martes, 20 de noviembre de 2012

Atroden... De Alguna Manera...


“Una maniobra orquestada para la impunidad”


Confirman el procesamiento del ferroviario José Pedraza por cohecho al intentar pagar para ser excarcelado. La Sala VI de la Cámara del Crimen ratificó el procesamiento del dirigente por haber pergeñado un intento de soborno para ser liberado mientras lo juzgaban por el asesinato de Mariano Ferreyra.

El dirigente ferroviario José Pedraza está más cerca de un nuevo juicio oral por haber pergeñado y movido los hilos en un intento de soborno a jueces de la Cámara de Casación Penal para que dejaran en libertad a miembros de una patota de su gremio, la Unión Ferroviaria (UF), acusados de haber matado a Mariano Ferreyra, y evitar en su propio caso terminar en prisión por el homicidio. La situación del sindicalista queda así planteada en función de un fallo de la Sala VI de la Cámara del Crimen, que confirmó su procesamiento por cohecho y tráfico de influencias, junto con los de otros cuatro personajes que colaboraron, desde funciones diferentes, “posicionados en lugares estratégicos”, “con sus relaciones y conocimientos preexistentes”, con una “maniobra orquestada” para “lograr impunidad”. Se trata del contador del sindicado Angel Stafforini, el ex agente de la SIDE Juan José Riquelme, el ex juez subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid y el prosecretario de Casación Luis Ameghino Escobar.

Pedraza está siendo juzgado en la actualidad por el Tribunal Oral Criminal 21 (TOC21) como posible instigador del homicidio de Ferreyra, quien recibió un disparo en el abdomen cuando se desconcentraba una protesta de trabajadores tercerizados del ferrocarril Roca de la que participaba como militante del Partido Obrero (PO). Junto con él están en el banquillo su número dos, Juan Carlos Gallego Fernández, ocho matones y siete policías. La trama del intento de coima fue descubierta en los primeros meses de la investigación, en el verano posterior al asesinato del chico, que había sido en octubre de 2010. Fue cuando la jueza Wilma López tenía varios teléfonos intervenidos, entre ellos el del propio Pedraza, y se topó con conversaciones que dejaban a la vista cómo el líder sindical organizaba en contacto con los otros cuatro implicados, una estrategia para darle un golpe la investigación de primera instancia, conseguir la libertad de los integrantes de la patota, que estaba apelada en Casación, y de esa manera evitar que la pesquisa llegara hasta él.

“Reitero, son verdes”

“Informan del otro lado que son verdes, reitero, son verdes”, es la frase –ya célebre– que Riquelme le dejó a Pedraza en su contestador automático el 24 de enero de 2011, cuando estaban en plenas negociaciones. El ex espía, en efecto, intentaba evacuarle una duda: si lo que debían pagar, de acuerdo a lo conversado con el intermediario Aráoz de Lamadrid, eran pesos o dólares. Porque habían hablado de “85 mil”, pero no de la moneda pactada. Aráoz había actuado en el caso Ferreyra como defensor del picaboletos Guillermo Uño, pero al llegar el final del año se corrió de ese papel y, según la imputación en su contra, fue para ofrecer sus contactos en Casación, donde había sido secretario por una década del camarista Eduardo Riggi y donde conservaba a su amigo, también ex secretario de Riggi, Luis Ameghino Escobar, quien manejaba en el tribunal el sorteo de asignación del expedientes entre las cuatro salas que lo componen. El objetivo, surgía de los comentarios elocuentes del Riquelme, era que fuera “elegida” la sala III, por entonces encabezada precisamente por Riggi, a quien mencionaba como “el amigo Eduardo”. Como si quisiera nombrarlos en clave, a Aráoz de Lamadrid lo llamaba “el amigo de la calle Viamonte”, por la ubicación de su estudio jurídico, y a Ameghino Escobar “el señor de las teclas”, lo que describía su función de manejar la computadora para realizar los sorteos informáticos que definen qué jueces tratan un caso.

“Las constancias de la causa, analizadas y articuladas en forma armónica, permiten demostrar, por lo menos a esta altura del trámite, la presencia de los pactos venales acordados para lograr objetivos ilícitos”, dice el fallo de 64 páginas firmado por los camaristas Mario Filozof, Julio Marcelo Lucini y Ricardo Matías Pinto. Al sentar posición, los jueces dicen que abonan la hipótesis que sostuvo en su momento el fiscal Sandro Abraldes y luego también el juez Luis Rodríguez al dictar los procesamientos: “Hubo una maniobra orquestada entre los imputados que, valiéndose de relaciones y conocimientos preexistentes, se posicionaron en lugares estratégicos para lograr la impunidad de Pedraza y de otras personas más”.

Las escuchas telefónicas que sostienen buena parte de la causa muestran que Riquelme, al hablar, revelaba un vínculo de confianza con Pedraza, y lo iba manteniendo al tanto de sus gestiones, que incluían contactos especialmente con dos camaristas de Casación: con Riggi, con quien tuvo llamados telefónicos en la etapa investigada; y con el ex juez Gustavo Mitchell, a quien decía frecuentar y visitar. También aludía a Mariano González Palazzo, que era subrogante, aunque decía que el lazo con él lo manejaba Aráoz de Lamadrid. Riquelme también negociaba con Aráoz y hacía de puente con Stafforini, vicepresidente de la empresa Belgrano Cargas además de contador de la UF. Aráoz hablaba con Ameghino.

Sorteo y soborno

El fallo de la Cámara describe que “el plan ideado” tenía “dos etapas”: “la primera, radicaba en lograr que fuera sorteada la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, en la que se desempeñaba el Juez Riggi” para que resolviera los planteos de excarcelación de siete miembros del grupo de choque; “la segunda, cuyo éxito dependía en gran medida de la anterior” “consistía en ejercer una indebida influencia sobre el juez Riggi y, directa o indirectamente a través de él sobre los restantes integrantes de la Sala III, para obtener un fallo favorable a los intereses”. Este tramo del plan habría quedado trunco (hasta donde se sabe) porque a raíz de los seguimientos telefónicos y en la calle que se hicieron a los sospechosos se logró establecer el momento exacto en que Stafforini le llevaba 50 mil dólares a Aráoz de Lamadrid a su estudio jurídico, que fue allanado instantes después de la visita. El dinero, en billetes, fue hallado en un sobre rotulado “Octavio” e incautado por personal policial.

A lo largo de enero de 2011, Riquelme y Aráoz hablaban todo el tiempo del “día dos de febrero” como la fecha clave en que debían haber concretado el pago del direccionamiento del sorteo de Casación. El 26 de enero, todavía sin novedades, Riquelme se empieza a poner nervioso y le dice a Aráoz de Lamadrid: “El amigo José está terriblemente ansioso, hoy tuve doce llamados de él”, y le cuenta cómo trató de calmarlo a Pedraza: “José, mirá te lo dije ayer... si está de por medio el amigo de la calle Viamonte, José, por favor, a vos que te encanta tanto y lo disfrutás y yo te felicito, poné el champán en la heladera, te lo retomás y te vas a acostar, punto y aparte, no te hagas el chinchorrito donde no existe”.

Ese mismo día “el señor de las teclas” hizo su “tarea”, anunciaría después Riquelme. Salió sorteada “la sala de nuestro amigo”, le diría Aráoz de Lamadrid, en alusión a Riggi, después de haber intercambiado ocho mensajes de texto con Ameghino Escobar sobre “el éxito de la tarea encomendada”. “Fue a la sala de los amigos que hemos elegido, donde está el amigo Eduardo”, le transmitiría también Riquelme a Stafforini. La Cámara entre sus conclusiones señala que quienes operan el sistema informático de sorteos pueden hacer alguna maniobra o especulación, como esperar a que estuviera sólo disponible en el bolillero virtual la Sala III.

Aráoz, que estaba en Brasil, adelantó el regreso de sus vacaciones. El 1O de febrero esperaba en su estudio a Stafforini, que fue acompañado por Susana Planas, de Belgrano Cargas. Con el avance de la investigación se estableció que antes de ir allí habían pasado por la caja de seguridad de Stafforini en la sucursal Monserrat del Banco de Galicia, de donde se llevó el dinero en un maletín. Había ido incluso escoltado por Marcelo Daniel Pérez el jefe de seguridad de Belgrano Cargas, para tener protección, algo que Pérez reconoció y relató en detalle cuando fue citado para dar testimonio en tribunales. Los informes de inteligencia dicen que Stafforini entró al edificio de la calle Viamonte con el maletín lleno, y al salir se notaba que estaba vacío. Después del procedimiento, Aráoz lo llamó: “Escuchame, me están allanando por el tema este, corten todos los teléfonos”.

Lo que viene

La Cámara, que confirmó los embargos que llegan a 200 mil pesos, sostiene que está “acreditada” la relación que tuvo Aráoz de Lamadrid con el Juez Riggi que, al igual que Escobar, superó una década de desempeño conjunto (...) tampoco puede soslayarse el conocimiento que tenía Riquelme de ese magistrado y, muestra de esa circunstancia, son las dos conversaciones que tuvieron en el período que interesa a la investigación. Ahí dan cuenta de la confianza y el grado de intimidad que se dispensaban mutuamente. El vínculo entre ambos está comprobado y se puede concluir que la posibilidad de influir de los distintos actores que intervinieron en la maniobra era real y no ficticia”. 

El juez de primera instancia, Rodríguez, (ahora juez federal), despegó a Riggi de sospechas. La Cámara no lo modifica. Habrá que ver qué hace el juez actual del caso, Guillermo Rongo. El Centro de Estudios legales y Sociales, que representa a la mamá de Ferreyra como querellante, pedirá que se profundice la investigación sobre las relaciones de los funcionarios judiciales, dirigentes sindicales y lobbistas. Riggi es el único de los cuestionados por esta causa que sigue en Casación, aunque tiene pedido de juicio político.

© Escrito por Irina Hauser y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 20 de Noviembre de 2012.




El lapsus de Nicols Chereis... De Alguna Manera...


Control editorial, un viejo sueño de los Kirchner...

El lapsus, sincericidio o metida de pata del funcionario que reveló en una FM de zona norte que el Gobierno quiere efectuar «un control a los diferentes medios», para evitar la presencia de testaferros que permitan evadir el límite de licencias que contempla la ley de medios, provocó una polémica que obligó a varias aclaraciones en pocas horas.

El funcionario de segunda línea no hizo más que refrendar un pilar básico del kirchnerismo, que es previo a su llegada a la Rosada, en 2003.

En Santa Cruz, donde los Kirchner hicieron los primeros palotes, lo saben bien: las únicas voces permitidas fueron las de quienes estaban de acuerdo con ellos. La diferencia fue que en su tierra natal Kirchner no necesitó una ley, bastó con la fuerza del dinero del Estado.

Fue allí que aprendió a disciplinar a medios y periodistas con la pauta oficial. Y le fue bien. La mayoría optó por someterse al imperio de ese dinero, salvo escasísimas excepciones. El 90% de los contenidos de los medios fueron acríticos o simples voceros del oficialismo. En un primer momento, cuando Kirchner llegó a la Presidencia, se intentó replicar el modelo. ¿La receta? Los dineros del Estado.

De los 6 millones de dólares de publicidad oficial en la época de la Alianza, el kirchnerismo aumentó a 300 millones de dólares en pocos años. Y comenzó a premiar y castigar a la prensa según la «calidad» de sus contenidos.

Pero el modelo Santa Cruz falló a nivel nacional . Los medios que comenzaron a depender de la publicidad oficial o los que se fundaron con ese modelo de negocio perdieron audiencia e influencia. En otros, no llegaron a tener ni lo uno ni lo otro. Y, aunque en todos los medios estatales y paraestatales el contenido editorial es el que promueve el Gobierno, no fue suficiente. Por eso van por más.

Cualquier ley de medios auspiciada por los Kirchner, estaba claro que no promovería multiplicidad de voces. En todo caso, multiplicidad de voces con el mismo relato .La declaración de Nicols Cherei, coordinador de la AFSCA del Conurbano norte, vino a revivir aquel viejo sueño kirchnerista nacido en Santa Cruz sobre los medios. «Si tienen diferentes dueños, vamos a controlar que haya también diferentes estilos editoriales», enfatizó Cherei.

© Escrito por Daría Gallo y publicado por OPI Santa Cruz el viernes 16 de Noviembre de 2012.



Aires de cambio… De Alguna Manera...


Aires de cambio…

Gobernador Daniel Scioli. Dibujo: Pablo Temes.

El 8N actuó como bisagra política, puso en evidencia al Gobierno y alienta alternativas.

Hasta la semana pasada, y sobre todo después de la masiva manifestación adversa al Gobierno, para la Presidenta la clase media era no sólo una de las peores cosas de la Argentina sino también una de las causas de sus mayores males. De repente, esta semana todo cambió y ahora Cristina Fernández de Kirchner se siente orgullosa de pertenecer a la esforzada clase media. Más allá de que los niveles de riqueza de dudoso origen que exhibe la Presidenta la ponen en un nivel varios pisos por arriba de la clase media, la pregunta es: ¿cuál es su verdadero pensamiento? ¿Cómo es que cambia tan rápidamente de parecer? 

En la defensa del per saltum, el Gobierno pretendió hacer creer que de lo que se trataba era de dotar a la Corte Suprema de un instrumento destinado a considerar con la mayor celeridad posible casos de gravedad institucional. Bastó que la diputada Diana Conti hablara en la sesión de la Cámara baja en la que se aprobó el proyecto para que todo ese argumento cayera a la manera de un castillo de naipes. El sincericidio de Conti, que reconoció que esa ley tiene nombre y apellido –el Grupo Clarín– y un objetivo –su destrucción–, descolocó a varios de sus pares del oficialismo, que no callaron su disgusto por los pasillos del Congreso.

José Manuel de la Sota se limitó a emular a Fernández de Kirchner en sus habituales Aló Presidenta por la Cadena Nacional de Radio y Televisión, en los que aprovecha la tribuna pública para desgranar sus críticas hacia los gobernadores que no le caen bien con la finalidad no sólo de humillarlos, sino también de dejarlos mal parados o exponerlos al ridículo. El gobernador de Córdoba le hizo así beber al Gobierno de su propia amarga medicina. La furia presidencial demoró una nada en hacerse escuchar. De la Sota, que por supuesto no es una carmelita descalza desplazándose por las movedizas arenas de la política, deberá prepararse para un ostracismo que impactará en su gestión. Tal vez de ahora en más ni las secretarias de los funcionarios del gabinete nacional le atiendan el teléfono. Esto es lo que sucede en la superficie. 

En las profundidades las cosas son de una complejidad mayor. El Indek acaba de revelar cifras que hablan de una desaceleración de la economía para cuyo logro el Gobierno trabaja con ahínco todos los días. El problema de la inflación va teniendo un peso cada vez más evidente en la cotidianidad de la gente. El anuncio de la Presidenta de exceptuar por única vez del pago de Ganancias el medio aguinaldo de los que ganan hasta 25 mil pesos no alcanza a tener el efecto de una aspirina para bajar la fiebre, a la vez que es un reconocimiento del efecto corrosivo que la falta de adecuación del mínimo no imponible produce sobre el bolsillo de los trabajadores.

El tema energético es una complicación seria no sólo para el Gobierno sino, en definitiva, para el país. Nada de lo planeado hasta aquí con YPF ha salido como la Presidenta esperaba. Es que no podía ser de otra manera. Axel Kicillof le dibujó a Fernández de Kirchner un paisaje de fantasía de los que ella se enamora fácil y rápidamente. Nada de lo pintado por el viceministro de Economía se ha plasmado en los hechos. Todo es tan desafortunado que hasta el único socio que más o menos se había conseguido, Chevrón, está siendo sometido a un pedido de embargo por parte de Ecuador a causa de su responsabilidad en un grave caso de contaminación ambiental. 

El desplome del valor de las acciones de YPF muestra la realidad de un contexto no atrayente para esos y para otros inversores. Por otra parte, la severidad de la situación en el área energética es tal que la Presidenta ha tenido que recurrir otra vez al castigado ministro Julio De Vido para que se ocupe del asunto que había quedado en manos de Kicillof, lo que, por otra parte, tampoco es garantía de nada.

De Vido es corresponsable de la desastrosa situación del sector por la que hoy atraviesa la Argentina. La proyección de las erogaciones que el Estado deberá hacer el año que viene para asegurar el abastecimiento energético del país constituye el principal agujero negro de las cuentas fiscales que va a consumir gran parte de los ingresos que devenguen las exportaciones de soja. Este es un verdadero problema porque en 2013 el Gobierno va a necesitar mucha plata para endulzar la campaña electoral con anuncios y obras públicas. Uno de esos anuncios seguramente va a tener que ver con el tema del mínimo no imponible, aunque con las limitaciones sobre las que advirtió la Presidenta y que se relacionan con la negociación salarial. 

Quien parece haber tomado nota del 8N fue Mauricio Macri, que se dio cuenta de que más le valía hacerse cargo de los subtes a partir de una iniciativa propia antes tener que hacerlo por una imposición. El jefe de Gobierno porteño tiene así por delante un enorme desafío y, a la vez, una fenomenal oportunidad de construir liderazgo y poder político si es que su gestión demuestra capacidad para mejorar el servicio y manejar la compleja trama sindical que allí se verifica.

La foto de Daniel Scioli con los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse; Tigre, Sergio Massa; San Fernando, Luis Andreotti, y Vicente López, Jorge Macri, también tiene aires del post 8N. “A Scioli siempre lo invitamos a estos encuentros y hasta ahora nunca había venido. Pero esta vez decidió venir”, señaló uno de los intendentes que aparece en la foto. Enfrascado como está el Gobierno en el 7D, hecho por el cual la Presidenta tiene en vilo a sus principales funcionarios –se anuncia para esta semana una insólita reunión del canciller Héctor Timerman y el titular de la Autoridad Federal de los Servicios de Comunicación Audiovisual, Martín Sabatella con el cuerpo diplomático acreditado en Buenos Aires–, los errores de gestión se multiplican.

Ahora se sabe que Ghana había advertido sobre la inconveniencia de que la fragata Libertad tocara el puerto de Tema. La advertencia tenía que ver con el reclamo de los fondos buitre que terminó con el embargo del buque escuela. Parece que nadie se tomó la molestia de leer el informe. Tener la corbeta Comandante Espora amarrada indefinidamente en un puerto de Sudáfrica porque no se paguen los 450 mil dólares que cobra la compañía que debe proveer los repuestos y equipos necesarios para la reparación del navío es algo de una total negligencia. En fin; es lo que hay.

Producción periodística, Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 17 de Noviembre de 2012.