domingo, 26 de diciembre de 2021

Macri, ¿es o se hace?... @dealgunamaneraok...

 Macri, ¿es o se hace?... 

Mauricio Macri. Fotografía: Franco Fafasuli

Las conclusiones del informe del FMI sobre el préstamos de USD 44 mil millones de 2018 fueron tan duras que, tal vez, lo lógico, hubiera sido que el ex presidente dijera algo sobre el asunto.

Escrito por Ernesto Tenembaum el domingo 26/12/2012 y publicado por el Portal de Noticias Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

Desde el momento en que inició su gobierno, Mauricio Macri estableció un modelo económico con todas las condiciones para generar una crisis muy seria. Luego, cuando ya estaba en medio del estallido, malgastó un préstamo de dimensiones gigantescas que le había sido otorgado para frenar esa crisis. Esas dos conclusiones no fueron parte de un discurso de Cristina Kirchner, ni de Nicolás Maduro, ni de Alberto Fernández. Esta vez no fue un izquierdista, ni un populista, ni un kirchnerista ni ninguna persona que estuviera interesada en decir “ah, pero Macri”, cada vez que alguien critica al gobierno actual. Al contrario: fueron los equipos técnicos del Fondo Monetario Internacional, en general integrados por economistas de una ortodoxia bastante poco flexible, quienes cuestionaron de este modo a la gestión presidencial de Macri. Las conclusiones fueron tan duras que, tal vez, lo lógico, hubiera sido que el ex presidente dijera algo sobre el asunto. ¿Enloqueció el FMI o Macri hizo todo realmente mal? La reacción de Macri, como se verá a continuación, habilita a formular preguntas relevantes sobre algunas de sus cualidades personales.

El documento emitido por el Fondo Monetario Internacional esta semana, como parte de un proceso habitual de auditoría, es muy claro al adjudicarle al gobierno de Cambiemos una responsabilidad central en la crisis que estalló en 2018. Hay dos frases, en ese sentido, que lo explican bien. 

“El Gobierno elegido a fines del 2015 rápidamente abrió la cuenta de capital y tomó créditos fuera del país, mientras adoptaba un enfoque gradual para abordar los desequilibrios económicos -especialmente el déficit fiscal- preparando el escenario para un sudden stop”.


(N. del A.: Sudden Stop, o freno súbito, es como se denomina en Economía a una situación en la que, de manera sorpresiva, los capitales huyen de un país y eso provoca una crisis muy rápida y profunda).

 

La segunda frase del Fondo, se refiere al 2018, cuando Macri ya había recibido el crédito:

 

”Una temprana operación de deuda, combinada con la reintroducción de medidas de gerenciamiento del flujo de capitales podrían haber robustecido el programa”. En palabras más sencillas: al recibir el dinero del Fondo, el Gobierno debería haber defendido las reservas mediante la implantación de nuevas medidas de control de cambios y la renegociación de la deuda adquirida desde 2015.

 

Los dos momentos en los que se detiene el documento del Fondo merecen un debate en detalle. Ya antes de la asunción de Macri, muchos economistas de primera línea señalaron su preocupación por la manera en que liberó el cepo: uno de ellos fue Carlos Melconian, que no es precisamente un populista. Es que está muy estudiado que esos procesos que se apoyan en capitales golondrina son muy frágiles. Pero el segundo señalamiento es especialmente sorprendente. Si, a mediados de 2018, cuando empieza a recibir dinero del fondo, Macri hubiera establecido controles de cambio, podría haber defendido las reservas sin que el dólar volara por el aire. Eso hubiera evitado el brote inflacionario y él habría tenido más chances de permanecer en el poder luego de 2019. ¿Por qué no lo hizo?

 

Sus enemigos más duros creen que Macri llegó al Gobierno para hacer lo que hizo: generar ganancias impensadas para el mundo financiero. La participación de muchos funcionarios que provenían del sector financiero -Nicolás Dujovne, Luis Caputo, Alfonso Prat Gay, entre otros- y la cercanía de otros, que defendían la solidez del programa económico mientras batían récords en colocación de deuda –el ex titular del HSBC, Gabriel Martino, por ejemplo- habilita a pensar que esa mirada al menos tiene un punto. Pero, ¿un líder político es capaz de suicidarse en función de esos supuestos intereses que defiende?

 

Otras interpretaciones sostienen que Macri y su entorno estaban presos de un esquema ideológico muy poco flexible, que le impedía tomar medidas racionales en un momento de crisis, aun cuando esas medidas fueran defendidas por el Fondo Monetario, o fueran claves para su propia supervivencia. Otros piensan que Macri no quería romper un contrato electoral en cuyo centro figuraba la liberación del cepo cambiario.

 

Para despejar dudas, era necesaria la palabra del ex presidente.

 

Macri tuvo dos participaciones públicas durante esta misma semana. La primera fue antes del pronunciamiento del FMI, en un reportaje de antología con Baby Etchecopar, donde dijo que “hasta el peor de los planeros” quiere que sus hijos reciban buena educación. En esa nota hay tres referencias indirectas al contenido del documento que, horas más tarde, emitiría el Fondo Monetario.

 

Macri junto a la ex directora del FMI Christine Lagarde y el ex ministro de Hacienda Nicolás Dujovne 


Macri dice:

 

-”Cuando administro lo que no es mío he sido siempre muy cuidadoso. Por eso festejé el sobrenombre que me puso el Bambino Veira pero que hizo famoso Diego Armando Maradona, ¿te acordás?... ’el cartonero Baez’, pero te quiero decir que yo siento que cuando uno administra lo que no es es de uno, uno tiene que ser muy cuidadoso. Es fácil ser generoso con la plata ajena. Yo invito, vení, con plata que no es tuya. ¡¡¡Se generoso con la tuya viejo!!!”.

 

Y luego:

 

-”Si hay mentira, y entre nosotros hay mentira, no hay confianza. Y si no hay confianza, no sucede nada en la vida. Vos no vas a ir a un lugar al que alguien te convoca si no confiás. Imaginate invertir, imaginate poner una fábrica en un país donde vos no confiás porque sentís que los dirigentes que conducen el país te van a robar la fábrica”.

 

Finalmente:

 

-“La crisis se produjo porque los inversores huyeron ante la posibilidad de que regresara el populismo”.

 

Las tres frases son realmente discutibles. Un Presidente que toma montañas de deuda de corto plazo y a altísima tasa de interés no es alguien que cuida el dinero que no es suyo. Mucho menos si, luego, cuando recibe un préstamo que él no va a pagar personalmente, lo entrega a los fondos de inversión en lugar de usarlo para fortalecer reservas. Si, además, durante su Gobierno se produce una crisis de confianza, y los capitales huyen despavoridos, tal vez no sea el más indicado para pontificar sobre la desconfianza que generan otros. Finalmente, Macri se confunde, por decirlo de manera educada: la crisis empezó en marzo del 2018, luego de su victoria electoral de 2017. Casi nadie creía en ese momento que volvería el peronismo al poder. El populismo no tuvo nada que ver. Por momentos, parece que Macri no sabe quién es Macri o disimula quién es Macri o buscas excusas infantiles o no tiene un registro muy claro de las cosas que hizo y las consecuencias que tuvieron para el país.

 

¿Entonces?

 

Entonces, nada.

 

Macri prefiere hablar de otros temas.

 

Horas después del documento del Fondo, el ex presidente distribuyó un saludo por fin de año donde, una vez más, apeló al “ah, pero Fernández”. El texto del saludo es un balance lapidario de los dos años de gobierno actual. Cada frase de ese texto podría ser discutida o relativizada (eso de la economía “completamente destruida”, por ejemplo). Pero, en todo caso, es la herramienta que Macri utiliza para sintonizar con un sector importante de la sociedad que está muy enojado con el Gobierno. Tiene todo el derecho a hacerlo. En todo el mundo hay líderes con discursos indignados, lineales, binarios, que estimulan la bronca contra el Gobierno de turno, destacan únicamente sus barbaridades, ocultan sus logros y así. Es la lógica de la polarización, que se ha demostrado rentable para quienes la usan, aunque no tanto para sus países. En muchos textos teóricos, esos discursos simplistas son enmarcados dentro del concepto de “populismo”. Pero, ¿y lo otro?

 

Patricia Bullrich, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri

Esto, que podría ser una discusión histórica, tiene una actualidad inquietante. Porque, como están las cosas, es posible que Macri vuelva al poder, o que lo hagan personas muy influenciadas por el mismo pensamiento económico. Macri falló allí donde creía que era más fácil. Pero no fue solo él. Todo un equipo de economistas –el “mundo de la ortodoxia”, como se lo podría definir- fue parte del problema. Explicaban que todo era sencillo, que ellos sabían cómo funcionaban las cosas, que no había nada de qué preocuparse. Mucha gente les marcaba: que la deuda era demasiada, que el interés era alto, que ante el menor estornudo todo estallaría. Pero ellos que no, que calma, que la confianza, que solo se trataba de dejar de emitir y ajustar.

 

Todo estalló.

 

Pasó hace muy poco tiempo.

 

El documento del Fondo amplifica un debate imprescindible que, sin embargo, casi no existe en el entorno de los discípulos del ex presidente, aquellos que se ilusionan con acceder al poder en 2023. Por eso, es toda una advertencia: sería bastante esperable que las mismas ideas, y muchas de las mismas personas, produzcan los mismos resultados.



  

País de Fantasía... @dealgunamaneraok...

Señales de amateurismo en medio de un río revuelto…

 

Delivery Klauss (Lo pedís, lo tenés). Dibujo: Pablo Temes

Oficialismo y oposición acumularon pasos en falso en los últimos días, y siguen divididos por duras internas. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 25/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

La Cámara de Diputados de la Nación volvió a dejar vencedores y vencidos esta semana. Juntos por el Cambio había llamado a una sesión especial para avanzar con un proyecto propio que permitía la baja del mínimo no imponible del impuesto a los Bienes Personales. Pero el viento a favor que sopló con fuerza luego de la sesión del presupuesto 2022 no fue suficiente y terminaron perdiendo por un voto ante el Frente de Todos contra Todos que impuso el proyecto oficialista. Se adujo un poco de todo. 

El propio Martín Tetaz enumeró algunas de las falencias opositoras que cabalgaron entre la falta de coordinación y de viveza política. Entre los casos resonantes por las ausencias se contaron tests positivos de coronavirus –única causa atendible– casamientos de familiares en Alemania y, aunque resulte difícil de creer, un viaje relámpago a Disney. 

La protagonista fue la diputada cordobesa Gabriela Brouwer de Koning, del sector radical que se separó de sus pares para formar un nuevo bloque y que se identifica con el senador Martín Lousteau. El blooper desató la furia dentro de la oposición y, muy especialmente, dentro de los liderados por Mario Negri que aprovecharon para darle una mano de cal al también miembro de Evolución Radical Rodrigo De Loredo: “La actividad parlamentaria no es para cualquiera, lo de Brouwer de Koning es de un amateurismo total -en el mejor de los casos- pero también es hora de marcar la falta de profesionalismo de Rodrigo De Loredo en sus intervenciones en la sesión de presupuesto queriendo argumentar cuando no se podía e intentando diferenciarse de nosotros en cada intervención como si fuera un chico” -se le reprochó cerca del radicalismo tradicional. 

La irresponsabilidad de los diputados opositores tendrá consecuencias muy concretas que afectará a la clase media con la que el ensañamiento del kirchnerismo no cesa nunca.  

En el PRO las fiestas tampoco se pasarán en paz. La reelección indefinida de los intendentes y los vericuetos de la ley sancionada en tiempos de María Eugenia Vidal ha generado ya nuevos y vehementes cruces. El martes habrá sesiones extraordinarias en la Legislatura Bonaerense para tratar el proyecto de Presupuesto 2022, la Ley Impositiva y la reforma de la Ley de Ministerios. 

Diferentes fuentes indican que podrían colarse en la agenda las modificaciones en la ley que limita las reelecciones de los jefes comunales para asegurarse que el primer mandato a considerar sea el iniciado en 2019 y, de esta manera, poder aspirar a una nueva reelección. En este aspecto coinciden tanto intendentes que responden a la Rosada como a la oposición. Nada nuevo bajo el sol.

A la hora de conservar privilegios los colores políticos se confunden en una grisura poco saludable para la democracia. 

En su mensaje, un canto a la hipocresía, el Presidente habló de una bonanza que no existe. 

En el oficialismo, reanimado tras la victoria legislativa de la semana, no cesan las peleas internas ni los intentos por destruir a JXC. Son varias las voces calificadas que han alertado sobre la posibilidad de una eventual salida a la luz de una denuncia complicando a uno de los ministros importantes durante la gestión de la ex gobernadora Vidal y, por ende, a ella misma. Los que conocen el tema hablan de escuchas encontradas en las cuevas de la Agencia Federal de Inteligencia, AFI. Habrá que estar atentos. De concretarse, sería una más de las tantas historias producto de la utilización política de los servicios de inteligencia, algo que este gobierno prometió terminar y, que como tantas otras cosas, no cumplió. 

En ese mismo tren de chicana permanente hay que ubicar la ida y vuelta generado por el crítico informe que el Fondo Monetario Internacional emitió sobre el crédito que le otorgó al país durante la gestión de Mauricio Macri. Ese crédito sobrepasó las normas de procedimientos habituales del organismo. La sintonía política entre Macri y Donald Trump fue un elemento clave para su concreción. La necesidad de apelar al FMI fue consecuencia de los errores cometidos en ese gobierno. Pero es también cierto, que el endeudamiento que dejó el kirchnerato fue un salvavidas de plomo que Cristina Fernández de Kirchner le dejó a su sucesor. 

El informe del Fondo no sólo es autocrítico y crítico de la gestión económica del macrismo sino que también lo es del actual gobierno y, en definitiva, de toda la clase política. Queda claro la falta de confianza que la Argentina genera en el mundo y del papel clave que juega esa confianza en la posibilidad de encarar la búsqueda de las soluciones que se requieren para lograr la consolidación de una economía lo suficientemente sólida que permita acabar con los insoportables niveles de pobreza que hoy padecen millones de ciudadanos. 

Donde no hubo mayores divisiones fue en la decisión de los legisladores de otorgar un bono de 22 mil pesos a los empleados del Congreso. La medida irrita no porque no lo necesiten para enfrentar lo que significa vivir en un país con una inflación del 50% sino por el bochornoso privilegio que ello representa frente al miserable bono de 8.000 pesos otorgados a los jubilados que ganan la mínima. 

El mensaje con musicalización que dio el Presidente por cadena nacional en la noche del 24 fue un canto a la hipocresía y a la fantasía. Alberto Fernández habló de una bonanza que no existe y de un llamado a la unidad que, en los hechos, contraría día a día. Nada que sorprenda. Al fin y al cabo es lo que hace habitualmente un mentiroso.




martes, 21 de diciembre de 2021

Vergonzoso caso OPV "Offshore Patrol Vessel"... @dealgunamaneraok...

 Vergonzoso caso OPV -Offshore Patrol Vessel-


Buque patrullero A.R.A. Bouchard (P-51) (Ex L´Adroit P -725)

El ingeniero naval Raúl E. Podetti brinda precisiones sobre la compra, por parte de la Armada Argentina, de los patrulleros franceses (Offshore Patrol Vessel), un modelo muy básico, de baja velocidad, mínimo armamento y sin historial de éxito. Adquiridos en 2019, hasta el momento llegaron tres al país, uno usado y dos nuevos.  

© Escrito por el Ingeniero Raúl E. Podetti el martes 21/12/2021 y publicado por el Sitio Revista Puerto de la Ciudad de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


Con estas palabras y a los gritos, un desencajado y agresivo oficial de marina interrumpió el final de la presentación de mi informe sobre la importación de los patrulleros OPV (Offshore Patrol Vessel) franceses, que la Armada impulsaba como única solución posible y altamente conveniente, en la reunión que se estaba llevando a cabo en la Casa Rosada a fines del 2016.

 

Más tarde, mientras cruzábamos el Patio de las Palmeras, un almirante se me acercó a disculparse en nombre de su colega de armas. Pensando en lo que acababa de ocurrir, le contesté:

 

— “El problema es que ustedes sólo piensan en Ustedes y nadie se preocupa por el resto de la gente”.

 

Dicho lo cual, extrañamente sentí que el ofuscado oficial tenía razón en algo. Yo era Nadie.

 

—Ingeniero Podetti, ¿Cuánto vale un OPV?

 

Con esta pregunta se había iniciado, en octubre de 2016, en Casa Rosada, la reunión del equipo asesor de Presidencia en relación al proyecto de patrulleros OPV. Un mes antes, me habían pedido sumarme a ese equipo para ayudarlos en esos temas navales.

 

Como respuesta, presenté un documento completo con las referencias internacionales del caso, que recopilaba información de unos 400 OPV contratados en los últimos años en todo el mundo. Basado en este estudio, se me pedía estimar el rango del valor de mercado del OPV francés elegido por la Armada.

 

Mi respuesta los sorprendió.

 

— ¿Por qué el OPV francés seleccionado por la Armada cuesta un 60% más que el valor internacional?

 

La información adicional que me suministraron no aportó ninguna explicación para semejante desfasaje; al contrario, el del astillero estatal francés era un modelo de OPV muy básico, de baja velocidad, mínimo armamento y sin historial de éxito; ninguna Armada del mundo lo había querido comprar (ni siquiera la de Francia).

 

¿Cómo se explica? —Preguntaron— Ésta fue la decidida recomendación de la Armada, aclarándonos que no había otras alternativas posibles a considerar.

 

No lo sé. —Les respondí— Pregúntenle a la Armada. Sería interesante que además averigüen por qué no se le pidió cotización a la industria nacional.

 

No lo entiendo. ¿Acaso estos barcos se pueden construir en el país? —indagó con preocupación el jefe del equipo asesor.

 

Claro que sí.

 

A la semana estábamos reunidos nuevamente para que les diera mi opinión sobre cómo podría ser el proyecto de construcción nacional de estos barcos.

 

Comencé a contarles brevemente sobre la industria naval argentina, su historia, realizaciones y capacidades actuales. Para poner el tema en contexto regional, presenté las varias experiencias muy exitosas de construcción de sus propios OPV en los astilleros de Chile, Perú, Ecuador, México, Brasil, Colombia y Venezuela.



Uno de los cinco OPV construidos en Chile, por chilenos, en Astillero Asmar. 

También expliqué que en los países de la región con menor capacidad, la mayoría de los barcos se hacen en astilleros estatales, pero que en Brasil y en la Argentina, con industrias navales más desarrolladas, los astilleros privados son mucho más productivos y competitivos que los estatales, sobre todo en las últimas décadas.

 

Aclaré que nuestra industria naval es, en particular, adecuada para el rango de buques medios (en tamaño y complejidad), como son justamente los OPV, embarcaciones “militares”, que no son buques “de guerra”, lo cual es una gran diferencia simplificadora.

 

Convencidos de que podría haber otra alternativa para presentar al Presidente, me preguntaron:

 

Todo bien ingeniero, pero ¿Cuánto costarían los OPV nacionales?

 

Respondí que, con la intervención de astilleros privados, el costo y plazo de entrega nacional sería muy similar al europeo. Sin embargo, propuse que atendiéramos otras cuestiones, tanto o más importantes que el costo, como son el factor multiplicador de esta industria y su capacidad de ahorrar divisas y de generar desarrollo tecnológico, empleo de calidad e impuestos.

 

Al cuantificar juntos estos impactos sobre la construcción local de los OPV, el equipo asesor reaccionó con gran entusiasmo. Definitivamente, había una buena noticia para elevarle al Presidente. Tratando ahora de avanzar con formas de implementación, la siguiente pregunta fue más concreta.

 

Raúl, ¿Qué astilleros podrían participar? ¿Dónde se harían? ¿Cómo sería el financiamiento?

 

Mi primera respuesta fue aclarar que, si bien este camino era el mejor, iba a estar lleno de dificultades, algunas reales y muchas inventadas (o exageradas) ya que los fuertes intereses detrás de la importación directa y sobrevaluada tienen amplios recursos para obstaculizar el proceso virtuoso del desarrollo nacional.

 

Les propuse entonces que se llamara a una licitación internacional para construir los OPV en el país, y que cada oferente internacional eligiera libremente los astilleros locales donde hacerlos (hay 14 astilleros privados y 2 estatales). Idealmente el Estado podría ofrecer en alquiler temporal para este proyecto, parte de sus espléndidas y subutilizadas instalaciones en el Astillero Storni (ex Dome García). Así, cumpliendo con las características técnicas estipuladas, los principales grupos navales internacionales competirían por precio, diseño, experiencia, plazo, contenido local, garantías y financiamiento. La mejor de estas ofertas se podría comparar con la propuesta francesa que impulsa la Armada, y así contratar la más conveniente.

 

Con entusiasmo propusieron elevar el planteo al Presidente y organizar una próxima reunión con la Dirección de Material Naval de la Armada, a cargo del proyecto OPV.

 

Luego de un par de semanas, finalmente, se produjo la reunión conjunta en la que me pidieron presentar los casos de construcciones de OPV regionales, las ventajas de la construcción nacional y la propuesta de la licitación internacional.

 

A medida que se iba detallando esta nueva alternativa nacional superadora, algunos oficiales de la Armada comenzaron a incomodarse y a desarrollar una actitud obstruccionista. Los argumentos principales fueron; 

* La construcción nacional es un “sueño”, pero no es viable.

* Nunca hemos estado tan cerca de llegar a los OPV. El camino de la industria nacional sería más difícil, laborioso y largo, por lo que decidimos evitarlo. 

Luego de varios meses de trabajo, hemos elegido al astillero estatal francés que ofrece el mejor diseño y menor precio internacional. 

No vamos a poner en peligro la negociación con Francia para considerar esta nueva alternativa. Ya estamos avanzados con los borradores de contrato con los franceses. 

Sorprendidos ante esta actitud, el equipo asesor de Presidencia me pidió continuar con el informe. Fue entonces que el exaltado oficial naval protagonizó la escena descripta al inicio de estas líneas, que impidió que la reunión prosiguiera.

 

Días después se me informó que el Presidente había ordenado congelar esta negociación con Francia, y avanzar con el proyecto de construcción nacional con apoyo internacional, tanto para estos OPV como para otros barcos necesarios para el país, como ser las dragas que se requerirían para la futura concesión de dragado.

 

Me solicitaron entonces, demostrarle al Presidente que ese camino de construcción nacional con apoyo tecnológico y financiero internacional era realmente posible.

 

Cuatro meses después, el 28 de marzo 2017, en el marco de la visita presidencial a los Países Bajos, en representación de la Federación de la Industria Naval Argentina, firmé un convenio con la industria naval holandesa, encabezada por su mayor astillero, que ofrecía construir los barcos en la Argentina con tecnología holandesa y 100% de financiamiento blando a largo plazo.

 

Al día siguiente, en Rotterdam,  los líderes de la industria naval holandesa le confirmaron personalmente al Presidente su interés en este proyecto junto con el reconocimiento de la calidad, capacidad y competitividad industrial naval privada argentina para ese tipo de barcos.

 

Terminada la reunión, el Presidente me agradeció la gestión. Entonces le dije:

 

Señor, si salimos al mundo a comprar barcos, competirán por vendernos barcos, como si fuésemos industrialmente subdesarrollados. Pero si confiamos en nuestras capacidades y les dejamos claro que los construiremos nosotros mismos, competirán por vendernos el 50% del valor de los barcos que son los equipos más sofisticados que aún no fabricamos.

 

Unos meses después, me citó el ministro de Defensa por indicación presidencial para pedirme colaboración con la selección de invitados y diseño del pliego de la licitación internacional para la construcción nacional de los OPV.

 

En noviembre de 2017, cuando pido la reunión para presentar la propuesta de pliego al ministro, se desata la crisis por la desaparición del A.R.A. San Juan (S-42), que suspende el interés por todo otro tema en el ámbito de la Armada y Defensa.

 

En el 2018, dado que hacían ya varios meses que no tenía respuesta al pedido de reunión con el ministro, empiezo a desconfiar. Me contacto entonces con un conocido del equipo de asesores presidenciales, quien con vergüenza me cuenta que por los pasillos de Casa de Gobierno, nuevamente desfilaban entusiasmados oficiales navales pero ahora con borradores del contrato para los OPV franceses.

 

Me cuenta que, aprovechando la extrema crisis financiera nacional, esta inconveniente compra naval a Francia habría aparecido como una de las condiciones informales para la aprobación de una línea extra del FMI y además sería condición para liberar el veto de Francia al ingreso de biodiesel argentino a Europa.

 

Finalmente, en 2019 se firmó el escandaloso contrato de los OPV con Francia, de forma ilegal ya que nunca tuvo la aprobación de la Comisión de Industria (que lo hubiese rechazado seguramente), exigida para este tipo de contrataciones por la reciente Ley de Industria Naval.

 

En los meses previos a la firma, en la prensa internacional surgieron una serie de denuncias de sobornos contra el astillero francés elegido por la Armada. Las coimas indicadas superaban los mil millones de dólares y varios casos ya habían sido comprobados por la justicia de los países involucrados. Esto se detalló en el libro Armes de Corrupción Masiva y se mostró en el ranking del Compendian of Armas Trade Corrupción (Tufos Universito), donde el astillero francés ocupaba el máximo lugar en el podio internacional.

 

A esto se agregó el reconocimiento por parte de Odebrecht-Brasil del pago de sobornos a oficiales de marina por parte de su socio, el astillero estatal francés, para asegurarse el negocio de construcción de los submarinos nucleares.

 

Ni la ilegalidad, ni el sobreprecio, ni la marcada inconveniencia, ni los antecedentes de probada corrupción en casos similares fueron suficientes para detener este vergonzoso proceder impulsado por un grupo de oficiales de nuestra Armada.

 

En estos tres años ya ha llegado parte de la flota de estos OPV importados (uno viejo y dos nuevos).

 

Recientemente, un oficial de marina comentó que en estos años, aun no se logró poner los OPV en operación, y agregó que tampoco operaron nunca los aviones Super Étendard comprados en 2018 para la Armada. Este marino reconoció con vergüenza que ambas compras a Francia las realizó el mismo equipo de oficiales de la Dirección de Material Naval de la Armada, y que planean otro escándalo aún mayor. 


Usando el mismo modus operandi, intentan ahora la megacompra de un rompehielos en el exterior, simulando que se construirá en el país, desoyendo alternativas superadoras e ignorando la opinión de expertos navales y antárticos nacionales que intentan, en vano, expresar sus fundadas dudas sobre semejante despropósito polar.

 

El “Caso OPV” debe enseñarnos que los intereses de un pequeño grupo de oficiales de la Armada no pueden estar por encima del de los argentinos. Es la misma Marina quien debe encargarse de la depuración necesaria, evitando que estos pequeños grupos mantengan posiciones de poder e influencia aun ya retirados de la Armada, refugiados en otras áreas de Defensa o astilleros estatales.

 

Necesitamos una Armada alineada con los intereses de los argentinos como la que dio el impulso inicial a una vigorosa industria naval argentina en el siglo pasado, entre tantas otras demostraciones de su glorioso desempeño patriótico.

 

Notas del autor: 

Mayores detalles del Caso OPV y otros casos similares se desarrollan en el libro “Industria Naval Argentina, 100 Años (1937-2036)”, disponible en industrianaval.com.ar 

Estas líneas son un adelanto del próximo libro “L’Affaire Argentine” que, basado en una rigurosa investigación naval, tiene formato de novela ficción, por lo cual, en estas líneas, toda semejanza con la realidad es mera coincidencia.