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sábado, 7 de diciembre de 2013

Cokristina… De Alguna Manera...


Todo mal…

Llamado desde Córdoba. Jorge Capitanich, Dibujo: Pablo Temes

Lo de Córdoba reflejó que el adn K no cambia con nada. El incendio.

La administración Capitanich empieza a mostrar más pena que gloria. Casi no tiene buenas noticias para exhibir. Mucho ruido y pocas nueces. La sanata es más moderada y menos mentirosa, pero de medidas concretas que solucionen los graves problemas, ni hablar.

El conflicto de Córdoba le hizo pagar más costo político al jefe de Gabinete que al gobernador De la Sota, al que terminaron victimizando con tantos ataques en el medio de la anarquía policial. Hasta un humorista querido como Chichilo Viale dijo que “el gobierno nacional les tiraba piedras a los cordobeses en lugar de soluciones”, y que sintió un poquito menos que asco al escuchar a Capitanich. Pero lo que más impactó en el ánimo del ex gobernador chaqueño fueron las críticas del obispo auxiliar, que caracterizó como “lastimosas” sus palabras. Es que Coqui se ve como un orgulloso cuadro de la Iglesia en el peronismo.

La primera piedra de cierta dimensión que tuvo en su camino mostró a un Capitanich hablado por Cristina, obligado a un discurso caprichoso y negador, que no es su estilo. Apareció un nuevo producto político que podríamos llamar “Cokristina”. Los Kirchner nunca han sido generosos para parir herederos. Por eso casi no tienen cuadros propios de envergadura. Pisan todos los brotes en lugar de que florezcan mil flores, como proclamaba Néstor. En este caso, Cristina le cerró la puerta en la cara a Capitanich y lo corrió de su eje. Su único interés es mostrarse a nivel nacional como un líder del peronismo flexible y negociador capaz de ser presidente en 2015. Pero si lo obligan a “cristinizarse” es probable que en poco tiempo piense en volver a Chaco. Sabe que los kirchneristas más autoritarios –como Guillermo Moreno y Abal Medina– volaron del gabinete, y no para producir una oxigenación, como dicen los paraperiodistas K: Cristina fue obligada por los votos a tirar por la borda a ambos. Para soltar lastre. Moreno ya hizo oír alguna queja. Será patotero e ineficiente, pero tiene sangre en las venas. Abal está en la clandestinidad de su propia depresión y silencio, al borde del exilio de la política activa, siguiendo el ejemplo de su viejo líder, Chacho Álvarez.

Este grave inconveniente de conducción política parece no afectar a una Cristina que se mostró sonriente y juguetona, sin luto pero algo ausente y fugaz. Tomó juramento a una ministra de Seguridad especialista en emergencias, que estuvo en Kosovo y en el tsunami de Indonesia, pero que no dijo ni hizo nada respecto de la peligrosa situación de Córdoba.

Se equivoca la gestión de Cokristina si cree que las llamas de los desbordes sociales, el vandalismo y las bandas de narcos reconocen o respetan los límites provinciales. Los reclamos de otras policías, de otros empleados del Estado y otro tipo de piquetes por la falta de agua y luz producto del temporal en el GBA se pueden extender como reguero de pólvora. En el Congreso de la Nación, durante la elección del nuevo rector de la UBA, hubo encapuchados que tiraron bulones con sus gomeras y bombas molotov. Las agrupaciones trotskistas tomaron distancia de semejante violencia inexplicable que debe seguirse de cerca. El robo de gran cantidad de armas de una agencia de seguridad tiene que encender las alarmas y convocar a todas las fuerzas democráticas a firmar, a treinta años de democracia, un nuevo contrato de convivencia pacífica que valore las protestas y las movilizaciones pero que limite tanto patoterismo como primera respuesta.

Tres dirigentes cristinistas apoyaron en la Facultad de Periodismo de La Plata a Fernando Esteche, jefe de Quebracho y condenado por la Justicia a casi cuatro años de prisión por su irracionalidad antidemocrática. Esa señal del oficialismo fogonea las agresiones más feroces.

Pero lo más inquietante son las arenas movedizas en las que quedó empantanado Amado Boudou. Mientras más se mueve, más se entierra y más salpica a CFK. Hay ministros –y hasta Carlos Zannini– que estudian si no llegó la hora de soltarle la mano a Amado. Son contundentes los testimonios y las pruebas que hay en el caso Ciccone y burdas las coimas que esta banda de descuidistas marplatenses (Jorge Asís dixit) cobró con la falsa refinanciación de la deuda de Formosa.

A Cristina le cuesta demasiado disciplinar a la tropa. Hay chisporroteos en todos los sectores. Horacio Verbitsky cuestiona al general César Milani, mientras Hebe de Bonafini lo elogia y entrevista como si fuera Líber Seregni y le entrega su emblemático pañuelo blanco a Aníbal Fernández como si fuera la reencarnación de Rodolfo Walsh. Mario Ishii se queja de La Cámpora y hace rancho aparte, Juan José Mussi y Arturo Puricelli le renuncian a quien nadie le renunciaba, Daniel Scioli se acerca cada vez más a sus pares de estilo como Sergio Massa y Martín Insaurralde, y respira aliviado porque ahora es Capitanich a quien Cristina agarró para el cachetazo. En esta columna, veinte días antes de las elecciones, anticipamos por deducción que Insaurralde iba a terminar lejos de Kunkel y CFK y más cerca de Massa y Scioli. En ese camino está. Sólo hay que darle tiempo.

El cristinismo cultural sigue apostando al verticalismo. Mira la realidad con un solo ojo. Un comunicado del gremio repudió las palabras críticas de Jorge Lanata en los Premios Tato. No se escuchó esa voz institucional cuando Casero, Gianola, Legrand, Darín, Subiela y Campanella, entre otros, recibieron descalificaciones más graves porque en algún caso fueron desde el Estado y con acciones intimidatorias. ¿El gremio defiende a todos los artistas o sólo a los militantes K?
Finalmente, en la economía hay una suerte de continuidad del morenismo por la vía pacífica. El mismo rumbo aunque mas light, pero con los problemas que se agravan. La recaudación que se frena, la inflación que sube, las reservas que caen igual que las exportaciones a Brasil o la producción automotriz. Y encima, el cepo recargado. En lugar de insultar y ordenar, a los empresarios se les solicita que sean patriotas, que produzcan más y que no despidan trabajadores. Al viejo estilo del maestro Juan Carlos Pugliese, Axel K. les habló con el corazón. Veremos si le responden con el bolsillo.

© Escrito por Alfredo Leuco el viernes 06/12/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad de Buenos Aires.



domingo, 3 de febrero de 2013

Humor político… Los Malos y el Mar... De Alguna Manera...


Humor político… Los Malos y el Mar...

Anoymus. Fotografía de © raremivieimages.com / Warner Bros.

El regreso de los comandos especiales del Club de los Malos destacados en Ghana no podía haber sido más reivindicatorio. Si bien el operativo que mantuvo confiscada la fragata Libertad fue un éxito, dejó un sabor amargo por no haber logrado el plan original de hundirla frente a las costas africanas en un intento de escape que el CDLM trató de inducir pero finalmente no consiguió. Por eso, lo primero que hicieron nuestros agentes cuando llegaron fue organizar un asado de camaradería en Bahía Blanca y a los postres trasladarse a Puerto Belgrano para hundir lo que tenían más a mano. La Santísima Trinidad sació la sed y el deseo de revancha.

Mientras las bodegas del destructor se llenaban de agua y la línea de flotación desaparecía bajo el mar iluminado por la luz de las antorchas que enarbolaban los edecanes del CDLM, aprovechamos para realizar una sencilla ceremonia marítima para jerarcas, familiares y allegados.

Allí se premió, no solo a los agentes que infiltramos en los tribunales africanos, sino también a los encarajinadores del CDLM que desembarcaron en el Ministerio de Defensa para coordinar este papelón internacional. Sin embargo, estos agentes que operan alrededor del ministro Puricelli no pueden ni compararse con los encarajinadores que maniobran alrededor del Canciller Timerman. Hay quienes sostienen que ya podríamos retirar a nuestros encarajinadores de la Cancillería.

Si es por arruinar al kirchnerismo y al país entero, el Canciller no necesita ayuda. Después de lo de Irán, demostró que ya puede hacerlo solito. Hay otros miembros del Club de los Malos que proponen adelantar la ceremonia de entrega de los Premios Turro y otorgarle a cuenta el Turro de Oro 2013. Otros sostienen que hay que esperar. Queda un largo año por delante para hacer cosas mucho peores.

De hecho, el acercamiento a Teherán es sólo una parte del plan quinquenal elaborado por el CDLM que combina la errática política exterior con los manoseos jurídico-institucionales internos y termina en la inevitable huida de capitales e inversiones. Una fórmula matemática perfecta: tocarle el culo al mundo occidental + abrazarse con los iraníes + gargajear a la justicia = dólar a 8 pesos. Tan simple como eso. Todavía el gobierno no se dio cuenta de esta parábola trigonométrica. Para cuando se aviven, ya se la habremos mandado a guardar.

Para mejorar aún más nuestra performance, el CDLM ha desempolvado el viejo plan de las candidaturas testimoniales que tantas satisfacciones nos diera en 2009. Algunos miembros del Club se preguntan si el gobierno va a cometer dos veces el mismo error, a lo que la respuesta es unánime: “Obviamente sí”. Ya conseguimos que el Gobernador del Chaco Capitanich declare que irá como candidato testimonial a senador por su provincia.

Solo falta confirmar si piensa dejar colgados a los que lo voten como senador o a los que ya lo votaron como gobernador. A esto se le agrega la declaración de Mariotto, avisando que él también se anota para una testimonial. Bocatto di Cardinale para el CDLM.

Por otra parte, si bien la mayoría de los barcos opositores siguen desguazados en los astilleros del CDLM, mantenemos una flota de agentes activos en todo el frente opositor. De hecho, esta semana se anotaron un poroto en el proyecto de demoler a Macri. Hace rato que buscábamos abrirle un boquete a la armada macrista y finalmente lo encontramos de la manera menos pensada: una cámara, un micrófono y un Del Sel sobre un escenario lograron un efecto devastador.

Miguel Del Sel resultó ser el Amado Boudou del PRO. Quien lo hubiera dicho. Y pensar que nosotros le habíamos puesto todas las fichas al Fino Palacios. Así es la vida, las cosas llegan por donde uno menos se las imagina.

Lo mismo nos pasó con los socialistas. Años buscando por donde entrarles y finalmente con un par de policías, un poquitito de droga y alguna que otra bala ya le vamos encontrando la vuelta.

Todo es cuestión de darse maña, y en eso el CDLM es puro corazón.

Más allá de estos intereses sectoriales, el proceso de desmoronamiento socioeconómico sigue viento en popa. El aumento del 20% en el mínimo no imponible frente a aumentos salariales del 25% es una genialidad. También anda muy bien el plan que hace que los Corderitos de Dios paguen los productos 20% o 30% más caro si concurren al súper o al shopping el día que su tarjeta o su banco no tiene promoción. Es un gran proyecto porque destruye especialmente a los sectores más pobres que no tienen ni tarjeta ni banco ni nada. Ya lo dijo el CEO del Club de los Malos: “Desmoronad pobres y desmoronaréis mayorías”.

Frase guacha si las hay, por significado y por pronunciación.

No podía faltar el reconocimiento a nuestros perturbadores urbanos que tantas alegrías suelen darnos. En este caso, subió al escenario un muchacho de estatura mediana, aspecto simple, austero, nada que permitiera sospechar que estábamos frente a un turro descomunal. Formado en el campo del supermercadismo, es el responsable máximo de que siempre estén habilitadas la menor cantidad de cajas posibles. Ahora administra el flamante sistema de bolsitas de supermercado que se cobran, y que luego se usan en las casas para tirar la basura. El nuevo aporte de este coloso del mal consiste en hacer mínimas perforaciones en el fondo de la bolsa de modo que la falla sólo puede ser detectada cuando el reguero de grasa de pollo, o de filetto, o de líquido de pañal usado, delata el recorrido del usuario. O sea, demasiado tarde. Con su aspecto simplón, allí estaba de pie frente a todos nosotros, uno de los hijos de puta más grande de estos tiempos. Alabado sea.

La ceremonia cerró con las emotivas palabras del Jefe del Escuadrón de Saboteadores Anónimos que bajan las palancas de luz cada vez que el Ministro De Vido sale a decir que la política energética del gobierno es un éxito.

Para muchos Corderitos de Dios, el mar significa playa, arena, sol, vacaciones. Para nosotros representa la profundidad, la oscuridad, la turbulencia, la inmensidad y la estéril resistencia. El poder y la fuerza del mar son nuestra mejor metáfora y sobre sus ondas infinitas navegamos sin piedad, velas al viento, en la búsqueda de la más bella de las aventuras: arruinarle la vida al soberano. No hay tempestad que nos detenga ni olas que nos amedrenten. Ya lo dijo el gran Federico Fellini, miembro honorable de la Società dei Cattivi di Roma: “E la nave va”.

© Escrito por Alejandro Borensztein el sábado 02/02/13 y publicado por el Diario Clarín (*) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

(*) Mal de todos los males, claro después de la “traición” de Cobos, porque antes socios o culo y calzón... ¿No chicas y chicos?


martes, 29 de enero de 2013

Paren de mentir… De Alguna Manera...


Paren de mentir…

PUNCHING BALL HUMANO, 'VOLVEDOR' EMPEDERNIDO. Daniel Scioli. Dibujo: Pablo Temes.

Choque de realidad. El dislate devaluatorio de Moreno. La vieja receta de Cristina. Y la ausencia de república.

Fue una demostración de una impericia increíble. Pero así son las cosas en muchas áreas de la administración de Cristina Fernández de Kirchner. No crea el lector que estamos hablando del ministro de Defensa, Arturo Puricelli –a quien nadie respeta ya dentro del Gobierno– y el penoso episodio del Santísima Trinidad. Estamos hablando del inefable secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El hecho: su vaticinio de un dólar a fin de año de seis pesos. Es decir, habló de una devaluación. Alguien debería haberle dicho que una devaluación nunca se anuncia; se instrumenta. ¿Quién se va a desprender de un dólar que ahora vale cinco cuando sabe que a fin de año valdrá seis? ¿Piensa alguien en el Gobierno que los dólares de las exportaciones agrícolas se liquidarán así nomás sabiendo que quien lo haga ahora, o en los próximos meses, estará perdiendo dinero? Además, la declaración de Moreno implica un reconocimiento de que los números del Indek sobre la inflación son una mentira.

El problema que tiene la administración de Fernández de Kirchner con sus mentiras lo genera, como siempre, la realidad. He ahí, como botón de muestra, la discusión salarial. Es una espina que perturba al Gobierno. Y cada vez más, ya que desde un punto de vista político al Gobierno lo complica su relación no con Moyano u otros opositores –con quienes no la tiene ni la tendrá– sino con los que son de su mismo palo. Un ejemplo es la CGT Balcarce; otro, la actual conducción de la Unión Industrial Argentina; y un tercero, los gobernadores e intendentes K.

La CGT oficialista enfrenta una encrucijada, dado que hay allí quienes no quieren saber nada con cualquier cosa que signifique tener que compartir algo con Moyano. Sin embargo, la realidad los lleva a abordar una agenda con temas que no le permiten despegarse de la del camionero; ahí está, pues, el reclamo de aumento del mal llamado “mínimo no imponible”. Los aumentos en las paritarias no tienen sentido si ese techo no se eleva. Cualquier nuevo beneficio que reciban los trabajadores será devorado por la AFIP. “No sé cómo la Presidenta no se da cuenta de esto”, señala un hombre que comparte el mismo espacio gremial que Caló, y agrega: “Para la tribuna estamos obligados a decir que el Gobierno modificará esto, pero la verdad es que hasta ahora nadie nos dijo; estamos dibujados”.

El Aló Presidenta del viernes no ayudó a calmar mucho a las bases de muchos sindicatos. El consejo presidencial –de hacerles vacío a las empresas y a los comercios que aumentan los precios– tuvo olor a receta vieja. Lo han dicho mucho otros que pasaron por la Casa Rosada antes que Fernández de Kirchner. A ninguno le funcionó. Tampoco funcionará ahora. Si la Presidenta cree que ésa es la solución al problema de la inflación, se equivoca. La razón es muy simple: los aumentos no son exclusivos de un comercio o un rubro en particular, sino generalizados.

Las complicaciones no afectan sólo a los consumidores. También comprometen las cuentas fiscales, y eso es lo que muestran las economías de las provincias, cuyo deterioro es difícil de ocultar. Por eso el espinoso asunto de la coparticipación, ítem clave para la supervivencia de las gestiones de los gobiernos provinciales, hizo su aparición en la agenda. La propuesta de rediscutir los porcentajes que han hecho esta semana Scioli y Fellner surge de una necesidad cada vez más apremiante. Para paliar eso, a algunas –a cuyos mandatarios Fernández de Kirchner considera amigos– se les abre el chorro a través del cual distribuyen fondos extras con generosidad, alternativa que no comparten los que no gozan del privilegio de la simpatía presidencial. En consecuencia, en estas últimas los problemas se notan y mucho, algo que desde la Casa Rosada se encargan de resaltar. Un último ejemplo lo representa San Carlos de Bariloche. Al intendente removido le negaron hasta el saludo; a su reemplazante la recibió ni más ni menos que el jefe de Gabinete, quien le aseguró la ayuda que el destituido no tuvo.

Hasta ahora, esta situación de ahogo la venían expresando públicamente cuatro gobernadores: el cordobés De la Sota, el santacruceño Peralta, el correntino Colombi y el santafesino Bonfatti. Esta semana se les han agregado Scioli y Fellner. A Scioli salieron a “matarlo” su vice, Gabriel Mariotto, y Amado Boudou. Es para lo que están.

Es improbable que los gobernadores logren abrir la discusión por la coparticipación. En cuanto la Presidenta aceptara hacerlo, sabe que se queda sin caja y, por ende, sin poder para someter a los mandatarios. A propósito, en la semana se adoptó una decisión destinada a reducir al mínimo el poder de los ejecutivos provinciales. Fue la resolución por la que se habilitó a los intendentes a recibir fondos desde la Nación sin la participación de los gobernadores. Ha sido ésta la oficialización de una práctica que supo usar mucho Néstor Kirchner.

Más allá de las consecuencias prácticas que vaya a producir, esta determinación del Gobierno implica un avasallamiento no sólo de la autoridad de los gobernadores, sino también del concepto republicano y federal sobre el que descansa la estructura institucional de nuestro país. Con actitudes como éstas, la Presidenta no hace más que reafirmar el perfil absolutista de su gestión, que se asemeja más a un unicato que a una república.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/01/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Complicidades… De Alguna Manera...


Complicidades…
 

Triste conclusión: las palabras poco importan. Constatación melancólica: se vaciaron de consecuencias. Decir es zafar. Reino de impunidades perpetradas de manera reiterada. La Argentina navideña de 2012 es un carnaval de naderías, muchas de ellas antiguas, auténticos vejestorios de una cultura política regurgitante. El caso de la fragata Libertad adquiere, en este sentido, una poderosa expresividad. Navega ahora rumbo a la Argentina. Lo más probable es que será recibida en Mar del Plata como si regresara de una batalla victoriosa, al cabo de la cual el país avanzó varios casilleros. Penosas pamplinas. Lo que sucedió fue un desastre.

Importan mucho más radiografiar los hipotéticos intereses nacionales encarnados en esa gira ultramarina, la 43ª del buque escuela. La construcción de esta fragata de tres palos se inicia el 11 de diciembre de 1953 y fue botada por el gobierno de la Revolución Libertadora el 30 de mayo de 1956. Desplaza 3,765 toneladas métricas de carga, su eslora es de 103,75 metros, su casco de 91,7 metros, la manga de 14,31 metros y su calado de seis metros. Propulsada por dos turbinas diésel, puede navegar a un máximo de 13,5 nudos (25 km/h). La tripulan 24 oficiales, 187 marineros y 150 cadetes. ¿Buque de guerra? Tiene cuatro cañones QF 3 Hotchkiss de tiro rápido, de 47 mm, fabricados en 1886 para defender embarcaciones ligeras y que la Libertad lleva para disparar salvas de honor.

Otra vez: los hechos son menudos, pero el contexto de ruido y furia son mucho más trascendentes. Una y otra vez, recurrentemente, el país se disfraza de atuendos mitologizados (soberanía, nacionalidad, dignidad), pero sólo para encubrir chapucerías proverbiales. Retenida por una demanda judicial contra la Argentina, quedó anclada en el puerto de Tema, en la república africana de Ghana, desde el 2 de octubre de 2012.

Ghana es un país singular y, para los amantes del nacionalismo, el escenario de una historia importante. Colonia británica llamada Costa de Oro, nace en 1957 como república independiente, la primera nación africana al sur del Sahara en liberarse del colonialismo europeo, bajo el liderazgo de su primer presidente, el líder anticolonial Kwame Nkrumah. Nkrumah procuraba un nuevo estado nacional que no cayera en el neocolonialismo y fue el primer estadista africano en promover el panafricanismo, una ideología de libertad, justicia, igualdad y educación para todos. Derrocado por un golpe militar en febrero de 1966, para el ex agente de la CIA John Stockwell, la CIA fue la responsable. Pero Ghana regresó a la democracia en 1992 y no se ha apartado de ese camino. Ahí estuvo retenida ochenta días la argentina Libertad, dibujando una parábola agónica y vergonzosa.

La justicia de Ghana no había hecho otra cosa que admitir una demanda judicial, pero la cuestión no sólo fue capciosamente ignorada por el gobierno argentino. A un desconocimiento ya estructural sobre temas decisivos del acontecer del mundo, se le asoció una mala praxis difícil de superar en su torpeza. Héctor Timerman corrió a las Naciones Unidas para “denunciar” el hecho. Lo miraron, divertidos y desconcertados.

¿Peligro para la paz mundial? ¡Estos argentinos, no cambian nunca! Hasta que, por descarte, en el Gobierno apelaron al buen sentido y a los cánones profesionales. Malamente empachados de “transgresión”, tuvieron que recurrir a la ley y a las instituciones. Convocaron a una funcionaria proba, Susana M. Ruiz Cerruti, para pilotear el reclamo argentino en el Tribunal Internacional del Mar, con sede en Hamburgo. Canciller de Raúl Alfonsín de mayo a julio de 1989 (primera mujer en alcanzar ese puesto, y hasta ahora la única), la diplomática de 72 años logró que ese juzgado planetario protegiera a la Argentina y es sólo por ese trámite que el buque busca ahora puerto argentino de regreso a casa.

Emborrachado de arrogantes bravuconadas, desde el vamos el Gobierno hizo todo mal. Nadie supo prever algo así, porque es un grupo gobernante cuya mirada sigue enceguecida por una mezcla letal de ignorancia e incompetencia. Símbolo de esa altanería grosera fue la propia Presidenta (“¡Se podrán quedar con la fragata, pero con la libertad! ¡Con la dignidad de este país no se va a quedar nadie!”, vociferó). Un manejo político deplorable se complementó con trapisondas y apuñalamientos de vodevil. El mediocre ministro de Defensa, Arturo Puricelli, se lavó las manos durante interminables días, hasta que aceptó los sacrificios rituales ordenados por la Casa Rosada: el jefe de la Armada, almirante Carlos Alberto Paz, tuvo que irse el 15 de octubre, reemplazado por su subjefe, el vicealmirante Daniel Martin. También echaron a funcionarios como Lourdes Puente Olivera, directora Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (mucho cargo para tanto vacío), Luis María González Day, y el director general de Organización de la Armada, Alfredo Mario Blanco.

Lo que importa del manejo exhibido por las autoridades argentinas es que ejercen su poder político de manera inmadura y tóxica. Se vanagloriaron del fallo del Tribunal Internacional del Mar, pero sin mencionar el tema de las deudas pendientes. Se hacen buches con la palabra “buitres”, mientras persisten en su estólida decisión de no negociar nada con acreedores impagos. No es falta de tacto. Son fieles a sí mismos. Ministro de Economía del gobierno legal de un país que integra el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Hernán Lorenzino perpetró el colmo de la jactancia imbécil al exclamar por Twitter: “¡Buitres, no pasarán!” y calificar a los bonistas litigantes de “piratas financieros”.

Ese es el sino del Gobierno y sus corifeos. Se entusiasman entre ellos y se ponen duros de estímulo artificial. Ante un Carlos Zannini regocijado, Juan Abal Medina habla de “Cámara de mierda” y luego se disculpa. En el brindis de fin de año, la indescriptible Diana Conti atacó al “electorado histérico” de la Capital Federal por el imponente 8N y aclaró, para que entiendan su femenina y delicada prosa, “queremos que a las cacerolas se las metan en el culo”. Ovacionada, fue superada empero por Guillermo Moreno, que, empapado de sudor, arrancó con el lema que prefiere: “Olé, olé, olé, olá, Héctor Magnetto, no jodas más, tarde o temprano te vamos a ir a buscar”. La gente que dice estas cosas y a la que le pasan casos como el de la Libertad, gobierna la Argentina desde hace casi una década. No me digan que los argentinos no tenemos nada que ver.

© Escrito por Pepe Eliaschev  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.