Malicia Manifiesta, El Golpe Está En Marcha…
La Argentina debe ser el único país en el mundo en el que tanto el
oficialismo, como la oposición, permanentemente "trabajan", por
decirlo de alguna manera, en función a las próximas elecciones.
© Escrito por
Pablo Dócimo el lunes 27/02/2017 y publicado por Tribuna de Periodistas de la
Ciudad de Buenos Aires.
Y esto, sistemáticamente, se agudiza durante los años impares, que son los años en los que vamos a las urnas.
Y esto, sistemáticamente, se agudiza durante los años impares, que son los años en los que vamos a las urnas.
Pero... parece que los muchachos de la oposición, esta vez, están más
apurados que de costumbre, y están trabajando a destajo para la próxima
contienda electoral. Es más, tanto están trabajando para ello que se nota que
no quieren esperar hasta octubre y, decididamente, pusieron en marcha un
intento de golpe de estado.
En honor a la verdad, la maquinaria golpista del kirchnerismo y del
peronismo en general se puso en acción el mismísimo día en que Mauricio Macri
ganó las elecciones, en noviembre de 2015.
No falla: así como los militares tuvieron el plan sistemático de
desaparición de personas, los peronistas tienen un plan sistemático de
desestabilización de gobiernos no peronistas.
Pero fue cuando se comenzaron a ventilar en la Justicia los múltiples hechos
de corrupción de lo que fue la administración kirchnerista que, con Cristina
Fernández a la cabeza se cristalizó la ejecución de un plan consistente en
trasmitir la idea de que tanto la ex presidenta y todos los
imputados/procesados funcionarios de su gobierno son víctimas de una
persecución política primero y que el gobierno de Macri es tan corrupto como el
de ellos después; obviamente para que, a los ojos de la sociedad, como dice el
tango Cambalache que “el siglo veinte es un despliegue de “maldá” insolente ya
no hay quien lo niegue, vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo
todos manoseaos.”
Desde que Macri asumió el gobierno, prácticamente todo el rol de la
oposición en general y, obviamente, el kirchnerismo en particular, se reduce a
tratar de boicotear y meter palos en la rueda a absolutamente todo lo que la
administración de Cambiemos pretenda hacer.
El ejemplo más claro y contundente es el de poner en el centro de la agenda
política el tratamiento de la "Ley anti despidos".
Luego intentaron imponer una ley de emergencia social, que entre otras
cosas proponía crear, de la nada misma, un millón de puestos de trabajo, que
finalmente terminó en un acuerdo entre el gobierno y movimientos piketeros que
le costará a las arcas del Estado unos 30.000 millones de pesos en el lapso de
tres años.
Pero no solamente se ocuparon de presentar proyectos ridículos, que dicho
sea de paso hacen que uno se pregunte por qué no los impulsaron cuando fueron
gobierno. También se dedicaron, como dijimos, a cuestionar absolutamente todas
las medidas tomadas por el oficialismo.
Increíblemente trataron de invalidar hasta el levantamiento del cepo al
dólar y el acuerdo con los "fondos buitre".
Incluso, se ocuparon de boicotear la ley de reforma política, que no es otra
cosa que cambiar el sistema de votación por el voto electrónico o boleta única.
Evidentemente, cuestionar el encontrar soluciones a problemas que ellos
generaron y jamás supieron resolver es boicotear al gobierno, ya sea por
inútiles, mala leche, o ambas cosas.
También boicotearon el aumento a las tarifas de luz y gas, algo que como
todo el mundo sabe, debía hacerse para tratar de solucionar la crisis
energética que también ellos generaron en sus más de 12 años de gobierno. Y hay
más. Un clarísimo ejemplo de ello es lo que hicieron con la reforma al impuesto
por ganancias.
Pero eso ya responde al pasado, y lo más reciente, se resume al paro de la
CGT para el 7 de marzo, más los constantes piketes de las "organizaciones
sociales", más el paro programado de los docentes, más el pedido de juicio
político a Macri por parte de diputados kirchneristas.
Con Máximo Kirchner en primera fila, el viernes 24 de febrero, el PJ
bonaerense intentó dar una muestra de unidad con miras a las elecciones. En
dicha cumbre, el ex intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, dijo: “Vamos a
parar este proyecto de país de una Argentina tan injusta, y los peronistas,
como siempre, vamos a hacer realidad los sueños y las esperanzas de la gente.”
Es curioso, muy curioso, que esta gente que gobernó durante más de 12 años
pretendan ahora darle a la gente lo que no pudieron, o supieron, mejor dicho,
mientras fueron gobierno. ¿Autocrítica? CERO.
Con hechos concretos sobre la mesa, es más que claro que la oposición
-especialmente el kirchnerismo y ahora el Frente Renovador- no solo no ayuda,
sino que hace todo lo posible para tratar de boicotear casi todas las medidas
que quiera tomar el gobierno.
Lo vamos a decir de manera simple, fácil y sencilla. La cuestión de fondo
es perjudicar al gobierno, ¿para qué? Para desestabilizar, ¿Para qué? Para
voltear al gobierno, ¿por qué? Porque muchos, muchísimos ex funcionarios
kirchneristas —y muchos de los actuales— saben que, tarde o temprano terminarán
presos, y saben que la única manera de zafar es volteando al gobierno de Macri.
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