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sábado, 23 de febrero de 2019

Caso Jaitt: la marginalidad del círculo rojo… @dealgunamanera...

Caso Jaitt: la marginalidad del círculo rojo…

Revista Noticias Nº 2134. Tapa Natacha Jaitt. Justicia Perra.

Se equivocan quienes piensan que la muerte de Natacha es un tema menor, digno de las secciones de chismes. Era una figura que se volvió temible en los sótanos del poder y los medios.

© Escrito por Edi Zunino el 23/02/2019, Director de Contenidos Digitales y Audiovisuales del Grupo Perfil, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Solemos entender por marginalidad aquello que sucede en las fronteras de la sociedad, en los límites de la ley, en las oscuridades de extramuros. Pero existe una marginalidad del poder.

Se trata, en general, de personas y grupos de personas que no solo cumplen funciones importantes entre la “gente bien”, sino que viven como esas mismas personas hasta confundirse con ellas en la foto.

Hablo de financistas, punteros del voto y de la droga, policías desleales, proxenetas bien ponderados y prostitutas bien pagas, presuntos periodistas, artistas de varieté y, también, agentes de “inteligencia” que llevan y traen mugres privadas a buen precio y pésima intención. Por esos pasadizos secretos circulaba, con bajo perfil primero y harta de usos múltiples después, Natacha Jaitt.


Fue víctima de un sistema al que entró como modo de vida. Ciertas alcobas y determinadas fiestas dan poder. De tanto ir e ir e ir se saben muchas cosas de aquellos que viven y gozan más que nada del secreto. El problema de ser alguien como Natacha Jaitt suele radicar en el paso de los años

Es cuando tanta información se vuelve un arma letal en boca de quien, con mentiras o verdades pero múltiples testigos de haber andado por ahí, confunde la hora del retiro propio con la del desprecio ajeno.

Para Noticias, Natacha jamás fue un personaje berreta. La llamamos para que, por propia voluntad, fuera tapa disfrazada de “Justicia perra”.

El poder judicial argentino se parece a Natacha. La hicimos tapa sin pedirle permiso cuando inició su mega escrache desde el programa de Mirtha Legrand.

En “La trastienda del porno espionaje” contamos que (durante la producción fotográfica de la primera portada) nos había confesado sus vínculos con la ex SIDE.



Muchos habrán suspirado de alivio con su muerte, acaso previsible. A mí me apena. Se llevó demasiada información a la tumba. También roña. Pero los periodistas sabemos que la verdad nunca llega limpita. Si es que llega.



domingo, 13 de enero de 2019

María Eugenia Vidal en la mesa de Mirtha... @dealgunamanera...

En la mesa de Mirtha…

La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en "La Noche de Mirtha Legrand". (Fotografía: @mirthalegrand)

María Eugenia Vidal anticipó que hablará con Macri sobre el desdoblamiento de las elecciones

“En febrero nos reuniremos”, aseguró. Y agregó que el tema no está en “el centro de las preocupaciones de la gente”.

© Publicado el domingo 13/01/2019 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

María Eugenia Vidal pasó por La Noche de Mirtha Legrand y se refirió a la posibilidad de desdoblar las elecciones en la Provincia de Buenos Aires.

La gobernadora bonaerense afirmó que el mes próximo se reunirá con el presidente Mauricio Macri para analizar el panorama electoral: "Todas las cartas están sobre la mesa", expresó.

"En febrero nos reuniremos para hablar del año electoral, todavía hay tiempo", señaló en la mesa de Mirtha por Canal 13. Y agregó que el tema del desdoblamiento "no tiene que ver con el centro de las preocupaciones de la gente".

El desdoblamiento de las elecciones provinciales de las nacionales cobró protagonismo y la definición en la Provincia, el principal distrito con más votantes, es donde tiene puesto el foco el oficialismo y la oposición. Durante esta semana habrá una segunda reunión en la comisión bicameral que estudia el adelantamiento y la boleta única de papel.

Al ser consultada por el costo económico que implicaría el desdoblamiento de los comicios, la mandataria bonaerense respondió que "ni siquiera se tomó la decisión". Y dijo que por lo tanto hablar de cifras "es un poco apresurado.

"Lo importante es que la gente tenga derecho a decidir, más allá de en qué fecha lo haga o con qué candidatos", remarcó.

Por otra parte, abordó el prolongado conflicto con los docentes en 2018 y anticipó que convocará a los gremios del sector en febrero próximo para hacerles una oferta salarial, "la mejor posible", dijo.

Agregó que, si bien los gremialistas no le hicieron "ningún pedido concreto" para 2019, el gobierno bonaerense hará una oferta "que se pueda pagar", en el contexto de que "el país y la provincia estén mejor este año".

Expresó que "lo que se necesita es que, de verdad, haya vocación de empezar las clases" porque "cuando las clases no comienzan no es un problema paritario o de desacuerdo entre el gobierno de la provincia y los dirigentes gremiales: es una tragedia para más de dos millones de chicos que dependen de la escuela pública y que son los que más necesitan a la escuela pública", dijo.

Advirtió que "la política no debería meter la cola" en este tema y agregó que hay que tener en cuenta que si los chicos no comienzan las clases "no le hacen daño a un gobierno: les hacen daño a dos millones de chicos".

Sobre el proyecto del Poder Ejecutivo que establece la imputabilidad a partir de los 15 años, pidió "un debate de una manera madura, no discutiendo solo la edad, como si fuera un termómetro".

Explicó que "el gobierno trabajó durante dos años (el proyecto), con el Poder Judicial, legislativo, con especialistas; el ministro de Justicia (Germán Garavano) viene trabajando hace mucho y no es solo la edad, es un régimen especial que define que solamente van a cárcel ante delitos graves: homicidios, secuestros, violaciones y establece un límite en las penas".

Recordó que la norma que rige el tema de los chicos que cometen delitos "es una ley de la dictadura", por lo cual pidió un debate "con madurez, sin simplificarlo".

Cuando Legrand le preguntó qué le quita el sueño, respondió que es "la inseguridad" y detalló las medidas que se adoptaron, como la reforma de la policía y del sistema carcelario, acompañadas por políticas sociales, y puntualizó: "cada hecho de inseguridad, que recibo a diario, me quita el sueño, sobre todo cuando involucra a chicos". Recordó entonces el caso Sheila Ayala, la niña de 10 años hallada sin vida en San Miguel en octubre último.



viernes, 13 de abril de 2018

TV y Política Lascivas… @dealgunamanera…

Trivago argento…

¿Mesaza?. Jaitt hizo palidecer a Mirtha, la mayor celebridad mediática local, en cuyo programa vociferó su mensaje indecente con una velocidad de anfetamina. Fotografía: Cedoc Perfil

El monólogo de una aventurera que suma a sus ingresos lo que alguien le paga como espía, se convirtió en una novela seria.

© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 08/04/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

La información nos llegó antes de que la Argentina pasara unos días en el lupanar de las denuncias sobre pedofilia. Un gran diario le dio su más importante titular en tapa: la Semana Santa fue una fiesta con récord de turistas y de ventas, como nunca se había visto antes. Otro gran matutino, usando la discreción, que no es un rasgo menor en el periodismo, también puso la noticia en tapa, pero en el ángulo inferior y con una medida más modesta. Igualmente, usó la palabra “récord”.

Tres días después, el monólogo de una aventurera que suma a sus ingresos lo que alguien le paga como espía, se convirtió en una novela seria. Ni Coppola, tan acostumbrado a aguas profundas, pudo soportar el río de inmundicias y acusaciones sin pruebas que inundó el programa más antiguo de la televisión argentina. Relatos podridos de actos podridos (para citar a Bukowski). Televisión lasciva.

La política es liviana y los vientos que soplan en la esfera mediática y las redes no ofrecen al público condiciones razonables para que los problemas y sus eventuales soluciones se vuelvan más interesantes que la última aparición de una mujer que enmudeció a la histórica anfitriona de las mesas donde se come y se conversa. Esa aventurera, que se siente muy protegida, hizo palidecer a la mayor celebridad mediática local, en cuyo programa vociferó su mensaje indecente con una velocidad de anfetamina.

Pero no olvidemos esos millones de turistas de Semana Santa, porque nos dan pretexto suficiente para encender las bengalas de un festejo. Mientras tanto, las encuestas indican que quienes responden a ellas hoy confían más en los denostados sindicalistas que en los jueces. Con la bancarrota del sistema judicial federal (el de las grandes causas de Comodoro Py), los tres poderes de la institucionalidad han perdido una pata del trípode republicano.

Todos los días, un motivo de indignación: Cristóbal López, los canjes de pasajes de los diputados y senadores, los abusos sexuales que tuvieron (o tienen) como sede clubes históricos. Nadie debe extrañarse si el icónico taxista, el pequeño comerciante o el vecino jubilado dicen: “No le creo a nadie”. La democracia no es solo un pacto institucional. Es un pacto de confianza. En la Argentina se rompieron ambos pactos. “Que se vayan todos” acecha, aunque no toque hoy al gobierno de Macri. Toca, en cambio, la indispensable buena fe que se establece como base de las relaciones sociales, cuando no se quiere ni la guerra, ni el engaño, ni la mentira, ni la prostituida irresponsabilidad.

Elisa Carrió, la más teatral denunciante, dice: “Al ministro X lo considero un poste político” y revela que le mintieron sus colegas de Cambiemos, Ernesto Sanz y Gil Lavedra. La desmantelada UCR sigue imaginando, con inigualable tenacidad, un destino electoral en los puestos premium de la boleta para las elecciones del 2019. No hay signos de que lo logre. Pero piensa, con cierta razón, que el regalo ofrendado al PRO en la convención de Gualeguaychú para que Macri ganara las elecciones de 2015, todavía no recibió un equitativo pago compensatorio.

El Presidente no es responsable de todo. Pero, si quiso ser presidente, antes debió tener alguna idea fuerza para encarar los problemas. En campaña, Macri expresó el deseo de que los argentinos fueran felices y lo repite cuando circula por barrios y pueblos. La palabra felicidad no es banal. El uso macrista es banal: ¿qué felicidad? ¿Qué caminos para alcanzarla?

En plena interpelación parlamentaria, el ministro Caputo tuvo tiempo para mandar un papelito pidiendo consideración por sus hijas, que también tienen derecho a la felicidad. ¿Torpeza, estupidez o cinismo dulcificado con emoticones?

¿Cómo van a ser felices los pobres y los indigentes? Bajaron unos puntos según los datos del Indec que calentaron el corazón del Gobierno. Pero siguen siendo más de 13 millones. Hay muy poco para celebrar cuando dos millones de personas viajan para honrar la Semana Santa, y están mal alimentados millones de chicos, cuyas precarias escuelas no han podido resolver el conflicto entre Estado y sindicalismo. ¿Cómo van a ser felices tres de cada cuatro chicos que viven en condiciones de privación? ¿Cuánto tiempo falta para que este país deje de ser una ofensa a la ética?

Recomiendo un paseo hasta la Usina del Arte, en la Boca. Allí, una instalación de Eduardo Basualdo se llama “La cabeza de Goliat”. Una enorme piedra negra ocupa el espacio del segundo piso, y cuelga, como una amenaza, sobre las cabezas de los visitantes. La  ambientación musical de Nicolás Varchausky no busca la espectacularidad. Es un continuo sonoro que envuelve a quienes miran, asombrados, la piedra gigantesca. Esa cabeza de Goliat no es la que definió Martínez Estrada en su libro famoso. Su cerebro es otro: el de una sociedad cuyos integrantes están separados por una fractura que no es política sino social. La Argentina fue un país relativamente integrado. Hoy son dos repúblicas: la de los que viajan y la de los que sufren la pobreza.

Por suerte, se dirá, los que viajan le dan un poco de trabajo a una fracción de los que no viajan. Difícil identificarse con ese ideal de Trivago argento.


sábado, 16 de diciembre de 2017

¿Tiene el gobierno de Macri un ejército de trolls para acosar a los que lo critican?... @dealgunamanera...

¿Tiene el gobierno de Macri un ejército de trolls para acosar a los que lo critican?


El especialista Luciano Galup analiza el fenómeno del troll cibernético, la relación del Gobierno con las redes y los periodistas hostigados por Twitter

© Escrito por Luis Novaresio  el sábado 16/12/2017 y publicado por el Diario Digital Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El periodista de Infobae Ernesto Tenembaum era uno de los invitados al programa de Mirtha Legrand de hace pocos días.   Intercambió algunas ideas al aire con la vicepresidente de la Nación,  incomodando con sus preguntas a Gabriela Michetti respecto de la ley previsionales, el submarino San Juan y otros temas. Twitter, entonces,  estalló con una andanada de críticas al periodista convirtiéndolo en trending tópic y acusándolo de ser funcional al kirchnerismo. "Tenembaum K", "traidor" y otros adjetivos se expandieron rabiosamente por las redes.

¿Los tuits eran de amas de casa, empleados o simples ciudadanos como se presentaban en los perfiles de sus autores?
Luciano Galup, especialista en redes sociales y en opinión pública es contundente: "No. Lo ocurrido allí demuestra cierto nivel de organización atrás del ataque.  Se equivocaron con el apellido de Ernesto, entonces hubo mil quinientos tuits que terminaban el apellido en "n" en vez de en "m", que es como debe escribirse el apellido de Tenembaum. Con lo cual ahí se demostró rápidamente lo que pasaba, porque es bastante difícil convertir en tendencia un apellido equivocado si no hay atrás una organización. Y después lo que se detectaba era un esquema típico de ataque de ciber tropas; te diría que tiene que ver con una cantidad de retuits medio rara para cuentas que son manejadas manualmente, alrededor de un tuit cada veinte segundos", puntualizó el especialista.

Este es un mero ejemplo de un fenómeno cada vez más expandido. algo así como el acoso cibernético para instalar temas de debate o para quebrar la opinión del que disiente. ¿Cómo funciona y qué es un troll? ¿El Gobierno tiene a su disposición una red de acosadores cibernéticos? ¿Es un buen negocio ser troll? Estos y otros temas, fueron abordados por Galup en los estudios de Infobae. Aquí, la transcripción de la entrevista completa.

—¿Qué es un troll?
—Un troll es una cuenta orientada a atacar, a generar ruido, a molestar. Nace previo a las redes sociales, viene de la cultura de los blogs, de los comentarios. Y está orientada a atacar o a violentar la discusión pública en lo digital.

—¿Es un ser humano, es un algoritmo, es una máquina? ¿Qué es?
—No, un troll es un ser humano que puede ser anónimo o no. Puede ser una cuenta que no está identificada con la persona, en líneas generales es eso. Después hay otra cosa que se conocen como bots, que son cuentas automatizadas. Muchas veces también lo que puede pasar es que haya una cuenta mixta, que por momentos está automatizada y por momentos tiene comportamiento humano porque hay un humano atrás administrándola. Pero en líneas generales el "trolleo" es una actividad casi humana en su mayor parte.

—O sea, un conjunto x de personas que deciden vamos a decir que Novaresio tal cosa, y se instala en eso y con la reproducción incluso de algunos incautos e ingenuos.
—Sí, puede ser organizado o así como vos decís, "vamos a decir esto", o que se organice en función de ver qué es lo que se está hablando en redes sociales en ese momento y empieza una organización más celular te diría, no es que hay una única organización que decide atacar a alguien sino que hay varias organizaciones, incluso algunos espacios más individuales de cierta participación que deciden atacar porque ven qué es lo que está pasando en ese momento.

—Contame de la experiencia argentina o de la que vos quieras, cuál es el que más te impactó por lograr construir esto, un discurso, una sensación, un ánimo.
—Bueno, en el mundo lo que se está discutiendo es el tema Rusia. Justo el otro día, te comentaba, salió en El País una nota que contaba la historia de una periodista finlandesa a la que por investigar el sistema de trolls rusos le destruyeron la vida a partir de noticias falsas y noticias inventadas. Y en Argentina hubo un par de acciones bastante pesadas te diría durante la discusión del tema Maldonado. Hubo una particularmente muy cruel, que era preguntarle a Sergio, el hermano, dónde estaba Santiago en un momento en el que él le entregó una mochila y una evidencia al juez. Ese día fue bastante particular la crueldad que tuvo el ataque sobre todo teniendo en cuenta que era una víctima. Y el ataque a la víctima generalmente te ablanda.


—Este es el efecto. ¿El troll generalmente está en Twitter o todas las redes sociales?
—No, es en todas las redes sociales; lo que tiene Twitter es que es una red mucho más informativa y en la cual hay muchos más líderes de opinión, con lo cual una parte importante del accionar que tiene que ver con atacar o deslegitimar posiciones de líderes de opinión o de periodistas se nota mucho más ahí, porque está mucho también orientado a generar autocensura o disciplinamiento en la conversación social.

—Me parece que hay dos efectos. Uno que es éste, crear una suerte de conciencia o de opinión. Y la otra, sobre el que es opinado genera una suerte de ruido emocional digamos, genera como una suerte de autocensura, ¿no?
—Sí, te diría que ese es el principal objetivo. Porque el de generar opinión pública es mucho más reducido y mucho más limitado, no es tan simple. Se genera opinión pública a través de las tendencias, los famosos hashtags o trending topics pero el primer objetivo es mucho más orientado a cercenar el debate público en términos de atacar o deslegitimar a los que son autoridad o los que están participando de ese debate, mucho más orientado a disciplinar o generar instancias de autocensura que de manipular a la opinión pública e términos de generar una cantidad importante de información alrededor de eso.

—O sea, el "trolleo" lo que busca es disciplinar y quebrar a una persona que opina de manera distinta a este grupo.
—Es uno de los objetivos, sí. Te diría que hay tres grandes objetivos: uno es ese, el disciplinar, el generar espacios de autocensura. El otro tiene que ver con romper la discusión: si hay una discusión que se está dando en términos democráticos en un espacio digital es entrar a romperla, a generar mucho ruido no para imponer una visión propia sino para quebrarla, para que no haya más discusión a partir del ataque. Y un tercero que tiene que ver con instalarte más agenda que es mucho más dificultoso y cuyos efectos si bien no están del todo estudiados es más limitado te diría.

—De tu análisis como consultor y como experto, ¿ quiénes son los más expertos en "trollear"?
—¿En Argentina o en el mundo?

—En Argentina.
—En Argentina hay un dispositivo bastante vinculado ideológicamente al discurso oficial. Imposible saber si está vinculado orgánicamente pero sí muy vinculado ideológicamente o discursivamente que lo que tiene es una capacidad muy grande de instalación de tema y de ataque a partir de cuentas muy robustas, con muchos seguidores y con una autoridad muy grande dentro de la propia comunidad de trolls. Las redes son espacios jerárquicos, son espacios nodales, y lo que pasa es que hay un nodo alrededor, nodo es una serie de cuentas hablando alrededor de un tema, y esos nodos son bastante profesionales te diría, bastante pesados en cantidad de seguidores y en capacidad de instalar temas.

—Vos decís que no podés vincularlo directamente con la estructura de gobierno pero piensan como el oficialismo digamos.
—Sí, incluso por momentos lo corren un poco al oficialismo. Por ejemplo, pasó con la designación de la hermana de Triaca que justo esas cuentas tenían una actividad bastante particular, enojadas con esa designación. O sea que te diría que son los fans, los ultras. Lo que pasa es que esos ultras generan un problema que es un discurso público bastante violento y bastante roto en términos de escucha y de circulación democrática de la palabra.

—¿El troll es un fanático o es un opinador rentado?
—Pueden ser las dos cosas, un troll puede ser un fanático, incluso muchas veces puede ser un espacio de participación de militancia en algunos casos. Y después es un negocio. Por ejemplo, hablábamos antes del esquema ruso, la participación en Estados Unidos durante las elecciones de esquemas de trolls y de noticias falsas quedó demostrado que tenía mucho que ver también con un negocio. Por ejemplo había un grupo de macedonios que fabricaban noticias falsas para Hillary y para Trump y se dieron cuenta que los republicanos hacían más clics en las noticias que los demócratas, con lo cual empezaron a trabajar para Trump pero porque les generaba más ingresos.

—Era un negocio.
—Exactamente.

—O sea, la elección que dirimieron Hillary y Trump estuvo bien "trollizada".
—Bastante, sí. De hecho pasa algo particular que es tema de debate en el Congreso de los Estados Unidos en este momento, la influencia en redes sociales de trolls y bots especialmente rusos alrededor de la estrategia de campaña de Trump.

Trump vs. Hillary, batalla política… y en las redes durante el 2016

—¿Cómo te parece que debe mensurarse la legítima libre expresión con la protección de la información de mala fe o el dolo en esto?
—Mirá, en principio la tecnología siempre llega antes que la regulación, con lo cual tenemos la tecnología y no tenemos la regulación. No sé si hay una resolución a partir de legislación alrededor de esto, sí me parece que hay una responsabilidad en los actores sociales y en los líderes de opinión de no convertirse ellos en trolls. Porque muchas veces lo que habilita la palabra violenta o el ataque tiene que ver con reproducción de líderes de opinión de carne y hueso que participan en redes en una actitud bastante similar a la de un troll.

—Hiciste un análisis de interacciones cuando Ernesto Tenembaum estuvo en el programa de Mirtha Legrand con Gabriela Michetti. ¿Me contas qué viste ahí?
—Ahí lo que pasó fue que Ernesto Tenembaum tuvo intercambios de opiniones con Gabriela Michetti y en ese mismo momento una comunidad grande en Twitter sale a atacarlo con una particularidad que demuestra cierto nivel de organización atrás del ataque que es que se equivocaron con el apellido, entonces hubo mil quinientos tweets que terminaba el apellido en "n" en vez de en "m", que es como se escribe el apellido de Tenembaum. Con lo cual ahí se demostró rápidamente lo que pasaba, porque es bastante difícil convertir en tendencia un apellido equivocado si no hay atrás una organización. Y después lo que se detectaba era un esquema típico de ataque de ciber tropas; te diría que tiene que ver con una cantidad de retuits medio rara para cuentas que son manejadas manualmente, alrededor de un tuit cada veinte segundos, un retuit cada veinte segundos. Es bastante raro que haya una persona que durante dos horas hace doscientos cuarenta tweets o ciento veinte tweets.

—Y que se muestra como ama de casa, como persona común y corriente que está mirando la tele y retuitea cada veinte segundos.
—Claro.

—Cuesta creer que esto sea espontáneo, ¿no?
—Es que parte del desafío es que esas cuentas pasen como cuentas normales, como una cuenta más dentro de la comunidad para poder hacer que tengan participación disimulada en este tipo de acción.

—Seguro que después de esta nota vamos a tener algún "trolleo".
—Es muy probable. Esperemos que no sea mucho.

—¿Y cómo te manejas vos personalmente con eso?
—No, en principio con la premisa de "no alimentes al troll", un poco es esa la conversación en redes. No contestando. Bloqueando cuando uno detecta efectivamente que son o cuentas falsas o que no pertenecen a personas reales. Y después con mucha paciencia y la verdad que bastante preocupado por hacia dónde va en términos del debate público si este tipo de organizaciones o este tipo de actitudes continúan no solo acá sino que te diría a nivel global. O sea, el vínculo trolls, bots y noticias falsas es un combo bastante complejo para la discusión democrática no solo en la Argentina.


—¿Sirve no solo bloquear sino denunciar en Twiter, pasa algo o no pasa nada?
—Pasa poco, Twitter es una red bastante poco amable a las denuncias. En parte por eso es la crisis que atraviesa, tiene que ver con que es una red con un debate bastante sucio. Pero de todas maneras sirve. Es lo único que podés hacer si alguien te molesta o te ataca, denunciarlo por acoso. es una forma de decirle a Twitter que esa cuenta está generando ruido en la comunidad.

—Mandale un mensaje a los trolls que nos están mirando o leyendo en este momento.
—En principio me parece que hay actitudes que deberían reverse en términos de no atacar a víctimas o no ensuciar el debate público. Sobre todo con mentiras o con información falsa muy pesada sobre algunos de los personajes sobre los que se trabaja.

—Imagino esta idea de un jefe de Gabinete o un ex presidente con, qué sé yo, yo con un grupo de señores en un cuarto diciendo "enter, enter".
—No, no, no veo eso como un escenario real, me parece que está mucho más organizado en células, mucho más alejado. Sí puede tener vínculo a partir de algunos espacios de militancia mucho más lejanos. Pero yo no me imagino a ningún responsable de comunicación de rango alto que esté atrás de o que esté encima de este tipo de prácticas. Aunque a veces te pueden beneficiar y sirven y dejás que corran, no es algo que incline mucho la balanza más allá de esto que hablábamos antes de cómo presiona a los líderes de opinión y a los periodistas a partir de evitar que opinen.

—A los que te quieren leer o te quieren seguir, ¿cómo hacen, dónde te encuentran? —La cuenta de Twitter, @lgalup 



domingo, 9 de julio de 2017

Vivir en un Tupperware ® (Taper)... @deagunamnaera...

El taper…

Conurbano. Donde más sufren el cambio de modelo. Fotografía: portalba.com.ar

Cristina y Macri son tomadores de riesgo, no podrían haber llegado a donde llegaron sin serlo. Pero el futuro reserva lugar para uno solo.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 09/07/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En el conurbano bonaerense (especialmente en la Tercera sección electoral pero también en parte de la Primera) se escuchan voces alarmantes. Intendentes que no apoyan a Cristina Kirchner y están preocupados porque en sus municipios la ex presidenta llega a medir en las encuestas hasta 50% de intención de voto. Se repite el mismo comentario: cierra un comercio por semana y una pyme por mes en cada barrio. En diciembre pasado repartieron comida para descomprimir las repetidas amenazas de desborde de fin de año. Vaticinan que si Cristina ganara en octubre, las posibilidades de estallido social el próximo diciembre no se sofocarán con comida.

Con más deseo que pensamiento, sectores del peronismo bonaerense especulan hasta el delirio con que Cristina o Massa quieren ser legisladores (el mandato de Massa como diputado vence este año) porque no descartan una renuncia de Macri y que el Congreso tenga que elegir entre sus miembros a quien termine el mandato, como sucedió a fines de 2001. Sin escandalizarse dicen que esa es la apuesta de Cristina: volver a ser presidenta pero no por elección, eludiendo así la imposibilidad que le impondría un ballotage, ya que una cosa es el conurbano bonaerense y otra el país completo, donde su intención de voto es menos de la mitad.

Un amigo de Macri le pidió que fuera a un shopping para ver cuántos negocios cerraron en un año.


El radialista Baby Etchecopar, muy escuchado por sectores medios bajos, sintetizó en un editorial de su programa, que luego se viralizó en la web, el sentimiento de quienes votaron en 2015 por Cambiemos en el Conurbano, permitiendo que Vidal fuera gobernadora y Macri presidente, y hoy están desencantados. Dura cuatro minutos y más allá del lenguaje emocionalizado de Etchecopar, transmite crudamente la opinión de un sector no K que incorpora la acusación sobre que Macri y mucho de su entorno no comprende el mundo de los que menos tienen.

Vivir en un taper como metáfora del micromundo de Macri no es solo una carencia de quienes tienen un estilo de vida country, como define Etchecopar. El filósofo alemán Peter Sloterdijk desarrolló una fenomenología del espacio (físico o imaginario): la esferología. Para él, “vivir es crear esferas” en las que anidamos, son nuestra forma de estar-en-el-mundo, un hábitat de intimidad compartida, que también constituye un albergue metafísico y un sitio donde las personas podemos existir como quienes realmente somos.

No es necesariamente un lugar físico: el Conurbano o el country, sino un lugar relacional. El mejor ejemplo es el de un muy amigo de Macri quien, en términos de Etchecopar, también podría ser integrante de la cultura country porque es más rico que el Presidente. Este amigo le rogó a Macri que sin mucha custodia, cámaras ni avisar, lo acompañara a algunos shoppings, y no del Conurbano, para que viera con sus propios ojos la cantidad de locales que fueron cerrando en el último año y medio.

Macri no fue porque la seguridad presidencial crea escudos de protección cada vez más herméticos no ya por un piedrazo de un desocupado sino, principalmente, por un atentado del narcotráfico, como sucedió en Colombia en el pasado, donde asesinaron en plena campaña presidencial a Luis Carlos Galán y al responsable de combatirlos, el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla.

Pero la acusación de vivir en un taper: “ustedes no entienden a los pobres” o “ustedes no ven la realidad” de Mirtha Legrand en su reportaje a Macri de marzo pasado, va haciéndose verosímil cada vez para más gente. El argumento de Cambiemos sobre que Cristina tiene en la provincia de Buenos Aires un techo del 35%, como si fuera poco, omite que su techo a comienzo de año era del 25% y se esperaba que no fuera candidata porque no querría perder la elección. Ese era el escenario cuando Randazzo no imaginaba que Cristina fuera a ser candidata para tampoco arriesgarse a perder en una interna con su ex ministro si suficientes no kirchneristas votaran en las PASO del peronismo solo para que ella no ganara.

Pero ese techo de enero del 25% para Cristina no era tan techo y quien posibilitó ese estiramiento fue la economía, que en el conurbano bonaerense aumentó la desocupación e hizo caer el consumo.

En el Gobierno muestran números diferentes: crecimiento del 3% del producto bruto para 2017: “El más alto de todos los países fuera de Asia”, como sostuvo el Jefe de Gabinete, más el aumento de la inversión y de la recaudación del IVA. Pero al igual que se dice que hay dos Europas, una de crecimiento rápido como Alemania y otra de crecimiento lento como la de los países más pobres, también hay dos Argentinas y donde se presenta Cristina Kirchner como candidata es en la Argentina ya no de lento crecimiento sino de decrecimiento.


Hay Argentinas que van a diferentes velocidades. Cristina se presenta no en la que crece lento, sino en la que decrece.

El Gobierno puede estar confiado en el rumbo y en los resultados que obtendrá en el mediano plazo, pero en el corto plazo si Cristina hiciera una muy buena elección en octubre, la situación política puede arrastrarlos a un síndrome donde un hecho negativo desencadene otro y otro más.

Una idea recurrente que produce el mismo efecto del taper es que Macri sea terco, caprichoso es la palabra que usan quienes no lo quieren. Que cuanto más lo empujan para torcer el rumbo, más se obsesiona con mantenerlo fijo. Probablemente no se pueda ser presidente sin ser un poco terco ni sin pagar el precio de irse encerrando en un taper, porque al haber tantas Argentinas los reclamos de todos pueden resultar paralizantes en quien puede decidir un solo rumbo.

Si en octubre el kirchnerismo hiciera una elección mediocre y entrara en su definitivo ocaso, la estrategia de Macri de taparse los oídos con cera será juzgada de una manera muy diferente a si Cristina resurge y se convierte en la principal candidata a disputarle su reelección en 2019. Cristina y Macri son tomadores de riesgo, no podrían haber llegado a donde llegaron sin serlo. Pero el futuro reserva lugar para uno solo.