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domingo, 4 de agosto de 2019

Máxima electoral. Puteame pero votame… @dealgunamanera...

Puteame pero votame…

“¡Urna más, y no jodemos más...!” María E. Vidal. Dibujo: Pablo Temes

Lo admiten en el Gobierno y lo necesita Vidal en Buenos Aires. Kicillof hace campaña invisible.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/08/2019 y publicado por el Diario Perfil dela Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Conurbano es hoy nuestro problema. Tenemos ahí un desafío gigante”. Así se expresaba en la mañana del viernes una voz del entorno de María Eugenia Vidal con tono de preocupación. No es para menos: quien se juega todo en ese territorio con aires de Far West es ella. En muchos de los distritos que conforman esa geografía intrincada y abundante en contrastes hay un enojo rabioso contra Mauricio Macri que la perjudica absolutamente.

Por eso el Presidente ya no pisa esos lugares. Sus paseos electorales los da por Vicente López, redil de su primo, Jorge Macri, donde sabe que será bien recibido y bien tratado. El resto queda para Vidal, que la tiene muy difícil. Ella lo sabe. Macri, también. El sueño de ganar en los bastiones del peronismo en el Gran Buenos Aires se esfumó. Ahora hay que procurar no perder lo que se tiene. Por eso Quilmes y Pilar representan dos dolores de cabeza fuertes para el oficialismo. Los números le siguen siendo adversos a pesar de la creciente cantidad de recursos que se están redireccionando hacia esos municipios. Domina allí la realidad de mucha gente de clase media baja que durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner estaba medianamente bien y para la que hoy las cosas están mal.

Muchos de ellos eran pequeños  comerciantes que debieron bajar las persianas de sus negocios. Su enojo con Macri es mayúsculo. Por eso allí se ha comenzado a desplegar con intensidad la estrategia “puteame pero votame” pergeñada desde la usina de campaña que encabeza el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Cálculos. Vidal tiene que sacar 25 puntos en el Conurbano para que, sumado a lo que obtenga en el resto de la Provincia, pueda superar a Axel Kicillof. Por eso se le está prestando especial atención a lo que vaya a suceder en las grandes ciudades del interior del primer estado argentino. En Mar del Plata –de cuyo intendente, Carlos Fernando Arroyo, es muy crítica– la mayor intención de votos es para la candidata del Frente de Todos, Fernanda Raverta. Según las encuestas, alcanzaría aproximadamente el 32% pero, la suma de los sufragios de los candidatos de Juntos por el Cambio –la concejal radical Vilma Baragiola y el ex ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro–, superaría por unos 6 puntos los guarismos de Raverta. El posible triunfo del oficialismo se daría, además, por un detalle no menor: Mar del Plata tiene una larga trayectoria en el apoyo a partidos vecinalistas. Esa fuerza –cuyo exponente fue el ex intendente  Gustavo Pulti– le quitaría a Raverta los puntos que necesita para ganar.

En Bahía Blanca –fuerte bastión del oficialismo– Héctor Gay, actual intendente, se impondría por un margen de 7 puntos ante el candidato del kirchnerismo, el senador Federico Susbielles. No todas las encuestas coinciden en esa diferencia; en lo que sí concuerdan es en la reelección de Gay.

En La Plata, se observa una situación similar a la de Bahía Blanca. El precandidato que  mide más es el actual intendente Julio Garro, hombre de Juntos por el Cambio,  pero la interna del Frente de Todos es más amplia. Compiten allí  cinco candidatos: Victoria Tolosa Paz, Florencia Saintout, Federico Martelli, Guillermo Escudero y Luis Arias.

Cada uno tiene un perfil propio con lo cual, según quién sea el triunfador, puede haber tracción de votos de indecisos o desilusionados para un lado o para el otro.

Desde el oficialismo asumen que los números no van a ser como los de 2015, ni mucho menos como los de 2017. Y eso genera ansiedad.

En los municipios inciertos, los sondeos muestran que el resultado va a estar atado a la extrema polarización a nivel nacional que seguramente se va a ahondar tras la PASO.

Un dato novedoso es que la boleta que más tracciona es la del medio.

Y la boleta del medio es la que lleva como candidata a María Eugenia Vidal. La duda es cuál será la real capacidad de la gobernadora de mover la boleta de Macri hacia arriba. Y eso es algo que ni los oficialistas, ni los opositores, ni los encuestadores saben. Si esto se corroborase el día de la elección, se estaría además, ante un hecho inédito.  
   
A escondidas. En las últimas semanas, Axel Kicillof ha optado por una campaña más bien subterránea. Es producto de una estrategia basada en una cruda y estricta apreciación de la realidad: cada vez que habla, baja en las mediciones. Los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires no están felices con la candidatura del ex ministro de Economía de CFK. Se sienten incómodos. Prefieren a Sergio Massa. Sin embargo, su futuro en ese universo va a ser complicado. Su objetivo es llegar en algún momento a la presidencia de la Nación. Y eso no es lo que está en los planes de La Cámpora.

Por el momento, Massa es absolutamente funcional al kirchnerismo ya que le suma a la fórmula Kicillof-Magario los votos que hoy le permiten estar a la cabeza de todas las encuestas.

El voto kirchnerista está consolidado. Y es el que le está augurando el triunfo en las PASO. Pero con lo que tiene, a la fórmula Fernández-Fernández aún no le alcanza para ganar la elección presidencial, sea que se defina en octubre o en noviembre.

Debe ir a buscar el voto independiente. Y esa es su principal dificultad. Alberto Fernández no parece haber podido hasta aquí vencer ese obstáculo. Su perfil moderado, que sin duda fue el objetivo de su elección por parte de Cristina Fernández de Kirchner, se ha desdibujado en alguna de sus apariciones públicas. La última, en la Facultad de Ciencias Exactas en donde se refirió a la científica Sandra Pitta, ahondó esa percepción. Quiso conjurar sus miedos y logró exactamente lo contrario.  

Es menester detenerse un momento en este tema del miedo al otro en el medio de la vorágine de esta campaña de la nada. Lo hay en los dos lados de esta maldita grieta que divide y embrutece a una gran parte de la sociedad argentina. Este convicción de que si gana uno al otro le va a ir mal, es fatal. Y lo peor, es que ese pensamiento tiene bases de realidad. Fueron muchos los que la pasaron mal durante los años del kirchnerato. Y son muchos los que la están pasando mal durante este gobierno.

La polarización extrema que impulsan tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos, es letal. Lo hacen, además, con un mensaje disociado de los hechos: ambos aseguran que van a gobernar para todos, pero lo que hacen es hablarle y congraciarse con los adeptos y descalificar al que piensa diferente. Se asiste a un verdadero oxímoron político carente de contenido que llena de incertidumbre el destino de la Argentina.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.






miércoles, 4 de septiembre de 2013

Hambre de Agua: Lanata Horror Show… De Alguna Manera...


¿Quién nos enseña a ver lo que no queremos ver?...


Cómo mostrar la realidad cuándo ésta es inenarrable? ¿Quién tiene la fórmula éticamente correcta? Mientras en Canal 13, mediante el programa de Jorge Lanata, se denuncian los presuntos ilícitos - algunos de ellos - del Gobierno Nacional, en tiempo real se desmienten estos supuestos delitos vía Twitter, C5N, los cyber K, Página 12, América 2, CN23 y el aparato incansable de pseudo – periodistas devenidos en “sicarios” intelectuales dispuestos a justificar y negar todo. Periodismo para Todos, blanco furtivo de críticas, es señalado como un mero show televisivo por ciertos estilos y maneras de presentar la noticia, acaso, de exagerarla para sus propios fines. ¿O conviene decir que es sólo un show? ¿Cuál es el modo correcto de realizar investigaciones “serias” sin caer bajo una lluvia letal de ataques y acusaciones? ¿Cuál es la mejor manera de comunicar ciertas experiencias angustiantes que atentan contra la dignidad humana?

En la última emisión de PPT del Domingo último, el informe que llevó a la producción del programa a Formosa, entro otros lugares de Argentina, evidenció que algunas comunidades, en el Gobierno auto – adjudicado como el de los Derechos Humanos, viven sin agua, toman agua podrida o acceden a este bien básico dependiendo del negocio del clientelismo político de turno. Narrar lo indecible. Y acá los críticos más acérrimos podrían decir que con una musicalización eficaz y conmovedora, con un plano del quiebre en llantos del afectado por la problemática se estará utilizando el dolor y mucho más para un producto televisivo. En sintonía con lo que diría Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, que en una nota de Página 12 cuestionó el modo en que se exponen a los familiares de las víctimas de la tragedia de Once utilizando la frase “pornografía del dolor”, concepto complejo, hasta interesante, pero seguramente de alguien que tiene las necesidades básicas satisfechas como para sentarse y escribir para su círculo de ególatras pensadores crónicos de la teoría. Esa teoría que, claro, dista muchas veces de lo que nos pasa cotidianamente. Como diría “Susanita”, célebre personaje de Mafalda, que no hay que solucionarle la vida a los pobres, sólo basta con “esconderlos”. ¿Cómo hay que mostrar la realidad entonces, quién tiene el parámetro justo para hacerlo sin caer en su enormidad absurda?

No existe ningún dispositivo, sería obvio aclararlo, que pueda mostrar “toda” la realidad, la televisión, un noticiero, sólo construye un recorte de ella, en un contexto, en un momento, una foto apenas, editada, retocada y/o mejorada, los contenidos adaptados a diferentes formatos. Se sabe. El formato de PPT cae, indefectiblemente, en el info – entretenimiento, género híbrido, respondiendo a ciertos cánones de la dinámica capitalista. Y es tal vez el mayor “pecado” de Jorge Lanata, más allá de denostar al Grupo Clarín y luego trabajar en él, de ornamentar un producto televisivo con humor político delirante, situaciones bizarras y personajes insólitos. Pero, ¿qué sucede con lo demás? ¿Cómo abordar la desnutrición en el norte argentino, el “hambre de agua” en Formosa y el crecimiento de las villas en Buenos Aires? A su modo, esto es narrado en el programa. ¿Cuál será el debate entonces? ¿Fortalecer la democracia o hablar de géneros televisivos y modos de presentar la información?

Los desmentidores crónicos se preocupan sólo de eso. Raúl Kollman, periodista de Página 12, se ocupa de sostener que los bolsos denunciados por la ex – secretaria de Néstor Kirchner, Miriam Quiroga, estaban “vacíos” o que jamás los vio. Pero Kollman quedaría en la historia del periodismo si se ocupara de develar  en serio el misterio de la fortuna de los Kirchner. Así nuevamente intenta decir que la “ampulosa” denuncia de Quiroga en el programa de Lanata fue sólo humo. Volvemos al show. 

¿Quién nos enseña a ver lo que no queremos ver? Un periodista debe ayudar, al menos, a pensar. ¿En serio podemos considerar que ningún funcionario y/o empresario kirchnerista se enriqueció en los últimos 10 años y todo forma parte de una ficción?

Mientras algunos hábiles comunicadores utilizan sus regodeos retóricos para negar lo evidente o desmentir tan sólo una pequeña parte de las historias, otros ciudadanos, en silencio y sin tiempo para poemas o artículos periodísticos, luchan en una batalla sin cuartel para conseguir agua y dignidad, cuándo las luces del “show” se apagaron y sólo queda el espíritu humano.

© Escrito por Sebastián Turtora el miércoles 4 de Septiembre de 2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.