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martes, 1 de mayo de 2018

La devaluación del peso lleva 200 años… @dealgunamanera...

La devaluación del peso lleva 200 años…

Fotografía: Crónica del NOA

Para la mayoría de los economistas, la modificación del tipo de cambio del peso con respecto al dólar que se viene es “la devaluación más anunciada de la historia”. Quieren decir que el atraso monetario está tan marcado que para la ortodoxia económica no quedaría otro recurso que depreciar la moneda local.

© Escrito por Germán Negro el domingo 29/11/2015 y publicado por el Diario La Voz del Interior de la Ciudad de Córdoba, República Argentina.

No es para nada algo novedoso en la Argentina. Pero cuando hubo devaluación casi siempre perdió la gente que vive del salario. La más recordada, casi como un apocalipsis, fue la que lanzó el ministro peronista Celestino Rodrigo, en 1975, aunque la historia completa tiene unos 200 años. Como la patria misma.

La génesis podría situarse en 1827, en tiempos del patrón oro. El peso que circulaba en la Argentina se devaluó casi un 35 por ciento, según recopiló el chileno Sebastián Edwards en su libro Dejada atrás: América Latina y la falsa promesa del populismo. Unos dos años después, el deterioro fue del 68 por ciento y los ajustes siguieron su curso cada dos o tres años.

El rosario de devaluaciones siguió hasta la convertibilidad que rigió entre 1891 y 1914. En esa época, el país se instaló como uno de los mayores productores de granos del mundo y recibió millones de inmigrantes, principalmente italianos, que escapaban de la hambruna y de las guerras en Europa.

En Crisis y divisas y devaluación en la Argentina: una perspectiva histórica, de Esteban Bertuccio, Juan Manuel Telechea y Pablo Wahren, se divide a las últimas devaluaciones en dos períodos: el asociado con las crisis del comercio exterior, de 1955 a 1975, y el de las crisis financieras, desde 1976. Aluden, claro, a que las consecuencias fueron las mismas: pérdida de salario y desocupación, entre las principales.

En octubre de 1958, en medio de la gran expectativa puesta en el desarrollismo, el flamante presidente Arturo Frondizi dio lugar a una devaluación cercana al 70 por ciento y desató una inflación que llegó casi al 114 por ciento. El gobierno de facto que le siguió devaluó casi un 65 por ciento en 1962.

En importancia seguiría la más recordada, la que marcó a la generación previa a la dictadura de 1976 y que tuvo nombre propio: “el Rodrigazo”. En junio de 1975, Celestino Rodrigo, ministro de Economía de Isabel Perón, devaluó un 99 por ciento, congeló salarios y subió tarifas. En pocos meses, la depreciación de la moneda llegó casi al 900 por ciento y dejó cientos de miles de quebrantos y de excluidos.

Durante la dictadura llegaría otro golpe al peso en 1981 (225 por ciento), mientras que en el gobierno de Carlos Menem hubo un fuerte impacto en 1989. En la memoria también quedó la salida de la convertibilidad, entre diciembre de 2001 y marzo de 2002, cuando el dólar pasó de uno a tres pesos. No se quedará fuera de la historia el período de 12 años de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, cuando de los tres pesos por dólares se pasó a los 15 pesos del billete que se consigue hoy en la plaza irregular.