viernes, 1 de enero de 2016

Cierran el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego…


El Gobierno Nacional dispuso, con la misma matriz autoritaria que cuando fue intervenido, dar fin al instituto “en nombre del pluralismo”.

© Escrito por Víctor Ramos, Presidente del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego, el jueves 31/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


En nombre de "mayor pluralidad" el presidente Mauricio Macri dispuso cerrar el Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego. "Los propósitos con que fue creado chocan con cualquier idea plural y democrática de la historia", dice el ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto. "Lo cerramos en nombre del pluralismo porque es una mirada, no una mirada plural" concluyó.

En esas palabras descubrimos la semilla del autoritarismo y de la visión única que dicen combatir. El Dorrego tiene la particularidad de darles voz a los pensadores excluidos por la historiografía oficial. No es pluralista, ni pretende serlo. Tampoco es pluralista el Instituto Nacional Yrigoyeniano o el Rosas; tampoco lo es el museo Sarmiento, ni el Sanmartiniano, ni el Mitre, ni el Belgraniano. Los investigadores que trabajan en ellos tienen las miradas parciales o partidarias de sus inspiradores. ¿No se le ocurrió a Mauricio Macri cerrar el Mitre o el Sarmiento que también son "una mirada"?

El Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego viene a dar luz a de las visiones de nuestra historia que se mantenía oculta. La mirada de los pensadores Arturo Jauretche, José María Rosa, Jorge Abelardo Ramos, Raúl Scalabrini Ortiz, Fermín Chávez, Juan José Hernández Arregui, Jorge Eneas Spilimbergo, Alberto Methol Ferré, Manuel Ugarte, entre otros.

Los miembros del Dorrego nunca nos planteamos una mirada plural, de la misma manera que los investigadores del museo Mitre tampoco. Sería soberbio pensar que el pensamiento de uno, es el de todos. El cierre del Instituto Dorrego en nombre del pluralismo es un disparate. Es como si se cerrara el Instituto que lleva el nombre de Hipólito Yrigoyen porque no es plural. La pluralidad del Estado se determina respetando todas las voces y miradas. ¡El pluralismo se encuentra en la diversidad de institutos!

En un momento creí que volvía el diálogo que anunciaba Pablo Avelluto. Pero por ahora en el ministerio de cultura asumieron con la misma metodología de La Cámpora. No hay diálogo. Lo único que se ha respetado en el Ministerio de Cultura de la Nación es a los "comisarios políticos" anteriores, ahora al servicio del poder de turno. Los obsecuentes, siempre lo serán.

Las crisis internas del Dorrego son muestra de su vitalidad. No es letra muerta como el mitrismo porteño en el que se inspiran algunos funcionarios de la actual gestión. Nuevamente los "malditos" de la historia revisionista son prescriptos por el Estado. El Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego continuará de todas formas, sin presupuesto, ni empleados. No se cierra por decreto el pensamiento. Seguiremos en otro local y con los investigadores que quieran seguir trabajando para la difusión del pensamiento nacional, federal y latinoamericano.

Por mi parte me encontraba en uso de licencia a la presidencia del Instituto, al tiempo que éste se encontraba intervenido por disposición del ex Jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Como vemos la idea de "intervenir" o "cerrar" ideas es de la misma matriz autoritaria. Ahora sin presiones de este gobierno o del anterior, retomo la titularidad del Instituto Dorrego para dejar como siempre que fluyan las ideas nacionales que pretenden silenciarse.








Mauricio Kirchner… @dealgunamanera...

Mauricio Kirchner…


En apenas dos semanas de gestión, Macri ha mostrado algunos rasgos de procedimientos más parecidos al nestorismo. Pero el fin nunca justifica los medios.

© Escrito por Javier Calvo el martes 29/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La peor de las herencias de la década en que Carlos Menem gobernó el país, con el voto de los argentinos, no fue la corrupción, la impunidad o la exclusión. Todas ellas juntas construyeron un legado cultural político, económico y social que lleva años desandar, porque incorpora mecanismos de acción y pensamiento que se tornan normales pese a sus vicios de origen.

Por ejemplo, Menem nos enseñó a no escandalizarnos con el enriquecimiento en la función pública, el pago de coimas, la domesticación judicial, el capitalismo de amigos y la hechura de leyes a medida según la ocasión.

El tema es que ya empiezan a notarse los efectos de la herencia cultural kirchnerista, nada menos que en aquellos que se construyeron políticamente como lo opuesto. En apenas dos semanas de gestión, Macri ha mostrado algunos rasgos de procedimientos más parecidos al nestorismo pragmático que al republicanismo declamado.

El primer caso fue la decisión de promover con un decreto la llegada a la Corte Suprema de los  abogados Horacio Rosatti y Carlos Rosenkranz. Aunque la medida tuvo un retroceso elegante, mostró la hilacha (la misma que muestra el kirchnerismo cada vez que puede: la primera impugnación a Rosatti para que llegue a la Corte lleva la firma de Alessandra Minicelli, esposa de Julio De Vido, el funcionario por el que Rosatti renunció como ministro de Justicia K al no avalar sobreprecios en la construcción de una cárcel).

Una segunda muestra la dio la modificación por decreto de la reglamentación de la Oficina Anticorrupción, para que la politóloga Laura Alonso pudiera asumir como su jefa. Hasta ahora, uno de los requisitos era ser abogado. Institucionalmente hubiera sido más prolijo que el cambio se instrumentara para la próxima gestión.

La tercera, que no parece la vencida, ha sido la intervención por decreto de la Afsca y la Aftic. Ayer, Perfil adelantó que el Gobierno ya tiene planeado en enero otro DNU para eliminar ambos organismos y crear uno nuevo, lo que consagra la reforma de una ley (en este caso la de Servicios de Comunicación Audiovisual) a través de una medida del Poder Ejecutivo.

La presión oficial para que la procuradora Alejandra Gils Carbó deje su cargo amenaza con erigirse en otra posible prueba de “makrichmo”. Y esto recién empieza.

En algunos de estos episodios son atendibles las explicaciones y justificaciones gubernamentales. Que aún no pudieron construirse consensos legislativos. Que los funcionarios afectados no cumplieron con el rol que las leyes les habían asignado, etc. etc. Se toma nota.

También se toma nota del patetismo con el que el kirchnerismo (en su fase política y mediática) se indigna por estas iniciativas del Gobierno, cuando ellos hicieron de la arbitrariedad, el doble estándar y la moral reajustable un sello de fábrica.

Por eso, más allá de todo y de todos, debería aprenderse que el fin nunca justifica los medios. Nunca. Aunque lo tengamos inyectado en nuestro cuerpo social desde hace décadas.






El club grande exige… @dealgunamanera...

El club grande exige…


La situación futbolística del club es casi inmejorable debido a los malos resultados de Huracán en los últimos 30 años. Después de 40 años, se ganó la Copa Argentina, la Supercopa Argentina, se volvió a competir en la Copa Libertadores, se llegó por primera vez a una final de una copa internacional y debido al rendimiento en esta Sudamericana 2015, Huracán disputará su tercera libertadores y por primera vez, su segunda consecutiva. Incluso este despliegue formidable no se dio en el mejor momento institucional o deportivo, sino más bien casi en el peor: entre un club quebrado, descendido y amargado tras el clausura 2009.

© Escrito por Rodrigo Molina el viernes 01/01/2015 y publicado por Patria Quemera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tras este año 2015 que quedará para la historia del club, es increíble entender con qué poco institucionalmente Huracán pudo lograr tales cosas. A la discusión de siempre de si Huracán es un grande o si es el sexo grande, ahora se le suma la de si Alejandro Nadur es el mejor presidente que tuvo la institución. Más allá de cualquier discusión pasional, la realidad es que a juzgar por los rendimientos deportivos posiblemente Nadur sea el mejor presidente y a juzgar por la historia, Huracán puede ser un grande pero demasiado devaluado y atrasado.

Hasta hace muy poco tiempo trabajé en una de las mejores agencias de marketing deportivo del mundo (Euromericas Sport Marketing), lo que me permitió entender cómo funciona la industria deportiva (por sobre todo el fútbol), cómo funcionan las instituciones deportivas y, por sobre todo, cómo son los dirigentes deportivos. Y lo más sorprendente de todo fue saber la distancia entre las administraciones europeas, algunas latinoamericanas e incluso clubes grandes del fútbol argentino con el resto. En este caso, lamentablemente Huracán no le cabe el título de grande ni por un centímetro.

Tuve la oportunidad de reunirme y conocer a Alejandro Nadur y a Luis Sasso a principios del 2015 debido a que si bien sabía que a nivel institucional y marketing Huracán tenía un gran desafío y la dirigencia actual no era repudiable como las pasadas, y me nos hubiese encantado formar parte no solo como hincha. Realmente creo que esta dirigencia hizo cosas positivas, pero tal como pude deducir de esa reunión, sabía que esas cosas le iban a quedar chicas al club.

Me resulta muy pobre para nuestro club que tiene ambiciones de ser grande que la mejor idea a nivel institucional para asociarse sea una medida coercitiva una vez alcanzada la semifinal de la Sudamericana. Es muy pobre que ante los títulos, ascenso y participaciones internacionales, la medida mal llamada por algunos “Campaña de socios” haya llegado en el último mes del año. Es muy pobre que antes de esta defectuosa medida (hasta por su implementación) Huracán tenía cerca de 10.000 socios. (¿Realmente hoy hay cerca de 21.000 socios?).  Es muy pobre que llamen “beneficios al socio” un 30% de descuento en “El Noble” (y los días de partido). Es muy pobre que no haya habido ninguna acción sea comercial o de imagen del club con el espléndido año que se afrontó. Con todo respeto hacia el presidente, es muy pobre la relación comercial del club en cuanto a sponsors, acuerdos comerciales y los socios, los cuales son los tres pilares fundamentales de los clubes modelo y grandes no solo en Argentina sino en el mundo. Pero como mencioné anteriormente, de aquella reunión con las máximas autoridades del club, sabía que esas cosas positivas que hicieron en el club iban a quedarle chicas a nuestro club. Quizás la señal más notoria fue saber explícitamente que al presidente no le interesaba en lo más mínimo una campaña de socios.

Entiendo lo odioso que puede ser leer cosas que no nos gustan de nuestro club, pero como dijo la filósofa Ayn Rand: podemos evitar la realidad, pero nunca las consecuencias de la realidad. Por lo tanto, voy a decir algo que a muchos no les gustará: grande se hace. La historia, la mística, el club, fue hecho por personas como yo, como ustedes. Y creo que el hincha entiende bien esto, porque es impresionante la cantidad de iniciativas y las cosas a las que se presta el hincha de Huracán a pesar de cómo fue (es) tratado. Tampoco creo que los dirigentes sean otra cosa que hinchas de Huracán, y es que a veces, necesitamos más que buenas intenciones: necesitamos las ideas adecuadas.

El síntoma más notorio de que Huracán aún es buenas intenciones es la partida de Vismara, la falta de certeza sobre la continuidad de jugadores, la incógnita de los refuerzos (ya un karma del club), de los socios (¿cuántos son?), sobre futuras campañas de socios, la continuidad de patrocinadores, entre tantos factores. Entiendo que en Argentina todavía existe cierta resistencia a la profesionalización de la administración de la institución deportiva, pero creo que es parte del desconocimiento y el prejuicio y que va en contra de lo que el hincha realmente quiere del club.

Hace poco tiempo, Nadur sostuvo que si el hincha quiere retener al plantel debería asociarse: esto hubiese sido una declaración acertada hace algunas décadas atrás, pero denota una falta de conocimiento de cómo funciona la economía de los grandes clubes ¿alguien piensa que River, Boca, Barcelona, o incluso el Leicester inglés o el Stuttgart alemán dependen del abono de sus socios para pagar sueldos? La realidad es que la masa societaria en los grandes clubes por supuesto que aportan una buena porción de los ingresos genuinos pero la mayoría de estos provienen de acuerdo comerciales donde no sólo el club percibe grandes ingresos sino que sus socios obtienen beneficios. Es increíble lo que clubes desconocidos y que fluctúan por el ascenso alemán como el Koln FC puede enseñarle a nivel institucional a Huracán o incluso a varios equipos importantes argentinos. ¿Cómo es posible que exista una brecha que haga que un jugador de Huracán le convenga irse a Racing y el club no pueda ni objetar? No alcanza ese discurso de “Nadur cuida el interés de Huracán” o “No va a hipotecar al club”. Huracán puede cuidar sus interés mejor, no hipotecar el club, ser un club con superávit y competir con clubes como Racing, Independiente o San Lorenzo. Quien les diga lo contrario, les miente o ignora lo que es posible.

Tomando prestado el pensamiento del intelectual argentino Alberto Benegas Lynch, me atrevo a reformularlo para las instituciones deportivas. Creo que los dirigentes deportivos son cazadores de votos como cualquier dirigente político que se somete a una votación democrática. Por lo tanto, su discurso e ideas van a estar enmarcados en un punto mínimo y máximo y dentro de esa franja se va a ir moviendo: si expresa alguna idea que se salga de esa franja pierde un votante. Por supuesto que esta franja es nada más ni nada menos que el clima de opinión o clima de ideas: ningún dirigente va a proponer o esperará ganar las elecciones con ideas que no puedan ser digeridas por el socio votante. La gran pregunta es: ¿cómo se forma el clima de ideas? Bueno, Lynch dice que empieza en un grupo reducido, donde citando a John Stuart Mill, explica que todas las nuevas ideas atravesarán por tres etapas: ridiculización, discusión y adopción, ya que toda idea nueva es chocante, pero si se puede dar bien el mensaje, trabajando bien, y estas ideas llegan a los medios, a los periodistas, los cuales son el último círculo social para entrar en el clima de opinión, las cosas van a empezar  a cambiar, logrando que el dirigente tenga que actualizar su discurso e ideas ya que de otra forma empezaría a perder votos y apoyo social.

Huracán necesita gente más capacitada en su dirigencia, necesita comenzar a exigir que sus dirigentes estén a la altura. Hoy el marketing deportivo ya no es una opción sino que es lo que separa a los clubes grandes de los demás. De los clubes que progresan de los que no. Por esto, me animo a discutir y disentir con algunos hinchas de Huracán otra de las frases que leo seguido: “A Huracán todo, sin pedirle nada”. Realmente creo que en esencia es un pensamiento de amor al club, pero desacertada. Yo creo que darle todo a Huracán significaría pedirle, alentar el crecimiento: un club grande exige.



Nuevo Chery QQ… @dealgunamanera...

Nuevo Chery QQ…


La marca asiática presentó en la Argentina la nueva generación de su "city car". Ya está a la venta y se ofrece a partir de 166.192 pesos. (U$S 12.300)

© Publicado el miércoles 23/12/2015 por la Revista Parabrisas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


Chery presentó en nuestro país la nueva generación del city car QQ, modelo que llega importado desde China con una estética totalmente renovada, denominada por la marca “Smart Life”. Cuenta con una nueva y simpática carrocería, que mide 3,56 metros de largo, 1,62 m de ancho y 1,52 m de alto, mientras que la distancia entre ejes es de 2,34 metros.

Está disponible en dos niveles de equipamiento (Light Security y Confort Security), ambas equipadas con el nuevo motor naftero 1.0 de tres cilindros, doce válvulas, inyección multipunto, doble árbol de levas a la cabeza y 69 CV de potencia, que entrega 9,4 kgm. de torque entre las 3.500 y 4.500 vueltas. El pequeño propulsor trabaja asociado con una transmisión manual de cinco relaciones y la tracción es delantera.

La versión de entrada de gama (Light) ofrece aire acondicionado, levantavidrios eléctricos delanteros, radio AM/FM con reproductor de CD, MP3 y puerto USB, y faros con regulación eléctrica. Por su parte, la variante full (Confort) agrega espejos exteriores con regulación eléctrica, levantavidrios eléctricos para las plazas traseras, cierre centralizado con comando a distancia y llantas de aleación.

En materia de seguridad, las dos opciones cuentan con frenos ABS con EBD, doble airbag frontal, faros antiniebla traseros, columna de dirección colapsable y cinturones de seguridad inerciales de tres puntos.


El valor de venta de esta nueva gama es de $ 166.192 (U$S 12.300) la versión Light Security y 178.412 (U$S 13.200) la Confort. La garantía, en tanto, es de tres años o cien mil kilómetros.










martes, 29 de diciembre de 2015

AFSCA: una intervención de Macri a la medida de Clarín… @dealgunamanera...

AFSCA: una intervención de Macri a la medida de Clarín…


Con la intervención al organismo que debía aplicar la Ley de Medios y el desplazamiento de Sabbatella, el gobierno le devuelve los favores a Clarín. La izquierda rechazó la medida y exige que se discuta en el Congreso.

© Escrito por Daniel Satur el sábado 26/12/2015 y publicado por http://www.laizquierdadiario.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ayer por la mañana el ministro de Comunicaciones Oscar Aguad anunció la intervención por 180 días de la AFSCA y la AFTIC, los organismos que tienen a su cargo la aplicación de las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual y Argentina Digital, respectivamente.

La decisión liquida, en los hechos, la autarquía de ambos entes y deja en manos del ministro radical el manejo de todo lo referente a regulación de medios, telecomunicaciones y nuevas tecnologías de la información.

Por la tarde Aguad denunció penalmente a Martín Sabbatella por no querer abandonar su cargo al frente de la AFSCA, donde tiene mandato legal hasta 2017.

Según lo indica el Decreto 236/2015, a partir de ahora la AFSCA quedará en manos del interventor Agustín Garzón mientras que el titular de la AFTIC, Norberto Berner (con mandato legal hasta 2019), será reemplazado por el interventor Mario Frigerio.

“Abuso de poder”

Aguad no sólo intervino la AFSCA sino que denunció penalmente a Sabbatella por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder”. Según la denuncia presentada en Comodoro Py, el dirigente de Nuevo Encuentro no hizo su trabajo según lo estipula la propia Ley de Medios; y por otro lado, al ser intervenido el organismo caducan los mandatos de sus autoridades, por lo que Sabbatella debería abandonar el cargo.

El decreto firmado por Macri, Aguad y el jefe de Gabinete Marcos Peña apela a una provocadora ironía para justificar la denuncia contra Sabbatella. Según el texto, pese a que la ley está vigente desde 2009, “no se han logrado avances significativos en el desarrollo de mecanismos destinados al cumplimiento de la materia”.

A su vez el decreto dice que “tampoco se ha cumplido satisfactoriamente el objetivo de posibilitar el acceso de la totalidad de los habitantes de la República Argentina a los servicios de la información y las comunicaciones”, tal como lo fija la norma. Y afirma que, por otro lado, “se han verificado importantes decisiones adoptadas por la AFSCA y la AFTIC en el área de sus competencias que implicarían abiertos incumplimientos de las disposiciones legales vigentes”.

Así el macrismo se termina apoyando en la letra de la ley que combatió en el Congreso, en alianza con Clarín, para desplazar a Sabbatella y Berner de los puestos públicos que la propia ley creó.

Lo curioso (o no) es que Macri no hace más que ejercer un nuevo “abuso de poder”, ya que la intervención federal de un ente autárquico no es otra cosa que la aplicación forzada de la legalidad para satisfacer las necesidades del gobierno.

A pedido de Clarín

La intervención de la AFSCA y la AFTIC tienen el objetivo de concentrar el poder respecto a las comunicaciones y los medios en manos de un funcionario como Aguad, quien ostenta, más que un currículum, un verdadero prontuario, ligado estrechamente a genocidas y con una amplia experiencia represiva.

Sin dudas esta intervención por decreto y a los empujones busca beneficiar nada menos que al Grupo Clarín y sus aliados, quienes militaron todo el año en favor de Cambiemos y hoy están recibiendo la correspondiente compensación.

Y también la medida benefiará a las corporaciones telefónicas, que vienen reclamando modificaciones en la Ley Argentina Digital.

En ese sentido tanto la “adecuación” de Clarín a la Ley de Medios, así como todo cuestionamiento a su poder económico y mediático, nunca fueron llevadas adelante por el kirchnerismo. Incluso los artículos más ‘progresivos’ no se aplicaron o se violaron directamente. Todo esto, bajo el amparo de las autoridades de AFSCA”. Con estas medidas de Macri directamente quedarán en el olvido.

Antes y ahora, la democratización bien gracias...

En este diario se han analizado reiteradamente los límites objetivos que tiene la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en cuanto a la capacidad de “democratizar las comunicaciones” y acabar con la concentración mediática que hace décadas está en manos de un puñado de corporaciones.

Más allá de los discursos, el gobierno de Cristina Fernández se fue sin haber transformado sustancialmente el mapa de medios a nivel nacional y sin haberle arrebatado, mucho menos, el enorme poder a Clarín.

Por el contrario, el accionar del gobierno kirchnerista desde 2009 -cuando rompió su alianza con Magnetto- hasta su retirada, fue tendiente a fortalecer y sostener (con jugosos fondos públicos) a una caterva de empresas mediáticas aliadas, entre cuyos exponentes más visibles se encuentran Cristóbal López y Sergio Szpolsky.

Ni siquiera Cristina y Sabbatella hicieron efectiva la ocupación del 33 % del espectro radioeléctrico por parte de canales de TV y radios pertenecientes al sector “sin fines de lucro”, donde se agrupan cooperativas y organizaciones sociales que apoyaron con entusiasmo la Ley de Medios desde sus inicios.

Vale aclarar que la asignación de licencias para ese “tercio” del espectro como otras tantas medidas en favor de medios comunitarios y populares no estaba prohibida por ninguna medida cautelar. Fue una decisión política del kirchnerismo apostar a “combatir” a Clarín creando nuevas “corpos” con financiamiento estatal, dejando al mismo tiempo libradas a su suerte a infinidad de experiencias comunicacionales alternativas e independientes.

La izquierda rechaza la intervención

Apenas conocido el decreto por el cual se intervienen la AFSCA y la AFTIC, las voces de repudio se multiplicaron. Uno de los primeros en criticar la medida fue el investigador Martín Becerra, quien escribió que “la decisión anunciada por Aguad invoca la legitimidad y el consenso pero se realiza en ausencia de diálogo previo con fuerzas políticas y sociales (que no sean sólo los actores empresariales más grandes) y desemboca en una intervención parecida a la vendetta”.

En un sentido similar, desde el PTS y el Frente de Izquierda se hizo público el rechazo a la medida, por considerarla “arbitraria, hecha a pedido y a la medida de Clarín y las grandes corporaciones mediáticas que hoy apoyan a este Gobierno”.

Así se expresó el ex candidato presidencial del FIT Nicolás del Caño, quien aclaró sin embargo, que este rechazo no significa avalar lo hecho por el kirchnerismo en materia de medios de comunicación.

“Siempre hemos sido muy críticos de la llamada ‘Ley de Medios’ y hemos denunciado que el gobierno saliente creó un sistema de medios propios (ayudado por la pauta oficial), que no democratizó el acceso a la información, al margen de que nunca se dieron espacios a la izquierda. Además, mantuvo intactos el poder esencial de las grandes corporaciones (incluso los artículos más ‘progresivos’ de la ley no se aplicaron o se violaron). Todo esto, bajo el amparo de las autoridades de AFSCA”, sintetizó Del Caño.

A su vez la diputada nacional del PTS/FIT Myriam Bregman manifestó “en este caso, como en el conjunto de las medidas que viene tomando el nuevo gobierno, el método de Mauricio Macri es tomar todas las decisiones vía decretos de necesidad y urgencia (o resoluciones ministeriales) pasando por encima de cualquier mínima discusión democrática en el Congreso”.

“El gobierno que construyó un relato supuestamente ‘republicano’ del ‘diálogo y el consenso’ ahora suma intervenciones arbitrarias a la catarata de decretazos que viene aplicando”, enfatizó Bregman.

En ese sentido, la ex candidata a vicepresidente del FIT exigió “que esta cuestión sea debatida en el Congreso. Los legisladores del PTS y el Frente de Izquierda, contamos con representación parlamentaria y un programa para terminar con los monopolios mediáticos, tanto estatales como privados. Exigimos el derecho democrático elemental a la discusión en el Congreso donde expresamos la voz que también desarrollamos en la movilización callejera, ante un tema que es de suma importancia para los trabajadores y las mayorías populares, como es el de los medios masivos de comunicación y el derecho a la información”.

Nostalgias

El ministro Aguad, tal como lo hiciera en 1999 en la ciudad de Corrientes, vuelve a hacerse cargo de una “intervención” desde el Estado nacional. Esta vez en materia de telecomunicaciones y nuevas tecnologías.

No caben dudas de que “el Milico” está en su salsa. Lejos de todo barniz “republicano” e “institucionalista”, su flamante gestión se propone brindarle un sentido homenaje a la vieja Ley de Radiodifusión 22.285 (dictada por Videla y Martínez de Hoz en 1980 y vigente hasta 2009), que durante décadas fue aplicada por sucesivos “interventores” del COMFER.

Esa misma “ley”, con sus modificaciones en democracia, permitió la conformación de un puñado de poderosos conglomerados mediáticos. Entre ellos, obviamente, el Grupo Clarín, el mismo que ahora festeja sin disimulo cada nueva intervención arbitraria del gobierno de Macri. Un gobierno que, como afirmó Myriam Bregman, arrancó a decreto limpio “pasando por encima de cualquier mínima discusión democrática en el Congreso”.

¿Te acordás hermano...?

Muy lejos quedaron los tiempos en que Martín Sabbatella y Oscar “el Milico” Aguad compartían proyecto político. En diciembre de 1999 ambos integraron la Alianza que llevó a De la Rúa a la presidencia. Por entonces el joven del PC asumía como intendente de Morón y el radical cordobés se sumaba a la intervención de la provincia de Corrientes (de donde se iría en 2001 con una denuncia por el robo de 60 millones de dólares).

Dieciseis años después Sabbatella y Aguad se encuentran enfrentados y en el centro de la tormenta. Mientras el ex intendente de Morón se niega a dejar su cargo al frente del organismo intervenido, el Ministro de Comunicaciones encara la intervención a cara de perro.

Senadora Norma Morandini, Resumen de gestión… @dealgunamaenra...

Senadora Norma Morandini, Resumen de gestión…


Con la devolución de mi banca viví la contradicción entre la frustración por haber integrado unos de los Congresos más degradados de la democratización y el agradecimiento a todos aquellos que confiaron en mí, me brindaron apoyo y respeto.

© Publicado el lunes 28/12/2015 en www.normamorandini.com.ar

El año 2015, el del recambio presidencial, fue también mi último año como senadora y el fin de la década como legisladora, ya que antes fui cuatro años diputada. Tiempo de balance que impregna inevitablemente las que fueron mis rendiciones de gestión cada año.

Un año electoral que canceló la actividad parlamentaria. Una paradoja que señalé y hoy confío podremos corregir en la medida en que la política recupere su función de servicio y las elecciones jerarquicen la voluntad popular. Este año tuvimos que vencer el hastío y el cansancio para modificar el campo de batalla en el que se convirtió la disputa política e hirió gravemente a las instituciones, especialmente el Parlamento, que funcionó tan sólo para aprobar las leyes de interés del gobierno, sin cumplir los tiempos reglamentarios, a las apuradas, bajo el simulacro de las audiencias públicas, en realidad actos partidarios, con las que se “popularizaron” las leyes en flagrante violación al sistema representativo. Es en el Congreso donde la ciudadanía dialoga con sus representantes. El corazón de la democracia, donde finalmente se tramitan las leyes. 

Vale recordar que nuestra democracia no es directa, la ciudadanía delega su poder en sus representantes. Las elecciones determinan la representación democrática, pero no pueden vaciar la actividad legislativa. Además de la división de la autoridad en varias esferas, cada elección restituye la alternancia que define la democracia, pero se impone una profunda y debatida reforma política para no agobiar a la ciudadanía obligándola a ir a las urnas todo el tiempo y, a la par, evitar que se vacíe la actividad parlamentaria, sobre todo en su función de control. Estos han sido mis temas obsesión desde que ingrese al Congreso.

No me alegra no haberme equivocado en relación al carácter autoritario de un gobierno que impuso un solo color político en lugar de respetar la diversidad, buscó refrendar sus políticas sin aceptar ningún cuestionamiento o aporte, eludió los controles y estuvo marcado por las denuncias de corrupción. Sí me apena no haber podido influir más. Creo haber cumplido con lo que me propuse desde el inicio, abrir un espacio para que la ciudadanía se conecte con la política. Y tanto mis rendiciones de cuenta como la comunicación de todo lo que hicimos, desde los proyectos de ley, los pedidos de informes, las manifestaciones en el recinto y los artículos publicados en la prensa contribuyeron para ampliar ese espacio. Si bien el Parlamento no recuperó su prestigio, hoy existe una mayor conciencia ciudadana sobre su importancia y la necesidad de encontrar perfiles de idoneidad acordes a esa función.

El año 2015 comenzó de la peor manera: la muerte del fiscal Alberto Nisman el 18 de febrero, en las vísperas del día que debía comparecer ante la Cámara de Diputados para informar sobre su denuncia contra la Presidente de la Nación, Cristina Kirchner, a la que acusó de complicidad con Irán para conseguir la impunidad de los funcionarios de la embajada de ese país, señalados por su responsabilidad en el atentado de la AMIA. La bala que mató al fiscal dio de lleno en el Parlamento, que a días de terminar el receso del verano mantuvo sus puertas cerradas sin registrar ni contener la conmoción social y política que significó el regreso del fantasma más temido, la violencia política.

El carácter de la denuncia y la función de fiscal de la Nación caracterizaron su muerte como un magnicidio. Este prólogo de rendición de cuentas excede el análisis político de las implicancias judiciales y las reacciones del Poder Ejecutivo. En cambio, la presencia de la jueza Arroyo Salgado, madre de las hijas del fiscal, en el Salón Azul del Senado, a instancias del senador de la UCR Gerardo Morales, quien aglutinó a la oposición, conmocionaron la actividad legislativa. Con un gran dominio de sí misma, bajo las cámaras y los “flashes” de la prensa, la jueza pidió no se politizara la causa: “Todo juicio de valor, aprobación o desaprobación, provenga del ámbito del que provenga interfieren y condicionan la labor del poder judicial”. Es lo que sucedió: el año 2015 terminó consagró la impunidad de la muerte del fiscal, sin que siquiera la Justicia haya determinado como murió. En su lugar, el gobierno kirchnerista aprovechó para transformar la temida Secretaría de Inteligencia sin que los espías del Estado modificaran todavía la cultura de control y espionaje sobre los ciudadanos, prohibida por la ley. Tal como demostraron las denuncias periodísticas en relación al espionaje interno.

Con la devolución de mi banca viví la contradicción entre la frustración por haber integrado unos de los Congresos más degradados de la democratización y el agradecimiento a todos aquellos que confiaron en mí, me brindaron apoyo y respeto. Me siento una política del 2001, cuando el grito de furia del “que se vayan todos” desnudó que caminábamos sobre escombros institucionales. Acepté participar en momentos de gran desprestigio de la política. Sin embargo, confío en la evolución ciudadana, que es finalmente la que determina la calidad del debate democrático.


Al ingresar, diez años atrás, jamás imaginé que toda mi actividad política legislativa iba a estar determinada por los Derechos Humanos, ya que nunca creí que la tragedia de tener hermanos desaparecidos me concediera privilegios por encima del único privilegio, que es haber representado a mis compatriotas. Reiteré cuantas veces pude mi idea de que la democracia es el verdadero antídoto para que el pasado sea aprendizaje. No venganza. La continuidad de los juicios contra los represores de la dictadura fue una tarea de los tres poderes. Es en los tribunales donde se juzga el Terrorismo de Estado, la violación de los derechos humanos. Nos resta construir una auténtica cultura de derechos que conjuguen con la vida, la pacificación y, sobre todo, porque estamos obligados a cumplirlos en tanto el corazón jurídico y filosófico de nuestra Constitución reformada de 1994 son los tratados de Derechos Humanos. 

Toda mi actividad legislativa estuvo dedicada a cumplir con esos derechos, especialmente los considerados de tercera generación, como son los ambientales. Fue un gran avance la aprobación que dio el Senado al proyecto de “Ley de Presupuestos Mínimos para la Calidad Acústica” para garantizar el derecho a vivir en un ambiente sano, ya que no hay dudas que el ruido, especialmente en las grandes ciudades, es un factor contaminante que afecta la salud. Un proyecto de vieja data que nunca había conseguido el tratamiento legislativo. Con la confianza de que se conviertan en ley, dejé como proyectos legislativos un marco jurídico para proteger a los ciudadanos usuarios telefónicos en la asimétrica relación con las empresas de telefonía móvil. Un instrumento para promover el salto cultural del consumidor al ciudadano con derechos, tal como consagra nuestra Constitución.

Muchos fueron los pedidos de informes al Poder Ejecutivo en torno a los temas que fueron constante de mi trabajo legislativo. A la par, consecuencia de nuestra historia de ocultamiento y mentiras, resulta anacrónico que a treinta años de la democratización no tengamos todavía una ley de Acceso a la Información para asegurar la luz pública sobre los actos de gobierno, la transparencia en el manejo de la administración del Estado. Aspiro a que los proyectos que presenté puedan aportar a ese debate y a que finalmente tengamos una norma al respecto.

En relación a la universalidad del derecho a la educación propusimos un marco regulatorio que garantice la educación domiciliaria y hospitalaria para los alumnos que por enfermedad no pueden asistir con regularidad a la escuela. En el mismo sentido, de garantizar derechos a la infancia, elaboramos un proyecto para establecer las Pautas Rectoras para la designación y actuación del Abogado del Niño, una figura que aún no se ha implementado tal como lo determina la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.

A pesar de la escasa actividad parlamentaria mantuvimos la actividad para acercar el Senado a los temas y problemas que le competen a la Comisión de Población y Desarrollo que presidí, entre ellos los vinculados con discapacidad, género y pueblos originarios. Ante la falta de quorum, ya que el oficialismo se negó sistemáticamente a participar en una Comisión presidida por una opositora, constituimos la Comisión en el acampe de los pueblos originarios QOPIWINI en la Avenida de Mayo.

GRACIAS. No se me ocurre otra palabra en este final de gestión. La que le debo a mis asesores, tan comprometidos como capaces, quienes me sustentaron en el trabajo legislativo. Y gracias a todos los que en la calle me dicen sencillamente “gracias”. Hubiera querido ir más lejos, pero esta es una caminata colectiva en la que siempre estaré cuando se trate de seguir trabajando por la normalidad democrática, uno de mis mayores anhelos.