Malas noticias que no sorprenden...
"While my guitar gently weeps..." - (Mientras mi guitarra llora suavemente) Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.
Mientras el Gobierno defiende dictaduras en la Cumbre de las Américas, la economía argentina sigue exhibiendo las mismas penurias.
© Escrito por Nelson Castro el sábado 11/06/2022 y publicado por el Diario Perfil e la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.
Alberto Fernández se dio uno de los pocos gustos de los que pueda jactarse en su desvaído y penoso peregrinaje por el poder: defender en la Cumbre de las Américas a los regímenes antidemocráticos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Notable contradicción de quien se dice un defensor de los Derechos Humanos de avalar a gobiernos que abiertamente los vienen violando desde hace años y sin ningún remordimiento. Su discurso, que no sorprendió al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden –quien estaba anoticiado del tenor de la alocución– y en el que no se privó de pedir la renuncia del secretario general de la OEA, Luis Almagro, estuvo dirigido principalmente a satisfacer las demandas de la feroz interna que se vive dentro del Frente de Todos contra Todos. Fue como si se hubiese concretado la proyección de un sueño adolescente con arranques de rebeldía: cantarle las cuarenta al presidente de los Estados Unidos en su propia casa.
Por lo tanto no faltó la alusión a Macri a través de la mención crítica al presidente Donald Trump, en un guiño destinado a congraciarse con Biden. Con todo, lo más significativo del discurso fue su intrascendencia. La exposición claramente condenatoria hacia los regímenes antidemocráticos de La Habana, Caracas y Managua por parte del presidente de Chile, Gabriel Boric –un hombre de la izquierda– dejó al desnudo lo anacrónico de la postura de AF.
Lo curioso es que, horas
después, el mismo gobierno se encargó de difundir con aparatosidad el saludo
del presidente argentino con el de los Estados Unidos y en decir que no había
recibido ningún reproche de su parte. Es otra de las contradicciones típicas
del kirchnerismo. Despotrican contra Washington, pero luego se derriten
buscando recibir la invitación para una visita de Estado por parte de la Casa
Blanca. Lo mismo sucedió con Cristina Fernández de Kirchner quien, por un lado,
hablaba pestes del gobierno de Barack Obama mientras que, por el otro, buscaba
desesperadamente una reunión bilateral con él.
En el Gobierno se entusiasman con la buena química que se generó entre
AF y Biden. Creen que con eso se soluciona todo. ¡Cuán equivocados están!
Deberían prestar atención a los mensajes que están circulando al interior del
Departamento de Estado en donde de todo se toma nota. Al momento de escribir
esta columna circulan por allí opiniones que se oponen abiertamente a que el presidente
Biden asista a la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac)
que lo obligue a encontrarse con Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Mario
Díaz Canel. Por otra parte, la preocupación importante del gobierno de los
Estados Unidos pasa por la creciente presencia de China en la región y,
específicamente el tema del 5G.
Durante el periplo de AF por Los Ángeles hubo también lugar para el colmo del cinismo, que llegó bien entrada la conferencia de prensa cuando se refirió a la salida del ex ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas: “Matías es un gran ministro que cometió un error y un error que yo no lo soporto, que en off se hable mal de otro. Es más, reniego de los que hablan en off, debo confesar. Es mejor hablar francamente”. Parece haber olvidado que construyó su carrera política en base a sus filtraciones de información en off the récord, práctica que se extiende con mucha intensidad hasta el presente.
¿Quién se quiere llevar el Gobierno a la mesita de luz?
Kulfas negó en sede judicial que, en sus declaraciones en on y en off,
se refiriera a un hecho ilícito y aseguró que se trataba de opiniones de índole
política.
Algunos líderes
opositores celebraron las declaraciones del ex ministro. No se trató solamente
de la voz del ex ministro Juan José Aranguren quien criticó las denuncias de
los diputados opositores. Otras figuras de No Tan Juntos por el Cambio
“prefieren no hacer olas” con una obra tan importante que los terminará
beneficiando en el futuro. Como se ve, en todos lados se cuecen habas.
Lo de Kulfas no fue la
bronca de un día. Lo suyo tampoco fue un monumento a la dignidad. Durante dos
años y medio aguantó en silencio el maltrato al que lo sometieron CFK y La
Cámpora. Ido Kulfas, todas las miradas de CFK y sus secuaces están puestas en
Martín Guzmán a quien el sector empresarial trata de apuntalar. “Si se va
Guzmán, sabemos que el que venga será peor”, sentenció sin ambigüedad uno de
los empresarios que acudió a la reunión organizada por la Asociación
Empresaria Argentina (AEA) en donde habló el ministro de Economía.
La calma financiera parece haber llegado a su fin. El dólar Blue alcanzó
los 210 pesos y el contado con liqui se fue a 277.
Mientras el Gobierno se
entretiene defendiendo a Maduro, Ortega y Díaz Canel, y con el proyecto de
ampliación a 25 del número de miembros de la Corte Suprema, la crisis interna y
las dificultades para cumplir los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional
hacen que las alternativas adversas de economía argentina no sorprenden a
nadie.
“A menudo hace falta más coraje para hacer lo correcto que lo incorrecto.” Abraham Lincoln.
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