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miércoles, 3 de julio de 2019

Tiempo de Campaña... @dealgunamanera...

Batalla electoral...

"Todo bajo control" Nicolás Dujovne. Dibujo: Pablo Temes

Macri se juega el futuro de Cambiemos. Cristina Fernández, su impunidad. Los desafíos de Vidal para ganar en Provincia.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 30/06/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Y ahora, la campaña. Ya superada la traumática etapa del cierre de las listas de candidatos –que dejó heridos, humillados y ofendidos por doquier–, todos se preparan para una contienda electoral que será dura y abundante en lodo. La reelección o no de Mauricio Macri pone en juego el futuro de Cambiemos. Si pierde, esa coalición estalla. A su vez, Cristina Fernández de Kirchner juega su impunidad y el último intento del kirchnerismo de quedarse con el peronismo.

Las tensiones en el oficialismo están a la orden del día. La apertura que significó las postulaciones de Miguel Ángel Pichetto a la vicepresidencia y de Martín Lousteau a la senaduría por la Capital Federal es considerada desde el núcleo duro del PRO como un factor de maquillaje. Ello es producto de una visión absolutamente miope que aún predomina en el ámbito de réprobos y elegidos. Estos últimos –los elegidos–, que son la exposición de la soberbia y la incompetencia que han llevado al Gobierno y al país adonde hoy está, no tienen una cabal comprensión del desafío que enfrentará el oficialismo si gana.

Ese desafío tiene nombre: se llama gobernabilidad. Es lo que Pichetto le asegura a Macri si llega a triunfar. Y ese va a ser un elemento clave para su eventual segundo mandato que transcurrirá nuevamente con minoría en ambas cámaras. Lousteau, de muy buena llegada a la gente joven, le aporta al Gobierno votos, algo de lo que tiene desesperada necesidad. Esa necesidad y esa desesperación explican la increíble cruzada contra la candidatura presidencial de José Luis Espert. Nadie hizo tanto como el Gobierno por darle a esa postulación una relevancia de la que carecía. Las presiones y las zancadillas que utilizaron para intentar que la justicia electoral le impidiera al economista ser candidato fueron casi novelescas. La que terminó con la transfugueada de Alberto Asseff no fue la única.

Todo resulta entendible –aun cuando reprochable– al ver los números que arrojan hoy las encuestas. Según las cifras de Synopsis, una consultora que ha tenido aciertos importantes en las últimas elecciones, la fórmula Espert-Rosales alcanza el cuarto puesto con el 4,1% de votos. Esos votos, que provienen de muchos macristas desencantados, son decisivos para el Gobierno. Pueden significar la victoria o la derrota.

La lista de Vidal. Para quien, al día de hoy, la elección está muy difícil es María Eugenia Vidal. Es algo que ella sabe y reconoce. Hay una convicción de que fue en función de esa realidad como armó las listas de candidatos. Algunos dentro del mismo oficialismo no dudan en calificarla como una lista propia de un ejército en retirada, en la que abundan “hijos de”, “sobrinos y ahijados de”, “secretarias de” –el “de” hace referencia a funcionarios– que figuran entre los postulantes. Según los datos de la última semana, en el Conurbano –más específicamente en la primera y en la tercera sección electoral– Juntos por el Cambio está perdiendo por 10 puntos. Esto equivale a un millón de votos.

Para recuperar ese millón de votos deberían ganar el resto de la secciones –es decir, el interior de la Provincia– por alrededor de 30 puntos de diferencia, algo que tiene la categoría de lo imposible. Veamos algunos ejemplos: en 2015, en La Plata, Cambiemos obtuvo casi el 50% de los votos mientras que hoy está llegando al 35% y con dificultad; en Mar del Plata, en donde Vidal logró el 50% de los sufragios en 2015, hoy está en el 30%; y lo mismo vale para Bahía Blanca. “Si se tiene un problema serio en el Conurbano y se bajan los indicadores de las grandes urbes del interior, no hay de dónde rasguñar los votos que se necesitan”, señala con crudeza una voz de Cambiemos.

La definición de las listas ha terminado por acentuar la polarización que irá en aumento de aquí a octubre. La tercera vía ha quedado reducida a una vía muerta. En pos de la dinámica electoral, habrá que ver si esa polarización se plasma ya en las PASO o se cristaliza en la elección de octubre.

A quien las cosas tampoco le resultan sencillas es a Alberto Fernández. El peso de La Cámpora en la confección de las listas de candidatos en la provincia de Buenos Aires no lo dejó bien parado. Máximo Kirchner, Eduardo “Wado” De Pedro, Andrés Larroque y el mismo Kicillof representan lo opuesto del mensaje de convivencia política que pregona el precandidato presidencial. El cierre de las listas dejó expuesta su falta de peso político territorial.

El punto más fuerte  sobre el que pivotará su campaña será la catastrófica situación de la economía. El más débil, la defensa de Cristina Fernández de Kirchner. Ya el otro día tuvo que salir a reconocer la “falta de ética” (sic) de haber alquilado habitaciones de sus hoteles a Lázaro Báez que, en ese tiempo, era un proveedor del Estado. Olvidó el caso Aerolíneas Argentinas, cuyas tripulaciones también se alojaban en los hoteles de la familia Kirchner. El presidente de Aerolíneas era, en ese entonces, Mariano Recalde.

Con el Fondo. El logro más destacado que pudo exhibir Alberto Fernández en la semana que pasó fue su reunión con el enviado del Fondo Monetario Internacional, Alejandro Werner. Allí,  Fernández no solo hizo gala de una precedente relación de amistad con su padre –Manuel Werner supo ser un colaborador del ministro de Economía de Héctor Cámpora y Juan Domingo Perón, José Ber Gelbard–, sino también de mostrar al equipo económico que lo acompañará si es electo. El único que faltó fue Guillermo Nielsen, pero las que estuvieron fueron sus ideas, sus propuestas y su conocimiento de la letra chica, elementos claves para renegociar el acuerdo con el Fondo. Algo que ocurrirá inexorablemente, sea quien fuere el próximo presidente de la Nación.

Tanto esta reunión como la que Werner mantuvo con Roberto Lavagna hablan de las dudas que en el FMI tienen en relación con el resultado electoral. Las encuestas que ponen en duda la victoria de Macri también llegan al 700 de la calle 19, en Washington, sede del organismo internacional.

Tanto Fernández como Lavagna fueron muy críticos de los términos del acuerdo con el Fondo. En ambos casos, la respuesta de Werner fue la misma: el plan económico es responsabilidad del Gobierno, algo que sus interlocutores creyeron tan poco como la nada.

Al que tampoco le creyeron mucho los empresarios e inversores en Nueva York fue al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Habló ahí de un triunfo de Macri en primera vuelta que ninguna encuesta pronostica y de una recuperación de la economía que, en muchos casos, es inexistente. "¿De qué país habla?", se preguntaban varios de los que escuchaban al ministro que no sabían si reír o–como es el caso de los que tienen inversiones en el país– llorar.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.



domingo, 23 de junio de 2019

Festival de la rosca... @dealgunamanera...

Festival de la rosca…

Las últimas que me quedan... Juan Domingo Perón. Dibujo: Pablo Temes.

Las candidaturas dejan su trasfondo de claudicaciones y ascensos. De Alberto Fernández a Massa y Monzó.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 23/06/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Finalmente, las listas de candidatos se cerraron. Ya están los nombres de los hombres y las mujeres que competirán en octubre próximo por cada uno de los cargos electivos a cubrir, desde presidente de la Nación hasta consejeros escolares. Este proceso –el de cierre de listas– representa uno de los momentos en los que las miserias de la política quedan expuestas con absoluta nitidez. La lucha por acceder a un cargo es, en la mayoría de los casos, feroz. Y no importa cuán relevante sea el puesto en disputa. La intensidad de la pelea es mayúscula.

Sergio Massa, como se auguraba, encabezará la lista de candidatos a diputados nacionales por el kirchnerismo. El armador ha sido Máximo Kirchner. Así, el ex intendente de Tigre, que hizo de la idea de la gran avenida del medio su leitmotiv político hasta hace dos semanas, será el que les asegure el acceso a las bancas a tres dirigentes de La Cámpora, que son genuinos exponentes de la grieta que divide a la sociedad argentina. Ni que hablar de Axel Kicillof, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Massa o menos. A medida que pasan los días se entienden menos los objetivos de este regreso de Massa al redil del kirchnerismo, una verdadera claudicación. Si el Frente de Todos llegara a ganar las elecciones –algo que es probable según lo reflejan las encuestas hoy–, difícilmente le regale la cuota de protagonismo que supo tener, en medio de triunfos y derrotas, desde que decidió romper con Cristina Fernández de Kirchner hace seis  años. Y si perdiera, la factura que le pasará el peronismo no K será altísima.

Un dato curioso: a nivel nacional, el único triunfo que obtuvo Massa fue cuando se alió con Mauricio Macri, en 2013. Cuando compitió por el kirchnerismo, en 2009 con las listas testimoniales, perdió.

El ex intendente ha consumado un verdadero suicidio político. Alguien podría decir lo mismo de Alberto Fernández. Son dos casos distintos. El hoy candidato a presidente se encontró con una postulación hecha por CFK que nunca buscó. Su rol siempre fue el de un armador. Por lo tanto, si no ganara, nada cambiaría en su carrera política. En cambio para Massa, quien supo ser compañero de fórmula de Margarita Stolbizer en 2017, el costo político es y será alto. Y no por haber dicho cosas críticas del kirchnerismo y luego desdecirse, sino por las acciones que impulsó y que le valieron en su momento  la consideración de parte de la sociedad harta de la corrupción. Massa acompañó el proyecto de extinción de dominio que presentó el Gobierno y que fue rechazado por el Congreso. Hay que recordar lo que dijo entonces: “Argentina necesita la ley de extinción de dominio para recuperar los bienes de los que afanaron y se hicieron ricos robándoles la plata del Estado a los argentinos”. La alusión al kirchnerismo, al que se volvió a asociar, no necesita aclaraciones.

Anida en el universo del realismo mágico que representa el conurbano bonaerense una preocupación de los intendentes K. Sienten que en muchos casos se quedaron fuera del círculo del poder. Durante los doce años del kirchnerato no había necesidad de llamar a nadie de afuera. Hoy, en cambio, la dupla Fernández- Fernández necesita de todos. Y eso significa ceder lugares a los que vienen de afuera, llámense Massa, Felipe Solá, Hugo Moyano u otros.

Y por casa. No es muy distinta la situación en el oficialismo, ahora con el lema partidario Juntos por el Cambio. La incorporación de Miguel Ángel Pichetto y Martín Lousteau ha significado también ceder cargos. La idea de los así llamados “puros” ha debido retroceder ante el imperio de una circunstancia innegable: el oficialismo está en serio riesgo de perder las elecciones. Donde más se nota eso es en la provincia de Buenos Aires. Campea en los ámbitos cercanos a María Eugenia Vidal un ánimo de derrota y de enojo. El enojo es porque están convencidos de que si se hubiese desdoblado la elección provincial, la gobernadora habría sido reelecta sin mayores problemas.

Esta situación –la de una posible derrota– hizo que el cierre de Juntos por el Cambio fuera más difícil. Se entiende: más allá de la exhibición de un optimismo a toda prueba que se pretende infundir desde la Casa Rosada, para quienes figuran a partir del sexto lugar en la lista las chances de ser elegidos se complican. Por eso, Vidal llamó personalmente a cada uno de los legisladores para anunciarles a unos que quedaban afuera y a otros que debían ocupar lugares de menor preponderancia.

Para quien tampoco hubo contemplación alguna fue para Emilio Monzó. El viernes último, durante una reunión que mantuvo con Vidal, se anotició de que no habría lugares para sus acólitos en la lista de candidatos a diputados provinciales. Cuando todo esto sea historia –historia de tono muy menor, sin duda–, alguien explicará las razones por las que el oficialismo despreció tanto a un hombre que supo hacer un gran aporte a la gobernabilidad.   

Una de las premisas electorales que venía esgrimiendo el Gobierno es que aquel candidato que se hubiera presentado a una elección provincial para competir por la gobernación y hubiese perdido no podría aspirar a ser candidato a ningún otro cargo electivo. Pero como la necesidad tiene cara de hereje, las cosas cambiaron y esta prohibición ha sido dejada de lado. Así, Mario Negri podrá competir por una banca en la Cámara de Diputados por Córdoba. Como se ve, el decir un día una cosa y al día después otra no es patrimonio exclusivo del kirchnerismo.

El senador Pichetto ha trabajado a full en estos días. No todo el fruto de ese trabajo ha salido a la superficie como sí lo fue el caso de Alberto Asseff, quien, en su transfuguismo partidario hacia el oficialismo, dejó al economista y candidato presidencial José Luis Espert colgado de un piolín.

Consenso Federal tampoco fue la excepción. Las disputas por la integración de las listas generaron tensiones. La curiosidad es que en la provincia de Buenos Aires el tinte peronista se impuso por sobre los otros aliados: el candidato a gobernador va a ser Eduardo “Bali” Bucca –estuvo con el kirchnerismo, con Florencio Randazzo y con Alternativa Federal en tiempos de Massa y Pichetto, es decir hasta hace dos semanas– y la primera candidata a diputada, Graciela Camaño. Afuera quedó Margarita Stolbizer, nada menos.

Mientras la rosca de la política vive estas horas de frenesí, la realidad golpea de manera impía a la ciudadanía con el  10,1% de desempleo.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.


lunes, 19 de septiembre de 2016

Doña Malcorra y las Islas Malvinas Argentinas... @dealgunamanera...

Polémica por el acuerdo firmado con Reino Unido por Malvinas…

Susana Malcorra junto a su par, Alan Duncan. Foto: Cedoc

Distintas fuerzas políticas, tanto oficialistas como opositoras, salieron a hablar del documento. Todos concuerdan en que deberá ser aprobado por el Congreso.

© Publicado el lunes 19 de Septiembre de 2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El acuerdo sobre las Islas Malvinas firmado por la canciller argentina, Susana Malcorra, y el vicecanciller de Reino Unido, Alan Duncan, causó polémica en la política nacional. 

Desde la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Frente Renovador, hablaron del tema y acordaron en que antes de entrar en vigencia deberá ser aprobado por el Congreso. 

Mario Negro, presidente del bloque radical en Diputados, sostuvo: "La vamos a invitar (a la Canciller) al Congreso para que nos explique cómo impactan estos diez puntos que se mencionan en el comunicado conjunto sobre el reclamo por la soberanía argentina de las Islas Malvinas”. 

Además, en su cuenta de Twitter, el legislador agregó: "Todo paso vinculado a Malvinas debe ser bajo dos premisas: el tema de la soberanía no se resigna y cuidar, no alterar una política de Estado". 

Por su parte, la Mesa Nacional de la Coalición Cívica, manifestó preocupación ante el acuerdo firmado por Malcorra y Duncan sobre acuerdo. 

"El objetivo de la política de Estado de nuestro país no se alcanzará por medio de un esquema de cooperación en el que el gobierno británico solo entiende la negociación como una imposición de sus condiciones", sostuvieron desde el partido de Elisa Carrió. 

Además, advirtieron que "el anuncio realizado constituye un acuerdo cuya eventual aprobación requiere ineludiblemente la debida intervención del Congreso Nacional". 

En cuanto al massismo, Alberto Asseff, diputado del Parlasur por el Frente Renovador, calificó el documento como "un mal preacuerdo" e "innecesario". Además sostuvo que falta la aprobación del Congreso.

"El contexto internacional no exigía premura, pero el gobierno se apresuró a suscribir un comunicado conjunto con Gran Bretaña. En el mejor momento nuestro, es un mal preacuerdo. Innecesario", apuntó el parlamentario. 

El acuerdo. Los diplomáticos pactaron tratar el establecimiento de un nuevo vuelo mensual a las islas, con escalas en territorio continental argentino, y temas relacionados a la exploración de hidrocarburos, al tema de pesca y comercio en general en el archipiélago.