Algarabía oficialista…
Los libertarios festejan la
caída de la inflación y la condena a CFK. Pero el salario sigue en el fondo del
pozo.
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Escrito por Nelson Castro el domingo 17/11/2024 y publicado por el Diario
Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Lo ocurrido en Mar-a-Lago, en la noche del jueves pasado, quedará en los
anales. Nunca antes un presidente electo de los Estados Unidos había recibido a
un presidente argentino. No solo eso: Javier Milei fue el primer mandatario
extranjero con el que Donald Trump se encontró desde que fue electo por una
mayoría abrumadora en las elecciones del 5 de noviembre.
La relación de afecto nacida entre ambos se extendió por carácter
transitivo a todo su entorno y a sus más fanáticos seguidores. No es habitual
que en esos círculos haya un conocimiento tan detallado y extendido de lo que
hace un presidente argentino. Ni siquiera ocurrió algo así con Carlos Menem ni
con Arturo Frondizi ni con Mauricio Macri, que fueron los presidentes
argentinos que más estrechas relaciones tuvieron con las administraciones
estadounidenses. West Palm Beach, el lugar en donde se encuentra la residencia
de Mar-a-Lago, trae reminiscencias de otra cumbre presidencial histórica.
Ocurrió cuando, en la Navidad de 1961, John Fitzgerald Kennedy recibió en su
residencia a Arturo Frondizi, por quien sentía un profundo respeto. En aquella
ocasión, el encuentro tuvo como tema excluyente el análisis de la situación en
Cuba.
El nivel de popularidad que tiene Milei en la militancia trumpista es
notable. La motosierra se ha convertido en un símbolo que encuentra emulación
en la decisión del presidente electo en la designación de Elon Musk y de Vivek
Ramaswamy para hacerse cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Serán los Federico Sturzenegger del nuevo gobierno.
No obstante esta corriente fervorosamente elogiosa hacia él, sería bueno
que Milei hiciese una lectura adecuada de lo que, en términos prácticos,
pudiera traducirse en acciones concretas por parte de Trump. Hay que recordar
que, durante su primera presidencia, no hubo para Jair Bolsonaro, con quien la
afinidad también fue muchísima, beneficios extraordinarios de parte de Trump.
Como ya se expresó en esta columna, Mauricio Macri sí tuvo una ayuda muy
concreta y crucial: el apoyo de los Estados Unidos que llevó al directorio del
Fondo Monetario Internacional a aprobar los préstamos de magnitud nunca vistos
antes que recibió la Argentina. Al respecto, hay que decir que la aspiración
primigenia del ministro Luis Caputo es que ese apoyo se repita para poder
acceder a un acuerdo que le permita llegar a obtener los dólares necesarios
para poder levantar el cepo cmbiario. Esos dólares hoy faltan y eso crea un
problema porque, más allá de las declaraciones tanto de Caputo como de Milei en
las que tratan de minimizar su impacto, el cepo representa un obstáculo a las
inversiones extranjeras que nuestro país tanto necesita.
El 2,7% de inflación de octubre fue la mejor carta de presentación que,
al partir, Milei llevó a su reunión con Trump. En las recorridas periodísticas
que se hicieron, la mayoría de los comerciantes de distintos rubros reconoció
que las remarcaciones habían disminuido sensiblemente. Sin embargo, esta
estabilidad –que no es uniforme– no redunda en un aumento del consumo. La razón
es muy simple: la caída del salario. Muchas familias con un trabajo formal no
logran esquivar la línea de la pobreza.
Por eso, el Presidente debería ser más prudente cuando habla de la
recuperación de los ingresos. Ningún salario se ha acercado ni remotamente al
nivel de inflación de este año, que ronda el 107%. Pudo haberse frenado la
recesión pero aún queda un largo camino por recorrer para que la actividad
económica despegue a niveles que generen un derrame que pueda ser percibido por
la mayoría de la gente. “El Presidente es consciente del esfuerzo que está
haciendo el pueblo argentino para poder acompañar las medidas que nos llevarán
a estabilizar el país pero también sabe que a poco menos de un año de gestión
los resultados obtenidos han sido superlativos. Nos decían que íbamos a durar
tres meses y hoy estamos siendo reconocidos a nivel mundial”, se jactó un
libertario de la primera hora.
Existe otro motivo para la algarabía oficialista. Es el pasado que
vuelve y les recuerda a los argentinos lo peor de los veinte años de
kirchnerismo. La Cámara de Casación Penal confirmó la condena contra Cristina
Kirchner por el caso Vialidad a seis años de prisión y la inhabilitación
perpetua para ejercer cargos públicos. Aún le queda la opción de ir hasta la
Corte Suprema, que no tiene un plazo temporal para resolver el caso. Por eso
CFK no irá a prisión y, de no aprobarse el proyecto de ley de Ficha Limpia en
el Congreso Nacional, podrá competir en las elecciones del año entrante.
Vale la pena hacer un paréntesis para desarticular la insostenible
perorata de la expresidenta. Como buena oradora, Cristina intenta justificar
todo lo que le sucede por un supuesto intento de proscripción y misoginia.
“Como no me pueden pegar una piña, hacen lo que están haciendo desde Comodoro
Py”, se la escuchó decir en su impostada aparición en territorio amigo luego de
ratificada la condena. Sabe perfectamente que es el segundo tribunal que falla
en el mismo sentido y que la maniobra de corrupción para desviar fondos del
Estado en triangulación con Lázaro Baez a sus propias cuentas fue tan pero tan
burda que no quedó la más mínima duda de aquel procedimiento.
No existe proscripción y, por si quedaran dudas, es bueno recordar que
Ficha Limpia surgió hace varios años por iniciativa ciudadana. No podrán ser
candidatos a cargos públicos quienes tengan una condena por corrupción contra
el Estado ratificada por un tribunal de alzada. Es lógica pura y un intento por
mejorar la calidad institucional y evitar que el Estado se convierta en un
aguantadero para quienes se refugian en los fueros de manera indefinida para
eludir la Justicia. Argentina se merece, de una vez por todas, un salto de
calidad en su sistema democrático. Boleta única es ley. Ficha limpia es una
deuda pendiente que ya debería quedar saldada.