Más cultura siempre…
Artistas populares. Las actrices Luisa Kuliok y
Cristina Banegas participaron de la lectura coral del documento. Foto: Horacio
Paone.
En
nuestra concepción la cultura requiere de un sentido ideológico e institucional
de verdadera libertad, lo cual posibilita la creación en términos estéticos y
culturales y la valorización institucional de los Gobiernos. La explícita
amenaza del candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, de
degradar al Ministerio de Cultura junto a otras ocho carteras, retomando lo ya
hecho por el macrismo cuando fue Gobierno entre 2015 y 2019, constituye la
materialización de un desprecio a la cultura como tal, y a sus trabajadores y
trabajadoras.
Concebimos
la cultura como parte de un proyecto colectivo como nación y como pueblo, que
se afirma en los valores democráticos que devienen de nuestra cultura nacional
y de la herencia cultural de la humanidad. Los planteos polarizantes son la
antítesis de esa visión.
La idea
sectaria de todo o nada y la exaltación del individualismo en niveles extremos
también constituyen un modo de negación y una visión de sociedad que
imposibilita el despliegue y la creatividad de la cultura. Nos proponen volver
a modos primitivos y oscurantistas, en los que desprecian la riqueza de los
simbolismos culturales como expresión de la vida y las contradicciones propias
de una sociedad que siempre está en movimiento.
Una sola energía
Vale la
pena recuperar lo dicho en la calle Corrientes por el dramaturgo Mauricio
Kartun: «La cultura ha sido tradicionalmente un acto político. En general lo es
de manera implícita, pero en momentos como estos hace falta que además se
vuelva explícita. Más allá de nuestras obras, de nuestros libros o de nuestras
películas, es necesario que los artistas podamos decir sin la máscara de
nuestras piezas qué es lo que pensamos. Es la única alternativa que tenemos de
juntarnos en una sola energía».
En
suma, la cultura se pronunció con todas sus facetas y colorido, pero esta vez
en la calle. La declaración del conjunto de artistas y trabajadores y
trabajadoras de la cultura reclama más democracia, no menos democracia; más
participación, no menos participación; más libertad creativa y no restringirla
a falsas consignas vacías y electoralistas.
Otro
rasgo característico de esta iniciativa, que tuvo una notable repercusión en
los medios de comunicación, fue reivindicar la rebeldía unida a la alegría.
Sobre la base de esta maravillosa idea hubo actuaciones y performances de
titiriteros, artistas plásticos, expresiones de danza, poetas, teatristas y
actividades circenses.
La
lectura de la declaración por parte de artistas notables y tan queridos por el
pueblo concitó una explícita adhesión del público como así también la
declamación por parte de Víctor Laplace de una hermosa poesía de Hamlet Lima
Quintana.
En suma, los propios protagonistas de la vida cultural de nuestro país en esta oportunidad fueron también protagonistas de una manifestación de carácter político, asumiendo un claro compromiso frente al crucial dilema que tiene la ciudadanía argentina en la próxima contienda electoral, que definirá por mucho tiempo si sostenemos una sociedad democrática, solidaria, que vaya buscando mejorar la vida del pueblo asumiendo sus deudas sociales, o bien se deslice hacia variantes autoritarias que pondrían en peligro los logros de estos 40 años de democracia.
Víctor Laplace emocionó con un poema de Hamlet
Lima Quintana. Diversas performances ante un numeroso público reunido frente al
CCC. (Fotos: Rolando Andrade Stracuzzi)
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