El presidente sigue desfilando sin ropas por los desvanes del poder. Su
indumentaria fue adquirida por las corporaciones locales y extranjeras para que
su desnudez sea menos evidente.
© Escrito por Jorge Elbaum el sábado 16/03/2024 y publicado por el Diario El Argentino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Repasemos: Javier Milei es el único presidente
en la historia democrática argentina que asume el poder con menos de un 20 por
ciento de legisladores propios, que carece de una estructura partidaria propia
y que no cuenta con gobernadores acólitos. Sus alianzas políticas se sustentan
en el conglomerado partidario que obtuvo el tercer puesto en las últimas
elecciones, que se encuentra hoy fragmentado. Su soporte
simbólico más compacto, sin embargo, se monta
sobre las propaladoras mediáticas y las redes sociales
que han logrado –hasta el momento– conferirle un halo de
fortaleza y seguridad útil para disimular su escasa red de
contención institucional y su endeble equilibrio psíquico.
Los titulares de los
últimos días corroboran esa hipótesis: el radicalismo entra en crisis por el
voto partido en el Senado y el pretendido superhéroe libertario vuelve a
extorsionar a la sociedad con la promesa de la dolarización. En este nuevo
capítulo, a ser sustentada por otro crédito del FMI que ya le advirtió que no
había plafón para esa política. Mientras vuelve a encaramarse en espejismos promisorios
acelera en la curva amenazando con la confrontación contra los
gobernadores. Mientras el palacio tiembla, los sindicatos empiezan a
moverse en forma descoordinada y los usuarios del transporte se miran
aterrados ante las amenazas de aumentos. La licuación de salarios y
jubilaciones comienza a hacer mella entre los propios votantes
libertarios y las derrotas políticas
siguen acumulándose en los pasillos del Congreso.
Las diferentes apuestas legislativas no encuentran apoyos
sólidos y el engranaje simbólico que lo
rodea continúa fingiendo demencia. Insisten
en disfrazar la debilidad en virtud: frente a sus votantes de
2023 se sigue explotando el imaginario de una especie
de superhéroe (Milei), encargado de combatir contra
los molinos de viento del “poder profundo” de la
política, de las castas y de los enemigos de la
prosperidad económica. Muchos de sus acólitos empiezan a dudar acerca
del tiempo disponible para evitar que se note su desnudez.
Pero esa continúa siendo su fortaleza. La fantasmagoría del
uso de un traje blindado que descree de fechas
de vencimiento. Sin embargo, en el prospecto de la historia
política se inscriben, también, los hitos de los límites, las postrimerías
y los desenlaces. La vigencia de su firmeza radica en
la paciencia –por ahora apenas alterada– de los
sectores más postergados, que fueron también parte de su sustento
electoral, luego de sufrir sendas frustraciones con Macri y Fernández. En ese
rechazo de los dos últimos gobiernos aparece una de las explicaciones de
la pasividad política actual de los opositores: en Unión por la Patria se
asume la frustración por el último cuatrienio y/o se
disimula la ingratitud hacia el último presidente, que buscó gobernar
sin quien lo instituyó como primer mandatario.
Los primeros cien días de gobierno de Milei ya han transcurrido.
En el retrovisor se acumulan las pataletas y los despidos de
colaboradores. Cada uno de los exonerados acumulan resentimientos que
fagocitan el entramado interno de las derechas más o menos libertarias. El
desorden, la impericia y la negación de la realidad se acumulan
en los pliegues de la incremental suspicacia del círculo rojo: mientras apuestan en forma denodada
al éxito del brutal ajuste se miran desconcertados ante el
peligro de su potencial desilusión. Prevén que la contracara del
Macri-Mileísmo pueda devenir en un populismo desenfrenado.
Mientras tanto, las diferentes piezas del rompecabezas social continúan su
tarea de alineación y balanceo, sin lograr compactarse. Sucede que la
especulación política apela a una temporalidad masiva: los actores políticos
consideran que hay que mirar en forma estratégica. Y que eso requiere la
paciencia de un armado aluvional. Conjeturan que la lógica de
la política ha sido cuestionada con la elección de Milei y que
su potencial revalorización solo puede provenir de una
efervescencia originada en el entramado social, tanto de los
movimientos como del espacio intersindical, acompañada de una solapada
presencia política. En lenguaje peronista: desensillar hasta que aclare.
Quizá sea este el entramado que le brinda ventajas competitivas a
Juan Grabois, quien transita un puente que va desde la dirigencia social hacia
la referencia política. Juan no puede ser acusado de “casta” por
quienes utilizaron el fracaso de Alberto Fernández para homologar
a la reacción macrista con el movimiento nacional y popular. No
fue parte del laberinto de la formalidad edulcorada de los consensos
ni se postuló a través de las buenas maneras, asociadas a
las prerrogativas de las sutiles imposturas.
Los tiempos mediatos parecen encaminarse hacia propuestas esperanzadoras, pero al mismo tiempo radicalizadas.
Parece haber quedado atrás, por lo menos parcialmente, el
consensualismo del empate suma cero, el
acomodo de la rosca y la parafernalia de la
retórica vacía. Milei desenmascara a la derecha y Grabois se
postula para ser uno de sus antagonistas. Mientras que el
presidente cabalga sobre la crueldad sacrificial de los más
vulnerables, el reservorio de lo social se prepara para dar pelea. En
apenas seis meses la ebullición será evidente. Las referencias
políticas, para ese momento, podrán recuperar algo de su autoridad
desteñida, solo si son capaces de asumir el fin de
la timidez y la moderación.
domingo, 17 de marzo de 2024
El rey está desnudo… @dealgunamaneraok...
sábado, 2 de marzo de 2024
Atlas Network, la fundación imperialista... @dealgunamaneraok...
Atlas
Network, la fundación imperialista...
El
histórico triunfo del pueblo chileno sepultando la constitución pinochetista y
construyendo la posibilidad de generar una nueva carta magna coherente con la
voluntad democrática de los chilenos y que contemple los reclamos en las
multitudinarias manifestaciones con predominio juvenil han llegado a concitar
una adhesión en el referéndum que ascendió al 78 %.
Contrariamente a esa expresión popular, en las redes sociales ocurrió algo muy diferente, predominando el apoyo a la constitución que era la herencia de la dictadura, esa situación es producto de la influencia de las fundaciones de ultra derecha chilena, la mayoría de ellas coordinada por una ONG de origen estadounidense llamada Atlas Network, esa incidencia es posible por la utilización de cuentas falsas, algunas automatizadas en un mecanismo de distorsión muy utilizado por la extrema derecha en todo el mundo.
El portal Pandemia Digital indica cuales son algunos de los integrantes en Chile de Atlas Network, entre ellos se encuentra Marcela Cubillos, ex ministra de Educación de Piñera, su padre Hernán Cubillos es miembro del Opus Dei y colaboró en el golpe de Estado contra Salvador Allende, siendo directivo del nefasto diario El Mercurio, financiado por la CIA para que desde sus páginas se alentara el golpe de Estado.
Otro
integrante de Atlas Network en Chile es Henry Boys que integra una fundación
ultracatólica que embiste de manera cotidiana contra los derechos de las
mujeres y el colectivo LGTBI, algo muy habitual en todas las organizaciones de
extrema derecha.
La administración de Trump está repleta de funcionarios vinculados a Atlas, Sebastián Gorka, el islamófobo asesor de contraterrorismo de Trump, dirigió en Hungría una fundación vinculada a Atlas.
El vicepresidente Mike Pence ha asistido a un evento de Atlas y habló muy bien del grupo, mientras que la secretaria de Educación, la empresaria Betsy DeVos integró junto a los directivos de Atlas la fundación Acton Institute, un think tank de Michigan que elabora argumentos religiosos a favor de las políticas libertarias y que ahora tiene una filial en Brasil.
En Brasil la Red Atlas financia el Movimiento Brasil Libre que participó activamente en la destitución de Dilma Rousseff, en este país Atlas Network financia a unas 30 fundaciones que dicen ser libertarias.
En Ecuador el banquero Guillermo Lasso Mendoza que se postula a la presidencia forma parte de la Red Alas a través de una fundación llamada Ecuador Libre, en su sitio en internet se puede ver un artículo titulado “El Chavo y los ricos” donde se lamenta de la “idiosincrasia latina, el odio a los ricos es muy común… El odio a los ricos y a la riqueza parece ser parte del ADN latinoamericano y contribuye enormemente al retraso de nuestros países”.
Los objetivos de Atlas Network
Esta fundación agrupa a otras ONG de todo el mundo con especial acento puesto en América Latina, siendo Brasil y Argentina donde tiene mayor influencia con 13 y 12 fundaciones respectivamente que adhieren a ella en cada uno de esos países, pero prácticamente su influencia llega a todos los países del continente.
El nombre de la red es en homenaje a la escritora Ayn Rand, autora de la novela “La liberación de Atlas”. Esta filósofa nacida en Rusia pero nacionalizada estadounidense hizo del egoísmo y el individualismo una religión, condenando en cambio todo lo que tenga que ver con el altruismo y la solidaridad.
Una de las características de esta organización es la de pretender pasar desapercibida, especialmente al querer ocultar los orígenes de su financiamiento, el cual es muy considerable y le permite mantener y fomentar a aquellas organizaciones que adhieren a ella a lo largo de todo el mundo.
Esta red fue creada en 1981 por el británico Antony Fisher un admirador del economista ultraliberal Friedrich Hayek y de la “dama de hierro” la primera ministra inglesa Margaret Thatcher.
Cuando Thatcher ganó las elecciones agradeció el apoyo brindado por Fisher diciendo que su instituto había creado “el clima de opinión que hizo la victoria posible”.
Otro de los predicadores originales del credo neoliberal Milton Friedman también señaló la importancia de Fisher para establecer un clima ideológico adecuado para la instalación de gobiernos como el de Thatcher y Ronald Reagan.
Fisher falleció en 1988 y fue sucedido por un argentino residente en los Estados Unidos Alejandro Antonio Chafuen que la presidió entre 1991 y 2017.
Chafuen nació en Buenos Aires en una familia de muy buen pasar económico que políticamente se definía como antiperonista, desde muy joven comenzó a consumir toda la literatura neoliberal, estudió en los Estados Unidos en el Grove City College una universidad ubicada en Pensilvania muy conservadora, cuando regresó a la Argentina la dictadura militar asolaba el país, pero Chafuen la justificaba señalando que gracias a ella se había evitado la amenaza comunista.
En 1980, a los 26 años, Chafuen fue invitado a convertirse en el miembro más joven de la Sociedad Mont Pelerin creada por Hayek y Friedman, viajó a Stanford donde se puso en contacto directo con Hayek y otros libertarios de extrema derecha.
Cuando estuvo en Buenos Aires en 2017 Chafuen se vanagloriaba de haber participado en las movilizaciones contra Dilma Rousseff que concluyeron con su derrocamiento: “Estuve en las manifestaciones callejeras de Brasil. De pronto, me doy cuenta de que un muchacho que había conocido de adolescente ahora estaba en la caja de un camión dirigiendo las protestas. ¡Una locura!”
Precisamente una de las principales funciones de esta red es la de participar activamente en el lawfare que busca perseguir a los líderes progresistas latinoamericanos que no se someten a la voluntad de la principal potencia imperialista.
La financiación
Aunque esta Red deplora todo aquello que tiene que ver con el Estado, tiene una contradicción insalvable, porque por más esfuerzos que haga en ocultarlo no puede disimular su vinculación con el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Una de las fuentes de financiación de Atlas Network es la National Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia – NED) que es una organización estadounidense surgida en 1983 a iniciativa del Congreso de ese país con la intención de promocionar las ideas neoliberales, esa función antes la desempeñaba la CIA a la que se apartó por los escándalos continuos, su objetivo es claramente la de intervenir en los asuntos internos de otros países.
Si Estados Unidos ha tenido a lo largo de su historia un constante intervencionismo en otros países, con Trump todo se ha potenciado, es inocultable que la ultra derecha ha tenido un impulso producto de la financiación que recibe directa o indirectamente de ese gobierno.
Los investigadores Aram Aharonian y Álvaro Verzi Rangel señalan en un trabajo publicado el 9 de octubre de 2017: “La internacional capitalista existe, la moviliza el movimiento libertario de extrema derecha (en inglés los llaman libertarians) y, obviamente, está muy bien financiada: funciona a través de un inmenso conglomerado de fundaciones, institutos, ONGs, centros y sociedades unidos entre sí por hilos poco detectables, entre los que se destaca la Red Atlas”.
Pero además las mayores corporaciones multinacionales también hacen aportes económicos sustanciales para mantener a Atlas Network, empresas como Philip Morris o Exxon Mobil, el grupo inversor Templeton, los hermanos Koch contribuyeron a la Red, también Pfizer, Procter & Gamble y Shell. Veamos que muchas de las compañías que las financian se encuentran entre las mayores depredadoras del medio ambiente.
Sin embargo, Atlas Network realiza grandes esfuerzos por ocultar sus fuentes de financiamiento, su creador Antony Fisher así lo definía: “Para influir en la opinión pública, es necesario evitar cualquier sugerencia de interés particular o intención de adoctrinar”.
Los hermanos Charles y David Koch tienen una de las mayores fortunas de los Estados Unidos heredaron de su padre un imperio petrolero y a partir de su inmensa riqueza intentan influir en la política estadounidense imponiendo su punto de vista ultraconservador, se estima que han invertido unos 200 millones en defender políticas a favor de las grandes corporaciones.
Se los ha señalado como los impulsores del Tea Party que agrupaba a la derecha del Partido Republicano que tienen una política contraria a todas aquellas políticas sociales que signifiquen algún tipo de alivio para los sectores más desprotegidos. Greenpeace los ha denunciado por financiar campañas tendientes a negar los efectos del cambio climático.
Las fundaciones en Argentina
Las fundaciones argentinas que adhieren al Atlas Network son la Asociación Argentina de Contribuyentes, Ayn Rand Center, Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, Club de la Libertad, Fundación Atlas para una Sociedad Libre, Fundación Educación para la Responsabilidad Intelectual, Fundación Federalismo y Libertad, Fundación Internacional Bases, Fundación Libertad, Instituto Acton, Libertad y Progreso.
Una de las actividades que han desplegado estas fundaciones en nuestro país ha sido la de impulsar las marchas anticuarentena que ahora derivaron en antivacunas, en nombre de una falsa libertad, palabra que paradójicamente utiliza con más frecuencia la ultra derecha en todo el mundo.
La fundación Pensar impulsada por el PRO y de la que surgieron varios de los funcionarios que dirigieron país en los cuatro nefastos años del gobierno de Mauricio Macri, también era integrante de la Red Atlas, aunque en la actualidad en la página de la fundación no figura, posiblemente porque sería un motivo de desprestigio para la red después del rotundo fracaso del macrismo.
Un sector de los denominados “libertarios” argentinos comenzaron a tomar distancia del gobierno de Macri, pero la mayoría de ellos lo hicieron como aquellas ratas que saltan del barco antes que se hunda, porque sus cuestionamientos giraban en torno a promover ajustes aún más impopulares que los realizados por el PRO y sus socios menores del radicalismo y la coalición de Carrió.
El especialista español Julián Macías Tovar que dirige el muy recomendable sitio Pandemia Digital señala al respecto: “Hay una red que es Atlas Network que compone más de 580 fundaciones y algunas de ellas se sumaron en 2014 al proyecto de Macri. Tienen un carácter libertario económicamente pero también vínculos con la extrema derecha”.
El mismo Tovar señala que “hay un Operativo Cóndor 2.0 con financiación de Estados Unidos. Y en Argentina cuentas que apoyan a Trump o a Bolsonaro, algunas de ellas tienen también un recordatorio afectivo hacia Videla”.
Buenos Aires fue la ciudad donde se realizó el Foro para la Libertad en Latinoamérica realizado en 2017 y organizado por Atlas Network, siendo Chafuen un cordial anfitrión, con la estelar participación de Mario Vargas Llosa y el presidente argentino Mauricio Macri.
El sociólogo y periodista Jorge Elbaum define con certeza el objetivo de estas organizaciones: “En síntesis: pregonan la libertad de los privilegiados para incrementar una mayor porción de la riqueza nacional.”
Y agrega: “Esa es también la razón por la que desprecian la solidaridad y el altruismo. Consagran al egoísmo como un valor positivo y el sometimiento de los más débiles y humildes como la consecuencia de un orden natural darwiniano ineludible”
Ni libertad, ni progreso
De todas las organizaciones argentinas que adhieren a Atlas Network una de las más activas es Libertad y Progreso, esta fundación en un video realizado en 2017 bajo el título de “¿Por qué no la pega Argentina?” consideraba como parásitos a los trabajadores estatales, jubilados y a todas aquellas personas beneficiarias de un plan social.
En el mismo video denostaban contra la educación y la salud pública, las consecuencias a esas políticas la vimos con un sistema de salud desintegrado por el macrismo que tuvo una de sus expresiones en la supresión del ministerio de Salud y la aparición de enfermedades que no se registraban desde décadas anteriores.
El gobierno de Alberto Fernández además de lidiar contra la pandemia debió recuperar un sistema de salud diezmado por la destrucción neoliberal que estas fundaciones promueven con una irresponsabilidad criminal.
Para esta fundación los maestros, los médicos, los enfermeros, los policías o los militares que reciben un sueldo del Estado son trabajadores mantenidos por otros, el neoliberalismo padece de contradicciones insalvables ya que sus teorías por lo general se aplicaron durante sangrientas dictaduras militares como ocurrió en Chile y Argentina, gobiernos que incrementaron los gastos militares de manera absolutamente irracional.
Otra contradicción del ultraliberalismo argentino es que uno de los mayores próceres por ellos rescatados es Sarmiento que precisamente uno de sus méritos consistió en defender la educación pública.
Ya que estamos hablando de próceres digamos que estos liberales repiten frases de San Martín, principalmente en lo que se refiere a la libertad, cuando el Libertador usaba esa palabra fundamentalmente para referirse a la independencia nacional, un concepto que los neoliberales desprecian.
Otra aberración neoliberal es considerar vagos a los jubilados y no como trabajadores que luego de largo años de labor se hacen merecedores a un retiro digno, por supuesto que el modelo que ellos proponen es el fracasado en Argentina el de las AFJP y que en Chile está siendo cuestionado por las mayorías populares.
En el video mencionado aparece el director general de Libertad y Progreso Agustín Etchebarne, mientras que Aldo Abram es el director Ejecutivo y Manuel Solanet el director de políticas públicas, que fue funcionario durante dos dictaduras militares y volvió a la función pública durante la administración de López Murphy al frente de economía.
Otro integrante de esta organización es Alberto Banegas Lynch (h) que en el sitio de la fundación escribe un artículo para refutar la maravillosa idea de Eva Perón que señalaba “Donde hay una necesidad nace un derecho”.
El artículo expresa que el derecho a la vivienda digna, a un salario adecuado y otros similares son pseudo derechos que si se otorgan lesionan otros derechos, poniendo en evidencia que si interés se limita a la defensa de los poderosos, además de mostrar un desprecio absoluto por la Constitución Nacional que establece los algunos de los derechos que detesta Banegas.
El único derecho válido y sagrado para Banegas es el de la propiedad privada y cualquier intervención, por ejemplo para evitar la imposición de precios abusivos, afecta ese único derecho sagrado para los neoliberales, a lo que agrega que nada puede ser gratis todo debe tener un precio y ser adquirido por quien tenga los medios para hacerlo.
Para rematar su despreciable artículo agrega que la miseria no es un tema que deba ser abordado por los gobiernos porque nada tiene que ver con la libertad, el hambre y la miseria están en el plano de lo biológico y no en el de las relaciones sociales y por lo tanto es un tema que no incumbe a los gobiernos neoliberales.
¿De qué viven los trolls?
Queda claro quiénes son los que mantienen a ese ejército que ensucia las redes sociales conocidos como trolls, que en la mayoría de los casos responden al macrismo, aunque algunos liberticidas ahora nieguen la condición de neoliberal de Macri.
El primer aporte para que estos mercenarios actúen fue el de los fondos buitres, que los financiaron para que ataquen al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner siendo quienes organizaban los cacerolazos contra ese gobierno con el apoyo de la prensa canalla, además de difundir infinidad de información falsa para consumo de los odiadores antiperonistas.
Según publicó el diario Perfil en mayo de 2013 tres de esos combatientes del neoliberalismo: Yamil Santoro, Maximiliano Mai y Lucho Bugallo, este último es actualmente diputado provincial, reconocieron el encuentro con los enviados de American Task Force Argentina organización de los fondos buitres para realizar campañas de desprestigio contra el gobierno argentino, reunión que se produjo en San Pablo unos días antes de una de las marchas de protesta.
Ese dinero fue muy bien invertido por Paul Singer porque el macrismo le pagó aún más de lo que ellos reclamaban ni bien llegaron al gobierno.
Durante cuatro años el macrismo pagó con fondos públicos a estos parásitos organizados por Marcos Peña para atacar a la oposición y emprender campañas de difamación con falsas noticias.
Impedida la reelección de Mauricio Macri, siendo el primer caso en Argentina de un presidente que se presenta a la reelección y no la consigue, son las fundaciones estadounidenses las encargadas de mantener a estos trolls para difundir mentiras y destilar odio.
Hoy el pueblo argentino está mucho más alerta sobre la actividad de estos mercenarios, que en el 2015, cuando el macrismo con mentiras y engaños en las redes y en los medios pudo llegar por los votos a la presidencia para avocarse al día siguiente al saqueo del país.
Sin embargo, es imprescindible mantenerse alertas y denunciar a quienes actúan defendiendo intereses foráneos desestabilizando a gobiernos populares y promoviendo golpes de Estado para instalar oligarquías que sólo velan por sus mezquinos intereses.
© Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/287045-el-lobby-ultraliberal-detras-de-las-marchas-anticuarentena
https://www.elcohetealaluna.com/cadenas-a-la-democracia/
https://cronicon.net/wp/la-red-atlas-el-internacionalismo-de-derecha-y-su-influjo-en-america-latina/
https://www.elmundo.es/america/2010/10/29/estados_unidos/1288359869.html