Fuego
y frío...
Sensación dérmica, Mauricio Macri. Dibujo: Pablo
Temes
Los casos de corrupción K conviven con la actual parálisis económica. En el
ojo de la tormenta está el tarifazo, que ha generado ya un engorro del cual
nadie sabe cómo se va a salir.
© Escrito por Nelson Castro el domingo 24/07/2016 y
publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La intensa actividad que ahora se observa en los
tribunales federales de la avenida Comodoro Py no cesa. Sin embargo, la feria judicial ha venido
bien para poner algunas cosas en contexto. Hay un hecho que a esta altura es
indiscutible: la situación de Cristina Fernández de Kirchner es cada vez más complicada. “No tengo miedo de ir
presa”, dijo la ex presidenta en la entrevista que concedió a una serie de
medios extranjeros. No ha sido casualidad. Las evidencias muestran que ya hay
elementos suficientes para procesarla por enriquecimiento ilícito y lavado de
dinero.
Hasta el momento, su talón de Aquiles lo representan dos
causas: una, Hotesur; la otra, la derivada de los desmanejos de los fondos
correspondientes a la obra pública, lo que se conoce como la “ruta del
dinero K”. En el entorno de la fiscalía que investiga el caso Hotesur se
señala que, además del trabajo vinculado a los hoteles familiares, se está a la
espera de los resultados de medidas de prueba ordenadas que tienen que
ver con las obras en cuya ejecución participó Vialidad Nacional. Se sabe que
allí se produjo uno de los grandes desfalcos de fondos públicos pero
se está en la etapa de reconstrucción de los lazos que vinculan a la ex
presidenta con Lázaro Báez. En ese ámbito se asegura que contarán con esos
datos en muy poco tiempo.
Todo este devenir está generando una gran presión sobre
la Justicia Federal debido a las expectativas que hoy en día la sociedad tiene
con respecto a la punición de todos estos escandalosos hechos de corrupción que
proliferaron a lo largo de los 12 años que duró el kirchnerato.
Producto de esto es que se está diciendo con insistencia que el fiscal Gerardo
Pollicita, que es
quien investiga el caso Hotesur, procesará a la ex mandataria apenas retorne
sus actividades tras la feria judicial.
Sin embargo, fuentes que conocen la investigación señalan
que esto es inexacto y que, en ese sentido, habrá una decisión por parte del
fiscal entre fines de agosto y mediados de septiembre. Pollicita
suele decir a sus allegados que “recibió la causa hace dos meses y que no puede
investigar en ese tiempo 12 años de kirchnerismo”. Por ello, quienes conocen la
causa arriesgan que un tiempo bastante razonable para concluir todo el proceso
–si es que el caso llegara a juicio oral– sería de seis meses.
En los tribunales todos apuestan primero a develar la trama
de los negocios inmobiliarios. Una debilidad que la familia presidencial
comparte con Lázaro Báez.
A medida que pasan los días aparecen nuevos hallazgos de
los negociados en la obra pública durante la así llamada “década ganada”. El
plan Más Cerca, Más Obras, Más Patria es otro ejemplo de la
mecánica recaudadora vigente en el gobierno K. Para el fiscal general Germán
Moldes, “lo que ha salido a la luz es apenas un 5% del total de lo robado”.
Negocios con fondos públicos que podrían dejar al descubierto más de una década
de corrupción.
Oxígeno.
Todos estos hechos que desnudan la trama de corrupción
del kirchnerato le han dado un resuello al Gobierno, que pena por la morosidad
que exhibe la economía en recuperar el nivel de actividad que genere el trabajo
y el bienestar que hoy faltan en muchos sectores de la sociedad. A la espera de
los resultados que pueda traer el blanqueo, la impaciencia se adueñó de varios
funcionarios del gobierno nacional. Sus críticos los llaman los Ni, Ni, Ni (ni
bajaron la inflación, ni lograron que llegaran las inversiones, ni consiguieron
que se reactivara la economía).
“Por desconocimiento del ritmo de la función pública, han
dilapidado el prestigio del equipo de CEOs de las grandes empresas. En una
empresa un grupo de gente capaz puede, con precisión quirúrgica, encaminar la
situación. El Estado es otra cosa. Se están encontrando con que para remover o
designar a un secretario hay que desandar el camino de una burocracia que los
desespera. Encima, hay que sumarle a eso cosas que no se previeron”. El que
habla es un asesor externo que no puede ocultar su preocupación.
En el ojo de la tormenta está el tarifazo,
que ha generado ya un engorro del cual nadie sabe cómo se va a salir. Hasta
hace unos días, en el entorno del Presidente se daba por hecho que la Justicia
fallaría a favor del Gobierno. Hoy, esa seguridad tambalea. Tiene razón Macri
cuando describe la calamitosa situación que en materia de provisión de energía
heredó del anterior gobierno. Lo que no ha sido correcta es la solución. Pensar
que doce años de descalabro se pueden arreglar en seis meses con un aumento
brutal escapa a toda lógica. Mucha gente directamente no puede pagarlo.
Junto con esto, la administración Macri se encuentra con
un proceso inflacionario alto y una caída de la actividad económica que
han derivado en un proceso de recesión. Hay una circunstancia que al Presidente
lo ha decepcionado: la actitud de importantes sectores empresariales que,
durante la campaña se le acercaron con promesas de inversiones que, hasta
ahora, han quedado sólo en eso.
Muchos de ellos, que participaron de una exclusiva
reunión que se llevó a cabo hace unos días, hacen una evaluación crítica de la
forma de gestión adoptada por el Gobierno. En ese encuentro se coincidió en
elogiar el rumbo económico pero se habló de los inconvenientes que genera la
fragmentación del Ministerio de Economía, lo que le impide a Alfonso Prat-Gay poner en práctica un plan integral. Sus diferencias
con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, generan un
creciente ruido dentro del gabinete.
El año terminará con una tasa de inflación que
rondará el 40%, cifra sensiblemente superior al 25% pronosticado desde el
oficialismo al comienzo de su gestión. El retraso de la reactivación económica
complica el presente de la gente y el futuro político del Gobierno que necesita
tener una buena performance en las elecciones legislativas del año próximo. De
ese resultado dependerán muchas de las inversiones que se prometen. Por eso, la
gran apuesta del momento es el blanqueo de capitales que le aporten al país los
fondos que hoy no tiene.
Ante este panorama, Mauricio Macri decidió salir a los
medios con tres entrevistas que han aportado poco. Es verdad que el Gobierno
comunica mal, pero ni la raíz de los problemas que enfrenta la economía
argentina ni sus soluciones están atadas a esa instancia.
Producción
periodística: Santiago Serra.