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miércoles, 13 de diciembre de 2023

13 de Diciembre. ¡Feliz (nuevo) Día del Periodista!... @dealgunamaneraok...

¡Feliz (nuevo) Día del Periodista!...


José Ignacio López, ejerció su derecho a preguntar y repreguntar, aun en medio de la peor dictadura, frente a Jorge Rafael Videla. Fotografía: Captura Archivo Histórico RTA.

Un día como hoy, de hace 44 años, José Ignacio López, ejerció su derecho a preguntar y repreguntar, aun en medio de la peor dictadura. Un ejercicio que los periodistas no debemos olvidar.

© Escrito por Gustavo González (*) el miércoles 13/12/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

El 13 de diciembre de 1979, hace 44 años, un día como hoy, el país atravesaba la peor dictadura de su historia. El presidente de facto era un general llamado Jorge Rafael Videla. Como había asumido tres años antes diciendo que los políticos eran los culpables de todo, la mayoría de ellos estaban escondidos, detenidos, exiliados, muertos o se había dedicado a otra cosa.  

Aunque los medios no lo informaran, en el país existían centros clandestinos de detención y había miles de personas cuyos paraderos se desconocían. Estaban “desaparecidos”, una palabra prohibida.  

A comienzos de ese año, el fundador de esta editorial, Jorge Fontevecchia, había sido uno de ellos, mientras permaneció detenido en uno de esos campos, El Olimpo, en plena ciudad de Buenos Aires. Sobrevivió porque un periodista, Bob Cox, director de un diario escrito en inglés, El Buenos Aires Herald, se había atrevido a dar la noticia que enseguida tuvo resonancia internacional. 

A la par de esa represión, el gobierno impulsaba un modelo económico que se decía inspirado en la ultra ortodoxia de Milton Friedman, quien venía de obtener el Premio Nobel de Economía. Sin embargo, siguiendo sus consejos la dictadura nunca pudo bajar la inflación ni lograr el crecimiento del Producto Bruto.  

Era el mismo Friedman en cuyo honor Javier Milei le puso “Milton” a uno de sus perros clonados. “Milton”, de acuerdo a la interpretación esotérica del Presidente, es el encargado de mostrarle el futuro (cada mastín tiene su especialidad, según su creencia).   

Un día muy particular    

Pero aquel 13 de diciembre, en medio de esos días oscuros en los que no era bueno dar malas noticias, pasaron dos cosas extrañas. Una fue que Videla concedió una conferencia de prensa. La otra es que un periodista se animó a hacerle una pregunta en serio.    

El periodista era José Ignacio “Nacho” López. Y le preguntó lo siguiente: “El último domingo de octubre, el papa Juan Pablo II se refirió a la Argentina de distintas maneras y, entre otras cosas, habló de los desaparecidos y de los detenidos sin causa, sin proceso. Le quiero preguntar si usted le ha contestado reservadamente al Papa y si hay algunas medidas en estudio".   

En las imágenes de archivo se puede ver que Videla no sale de su asombro por lo que acababa de escuchar, pero improvisa una respuesta para no responder: “El Papa le habla al mundo, no a la Argentina. Para defender la dignidad del hombre, la Argentina tuvo que enfrentar esta guerra, los argentinos no tenemos nada que ocultar ni nada de qué avergonzarnos…”   

Videla siguió con su no-respuesta unos instantes más, suponiendo que López había entendido el mensaje. No le dijo “señor periodista, esto es una dictadura, ya desaparecieron decenas de periodistas, me imagino que usted no quiere ser el próximo, pasemos a otro tema”. No le dijo eso, pero estaba claro que pretendía eso.  

El problema es que aquel 13 de diciembre de 1979, Videla se encontró con un periodista. Nacho hizo lo que suelen hacer los periodistas cuando están comprometidos con su profesión. Repreguntó:     

-Yo le preguntaba si había otras medidas que pudiera estar estudiando el gobierno. Porque el Papa hizo una solicitud para solucionar este grave problema…  

Entonces, ese militar que encabezaba un gobierno que decidía sobre la vida y la muerte de las personas, no tuvo más alternativa que responder. Lo hizo con su conocido giro argumentativo que con los años se volvería en signo de aquella época trágica: “Frente al desaparecido, en tanto esté como tal, es una incógnita el desaparecido. Si el hombre apareciera tendría un tratamiento equis. Y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento, tendría un tratamiento zeta. Pero mientras sea un desaparecido, no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está, ni muerto ni vivo. Está desaparecido". 


Nuevo día  

Hasta ahora, el Día del Periodista se celebra el 7 de junio, recordando la salida del primer número de La Gazeta de Buenos Aires, el periódico oficial de la Primera Junta de Gobierno. Un medio que hoy llamaríamos de militancia oficialista, aunque sería un error historiográfico ver al pasado con ojos del presente. 

Desde hace tiempo, en la Academia Nacional de Periodismo (de la que Nacho López es miembro) y en otros ámbitos periodísticos, venimos planteando la necesidad de reivindicar aquel instante de grandeza de nuestro colega

Creemos que la mejor forma de hacerlo es que la nueva fecha de celebración para los periodistas argentinos sea cada 13 de diciembre. Con el objetivo de recordarnos, a la sociedad y a nosotros los periodistas, que esta profesión tiene la obligación de mantener siempre una mirada crítica e independiente de los poderes de turno. Incluso en los momentos más difíciles. Incluso a contrapelo de lo que puedan pretender las audiencias.     

Fíjense su importancia. 

Al día siguiente de aquel 13 de diciembre de hace 44 años, ningún medio mencionó en tapa el tema de los desaparecidos que se tocó en aquella conferencia de prensa. Apenas alguna mención en sus notas, pero sin citar el diálogo entre Videla y López. Sólo el diario La Prensa de la ciudad de Buenos Aires y, quizá, algún otro del interior del país, mencionaron el intercambio entre el dictador y el periodista. 

Pero dos días después, el 15 de diciembre, los diarios sí debieron llevar en sus tapas el tema de los desaparecidos. Porque la Iglesia Católica argentina, que nunca había sido crítica de esa dictadura, no tuvo más remedio que hacerse eco de la pregunta del periodista que traía a colación la voz del Papa.   

Por primera vez, la palabra “desaparecido” llegaba a las portadas de los grandes medios. Y fue responsabilidad de un hombre que eso sucediera. Un periodista que está con vida y es un orgullo para todos los que ejercemos esta profesión.  

Por eso, hoy, 13 de diciembre, ¡Feliz Día del Periodista! 

(*) Gustavo González, Presidente de editorial Perfil y miembro de la Academia Nacional de Periodismo.


 

jueves, 29 de julio de 2021

A 45 años del El Plan Cóndor... @dealgunamaneraok...

 El Plan Cóndor…


Hace 45 años, nuestro país vivió una violencia ideológica y mesiánica que se inició con un terrorismo que no se detuvo ni siquiera en democracia, y que desató una represión del Estado que aún hoy estremece.

© Escrito por Martín Balza (*) el jueves 29/07/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.  

Lo obrado por la última dictadura cívico-militar, y dentro de ella el denominado Plan Cóndor, es un signo patológico y una desvalorización moral: una verdadera transnacional del terror, integrada por las dictaduras de nuestro país (Jorge Rafael Videla), de Bolivia (Hugo Banzer Suárez), de Brasil (Ernesto Geisel), de Chile (Augusto Pinochet), de Paraguay (Alfredo Stroessner) y de Uruguay (Aparicio Méndez Manfredini) y, en menor medida, con contactos con las fuerzas armadas de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.  

Argentina era la sede del Plan Cóndor, según archivos desclasificados por Estados Unidos

Por el lado argentino, entre los vinculados al Cóndor figuran, entre otros, los ex generales Videla, Díaz Bessone, Suárez Mason, Menéndez, Riveros, Galtieri y Harguindeguy. Ellos no obviaron incorporar a varios delincuentes comunes como Aníbal Gordon y sus secuaces. 

El plan había sido concebido como tal por el presidente chileno, general Augusto Pinochet Ugarte, en 1975, e instrumentado por el general Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile (DINA). 

Consistió en un programa regional de inteligencia y coordinación de los servicios de inteligencia nacionales, con conocimiento y anuencia de los Estados Unidos. Algunas reuniones y operaciones de la intriga se realizaron cuando en la Argentina todavía persistía un gobierno constitucional, el presidido por María E. Martínez de Perón. 

El Plan era clandestino y compatibilizó, con diversos matices, un terrorismo de Estado a nivel regional, principalmente en el Cono Sur, con el propósito de eliminar todo atisbo izquierdista y contribuir a la derrota del comunismo internacional. 

No obstante, en la práctica no era otra cosa que la eliminación de opositores a las dictaduras militares, explotando la profunda animadversión de estas hacia todo vestigio marxista-leninista, una versión criolla del principio nazi “del enemigo único”. 

La plena vigencia de la Guerra Fría contribuyó a ello. La concientización ideológica se materializó a través de los cursos dictados en la Escuela de las Américas y desde 1958 la “doctrina francesa” de represión contrainsurgente aplicada en Indochina y Argelia también influía en algunos sectores del Ejército.  

Se elaboró y ejecutó una planificación de asesinatos de opositores ideológicos. Entre ellos en Buenos Aires, en 1974, el del general del ejército de Chile Carlos Prats y su esposa; el del ex presidente de Bolivia Juan José Torres; en 1976, el del senador Zelmar Michelini y del diputado Héctor Gutiérrez Ruíz, ambos uruguayos; el del paraguayo Federico Tatter, secuestrado y desaparecido.  

En Washington, en 1976, asesinaron al ex canciller chileno Orlando Letelier y a su secretaria Ronni Moffitt. En 1980, la Argentina colaboró con el sangriento golpe de Estado ligado al narcotráfico del general Luis García Meza en Bolivia, que evitó que Hernán Siles Suazo asumiera como presidente, pese a haber ganado las elecciones. 

Otros testimonios son por demás relevantes. En julio de 1976 fue secuestrado en Buenos Aires el periodista uruguayo Enrique Rodríguez Larreta, quien posteriormente declaró: 

“Nos detenían argentinos y nos interrogaban uruguayos. Nos colgaban, nos daban descargas eléctricas y ponían sal gruesa en el piso para que pasara la corriente” (La Nación online, Bs As 9 Feb 2005). 

El periodista paraguayo Martín Almada, secuestrado el mismo año, fue torturado y forzado al exilio, posteriormente descubrió en Lambaré importantes archivos que aseguran que solo el Cóndor causó miles de víctimas entre muertos, desaparecidos y detenidos

 


Por el lado argentino, entre los vinculados al Plan Cóndor figuran, entre otros, los exgenerales Videla, Díaz Bessone, Suárez Mason, Menéndez, Riveros, Galtieri y Harguindeguy.

 

En el año 2000, el exgobernador de Río de Janeiro, Leonel Brizola, denunció que los ex presidentes Joao Goulart y Juscelino Kubitschek, fueron asesinados en el marco del Cóndor, simulándose un ataque cardíaco y un accidente respectivamente” (Clarín; 6 mayo 2000). El general brasileño Agnaldo del Nero Augusto reconoció la participación de su país: Nosotros no matábamos. Deteníamos y entregábamos (…) Brasil se limitó a colaborar con informaciones, a entregar agentes extranjeros y vigilar subversivos" (Página 12 online; Bs As, 31 diciembre 2007).

 

El Cóndor tuvo un capítulo centroamericano denominado Operación Charly. Se desarrolló principalmente entre 1980 y 1982. Consistió en exportar métodos de inteligencia, contrainteligencia y técnicas tales como secuestros, desapariciones forzadas y torturas a El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras. En este último país, aún recuerdan que allí se estableció su central operativa.

 

Su objetivo era adiestrar a los “contras”, apelativo dado a los ex secuaces del dictador nicaragüense Anastasio Somoza, refugiado en Honduras luego del triunfo electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1979, conducido por Daniel Ortega. El nombre de ese partido refiere a Augusto C. Sandino, patriota nicaragüense que dirigió entre 1927 y 1933 la resistencia contra el ejército de ocupación de los EEUU y fue asesinado en 1934.

 

Revelan cómo la CIA logró espiar a Argentina y otros países del Plan Condor en los 70

 

El artífice de esta aventura fue Galtieri. El área de Inteligencia de Ejército, como en el Plan Cóndor, fue la más involucrada. Estaba conducida por los generales Alberto Valín y Carlos A. Martínez, y los coroneles Jorge Muzzio y Mario Davicco; el responsable operativo era el coronel José Riveiro. No serían ajenos a Charly el brigadier Carlos W. Pastor, canciller y cuñado de Videla, y el embajador argentino en Honduras Arturo Ossorio Arana.

 

La asistencia costó a la argentina 25 millones de dólares. El plan era aparentemente simple: rodear a los sandinistas y encausarlos hasta Honduras para proceder a su aniquilación. Contó con la colaboración, entre otros, de los generales estadounidenses Alexander Haig y Vernon Walters. El fracaso de la operación es conocido y se consumó durante la presidencia de Ronald Reagan. Esa actitud servil fue totalmente inconducente, como lo demostró el comportamiento de los EEUU en la Guerra de Malvinas.

 

Yamir, el preso rapero que critica el Plan Cóndor desde una celda de máxima seguridad

 

No es fácil adquirir una dimensión cabal de todo lo expresado. La dictadura cívico-militar de los ´70 se inmiscuyó en episodios que hoy nos avergüenzan.

 

Evidenciaron una impunidad y un cesarismo castrense por ejercer un poder omnímodo, arbitrario y criminal. Pero en la Argentina ello está definitivamente superado desde el advenimiento de la democracia. Nada de lo ocurrido desde entonces puede ser comparado con aquel triste capítulo de nuestra historia. 


* Martín Balza. Ex Jefe del Ejército Argentino, veterano de la Guerra de Malvinas y ex Embajador en Colombia y Costa Rica. 

      




viernes, 6 de abril de 2018

Los cómplices de la mentira… @dealgunamanera...

Los cómplices de la mentira…

Jorge R. Videla y Claudio Escribano. Fotografía: Archivo Página/12.

La maldad inconsciente es cuando alguien no se da cuenta. Otra forma es cuando alguien sabe lo que hace y no lo oculta. Pero la peor de todas es cuando se sabe y se lo oculta. Como hicieron los militares de la dictadura con los desaparecidos. Otra variante es el cómplice de esa mentira. La corporación de medios fue cómplice de la dictadura al ocultar lo que ocurría con el terrorismo de Estado y fue cómplice con la dictadura al ocultar lo que ocurría en Malvinas durante la guerra. Ahora resulta que no, que fueron críticos y que estaban asustados, según la nueva versión que ofrece el que fuera en ese entonces subdirector del diario La Nación, Claudio Escribano, en una entrevista que publicó esta semana el periódico El País de España.

© Escrito el viernes 06/04/2018 por Luis Bruschtein y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ocultamiento de la maldad es el reconocimiento de que se trata de algo inaceptable, que ningún argumento alcanza para justificarla, que existen argumentos que solamente pueden entender algunos pocos elegidos.  

Escribano reconoce su profundo rechazo al kirchnerismo, pero no le aclara al entrevistador que poco antes de asumir Néstor Kirchner, le presentó un ultimátum de cinco puntos. En el segundo decía muy claramente: “No queremos que haya más revisiones de la lucha contra la subversión. Creemos necesaria una reivindicación del desempeño de las Fuerzas Armadas”. El entrevistador es concesivo, sabe con quién está hablando y lo deja irse por las ramas. El nombre de Jacobo Timerman surge en la entrevista y Escribano responde casi en forma despectiva,”son cosas de Timerman”, ni el entrevistador ni el entrevistado dicen que Timerman estuvo secuestrado y fue torturado salvajemente por la dictadura. Tampoco dicen que cuando lo liberaron, Timerman recibió el premio Moors Cabot y que los directores de La Nación y Clarín, devolvieron los suyos en clara defensa de los genocidas.

El País presenta a Escribano como si fuera un periodista influyente y al mismo tiempo inocente. Son conceptos que se contradicen. Escribano fue el subdirector, con funciones de director efectivo, en el diario más conservador del país en largos períodos de dictadura, durante los cuales, los dictadores se sentían expresados por ese medio. Pero las hilachas se escapan entre las palabras. “¿Cómo vio la dictadura cuando fue el golpe?” pregunta. “Como algo inevitable”, responde Escribano usando la justificación más frecuente del golpe del 76. Era evitable si el grupo social que representaba La Nación no lo hubiera respaldado.

Las preguntas siguen y “el periodista político estrella de ese momento” asegura que no sabía nada. “Sí, aparecían cuerpos –dice la estrella del periodismo– pero como un tema abstracto, no con nombres y apellidos, ni como números.” Entonces se sabía, era imposible no saberlo para un periodista. Y los militares no lo ocultaban a periodistas amigos, al revés, lo exhibían con orgullo como parte de una victoria militar o trofeo de guerra. Sigue con el tema de los desaparecidos: “Todo quedaba en los enfrentamientos, pero uno iba teniendo una idea de que había más cosas. Pero los militares con los que se tenía diálogo jamás hacían concesión con esto”. Alguien que presenta un ultimátum como el que le plantaron a Néstor Kirchner demuestra que estaba enterado y que lo justificaba plenamente. Agrega que “del robo de niños no teníamos ni idea”, pero el ultimátum exigía la impunidad para todos los genocidas, incluyendo a los responsables por el robo de niños. No solamente exigía la impunidad, sino que reclamaba el reconocimiento público a lo realizado por las Fuerzas Armadas.

Escribano se reunió con Kirchner, pero dice que no lo hizo con Videla. Dice que el periodismo tendría que haber hecho más durante la dictadura, pero La Nación y Clarín fueron defensores activos de la dictadura frente a otro periodista como Jacobo Timerman. Los dos diarios están involucrados en la historia negra de Papel Prensa, el monopolio expropiado por los militares que habían secuestrado a la familia y a empresarios del grupo Graiver.

Reconoce que un general condenado por violaciones a los derechos humanos, le advirtió de que estaba “en la mira de López Rega”. Dice que lo amenazó el almirante Emilio Massera “pero debo reconocer que cuatro días después me llamó para disculparse”. Vivía en un mundo de animales que se lanzaban esas amenazas de muerte, pero dice que no sabía nada y encima lo justifica porque después le pidió disculpas.

La derecha argentina no puede aceptar su historia de violencia y autoritarismo, que son condiciones que suele denunciar como exclusivas de los movimientos populares. Le parece natural que lo amenacen de muerte. Entonces le recuerdan que el diario Buenos Aires Herald, con mucho menos poder que La Nación, cubría la información sobre los desparecidos. “Bueno –responde–, pero el Buenos Aires Herald también apoyaba a Martínez de Hoz”, como si eso restara valor a lo que hacía el periódico de lengua inglesa y no hacía La Nación.

Coronación de un discurso engañoso: después de jurar que no sabía nada, finaliza con el argumento de los genocidas para explicar sus condenas: “La batalla cultural ha sido ganada por la izquierda. El tiempo cerrará todo. Ha habido militares condenados, muchos en prisión. La amnistía y los indultos han servido para los subversivos. La Nación ha tenido una posición muy rotunda a pesar de las críticas y de ser minoría. Todos los políticos argentinos tenían diálogo con los militares, empezando por los del partido comunista. Los casos de desaparecidos tenían muy poco eco en la sociedad, salvo en la APDH en la que estaba Raúl Alfonsín”.

El “tiempo” no cerró nada. En todo caso lo cerrará la lucha de los organismos de derechos humanos acompañados por la sociedad y la justicia. En cambio, “el poco eco” se convirtió en trueno a medida que pasó el tiempo y junto con ese transcurso creció el repudio de la sociedad a los genocidas. Los juicios no fueron consecuencia del triunfo de la “subversión”, como dice Escribano, sino de la victoria de la democracia, quizás la más importante de los últimos treinta y cuatro años. En este tiempo se han escrito muchos libros, desde “La prensa Canalla”, hasta “Decíamos ayer”, sobre la complicidad de las corporaciones mediáticas con la dictadura. No hay forma de ocultarlo o disminuirlo. La intención de hacerlo los pone más en evidencia, los muestra conscientes de la monstruosidad que cobijaron y del daño gravísimo que infligieron.



sábado, 30 de diciembre de 2017

Abuelas presentó a la nieta 127... @dealgunamanera...

"Hoy cerramos el año con otra noticia feliz"...


Es hija del sanjuanino Carlos “El Tula” Poblete y de la mendocina María del Carmen “Pichona” Moyano, ambos militantes de Montoneros que fueron secuestrados en la ciudad de Córdoba entre mayo y junio de 1977 y aún continúan desaparecidos. “La esperamos hace cuarenta años, la amamos y la vamos a esperar todo el tiempo necesario para que ella lo procese”, dijo una de las tías.

© Publicado el jueves 28/12/2017 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


En medio del anuncio del arresto domiciliario para el represor Miguel Etchecolatz; la aparición de la nieta 127, anunciada ayer por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, fue motivo de celebración para los organismos de Derechos Humanos. En la esperada conferencia de prensa, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, reconstruyó la historia de la nieta recuperada, junto a sus tías que la buscaron durante los últimos 40 años: Elsa Poblete y Adriana Moyano. Allí develó que se trata de la hija del sanjuanino Carlos “El Tula” Poblete y de la mendocina María del Carmen “Pichona” o "la gorda" Moyano, ambos militantes de montoneros que fueron secuestrados en la ciudad de Córdoba entre mayo y junio de 1977, y aún continúan desaparecidos.

"Hace pocos días pudimos anunciar la restitución de la nieta 126, que está con nosotros ahora, hoy cerramos el año, en nuestro 40 aniversario, con otra noticia feliz: el encuentro de la nieta 127 a quien podremos conocer pronto para abrazarla y acercarle su historia", resaltó enérgica y feliz Carlotto. 

"Desde el secuestro de Carlos y María del Carmen las familias iniciaron el caso en Abuelas. En el año 2012 la agrupación Hermanos e Hijos de Mendoza radicó la denuncia sobre posibles casos de personas que podían ser hijos de desapareciedos. Entre ellos se encontraba la que ahora sabemos que es la hija de Carlos y María del Carmen", manifestó luego al explicar cómo fue que la nieta accedió a realizarse el estudio de ADN, que luego fue comparado con el banco de datos. Si bien no dio demasiados detalles sobre los apropiadores, la titular de Abuelas confirmó que fue anotada como hija propia por una "familia vinculada a los delitos de lesa humanidad".

La nieta 127 nació a fines de junio de 1977 en la ESMA. Sus padres también estuvieron en el centro de detención clandestino La Perla los primeros años de su cautiverio. Al momento de ser secuestrada, María del Carmen cursaba el octavo o noveno mes de embarazo y dio a luz al poco tiempo con la asistencia del médico del Hospital Naval, Jorge Luis Magnacco, conocido como “el partero de la ESMA”, beneficiado el 7 de diciembre de este año con la excarcelación por cumplir dos tercios de su condena. El nacimiento de esa niña, que ahora tiene 40 años, fue uno de los veinte casos que probaron la existencia del plan sistemático de robos de bebes de la Junta Militar por el que la Justicia condenó a 50 años de prisión en 2012 al ex dictador Jorge Rafael Videla. 

María del Carmen Moyano nació el 9 de mayo de 1954 en la ciudad de Mendoza y dedicó su vida al trabajo social en la Colonia 20 de Junio mientras trabajaba como empleada administrativa en la Dirección de Tránsito y Transporte de esa ciudad. Formó también parte del grupo de jóvenes que ayudaban al Padre Llorens en el barrio mendocino de San Martín, también desaparecido. 

"La detención la supe a través del testimonio de Sara Solarz de Osatinsky y Ana María Martí. Me contaron del nacimiento, en junio de 1977, de mi sobrina. Mi hermana fue detenida en mayo. Estuvo 8 días. Pedro Bolita (Carlos Gaitán) retiró los niños de mi hermana y de Ana María Rubel de Castro. A los ocho días de nacida mi sobrina, trasladan a María del Carmen y a Ana", contó ante el tribunal de la Megacausa Esma la hermana de María del Carmen Moyano, Adriana.

Su cuñada, Elsa Poblete, fue una de las 15 querellantes por el plan sistemático de robos de bebes nacidos en cautiverio."Recibimos la noticia con mucha alegría y con mucha esperanza, que ha sido fortalecida desde hace 40 años", aseguró hoy eufórica al contar sus primeras sensaciones al enterarse que había aparecido su sobrina. "Está viva y hay que darle tiempo", agregó, aunque le dejó un mensaje: "Tenés dos tíos y 7 tías". "Que ella elija el lugar y la hora para encontrarlos, para hablar de amor, como dice la canción, de amor de familia", concluyó.


viernes, 24 de marzo de 2017

Frases para la Memoria: A 41 años de la Dictadura Cívico-Militar... @dealgunamanera...

Frases para la Memoria: A 41 años de la Dictadura Cívico-Militar...


En La Primera Piedra recuperamos la lucha por la memoria a través de frases que refieren a nuestro pasado cercano e inolvidable y que nos interpela de forma ineludible. Para ello, elegimos esta otra forma de poder dar cuenta de la historia argentina, la dictadura cívico militar, sus apoyos y resistencias, no como un testimonio indiscutible, pero sí como una evidencia real sobre el terrible genocidio que vivió el país.

© Escrito por Giuliana Sordo el viernes 24/03/2017 y publicado por 
La Primera Piedra de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Total normalidad”
Volanta de la nota de tapa del Diario Clarín cuyo título fue “Las fuerzas armadas ejercen el gobierno”, 25 de marzo de 1976.

“Queremos garantizar la Paz en toda la república, para ello acabaremos con la subversión”.
Jorge Rafael Videla en Diario Clarín, 30 de Marzo de 1976.

“Usted, señora, usted, señor, que con su esfuerzo cotidiano ha dado muestras más que acabadas de madurez y de comprensión a este proceso. A vos, joven, y a vos, niña, que formás parte de esa espléndida juventud argentina, que es físicamente vital, emotivamente inestable, pero moralmente idealista. A vos también, pequeño, que vivís toda la alegría de tu inocencia. A todos los convoco bajo el signo de la unión nacional, dentro del ámbito de la familia, frente a frente con el rostro de ese niño Dios, para que hagamos examen de nuestras conciencias. Que así sea”.
Mensaje navideño de Jorge Rafael Videla publicado en Diario Clarín, 1976.

“Achicar el Estado es agrandar la Nación”
José Martínez de Hoz, 1976.

“Todos los desaparecidos son nuestros hijos”
Azucena Villaflor, Madre de Plaza de Mayo desaparecida, 1977.

“Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”.
Rodolfo Walsh en “Carta abierta de un escritor a la junta militar”, 24 de marzo de 1977.

“Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vea que somos muchas, Videla tendrá que recibirnos”.
Azucena Villaflor, Madre de Plaza de Mayo desaparecida, abril 1977.

“Apelamos a las conciencias y a los corazones de las personas que tengan a su cargo, hayan adoptado o tengan conocimiento de dónde se encuentran nuestros nietitos desaparecidos, para que en un gesto de profunda humanidad y caridad cristiana restituyan esos bebés al seno de sus familias que viven la desesperación de ignorar su paraderos. Ellos son los hijos de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos años.
Nosotras, madres-abuelas, hacemos hoy público nuestro diario clamor, recordando que la Ley de Dios ampara a la más inocente y pura de la Creación. También la ley de los hombres otorga a esas criaturas desvalidas el más elemental derecho: el de la vida, junto al amor de sus abuelas que los buscan día por día, sin descanso, y seguimos buscándolos mientras tengan un hálito de vida.
Que el señor ilumine a las personas que reciben las sonrisas y caricias de nuestros nietitos para que respondan a este angustioso llamado a sus conciencias”  
Primera solicitada de Abuelas de Plaza de Mayo en Diario La Prensa, 5 de agosto de 1978.

“Desde los tiempo más antiguos, la doctrina política ha aceptado que hay solamente una situación peor que la tiranía: la anarquía. En la anarquía no hay un tirano sino miles. Por evitarlos, por obrar de otra manera, por creer que el derecho a la seguridad es un derecho humano que el Estado debe proteger, los argentinos recibimos hoy la visita de la CIDH. Esto es lo malo. Que están aquí porque somos derechos y humanos”
Mariano Grondona en El Cronista Comercial bajo el seudónimo de Guicciardini, 1979.

“Frente al desaparecido en tanto éste como tal, es una incógnita el desaparecido. Si el hombre apareciera tendría una tratamiento X, si la aparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento tiene un tratamiento Z, pero mientras sea desaparecido no puede tener un tratamiento especial es un desaparecido, no tiene entidad no está ni muerto ni vivo, está desaparecido, frente a eso no podemos hacer nada”.
Jorge Rafael Videla en conferencia de prensa, 1979.

“La gente nunca tuvo más plata que ahora”.
José Martínez de Hoz, 1980.

“Las urnas están bien guardadas”.
Leopoldo Galtieri, 1981.

“La acción de las fuerzas de seguridad] arrasó todos los derechos constitucionales y se respondió a los crímenes de los terroristas con los crímenes de la represión (…) Hubo una inmensa mayoría de inocentes, cuyos únicos delitos eran ser amigos o compañeros de estudio de los probables criminales. Pero como si esto fuera poco, aquí tenemos a las Abuelas de los chiquitos que fueron trasladados con sus jóvenes padres y madres, o de los que nacieron en algún ignoto reducto de la tragedia”.
Ernesto Sábato en Diario Clarín, 1981

“Yo apoyé mucho al proceso porque nos estaban liberando de algo que yo consideraba fatal para nuestro modo de pensar y de vivir”.
Mirtha Legrand en revista Radiolandia, 1981.

“Sigamos siendo locos, madres y abuelitas de Plaza de Mayo, gente de pluma y de palabra. Exiliados de dentro y de fuera. Sigamos siendo locos argentinos (…) Sigamos lanzando palomas de la verdadera patria a los cielos de nuestra tierra y de todo el mundo”
Julio Cortázar en “Nuevo elogio de la locura”, 1982.

(Leer nota relacionada: La vuelta a Julio Cortázar en 80 citas)

“Restablecimos la libertad de las personas, de la justicia, de la educación, de la cultura, de la prensa, de los sindicatos y la política. En cada una de estas reparaciones debimos enfrentar la resistencia, el encono y hasta el sabotaje no sólo de quienes le impusieron al país una concepción autoritaria, sino también de los sectores agredidos en sus privilegios por la democracia. Siempre he sostenido que llegaba más lejos la acción de todo un pueblo convencido de su obrar que el acto solitario del gobernante por genial que pareciera. Esa era la superioridad histórica de la democracia sobre el autoritarismo”
Raúl Ricardo Alfonsín en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, 10 de Diciembre de 1983.

“No he venido a defenderme. Nadie tiene que defenderse por haber ganado una guerra justa, y la guerra contra el terrorismo subversivo fue una guerra justa. Sin embargo yo estoy aquí procesado por haber ganado una guerra justa.”
Emilio Massera, declaraciones en el Juicio a las Juntas, 1985.

“El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer, nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia: pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que no pueda ocultar la basura de la memoria”.
Eduardo Galeano en “La desmemoria/2” en “El libro de los abrazos”, 1989.
(Leer nota relacionada: La vuelta a Eduardo Galeano en 80 citas)

“No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina no se hubiera bancado los fusilamientos. (…) No había otra manera. Todos estuvimos de acuerdo con esto. Y el que no estuvo de acuerdo, se fue. ¿Dar a conocer dónde están los restos? Pero, ¿qué es lo que podemos señalar? ¿El mar, el Río de la Plata, el Riachuelo? Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo”.
Jorge Rafael Videla en libro “El dictador”, de María Seoane y Vicente Muleiro, 2001.

“¿Por qué siempre ponemos el eje en los militares? Acá hubo dos lados. El terrorismo y el terrorismo de estado”
Mauricio Macri, en conferencia de prensa, 2006.

“Fue la señal, como la traición contada en los evangelios: —A la que yo dé un beso, ésa es. 
Y a fines de 1977, en Buenos Aires, el Ángel Rubio besó, una tras otra, a Esther Balestrino, María Ponce y Azucena Villaflor, fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, y a las monjas Alice Domon y Léonie Duquet.
Y se las tragó la tierra. El ministro del Interior de la dictadura militar negó que las madres estuvieran presas y dijo que las monjas se habían ido a México, a ejercer la prostitución. 
Después se supo que todas, madres y monjas, habían sido torturadas y arrojadas vivas al mar desde un avión.”
Eduardo Galeano en “Un beso abrió las puertas del infierno” en “Espejos, una historia casi universal”, 2008.

“Nadie mata a 30.000 personas si la población no está de acuerdo. En algún lugar, por omisión o acción, la gente estuvo de acuerdo con lo que pasó. Y sí, los grandes medios apoyaron a los militares”.
Jorge Lanata, 2014.

“Es importante saber qué es lo que pasó y que los familiares sepan definitivamente, después de esa horrible tragedia, qué fue esta guerra sucia, qué fue lo que pasó. (…) La verdad siempre duele, pero eso es lo que te hace crecer. (…) No tengo idea si fueron 30 mil desaparecidos, es un debate en el que no voy a entrar, si son lo que están anotados en un muro o son muchos más; me parece una discusión que no tiene sentido”.
Mauricio Macri, 2016.

“Acá hubo un genocidio reconocido internacionalmente y el terrorismo vino del Estado. Que no vengan más con esto de querer implantar la teoría de los dos demonios”.
Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo – línea fundadora, 2016.

“No hubo guerra sucia. Hubo una represión brutal impuesta por la Doctrina de Seguridad Nacional”.
Adolfo Pérez Esquivel, 2016.

“Todos los días hay que insistir, no hay que bajar los brazos. Estos personajes siniestros tienen que estar presos y tienen que pagar ante la justicia los crímenes de lesa humanidad que cometieron”.
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo – línea fundadora, 2017.