domingo, 29 de julio de 2012

Juegos Olímpicos Londres 2012... De Alguna Manera...

Las mejores fotos de la apertura...

 Logotipos Olimpíadas Londres 2012.

Desde el salto de la “reina” en paracaídas hasta el humor de Mr. Bean y las risas de McCartney. Postales para el recuerdo de la ceremonia inaugural.

La “reina” llegó en helicóptero. Y se tiró en paracaídas / AP

 Los aviones que sobrevolaron el estadio / AFP

Otra postal de los anillos / AFP  

 
 Una larga hilera de camas / Télam

 El homenaje al sistema de salus británico / AFP

Un chico y una acrobacia sobre una cama / AFP

Los anillos olímpicos / AFP

Mary Poppins dijo presente / AFP

Jóvenes vestidas de época / AFP
 Las mejores fotos de la apertuta / AFP

Un gran sol en lo alto / AFP

Mr Bean y una de las escenas más graciosas de la apertura / AFP

 Fuegos artificiales en el estadio olímpico / AFP

La cara de Danny Boyle, el director de cine que ideó la ceremonia / AFP

El pebetero, rodeado por los deportistas / AFP

 Paul MCartney / AFP

El pebetero, unión de múltiples llamas / AP

 Luces y sombras / AP
 
 Fuegos artificiales en el Tower Bridge / AFP

   
La fiesta en el Tower Bridge / AFP

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de Julio de 2012.


sábado, 28 de julio de 2012

Los Clásicos del Fútbol Argentino... De Alguna Manera...

La pelota no para, vuelven los clásicos del fútbol argentino en invierno...


La pelota no se toma vacaciones este invierno, al contrario. Agasajará a los hinchas con los clásicos del fútbol argentino. Se vienen los duelos: Boca - River, Racing - Independiente, San Lorenzo - Huracán y Newell's Old Boys - Rosario Central. Los equipos jugarán partidos de ida y vuelta. Eso sí, no habrá público visitante en los partidos.

El listado de los partidos programados:

Huracán-San Lorenzo, 22 de julio (Tomás Adolfo Ducó)

San Lorenzo-Huracán, 29 de julio (Pedro Bidegain)

Racing-Independiente, 29 de Julio (Juan Domingo Perón)

Independiente- Racing, 8 de septiembre (Estadio Libertadores de América)

River-Boca, 8 de septiembre River (Estadio Monumental)

Boca-River, 12 de septiembre (Estadio Alberto J. Armando).

En el caso del clásico entre Newell's y Central, los duelos se habían estipulado para el 22 y 29 de julio. Tras el frustrado ascenso de Rosario, el encuentro puede llegar a repogramarse. La idea es que se dispute en el Estadio Marcelo Bielsa el 29 de julio y en el Gigante de Arroyito entre el 22 de julio y el 8 de septiembre.

© Publicado por http://www.osclassicos.com 

viernes, 27 de julio de 2012

El ladrillo como reserva de valor... De Alguna Manera...

El ladrillo como reserva de valor...

La cantidad de inquilinos trepó de 227 mil a 350 mil entre 2001 y 2012. Foto: Ana D´angelo.

En el mismo período se gestionaron permisos para construir más de 13 millones de metros cuadrados, unas 152 mil nuevas viviendas. Según un informe de la UTN, esto es porque no compran quienes necesitan vivienda, sino inversores que buscan preservar sus ahorros.

En la Ciudad de Buenos Aires la cantidad de familias que alquilan creció de 22,1 por ciento en 2001 hasta el 30,5 por ciento en 2012, pese a que en el mismo período se gestionaron permisos para construir más de 13 millones de metros cuadrados, lo que derivó en unas 152 mil nuevas viviendas. Según un informe de la Universidad Tecnológica Nacional, realizado en base a datos del Indec, el crecimiento de los inquilinos, que pasaron de 227 mil a 350 mil, al mismo tiempo que aumenta la oferta de viviendas, se explica porque la construcción está impulsada por quienes invierten en ladrillos como reserva de valor.

El fuerte crecimiento de la construcción comenzó en 2003. Según datos del Gobierno de la Ciudad, en ese año se otorgaron permisos para construir por 1.066.679 metros cuadrados y en 2006 se alcanzó el pico de 2,5 millones de metros cuadrados. Luego la actividad fue disminuyendo hasta tocar un piso de 672 mil metros cuadrados en 2010. El año siguiente se recuperó fuerte superando de nuevo los 2 millones.

El crecimiento de la construcción en la Ciudad es mayor al demográfico. De hecho, entre 2001 y 2010 la cantidad de habitantes subió apenas de 2.776.138 a 2.890.151. Además, se observa una disparidad muy fuerte entre los barrios del norte y el sur de la Capital. Palermo (13,6 por ciento), Caballito (10,1 por ciento) y Villa Urquiza (8,1 por ciento) encabezan el ranking, mientras que Villa Lugano (0,6 por ciento), Mataderos (1,2) y Barracas (1,3 por ciento) están entre los menos dinámicos.

Una comparación por comunas demuestra también cómo en áreas donde la densidad demográfica es parecida se construye de manera desigual. En la Comuna 4, que está compuesta por los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya, ubicados en el sur de la ciudad, viven 215 mil personas según el censo 2010 y se volcó el 4,2 por ciento de la construcción en el período 2001-2011. En la Comuna 14, que es Palermo y se ubica en la zona norte, viven 221 mil personas y se volcó el 13,6 por ciento de la construcción. A su vez, la Comuna 13, que incluye los barrios de Belgrano, Colegiales y Núñez, donde viven 227 mil personas, se llevó el 10,4 por ciento del total.

Por ende, las viviendas que se construyeron superaron en porcentaje ampliamente al incremento demográfico, pero también creció la cantidad de inquilinos. La construcción se concentró en los barrios mejor valuados económicamente, ya que invirtió como reserva de valor y no para darles una solución a las familias que no cuentan con una casa propia y tienen la necesidad de alquilar. El acceso a la vivienda propia se ve restringido también porque “tras una década, en los ’90, con el crédito y la producción concentrados en los estratos superiores de la pirámide; y otra en los 2000, donde la financiación hipotecaria fue virtualmente inexistente (6 por ciento promedio del total de operaciones/año), la proporción de hogares que alquilan en BA pasó de 21,5 a 29,9 por ciento”, se indicó en el informe de la UTN, elaborado por Marcelo Satulovsky.

Frente a este problema, el Gobierno de la Ciudad lanzó en junio el plan de financiamiento “Primera Casa BA” que hasta el 25 de junio había recibido más de 71 mil solicitudes y se seleccionó a 621 personas para acceder al crédito. La cantidad de solicitudes muestra la necesidad de los habitantes de la Ciudad por acceder a créditos para lograr tener una vivienda propia. El plan termina a fin de año y contempla otorgar créditos por mil millones de pesos, con lo cual se estima que la cantidad de créditos a otorgar será entre 3500 y 4000. El plan es para acceder a viviendas ya construidas, lo cual puede presionar a un aumento en la especulación inmobiliaria por un aumento de la demanda.

Esta dinámica en parte ya ocurre. Según los datos difundidos por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, en mayo la cantidad de escrituras cayó 15,4 por ciento en comparación con el mismo mes de 2011, pero el valor promedio de las transacciones subió un 17 por ciento en pesos y un 7,3 por ciento en dólares en comparación con un año atrás. Se observa el fenómeno de un aumento de los precios, pero una retracción de la cantidad de operaciones realizadas, lo cual muestra el comportamiento especulativo que se genera en el mercado inmobiliario y que la incentivación de la demanda puede profundizar.

Itai Hagman, integrante de la Juventud Rebelde 20 de Diciembre que está llevando adelante una campaña por un plan integral de viviendas para la Ciudad, declaró a este diario que “la política del macrismo en cuanto a la vivienda ha sido retirar la intervención estatal y favorecer la lógica del mercado inmobiliario, que es puramente especulativo. Macri prometió 10 mil viviendas por año y urbanizar las villas, pero terminó achicando el presupuesto para vivienda y subejecutándolo”.

© Informe: Daniel Dveksler y pulicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 27 de Julio de 2012.


Evita devaluada... De Alguna Manera...

Prat Gay: "Este Gobierno devalúa hasta a Evita"...

CFK presentó el billete con la imagen de Eva Perón. La moneda será rubricada por Boudou y Marcó del Pont. Foto: AFP.

El ex titular del Banco Central ironizó sobre el homenaje del oficialismo a Evita y criticó el uso de los fondos de Anses. Las chicanas a Kicillof.

Homenaje o burla del destino. Para algunos, todavía no está claro si el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de reemplazar la imagen de Julio Argentino Roca por la de Eva Perón fue un recordatorio en el marco del 60° aniversario de la muerte de la Abanderada de los humildes. Para otros, es una desacertada idea.

En medio de la discusión, el ex director del Banco Central, Alfonso Prat Gay, ironizó sobre la medida. “Evita era la excusa perfecta para sacar un billete de 500 pero la devalúan y la ponen en el de 100 para no admitir la inflación”, opinó el ex funcionario, sobre los nuevos billetes de 100 pesos. "Este Gobierno devalúa hasta a Eva Perón", opinó.

"La Argentina está en un momento donde su presidente no está resolviendo cuestiones importantes. Que Evita no nos haga distraer de los problemas”, exhortó. “Argentina entró en un proceso que destrucción de empleo”, continuó, entrevistado en Canal 26.

Para el diputado de la Coalición Cívica, “el problema en Argentina no es económico sino político. Lo aplauden a (Guillermo) Moreno. Moyano es el enemigo al que hay que destrozar. Scioli es el enemigo al que hay que pegarle sin que se dé cuenta”, enumeró. “Se perjudica la economía y a quienes menos tienen”, evaluó.
Leyes y lotería. Las críticas de Prat Gay a la iniciativa oficialista sobre los nuevos billetes se suma a al fuerte cruce mantenido días atrás con la Presidenta.

“Cuando nacionalizaron las AFJP la suma alcanzaba para 10 millones de jubilaciones anuales, eso hoy vale 8 millones y no es porque aumentaron las jubilaciones, hoy vale un 20 por ciento menos en términos de capacidad de haberes jubilatorios. El 25 por ciento de las jubilaciones son mínimas y no alcanzan para pagar ni los remedios”, puntualizó. “No tengo problema en que en situaciones excepcionales preste dinero el Anses pero no es lo que está pasando ahora. Hoy en día son para ‘la Lotería’ de Axel Kiciloff”, se quejó.

“La Presidente critica que yo cumpla con la ley que dice que los directores del Banco Central deben ser independientes e idóneos. Esto es como Santa Cruz, ella está bien porque Marcó del Pont no la contradice en nada y obedece”, finalizó.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 26 de Julio de 2012.


 

 

Eva y los billettes de Cien Pesos... De Alguna Manera...

"Sacaron el billete de Evita porque se les terminaban las letras de Roca"…

La nueva numeración permite evadir el cuello de botella provocado por la efímero emisión de los billetes de Roca. Foto: DyN

Lo afirma Carlos Damato, Presidente de la Federación de Entidades Numismáticas. Ve el cambio como "una buena excusa". El análisis del diseño.

Las monedas y billetes son uno de los elementos centrales de la soberanía de un Estado. Cualquier cambio o novedad en este campo provoca un fuerte llamado de atención, tanto en ciudadanos como en especialistas. Perfil.com contactó a un experto en papel moneda y billetes para conocer a fondo el nuevo billete de 100 pesos con la efigie de Eva Perón.

Carlos Damato, uno de los mayores especialistas en la historia de los billetes, es el presidente de la Federación de Entidades Numismáticas y Medallísticas Argentinas. En diálogo con Perfil.com afirmó que "no les sorprendió" la presentación realizada ayer por la mandataria Cristina Fernández de Kirchner.

"Fue un golpe bastante interesante. Esto les permite empezar de cero. Ahora disponen nuevamente de 28 letras para emitir libremente. Se veía venir. Sea con Evita o sin ella, se iba a hacer de una u otra manera, dado que se les terminaban las letras en los billetes de Roca. Ya íbamos por la serie "U", y nos encontrábamos a sólo 5 del final", explicó Damato.

Y agregó: "La línea de agua y demás diseños requieren un gran tiempo de previsión. Muchos de los elementos son importados. El papel necesario para los billetes que van de 2 hasta 50 pesos no se enía comprando. Sin embargo, sí se estuvo comprando el papel ya hecho al extranjero, es que el billete de 100 es un papel distinto al del resto. Se puede comprar a Brasil, Italia o Francia. Aunque el de Brasil es más suave".

Sobre el diseño que incluye a "Evita", recordó: "Existieron en el pasado otros billetes con su figura. Eran los de cinco pesos. El billete había sido diseñado por el maestro de grabadores Mario Baiardi, un escultor muy importante".

Ante la pregunta de si recordaba otros casos en el que la figura o efigie se encontrara de perfil, Damato respondió que hubo varios casos en el pasado. "Entre esos casos había unos de San Martín, otros de Belgrano que fueron los primeros billetes del Banco de la Provincia, y hasta unos raro ejemplares de Roca en billetes 5 y 10 centavos".

"Por otra parte, hubo otros intento por imponer la imagen de Evita en circulación pero no tuvo una gran aceptación. Espero que no sea el caso, pero las monedas lanzadas hace unos años con la imagen de Eva Perón no fue muy aceptada por la gente. Los que la guardaron eran acérrimos peronistas, pero el resto de las personas no las quería porque eran muy grandes, ocupaban más lugar y algo esencial, rompían los bolsillos", apuntó.

"Es por este motivo que las monedas del Bicentenario se hicieron más chicas", aclaró Damato quien este 18 y 19 de agosto participará de las 32 Jornadas Nacionales de Numismática y Medallística en el Museo Histórico Provincial de Rosario Julio Marc.

En una reciente publicación en las redes sociales, Cristina Kirchner recordó que la historia del billete, del cual ya se tendría impresos 20 millones de papeles, es "la historia de los argentinos". "La imagen de Evita había sido pensada para el billete de 5 pesos, a la muerte de Eva Perón. Cuando vino la autodenominada Revolución Libertadora, un empleado de la Casa de la Moneda lo escondió atrás de un mueble. Cuando se refuncionalizó la Casa de la Moneda, ahí apareció durante una gestión, y decidimos emitir para el aniversario del paso a la inmortalidad que hoy se cumplen 60 años", concluyó.

© Escrito por Emiliano G. Arnáez y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 26 de Julio de 2012.


miércoles, 25 de julio de 2012

Eva Perón... 1952 - 26 de Julio - 2012... De Alguna Manera...

Eva Perón, a 60 años de su muerte...


Se cumplen 60 años de su inesperado fallecimiento. Abanderada de los humildes y los desprotegidos, es sin duda la figura femenina más importante de la historia política argentina.

El rol de Eva Perón en la historia argentina despierta pasiones encontradas, pero nunca indiferencia. De reconocimiento mundial, su figura es casi un icono de la Argentina. Inventó una forma de relacionarse con el pueblo que combinó a la perfección su condición femenina y su militancia política, despertando amores incondicionales. Fue una pieza clave en la primera presidencia de Perón y en el desarrollo posterior del peronismo como movimiento. Su férrea preocupación y lucha por los derechos de los niños, los ancianos, las trabajadoras y amas de casa fue de avanzada para la época. Su corta pero intensa vida política fue interrumpida por un cáncer fulminante. El paradero de su cuerpo embalsamado fue durante años un misterio sobre el que todavía no existen versiones acabadas. Figura inabarcable, Evita, de actriz de radioteatro a Primera Dama, redefinió en pocos años las reglas de juego de una época, dejando una estampa indestructible.

Biografía.

María Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, provincia de Buenos Aires. En 1926 muere su padre y su madre debe hacerse cargo de ella y sus cuatro hermanos mayores. En 1935, con la decisión de convertirse en actriz, Eva decide mudarse a Buenos Aires para cumplir su sueño, de la mano del cantor Agustín Magaldi, conocido como “El Gardel del Interior”.

Al poco tiempo de llegar a Buenos Aires, se incorporó a la Compañía Argentina de Comedias. En los años siguientes llevó, paralelamente, su actividad en el teatro, el cine y la radio.

El 15 de enero de 1944 un terremoto asoló a la ciudad de San Juan, causando miles de víctimas fatales y heridos. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, su titular Juan Domingo Perón organizó una movilización nacional a la que fueron invitados los artistas más populares, entre ellos Eva Duarte. El 22 de enero se realizó un gran festival a beneficio de las víctimas, donde ambos se conocieron, pero no fue hasta el 9 de julio que legitimaron su relación.

Luego del famoso 17 de octubre de 1945 y de la consagración de Perón como candidato presidencial, Evita comenzó a acompañarlo en sus actos de campaña y a tomar un protagonismo desconocido hasta entonces para una futura Primera Dama. Tras la asunción de Perón en 1946 como presidente, Evita inició su participación incansable en distintas secretarías del gobierno, atendiendo las necesidades de las delegaciones obreras, las trabajadoras, los niños y los ancianos. Tenía un vínculo directo con la gente, a través de la visita a fábricas, barrios pobres y escuelas.

En junio de 1947, invitada oficialmente por el Gobierno español, Evita emprendió una gira que la llevó por España, Italia, Portugal, Francia, Suiza, Mónaco, Brasil y Uruguay. A su regreso, retomó sus actividades, especialmente focalizada en la obtención del sufragio para las mujeres, el cual fue logrado con la promulgación de la Ley 13.010 en septiembre de ese año.

En este contexto, Eva fue gestionando la creación de un movimiento peronista femenino, concretado el 25 de julio de 1949 con la Primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino. 

La obra social que Evita había comenzado en 1946 fue adquiriendo cada vez mayor extensión y envergadura, hasta que en junio de 1948 fundó la Fundación Ayuda Social María Eva Duarte de Perón desde donde trabajó en barrios de viviendas económicas; inauguró Hogares de Tránsito y comedores escolares; donó instrumental a hospitales; entregó artículos de primera necesidad a familias necesitadas y distribuyó de juguetes a niños humildes.

El primer signo de su enfermedad apareció el 9 de enero de 1950: Evita cayó desfallecida en un acto inaugural del sindicato de taxistas y a partir de allí su estado fue empeorando. En 1951, cuando Perón decide postularse nuevamente como presidente, la Confederación General de los Trabajadores (CGT) pidió, en un acto en el Cabildo, que Evita lo acompañara en la fórmula. Sin embargo, el 31 de agosto ella renunció por la cadena nacional. Ya estaba muy enferma y sus apariciones públicas, restringidas. El 1° de mayo de 1952 fue su anteúltima aparición: asistió al acto del Día del Trabajador junto a Perón. Con mucho esfuerzo pronunció un sentido discurso. Al terminar, cayó en brazos de Perón. El 7 de mayo cumplió años y recibió el título de Jefa Espiritual de la Nación.

El 4 de junio Perón asumió por segunda vez la presidencia. Con una masiva dosis de calmantes, Evita concurrió al acto de asunción. En la noche del 26 de julio murió. Luego del aviso por cadena nacional, un gran silencio comenzó a cancelar todas las actividades del país. La CGT decretó un duelo de 72 horas y en las plazas de todos los barrios porteños se erigieron pequeños altares con la imagen de Eva y un crespón negro. El 27 su cuerpo se trasladó al Ministerio de Trabajo y Previsión. El multitudinario velatorio se prolongó hasta el 9 de agosto. La cola era de aproximadamente 35 cuadras.

El 9 de agosto, los restos fueron trasladados al Congreso Nacional para rendirle los correspondientes honores. Al día siguiente, la mayor procesión nunca vista en Argentina, con 2 millones de personas a lo largo de Rivadavia, Avenida de Mayo, Hipólito Irigoyen y Paseo Colón. Esa tarde seis empleados de una empresa fúnebre introdujeron el ataúd en el segundo piso de la CGT, donde el Doctor Pedro Ara lo recibió para efectuar el embalsamamiento, que duraría hasta 1955.

La historia de su cadáver es una epopeya, plagada de mitos y leyendas, que merece un desarrollo aparte. Recién el 11 de noviembre de 1974 los restos de Eva Perón volvió a la Argentina y en 1976 fue llevado al Cementerio de la Recoleta, donde hoy puede visitarse.

© Publicado por www.argentina.ar


domingo, 22 de julio de 2012

Reportaje a Nacha Guevara y Alberto Favero... De Alguna Manera...

"Entre nosotros hay química en el escenario"...

Variedad de las obras. "No hay un tipo de material en nuestros espectáculos. Los shows que hacemos en general tienen autores diversos, épocas y estilos de todo tipo. Y esto es fantástico porque es también un gran entrenamiento".

Marido y mujer en el pasado, desde siempre han conformado una prolífica pareja artística, que ha desarrollado obras inolvidables. Ahora vuelven con una renovada versión de uno de sus clásicos, Mucho más que dos, inspirado en textos del uruguayo Mario Benedetti.

Vuelve el maravilloso espectáculo en el que Nacha y Favero convocaron a los públicos más diversos.

—¿Cuál fue la primera versión?

Nacha hace memoria:

—Me parece que fue en el Di Tella, pero era otra forma. Cambió por completo.

—Era la famosa línea de la canción Te quiero, completa Favero.

—Claro, fue en el Di Tella –insiste Nacha–. Pero ahí todavía él (señala a Alberto) no estaba. Yo diría que tomó la forma que tiene hoy y que se convirtió en un clásico nuestro en México. En el exilio. Fue (y sigue siendo) un espectáculo “abrepuertas”. Un espectáculo que es como una llave mágica que no falla en ninguna parte.

—Yo me acuerdo, como una especie de señal de supervivencia del destino, de que cuando la Triple A los persiguió a ustedes hasta el aeropuerto de Ezeiza, a vos, Nacha, se te cayó la valija y todo el contenido se desparramó por el suelo. La vida de ustedes corría peligro.

—Pasaron tantas cosas –suspira Nacha–. Y esa salida ocurrió dos veces porque nosotros volvimos al país (a pesar de las amenazas) y, en la segunda oportunidad, en el mismo año, nos pusieron una bomba. Recuerdo muy bien que la segunda vez un par de guardespaldas me sacó hasta el avión, uno de cada brazo, sin siquiera tocar el piso. Pasé como flotando por el aeropuerto y recuerdo muy bien a los amigos que se animaron a ir a despedirnos. Gente que nos metía plata en los bolsillos para que pudiéramos irnos. Toda una cosa tremenda. Los chicos saliendo de Ezeiza por otro lado porque la situación era muy peligrosa. Tanto es así que recién nos reencontramos arriba del avión. Bueno, en todo eso es posible que se me haya caído una valija.

—Volviendo, entonces, a “Mucho más que dos”, la versión que vemos en el SHA no ha perdido nada a lo largo de los años.

—Bueno, hay ahora algunas variantes en el repertorio –explica Favero–. Es tanto el material que tenemos que no vamos a hacer siempre lo mismo, porque nos aburriríamos. Desde aquel tiempo hay algunas diferencias. Por supuesto que hay Benedetti. La gente me pregunta “¿hay Benedetti?”. Obviamente, sí. Pero no es todo Benedetti. Por ejemplo, hay un Benedetti que tiene que ver con el último, el más universal. Tiene que ver con las Canciones de amor y desamor, con las canciones del exilio y el reencuentro con la libertad. Por eso te decía que es más universal que el de las letras de emergencia cuyos versos eran para cantar, un material digamos más periodístico.

—Y en estos casos, siendo los dos tan talentosos, ¿quién elige?

Hay un pequeño silencio y luego, Nacha:

—En general, ¡elijo yo! Y te diré que elijo muy intuitivamente. Me gusta o no me gusta, más allá de los contenidos. Porque hay cosas que pueden tener contenidos pero son espantosas. En cambio, hay otras que aparentemente no tienen un contenido y son muy bellas. Y ése es su contenido. La belleza es un contenido. De modo que yo me rijo por lo que me hace sentir el material con el que vamos a trabajar. Si le encuentro alguna emoción, alguna cosa que presiento que va a ser el momento importante. En general la primera audición es la que no te engaña nunca. Después entra la mente, ¿viste?, pero “sentir” un material hace que uno diga “poner esto en escena sería bueno”. En esos casos se lo transmito a Alberto.

—Y esto no ocurre sólo con Benedetti. En general, es así –agrega Favero–. Nos ocurrió también con el material de Jorge de la Vega.

—Esto es algo de pura intuición –dice Nacha–. Y después viene el “trabajo” en el que Alberto interviene y mejora mucho el material. Y te explico por qué: Favero tiene algo que poseen muy pocos músicos. Aparte de su formación musical extraordinaria tiene también instinto teatral. ¡Y eso no se aprende! ¡Se desarrolla pero no se aprende! Si no se tiene, no se tiene. Te estoy hablando del instinto del drama musical, de lo que cuenta la música. Entonces, para lo que yo hago, eso es ideal.

—En otro reportaje que te hicimos recuerdo que mencionábamos, por ejemplo que, en “Evita”, a diferencia de la versión de Lloyd Weber, había una mayor cantidad de temas.

—Más melodías –corrige Nacha–. El de Alberto es un musical lleno de melodías. Parece que, en cambio, Weber las ahorra. Sí, por aquello de “¡pongo una para este musical y guardo otra para el musical que viene!”.

—A lo mejor yo tengo más melodías, pero él tiene más dólares –se burla Favero.

—Suele ocurrir. Pero también, más allá de la vida, el hecho de que ustedes hayan podido seguir trabajando juntos indica que parecería existir una especie de radar entre los dos para poder definir los roles, ¿no?

—Yo diría de química –aclara Favero–. Hay una química en el escenario. En una época se dio fuera del escenario y, ahora, de algún modo, somos muy buenos compañeros y yo creo que se debe básicamente a una química respecto del arte y del teatro. Nos entendemos bastante bien. Ella me entiende, y viceversa. Hay como mucha experiencia, mucho camino recorrido y mucho material ya hecho por nosotros. Y lo del camino recorrido vale en términos estéticos.

—No hay solamente un tipo de material. Los hay disímiles –tercia Nacha–, porque los shows que nosotros hacemos en general tienen autores diversos y épocas y estilos de todo tipo. Y esto es fantástico porque es también un gran entrenamiento. Pero para que eso no sea un mamarracho tiene que haber un intérprete que sepa guiar por debajo y un músico que conozca todos los estilos y sepa unirlos para que no parezca un festival de fin de curso.

—Y justamente hablando de alumnos y graduados, mientras te esperábamos, Alberto, comentábamos con Nacha acerca de lo que ocurre con las nuevas generaciones y el tango. Es algo tan extraño porque, así como para nosotros era absolutamente natural bailar tango, estos chicos toman clases como si se tratara de una materia más.

—Esto pasa con muchas expresiones artísticas. Son como oleadas. El oleaje del mar. A veces se hunden y luego salen de nuevo. Las idas y venidas del tango (en cuanto a si se pone o no de moda) son las mismas que las que ocurren con otras cosas. Con el jazz pasa lo mismo. A veces parece que desapareciera, y no es así. Las nuevas generaciones lo descubren, lo redescubren, y esto ha pasado también aquí con el tango. Yo diría que viene pasando desde hace unos diez o quince años.

—Vos comentabas, Nacha, que hay lugares en los que, de pronto, te encontrás con 800 parejas en la pista.

—Sí, pero son lugares a los que hay que llegar muy tarde –explica Nacha–. Tipo dos y media de la mañana. Y eso está que arde. Es fantástico. Es lindo sentarse y mirar: de las 800 parejas que hay allí bailando el mismo tango, ninguna lo baila igual. Y eso, te repito, es muy lindo de mirar. Aunque uno no baile. Los ves pasar uno tras otro con el mismo ritmo y la misma danza pero todos haciendo cosas diferentes.

—Bueno, Nacha, un poco lo que te hemos visto hacer como directora, por ejemplo en “Tita”, cuando en los entreactos les indicabas a los bailarines exactamente dónde debían buscar la luz, en qué punto del escenario debían pararse, cómo debían moverse.

Nacha no advierte lo sorprendente que resulta verla bailar incesantemente a lo largo de una obra y luego dirigir a cada personaje.

—Sí. Vos sabés que los actores tienen mucha dificultad para “sentir” la luz. Y se corren del spot todo el tiempo. A mí eso me resulta muy raro porque la luz “se siente”. Y la luz no es solamente para que te vean. La luz te ayuda si está bien puesta. Si está puesta por alguien que entiende lo que está pasando en la escena. Ayuda a tu sentimiento porque el color de la luz, la intensidad de la luz, con cuántos segundos entra y con cuántos se va, tiene un ritmo. Tiene un sentimiento y un sentido. Entonces cuando la ignorás y alguien se preocupó tanto por hacerlo así y resulta que vos te parás a diez centímetros del lugar indicado, uno se dice “¿para qué trabajé tanto?”. Pero la luz no solamente te ilumina. La luz es la que termina de unirlo todo. Cuando se “pone” la luz, después todas las disciplinas convergen en una. Es la que unifica todo, la gran coherente. Como el oleaje del agua que todo lo mezcla. Bueno, la luz es eso. Todo está por separado antes de “ponerla”: la escenografía por un lado, los actores por el otro, el vestuario. Pero cuando viene la luz se produce la unión de todo eso y lo hace florecer y ser lo que es. Entonces, repito, para mí el valor de la luz es enorme en el escenario. Y cuando no se la aprecia y el actor se pone donde no se lo ve, bueno, yo no puedo entenderlo –termina riéndose.

—Y en la música, Alberto, ¿cómo es esto? Alguna vez que hemos estado cerca del escenario pudimos observar que vos cantabas todo el tiempo junto con la obra.

—Ahhh, ésa es una costumbre que tengo. Sí, sí. Voy cantando con la gente. Sobre todo con el “ensamble”. No con el solista, claro. Aunque también en Sweeney cantaba la parte del solista. Eso ayuda a la música y también a la intención que tienen los que están cantando en el escenario, fuera del foso. No es como algo que va por otro lado como si fuera autista. El director dirige y los demás cantan. Absolutamente, no.

—Toda música puede ser cantada –añade Nacha–.

—Esto también ayuda a la gente que está en el foso –explica Favero–. Ellos no ven el escenario pero me ven a mí que estoy cantando el tema de Octubre del 45 y tienen así una noción más clara del sentimiento que deben tener.

—¿No hay una pantalla en el foso?

—No. Y aun en salas sofisticadas donde las tienen, la pantalla no refleja las tres dimensiones de un espectáculo –dice Alberto.

—La verdad es que es una desgracia que los músicos no vean lo que está pasando arriba –reflexiona Nacha–. Fijate que cuando vos recordabas que en Tita la orquesta estaba a un costado de la platea, eso significó que el espectador pudo participar y que, en efecto, la relación musical fue mucho más rica y evolucionó mucho más que en otros espectáculos. No hicieron falta demasiadas explicaciones porque los músicos (casi todas mujeres) veían lo que estaba pasando en el escenario. Este es también un problema del teatro de ópera y del teatro en general. Deberían estar más conectados.

—¿Y cómo eran las cosas en el Di Tella?

—Y, los músicos nos movíamos como podíamos –recuerda Alberto–. Era un páramo.

—Lo que pasa –agrega Nacha– es que cuando hay “algo” el espectáculo surge igual. Haya o no mil músicos, miles de luces o un vestuario imponente. O nada. Se puede conmover igual si hay un verdadero artista o alguien que sabe escuchar. Te parás sobre esta mesa y el fenómeno se produce. Después lo adornás, lo embellecés todo lo que se pueda, pero si antes no estuvo el talento del artista en el escenario y el talento del que mira desde abajo, no hay luz que lo arregle. Ni orquesta sinfónica ni superproducción que lo logre. Tiene que estar el “alma” de lo que se va a contar. Una verdad estética. Recién después viene la decoración. Y si no está la decoración, igualmente estará la verdad.

Entre risas recuerdan la precariedad de medios que jamás opacó el maravilloso Di Tella.

—Había sólo un piano vertical pero las luces eran buenas… Claro, las manejaba Roberto Villanueva que era un capo –recuerda Alberto.

—Un hijo tuyo, Nacha, hoy hace luces, ¿no es cierto?

—Sí, Ariel Del Mastro. Y también dirige.

—Hace un momento, fuera de micrófono, comentábamos que la oferta, hoy en día, es quizás demasiado grande como para que la gente se concentre, por ejemplo, en los libros y en un determinado género musical.

—Lo que tenía el Di Tella –dice Alberto– es algo que no debe dejar de existir nunca: la experimentación. Y por esto no debe entenderse estar haciendo cosas raras en un laboratorio de química sino en arte. Es decir la relación de la obra con el artista y con el público. Esto ocupa un lugar muy especial. Es lo mismo que la jam session en jazz. O sea que es un lugar en el que uno experimentaba sus ideas, intercambiaba con los colegas todo lo que estaba ocurriendo, y como eso se aprende sólo a través del contacto con el público y no en la sala de ensayo, el Di Tella fue fundamental en ese sentido.

—¿Por eso ahora en Clásica y Moderna estás tocando “West Side Store” de Leonard Bernstein?

—Sí, hace ya muchos años que lo elegí, cuando en 1966 hice también Porgy and Bess de Gershwin. Hacía ya cuatro años que West Side Store se había estrenado aquí. Me impresionó mucho la película y también la música. La forma en la que estaba escrita. La dramaturgia. Aquella forma de representar a Shakespeare (Romeo y Julieta). Bueno, reuní las dos obras en un ciclo y ahora lo que estoy haciendo es volver a revisar ese baúl. Y no son recuerdos. Fijate que ya son clásicos. Es como las sinfonías de Beethoven. Nos acompañan durante toda nuestra vida y cuando desaparecemos esas obras siguen porque eso es la cultura. Además me gusta mucho volver a tocar en Clásica y Moderna. Tiene lo suyo. Es un lugar muy bonito y allí se logran una intimidad y un contacto con el público que no son habituales.

—Nacha, hay algo que nos contaron: ¿es cierto que vas a volver a la revista?

—Sí. Siempre me ha atraído la revista. ¡O soy yo la que atraigo a la revista! No sé por qué. Lo cierto es que voy a reemplazar a Estela Raval y voy a hacer lo que hago siempre: mis tres o cuatro números que se llaman “de cortina”. La primera vez los hicimos con Favero en el Maipo. Hace ya… Fue un viaje rarísimo: del Di Tella al Maipo sin escalas. Estábamos haciendo Anastasia querida y, de repente, nos llamó Amadori.

—Era justamente la época de apogeo de Balada para un loco de Piazzolla y la revista se llamaba El Maipo está piantao, explica Favero. Evidentemente no habían llegado a un acuerdo con Amelita Baltar, que era quien debería haberlo hecho por haber popularizado la canción y, bueno, nos llamaron a nosotros. Seguramente por “piantaos”.

—Sí –añade Nacha–, no sabés lo que era la cara del público cuando nos vio. Era como un shock psicosomático, números que no tenían nada que ver. Y la verdad es que nuestros números “de cortina” resultaron un éxito tan grande que los cómicos que estaban en el Maipo nos odiaron de tal manera que nos hicieron la vida imposible (¡Dios los tenga en la gloria!) y lograron que, finalmente, nos echaran. Nos echaron a través de denuncias en la censura. Nos citó un coronel que, textualmente, nos dijo esto: “En la ciudad siempre debe haber una cloaca. Está bien que hagan este espectáculo en el Di Tella pero en el Maipo, un teatro popular y familiar, no es posible”. ¡Y nos rajaron!

—Imaginate, con la revista de Adolfo Stray –recuerda Favero.

—Hasta los 18 años no te dejaban entrar, aseguramos.

—Bueno, pero ahí nos enteramos también de que éramos parte de la cloaca –sigue riéndose Nacha.

© Escrito por Magdalena Ruiz Guiñazu y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Julio de 2012.

Cristina tiene un plan… De Alguna Manera...

Cristina tiene un plan…

"El monstruo que yo invente..." Guillermo Moreno. Dibujo: Pablo Temes.

Ante la caída de su imagen, suspendió las hostilidades con Scioli, cambió voceros y prepara nuevos relatos. ¿Alcanzará?

Por cada punto que bajó Daniel Scioli, la Presidenta perdió dos. Así fue la crueldad de las encuestas. Cuesta abajo, Cristina demostró que no come vidrio e hizo sonar todas las alarmas. Exhibió una vez más su extraordinaria capacidad de refundación y, en una semana, con un par de colaboradores, diseñó un plan para recuperar la iniciativa y frenar la caída de su imagen. PERFIL reconstruyó ese rompecabezas:

Armisticio urgente. Cristina decretó el cese de las hostilidades porque fue derrotada en su intento de asaltar el poder de Buenos Aires. Le resulta indescifrable el comportamiento de un Scioli que pone la otra mejilla. La inmensa mayoría identificó a CFK como la que disparaba los misiles, y eso potenció el lugar de Scioli como víctima. Gabriel Mariotto, (a) Craviotto al decir de Maradona, bajó su perfil porque fue asociado a la figura del conspirador, algo que en democracia nadie valora. El sentido común de Diego fue la gota que llenó el vaso. “Mátense si quieren, pero no perjudiquen al laburante, que quiere cobrar el aguinaldo. Yo banco a Cristina, pero Scioli es un amigo”. Fue suficiente: Cristina llamó a Hernán Lorenzino, lo resucitó y le ordenó que arrugara a paso redoblado.

Scioli: el mal ejemplo. De la Sota respaldó a Scioli, Gioja se negó a criticarlo y hubo un sonoro silencio del resto de los gobernadores. El cristinismo comprendió que se había metido en una trampa cazabobos: si derrocaba a Scioli, le abría la puerta al vale todo institucional y, al no matarlo, lo fortalecía. Le servía en bandeja un candidato taquillero al peronismo no K. Scioli estuvo a punto de pagar los aguinaldos con recursos provinciales. Era la confirmación de que es posible gobernar con autonomía y que hay vida después de Cristina. Fue tan sorpresivo el volantazo de la Presidenta que dejó colgados del pincel a los gurkas que ya habían satanizado a Scioli. Hasta Mariotto tuvo que desmentir que lo comparó con De la Rúa. La batalla contra Scioli seguirá más adelante. Mejor confrontar con quienes no se presentan a elecciones: los medios, por ejemplo.

Lavar la cara con ¿‘mani pulite’? Se resolvió cambiar los comunicadores. Sacar del medio a los más desprestigiados: Boudou, Aníbal Fernández, Julio De Vido y Nilda Garré, y colocar en su lugar a Florencio Randazzo, Lorenzino, Sergio Berni y Axel Kicillof. Hasta la propia Cristina dio un paso al costado para no fatigar. Simultáneamente, se estudia un esquema para quebrar el sello de corrupción que se instaló en el oficialismo. Carlos Zannini explora el mejor atajo para sacar a Boudou del chiquero en el que cada día se entierra más. La opción menos cruenta sería “estatizar” la ex Ciccone y tratar de enviar la causa a un agujero negro. Dos ministros piensan que es hora de entregar la cabeza de los que manchan al Gobierno. Una especie de mani pulite (manos limpias, el proceso que encabezó en Italia en 1992 el fiscal Antonio Di Pietro) en línea con lo que hizo Dilma Rousseff. En dos palabras: arrojar lastre. 

No son los únicos, pero casi todos los números del talonario los tienen Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. El siniestro accidente de Once, el olor nauseabundo que despiden los manejos corruptos del transporte y la confirmación de una estafa en el control de la tarjeta SUBE justifican la movida. Randazzo dio una clara señal. Utilizó el eufemismo de “anomalías” pero congeló todo. Cristina le ordenó ir a fondo contra “los delincuentes”. ¿Hasta dónde? ¿Logrará ella recuperar una imagen de transparencia cortando negocios que vienen desde la época de Néstor? Lo mismo hizo con el APE en el campo sindical. ¿Son cajas que se clausuran para siempre o sólo les cambian la cerradura? ¿Se quedarán callados los perjudicados o prenderán el ventilador para repartir la mugre? La Presidenta no salió favorecida después de su encuentro con el tren fantasma de los 90, tripulado por Oscar Lescano, Armando Cavalieri y otros menemistas millonarios y propatronales.

Más oscuro que Moreno. El “príncipe” Guillermo Moreno perdió la impunidad de su blindaje. Sus enemigos del gabinete contaron que la Presidenta lo retó. Toda una señal. Es que los peores dramas económicos fueron agravados por la primitiva actuación de Moreno. La inflación es el cáncer que contamina todo y, ahora que bajan las aguas y la actividad económica retrocede, impacta con más fuerza en el malhumor social entre los más pobres. Por algo se destruyeron 360 mil puestos de trabajo. Y la variable del dólar sigue el mismo camino. Los remedios de Moreno fueron peores que la enfermedad. Nadie hizo tanto para que se fugaran a tanta velocidad tantos millones de dólares. Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad, fue muy didáctico para explicar la desconfianza: “A Néstor no le dolarizaban”. Argumenta que el ex presidente mantuvo los tres pilares que su esposa destruyó: superávit fiscal, inflación baja y tipo de cambio competitivo. Y con una anécdota dinamitó la excusa oficial de que se trata de un mercado marginal que no afecta la economía real. El Ciudad está construyendo la primera sucursal en una villa miseria de toda la Argentina. 

Es en Los Piletones, frente a la cancha de San Lorenzo. Mientras Sturzenegger les comentaba a los vecinos que iban a tener cajas de ahorro gratis y otros beneficios, uno de ellos, que es paraguayo y cartonero, le preguntó: “¿Vamos a poder ahorrar en dólares? Yo le mando 50 por mes a mi familia en Asunción”. Eso demuestra que el dólar es un escudo simbólico que se utiliza para protegerse del impuesto inflacionario. No se puede modificar con cuchillos de carnicero ni de la noche a la mañana. Como contrapartida, apuestan a los planes de vivienda y obras públicas en el Conurbano, con demanda intensiva de trabajo, la tercerización hacia las provincias del ajuste y el aumento al salario mínimo que se viene. Y la puesta en escena de una especie de segunda independencia económica para el 3 de agosto, cuando cancelen los Boden 2012. El fin del corralito será traducido como “nosotros pagamos lo que la oposición rompió cuando fue gobierno”. ¿Le alcanzará a Cristina para recuperar el doble de puntos que perdió Scioli?

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Julio de 2012.


Inducidos... De Alguna Manera...

Inducidos... 
 

Porque no hay nada que hacer. Las cosas son como son y lo único que podemos hacer es adecuarnos, tratar de ir pasándola lo mejor posible. Habituados por pura resignación, aprendimos a tomárnosla “con soda”. Por eso alegamos que “es lo que hay”. ¿Inducidos? Tal vez: en la vida cotidiana de los argentinos la mayor parte de los traspiés o conflictos son metabolizados como dificultades o, peor aún, circunstancias naturales, previsibles, ante las que nada puede hacerse. Abundan los casos clínicos elocuentes.

Millones de personas conviven durante varios días con montañas de basura apilada en las calles de Buenos Aires. No hay, empero, un solo cortocircuito. El enorme problema es encarado con ligereza espiritual. Nadie sabe bien quiénes o cuántos han resuelto clausurar los vaciaderos de residuos en apoyo de sus reclamos salariales. Las autoridades no tienen más alternativa que capitular ante la imposición. Organizaciones cooperativas de cartoneros de José León Suárez han clausurado el ingreso de los centenares de camiones que depositan la basura en las instalaciones de la Ceamse. Colapso total, la ciudad de rodillas, nada puede hacerse, nada se hace, nada se hará.

Al haberse santificado como procedimiento consuetudinario el mecanismo extorsivo, la Argentina se asume como país donde las garantías y los derechos carecen de limitaciones. La entera sociedad debe admitirlo y no hay funciones ni actividades, por más estratégicas y delicadas que sean, que estén exentas de ese manto de permisividad que todo lo autoriza y nada restringe. 

Asúmase el derecho inalienable que tienen los trabajadores de impulsar sus reclamos justos, ya sea por remuneraciones como por condiciones laborales mejores. No hay dudas de que el cartoneo, hoy más extendido, robusto e irreductible que hace diez años, es una consecuencia natural de la pobreza estructural sobre la que se apoya la vida cotidiana del país. Es claro, entonces: hurgan basura, la recogen, transportan y venden para sobrevivir.



Son millares de desgraciados habitantes carentes de trabajo legítimo. La Argentina aceptó sin embargo el cartoneo, a sabiendas de que se trata de gente que maneja desde el cuentapropismo más primitivo la basura que debiera ser recogida por las organizaciones de residuos que formalmente han sido contratadas para hacerlo. También se aceptan los cuidacoches, los lavavidrios, y ya es un dato natural del paisaje urbano que centenares de seres humanos sobrevivan en plazas, subtes, zaguanes y recovas. Aprendimos a tolerarlo. Sabemos cómo convivir con el infortunio social más hiriente sin chistar.

Pero en el caso de los recicladores la decisión de bloquear el ingreso de los camiones a los vaciaderos convirtió a la ciudad en rehén, socia compulsiva del desbarajuste, sujeto secuestrado de un pacto social venenoso. Ya no hay límites. Con un poco de decisión, audacia y aunque sea una mínima apoyatura social, todo es posible y nada es inconcebible. Foquismo callejero: yo hago lo que se me antoja porque nada puede pasar. Una masiva mayoría ha “aprendido” que es impotente ante abusos, desplantes, discrecionalidades y quitas crecientes de la libertad ambulatoria y del ejercicio de los más elementales derechos personales. Paradoja ácidamente descripta por un ubicuo político cordobés: en la Argentina es más fácil conseguir el documento de cambio de identidad de género que comprar cien dólares en un banco. 

Vueltas del destino: somos libérrimos y atropelladoramente vanguardistas en usos y costumbres en materia de vida amorosa y parentalidad, pero en la puerta de tu casa tenés tres metros de basura acumulada porque una cooperativa remota de personas que actúan sin restricciones resolvió instaurar aduanas interiores. Transgresores y muy modernos en la alcoba, autorizados para cultivar y fumar cigarrillos de cannabis, pero sumisos esclavos en la vida civil puertas afuera de casa. Mensaje del poder: acostúmbrense a que cada mañana deban salir a la calle sin saber qué nuevas prohibiciones, limitaciones o agresiones nos saldrán al encuentro.

No ha sido inevitable. Fue deliberado. Laboratorio social avanzado en sus descomunales ambiciones, la Argentina ha sido enseñada a que la impotencia es el latido cotidiano más previsible. Con todo convivimos. Con policías que roban e incluso matan. Con gobernantes que mienten y también abusan de sus facultades. Con profesionales de categorías estratégicas que intempestivamente interrumpen sus tareas y dejan aulas vacías, subterráneos suspendidos, hospitales desatendidos, comisarías clausuradas.



En la Argentina se despliega un juego de excepcional singularidad: es como si hubiera derecho para todo, pero cada vez menos garantías para que lo elemental sea protegido. Una década de sacralización de un mamarracho de permisos de todo género ha hecho de la Argentina una caricatura del estado de derecho. La ley es “reaccionaria”; en consecuencia los cartoneros pueden poner de espaldas a la capital del país, sometida a un desbarajuste urbano que, más allá de sus –en todo caso opinables– argumentos, está en condiciones de dañar severamente la vida cotidiana. ¿No es sugestivo que las palabras más habituales en la radio, la televisión y los diarios sean caos y colapso?

El aprendizaje de la impotencia (hay estudios académicos que tipifican en inglés este mecanismo como “learned helplessness”) conlleva consecuencias inmensas. En un anestesiamiento de hecho, la sociedad ha perdido reflejos. Adoctrinada en la inescrupulosa doctrina de los permisos irrestrictos, algo paradójicamente contradictorio sucedió: tantas supuestas libertades pergeñaron el asesinato o el achicamiento de un puñado de elementales garantías. Comprar y vender, así como viajar, se han convertido en permisos que otorga el Estado, todopoderoso, impávido, agresivo y exento de límites.

¿Puede ser algo simplemente casual que en el contexto de un país que se presume a la vanguardia del mundo en libertades existenciales, nuestra vida cotidiana esté sembrada de escollos, cepos, permisos y hechos burocráticos cada vez más irrestrictos?

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Julio de 2012.










Historia repetida... De Alguna Manera...

Historia repetida...

Último bastión. Paradójica imagen gorilesca. Hugo Moyano. Dibujo: Pablo Temes

La Presidenta insiste en dar pasos equivocados. Más tensiones con Scioli, el dólar y Moyano.

Una mirada retrospectiva de la realidad nos permitiría extraer estos datos, tomando como referencia la situación al 23 de octubre de 2011, día en que Cristina Fernández de Kirchner fue reelecta con el 54% de los votos:

No había dólar paralelo.

Había una fuga de depósitos producto de una ecuación ya conocida en la Argentina: inflación más dólar barato.

Los bancos tenían depósitos en dólares.

Había unos pocos arbolitos en el microcentro, a los que casi nadie prestaba atención.

La construcción estaba en pleno desarrollo.
 
El mercado automotriz estaba en auge.

Algunos sectores del campo habían restablecido puentes con el Gobierno, lo que auguró la esperanza de una mejor relación en el nuevo mandato de la Presidenta.

Daniel Scioli era un ícono del triunfo del kirchnerismo.

Hugo Moyano les reconocía a algunos confidentes que su ciclo al frente de la CGT estaba terminado, que extrañaba a Néstor Kirchner y que aspiraba a finalizar su mandato con algún tipo de acuerdo con el Gobierno para comenzar a solucionar el espinoso asunto del mínimo no imponible.

Han pasado nueve meses desde aquel momento que la foto del hoy en día parece ubicar en un tiempo remoto. Y así, entonces:

El dólar paralelo es el tema obligado de cada día.

- Los que tenían sus depósitos bancarios en dólares los sacaron.

La fuga de divisas continúa a pesar del cepo cambiario, que cada día se estrecha más.

En el microcentro porteño, los arbolitos –que operan con total tranquilidad y a la vista y a las oídas de todos– alcanzan la dimensión de un bosque.

En la construcción se han perdido alrededor de 75 mil puestos de trabajo.

Las suspensiones y las reducciones horarias son cada vez más frecuentes en las plantas automotrices.

A pesar de que el valor de la tonelada de soja vuela, la relación entre el Gobierno y el campo ha vuelto a tensarse. Además, como consecuencia de la existencia de un dólar paralelo que parece imparable, los exportadores retacean la liquidación de sus dólares –que debe hacerse al valor del oficial– tanto como pueden.

Daniel Scioli se ha transformado en el enemigo público número uno del Gobierno.

Hugo Moyano, a su vez, en el enemigo público número dos.

Todo ello es consecuencia de las medidas adoptadas por la Presidenta a instancias de Guillermo Moreno, el ministro de Economía en funciones del Gobierno. La información de estas horas es que el poder de Moreno ha comenzado a esmerilarse. Los que conocen la intimidad de Olivos hablan de una reunión, que tuvo lugar allí el 10 de julio pasado, en la que Fernández de Kirchner le hizo fuertes reproches al todopoderoso secretario de Comercio. 

Ello reavivó las internas dentro del equipo económico, en el que el ministro Hernán Lorenzino actúa más como un secretario a cargo de la instrumentación de medidas decididas por otros sin su participación que como titular de su cartera, y el viceministro Axel Kicillof –cuyas soberbia y arrogancia hacen acordar a las que exhibía Domingo Cavallo en el apogeo del menemismo– como el “cerebro” a cargo de la fijación de los lineamientos de la política económica.

El nuevo capítulo de lo que –parafraseando a Gabriel García Márquez– en adelante titularemos como La penosa historia de la borrascosa relación de la Presidenta con Scioli ha dado pie a una disputa de interpretaciones. Antes de ir a ese análisis, un apunte. En las palabras utilizadas por Fernández de Kirchner en su Aló Presidenta del jueves, ante el júbilo de sus habituales asentidores, aplaudidores y reidores, señaló que los 600 millones de pesos que se le otorgaban a Scioli eran producto de una amplia y ultrasesuda búsqueda de fuentes de recursos con la finalidad de asistir a la provincia de Buenos Aires. La verdad es que la trama de esa decisión fue mucho más sencilla y obvia: la plata salió de la Anses, que –al paso que van las cosas– habrá de convertirse en el financiador totipotencial de la Argentina a costo, claro, de no cumplir con su misión fundamental: la de pagarles a los jubilados lo que les corresponde. 

Como es evidente, para ellos la Anses nunca tiene plata. Según dijo Kicillof, utilizar los recursos de la Anses exclusivamente para abonar los haberes de los jubilados es “reaccionario y noventista” (sic). Por lo tanto, ahora sabemos que para el Gobierno deberles a los jubilados es progresista. Volviendo al préstamo a la provincia de Buenos Aires, hay que subrayar que esa plata de la Anses siempre estuvo allí. No hizo falta que nadie se quemara las neuronas para “encontrarla”. Lo que en verdad sucedió es que, hasta el jueves, no hubo voluntad política de la Presidenta de darle a Scioli los fondos que necesitaba para pagar el medio aguinaldo. Todo en el Gobierno es así.

Para ella y sus acólitos, el episodio se vivió como un triunfo, ya que –según ellos– se logró humillar al gobernador y ponerlo en vereda. Para el sciolismo, en cambio, fue todo lo contrario. Más allá de esa disputa, hay una pregunta que hacerle a la Presidenta: si la plata estaba, ¿por qué se dilató su entrega y expuso a la gente a tanta penuria? Por supuesto que el embate contra Scioli no ha concluido. Habrá nuevos capítulos, que serán potenciados por las penurias económicas que deberá sortear su administración en un futuro inmediato. 

Los números de la Provincia están en rojo, y en la medida en que el Gobierno no salga del corset que para la economía representa el cepo cambiario, nada permite prever que las cosas mejoren. El anuncio de giros de mayores fondos a las provincias dispuesto por la Presidenta es una señal de que el problema de caja que en ellas se vive es ya indisimulable, y está complicando la gestión de gobernadores de indiscutida prosapia kirchnerista.

El tema del dólar paralelo, por otra parte, tiene inquieta y nerviosa a la Presidenta. El precio de 6,90 que se llegó a pagar el miércoles pasado hizo las cosas insoportables. Por eso se ordenó a una sociedad afín al Gobierno que opera en bolsa a largar dólares para poner un límite al frenesí de esa jornada. Las declaraciones del ministro Lorenzino, que dijo que lo que pasa con el dólar paralelo no afecta la economía real, demuestran que las cosas no están bien. Si hurgara un poco en la historia, se daría cuenta de que eso mismo dijeron otros ministros en crisis similares y nunca les fue bien. Pero pedir eso es un imposible. Este gobierno parece empecinado en repetir la historia, lo que en la Argentina es el pasaporte seguro al fracaso.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Julio de 2012.