lunes, 14 de marzo de 2016

Defensa y Justicia 0 vs. Huracán 2... @dealgunamanera...


Un Huracán arrasó Varela…


Huracán venció estar tarde por dos a cero a Defensa y Justicia en el estadio Norberto Tomaghello por la séptima fecha del Torneo de Primera División del fútbol argentino.

© Publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán el sábado 12/03/2016 y publicado por el Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Daniel Méndez.

El planteo fue calcado, prácticamente similar al que le hizo la semana pasada a Estudiantes de La Plata. Defensa, un equipo que intenta salir jugando, que no rifa la pelota y que tiene como premisa utilizar a los defensores para comenzar la elaboración de la jugada no pudo mantener esos conceptos ante la disciplina, la concentración y la versatibilidad del Globo que al igual que ante el Pincha, presionó bien arriba en la salida rival, ahogó al mediocampo contrario y obligó a los delanteros locales a bajar demasiado o a quedar muy lejos de la pelota.

La táctica, determinante como contra Peñarol en Montevideo también se llevó a cabo por pasos. A los veinticinco minutos, la falla de los de Varela llegó y Huracán la aprovechó. Gabriel Arias hizo el saque de arco corto y Cristian Espinoza antento y despierto, capturó la pelota para segundo después, ante la apresurada salida del “1” quebrar el marcador. Segundo paso, cortar los circuitos de juego, aislar las individualidades de Tomas Martínez y Fabián Bordagaray y mantener la presión de Daniel Montenegro en la última línea y el adelantamiento de Matías Fritzler por delante del semicírculo central.

En la segunda parte, el tercer y último paso. Aguantar atrás y pegar el golpe de KO en una contra. Todo se simplifica cuando en el arco está Marcos Díaz como cuando adelante, está Ramón Ábila. A los sesenta y dos tras soportar el aluvión del Halcón -el local estrelló un tiro en el travesaño-, Alejandro Romero Gamarra habilitó en profundidad de manera milimétrica a Wanchope quién con calidad, frialdad y mucha pero mucha habilidad humilló a Arias dejándolo en el camino con una gambeta. Dispuesto a patear sin guardameta, Lisandro Magallán lo intentó mover pero Ábila lo hizo rebotar y pudo estirar la diferencia en una jugada que resume a cuentas claras todas las facetas de Ramón.

Los de Parque Patricios consiguen una victoria vital, que oxigena y da tranquilidad. Una conquista más para seguir sumando, para continuar dando muestras de carácter, esta vez frente al “equipo sensación” del Torneo que dejó la sensación de estar abatido ante este Huracán que arrasó Varela.

Defensa y Justicia: 0 

Gabriel Arias; Hugo Silva, Tomás Cardona, Lisandro Magallán, Rafael Delgado; Guido Rodríguez, Tomás Pochettino; Fabián Bordagaray, Tomas Martínez, Eugenio Isnaldo; Nicolás Stefanelli. DT: Ariel Holan.

Huracán: 2 

Marcos Díaz, 13 José San Román, 2 Federico Mancinelli, 6 Mario Risso, 3 Luciano Balbi, 5 Matías Fritzler, 26 Mauro Bogado, 30 Daniel Montenegro, 17 Alejandro Romero Gamarra, 7 Cristian Espinoza y 9 Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.

Goles: PT 25m. Espinoza, 62m. Abila (H).

Cambios: Mariano González, Ezequiel Miralles y Germán Mandarino por Alejandro Romero Gamarra, Daniel Montenegro y Cristian Espinoza.

Arbitro: Fernando Echenique.

Estadio: Norberto Tomaghello.







La batalla madre… @dealgunamanera...

La batalla madre…


El cierre legislativo del capítulo holdouts es vital para el Gobierno. Máximo da pelea.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 13/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No hay plan B. Con esta afirmación, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sintetizó el valor y la dimensión de la trascendencia que tiene el cierre del conflicto con los holdouts. Esa definición no sólo estuvo presente en el reportaje que el jefe de Gabinete le concedió a Alejandro Fantino, sino también en la reunión que hubo con los gobernadores de cada una de las provincias.

Compartir esa realidad con los mandatarios provinciales es un recurso de importancia para enfrentar la gran batalla política que ha comenzado a desarrollarse en el Congreso. Allí, el panorama con el que se encuentra Cambiemos exhibe contrastes: en Diputados las cosas parecen encaminadas hacia la aprobación de los proyectos de ley que el Gobierno necesita para poder firmar los acuerdos con los holdouts. En cambio, las cosas están más complicadas en el Senado. Es en esa Cámara donde el oficialismo necesita que los gobernadores hagan sentir el peso de su poder para “convencer” a sus senadores para que acudan a la sesión y voten a favor de esa propuesta.

Esta batalla tiene, además, una connotación política de alto voltaje para la vida interna del peronismo. Es que Cristina Fernández de Kirchner juega buena parte de su decreciente poderío. Por eso, en las postrimerías de la semana pasada reapareció Máximo Kirchner, quien fatigó alguno de los despachos de los jefes de bloque del Frente para la Victoria pidiendo –en realidad, presionando– que no den quórum. El panorama con el que se encontró no fue el mejor. 

Esta actitud de comisario político que encarna el hijo de la ex presidenta molesta a muchos legisladores que forman parte de ese universo enrarecido en el que casi todos experimentaron el sabor amargo del maltrato que padecieron durante los dos mandatos de CFK: ante ese embate de Máximo Kirchner, que pasa la mayor parte de su tiempo en Santa Cruz, algunos ya se rebelaron. Por lo que se sabe, han dicho hasta aquí. Ni el diputado José Luis Gioja ni el jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, han estado de acuerdo con esa demanda de la ex mandataria. Las relaciones entre una parte significativa del peronismo y Máximo Kirchner no son buenas. El ahora diputado se sigue comportando como si aún su madre ejerciera la presidencia. Sus conmilitones de La Cámpora, que añoran la plata del Estado y los cargos con los que fueron beneficiados, le adjudican un rol y una ascendencia que de ninguna manera se corresponde con la realidad política de la hora. 

Antes su voz era tomada como la de un álter ego de la presidenta; eso ya no existe más. Se terminó el verticalismo; Cristina no es más presidenta y las elecciones se perdieron, algo a lo que ella no es ajena, señala una voz del Frente para la Victoria que no olvida las humillaciones a las que los solía someter CFK.

La reunión del jueves pasado en la Casa Rosada entre el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los gobernadores fue leída en el kirchnerismo con disgusto y preocupación. En verdad, todo lo que se construya en base al diálogo entre el oficialismo y la oposición espanta a la ex presidenta y a su núcleo de cercanía política. Las razones son dos: la primera es práctica: CFK sabe que si esos diálogos proliferan y fructifican, su poder se evanescerá; la segunda es conceptual: la ex jefa de Estado nunca supo dialogar con alguien que pensara distinto; todo lo que hizo durante sus dos mandatos fue ordenar, nunca escuchar.

Mal parados. La sesión de comisiones de la Cámara de Diputados en la que se discutió el acuerdo con los holdouts tuvo, entre sus expositores más notables, a Guillermo Nielsen y a Juan Carlos Fábrega, ex presidente del Banco Central en el momento en que fracasó la negociación que pudo haber puesto punto final al litigio con los holdouts a un costo mucho menor en julio de 2014. Nielsen dejó mal parado a Axel Kicillof y Fábrega también. El ex titular del BCRA contó, además, cuán cerca se estuvo de ese acuerdo, del aporte que se habían comprometido a hacer los bancos privados y de cómo todo eso se cayó de un plumazo por una sorpresiva ––apoyada por CFK– negativa del ex ministro.

Inflación y desempleo son efectos indeseados de un sinceramiento de la economía

Mauricio Macri atraviesa los momentos más difíciles de su gestión. 

La inflación y el desempleo son los efectos indeseados de un sinceramiento de la economía que representa un ajuste severo que golpea, como siempre, a los que menos tienen. Se sabe que el Presidente está decepcionado con varios sectores empresariales de los que esperaba más. Lo abrumaron con promesas que, hasta aquí, no se concretaron, señala una voz de la cercanía del jefe de Estado. Las dificultades del momento generan tensiones en el gabinete que llegan hasta el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. Macri las conoce y, como se lo manifestó a Ari Paluch, ese asunto no lo inquieta. Habrá que ver cómo sigue esa historia.  

Sergio Massa ha anunciado que esta semana dará a conocer una serie de iniciativas parlamentarias para combatir la inflación. La relación del Gobierno con el líder del Frente Renovador genera tensiones. Por eso, algún asesor al que Macri escucha con atención le ha sugerido ser más medido en sus gestos hacia el ex intendente de Tigre, recordándole que en política “nunca es bueno pagar en efectivo y cobrar en cuotas”.

La renuncia forzada de Miguel Galuccio a la presidencia de YPF promete traer cola, no sólo porque ha pedido una alta indemnización, sino por algunos aspectos del contrato entre la petrolera argentina y Chevron. Uno de los puntos que generan más sospechas tiene que ver con algunas cuentas offshore a través de las que se habrían viabilizado las inversiones de la empresa estadounidense.

Esas cuentas, ubicadas en paraísos fiscales, están en el centro de las controversias originadas por la confidencialidad del contrato de marras. Como decía Virgilio: “Fascilis descensus averno”. “Fácil es el descenso a los infiernos”, máxima de plena vigencia en la Argentina.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.


domingo, 13 de marzo de 2016

Aldo Ferrer y el desarrollo industrial… @dealgunamanera...

Aldo Ferrer y el desarrollo industrial…


Aldo Ferrer fue parte de los economistas estructuralistas que siguieron la estela abierta por Raúl Prebisch con la publicación del Manifiesto del 49 (El desarrollo de América Latina y algunos de sus principales problemas) que desafiaba la visión neoclásica del desarrollo. Ese documento plantea la diferencia entre los países periféricos –productores primarios– y los centrales –industrializados– en la desigual apropiación de los frutos del progreso tecnológico y el consecuente fenómeno del deterioro de los términos de intercambio y abre el cauce a las corrientes heterodoxas y desarrollistas en la región.


© Escrito por Federico I. Poli el viernes 11/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la 
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por esa época, un joven Ferrer escuchaba de boca de Prebisch, en un seminario en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el desencanto con la teoría económica ortodoxa que este ex presidente del Banco Central expresaba porque no le sirvió para resolver los problemas que había enfrentado. Ahí aparece la necesidad de construir una teoría a partir de estilizar los hechos de la realidad de nuestros países. A ese conocimiento contribuiría mucho Ferrer con aportes como La economía argentina (1963) en el que proponía una periodización de la historia de la economía argentina y de sus dilemas, tomando como modelo los trabajos de Celso Furtado de los 50, y su polémico Crisis y alternativas de la política económica argentina (1980).

Creía Ferrer en la importancia de alcanzar una “estructura industrial integrada y abierta” que refería a una estructura económica industrial diversificada con participación de sectores intensivos en conocimiento, abierta al mundo y al comercio intraindustrial, contrariamente a la visión autarquizante que algunos atribuyeron a su “vivir con lo nuestro”. Planteaba que el desarrollo económico se alcanza a través de la competitividad, para la que un tipo de cambio adecuado es un elemento fundamental, junto al aporte de políticas de ciencia, tecnología, capacitación de los recursos humanos. “En la medida en que el tipo de cambio es competitivo genera industria y ocupación, mejora los salarios reales”, Ferrer dixit. En este sentido, defendía las retenciones como instrumento de política económica que permitía compatibilizar, en países como Argentina, el desarrollo de la industria y el agro, por el dilema, que tan bien formularía Diamand, que las productividades diferenciadas introducía al manejo del tipo de cambio.

Sabía Ferrer que el Estado tiene un rol claro en la economía para alcanzar el desarrollo. Siendo ministro de Economía, a principios de los 70, impulsó la creación del Banco Nacional de Desarrollo para financiar la expansión y reconversión de sectores industriales, las infraestructuras y la minería, y la ley del “compre nacional” que permitía utilizar el poder de compra del sector público y sus empresas, que representaba el 40% de la inversión total, para apalancar sectores de complejidad tecnológica.

Afirmaba Ferrer que “cada país tiene la globalización que se merece” porque “el grado de desarrollo alcanzado depende de la aptitud de cada sociedad para participar de las transformaciones desencadenadas por el avance de la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas”. Introduce el concepto de “densidad nacional” que hace referencia a que la calidad de las respuestas que cada país da a los desafíos y oportunidades que la cambiante globalización le plantea está en relación con los liderazgos.

La última vez que lo vi fue en Madrid, en octubre de 2012, en un seminario que organizamos con Enrique Iglesias. Le dije a Aldo que ese día debíamos sacarnos una foto porque no teníamos. Aceptó encantado. Lamentablemente, no lo hicimos. El martes cuando me enteré de su desaparición, me acordé con tristeza de esa foto que no fue.


sábado, 12 de marzo de 2016

Un pañuelo sucio… @dealgunamanera...

Un pañuelo sucio…

La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Fotografía: dyn

Hebe de Bonafini, un emblema que ha vaciado de significado el pañuelo blanco.

© Escrito por Pablo Cohen el sábado 12/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La lucha de quienes alumbran sus sociedades enarbolando principios humanistas, inextinguibles y fraternos ha sido más reconocida cuando de aquella luz se ha desprendido el coraje que siempre supone decir las cosas correctas en el momento incorrecto. Es fácil erigirse, como lo ha hecho el peronismo, en víctima de los crímenes de la última dictadura; más difícil es aceptar que éstos comenzaron durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón y que la tarea de un presidente democrático no consistía en amnistiar a los militares sino en juzgarlos de acuerdo a las reglas del Estado de derecho.

El Estado de derecho es, precisamente, uno de los elementos del contrato social que ha descubierto el kirchnerismo en estos escasos meses de gobierno macrista: ahora que es oposición ha terminado por comprender que una cosa es la legitimidad de origen y otra la de ejercicio.

No se podría entender de otra forma que, con alevosa ansiedad, tantos silenciosos cómplices del lavado de dinero, de la ludopatía y del hacinamiento ferroviario hayan proclamado que la actual Argentina es una dictadura.

En esa línea de pensamiento, un emblema que ha vaciado de significado el pañuelo blanco ha sido Hebe de Bonafini. Ha dicho Bonafini: “El 23 y 24 de marzo, como una cachetada a la Historia, a nuestros hijos y a nosotras, las Madres, llega Barack Obama al país, invitado por otro enemigo de las Madres: Mauricio Macri”. “Me puse a pensar”, agregó Bonafini, “a qué país representa Obama, y me saltó a la cabeza el Plan Cóndor”. Y remató: “Ese hombre tiene las manos manchadas de sangre y acá no lo queremos”.

Es curioso que Bonafini confunda a un presidente negro, demócrata y keynesiano con Richard Nixon, que evoque el Plan Cóndor, pero no la campaña de Jimmy Carter contra las dictaduras latinoamericanas y que se espante por el horroroso entrenamiento que de los estadounidenses recibieron tantos represores sin ahondar en uno al menos igual de cruel, que es el que Francia proveyó a los militares argentinos fascinados por la violencia desplegada contra Argelia. Aparentemente, Hollande y la tradición xenófoba, jacobina y pronazi del pueblo galo no forman parte del odio de la candorosa entrevistadora de César Milani.

La ley de sangre, que rige en Francia contra la mucho más integradora ley de suelo, que sobrevive en los Estados Unidos, tampoco es digna de ese análisis, a pesar de que a nadie puede escapar la reciente visita a la nación de Hollande, un socialista moderado que, como el uruguayo Tabaré Vázquez, simpatiza con Macri.

La señora Bonafini habla hoy de los desaparecidos como de “30 mil revolucionarios” y, así como condena la represión de Macri en episodios menores, no tiene tiempo para recordar que, en plena crisis del gobierno de CFK con el campo, opinó: “La Presidenta tiene mucha democracia y mucha tolerancia, porque otro gobierno los hubiera desalojado a palos y a gases como merecían”.

Tampoco recuerda, las épocas en las que acusaba a Bergoglio de “golpista”, festejaba las muertes de civiles en las Torres Gemelas, pedía desalojar de la Casa Rosada a un vicepresidente electo, llamaba “bolitas hijos de puta” a un grupo de ciudadanos que asistían a la Plaza de Mayo, se solidarizaba con las FARC o insultaba a quienes habían osado participar de la despedida que se le realizó al ex presidente Alfonsín.

En El conocimiento inútil, Jean François Revel escribió una frase que parece de 2016 y no de 1988: “La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira”.Bonafini no la escribió, pero nadie la puede acusar de no haber sido profética.



jueves, 10 de marzo de 2016

Roberto Perfumo, el Marisacal. (1943-2016)... Q.E.P.D. @dealgunamanera...

Murió Roberto Perfumo, una gloria del fútbol argentino…

Roberto Perfumo. Fotografía: CEDOC

A los 73 años, el Mariscal falleció luego de sufrir un traumatismo de cráneo. En Racing integró el mítico Equipo de José campeón de América e Intercontinental. También jugó en River y participó de dos Mundiales con la Selección.

© Publicado el miércoles 10/03/2016 por el Diario Perfl de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El exfutbolista Roberto Perfumo falleció hoy a los 73 años luego de haber sufrido un traumatismo de cráneo, producto de una caída en la escalera de un restaurant.

El Mariscal, como se lo conocía al ex defensor de Racing, Cruzeiro y River dejó un gran recuerdo en los fanáticos del fútbol por su temperamento y por su nivel en la última línea. Años más tarde volcó sus conocimientos tácticos como entrenador y posteriormente se dedicó al análisis en medios deportivos.

Tuvo destacadas labores como comentarista en los partidos de fútbol de Primera División y siempre se caracterizó por su buen humor en las transmisiones de Fútbol para Todos. Además, fue panelista del programa Hablemos de Fútbol, en ESPN + y escribía columnas en la contratapa del Diario Olé.


Nacido en Sarandí, Buenos Aires, un 3 de octubre de 1943, Perfumo se inició en las Inferiores de River, donde debutó en la quinta división con 17 años. Sin embargo, años más tarde pasó a Racing.

En la Academia, Perfumo demostró su nivel y logró ganar campeonato argentino, Copa Libertadores y Copa Intercontinental (1967) en el memorable equipo de Juan José Pizzuti, en el cual fue figura y líder.

Su carrera como futbolista continuó en el Cruzeiro de Belo Horizonte, donde fue campeón en tres oportunidades. Regresó a River en 1975 y, fiel a su costumbre, dio otras tres vueltas olímpicas: Metropolitano y Nacional de 1975 y Metropolitano de 1976.

En la Selección Argentina, el Mariscal llegó a jugar dos Copas del Mundo: Inglaterra ’66 y Alemania ’74 y totalizó 37 partidos oficiales con la Celeste y Blanca. El sabor amargo fue aquella eliminación en La Bombonera ante Perú en 1969.

Al retirarse, Perfumo inició su carrera de entrenador en Sarmiento de Junín en 1981 y continuó en Racing (1992), Olimpia de Paraguay y Gimnasia y Esgrima La Plata, donde consiguió la Copa Centenario en 1993.