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sábado, 18 de marzo de 2017

Lo que está en crisis es la sociedad, no el gobierno... @dealgunamanera...

Lo que está en crisis es la sociedad, no el gobierno...


Desde que asumió Mauricio Macri la presidencia, hemos descubierto que en Argentina había cosas que, durante la década kirchnerista no existían. Por ejemplo, descubrimos que había empleados estatales que no eran empleados estatales, que estamos inmersos en la peor crisis energética de la historia, que había inflación, que se podía levantar el cepo cambiario, que uno de cada tres argentinos vive en situación de pobreza y, fundamentalmente, que la pobreza es estructural.

© Escrito por Pablo Dócimo el s 16/03/2017 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No solo descubrimos que la pobreza es estructural, sino que además descubrimos la palabra "estructural". Palabra que, durante los gobiernos kirchneristas rara vez hemos escuchado.

Sin embargo, Argentina vive una crisis estructural desde hace muchísimo tiempo, y esto da evidencia de una sociedad que está, lamentablemente, en un proceso de crisis de larga duración.

El funcionamiento de la justicia, el sistema sanitario, la seguridad, la educación, y por supuesto la inflación están atravesando una crisis estructural.

Pero vayamos más allá, a un ejemplo tan burdo como válido. Miles de veces escuchamos decir que el fútbol es el fiel reflejo de la sociedad. ¿Cabe alguna duda, de que hasta el fútbol está padeciendo una crisis estructural?

La sociedad argentina, toda, está siendo atravesada por una crisis estructural. Esta última semana hemos asistido a tres hechos que lo demuestran claramente. La principal, y más grave, es la extorsión de un grupo de sindicalistas que supuestamente defienden los derechos de los maestros. Seguimos con el lamentable acto de la CGT, y finalizamos con una marcha que pretendía reclamar por los derechos igualitarios de las mujeres que terminó con un intento de incendio de un grupo de feministas a la Catedral Metropolitana, al más puro estilo fascista.

Todos estamos de acuerdo en que las mujeres deben ser respetados y tener los mismos derechos, y que todos los docentes deberían ganar más de lo que ganan, eso es indiscutible. ¿Pero no deberían ganar más, además, los médicos, los policías, los empleados de tribunales, los enfermeros, los pintores, los mecánicos, los empleados municipales, las empleadas domésticas, los albañiles y los plomeros, por citar algunos casos?

Claro, hay un pequeño detalle. No alcanza la plata. No alcanza para todos los que aspiran a ganar más. Y es que mientras estas mismas personas que hoy reclaman estuvieron embobados durante 12 años escuchando un relato que decía que “la patria es el otro”, y les hicieron creer que pagar 50 pesos de luz, gas o agua, o viajar gratis en el transporte público “no fue magia” un grupo minúsculo de delincuentes disfrazados de funcionarios públicos que viven en lujosos pisos en Puerto Madero se hicieron multimillonarios, al punto tal de tener como propio la cantidad de metros cuadrados de tierra equivalente a una provincia, o más.

Son los mismos políticos millonarios que hablan de gobernantes ricos y de combatir a la oligarquía. Todos los mismos que formaron parte de la otra década infame, la menemista, y hoy se horrorizan hablando de neoliberalismo. Los mismos que entonan la marcha peronista que dice “combatiendo el capital”, y lavan plata con supuestas cadenas hoteleras.

Y aquí comienza la crisis ideológica, que es estructural, obviamente, de gran parte de la sociedad. Esa parte de la sociedad que dice “vamos a volver”, pero que no asimila, vaya uno a saber si por ignorancia o con cierta intencionalidad, que piden que vuelva el gobierno más corrupto de la historia, y para ello colaboran —y en este punto también cabe la duda de que si es por ignorancia o intencionalidad— a hacer de idiotas útiles en el intento del peronismo, como siempre, de voltear al gobierno.

Estas mismas personas, incluso, son arriados hasta con sus hijos en brazos, por 400 pesos, para ir a aplaudir a quien les robó. Pero claro... el punto es que no se dan cuenta de que lo que a ellos les robaron no es dinero, sino algo mucho peor, les robaron la dignidad, y lo más triste es que les robaron hasta el futuro de esas criaturas que llevan en brazos.

Esa es la verdadera crisis estructural argentina, no la del gobierno. El gobierno de Macri, muy por el contrario, tiene un gran desafío, tratar de revertir esta crisis que muchos llaman herencia recibida, pero más que una herencia, no cabe dudas de que lo que se heredó es una hipoteca, y muy difícil de levantar, por cierto.



martes, 28 de febrero de 2017

Es el peronismo, estúpido…@dealgunamanera...

Malicia Manifiesta, El Golpe Está En Marcha…


La Argentina debe ser el único país en el mundo en el que tanto el oficialismo, como la oposición, permanentemente "trabajan", por decirlo de alguna manera, en función a las próximas elecciones.

© Escrito por Pablo Dócimo el lunes 27/02/2017 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad de Buenos Aires.

Y esto, sistemáticamente, se agudiza durante los años impares, que son los años en los que vamos a las urnas.

Pero... parece que los muchachos de la oposición, esta vez, están más apurados que de costumbre, y están trabajando a destajo para la próxima contienda electoral. Es más, tanto están trabajando para ello que se nota que no quieren esperar hasta octubre y, decididamente, pusieron en marcha un intento de golpe de estado.

En honor a la verdad, la maquinaria golpista del kirchnerismo y del peronismo en general se puso en acción el mismísimo día en que Mauricio Macri ganó las elecciones, en noviembre de 2015.

No falla: así como los militares tuvieron el plan sistemático de desaparición de personas, los peronistas tienen un plan sistemático de desestabilización de gobiernos no peronistas.

Pero fue cuando se comenzaron a ventilar en la Justicia los múltiples hechos de corrupción de lo que fue la administración kirchnerista que, con Cristina Fernández a la cabeza se cristalizó la ejecución de un plan consistente en trasmitir la idea de que tanto la ex presidenta y todos los imputados/procesados funcionarios de su gobierno son víctimas de una persecución política primero y que el gobierno de Macri es tan corrupto como el de ellos después; obviamente para que, a los ojos de la sociedad, como dice el tango Cambalache que “el siglo veinte es un despliegue de “maldá” insolente ya no hay quien lo niegue, vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo todos manoseaos.”

Desde que Macri asumió el gobierno, prácticamente todo el rol de la oposición en general y, obviamente, el kirchnerismo en particular, se reduce a tratar de boicotear y meter palos en la rueda a absolutamente todo lo que la administración de Cambiemos pretenda hacer.

El ejemplo más claro y contundente es el de poner en el centro de la agenda política el tratamiento de la "Ley anti despidos".

Luego intentaron imponer una ley de emergencia social, que entre otras cosas proponía crear, de la nada misma, un millón de puestos de trabajo, que finalmente terminó en un acuerdo entre el gobierno y movimientos piketeros que le costará a las arcas del Estado unos 30.000 millones de pesos en el lapso de tres años.

Pero no solamente se ocuparon de presentar proyectos ridículos, que dicho sea de paso hacen que uno se pregunte por qué no los impulsaron cuando fueron gobierno. También se dedicaron, como dijimos, a cuestionar absolutamente todas las medidas tomadas por el oficialismo.

Increíblemente trataron de invalidar hasta el levantamiento del cepo al dólar y el acuerdo con los "fondos buitre".

Incluso, se ocuparon de boicotear la ley de reforma política, que no es otra cosa que cambiar el sistema de votación por el voto electrónico o boleta única.

Evidentemente, cuestionar el encontrar soluciones a problemas que ellos generaron y jamás supieron resolver es boicotear al gobierno, ya sea por inútiles, mala leche, o ambas cosas.

También boicotearon el aumento a las tarifas de luz y gas, algo que como todo el mundo sabe, debía hacerse para tratar de solucionar la crisis energética que también ellos generaron en sus más de 12 años de gobierno. Y hay más. Un clarísimo ejemplo de ello es lo que hicieron con la reforma al impuesto por ganancias.

Pero eso ya responde al pasado, y lo más reciente, se resume al paro de la CGT para el 7 de marzo, más los constantes piketes de las "organizaciones sociales", más el paro programado de los docentes, más el pedido de juicio político a Macri por parte de diputados kirchneristas.

Con Máximo Kirchner en primera fila, el viernes 24 de febrero, el PJ bonaerense intentó dar una muestra de unidad con miras a las elecciones. En dicha cumbre, el ex intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, dijo: “Vamos a parar este proyecto de país de una Argentina tan injusta, y los peronistas, como siempre, vamos a hacer realidad los sueños y las esperanzas de la gente.” Es curioso, muy curioso, que esta gente que gobernó durante más de 12 años pretendan ahora darle a la gente lo que no pudieron, o supieron, mejor dicho, mientras fueron gobierno. ¿Autocrítica? CERO.

Con hechos concretos sobre la mesa, es más que claro que la oposición -especialmente el kirchnerismo y ahora el Frente Renovador- no solo no ayuda, sino que hace todo lo posible para tratar de boicotear casi todas las medidas que quiera tomar el gobierno.

Lo vamos a decir de manera simple, fácil y sencilla. La cuestión de fondo es perjudicar al gobierno, ¿para qué? Para desestabilizar, ¿Para qué? Para voltear al gobierno, ¿por qué? Porque muchos, muchísimos ex funcionarios kirchneristas —y muchos de los actuales— saben que, tarde o temprano terminarán presos, y saben que la única manera de zafar es volteando al gobierno de Macri.



lunes, 16 de mayo de 2016

El Que Gana Gobierna, El Que Pierde Conspira… @dealgunamanera...

Peronismo en estado puro…

La "Cris" y el "Mauri"

Si hay algo que caracterizó al General Perón fueron sus frases célebres. Tan célebres fueron que, todavía hoy, ningún dirigente peronista, a la hora de hablar, deja de citar alguna. 

© Escrito el domingo 15/05/2016 por Pablo Dócimo y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


Entre las más populares podemos encontrar: "Para un peronista nada mejor que otro peronista", "Primero la patria, después el movimiento y por último los hombres", "Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar" y muchísimas más, incluso, algunas no tan afortunadas como "Para el enemigo, ni justicia".

Siguiendo con las frases célebres de políticos argentinos, existe una perteneciente a Ricardo Balbín que muchos, especialmente los más jóvenes, se la adjudican a Perón o, por lo menos, la utilizan los peronistas como propia, y es "el que gana gobierna y el que pierde ayuda", aunque en realidad la han modificado a: "El que gana gobierna y el que pierde acompaña".

Todo esto no significa que estas frases se apliquen a rajatabla, ni mucho menos. Son solo frases hechas, "marketineras" y que, en honor a la verdad, no solo casi nunca se cumplen, sino que en la práctica ocurre todo lo contrario.

El caso más emblemático es el de la frase de Balbín. Nunca, jamás, el peronismo ayudó o acompañó cuando le tocó ser oposición, sino todo lo contrario, lo único que hicieron fue ponerle palos en la rueda al Presidente de turno. Si esa frase la tendríamos que aplicar a la realidad de lo que es el peronismo como oposición debería decir: "El que gana gobierna, el que pierde conspira".

Por supuesto que el kirchnerismo no iba a traicionar a esa costumbre justicialista, y es lo único que están haciendo desde antes del 10 de diciembre de 2015.

Pero, en esta ocasión, ese accionar tan peronista es muchísimo más crudo y evidente, y es lógico, visto desde el punto de vista kirchnerista, obviamente.

El ejemplo más claro y contundente es el de poner en el centro de la agenda política el tratamiento de la "Ley anti despidos".

No es necesario mucho desarrollo para argumentar que la Ley anti despidos no solo no sirve para absolutamente nada, sino que además es contra producente. Bastan, y sobran, tres claros ejemplos. El primero es que quien la impuso, post crisis 2001, el entonces Ministro de Economía Roberto Lavagna, reconoció que no sirvió. El segundo es que uno de los principales defensores de esta ley, el diputado kirchnerista especialista en temas laborales Héctor Recalde, ya en en 2014 manifestó que “prohibir despidos obstaculiza nuevas contrataciones”; y el tercero y más contundente es que la mismísima Cristina Fernández dijo exactamente lo mismo en numerosas ocasiones.

Entonces, ¿cuál es la verdadera razón por la que la oposición desea implementar esta incomprensible ley? Lo vamos a decir de manera simple, fácil y sencilla. La cuestión de fondo es perjudicar al gobierno, ¿para qué? Para desestabilizar, ¿Para qué? Para voltear al gobierno, ¿por qué? Porque muchos, muchísimos ex funcionarios kirchneristas —y muchos de los actuales— saben que, tarde o temprano terminarán presos, y saben que la única manera de zafar es volteando al gobierno de Macri.

Esa es la realidad, y cuando se termine el culebrón de la Ley anti despidos arremeterán con otra cosa. De hecho, ya están tratando de instalar la idea de que uno de los socios de Lázaro Báez fue Macri.

Como arrancamos este artículo con frases peronistas, lo quiero cerrar con una frase de otro peronista, que sintetiza todo de manera perfecta. Dijo Julio Bárbaro: "Como oposición son lo peor".