miércoles, 21 de abril de 2021

Hablemos de traiciones... @dealgunamaneraok...

 Roy Cortina: “La tercera vía no se construye con una mentalidad de partido pequeño”…

 

El legislador porteño enfrentará a Mónica Fein y Eduardo Di Pollina en la interna por la conducción del socialismo nacional; defiende su acuerdo con Larreta y critica a Bonfatti y Lifschitz. 

© Escrito por Matías Moreno y publicado el sábado 17/04/2021 por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

El legislador porteño Roy Cortina, aliado de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, pretende liderar el Partido Socialista (PS) a nivel nacional con el objetivo de cambiar el perfil de la fuerza. Enfrentará mañana a la ex intendenta de Rosario Mónica Fein, postulante del oficialismo partidario, y al exdiputado Eduardo Di Pollina en la interna por la conducción del socialismo. 

Con críticas a los referentes del PS en Santa Fe, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, que impulsan la candidatura de Fein, Cortina defiende su acuerdo con el Pro en la Ciudad -dice que Larreta tiene “un sesgo distinto” al de Mauricio Macri- y aboga por la construcción de un espacio moderado, que incluya a progresistas y socialdemócratas. 

A horas de los comicios internos, Cortina apunta contra sus rivales en la contienda por el liderazgo del socialismo: “La tercera vía en la Argentina no se construye con una mentalidad de partido pequeño”. 

-¿Por qué el socialismo debe cambiar el perfil y el rumbo?

-Es negativo para cualquier organización política que tenga una conducción que pertenezca a un mismo grupo durante 45 años, como es el caso de la cúpula del Partido Socialista. Además, el partido está en un franco retroceso desde hace cinco años. En 2007, el socialismo tenía once diputados nacionales, senadores, gobernaba en Santa Fe y Rosario. Hoy, tenemos un solo diputado nacional, no tenemos presencia en el Senado y perdimos Santa Fe. 

-¿A qué atribuye esa situación? Usted dice que el oficialismo partidario tuvo una mirada “cínica”

-Mezclan cinismo e ineptitud para conducir la suerte de un partido que tiene que insertarse en un escenario político nacional muy complejo, de fuertes polaridades. Fein está confundida. Ella cree que para tener identidad propia y construir una tercera opción en la Argentina hay que tener autonomía. Yo entiendo que hay que tener autonomía, pero lo que hay que discutir es cómo se construye esa autonomía. 

MÓNICA FEIN: “CON ALBERTO FERNÁNDEZ SE PROFUNDIZÓ LA GRIETA”

-¿No hay lugar para una “tercera vía” en el país?

-No, no digo eso. La tercera vía en la Argentina no se construye con una mentalidad de partido pequeño. Eso es una irresponsabilidad, es cínico. Tampoco se construye subestimando el diagnóstico grave que tiene el país. Tenemos que discutir cómo volvemos a tener representación y poder político democrático, así se construye autonomía. Y, con esa autonomía, redefinís tu identidad y tenés un perfil propio potente. 

-¿Su idea es que el socialismo haga una alianza a nivel nacional con Juntos por el Cambio?

-No, no hay que simplificar. Pareciera que Fein es el equilibrio justo e equidistante entre los dos espacios, que Di Pollina es el kirchnerismo y que yo quiero una alianza con el neoliberalismo en la Argentina. No es así. La alianza que hizo el socialismo porteño es una alianza exclusivamente de la Ciudad. Y no es una alianza con Larreta solamente, sino con el 80% de los aliados que teníamos antes. Allí están el radicalismo, Graciela Ocaña o Martín Lousteau. Es una alianza específica. La alianza de Fein y Lifschitz en Santa Fe está a la derecha de lo que nosotros hicimos en la Ciudad. El Frente Progresista Cívico y Social ha hecho una alianza con la democracia progresista, que ha sido un partido coaptado por la dictadura. El gobierno que integramos en la Ciudad con los radicales, con Lousteau y Ocaña y lo mejor de Cambiemos, tiene un sesgo distinto al de Macri. Ha urbanizado villas. Y el símbolo de Rosario es un casino rodeado de villas. No simplifiquen la situación del partido: yo no soy Juntos por el Cambio. Fein tiene una política bastante inconsistente con el tema de la grieta, porque en este momento tiene alianzas con dirigentes kirchneristas. 


-¿Pretende construir un espacio progresista nacional?

-Nosotros somos críticos porque cuando dicen que quieren construir una alternativa progresista están diciendo frases hechas. El 70 % del progresismo es el kirchnerismo y no se va ir de ahí. Y el otro 30% es el socialismo y Margarita Stolbizer. Queremos recuperar la identidad del PS, que no sea un partido títere de la provincia de Santa Fe. 

-¿Larreta va a poder imponerse en la interna de Pro?

-Creo que tiene un sesgo diferente. No soy quién para meterme en este momento tan delicado de la Argentina y de los partidos políticos para decir lo qué tiene que hacer Larreta o no dentro de Pro. Creo que gente como Larreta, Lifschitz, Fein, Cortina, Margarita Stolbizer, Pablo Javkin, Lousteau, Ocaña o Maximiliano Ferraro van a confluir, tarde o temprano, en un espacio moderado que pida cambios y modernización para el país, pero no a costa de exclusión. El problema de la Argentina es de diálogo. Hay que escucharse, saberse ver y tener empatía ante el problema de la desigualdad. 

-¿Cuál es la diferencia con sus rivales en la interna?

-El partido tiene que estar en ese lugar, no en el que plantea Di Pollina, que es acercar el socialismo al gobierno nacional, y tampoco en el de las frases hechas y consignas de Fein, que no las puede cumplir ni en su propia provincia. 

-¿Le sorprende la radicalización de Alberto Fernández?

-No, no me sorprende porque creo que el kirchnerismo tiene un proyecto que está en la antítesis de lo que necesita la Argentina. El país necesita salir de la beligerancia, construir acuerdos para esos objetivos. El ADN del kirchnerismo es profundizar la grieta, la polaridad y el conflicto. Eso es muy peligroso en un mundo tan incierto como el que estamos viviendo por la pandemia. 


domingo, 18 de abril de 2021

Presidente Acosado… @dealgunamaneraok…

El pasado siempre vuelve…

 

La voz de su amo, Horacio Rodríguez Larreta. Dibujo: Pablo Temes.

Habría que volver a fase 1, pero Alberto Fernández no tiene autoridad moral para convencer. Cuando rompió con Larreta quemó las naves.

 


Largo es el camino que conduce del infierno hacia la luz. La segunda ola ha llegado a la Argentina con la misma fuerza con la cual aún se enseñorea en Europa. El Presidente parece comprender que para hacer frente a la magnitud que ha adquirido la pandemia es necesario promover la unidad y evitar los enfrentamientos. Esa descontaminación política permitirá entonces un trabajo mancomunado en pos de un objetivo clave que es convencer a la población sobre lo imprescindible que es el respeto a las normas de cuidados que comprenden la disminución de la circulación y de las reuniones sociales, el uso adecuado de los barbijos, el distanciamiento social y la higiene. Todo esto debería estar acompañado de una aceleración del proceso de vacunación y un aumento del número de testeos. 


De este menú, salvo un aumento irregular y aún escaso de los testeos, nada se ha puesto en práctica. Más bien, todo lo contrario.

 

No caben dudas de que, en la órbita de las medidas ideales, lo que debería hacerse en la Argentina es la vuelta a la fase 1. Pero hoy en día esto es impracticable. El Gobierno ha perdido autoridad para poner en práctica algo así. Pero no es solo eso; ha perdido también autoridad moral para convencer. Cuando Alberto Fernández decidió romper con Horacio Rodríguez Larreta –aquel día de septiembre del año pasado en el que le quitó fondos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para acallar supuestamente la rebelión de la policía bonaerense– quemó las naves.

 

En vez de buscar acuerdos y soluciones, el Presidente –así como también Axel Kicillof y, obviamente Cristina Fernández de Kirchner– cree que todo se soluciona echándole la culpa por la realidad al jefe de Gobierno porteño. Bastan unos pocos segundos para demostrar que eso no es así.

 

Utilizando la metodología cerril del kirchnerismo de echar culpas a los otros, criticó a los profesionales de la salud atribuyéndoles un relajamiento que en verdad no existe y atribuyó a los chicos con capacidades diferentes no entender las medidas de protección. Solo un ignorante puede hacer semejantes afirmaciones que generaron repudio e indignación.

 

Acomplejado por la evidencia de su subordinación a la ex presidenta en funciones, AF intenta mostrarse como el real albacea del poder. Cree que eso se consigue adoptando medidas intempestivas en soledad y desoyendo el consejo de sus ministros, a los cuales deja pagando.

 

El claudicante presidente. 

 

El pasado miércoles 7 de abril, Alberto Fernández anunció desde la soledad de la quinta de Olivos la suspensión de reuniones sociales, el cierre de bares y restaurantes y la restricción para circular a partir de la medianoche. Más allá de la discusión por la limitación a la circulación, los mayores controles al uso del transporte público y los problemas que generaría a los ya golpeados comercios gastronómicos, la medida gozaba de cierta aprobación popular en el marco del crecimiento de casos de coronavirus que se venía produciendo sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Sin embargo, en su anuncio el Presidente facultó a los gobernadores a adoptar en forma temprana, medidas aún más duras para prevenir los contagios. La primera lectura de la situación señaló que el primer mandatario quiso compartir el costo político mientras el ala dura de la coalición gobernante lo criticaba por la tibieza del anuncio.

 

Axel Kicillof –una vez más– picó en punta. A solo dos días de las palabras del Presidente firmó el decreto provincial 178/2021 que habilitaba a la Provincia a suspender las clases presenciales y a extender la prohibición de circulación nocturna. El gobernador ya había hablado con Cristina Fernández de Kirchner y, al mismo tiempo, le hacía un guiño a la dirigencia de los gremios docentes que se quejaban de los supuestos peligros de la presencialidad. La jugada ya estaba consumada y dejó al jefe de Estado entre la espada y la pared. “No sé si se hubiera animado a avanzar solo pero quedó en evidencia el desgaste al que sometieron a Alberto para que avance y cierre todo. Lo quemaron”, asegura una fuente que conoce los detalles de la interna.

 

Lo que ocurrió en los días previos al segundo mensaje del Presidente –el miércoles 14– ya es historia conocida. Daniel Gollán, ministro de Salud provincial –junto a su vice, Nicolás Kreplak–, salió a ejercer presión con el aval de Kicillof para que se adopten medidas más duras. El principal argumento utilizado fue el posible colapso del sistema sanitario.


El martes 13, en medio de esta avanzada, su par de Nación, Carla Vizzotti, tuvo que salir a aclarar que “el sistema no estaba colapsado” y que “solo estamos viendo un aumento acelerado de casos”.

 

No hacerlo hubiera sido admitir que la estrategia nacional de contención de la enfermedad había fracasado. Nada de eso importó para el gobernador bonaerense, quien siguió adelante con su accionar hasta que, en la noche del miércoles pasado, un abrumado Alberto Fernández anunció las nuevas restricciones y la polémica suspensión de clases presenciales. En este contexto, cerca del Presidente insisten en que “la decisión la tomó en soledad, observando el crecimiento de la curva de contagios y luego de escuchar las recomendaciones del comité que lo asesora”.

 

Es muy probable que haya sido así teniendo en cuenta que días antes advirtió que si tenía que perder las elecciones por cuidar a la gente, lo haría. También es cierto que la intempestiva presión ejercida por sus “socios” lo determina y lo condiciona. Si el avance del ala dura del Frente Contra Todos a favor del cierre total era imparable, no podía darse el lujo de quedar como un presidente blando ante propios y ajenos. Aun así, para gran parte del gabinete y de la opinión pública, volvió a ceder a los caprichos del Instituto Patria.

 

Triste final para una decisión presidencial que dejó en el camino y muy mal parados a su ministro de Educación, Nicolás Trotta; y a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quienes insólitamente, ante tamaño desplante, no renunciaron. Se ve que, al igual que Alberto Fernández, tienen poco interés en cuidar el valor de su palabra.

 

Producción periodística: Santiago Serra.


© Escrito por Nelson Castro el domingo 18/04/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.






Largó la carrera para presidir el Partido Socialista de Argentina… @dealgunamaneraok...

 Largó la carrera para presidir el Partido Socialista de Argentina…

 


El Partido Socialista de Argentina irá a elecciones el 18 de abril de este año y ayer fueron tres los sectores internos que se postularon para pelear por la presidencia del histórico partido de izquierda. Entre ellos están el que lidera la ex intendenta de Rosario Mónica Fein, el ex diputado santafesino Eduardo Di Pollina y el legislador porteño Roy Cortina.





Cabe destacar que, desde el año pasado, el socialismo argentino viene atravesando una profunda crisis luego de haber perdido la gobernación de Santa Fe y la ciudad de Rosario, y luego de que el legislador Roy Cortina decidiera sumarse al frente encabezado por el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta en el año 2019 y que le permitiera reelegirse en el cargo.

 

Ambos acontecimientos desencadenaron fuertes peleas en el seno del partido por el rumbo que debía tomar. Por un lado, se encuentra el sector de Miguel Lifschitz y Mónica Fein, quienes buscan recuperar la gobernación de Santa Fe y el municipio de Rosario además de fortalecer el espacio de Consenso Federal que formaron con Roberto Lavagna y otros sectores del peronismo. Entre los dirigentes que forman parte de la lista están el dirigente marplatense Jorge Illia, la ex legisladora porteña María Elena Barabagelata, el legislador jujeño Ramiro Tizón y el dirigente mendocino Martin Appiolaza.

 

En segundo lugar, se encuentra el sector liderado por Eduardo Di Pollina, histórico ladero del ex senador socialista Rubén Giustiniani, quien busca un acercamiento al Frente de Todos, a quien llamó a votar en el 2019. Entre quienes están en la lista, se encuentran la dirigente porteña y referente feminista Julia Martino, el dirigente de Rio Negro Paolo Etchepareborda, el dirigente de Zárate Joel Rodríguez Mercuri.

 

En tercer lugar está el sector liderado por Roy Cortina, quien viene propugnando por un acuerdo parecido al que siguió su par socialdemócrata de Alemania, quienes llevaron adelante una alianza con los conservadores liderados por Angela Merkel con los que gobiernan en conjunto. Entre quienes forman parte de la lista, están el dirigente platense Emiliano Fernández, el dirigente de Entre Ríos Juan Carlos Meillard, el dirigente tucumano Facundo Toscano y la cordobesa María Maldonado Vélez.

 

Por otro lado, está el sector interno liderado por el ex gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti, quien llamó a la unidad en los últimos días aunque había dejado la puerta abierta para presentar su propia lista. Por el momento no ha realizado ninguna presentación.

 

Al respecto, la actual secretaria general del Partido Socialista, Mónica Fein, (Socialismo en Movimiento) señaló que «buscamos renovar el @ps_argentina para trabajar por un socialismo en movimiento, autónomo y federal, que convoque a las argentinas y argentinos a participar de una alternativa para resolver las inequidades que se vienen profundizando desde hace décadas en nuestro país».

 

«Queremos un socialismo en movimiento amplio y diverso, que rescate el legado de Juan B. Justo, Alicia Moreau, Alfredo Palacios, Guillermo Estévez Boero, Alfredo Bravo y Hermes Binner, para ofrecer un futuro mejor a la Argentina con participación, solidaridad y transparencia», señaló Fein.

 

Un quinto espacio

 

Además de los cuatro espacios mencionados con anterioridad, dentro del Partido Socialista hay una quinta fuerza de «Socialistas Autoconvocados», quienes vienen bregando hace más de un año por un partido más democrático y a la izquierda, que está en contra de cualquier acuerdo con Juntos por el Cambio o el Frente de Todos, e incluso también con Consenso Federal.


© Publicado el martes 09/02/2021 por el Portal Digital Red Baires, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.




sábado, 17 de abril de 2021

Copa de la Liga Profesional. Vélez Sarsfield 2 vs. Huracán 0... @dealgunamaneraok...


Vélez le ganó a Huracán y se corta en la cima de la Zona 2… 


El Fortín se impuso de local ante el Globo, por 2 a 0, en el encuentro de la fecha 10 de la Copa de la Liga Profesional, para continuar en lo más alto de su grupo en soledad. 

Los goles de Vélez fueron anotados por Federico Mancuello (2m ST) y Juan Lucero (50m ST); Huracán sufrió la expulsión de Iván Erquiaga (21m ST).

Los de Liniers se adueñaron de la pelota desde el comienzo haciéndola circular con buen criterio pero con escasa profundidad, ante el despliegue de los adversarios que presionaron en todos los sectores.

Esa presión a Huracán de poco le sirvió porque al recuperar el balón mostró imprecisión en los pases para generar el juego ofensivo.

Pese a eso fue el primero en tener una ocasión para desequilibrar por una jugada surgida de un saque lateral que la culminó Cristian Nuñez, con un remate bajo al caño izquierdo del arco de Lucas Hoyos, que logró cubrir el tiro con un desvío al córner (21m).

Esa resultó la única llegada peligrosa del 'Globo', que fue perdiendo efectividad con la presión que trató de ejercer.

En cambio, los del 'Fortín' fueron creciendo en su idea, siempre con la pelota al pie, y dentro de lo flojo de las acciones desarrolladas en el primera etapa, contaron con un par de situaciones para llegar al gol.

En ambas el protagonista resultó Thiago Almada. En la primera, en rauda carrera por izquierda superó a dos rivales y el remate final, rasante y cruzado, lo alcanzó a desviar Sebastián Meza (27m).

Luego, puso un pase entre líneas para Cristian Tarragona, que no alcanzó a definir por un rebote que le cayó a Luca Orellano, cuyo tiro salió 'besando' el caño derecho de la valla visitante.

Dentro de esas características del primer capítulo, apenas comenzado el segundo, se produjo la apertura por la manera más previsible: una jugada de pelota detenida.

Claudio Yacob le cometió una falta cerca de su área a Almada, que iba a entrar con amplia chance de gol, y el tiro libre lo aprovechó Federico Mancuello para convertir un golazo, enviando el tiro al ángulo derecho del arco de Meza, que nada pudo hacer pese a su esfuerzo (2m).

De ese modo, el ex volante de Independiente logró marcar su primer gol con la camiseta de la 'V' azulada, después de 30 partidos jugados.

Así, Huracán se vio obligado a cambiar su postura para procurar la igualdad y el juego cobró mayor intensidad.

No sólo cambió de actitud la visita sino también de jugadores, entre ellos Norberto Briasco, que ingresó por Juan Garro y pronto estuvo cerca de marcar el empate, con un remate de media distancia que se estrelló en el travesaño (21m).

En la jugada siguiente, los de Parque Patricios se quedaron con un jugador menos por la expulsión de Iván Erquiaga, por un planchazo al también ingresado en Vélez Agustín Mulet.

Posteriormente, Meza evitó que el local aumentara la ventaja al cubrir con solvencia un mano a mano ante Almada, el más desequilibrante del partido.

Al final, con Huracán jugado todo al ataque, hasta con el arquero Meza ante un tiro de esquina a favor, culminó con el despeje y la réplica de Vélez, generando la escapada del ingresado Lucero para marcar el segundo gol velezano (50 min).

Victoria justificada para los conducidos por Mauricio Pellegrino por ser más efectivos y por su orden táctico, más allá que preservaron energías para el compromiso del próximo martes, en que recibirán a Flamengo por la primera fecha del grupo G de la Copa Libertadores.

Por la undécima fecha, Vélez visitará a Lanús, el domingo 25; y Huracán recibirá a Boca Juniors, el sábado 24.

Síntesis

Vélez Sarsfield 2  

Lucas Hoyos; Tomás Guidara, Lautaro Giannetti, Luis Abram y Francisco Ortega; Santiago Cáseres y Federico Mancuello; Luca Orellano, Thiago Almada y Ricardo Centurión; Cristian Tarragona. DT: Mauricio Pellegrino.

Huracán 0  

Sebastián Meza; Ezequiel Bonifacio, Renato Civelli, Lucas Merolla e Iván Erquiaga; Esteban Rolón, Claudio Yacob y Franco Cristaldo; Cristian Nuñez, Juan Garro y Nicolás Cordero. DT: Martín Cicotello.

Goles en el segundo tiempo: 2m Mancuello (VS); y 50m Lucero (VS).

Cambios en el segundo tiempo: 14m Santiago Hezze por Cristaldo; y Norberto Briasco por Garro (H); 17m Pablo Galdames por Cáseres; y Agustín Mulet por Mancuello (VS); 28m Walter Pérez por Cordero; y Francisco Ramírez por Nuñez (H); 32m Agustín Bouzat por Orellano; y Lucas Janson por Centurion (VS); 33m Andrés Chávez por Rolón (H); y 39m Juan Martín Lucero por Tarragona (VS).

Incidencia: A los 21m ST fue expulsado Erquiaga (H) por juego brusco.

Amonestados: Bouzat (desde el banco de suplentes), Mancuello (VS). Yacob, Rolón, Pérez (H).

Árbitro: Ariel Penel.

Estadio: José Amalfitani (Vélez Sarsfield).




Video ESPN.