Maremoto...
El reposo del guerrero. Pablo Temes
Al Gobierno le pega la
pobreza y la defección de su rival favorito.
La alimentación, además, es otro factor clave en el desarrollo madurativo del cerebro de las personas en sus primeros años de vida. Una alimentación deficiente en proteínas e incompleta en aportes vitamínicos altera esa maduración neurológica fundamental para el desarrollo de las capacidades intelectuales de un individuo.
La Argentina de hoy se ha convertido en una verdadera fábrica de pobres.
Así
las cosas, la Argentina de hoy en día se ha transformado en una verdadera
fábrica de pobres. Para emitir tal aseveración no hace falta recurrir a las
cifras del Indec: Se lo aprecia con solo caminar las calles de cada una de las
ciudades y pueblos del país. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no es la
excepción. La cantidad de gente que vive y/o duerme en la calle ha aumentado.
El viernes por la madrugada murió una beba de 3 meses en las puertas de la Casa Rosada.
Vivía con su familia en situación de calle. La tragedia social, el dolor propio
y ajeno están hoy a la vista de todos. El número de concurrentes que asisten a
comedores comunitarios crece a diario, así como la cifra de personas que
supieron pertenecer a la clase media y que han perdido todo y hoy han tenido
que ir a vivir a villas de emergencia. Al recorrer las calles de la ciudad, es
notable la cantidad de gente que habla sola y deambula sin un lugar cierto a
donde ir.
Tampoco fue la oposición una fuente de creación de prosperidad y movilidad social ascendente. ¿Y entonces? Esa es la pregunta que deberían hacerse hoy en día todos los que aspiran a ser gobierno en el futuro. Y, de lo que se ve, se lee y se escucha, esa pregunta está ausente del debate público de todos los que aspiran al sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre de este año.
Crece la cifra de quienes pertenecieron a la clase media y hoy han perdido todo.
El renunciamiento del expresidente Mauricio Macri no tuvo –hasta el momento– el efecto ordenador que se esperaba en la interna del PRO y de todo Juntos por el Cambio. Lo que sucede en CABA es un ejemplo gráfico de ello. El senador Martín Lousteau, que se cansó de repetir que competiría por la Ciudad, es uno de los grandes perdedores de la interna en ese distrito. Supo coquetear con Horacio Rodríguez Larreta esperando de él no se sabe qué. El alcalde porteño enfrenta demasiadas presiones y todo indica que tuvo que ceder –una vez más– a los deseos del omnipresente Mauricio Macri, que postula para el distrito a su primo Jorge. El apellido funciona muy bien de este lado de la General Paz. Atrás quedaron los experimentos electorales encarnados en los ministros porteños Fernán Quirós (Salud) y Soledad Acuña (Educación).
Donde sí ha tenido un efecto desconcertante el alejamiento del expresidente de la carrera electoral ha sido en el seno del kirchnerismo donde la pregunta que se reiteró en la semana fue: ¿y ahora qué? Sin polarización con el eterno rival, todo se torna más difícil para un gobierno que se hunde en su propio maremoto interno y arrastra consigo a toda la Argentina.