sábado, 10 de noviembre de 2012

Almirante Brown 0 vs. Huracán 4... De Alguna Manera...

 
El Huracán Defederico apabulló a la Fragata...

 Defederico le agradece el aliento a su gente. (Télam)

Esta mañana en Isidro Casanova, Huracán goleó por 4 a 0 a Almirante Brown y sueña con salir de la zona del descenso. Los goles del equipo de Llop los marcaron Barrales, Echeverría (e/c), Danelón y Villaruel. Matías Defederico, quien fue la figura del encuentro, volvió a ser titular luego de aquella final perdida ante Vélez. El equipo de Blas Giunta perdió el invicto de local luego de 15 encuentros.


Parece que sirvió y mucho la visita del pastor Bosso por el estadio de Huracán hace unos días. Luego de 5 partidos sin conocer el triunfo, el globo volvió a conseguir 3 puntos muy importantes para salir del fondo de la tabla y respirar un poco en la zona roja del descenso.

Si bien en el primer cuarto de hora el local fue quien buscó abrir el marcador, la suerte esta vuelta no jugó para el conjunto de la Matanza. A pocos minutos del inicio el conjunto de Blas Armando Guinta tendría las situaciones más claras para romper el cero. Primero Mancineli salva de cabeza la valla de Islas, luego que Chávez enviara la pelota al centro del arco. Unos minutos más tarde el travesaño le dijo que no a Zacarías, quien remató desde afuera del área imposibilitando al uno quemero detener el balón. De ahí en más todo fue para Huracán. Cuando el reloj marcaba el primer cuarto de hora, Matías Defederico envió un centro al corazón del área de Losa, este duda al ir a buscar el balón y Jerónimo Barrales rozandoló con su cabeza lo envía al fondo de la red marcando, así, el primer tanto del partido. Desde ese momento el dueño de casa fue en búsqueda del empate pero con impresición a la hora de llegar al área rival.

Ya en el complemento el globo fue quien tomó el balón y se adueño de la mitad de la cancha. Tal es así que sin antes de dejarlo pensar al conjunto “fragata” le clavó su segunda puñala al conquistar un nuevo tanto. Luego de un corner a favor de la visita, Echeverría tuvo la mala fortuna de querer desviar el balón hacia fuera y la terminó metiendo en su propio arco.

Con un Almirante ya desordenado, Huracán dominó el encuentro liquidando de contra el mismo. Primero Danelón de cabeza, luego de que Defederico desbordara por el lado derecho y enviara el centro, y poco antes del final Villaruel, solo tuvo que empujarla debajo de la red tras recibir el balón por parte de Mauro Milano. Con este 4 a 0 impensado, los jugadores de Huracán registraron una goleada poco habitual de ver en los hinchas quemeros que las malas rachas lo viven persiguiendo.

Huracán ganó, goleó y le dio una pequeña luz de esperanza a su gente que siempre lo acompaña en las malas.

Síntesis:

Almirante Brown 0: Gastón Losa; Ezequiel Filippetto, Hernán Ortiz, Santiago Echeverria y Ezequiel Garre; Iván Centurión, Mauro Marrone, Sergio Meza Sánchez y Jonathan Zacaria; Cristian Chávez y Pablo Caballero.

DT: Blas Armando Giunta

Suplentes: Mauro Dobler, Gabriel Díaz, Gastón Gimenez, Diego Riquelme, Javier Robles, Leonel Altibelli y Cesar Lamanna

Huracán 4: Daniel Islas; Federico Mancinelli, Rodrigo Erramuspe, Eduardo Domínguez, Nicolás Minici; Alexis Danelón, Hugo Barrientos, Lucas Villarruel, Jonathan Bustos; Matías Defederico y Jerónimo Barrales

DT: Juan Manuel Llop

Suplentes: Gastón Monzón, Kevin Cura, Walter Busse, Cristian Sánchez Prette, Gonzalo Martínez, Mauro Milano y Alejandro Quintana.

Goles: 24 PT Barrales; 5 ST Echeverría e/c; 15 ST Danelón y 38 ST Villaruel

Figura: Matías Defederico

Amonestados: Filippetto, M. Sánchez (en A. Brown), Barrientos, Barrales y Villaruel (en Huracán)

Cambios: Robles por Filippetto, Altibelli por Garre y Gimenez por Marrone en A. Brown; Martínez por Defederico, Busse por Danelón y Milano por Bustos en Huracán

Árbitro: Mariano González

Líneas: Adrián Fonzo y Sebastián Palacios.

4to árbitro: Santiago Ascenzi

Estadio: Fragata Presidente Sarmiento

© Escrito por Marcelo Salvio y publicado por Mundo Ascenso el sábado 10 de Noviembre de 2012.


El pastor Defederico...

El abrazo con Defederico, artífice de la victoria. (Télam)

Huracán vivió este sábado una jornada de felicidad como hacía tiempo no le pasaba. El Globo, que lucha por mantener la categoría -está último en los promedios- y que acumulaba cinco juegos sin triunfos, se impuso al complicado Almirante Brown por 4-0 en Isidro Casanova.

El equipo de Llop fue superior, aprovechó muy bien sus oportunidades y se festejó gracias a las conquistas de Jerónimo Barrales (PT 24m), Santiago Echeverría (ST 5m e/c), Alexis Danelón (ST 15m) y Lucas Villarruel (ST 38m). Matías Defederico fue la gran figura de la cancha.

Matías volvió a la titularidad días después de la visita del pastor Juan Bosso al Ducó y Huracán ganó 4-0 en Casanova frente a un Almirante que llevaba 15 partidos sin perder en La Matanza. El Globo sigue mal pero al menos respira…

Creer o reventar. Experiencia religiosa o casualidad. O, fútbol del bueno, por qué no. Un par de horas después de la mística y mediática visita del pastor Juan Bosso al Palacio Ducó, de su agua bendita, de sus buenas ondas, lo único cierto es que Huracán viajó hasta Isidro Casanova para visitar a un Almirante Brown que llevaba 15 partidos sin perder y no sólo le ganó: le metió cuatro… Y es el mismo Globo que, ni más ni menos, se la rebusca con un presupuesto mensual de 1.500.000 pesos, está en zona de descenso, acaba de salir del último puesto de la tabla, y hasta tiene periodistas partidarios que como protesta se bajan los pantalones delante del Chocho Llop, el entrenador. Sin embargo…

Este pastor no tiene 64 años ni es cameraman de Crónica TV ni es hincha del Bicho, como Bosso. El pastor futbolero que sacó a Huracán este sábado del letargo es un viejo conocido de la casa. Matías Defederico, después de su larga recuperación, volvió a la titularidad en el Globo y puso su chapa sobre la mesa. Volvió a evangelizar de juego a un equipo desangelado. ¡Y cómo! Almirante apretaba y merecía ponerse arriba en el primer cuarto de hora (Mancinelli de cabeza le sacó el gol a Zacaría; Zacaría rompió el travesaño; volea de Caballero pegada a un palo), hasta que llegó un tiro libre frontal para el Quemero en el minuto 23. La bocha llegó con rosca al corazón del área y Barrales puso su pelada para desviar la pelota hacia el 1-0. Fue la auténtica bisagra.

Giunta empezó a quemar las naves temprano: a los 33’, de una, Robles por Filipetto, delantero por defensor. Lo tuvo Chávez, de nuevo Caballero (por partida doble) pero… El Globo abarajó los intentos y, recién comenzado el complemento, empezó a hablar de otra cosa, algo que distaba de ser un milagro. Barrales se lo perdió a los 4’ debajo del arco y Echeverría, intentando barrer la redonda al córner, la terminó clavando en el ángulo. Y Blas seguía transformándose: adentro Giménez, volante ofensivo, afuera Garré, capitán y lateral izquierdo. La respuesta de Huracán no tardó en llegar. Un minuto más tarde, a los 15’, jugadón de Defederico por izquierda, centro y palomita de Danelón para el 3-0.

El partido pareció acabar a los 21’50”, cuando Llop decidió el cambio de Martínez por Deferico. Sin embargo, quedaba la cereza del postre, el 4-0 de Villarruel y el descuento que Islas le tapó a Chávez. Ya nada podía fallar. Huracán ganaba después de cinco partidos. El pastor había hecho de las suyas.

© Publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Noviembre de 2012.


"Voy de a poquito"...
 
En su vuelta al 11 Quemero, gran partido de Defederico ante Almirante.


Defederico regresó al equipo titular y aportó dos asistencias para el 4-0 del Globo frente a Almirante. “Vengo de una lesión muy difícil y me voy sintiendo mejor”, aseguró el 10.

Su rostro lo decía todo. Había cumplido con su parte. Un tiro libre asistencia para Barrales, un centro atrás para la palomita de Danelón… ¡Qué vuelta a la titularidad para Matías Defederico después de una angustia de ocho meses producto de una rotura de ligamentos! Pero el dolor, se notó, quedó bien atrás. “Voy de a poquito. Vengo de una lesión  muy difícil y me voy sintiendo mejor”, le dijo a los micrófonos de América recién terminado el partido.

“Necesitábamos sumar de a tres. El equipo entendió cómo tenía que jugar y pudimos convertir muchos goles, pero lo más importante fue el triunfo. Hay que salir del fondo y sumar para terminar lo más arriba posible”, dijo el ex Independiente.

¿Qué habrá que esperar el próximo fin de semana en Parque Patricios ante Douglas Haig?

© Publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Noviembre de 2012.

Con los pantalones puestos...
El Chocho Llop, feliz tras el 4-0 del Globo en Casanova.
 
Después del incidente del fin de semana pasado cuando un periodista partidario describió la situación de Huracán bajándose los pantalones, el Chocho Llop resaltó la garra de su equipo: “Demostramos que tenemos ganas de resolver los problemas”

“Fue un partido similar al de la semana pasada…”, dijo el Chocho Llop. Pero claro, esta vez, no necesitó de un periodista partidario bajándose los pantalones para ejemplificar la situación de Huracán… Fue muy distinto. El Chocho estaba ídem. Aunque no perdió la compostura. El 4-0 en Isidro Casanova ante el siempre difícil Almirante es un vaso de agua en el desierto pero el DT bien sabe que el Globo apenas tiene 12 puntos, sólo promedia 1,115, y los riesgos de caer en la B Metro, a pesar del plantelazo que lidera, todavía están frescos.

“Ojalá encontremos el camino de esta manera. El equipo tuvo mucha actitud, mucha predisposición y mostró las ganas de salir de este momento. Demostramos que tenemos ganas de resolver los problemas”, aseguró el DT en diálogo con América. Fue un guiño. 

© Publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Noviembre de 2012.

Las Fotos:

 Barrientos dejó todo en Casanova ante Almirante. (Télam)

 Defederico ante la presión de Echeverría. (Télam)

 Echeverría y Barrales disputan la pelota. (Télam)

 El plantel de Huracán celebra el triunfo tras cinco fechas sin victorias. (Télam)

 El abrazo con Defederico, artífice de la victoria. (Télam)

 Todos los abrazos todos. El Globo goleó en Casanova. (Télam)

 Barrales la peina al gol tras el tiro libre de Defederico. (Télam)

 Defederico le agradece el aliento a su gente. (Télam)


Los goles:




Las estadíticas:









viernes, 9 de noviembre de 2012

8N, contra el relato, De Alguna Manera...


Contra el relato...

8N. El jueves, frente al Obelisco, miles de banderas argentinas reclaman inclusión emocional y pertenencia al pueblo para todos aquellos que no son kirchneristas.

“¿Y usted por qué está acá?”, preguntaba sin cesar la periodista Cynthia García, del programa 6, 7, 8, a cada uno de los manifestantes del 8N que alcanzaba con su micrófono. Un intento de explicación racional por parte de la TV Pública tan loable como infructuoso, porque no hay palabras que resuman los sentimientos. Sería igualmente inasible preguntarles a los manifestantes de un acto peronista por qué están allí y qué medidas concretas apoyan. Todas las respuestas serían parciales, incompletas. Pero esa imposibilidad de sintetizar en palabras no quita mérito –es más, se lo amplía– a la corriente de afecto que los convoca. Wittgenstein, el gran filósofo del lenguaje, sostuvo que lo más valioso de su Tractatus era lo que no se podía explicar con palabras, pero igualmente emergía de su libro.

El malestar y el bienestar son subjetivos y tienen causales inconscientes, como todo saber no sabido. Lo que no impide al malestar y el bienestar existir objetivamente.

Para leer bien el mensaje que dejaron los manifestantes del 8N hace falta trascender la relación figurativa entre el lenguaje y el mundo. Hay que apelar a la hermenéutica –ese arte de interpretar y traducir– más que a la epistemología, con sus requisitos de razón. Es extraño que justo el kirchnerismo, que es tan afecto al mito para sí mismo, quiera aplicarles a los otros sólo lógica. La ideología siempre se pareció más a la religión que a la ciencia.

Con sentido crítico, la multitud del 8N repitió en sus individuos palabras como “inseguridad”, “cepo”, “Moreno”, “re-reelección” y hasta “fragata Libertad”. Pero la suma de esas palabras no explica la emoción que los movilizaba. Freud, en El malestar en la cultura, escribió que “un sentimiento sólo puede ser fuente de energía si a su vez es expresión de una necesidad imperiosa”.

Más allá de todas sus diferencias (Multitud abstracta se tituló la columna de Horacio González en Página/12 tras el 8N), los aglutinó una necesidad imperiosa que es existencial: sienten que el relato les quita la condición de pueblo y reclaman para sí también esa pertenencia.

El relato oficial estigmatiza a todos aquellos que no son kirchneristas, quienes pasan a ser ignorantes o garcas. Gente que no comprende porque está alienada por los medios o egoístas que se niegan a compartir sus privilegios. Si el amor engendra amor, el desprecio y –peor aun– el asco también cosechan su siembra.

El relato tiene un gran defecto. Al pretender exculpar al pueblo de nuestra decadencia, precisa crear un antipueblo dentro de la propia población condenando a una parte importante de la sociedad a un exilio interno, como si se le quitara su ciudadanía. La que pretende recobrar en actos como el 8N con sintomáticas apelaciones a la bandera y al estribillo de “si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está”.

Hay una angustia con objeto; por ejemplo, el temor a que otro colapso económico vuelva a empobrecerlos o a padecer un hecho de inseguridad. Pero hay una angustia sin objeto que es aun más dolorosa, y que en este caso es la del efecto canónico del relato, que estupidiza o maligniza a quien no lo comparte.

Para el relato hay un afuera que se robó la prosperidad argentina y necesariamente unos colaboracionistas internos que son traidores a la patria. ¿Qué ciudadano puede resignarse tanto tiempo a una condición tan penosa?

Para Hegel, la necesidad más básica era la del reconocimiento, algo que no precisarían los animales, la que nos hace humanos y dependientes de la consideración de los otros. Eso reclamó el 8N.

Para leerlo bien, el Gobierno tendría que superar su habitual análisis materialista. Molesta tanto la mentira del Indec como la inflación. La soberbia, el autoritarismo, el goce y el maltrato generan tanta aversión como los errores concretos que pretenden ocultar detrás de su prepotencia.

El relato creció hasta el punto de hacerse insoportable y ocupar todos los espacios. La omnisciencia de un relato que sabe todo y explica todo crea una sensación de opresión que permite traducir qué quieren decir los manifestantes cuando hablan de dictadura. La misma movilización del 8N demuestra que no existe una dictadura política, pero existe una presión psicológica que genera esa sensación en la mente de muchos argentinos.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el vienes 9 de Noviembre de 2012.



jueves, 8 de noviembre de 2012

El miedo a CFK... De Alguna Manera...


El miedo...


La mejor muestra de que a la presidenta nadie le tiene miedo, a excepción de sus funcionarios, es la manifestación que se armó a través de las redes sociales, única, inédita y que concentra la atención del mundo, en esta verdadera movilización virtual que se materializará en Argentina y otros países donde hay ciudadanos que piden lo que el oficialismo parece no querer entender: paz, entendimiento, seguridad, fin de la prepotencia, límite a la inflación, basta de despilfarro, castigo a la corrupción, basta de asalto a la Caja de los jubilados (ANSES) y fin del atropello a las libertades individuales y de libre expresión, entre otras cientos de cosas.

“Lo que el kirchnerismo no puede controlar lo vuelve loco”; esta premisa que alguien nos dijo hace mucho tiempo, cuando aún vivía Néstor, es muy visible en estos días. La autoconvocatoria popular que se ha manejado exitosamente a través de las nuevas tecnologías, es algo que superó ampliamente las expectativas del gobierno y esta movilización imparable, que comienza fronteras afuera de la Argentina, crispa los nervios de la presidenta y si ella está nerviosa, los estados altos, medios y bajos del gobierno, tiemblan.

Como forma de contrarrestar este verdadero aluvión de protestas, el kirchnerismo ha acudido a sus espadas tradicionales, léase: D`Elía, Aníbal Fernández, Pichetto, Recalde, Pérsico, Bonaffini, Abal Medina, el propio De Vido y operadores rentados que disparan dardos envenenados en forma indiscriminada, para buscar un enemigo claro y objetivo que no encuentran, cuestión que los exaspera, porque en esta oportunidad, hasta Clarín pasó a ser una entidad sin importancia, debido a la magnitud del emprendimiento de protesta y movilización que se acordó para hoy 8 de noviembre.

Ya no valen las descalificaciones ni los improperios, ni las amenazas fascistas de un gobierno loco y desajustado que no acierta a desarrollar una conducta de beneficios mutuos, sino de beneficios localizados. Con un ANSES casi agotado, por el ordeñe inconmensurable al que los han sometido, la imagen presidencial en su punto más bajo, una inflación del 25%, las empresas estatales desfinanciadas, como Aerolíneas Argentinas, que pierde 2 millones de dólares al día, YPF que no consigue inversores y produce el 51% menos que cuando era española, el fracaso energético, que con el corte de ayer quieren cargarlo a un boicot que solo está en ellos, el karma de Boudou, el ataque a la Corte Suprema de Justicia que mereció por primera vez, palabras de Lorenzetti quien dijo que “no se va a dejar presionar por nadie” y una guerra declarada contra Clarín que no tiene norte, el gobierno no posee basamentos sólidos para aguantar una protesta masiva donde sabe que están representados todos los sectores, incluyendo la mayoría de aquellos que la votaron en 2011, bajo los efectos del voto emotivo, bonus track que hoy la presidenta no tiene.

El debilitamiento político lo demuestra el propio gobierno, cuando sale a combatir la manifestación pública con argumentos gastados, tibios, previsibles como la actividad de la “derecha” (como si ellos fueran “la izquierda”), agitando el fantasma de la desestabilización y el golpe (justo el FPV que son los mayores desestabilizadores) y pensando que todos son malos menos ellos. Este argumento pasado de moda y que el propio kirchnerismo se encargó de destruir, no tiene ningún peso en la movilización que se prepara para hoy. La gente, cada vez más, ya no los escucha.

“El latiguillo del 54%” quedará reducido a un mero recuerdo del pasado. La historia del país puede comenzar a escribirse derecho sobre renglones torcidos, si el pueblo en su conjunto aplica las técnicas de sanación que tiene la democracia. Para ello hace falta decisión, conjunto y motivación. Todo está en la mesa y la gran paradoja es que no existe opositor que lo pueda capitalizar porque esto no tiene nada que ver con la oposición que es inexistente en la Argentina. El verdadero opositor está dentro del kirchnerismo, dentro del gobierno, en las vísceras del propio oficialismo que combate en todos los frentes con las mismas armas: la descalificación, el ataque grosero, la prepotencia, la arrogancia y la dialéctica chauvinista de la presidenta o el creer que es progresismo el despliegue de políticas prebendarias o hablar de la “oligarquía” desde los edificios de Puerto Madero y con fortunas obscenas, amarrocadas desde la propia familia Kirchner para abajo.

Todo esto tiene una bisagra en el 8N y nada tiene que ver con el 7D. El gobierno cree que asusta a alguien amenazando a Clarín con cortarle sus negocios. En todo caso es problema de Clarín, no de la gente. El verdadero problema del gobierno no es Clarín, es el pueblo y este día, seguramente, va a marcar fuertemente a la presidenta que más allá de los discursos cargados de enojo y ofensas, sabe muy en su interior que la gente se une hoy ante uno o varios temas comunes, organizados por la indetenible red de las nuevas tecnologías, mientras que el gobierno, para poder juntar 50 mil almas, debe gastar la plata que no tiene, rentar voluntades y acudir a la presión y el apriete. Esto, aunque no lo confiesen, es lo que más le duele; es decir, duele más la verdad oculta que la construida a través del relato único, que jamás podrán imponer en el país que ha despertado.

© Escrito por Rubén Lasagno y publicado por la Agencia OPI Santa Cruz el jueves 8 de Noviembre de 2012.