Las tratativas y los rumbos…
© Escrito el sábado
22/07/2023 por Carlos Heller, Presidente del Banco Credicoop Cooperativo Limitado
y Dirigente Cooperativista y Publicado por la Revista Acción en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
La finalización de la quinta revisión, según se espera, permitiría el
desembolso de fondos del organismo. De lo que se trata, en estas horas, es de
minimizar las condicionalidades habituales del Fondo Monetario internacional
(FMI), lo que implicaría una mayor libertad para las políticas públicas
orientadas a la producción y el empleo.
© Escrito el sábado 22/07/2023 por Carlos Heller, Presidente del Banco
Credicoop Cooperativo Limitado y Dirigente Cooperativista y Publicado por la Revista
Acción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Las medidas económicas que el Gobierno,
según trascendidos periodísticos, se apresta a anunciar, se encuadran en ese
marco y apuntan –lo cual es una obviedad– a reforzar las reservas
monetarias.
En tanto, los medios de comunicación concentrados, en gran medida afines a
sectores de la oposición y a grandes grupos empresarios, tomaron un reciente
informe del FMI para ejercer presión por una devaluación del peso.
En rigor, el Reporte del Sector Externo difundido a mediados de semana se
limita a calcular, como lo hace cada año al analizar las cuentas de los países
integrantes, la supuesta brecha de competitividad en cada caso.
En el capítulo argentino el FMI mantiene prácticamente invariables los
conceptos incluidos en su análisis de 2022, cuando no podían preverse las
consecuencias de la sequía.
Señala que, para reforzar la sostenibilidad externa, las posibles respuestas de
política son «una consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con
una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado».
Los objetivos de esas medidas propuestas en términos generales (y que no se
relacionan con las actuales tratativas) son «moderar el crecimiento de la
demanda doméstica», «reforzar el balance comercial», «recomponer las reservas
internacionales», entre los más importantes.
Sobre esta cuestión, no se puede desconocer que el problema principal para las
Reservas Internacionales radica en la reciente sequía y su impacto en las
exportaciones agropecuarias.
De no haber sido por el déficit hídrico, se habrían exportado en granos y
oleaginosas unos 25.000 millones de dólares más y se contaría con un ingreso
fiscal (por retenciones) equivalente a unos 6.000 millones de la moneda
estadounidense.
Una devaluación de la moneda nacional no revertiría ese cuadro ni modificaría
en lo esencial la competitividad. La realidad es que el tipo de cambio real
multilateral se encuentra hoy en niveles superiores (es más competitivo) que en
la etapa 2016-2017.
En ese momento el valor del dólar estaba determinado por «el libre mercado»,
antes de la crisis ocasionada por el sobreendeudamiento dispuesto por el
expresidente Mauricio Macri.
El puente
He sostenido en forma reiterada que no hay acuerdos buenos con el FMI, lo que hay que lograr es el menos malo posible en esta coyuntura para conseguir un puente temporal. En 2024 las condiciones serán seguramente otras: se revertirán los efectos de la sequía, con el impacto positivo que ello tendrá en términos de reservas internacionales y en recaudación por retenciones. Y a la vez aumentará el aporte de divisas en sectores como el energético y la minería, que contribuirán a mejorar la balanza comercial.
He sostenido en forma reiterada que no hay acuerdos buenos con el FMI, lo que hay que lograr es el menos malo posible en esta coyuntura para conseguir un puente temporal. En 2024 las condiciones serán seguramente otras: se revertirán los efectos de la sequía, con el impacto positivo que ello tendrá en términos de reservas internacionales y en recaudación por retenciones. Y a la vez aumentará el aporte de divisas en sectores como el energético y la minería, que contribuirán a mejorar la balanza comercial.
Desde luego, el rumbo proyectado, a partir de un acuerdo con el FMI menos
gravoso, es bien distinto al que prometen los precandidatos de orientación
neoliberal, partidarios de un severo ajuste monetario y fiscal junto con una
fuerte devaluación que acentuaría la transferencia de ingresos en desmedro de
la mayoría de la población.
Un modelo que prevé el cierre o achicamiento de empresas públicas, como
anunciaron que harán con Aerolíneas Argentinas si triunfan en los comicios de
octubre. Como también prometen suprimir ministerios (eliminar por ejemplo el de
Mujeres, Género y Diversidad), recortar derechos laborales y reducir el «costo»
del sistema previsional. Planes para una Argentina menos justa y socialmente
más desigual.