domingo, 4 de octubre de 2020

Crisis de Confianza. La vida te da sorpresas… @dealgunamanera...

 Crisis de Confianza. La vida te da sorpresas…

 

"Algo personal."... (JMS) Carlos Rosenkrantz. Dibujo: Pablo Temes.  

Regla de la política: si un gobierno tiene que enmendar las medidas que adopta es porque algo no está andando bien.

 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 03/10/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


El Gobierno estaba convencido de que la Corte Suprema le daría la espalda a los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli en su queja por su arbitrario y burdo desplazamiento de las causas que comprometen seriamente a Cristina Fernández de Kirchner.

 

Por eso la sorpresa –y el enojo– fueron mayúsculos cuando a primera hora de la tarde del martes se conoció la decisión del cuerpo de conceder el per saltum y dar así curso a la queja de los magistrados. En verdad el cachetazo para el oficialismo no fue sólo el pronunciamiento de la Corte sino el hecho de que el fallo fue aprobado en forma unánime. “No fue Rosenkrantz; fueron todos”, señaló una fuente judicial que sigue no sin un cierto azoro las bravuconadas de Alberto Fernández contra el presidente del tribunal supremo.

 

Quien no se quedó callada –presa de la furia que es una norma en su vida– la ex presidenta en funciones le ordenó al viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, salir a despotricar contra el fallo. Puestos a analizar sus dichos, sorprendió la pobreza de fundamentos con los que acometió la tarea. Igual criterio vale para las críticas que poco después desparramó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. En ambos abundaron las frases hechas y la escasez de argumentos jurídicos. Más allá de estas apariciones anecdóticas, cerca del oficialismo aseguran que “no tiene sentido discutir ideas ni volver sobre el tema porque en caso de no lograr sus objetivos, la derrota política sería mayor”.

 

Nadie puede hacer futurología pero una fuente que repasó el accionar del máximo tribunal sostiene que fueron muy pocas las veces en las que el cuerpo aceptó un recurso semejante: “no veo probable que, una vez cursado el per saltum, le den la espalda a los jueces que lo solicitaron” -arriesgó-. En esa dirección opinó un ex fiscal que conoce los detalles de la causa: “se trata de una cuestión de puro derecho. No hay elementos probatorios que analizar; no hay un entramado complejo. Desde lo estrictamente jurídico el margen para la sorpresa es cero, más aún, teniendo en cuenta que la Corte cuenta con jurisprudencia propia respecto del traslado de jueces siempre y cuando se trate de la misma jerarquía y jurisdicción”.

 

En ese sentido la ex presidenta en funciones parece no tener principio de respeto por los actos propios ya que en 2010, mediante un decreto suyo -y la recomendación del Consejo- Pablo Bertuzzi pasó del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata al Tribunal Oral Federal N° 4 porteño. Y ese no es el único caso de traslados de magistrados que se produjo durante el kirchnerato. La contradicción es la esencia de CFK: un día dice una cosa y, al siguiente, otra absolutamente distinta. Hay que reconocer que en su largo caminar ha cosechado discípulos en esto de contradecirse a sí mismo. De entre ellos, hoy en día hay dos que sobresalen con nitidez: Alberto Fernández y Sergio Massa.

 

Presidente-empresarios. Los líderes de las principales empresas de la Argentina se entrevistaron en los últimos días con el presidente Alberto Fernández. En algunos casos trabajaron en conjunto los anuncios del último jueves, en otros el diálogo fue tenso y en términos muy duros. “La rebaja impositiva y el resto del paquete de medidas es escaso e insuficiente” -sentenció un hombre de negocios del sector agropecuario-. Sin embargo subrayó que “por primera vez un gobierno peronista reconoce que bajando las retenciones va a tener un mayor ingreso de divisas derivado del aumento de las exportaciones”.

 

Más allá de las definiciones que atañen a cada sector, un tema común sobrevoló las reuniones: la crisis de confianza. “No se puede construir nada en medio del vaivén entre los extremos. De un lado un presidente que dice apostar a la moderación y, del otro, su vicepresidenta que presiona a la justicia para que las causas que le molestan no continúen su curso. También podría mencionar allegados a ambos que defienden la dictadura venezolana” -sostuvo otro empresario-.  

 

No es un dato menor que el empresariado se haya animado a expresar con semejante franqueza. En esas arenas se prefiere la línea moderada y la historia ha demostrado que pocas veces se ha animado a tomar el toro por las astas. “Los empresarios siempre somos oficialistas”, fue una conocida frase que solía decir sin ruborizarse Franco Macri y que aplicó a rajatabla durante su vida. Sin embargo, parece que en los últimos encuentros se ha verificado una excepción a la regla. Los que conocen el tenor de la conversación entre los hombres de negocios y el presidente aseguran que, por momentos, los términos fueron durísimos:

 

–Se lo dijimos en la cara. A mayor radicalización mayor pérdida de confianza. Así no vemos una salida” -recreó uno de los asistentes momentos de la charla con el Dr. Fernández-.

 

– ¿Qué les respondió Alberto Fernández?

 

–Fue notable verlo al Presidente quedarse callado, hacer una pausa y luego de unos segundos, decir que él cree en el diálogo y la moderación. El problema es que eso no se ve reflejado en los hechos y es ahí cuando se cae toda esperanza de un cambio de dirección. Es duro decirlo pero parece que el poder pasa por otro lado– dijo con cara de preocupación el empresario.

 

Así como ha debido hacerlo con otros interlocutores, AF debió aclarar que el presidente es él y que es él quien toma las decisiones de gobierno. Sin embargo, casi nadie le cree. ¿Se dará cuenta?

 

Hay una regla de la política que se cumple sin excepciones: cuando un gobierno tiene que estar enmendando las medidas que adopta es porque algo no anda bien. Eso es lo que le está pasando a la administración del presidente Fernández. En los últimos veinte días se han lanzado dos paquetes de medidas económicas. El primero fracasó y hubo necesidad de un segundo, que fue el que se conoció el jueves pasado. La trama del anuncio muestra que se discutió bastante sobre si la comunicación debía ser hecha por el presidente o no. Con buen tino, algún asesor desaconsejó tajantemente esa posibilidad. “No se puede exponer al presidente a otro fracaso’, sentenció.

 

Su principal problema tiene nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner. Y eso es insolucionable. Es como dice la canción de Joan Manuel Serrat: “Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio”.







Escándalos. Del diputrucho al pornogate… @dealgunamanera…

 Escándalos. Del diputrucho al pornogate…

 

Diputado Esteban Bullrich y Presidente cámara diputados Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes.   


Lo que pasó en la sesión virtual expone el franco deterioro de la política local. ¿Cuántos otros Ameri hay? Muchos.
 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/09/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Se llamó diputrucho a Juan Kenan, un asesor del entonces diputado Juan Manuel Samid, hermano de Alberto Samid. En la sesión del 26 de marzo de 1992, Kennan ocupó una banca y le posibilitó al Partido Justicialista la obtención de quórum para una sesión clave en la que se aprobó el marco regulatorio para la privatización de la empresa Gas del Estado impulsada por el entonces presidente Carlos Menem.  

 

Desde aquel episodio hasta el protagonizado por el ahora ex diputado Juan Ameri han pasado –al día de hoy– 28 años, 6 meses y un día. Han sido 28 años, 6 meses y un día de un paulatino e imparable deterioro político de la Argentina acompañado por sus deletéreas consecuencias institucionales, sociales y económicas.

 

El caso del ex diputado Ameri deja al desnudo una vez más no solo la turbia trama de la confección de las listas de legisladores sino también –y fundamentalmente– la concepción de la actividad política como medio destinado al logro del enriquecimiento de quien la desarrolla. Salen a la luz hechos de la vida de Ameri que lo deberían haber dejado fuera de cualquier candidatura.

 

“Quiero hablar con mi referente político y ver cuáles son los pasos a seguir”,  fue su primera respuesta ante el pedido de renuncia que bajó inmediatamente desde la Cámara. ¿Quién es ese referente que, sin duda, fue clave para que Ameri ocupara una banca?

 

De no haber ocurrido este episodio seguramente nadie hubiese sabido nada de este individuo que además no tenía la más mínima idea de lo que se estaba tratando en la sesión del jueves.  

 

El caso tiene el valor de exponer una situación de franco deterioro de la política vernácula. ¿Cuántos otros Ameri hay? es la pregunta que tiene una respuesta simple: muchos. Hace tan solo tres semanas el vicepresidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Luis Piquilman, fue demorado cuando llevaba gente a la toma ilegal de tierras en Villa Mascardi por parte de la comunidad Lafken Winkul Mapu.

 

En las elecciones del año pasado, un integrante de la lista de concejales del oficialismo en Tafí del Valle, Agustín Tolaba, tuvo que bajar su candidatura cuando, preguntado sobre sus propuestas electorales, dijo muy suelto de cuerpo “sigamos robando y que siga la droga”.

 

Hay que recordar que José Alperovich, sobre quien pesa una grave denuncia de abuso sexual por parte de su sobrina, sigue ocupando su banca sin que haya habido por parte del Frente de Todos el más mínimo atisbo para expulsarlo del cuerpo. ¿Habrían hecho lo mismo si el denunciado hubiese sido un legislador de Juntos por el Cambio?

 

Por si no queda claro: lo de Ameri fue un escándalo; lo de Alperovich, en cambio, un delito.

 

¿Habría permanecido el oficialismo silente si el tuit que con lenguaje vulgar le dedicó Aníbal Fernández a la diputada Paula Olivetto –“prefiero un diputado calentón a una diputada mala leche”– si hubiese provenido de un miembro de la oposición?

 

Con todo, el episodio del ex diputado Ameri no fue el único escándalo ocurrido en la bochornosa sesión de la Cámara baja del jueves pasado que duró hasta las cuatro de la mañana del viernes. Otro hecho grave ocurrió cuando se iba a votar el proyecto que deja fuera de las ayudas económicas provenientes del Estado a las empresas que tienen domicilio en paraísos fiscales. 


Fue entonces cuando el diputado por Consenso Federal Jorge Sarghini advirtió que su par por el oficialismo, Carlos Heller, había introducido una modificación inconsulta y no contemplada en el despacho de comisión: “Hoy que estamos obligados a demostrar más que nunca que los que trabajamos, trabajamos en serio, cómo podemos ser llevados por delante de esta manera. Por favor, reflexionen y actúen correctamente”.

 

Lo sucedido no fue un accidente: lo mismo pasó cuando se trató en el Senado el proyecto de la reforma judicial. A la hora de votarlo, aparecieron modificaciones que no figuraban en el texto sobre el que se había desarrollado el debate, hecho que advirtió y denunció el senador Martín Lousteau. Así es como actúa el Frente de Todos. ¿Dónde están los consensos acerca de los que habla Alberto Fernández?

 

Por los pasillos del poder. La ex presidenta en funciones no hace nada para ocultar su fastidio por la gestión del presidente formal. En la reunión que tuvieron el Día de la Primavera en la residencia de Olivos a la hora en que caía la tarde, el humor de CFK no era bueno. Esto no representa ninguna novedad, solo que el motivo de su enfado era incómodo para AF. 


Las críticas de la vicepresidenta hacia la gestión de gobierno vienen siendo duras y sostenidas. El centro de la discusión fueron los resultados negativos que produjeron las medidas económicas implementadas hace ya casi dos semanas. No es que no las comparta sino que adjudica sus resultados negativos a una mala implementación y a una mala comunicación.

 

Los blancos principales de sus diatribas fueron el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. A esta altura, la ex presidenta en funciones considera que es indispensable un cambio de elenco dentro del gabinete que eyecte de sus poltronas a esos tres funcionarios y a otros. En la categoría otros están el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la ministra de Justicia, Marcela Losardo. Alberto Fernández trató como pudo de defenderlos a todos. No le fue bien.

 

Quien internamente tampoco se muestra elogioso en sus comentarios hacia la gestión presidencial es Máximo Kirchner.

 

Por todo esto es que la subordinación del presidente formal a la ex presidenta en funciones se hace cada vez más evidente. Solo así se entiende el nivel de las declaraciones que el Dr. Fernández realizó el viernes en la entrevista que le concedió a Radio 10 en la que atacó frontalmente a la Corte Suprema. Curiosa la crítica que le hizo al objetar el tratamiento que el cuerpo hará del caso de los jueces Pablo Bertuzzi,

 

Leopoldo Bruglia y Germán Castelli, desplazados de sus cargos por el Senado en un tratamiento exprés.  El tono amenazante del presidente formal distó de ser el esperable de un profesor de Derecho. Al Dr. Fernández le asiste la facultad de criticar el eventual fallo que emane de ese tribunal, pero no el de erigirse en el censor de sus tiempos y de sus decisiones. Parece que olvidó que el Poder Judicial es independiente del Poder Ejecutivo. ¿Habrá que recordarle lo que dice la Constitución a la que juró observar y hacer observar?






sábado, 26 de septiembre de 2020

Datos oficiales: entre los años 2015 y 2019 cerraron 24.537 empresas Pymes… @dealgunamanera...

Datos oficiales: en la "era Macri" cerraron casi 25.000 empresas Pymes…


Según la información difundida por la AFIP, en 2019 bajaron las persianas 11.700 compañías que tenían contratados hasta 10 trabajadores.

© Publicado el lunes 20/01/2020 por el Portal iProfesional  de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Entre 2015 y 2019, durante la gestión de Mauricio Macri, cerraron 24.537 pequeñas y medianas empresas (Pymes) en la Argentina. 

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) revela que los empleadores con hasta 10 trabajadores explican el 91% del total de empresas afectadas por la crisis. 

La información oficial de la AFIP muestra que en diciembre de 2019 el total de empleadores alcanzó a 544.200. Es una caída interanual de 2,1% que equivale a 11.700 empleadores menos respecto a finales de 2018. 

Con relación a diciembre 2015, cuando se registraron 568.737, la contracción asciende hasta el 4,3% que representa 24.537 empleadores menos en cuatro años. 

Esa caída de empresas tuvo dos momentos: durante 2016 y 2017 hubo una reducción de casi 3.000 empleadores, para desplomarse en los dos años siguientes de la mano de la mayor recesión, el incremento de los costos financieros, a pesar de la caída de los costos laborales ya que bajó el salario real y se aplicó una reducción de las contribuciones patronales a la Seguridad Social, describió Clarín. 

En 2019 la cantidad de empleadores en la provincia de Buenos Aires se redujo en 4.100, seguida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde se contabilizaron 1.900 empleadores menos que un año atrás. 

En Santa Fe, la merma ascendió a 1100 empleadores. Las mayores variaciones interanuales fueron en La Rioja (-5,6%), Santiago del Estero (-4,4%), Catamarca (-4,4%) y Tierra del Fuego (-4,3%). 

Respecto a diciembre 2015, Buenos Aires 8.900 empleadores menos, Ciudad Autónoma de Buenos Aires 4.100 empleadores menos y Santa Fe con una disminución de 2.700 empleadores. En términos relativos, Santa Cruz presentó una variación interanual negativa de 12,4%, Tierra del Fuego de 9,8% y Catamarca del 8,2%. 

24.537 PYMES cerraron entre los años 2015 y 2019.

 


Cuando nos angustiemos por las empresas que se van de Argentina, leamos este listado de sólo 50 de esas empresas y reflexionemos al respecto…
 

🔴En julio de 2016 Massalin Particulares cerró su fábrica en Tucumán.
🔴En septiembre 2016 Yovilar cerró la planta que producía aceitunas en La Rioja.
🔴En noviembre cerró la textil Guilford en Comodoro Rivadavia, 200 despidos.
🔴En enero de 2017 Alpargatas decidió cerrar su fábrica de Florencio Varela. En los siguientes dos años y medio se deshizo de ocho de sus nueve plantas, pasando de tener casi 4000 empleados apenas 700.
🔴También en enero de 2017 Banghó cerró su fábrica de computadoras de Vicente López, la que habían inaugurado en 2011. La empresa pasó de 1000 empleados a 400.
🔴Ese mismo mes cerró Cerámica San Lorenzo en San Luis.
🔴En febrero de 2017 Pampero cerró su planta textil en Chaco,
🔴La Serenísima cerró su planta en Rufino y
🔴Puma cerró su planta en Sanagasta. 

🔴En marzo Atanor cerró sus plantas de Baradero y Munro.
🔴En abril la quesera Magnasco en Santa Fe.
🔴En febrero de 2017 Pampero cerró su planta textil en Chaco.
🔴En julio de 2017 cerró la fábrica de fideos Manera, de Bahía Blanca, que llevaba 90 años de producción.
🔴En agosto cerró la autopartista Plascar, de Córdoba, despidiendo a sus 250 trabajadores.
🔴En septiembre de 2017 el grupo multinacional Aliaxis se va de la Argentina cerrando su fábrica de tubos de plástico Nicoll Eterplast, que se encontraba en La Tablada y empleaba a casi 200 operarios.
🔴Ese mismo mes Adidas efectuó 124 despidos en su planta de Esteban Echeverría.
🔴En octubre de 2017 cerró la textil Rolmen.
🔴En noviembre la química alemana Lanxess cerró su planta en Zárate,
🔴La Serenísima su planta de Las Varillas (Córdoba).
🔴En enero de 2018 cerraron la planta de Ilolay en Santa Fe y
🔴la fábrica de plásticos Bopp en Campana.
🔴En febrero de 2018 BGH cerró su planta de Tucumán y
🔴Dulcor su planta aceitunera en Catamarca.
🔴Ese mismo mes cerró la histórica fábrica de medias Ciudadela, que funcionaba desde 1949,
🔴y el gobierno nacional cerró Fanazul, la planta de Fabricaciones Militares en Azul.
🔴En marzo de 2018 la química Room and Haas, de la estadounidense The Dow Chemical Company, cerró su planta en Zárate, mientras que
🔴En Catamarca cerraba la tradicional fábrica Barbero, con más de tres décadas de historia.
🔴En abril de 2018 Carrefour inició un proceso que derivó en el cierre de varias sucursales y cientos de despidos en los siguientes meses.
🔴También en abril cerró la fábrica de electrodomésticos Mabe, en Haedo, dejando caso 200 trabajadores en la calle.
🔴En mayo de 2018 Mirgor cerró una de sus fábricas de celulares en Tierra del Fuego, mientras que
🔴En San Luis Cannon Puntana despidió a 100 de sus 130 empleados.
🔴En junio cerró la panificadora Maitén, de Chacabuco, proveedora de Don Satur.
🔴En julio de 2018 cerró la fábrica de plásticos Chemton en Moreno.
🔴En agosto la planta de Adidas en Esteban Echeverría, donde sólo quedaban 47 obreros de los 600 que tenía en 2016.
🔴También en agosto, el gobierno nacional echó a 101 trabajadores de las fábricas militares de Córdoba.
🔴En septiembre de 2018 Freddo cerró su fábrica de helados para "reconvertir el negocio".
🔴En octubre Renault cerró Metalúrgica Tandil y despidió a más de 100 empleados, y
🔴Canale cerró su planta en Llavallol, que tiempo después sería reabierta por sus trabajadores como cooperativa.
🔴En noviembre de 2018 Acindar cerró su planta en Rosario, despidiendo a todos los trabajadores que quedaban,
🔴La brasileña Paquetá cerró su planta en Chivilcoy, donde fabricaba Adidas y trabajaban casi 400 personas,
🔴Eyelit cerró su planta en Catamarca

🔴Sancor en Bahía Blanca.
🔴En abril de 2019 cerraron la planta de biodisel de Viluco, en Santiago del Estero,
🔴La fábrica de envases de plástico Consevik, en el Parque Industrial Pilar.

🔴La textil Alter Saic, en Chubut. Otros 400 despidos en total.
🔴En mayo de 2019 Arcor cerró una de las plantas de La Campagnola en Mendoza,
🔴La italiana Brembo cerró su fábrica de frenos en Barracas. Brembo a su vez le proveía a Ford para el Focus, que dejó de producirse en la planta de Pacheco. Otros 300 despidos.
🔴En junio de 2019 el fabricante de motos Zanella cerró su planta en Mar del Plata,
🔴Puma cerró su planta en Chilecito. 

🔴En Catamarca cerró la planta de Finpak, que producía termotanques para la marca Rheem.

 

Estas son sólo 50 de las empresas que se fueron o cerraron sus puertas entre los años 2015 y 2019, sin mencionar la infinidad de suspensiones, vacaciones adelantadas, reducciones de turno y otras formas de ajuste.

 

Sería bueno que en vez de dedicarse a agitar noticias falsas, la gente que gobernó en ese período, hiciera algún tipo de autocrítica, porque sin ninguna crisis global ni nada parecido fueron responsables del proceso de destrucción de la producción y el empleo más fulminante de la historia argentina.





domingo, 20 de septiembre de 2020

"Aduana, Corrupción y Contrabando"... @dealgunamanera...

Enrique Vázquez: «Los Kirchner usaban la aduana para contrabandear el dinero del petróleo y el gas que nos vendía Venezuela» 

                             Enrique Vázquez

El periodista que escribió el libro «Aduana. Corrupción y Contrabando» contó detalles en la 99.9 de la investigación que realizó. Además, señaló que en la actualidad sigue funcionando de la misma manera: «La Aduana se ha convertido en una entidad corrupta y corruptora».  

© Publicado el lunes 27/08/2018 por Noticias y Protagonistas de la Ciudad de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Los negociados y coimas en torno a la obra pública que explotaron mediáticamente con la aparición de los cuadernos de Oscar Centeno, tienen otro capítulo que todavía no se ha abordado: la Aduana. El periodista Enrique Vázquez es el encargado de escribir el libro «Agenda. Corrupción y Contrabando» y habló en la 99.9 sobre los negocios que existieron en los últimos años.

«No hay que circunscribirlo sólo al gobierno de los Kirchner, pero sin dudas se agravó porque inventaron una mega piñata para contrabandear el dinero que se obtenía del petróleo y el gas que nos vendía Hugo Chávez a precio de oro. Eso se llamó fideicomiso donde Olazagasti cumplió un rol importante. De ser un chico muy pobre en Villa Lugano pasó a ser un tipo con una mansión en Nordelta donde conoció a un clan de empresarios, los Levy que hicieron muchos negocios con Venezuela», explicó primeramente.

El modo de hacer negocios con el gobierno de Chávez, era venderles todo lo que encontraban: «los Levy destrozaron a la competencia porque importaron de China los receptores de TDA (Televisión Digital Abierta) y se lo vendían a Venezuela, muchas veces ni siquiera pasaban por la Aduana Argentina y cobraban el reembolso a la exportación de bienes industrializados. El estado les pagaba un reembolso por un bien manufacturado que no era argentino, sino de China», comentó sobre uno de los increíbles sistemas que utilizaban. 

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© F.M. 99.9 MAR DEL PLATA 

No se llega a tomar una verdadera conciencia de la situación, pero se ha ido mucho dinero a través de la Aduana que hoy permitiría al país tener una riqueza singular: «los delitos económicos son penados de una forma muy benigna. La Aduana se ha convertido en una entidad corrupta y corruptora. Si la Aduana no fuera tan corrupta, Argentina podría ser tan rica como en 1910»aseguró el periodista.

En cuanto al control en la actualidad de la Aduana, aseguró que nada ha cambiado: «Macri nombró a un carapintada que lo primero que hizo fue sentarse a conversar con el principal contrabandista argentino que es Waldemar Barreiro Laborda. Estaban maquinando un proyecto para sacar contenedores del puerto que nadie sabe cuántos son ni que hay adentro. Cada contenedor promedia dentro medio millón de dólares de mercadería», concluyó.




Doble comando. Ex presidenta en funciones… @dealgunamanera...

Doble comando. Ex presidenta en funciones… 

Banco central, Miguel Pesce. Dibujo: Pablo Temes 

Hoy la vice subordina la gestión gubernamental a sus intereses y necesidades. El presidente formal es quien los instrumenta. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 19 de Septiembre de 2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


En la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner existió, durante el tiempo en que vivió su esposo, una indiscutible situación de doble comando. Era sabido por todos los que formaron parte de esa administración que era Néstor Kirchner el que trazaba los objetivos de ese gobierno y los instrumentos destinados a lograrlos.
 

El rol de la presidenta era el de ejecutora de esas decisiones. Así fue como se acuñó desde esta columna el término de “ex presidente en funciones”, que reflejaba con precisión el papel protagónico del Dr. Kirchner y describía lo que, en la práctica y con todas las letras, era la existencia de un gobierno bicéfalo. El Dr. Alberto Fernández –en su condición de jefe de Gabinete– fue testigo directo de aquella situación que muchas veces le generó incomodidad.   

  

Revival. Como una muestra más de una Argentina condenada a repetir su pasado, asistimos en estos días a un inquietante revival de esa circunstancia siempre compleja. Hay hoy una vicepresidenta que asume el papel de una verdadera “ex presidenta en funciones”, que subordina los lineamientos de la gestión gubernamental a sus intereses y necesidades, y un presidente formal que las instrumenta.

 

Como ideóloga de este gobierno –la candidatura presidencial de Alberto Fernández le pertenece–, CFK llegó al poder con tres objetivos esenciales: impunidad, venganza y la consolidación de su proyecto político.   

 

Esta semana hubo dos medidas que reflejaron con claridad la implacabilidad con la cual se va articulando la implementación de ese plan: la primera –en busca de impunidad– fue la remoción de los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli; la segunda –a modo de venganza–, la profundización del recorte de los fondos coparticipables a la Ciudad de Buenos Aires, una medida que busca perjudicar la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y dañar sus eventuales chances electorales futuras.

 

Por los despachos de los jueces trasladados circulaba, entre otras, la causa de “los cuadernos de Oscar Centeno” que complica a la vicepresidenta así como también a muchos ex funcionarios de su gobierno y a importantes empresarios.

 

El recorte de fondos a la Capital Federal y su reasignación a la provincia de Buenos Aires busca darle aire a la gestión de Axel Kicillof, cada vez menos querido por los intendentes peronistas, hecho fundamental para el proyecto de permanencia en el poder de CFK.

 

Sembrando vientos.  “Hay un problema más político que económico, de falta de conducción. No es que no hay un plan, sino demasiadas ideas y no hay unidad de criterio”, decía una voz kirchnerista que se quejaba además por la falta absoluta de articulación entre los ministerios y las secretarías del gabinete nacional. Nada que sorprenda ya que, en el reparto del poder entre CFK y Alberto Fernández, hubo un loteo: A los ministros los nombró el Presidente y a las segundas líneas, la vicepresidenta.  

 

En todos los pasillos del Gobierno se conocen los enojos manifiestos de CFK por causa de la forma como AF está llevando adelante la gestión. El mensaje de Eduardo Duhalde  –“el Presidente está grogui, como lo estuvo De la Rúa y como lo estuve yo durante varios meses de mi presidencia”–, que produjo impacto y mucho enojo en la Casa Rosada, no fue casual. Uno de los tantos personajes que pululan por el universo K, quien suele reunirse no menos de dos veces por semana con la vicepresidenta, afirmó que está inquieta por la desvaída gestión presidencial y “no se va a inmolar con Alberto” (sic).

 

La asignación directa a Kicillof de los fondos quitados a la Ciudad de Buenos Aires generó malestar en los gobernadores del peronismo. Ellos habían recibido promesas de dineros que no llegaron. Por eso están molestos. Por eso ahora salen con esta idea de sacarle más fondos a Capital. Fue todo para Kicillof y ellos también querían recursos. Hay una tensión latente que, a causa de la pandemia y porque gobierna el peronismo, no estalla. Quien está a cargo de instrumentar este “nuevo federalismo” es Silvina Batakis, funcionaria ultra K que supo ser ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Daniel Scioli.

 

El impuesto PAIS no se coparticipa, la emisión monetaria que es más grande que la masa coparticipable, tampoco. Los gobernadores tienen mucho oficio y avidez de fondos para hacer lo que quieran.

 

Por eso el Presidente debió improvisar su discurso en la provincia de San Juan prometiendo una discusión a futuro sobre la coparticipación federal.

 

En tanto, las medidas económicas adoptadas por el Gobierno auguran males mayores. Hay un problema político severo que daña la credibilidad del Gobierno. Esto explica por qué, habiendo logrado una renegociación exitosa de la deuda con los acreedores privados, no hubo ninguna reacción positiva de la economía.

 

La gente sale a comprar dólares cuando ve que en el futuro todo es incertidumbre.

 

La manera cómo se adoptó la medida habla de las pujas internas entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce.  

 

Pesce ofreció su renuncia si no se tomaba alguna resolución que frenara la salida de dólares. Dijo que no iba a cuidar una caja que quedaba vacía. Y se tomó esta decisión de profundizar el cepo.

 

El ministro Guzmán quedó expuesto para afuera con las declaraciones que dio el domingo que iban en sentido absolutamente contrario del que se tomó. Él no estaba de acuerdo. La última palabra la tuvo el Presidente, que medió y se inclinó por esta medida que no tuvo las repercusiones esperadas: el Banco Central sigue perdiendo dólares.  

 

Lo que es cierto es que para cambiar el flujo de dólares, que en lugar de seguir saliendo, frene, y que el superávit comercial quede en las reservas del Banco Central, hay que dar señales que generen confianza. Pero, si al campo se le pide que liquide la soja y se le paga un dólar de 50 pesos, no hay posibilidad de nada. Los productores ahorrarán en soja y seguirán faltando dólares. La inconsistencia macroeconómica se agrava. Con esto no se ordena nada.

 

El anecdotario referido de las contradicciones de Alberto Fernández respecto del cepo fue profuso en la semana. Sus declaraciones del pasado reciente criticando duramente tanto el cepo de CFK como el de Macri produjeron en algunos asombro. En realidad, ya nadie debería sorprenderse de escuchar estas volteretas del Presidente. El poder produce estas cosas de las que seguramente habrá más –muchas más– a lo largo de este gobierno.