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domingo, 27 de mayo de 2012

Dogmas insensibles... De Alguna Manera...

Dogmas insensibles…

Guernika Bonaerense…Daniel Scioli. Dibujo: Pablo Temes.

Economía en riesgo, dólar, presión impositiva y a provincias. Las condiciones de Exxon y la denuncia contra Metrovías.

Néstor Kirchner demostró durante su gestión haber aprendido una lección: el dólar representa en nuestra cultura económica un referente para expresar la confianza en la efectividad del plan económico de un gobierno. En su gestión, esa confianza volvió y el dólar se estabilizó. La razón esencial: el equilibrio de las cuentas fiscales. Para la obtención de dicho fin, Kirchner contó con una ventaja enorme, la devaluación hecha por Eduardo Duhalde y la participación clave de Roberto Lavagna.

Todo eso es un recuerdo lejano. Aquellos principios han sido dejados de lado por la administración de Cristina Fernández de Kirchner, que evidencia la ausencia de un manejo racional de la economía, a la que le agrega falta de aprendizaje de la historia. Ese aprendizaje le hubiera permitido a la Presidenta saber que cuando un  gobierno tiene que hablar todos los días del dólar para decir que no pasa nada, es porque algo pasa. Así caería en la cuenta de que no vale la pena abundar en pronósticos de dudoso cumplimiento. Con su alusión a que los que compren dólares habrán de perder plata, hecha durante su autoreferencial discurso del 25 de mayo en Bariloche, la Presidenta no hizo más que evocar la tristemente célebre frase de Lorenzo Sigaut, ministro de Economía de la última dictadura, “el que apuesta al dólar, pierde”.

Junto con este aprendizaje, es urgente que la Presidenta salga del círculo áulico de quienes le escriben un verdadero “diario de Yrigoyen”. A ese diario contribuyen funcionarios como la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. Para muestra basta la respuesta que, con tono admonitorio, la funcionaria le dio a nuestro colega Eduardo Anguita en su programa por Radio Nacional. “No hay fuga de dólares”, dijo Paglieri. Agregó que tampoco habían miles de autos que aguardan en Zárate a que se les liberen los permisos de importación. Lo grave no es que la funcionaria lo haya dicho sino que la Presidenta lo crea. Esos autos siguen esperando y la salida de divisas en el primer trimestre, con el cepo cambiario a pleno, llegó a los 1.600 millones de dólares.

El problema principal que  lleva a esta situación es el déficit fiscal, que no para de crecer. Por eso crece la presión impositiva. De ahí que el reclamo de la dirigencia sindical por el aumento del mínimo no imponible, un impuesto que castiga a los trabajadores, sigue en vía muerta. Una  de las consecuencias más gravosas que padecen muchos de ellos es que, tras los aumentos en las paritarias, muchos habrán de cobrar menos de lo que percibían antes de dichos aumentos. Un disparate.

Otra de las consecuencias de ese déficit fiscal creciente la padecen las provincias. Dentro de ese universo, el mayor impacto se verifica en la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, la presión sobre Daniel Scioli para sacar la reforma impositiva, como sea, es brutal. La aprobación de esta reforma es crucial para evitar el desdoblamiento salarial en los municipios. Ya hay algunos en los que ello ocurrió, lo que fue subsanado por el envío dispuesto desde la Nación de los legendarios ATN (Ayuda del Tesoro Nacional) que están siempre dispuestos para ayudar a los intendentes K. El Estado nacional también se beneficia de esta reforma, ya que lo correspondiente a bienes personales pasará a engrosar sus enflaquecidas arcas. Se ejerce sobre Scioli una verdadera de extorsión, lo que por ahora el gobernador ha aceptado sin chistar. Ya le prometieron que si saca la reforma habrá fondos nacionales. Hasta ayer por la tarde había reuniones tratando de destrabar la situación. 

Una de las acciones que con esta escasez de fondos se dificultan afecta a YPF. Las tareas de exploración se complican y la explotación del fenomenal pozo de shale gas de Vaca Muerta también. Allí hacen falta inversiones de magnitud para las que el Estado hoy no tiene fondos. Por eso es que se están buscando asociaciones con empresas petroleras internacionales. Una de las invitadas fue Exxon, cuyas condiciones para entrar en el negocio han sido consideradas leoninas por quienes se entusiasmaron con la nacionalización de YPF. Las tres primeras de ellas son:

1. Garantía de que no se modificará el marco impositivo bajo el que Exxon desarrolla su negocio en la Argentina.
2. Garantía de que podrá remesar sus dividendos a su casa matriz en los Estados Unidos sin ninguna limitación.
3. Sometimiento de las eventuales disputas legales a la jurisdicción de los tribunales de Nueva York.

Lo cierto es que en YPF lo que abunda, por ahora, es la confusión.

En este marco, el Gobierno decidió, tres meses después de la previsible tragedia de Once, quitarle la concesión de los ferrocarriles Sarmiento y Mitre a TBA. Al hacerlo, transfirió la operación de esos ramales a una unión entre Ferrovías y Metrovías. Resulta curiosa esta decisión –todo es curioso en el mundo K– si se tiene en cuenta una denuncia que el 18 de mayo hizo la ANSES a Metrovías ante la Comisión Nacional de Valores. En esa denuncia se lee: “El organismo previsional solicitó la apertura de la investigación y la aplicación de sanciones, al evaluar que perjudicó económicamente a la operadora de la Red de Subtes de Buenos Aires, donde (la ANSES) posee el 8.55% de las acciones”.

Ocurre que Metrovías procedió a tercerizar la publicidad en la vía pública, cosa que hizo a través de una subconcesión a la empresa Metrone S.A. Lo que ocurre es que, casualmente, Metrone es una sociedad perteneciente a Benito Roggio e Hijos S.A. que, a la vez, posee el 90.6% de las acciones de Metrovías. En atención a este detalle, la ANSES continúa diciendo en su denuncia que “la falta de adecuación del canon mensual por la explotación de la publicidad benefició indirectamente al accionista contratante (Roggio) en perjuicio de Metrovías y de su accionista minoritario, ANSES”. Finalmente, en el penúltimo párrafo de esta denuncia, se lee  que  “ANSES  también denunció a Metrovías por detectar contratos de préstamos de dinero, presumiblemente excediendo el objeto social de la compañía, y de asesoramiento técnico con firmas que constituyen el Grupo Roggio”.

¿Con empresas así se piensa en mejorar el servicio del Ferrocarril Sarmiento y el del Mitre? ¿El ministro Julio De Vido desconocía todo esto? ¿Este es el nivel de información que existe en el Ministerio de Planificación sobre las empresas a las que se les concesionan servicios tan sensibles como el de los ferrocarriles? ¿Cuál es la circulación interna que hay en el Gobierno de la información sobre temas tan sensibles? Cuántas preguntas ante un Gobierno que ha hecho del “no sabe no contesta” un dogma.
Producción periodística: Guido Baistrocchi..

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 27 de Mayo de 2012.

La negación de la realidad... De Alguna Manera...

Posta para los propios...

Ridi Paglieri... Beatriz Paglieri. Dibujo: Pablo Temes.

Por qué el Gobierno se cree su relato y conspira contra su propia fortaleza. Choques, apretadas y chicanas sucesorias.

Audaz como pocas, Beatriz Paglieri, dio una clase magistral de periodismo militante. Por radio Nacional ordenó que no se informe sobre la fuga de capitales porque no es cierto. Aseguró que “si fuera verdad, sería grave”. El humorista Fernando Sendra le dio su merecido: dijo que Paglieri tiene razón. Resistencia, Posadas y Paraná siguen en sus lugares. Ergo: no se fugó ni una sola capital. Pero la realidad fue más cruel con la lugarteniente de Guillermo Moreno. El Banco Central certificó que, en una semana, huyeron 464 millones de dólares. Salvo que Mercedes Marcó del Pont, como Clarín, mienta. Lamentablemente, desde julio del 2007 se exiliaron 80 mil millones de dólares.

El autoengaño de estado es el principal problema de Cristina Fernández. Esa coprofagia letal ya es bajada de línea para todos los funcionarios. No se permiten identificar los verdaderos problemas y, por lo tanto, eso los obliga a responsabilizar de todo lo malo que ocurre en el mundo a los periodistas. Fabular desde la presidencia, es grave. Pero creerse sus propias mentiras, es mucho peor. Es un virus peligroso que puede llevar al Gobierno del estrellato a estrellarse. Es como navegar a ciegas.

Desde hace 9 años que tienen una excesiva atención puesta sobre los medios. La Presidenta, en su discurso del 25 de Mayo, hizo un par de alusiones a Jorge Lanata, aunque sin nombrarlo; abusó y sobreactuó sus explicaciones sobre el inexplicable viaje a Angola y agradeció que no existieran periodistas de investigación en 1810 porque “hubieran escrachado a French y Beruti y hoy todavía estaríamos con el rey”.

No pudo disimular que le afectó la caricatura que hizo Lanata en la tele y se justificó diciendo que “no estuvo bailando en una escola do samba, eran mujeres revolucionarias”. Después exageró tanto el rol de los negros angoleños en la lucha por nuestra independencia que cayó en desmesuras. Llegó a decir que nosotros, los blancos, “desapareceríamos de la faz de la Tierra” si hubiéramos pasado por los mismos sufrimientos. “¿Quién le contó a los blancos que son superiores?”, se preguntó. Hitler, entre otros genocidas instalaron eso, me hubiera gustado contestarle. Pero, ¿qué tiene que ver todo eso con nuestro primer gobierno patrio? La Presidenta dedicó casi el 30% de sus palabras a ese país africano y solo nombró a San Martín para explicar quién fue Agostinho Neto.

Hasta se metió en la ciénaga del dólar. Ironizó sobre un amigo de la familia que quiso convencer a su hijo Máximo para que comprara dólares a 4,80 porque se iban a ir a 10 pesos. “No sé qué habrá hecho con esos billetes”, relató con sorna. No es un tema sobre el que Cristina debería bromear. No hay antecedentes en la historia de que un ex presidente como Néstor Kirchner haya comprado 2 millones de dólares justo dos semanas después de la quiebra de Lehman Brothers. Algunos sostienen que, encima, lo hizo con información privilegiada, igual que José Alperovich y su padre.

Tiene que fingir demasiado la Presidenta cuando habla de billetes. Nadie está obligado a declarar en su contra. En su homilía previa, monseñor Fernando Maletti –el obispo de Bariloche que hizo una clara opción por los pobres– fue crítico con quien “acumula riqueza para sí y no es rico ante los ojos de Dios.” Fue el cierre de la parábola del rico insensato. Ya había dicho con valentía que “no hay que caer en la acumulación egoísta de bienes”. No fue dirigido a la Presidenta con la que el prelado simpatiza pero, Cristina, ¿se habrá dado por aludida? Porque aquí radica una de los flancos mas inconsistentes del Gobierno. Eso de creer que “con dinero todo se puede comprar”. Es algo que suele ocurrir entre quienes ganaron dinero fácil y llegaron a un patrimonio de $70 millones. Mas aún si tuvieron estómago para utilizar la usura y rematar casas de deudores hipotecarios. Eso los marca para siempre. Valga el juego de palabras: no es gratis. Sufren una suerte de bulimia monetaria. La codicia supera a la ideología. Chequera mata militante. 

Y creen que todos son de su misma condición. Tal vez por eso chocaron de frente con Hugo Moyano, que no orina agua bendita ni es un monje franciscano. Pero demostró que, por las buenas, pueden llegar a ser socios como lo fue con Néstor. Pero que, por las malas y a los empujones, no se corre del medio fácilmente. Al parecer, a Moyano lo excita más el combate que el aroma de los dólares. O tal vez ya tenga suficientes. Pero hoy sería mucho más poderoso económicamente de lo que es si no hubiese denunciado la repugnante coima de la Banelco durante el gobierno de Fernando de la Rúa o el intento de comprar sindicalistas con los fondos del APE como lo hizo en estas horas. Sin embargo se plantó. No es una carmelita descalza: tiene un holding sindical que se mezcla con sus recursos familiares y utiliza una metodología patotera, pero enfrentó duramente al menemismo, nunca fue propatronal y ahora se convirtió en el enemigo más poderoso que tiene este proyecto del que fue cofundador.

Esa extraña relación de amor-odio con el poderoso caballero que es Don Dinero y la negación obsesiva de la realidad son los principales conspiradores contra la fortaleza del Gobierno. Atacan al dólar como si fuera una enfermedad y es sólo un síntoma. No pueden resolver lo que no se atreven ni a nombrar: la alta inflación de estos años. Hay tres cifras que lo explican todo. En los últimos 12 meses, para San Luis la inflación fue del 24%, en Neuquén registraron 27% y para el INDEC, el 9,8%. 

Si planifican con sus propias falsedades, difícilmente acierten con el remedio adecuado. A veces parece que Moreno, antes de dormir, piensa qué actividad puede perjudicar con sus arbitrariedades espasmódicas. Ya afectó seriamente la industria frigorífica, la siembra de determinados granos, el crecimiento y la producción, las ventas de inmuebles, la yerba y ahora los viajes al exterior. Insista Moreno, vamos que usted puede. Vaya por todo, como le pide Cristina. Juegue unos boletos a ganador. La Presidenta ratificó que no existe la eternidad y que hay que transferir la posta. En una de esas, Moreno, quién le dice… ¿Se imagina los afiches? Moreno presidente, Paglieri, vice.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elsábado 26 de Mayo de 2012.