No reír, no lamentar, no detestar, tratar de entender…
El sistema democrático, las pasiones humanas, una política de bloques y un conjunto de decisiones que conducirán a una u otra orilla. ¿Cómo una sociedad puede aumentar su potencia en acto?
La frase del título es de Baruch Spinoza (1632-1677) el notable filósofo
nacido en Ámsterdam y fallecido en La Haya, que sostuvo en el siglo XVII que el
mejor sistema político era la Democracia, porque en él los seres
humanos, no perdían su potencia en acto.
Y las palabras del título se refieren a las pasiones humanas, a
las que nos afectan y a las que a su vez afectamos y el entender lo que Baruch
valoraba en grado sumo, o sea el Entendimiento, el saber comprender entre
líneas lo que va pasando y lo que nos pasa a los seres humanos a través de
nuestro espacio-tiempo.
Es curioso que en los dos resúmenes que sobre política y sobre economía
publicara el Diario Perfil, como extractos de los reportajes que
realizara Jorge Fontevecchia, las ideas que se muestran contradicen en
general lo enunciado por la actual administración.
Por ejemplo, en el área política la presencia del Estado está presente
en forma clara y distinta, como lo confirmara Andrés Oppenheimer en los países
escandinavos, donde las áreas comunitarias ratifican el Estado de Bienestar y
nadie pretende escapar a la regla impositiva, que los que más ganan, más
pagan.
El orden liberal democrático en lo político no está puesto en cuestión,
Dinamarca por ejemplo esbozó ese orden pacífico, nada menos que 1810, y la
presencia femenina es constante en los países del Norte de Europa; no la de los
machos alfa.
Recordemos que el socialismo llamado real, encarnado por la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y sus aliados dejó de existir prácticamente
en el planeta, con la caída del Muro de Berlín, persistiendo sólo como formas
sobrevivientes en dos países tan disímiles, como la Cuba bloqueada desde los 60
y la nuclear Corea del Norte.
“Zorros libres en gallineros libres”
Con respecto al área económica son sorprendentes las diferencias con la
actual administración.
Todos señalan una política de bloques, en consecuencia, la
ausencia de Argentina del BRICS a la que fuera invitada, es inentendible,
teniendo en cuenta que China, Brasil e India, tres de sus socios fundadores,
son nuestros principales socios comerciales y a nadie en el planeta Tierra se
le ocurre limitar el comercio por razones ideológicas.
Que, a su vez, habría irritado sobremanera al hipercitado Juan
Bautista Alberdi y también, desde ya, la cesión temporal al Ejecutivo de
poderes extraordinarios, o sea, la suma del poder público, fulminada en todos
nuestros textos constitucionales con el claro rótulo de infames traidores a la
Patria, a los que los concedan.
Greta Thunberg y Dalí tienen razón:
los relojes se derriten
Los pensadores económicos insisten en estabilizar la inflación antes de
disminuir el déficit y que las tasas de interés sean invariablemente positivas
y ponen como ejemplo de empuje estatal a Alemania, la locomotora de Europa, con
su apoyo permanente a sus pequeñas y medianas industrias que son ayudadas
financieramente y que representan el 70% de la extraordinaria industria
alemana.
Y como sostuviera Jorge Fontevecchia, largamente en los últimos tiempos,
la fórmula renana: “Estado todo lo que sea necesario y Mercado todo lo que sea
posible”, o sea, un equilibrio dinámico, barre totalmente con el doble
imaginario fundamentalista de Estado Totalitario o Mercado Totalitario.
Esto último a ultranza desembocaría en lo que J. Paul Samuelson, el
Nóbel norteamericano en Economía, denominara en una cáustica frase: “Zorros
libres en gallineros libres” y que completara diciendo provocativamente, que
cualquier loro podría llegar a ser economista repitiendo hasta el cansancio,
simplemente “oferta y demanda “y “oferta y demanda” ….
Además, significaría para la República, aceptar la tesis de Thachter que
no existe la Sociedad y sólo los individuos y que los kelpers puedan resolver
sobre Malvinas.
Entre el Eros y el Thanatos.
Por ello la Argentina, no hay duda en ello, debe preservar su acervo
artístico, cultural, científico y tecnológico y promover a los actores de estos
cuatro elementos fundamentales de su historia y proteger su financiamiento, lo
contrario es repetir la muy triste historia del Proceso en esos cuatro campos
con el exilio, la desaparición de personas, y la censura previa sobre nuestra
creatividad nacional.
Diana Sperling: "El humano
necesita del prójimo para progresar"
Y es ofensivo que sea, ni siquiera pensado y una gratuita ofensa a la
histórica generación del 80, la idea de privatizar el Banco Nación, creación
del eminente Carlos Pellegrini que sostuviera que Argentina no podía “seguir
dependiendo de las nubes”, ya que fuera paladín de la industria nacional,
haciendo nacer al Nación como emblema de la industria y del crédito destinado a
nuestro propio desarrollo.
Como es absolutamente no creíble, la privatización de YPF, dueña del
segundo yacimiento de gas en el mundo, una superficie de Bélgica en su
subsuelo, con la posibilidad cierta, dado el gasoducto construido en 2022, y la
reversión del gasoducto norte para nuestras provincias y exportar gas a Brasil,
para ir desembocando en las propias fábricas de gas licuado para el resto del
mundo.
Es decir, nos faltan divisas por la desidia que se ha mostrado para
salir del modelo agro importador, denunciado por Frondizi y Frigerio, el abuelo
del actual mandatario de Entre Ríos, hace 60 años; por la incompetencia en
estudiar y resolver la problemática argentina a través de los años y por
aferrarse demasiadas veces a las ideologías como ideas imaginarias, o sea,
fantasmas de la realidad.
En la extraordinaria biografía que sobre Sigmund Freud realizara la
psicoanalista Roudinesco, se cuenta un diálogo entre Napoleón que deseaba
conocer al autor del Fausto, al más grande hombre de Alemania, el spinozista
Goethe, y éste le dijo al Emperador: “Es el Destino” y el nacido en Córcega le
contestó: “No, es la Política”
Li Wen Liang, las Malvinas y el anillo
de Spinoza
Y aquí y ahora podemos recordar otra frase que en su momento Bonaparte
dedicara a los Borbones, pero que podría aplicarse también a nuestras repeticiones
históricas, cuando les recordara: “No han aprendido nada, no han olvidado nada”
…
Porque podremos elegir, afirmaba el argelino Albert Camus, al recibir el
Premio Nóbel de Literatura, entre: “representar al Poder o a los que sufren el Poder”
…
Y sería saludable tomar en cuenta todas estas palabras, porque no
tenemos ningún Destino Manifiesto; es la Política, la cosa pública, o sea, la
res pública; la República, que construimos entre todos nosotros, la que será
conducirá a una u otra orilla.
Porque finalmente la orilla a que arribemos dependerá del bote que
tomemos y como el vienés Sigmund Freud le advirtiera a Albert Einstein, hay
dos navíos posibles: el del Amor, la Amistad, la Generosidad, la Alegría o sea
el Eros, o la embarcación del Odio, la Intolerancia, la Indiferencia y la
Guerra que es el Thanatos.
Y los seres humanos estamos condenados a elegir, sostenía el francés
Jean Paul Sartre y saber a cuál alimentamos momento a momento, porque ambas
orillas y ambas pulsiones están presentes, aquí y ahora, en todo nuestro
Espacio-Tiempo.
(*) Doctor y docente en Medicina. Licenciado en Ciencia Política, UBA. Ex investigador CNEA. Miembro del Consejo de Paz de la República Argentina. Músico.