Cuesta arriba…
Macri lanzó la campaña respondiendo
preguntas. De la crisis a la tormenta. El Gobierno dio comienzo a la campaña
electoral. Fue el hecho político de la semana. El lanzamiento ocurrió el
miércoles pasado y el marco fue la conferencia de prensa que brindó el Presidente.
Fue una puesta en escena muy bien montada para la que Mauricio Macri se preparó
con esmero.
© Escrito por Nelson
Castro el domingo 22/07/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
El entrenamiento –coaching– al que
se sometió durante los días previos se hizo evidente en cada detalle. Amable
fue su trato y serena su manera de responder. La fortuna hizo que el sorteo de
los periodistas que lo interrogaron incluyera a colegas de medios altamente
críticos de la gestión de gobierno.
Las preguntas fueron buenas. Las
respuestas del jefe de Estado, en cambio, no. No contestó sobre las contradicciones entre Elisa Carrió y Marcos
Peña por el tema del aborto, dio cifras inexactas sobre el empleo,
inexactitudes al querer justificar en referencia a los despidos de colegas de
Télam, ausencia de condena política a las escandalosas afiliaciones falsas de
Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y promesas de inversiones que
nadie sabe si vendrán.
A lo largo de la conferencia de
prensa, el numeroso equipo comunicacional del que dispone el Gobierno estuvo
muy activo en las redes sociales. Es curioso lo que ocurrió entonces. Durante
la conferencia hubo euforia. Luego –cuando la reflexión y el análisis se
apoderaron de esas mentes tomadas por el fervor de lo que se vivió como una
batalla– los pareceres cambiaron.
La mano del asesor. Ahí se tuvo conciencia
de los errores cometidos por el jefe de Estado. El lanzamiento de la campaña
comprendió también el debut de Macri en Instagram. Lo suyo ahí fue poco feliz,
por decirlo de una manera elegante.
El “coucheo” representó el regreso a la escena política de Jaime Duran
Barba que, por un problema de salud, estuvo ausente
durante algunas semanas. Duran Barba fue quien sugirió el uso de la palabra
“tormenta” en vez de crisis. La crisis es algo permanente y la tormenta
algo pasajero, fue la explicación que dio para fundamentar la ocurrencia. Por
eso en el Gobierno se dice ahora que lo peor está por venir en los próximos
cuatro meses.
Ahí está el concepto del estado del
tiempo: se anticipa una crisis en formato de tormenta. En esta forma de
comunicación, en la que se hace aparecer la política ligada a la meteorología,
se usa la figura del tiempo, que es cambiante: puede pasar del calor al frío y
del agua a la sequía. La idea es no negar la realidad pero utilizar sinónimos
en la comunicación con el objetivo de atenuar el impacto de la crisis en la
opinión pública. Es notable observar cómo
se subestima la inteligencia de la gente.
Al interior de Cambiemos, las
encuestas han encendido las alertas amarillas. En varias, la caída de imagen
del Presidente lo ha dejado por debajo de Cristina Fernández de Kirchner. Dicho
con claridad: CFK no ha subido; el que bajó es Macri.
Antes de la conferencia, María Eugenia Vidal hizo el anuncio del
pedido de renuncia de quien había sido nombrada al frente de la Contaduría
General María Fernanda Inza. Fue una circunstancia que le pegó fuerte a
la gobernadora: Inza es una persona de su cercanía. En el oficialismo se dice
algo más: fue un pedido taxativo del Presidente. En la Rosada están molestos
hace rato porque todas las medidas del gobierno le pegan a Macri y a Vidal le
pasan por el lado. Recién en los últimos meses empezó a caer la imagen de la
gobernadora, pero el mayor costo político siempre lo paga el jefe de Estado.
Salvando distancias, hace acordar a CFK y Daniel Scioli.
Money. Atrás quedó la frase de Macri que hoy no para de circular
por las redes sociales: “Eliminar la
inflación va a ser lo más simple que tenga que hacer si soy presidente”. Lo
dijo en el programa de Mirtha Legrand del 7 de febrero de 2015.
Lo grave no es la frase sino los hechos. Dos años y medio de gestión demuestran que el Gobierno se equivocó en las
proyecciones inflacionarias que hizo hasta aquí: para 2016 proyectó un 25% y
fue superior al 40%; para 2017 proyectó un 17% y fue del 24,8%; y para este año
proyectó primero entre el 10% y el 12% y luego el 15%, cuando ya se sabe que
estará alrededor del 30%. Es decir que, sumando los tres años de gestión,
Cambiemos habrá acumulado una inflación del 100%. Demoledor.
En el Gobierno hay una fuerte
sospecha de que va a ser difícil cumplir con una parte de las metas
comprometidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Muy
probablemente las metas fiscales se cumplan en parte –y hasta se sobrecumplan–,
por lo pronto este año y seguramente el año que viene. “Lo más difícil va a ser cumplir las metas de segunda generación,
que son los aspectos vinculados a la tasa de inflación prevista”, señala un
economista de la cercanía del oficialismo.
Dentro del acuerdo la Argentina no
debería pasar del 32%, al Gobierno le encantaría estar sub 30, pero al ritmo
que va es muy difícil que lo consiga.
Para lograrlo tendría que ir a una
caída del producto de más del 3% o 4% en el segundo semestre, un ajuste, dejar
la tasa muy alta y controlar las paritarias. El costo político sería muy alto: el proyecto de la reelección iría a parar a
la basura.
Lo verdaderamente singular es que
toda esta situación de crisis se da en el marco donde Argentina es anfitrión
del G20, razón por la cual el concierto internacional del G8 y todos los otros
miembros que hacen al G20 han manifestado directa e indirectamente su apoyo al
país en sus nuevas medidas. Fue ese el sentido que tuvieron las declaraciones
de Christine Lagarde porque el objetivo que se espera después del acuerdo con
el Fondo es que la Argentina pueda volver al mercado voluntario de deuda y
poder captar los 18/20 mil millones de dólares que le faltan para cerrar el
programa financiero global 2018-2019.
“Cuando la fortuna nos muestra una cara
más hermosa que nunca, es precisamente cuando se está fraguando la tormenta
sobre nuestras cabezas”, es la célebre frase de Píndaro que resume de manera
impecable lo que le pasó a Macri y a su gobierno después del triunfo electoral
de octubre pasado.
Producción periodística: Lucía Di
Carlo.
(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com
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