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viernes, 1 de enero de 2016

Cierran el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego…


El Gobierno Nacional dispuso, con la misma matriz autoritaria que cuando fue intervenido, dar fin al instituto “en nombre del pluralismo”.

© Escrito por Víctor Ramos, Presidente del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego, el jueves 31/12/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


En nombre de "mayor pluralidad" el presidente Mauricio Macri dispuso cerrar el Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego. "Los propósitos con que fue creado chocan con cualquier idea plural y democrática de la historia", dice el ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto. "Lo cerramos en nombre del pluralismo porque es una mirada, no una mirada plural" concluyó.

En esas palabras descubrimos la semilla del autoritarismo y de la visión única que dicen combatir. El Dorrego tiene la particularidad de darles voz a los pensadores excluidos por la historiografía oficial. No es pluralista, ni pretende serlo. Tampoco es pluralista el Instituto Nacional Yrigoyeniano o el Rosas; tampoco lo es el museo Sarmiento, ni el Sanmartiniano, ni el Mitre, ni el Belgraniano. Los investigadores que trabajan en ellos tienen las miradas parciales o partidarias de sus inspiradores. ¿No se le ocurrió a Mauricio Macri cerrar el Mitre o el Sarmiento que también son "una mirada"?

El Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego viene a dar luz a de las visiones de nuestra historia que se mantenía oculta. La mirada de los pensadores Arturo Jauretche, José María Rosa, Jorge Abelardo Ramos, Raúl Scalabrini Ortiz, Fermín Chávez, Juan José Hernández Arregui, Jorge Eneas Spilimbergo, Alberto Methol Ferré, Manuel Ugarte, entre otros.

Los miembros del Dorrego nunca nos planteamos una mirada plural, de la misma manera que los investigadores del museo Mitre tampoco. Sería soberbio pensar que el pensamiento de uno, es el de todos. El cierre del Instituto Dorrego en nombre del pluralismo es un disparate. Es como si se cerrara el Instituto que lleva el nombre de Hipólito Yrigoyen porque no es plural. La pluralidad del Estado se determina respetando todas las voces y miradas. ¡El pluralismo se encuentra en la diversidad de institutos!

En un momento creí que volvía el diálogo que anunciaba Pablo Avelluto. Pero por ahora en el ministerio de cultura asumieron con la misma metodología de La Cámpora. No hay diálogo. Lo único que se ha respetado en el Ministerio de Cultura de la Nación es a los "comisarios políticos" anteriores, ahora al servicio del poder de turno. Los obsecuentes, siempre lo serán.

Las crisis internas del Dorrego son muestra de su vitalidad. No es letra muerta como el mitrismo porteño en el que se inspiran algunos funcionarios de la actual gestión. Nuevamente los "malditos" de la historia revisionista son prescriptos por el Estado. El Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego continuará de todas formas, sin presupuesto, ni empleados. No se cierra por decreto el pensamiento. Seguiremos en otro local y con los investigadores que quieran seguir trabajando para la difusión del pensamiento nacional, federal y latinoamericano.

Por mi parte me encontraba en uso de licencia a la presidencia del Instituto, al tiempo que éste se encontraba intervenido por disposición del ex Jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Como vemos la idea de "intervenir" o "cerrar" ideas es de la misma matriz autoritaria. Ahora sin presiones de este gobierno o del anterior, retomo la titularidad del Instituto Dorrego para dejar como siempre que fluyan las ideas nacionales que pretenden silenciarse.








sábado, 24 de mayo de 2014

Néstor Vicente... De Alguna Manera...


Néstor Vicente...


Néstor Vicente cuenta con una dilatada trayectoria como militante político. En sus inicios fue candidato a consejero estudiantil universitario y ocupó la vicepresidencia de la Acción Católica porteña. En 1961 se sumó a la Democracia Cristiana y en 1973, como parte del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), resultó electo concejal de la ciudad de Buenos Aires. 

El golpe militar del 24 de marzo de 1976 lo encontró en ejercicio de ese mandato y como secretario general del Partido Popular Cristiano. Meses después se incorporó a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Junto con Augusto Conte, Enrique de Vedia y Carlos Auyero fue uno de 105 fundadores de la corriente Humanismo y Liberación de la Democracia Cristiana, que hizo punta en la lucha a favor de los derechos humanos y en el enfrentamiento a la dictadura militar.

Durante la reinstauración democrática de 1983 pugnó junto con Cante por que los derechos humanos llegaran al Parlamento. Viajaron juntos a Cuba y Nicaragua en 1984, invitados por el régimen sandinista. A pocos meses del regreso de esa importante experiencia dejó las filas de la Democracia Cristiana para incorporarse al Partido Intransigente.

Luego de fundar con Eduardo Luis Duhalde y el coronel Luis César Perlinger la Izquierda Democrática Popular (IDEPO), integró la alianza Izquierda Unida, de la que fue candidato a presidente de la Nación en 1989, luego de haber protagonizado la primera interna abierta que tuvo lugar en el país.

El 1º de mayo de 1990 fue junto con Luis Zamora orador principal en la denominada Plaza del No, en abierta oposición al proyecto menemista que comenzaba a desarrollarse.

Compartió con Oscar Alende, José María Rosa y Conrado Storani la autoría del libro El ocaso del Proceso, publicado en diciembre de 1981. Los reportajes que le hicieron Mona Moncalvillo (1985) y Juan José Salinas (1989) fueron publicados como libros.

Fue diputado de la Ciudad en 1999, y nunca dejó de expresar su predilección por el tango y su afición a la poesía. La pasión que puso en la actividad política también fue un signo singular de su quehacer como dirigente deportivo. Fue presidente de Huracán y escribió dos libros sobre la historia del club y otro sobre política deportiva, Puntapié inicial (2000), publicado por la editorial Galerna.

© Escrito por Augusto Conte, Padre de La Plaza, el Miércoles 14/04/2006 y publicado por http://www.rodolfowalsh.org