países que tienen una sólida alianza estratégica e ideológica con un jefe de Estado como Ahmadinejad, que niega el Holocausto y fomenta la desaparición del Estado de Israel.

Esta es la gran novedad desde el punto de vista político en la Argentina.

Los malabares y papelones que Héctor Timerman tiene que hacer para explicar lo inexplicable y para no soportar más los retos de Cristina son insólitos. Es que el Gobierno nunca pensó que, casi en su totalidad, las entidades más representativas de la comunidad judía, e incluso los no judíos, iban a rechazar en forma tan cerrada el Pacto de Etiopía.

Como dijo el senador tucumano José Cano, ni Luis D’Elía como canciller lo hubiera hecho mejor que Timerman. El piquetero, vocero de facto de Irán, siempre tiene una palabra de elogio para los acusados del peor atentado terrorista producido en la historia argentina.

Cuando se abrazó con Moshen Rabbani en Qom, la ciudad sagrada ubicada a 156 kilómetros de Teherán, y como el cristinismo todavía no había cambiado su opinión respecto del atentado, padeció el ninguneo de los medios K.

En aquel momento desató su ira contra Sergio Szpolski, al que acusó de ser “un sionista, coronel del Mossad” que recibe millones del Gobierno para hacer la comunicación kirchnerista”. Fue tristemente antológica aquella guerra santa por Twitter.

D’Elía dijo que iba a querellar al empresario, que lo acusó de “ser un ladrón” que recibía “cheques de Irán” para defender el régimen triplemente esdrújulo por “misógino, homofóbico y xenófobo”.

A propósito de Rabbani, hay que anticipar que el mayor impacto político lo va a producir el amenazado fiscal Alberto Nisman con un nuevo dictamen que dará a conocer dentro del próximo trimestre.

Se trata de un informe de más de 600 fojas, que después de dos años de trabajo encontró nuevas pruebas que fortalecen la acusación a Irán en general y al ex diplomático Moshen Rabbani en particular.

Incluso, uno de sus discípulos aparece vinculado al atentado en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy. Esto desmiente rotundamente a la Presidenta y al canciller, que dicen que la causa está estancada.

Y hace todavía más cruel el volantazo que se pegó.

La que está congelada es la investigación de la Corte Suprema de Justicia, que sólo junta polvo y vergüenza ajena en los cajones. Cuesta creer que el juez Eugenio Zaffaroni se permita opinar sobre este tema sin esbozar aunque sea una mínima autocrítica.

Si Cristina y Timerman salen del pantano en el que se metieron, la nueva presentación de Nisman va a terminar de desnudar su sinrazón y va a quebrar, tal vez para siempre, la relación entre el oficialismo y la mayoría de las entidades de la comunidad judía.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 17/02/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.