Escándalos y despilfarros…
"En plan balita"... Patricia Bullrich. Dibujo: Pablo Temes
En el tramo final de la campaña, la Argentina es un
laberinto de incongruencias donde todo es posible.
© Escrito por
Nelson Castro el sábado 30/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
El hecho político de mayor resonancia de la semana ha sido el de
las 48 tarjetas de débito –a nombre de personas–, que supuestamente trabajaban
en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, y que Julio “Chocolate” Rigau usaba
para sacar dinero a través de los cajeros de la sucursal del Banco Provincia,
ubicada a metros de la sede legislativa. Claramente ese dinero estaba destinado
a la caja negra de la política. El hecho de corrupción involucra a todas las
estructuras partidarias: Frente de Todos, Frente Renovador, Cambiemos, y un
largo etcétera.
La
investigación periodística de Josefina López Mackenzie y Fausto Jaime ha
desnudado una trama de ilegalidad y corrupción de la cual se aprovecharon y
beneficiaron todos los partidos. Los datos muestran de manera indubitable, cómo
los prestanombres iban pasando de un bando al otro para justificar una
circulación de dinero absolutamente espuria. Por eso el silencio, sólo
interrumpido por las voces de algunos dirigentes políticos. Es un silencio
estruendoso acerca de una trama que también abarca a sectores del Poder
Judicial. La Justicia allanó el Banco Nación por las contrataciones de
familiares, y de “Pity, la numeróloga”, lo que representa el inexplicable e
insólito fallo absolutorio de los jueces Juan Antonio Benavidez y Alejandro
Villordo, con fundamentos aberrantes ante el peso de la evidencia de un delito
a cuyo autor se lo descubrió in fraganti.
Lo
significativo del hecho es que éste no es el único caso. Como se informó en la edición
online de PERFIL del jueves último, el 20 de septiembre de 2018 se descubrió un
hecho similar que involucraba a la Legislatura de Entre Ríos. Ese día, la
policía fue tras los pasos de Flavia Beckman, María Victoria Álvarez y Esteban
Scialocomo, quienes habían retirado dinero de un cajero por medio de tarjetas
de débito, pertenecientes a empleados de la Legislatura entrerriana de la
sucursal del Banco de Entre Ríos, situada en la esquina de la avenida Ramírez y
Pasteur de la ciudad de Paraná. Los casos podrían multiplicarse sin fin.
Estamos frente a la constatación de un modus operandi de la política.
El costo
de esta monstruosa maquinaria de corrupción es incalculable. El Poder
Legislativo en sus distintos niveles –Congreso de la Nación, Legislaturas
provinciales y Concejos Deliberantes– son un vergel de contrataciones fuera de
control, de la cual coparticipan desde siempre todos los partidos con aceitada
complicidad. Este hecho trae a la memoria el caso de los ñoquis del Senado,
denunciado por el entonces vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez en 2002. Por
si alguien lo olvidó, aquel caso quedó en la más absoluta nada. ¿Sucederá lo
mismo ahora?
El otro
escándalo que la semana nos dejó, fue la repudiable ola de contrataciones que Silvina Batakis avaló
como presidenta del Banco Nación. La Justicia allanó la entidad luego de la
denuncia de la diputada Graciela Ocaña, por las contrataciones de familiares y
amigos. Entre los hechos denunciados, aparece la designación del exmarido de
Batakis y los servicios prestados por Verónica Laura Asad, más conocida como
“Pity la numeróloga”, por pedido de la gerenta general del Banco, María del
Carmen Barro quien, además, está en la mira de la Justicia por la contratación
de su marido, su hijo y un amigo. Pero todavía hay más. La inmoralidad de
Barros quedó demostrada por la increíble cifra que se “regaló” como salario
mensual: nada más y nada menos que 9 millones de pesos. Es preciso recordar que
Batakis fue la funcionaria que, al frente de la cartera de Economía, se atrevió
a viajar a Estados Unidos sin un plan y duró en el cargo apenas 24 días. Asumió
con el dólar blue en 239 pesos y lo dejó en 314. El riesgo-país aumentó 164
puntos y durante su fantasmagórica gestión rozó los 3 mil puntos. En medio de
la falta de dólares fue autora de la frase: “El derecho a viajar colisiona con
la generación de puestos de trabajo”.
Semanas
después de su renuncia fue filmada por un turista argentino en el Apple Store
de Nueva York, lo que provocó una catarata de críticas. Haz lo que yo digo,
pero no lo que yo hago. Un ejemplo más, de la doble vara moral del
kirchnerismo. En un país normal su carrera habría estado terminada. Pero en la
Argentina, Alberto Fernández le
dio como premio consuelo la presidencia del Banco Nación. “El Presidente
reconoce y agradece el compromiso que demostró al sumarse al Gabinete”, indicó
Presidencia en el comunicado de la designación. Increíble, pero real.
En los
últimos siete días el dólar blue saltó de 750 pesos a 800. El problema de base
sigue siendo que el Banco Central no tiene poder de fuego para salir a
intervenir y los veinte días que restan para las elecciones generales son una
eternidad. Por eso Sergio Massa envió a
Guillermo Michel (titular de Aduana devenido viceministro) a conversar con los
capos de las cerealeras, para que liquiden las tenencias de divisas en su
poder. Cosa poco probable, más allá de los portazos y golpes sobre la mesa,
cuando todos los sectores de la economía dan por hecho una devaluación del tipo
de cambio en los primeros días del próximo mandato. “Estamos por encarar las
horas de mayor inestabilidad”.
Las
semanas previas a las elecciones siempre fueron traumáticas en la Argentina,
pero esta vez actúan como agravante los despilfarros que Massa viene haciendo
para tratar de conseguir un resultado más holgado. “No tenemos por qué hacernos
cargo de las consecuencias del plan platita” –dijo un empresario visiblemente
molesto.
En No tan
Juntos por el Cambio, el equilibrio interno pende de un hilo. Justo, cuando
parecería que Patricia Bullrich logró apuntalar su campaña, las desavenencias
internas vuelven a estar a la orden del día. En el PRO están furiosos con el
radicalismo por su poco compromiso con la coalición, y desde la UCR responden
con gestos de indiferencia y libertad de acción. La amalgama que une al frente
opositor se convirtió en un delgado hilo que tiene destino de ruptura, salvo
que Bullrich logre entrar al ballottage para disputarle el poder a Javier Milei. Para eso
debe destronar a Sergio Massa, señalado como favorito en las encuestas.
Es
inentendible que un ministro de Economía, que llevó a todos al borde de una
hiperinflación con niveles de pobreza alarmantes, tenga chances de llegar a la
segunda vuelta. La Argentina es hoy un laberinto de incongruencias donde todo
es posible.
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