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viernes, 10 de abril de 2020

"En este momento todos los economistas nos volvemos keynesianos”... @dealgunamanera...

Loser: "En este momento todos los economistas nos volvemos keynesianos”

En este momento todos los economistas nos volvemos keynesianos.

El ex director del FMI dijo que el modelo de bienestar tiene aplicación para enfrentar la crisis económica producida por la pandemia. Planteó que la reestructuración de la deuda externa debe darse "de manera amistosa y que los acreedores tienen que entender que tienen que perder".

© Publicado por el viernes 10/04/2020 por el Diario El Cronista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República ed los Argentinos.

El economista Claudio Loser sugirió hoy “buscar los libros de Keynes y volver a leerlos” y aseguró que “en este momento todos los economistas nos volvemos keynesianos”.

En ese sentido, el pensamiento de Keynes “es totalmente relevante hoy en día y tiene que verse como la solución de hoy”, apuntó el ex director para el hemisferio occidental del FMI.

Remarcó que en el contexto de la pandemia por el coronavirus. “Hay elementos similares con la crisis del ‘30 en términos de la magnitud de la caída de la economía, estamos en una situación de profunda crisis económica por razones no económicas”, analizó.

Claudio Loser: "Hay elementos similares con la crisis del 30

Claudio Loser, ex director del FMI para el hemisferio occidental, sobre las consecuencias del coronavirus en la economía: "Hay elementos similares con la crisis del 30 en términos de la magnitud de la caída de la economía, estamos una situación de profunda crisis económicas por razones no económicas". 

De la pandemia también dijo: "Tiene una determinada vida pero dado que el resto del mundo está en lo mismo hay menos demanda de productos". Y señaló: "Hay una caída de la producción que está llevando al mundo a una situación muy complicada y le pega directamente a Argentina (...) 

Otro elemento es que no tiene la capacidad de compensar como otros países". De la deuda externa señaló: "No hay duda que hay de que reestructurarla en forma amistosa como están haciendo países como Ecuador".



Loser señaló que “la caída de producción está llevando al  mundo a una situación muy complicada y eso va a pegar directamente en Argentina”. Y añadió que “no queda más remedios que tomar medidas para incentivar la economía, pero no todos los países tienen recursos para darse ese lujo”.

En declaraciones a FM La Patriada, Loser fue consultado por la deuda externa. En ese sentido, expresó que “no hay duda que hay que reestructurar la deuda" y agregó que esa reestructuración debe ser "en forma amistosa como están haciendo países como Ecuador”.

“Los acreedores van a a tener que entender que esta situación va a tener que ser resuelta con una quita, los acreedores van a tener que perder”.

Y completó en cuanto a Argentina que “algo de espacio hay para pagar este año. No es una situación de todo o nada”.




jueves, 10 de mayo de 2018

¿Qué dice la Constitución Nacional sobre deuda externa?... @dealgunamanera...

¿Qué dice la Constitución Nacional sobre deuda externa?

Congreso de la Nación Argentina. Fotografía: Cedoc

Nuestra ley fundamental le ha conferido al Congreso de la Nación la competencia necesaria para contraer y arreglar las cuestiones vinculadas a la deuda pública.

© Escrito por Guido Risso el jueves 10/05/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En primer lugar corresponde la siguiente aclaración, estas líneas pretenden un breve análisis del proceso de deuda externa estrictamente desde el punto de vista de la regulación del derecho constitucional. Es decir, veremos que dice la letra de la Constitución Nacional sobre deuda externa, a quien le asigna la competencia para contraerla y a quien le compete llevar adelante los respectivos arreglos y restructuraciones. 

La cuestión entonces, tal como ha sido planteada, presenta un aspecto fundamental y se refiere a detectar si existe o no en el texto constitucional un poder del Estado a quien se le haya asignado expresamente las facultades y competencias que estamos analizando. La respuesta es sí. La Constitución Nacional lo prevé desde el año 1853.  

Efectivamente, nuestra ley fundamental le ha conferido -y de forma expresa- al Congreso de la Nación la competencia necesaria para contraer y arreglar las cuestiones vinculadas a la deuda pública

Con esta primera conclusión, debemos introducirnos en la cuestión mediante el estudio del artículo 75, norma constitucional que establece y enumera una por una las distintas responsabilidades y funciones del Congreso de la Nación.  Por consiguiente, en su inciso 4º dispone que corresponde al  Congreso: “contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación” y casi inmediatamente (específicamente en el inciso 7° del mismo artículo) agrega -para que no quede ninguna duda- que: corresponde al Congreso... “Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”. 

Ahora bien, esto no significa que los legisladores en grupo deban salir a gestionar los empréstitos sobre el crédito de la Nación, por tal razón es que debemos diferenciar el proceso administrativo de “gestionar” que le compete al Presidente de la Nación quien es: “el responsable político de la administración general del país” (art. 99 inc. 1° de la CN), de la atribución legislativa de “aprobar” la decisión de contraer ese crédito bajo las condiciones gestionadas. Esta intervención final del Congreso cierra el circuito constitucional.

Por último, es importante destacar que parte de la doctrina sostiene que la Constitución Nacional al regular estas competencias lo hace de tal forma que habilita su carácter compartido entre los diferentes poderes políticos, sin embargo -incluso admitiendo esta posición que de ningún modo debemos descartar pues su formulación y defensa es de máximo nivel académico- sería cuestionable excluir totalmente al Congreso de la Nación de aquellos temas vinculados a la deuda externa, pues como vimos, es el propio texto de la Constitución Nacional quien determina específicamente que es el Congreso el órgano a quien le incumbe contraer (inc 4°) y arreglar el pago (inc. 7°) de la deuda interior y exterior de la Nación.



miércoles, 2 de agosto de 2017

No aprendemos más… @dealgunamanera...

No aprendemos más…

Macri –Dujovne - Caputo. Más temprano que tarde habrá una nueva crisis de la deuda. 


Es triste escribir esta frase. En dos, cinco o diez años habrá una nueva crisis socioeconómica. Sólo es cuestión de tiempo. Y ya conocemos las dramáticas consecuencias que esta situación ocasionará a los sectores populares.

© Escrito por Reynaldo Sietecase el 31/07/2017 y publicado en Periodismo.com

Escucha la entrevista radial:


Pasó y volverá a pasar.

La dirigencia política argentina funciona como un adicto que se recupera y vuelve a recaer con un entusiasmo cada vez mayor. Los que firman estos acuerdos aberrantes lo saben. Los opositores también pero casi todos callan.

Según datos oficiales, el año pasado la deuda externa aumentó en 35 mil millones de dólares.

Entre enero y mayo de este año, la emisión de deuda fue de 40 mil millones de dólares. Cuarenta mil millones en cinco meses. Estos datos los consigna el Ministerio de Economía no el Partido Obrero.

Hace algo más de un mes, el gobierno firmó un bono de deuda a un plazo de cien años con una tasa mucho más alta que el promedio del mercado (casi ocho por ciento). La sola enunciación parece un chiste de mal gusto.

Se tomó deuda por 2.750 millones de dólares pagaderos a razón de 200 millones de dólares por año durante un siglo (se estima que en 14 años se pagará el capital y los otros 86 años serán para pagar los intereses).

Todavía hay algo más grave que el plazo delirante del empréstito. Semejante endeudamiento no tiene como objetivo renovar infraestructura, ni hacer grandes obras sanitarias, ni carreteras ni escuelas. La plata será utilizada para solventar el déficit y pagar intereses de la deuda.

Para Ismael Bermúdez, el periodista económico de Clarín, la única explicación a esta operación es “la necesidad de los acreedores” de colocar su exceso de fondos.

Una decisión que compromete a 25 gobiernos y a varias generaciones de argentinos no pasó por el control del Congreso de la Nación y sólo tomó estado público cuando se concretó. Es decir cuando el gobierno ya la había realizado.

Algunos medios y periodistas presentaron el bono a cien años como si se tratase de una buena noticia: “Un signo de confianza en el país”. Apenas hubo algunas voces críticas. El silencio de la CGT y otras organizaciones intermedias fue atronador.

En pocos días el tema pasó al olvido. La deuda no se ve pero siempre está. Y crece. En la actualidad el 43 por ciento del déficit fiscal está compuesto por intereses de la deuda.

“Lo que el gobierno se ahorró en el pago de subsidios por el aumento de las tarifas se perdió en el pago de intereses de la deuda”, señaló Bermúdez. La conclusión es simple: el esfuerzo de los usuarios que pagaron los aumentos en los servicios públicos terminó en el segmento financiero que sigue haciendo grandes negocios saltando de las letras al dólar y viceversa.

La mayoría de las fuerzas políticas son corresponsables del endeudamiento. Avalaron sin chistar el presupuesto que contemplaba esta posibilidad sin que se tenga la necesidad de consultar a los legisladores y ahora callan.

Varias generaciones deberán hacer frente a esta hipoteca que no para de crecer en una lógica perversa: más se paga, más se debe.

Esta cuestión no está en la agenda electoral. Esta cuestión no se discute en los medios. No es tema. Se entiende el silencio de los cómplices. No se entiende el silencio de los inocentes.