jueves, 23 de agosto de 2012

De Pirañas, Trenes y CFK... De Alguna Manera...


La madre de una de las víctimas de la tragedia de Once reveló el duro diálogo con la Presidenta...


Familiares y allegados de las víctimas reclamaron justicia, a seis meses de la tragedia. Foto: DyN

Familiares y amigos de los 52 muertos cuestionaron al Gobierno nacional y volvieron a reclamar justicia para "las pirañas" responsables del accidente.

A seis meses de la tragedia, y ante la participación de familiares, amigos y allegados de las víctimas en el acto de conmemoración, la madre de uno de los 52 muertos por el choque de la formación de TBA en la Estación Once, recordó el incómodo intercambio que mantuvo con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, casi quince días después del accidente.

Zulma Ojeda Garbuio había responsabilizado ante un canal de TV a la Presidenta por la tragedia de Once y regresaba a su casa, ubicada en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Su hijo, el gestor Carlos María Garbuio, de 32 años, había muerto en uno de los accidentes ferroviarios más grandes de la historia argentina.

Comenzaba marzo y al llegar a su vivienda escuchó que sonaba el teléfono. Levantó el tubo y le habló el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Según reveló DyN, el funcionario le dijo que la jefa de Estado la había visto por televisión y que quería concederle una entrevista.

"Después recibí tres llamados más de Parrilli, con quien nos pusimos de acuerdo y pactamos una entrevista en la Casa Rosada para la tarde del 6 de marzo", recordó, al finalizar en el hall central de la terminal de la línea Sarmiento el oficio religioso en memoria de las víctimas.

De acuerdo con las palabras de Ojeda, durante su encuentro con la mandataria, le dijo: "Presidenta, usted está rodeada de pirañas y una es (el por entonces secretario de Transporte Juan Pablo) Schiavi".

"Ella me dijo: 'No hables así de él, pobre, que tuvo un grave problema de salud producto de este hecho", contó la mujer. Según relató la madre de la víctima, la Presidenta le habría manifestado: "Vos, ahora, hablás desde el dolor, pero todavía no sabés bien de qué se trata".

"No entendí qué me quiso decir... Si la muerte de su marido suponía un dolor mayor a la del deceso de mi hijo. No comprendí, pero lo único que me nació fue decirle: 'Haga el ejercicio imaginario de poner en el cajón en el que enterramos a mi hijo al suyo, Máximo. Nosotros a usted no le interesamos'. Y no habló más", relató.

Con esas palabras, la mujer pidió justicia por las víctimas del accidente. "Que me ayuden a llegar a las pirañas que mataron a mis hijos", exclamó, al tiempo que extendió el calificativo a otros funcionarios, como “(el ministro de Planificación Federal, Julio) De Vido".

"¿Te creés que la Presidenta y los funcionarios que la rodean no sabían de los negociados en los trenes?", interrumpió Graciela Bottega, madre de otra de las víctimas mortales.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 22 de Agosto de 2012.

Las fotos:











miércoles, 22 de agosto de 2012

¿Quién mató a Kennedy?…De Alguna Manera...


Quién mató a Kennedy…
 
Apunten. Dos agentes de policía apuntan, el sábado, contra Darrius Kennedy en pleno centro de Nueva York. Foto: A.P.

¿Por qué no soltó ese cuchillo el difunto Darrius Kennedy? No lo soltó porque los dos policías que lo interceptaron en la Séptima Avenida fracasaron en su persuasión, fallaron en el convencimiento. Le dijeron perentorios que tirara el cuchillo que empuñaba, y Darrius Kennedy no lo tiró. ¿Habrá influido en su tan desdichada renuencia el hecho de que según se informa sufría trastornos mentales? Porque no se mostró razonable a la hora de tirar el cuchillo. Pero en caso de ser razonable, no lo habría tampoco agarrado.

¿Por qué no empezó a estornudar el difunto Darrius Kennedy, hasta que las sacudidas le hicieran caer el cuchillo? Los policías le arrojaron seis dosis de gas pimienta. ¿Y Darrius? Darrius, pobre, ni una tos, ni un solo estornudo siquiera. Lo condenó su entereza. Porque los agentes del orden deberían haber pasado, de acuerdo con el protocolo, a aplicarle descargas eléctricas. Pero quiso la mala suerte que no llevaran consigo sus instrumentos de tortura.

¿Entonces, qué? Entonces descerrajaron doce balazos sobre Darrius Kennedy. Cinco de esos doce balazos pegaron no se sabe dónde. Los siete restantes, sí: pegaron en Darrius Kennedy. Cuatro le dieron acá o allá. Tres en el pecho. Los del pecho lo mataron. Acribillado por dos agentes de la ley, suponemos que en sus cabales, por tener en la mano un cuchillo y no estar en sus cabales.

Hace días, como es sabido, un tipo disparó a mansalva en un cine de Colorado. Después hubo otro que abrió fuego en un templo de Wisconsin. En un campus universitario de Texas se balearon hace poco. ¿De qué lado corresponde poner a los dos policías que mataron a Kennedy? ¿La otra cara de la misma moneda? ¿O la misma cara de otra moneda?

© Escrito por Martín Kohan y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 17 de Agosto de 2012.


martes, 21 de agosto de 2012

En busca de la moto nacional... De Alguna Manera...

En busca de la moto nacional…

Este año se prevén vender 650.000 motos, por debajo del record de 716.000 patentamientos de 2011.

El sector verá caer sus ventas este año, con respecto al record de 2011. Una de las causas es el impacto provocado por el freno a las importaciones en un negocio con baja integración local de piezas. Ya se trabaja para revertir ese déficit.

El gobierno nacional acelera los acuerdos con la cadena de producción de motos para sustituir partes importadas. El Ministerio de Industria y las secretarías de Comercio Interior y Exterior enviaron sus equipos técnicos a las instalaciones de las terminales de todas las marcas del sector para conocer el porcentaje de integración de componentes nacionales y el nivel de competitividad. Las firmas reconocen que el porcentaje de partes locales es reducido, llegando al 50 por ciento sólo en algunos modelos. El interés oficial radica en la importancia que está revistiendo esta industria. Este año se prevén ventas por 650.000 unidades, casi un 10 por ciento por debajo del record de 716.000 patentamientos de 2011 por el impacto que tuvo el freno a las importaciones. No obstante, desde la Asociación Argentina de Motovehículos (Mottos) estiman que la cantidad de motos en circulación igualará en 2016 al parque automotor. El número por habitantes hoy es igual al que exhibe Japón, superando al de Brasil.

La cantidad de motos en circulación actualmente es de 4,3 millones, aunque en el sector aclaran que sólo se patenta el 80 por ciento de las ventas. El sector forma parte de ese vasto universo de industrias que quedó desmantelado por el proceso de valorización financiera y extranjerización de la economía que se inició con la última dictadura y se profundizó en los noventa. La venta de motos estuvo históricamente relacionada con el poder adquisitivo del sector trabajador. La mejora en el nivel de ingresos de los últimos años, sumada a las falencias en el servicio de transporte público, revitalizó la venta de motos. Por el lado de la demanda, el Gobierno prevé lanzar antes de fin de año un programa de financiamiento para la compra de la primera unidad de baja cilindrada, lo que se conocerá como Motos para Todos, tal como adelantó Página/12 el sábado. Por el lado de la oferta, la situación requiere de un seguimiento más exhaustivo, para que esta demanda no se abastezca con mayor importación.

La fuerte participación de componentes importados quedó en evidencia con el mayor control oficial para las compras externas, con el objetivo de reducir el déficit comercial de algunos sectores. “La caída se reflejó en mayor medida en el cuatrimestre de abril a julio, con un 5,7 por ciento menos de ventas respecto de igual período del año anterior”, explicó a este diario Leandro Iraola, presidente del grupo homónimo que opera en este segmento con la marca de motos Corven. En el caso de firmas internacionales –con menos partes locales– la baja es mayor. “Nuestras ventas retrocedieron en un 20 por ciento, por las dificultades para importar. Pero prevemos cerrar este año igual a 2011”, agrega desde Suzuki su gerente comercial, Leandro Guembe. En cambio, desde Honda aseguraron a Página/12 que sus ventas avanzaron en un 16 por ciento. “Eso es porque venimos haciendo bien los deberes. Supimos leer lo que el Gobierno nos pedía y no se tomaron atajos”, dijo Federico Vahle, gerente de ventas de la división motos de Honda.

La integración de partes locales llega hasta el 50 por ciento, pero sólo en unos pocos casos. La mayoría sólo trae las piezas y se dedican a su ensamblado. Para revertir esta situación, el Gobierno lanzó el programa de sustitución de partes y compensación de importaciones por ventas al exterior. Las terminales consultadas por este diario coinciden en que la integración de partes impactará en el precio de las motos con un aumento de entre 8 y 10 por ciento, pero igual respaldan la iniciativa.

“Nuestra empresa tenía productos con un 95 por ciento de la integración nacional. Hasta el motor se hacía en el país. Después vino la invasión de motos terminadas, lo que nos obligó a ir reduciendo el pack nacional para ser más competitivos. Contamos con mano de obra calificada, preparada para pintar, soldar y doblar y plegar chapas y se la utiliza para apretar una tuerca”, relató a Página/12 el presidente de Zanella, Walter Steiner. “Con el programa de integración la gente se puede desempeñar por lo que se les está pagando”, agregó.

Para cumplir con los requerimientos oficiales las firmas definen su plan de inversión y el lanzamiento de nuevos modelos con mayor aporte de componentes locales. Sin embargo, esto requiere de tiempo. Dado que los modelos se desarrollan en el exterior, las filiales locales necesitan que las casas matrices certifiquen la pieza antes de sumarla al producto. “Los modelos generalmente se traen en un ciento por ciento importados y se van agregando procesos y componentes locales. Nosotros empezamos por la integración de periféricos, que previamente fueron enviados a la casa matriz en Japón”, explicó Ariel Ugerman, gerente de Yamaha. Su modelo estrella, la YBR 125, tiene 50 por ciento de componentes argentinos.

Iraola, de Corven, informó que invertirán unos 16 millones de dólares en sustitución de importaciones. Corven evidencia una integración de entre 45 y 50 por ciento de partes locales, mediante la incorporación de motores, cuadros y líneas de montaje. En el caso de los motores, los blocks se importan desde China y agregan piezas locales, como pistones, puntas y tornillos, y desde el próximo año piñones y partes eléctricas. Vahle (Honda) informó que la firma japonesa incorporará ocho modelos nuevos de la categoría media-alta (hasta 45.000 pesos), integración de partes e incorporación de maquinaria para “equilibrar la balanza”. “Este plan para Zanella es una gran ventaja, porque mucha de la inversión está hecha”, se sumó Steiner. Las terminales de motos coinciden en que esta integración se traducirá este año en un aumento en el precio de las motos de entre 8 y 10 por ciento, debido a que las piezas importadas continúan en baja, producto de la caída en valor del acero.

© Escrito por Cristian Carrillo y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Agosto de 2012.

Neumáticos made in Argentina…

Las firmas Imperial Cord y la alemana Continental firmaron un acuerdo de integración para fabricar neumáticos en el país, tras 25 años de ausencia, según informó ayer el Ministerio de Industria. El anuncio se inscribe en el trabajo llevado a cabo por el Gobierno para impulsar la sustitución de importaciones en el sector de motos. Estas dos empresas líderes a nivel global acordaron una inversión de 10 millones de pesos que permitirá sustituir importaciones en un 15 por ciento, exportar a la región y generar 100 nuevos puestos de trabajo, de los cuales 80 serán de forma directa. 

Actualmente, Imperial Cord, con plantas en Entre Ríos y en Buenos Aires, fabrica y comercializa neumáticos para bicicletas y la decisión es abastecer al mercado de motos a partir del primer cuatrimestre del año próximo. “Estamos trabajando intensamente de acuerdo a la política que determinó el Gobierno: más integración de piezas y partes fabricadas en el país, para así sustituir productos importados con calidad y precio y, en consecuencia, seguir generando trabajo nacional”, sostuvo la titular de la cartera fabril, Débora Giorgi.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Agosto de 2012.


Los números del femicidio... De Alguna Manera...

Los números del femicidio…

Cada tres días, dos mujeres son asesinadas en el país como consecuencia de la violencia de género.

En los primeros seis meses del año se registraron 119 homicidios de mujeres por violencia de género. En siete de cada diez casos, el agresor fue la pareja o la ex pareja de la víctima. Como consecuencia de estos crímenes, 161 niños perdieron a su madre.

Gilda Mariana González tenía 33 años y vivía en Río Cuarto, Córdoba. El 1º de febrero fue baleada y agonizó varias horas hasta morir en un hospital. Su ex marido se entregó por el hecho a las 24 horas del ataque. Sobre él pesaba una orden de captura desde un par de días antes por una golpiza brutal que le había dado a la mujer. El de Gilda es uno de los 119 homicidios de mujeres por violencia de género que se registraron en los primeros seis meses del año, de acuerdo con el relevamiento que lleva adelante el Observatorio de Femicidios en la Argentina, coordinado por La Casa del Encuentro. La cifra significa que cada tres días dos mujeres fueron asesinadas en el país por el hecho de ser mujeres. En siete de cada diez casos, el presunto agresor resultó el marido o ex pareja de la víctima. 

Uno de los daños colaterales más dramáticos de los femicidios es la cantidad de chicos y chicas que quedan huérfanos brutalmente: 161 hijas e hijos perdieron a su madre como consecuencia de la violencia de género, de los cuales al menos casi un centenar son menores de edad. “Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos, de esta forma se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”, señaló a Página/12 Fabiana Tuñez, coordinadora de La Casa del Encuentro, al evaluar las estadísticas.

Si se compara con el mismo período de los últimos dos años, se nota un descenso de los femicidios: 152, en 2011 y 126, en 2010, frente a 119, en 2012. Sin embargo, Ada Beatriz Rico, directora del Observatorio, aclaró a este diario que al sumar los casos que ya se han registrado en julio y lo que va de agosto, se diluye la diferencia y la cantidad se equipara. El año pasado hubo al menos 260 femicidios, según el relevamiento de la ONG.

En los últimos días, la grabación del video que hizo Natalia Riquelme, la joven de Bahía Blanca, en el que registra la golpiza que le propina su ex marido, frente a su casa y delante de la hija pequeña de ambos, como recurso desesperado ante la inacción judicial tras 15 denuncias en contra del agresor, puso en primer plano la impunidad con la que pueden actuar perpetradores de violencia machista. Los femicidios son la expresión más extrema de ese problema social y la muestra más dramática de cómo el Estado no llega a proteger a tiempo a muchas de las víctimas. 

Al menos en 16 de los femicidios del primer semestre de este año, las mujeres habían hecho denuncias, de acuerdo con los datos recabados por La Casa del Encuentro. Es decir, estaban intentando salir del llamado “círculo de la violencia”. En seis, los agresores tenían una orden de exclusión del hogar o prohibición de acercarse a la víctima, dictada por la Justicia, pero la medida –quedó en evidencia– no fue suficiente para evitar que las volvieran a agredir hasta matarlas.

De los 119 femicidios que contabilizó el Observatorio –sobre la base de los casos publicados en más de un centenar de medios–, en 59 hechos el presunto asesino fue el esposo o el novio, en 24, una ex pareja. Es decir, el grueso de los homicidios fue ejecutado por el marido o el ex. En los demás casos, las muertes fueron perpetradas aparentemente por otros familiares, vecinos o desconocidos.

En cuanto al modo en que fueron ultimadas, el Observatorio registró 13 mujeres que murieron como consecuencias de graves quemaduras, como Wanda Taddei, la esposa del ex baterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, condenado en junio a 18 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo, con atenuantes. Pero no fueron las únicas mujeres a las que les prendieron fuego: otras 23 también fueron quemadas en el marco de situaciones de violencia de género, pero lograron sobrevivir a los ataques.

La estadística muestra que de los 119 femicidios, 34 ocurrieron en la vivienda compartida con el femicida y 25 en la de la víctima, lo que significa que la propia casa puede resultar más peligrosa que la vía pública para muchas mujeres que se enfrentan al drama de la violencia doméstica. Otros 40 femicidios tuvieron lugar en la calle. La mayor parte de las mujeres muertas como consecuencia de la violencia machista tenían entre 19 y 50 años.

La Casa del Encuentro empezó hace cinco años a relevar los femicidios publicados en los medios, ante la ausencia de registros oficiales y como una forma de llamar la atención de las autoridades y la opinión pública sobre la gravedad de la violencia hacia las mujeres. “Llevamos adelante el informe de los femicidios, pero al mismo tiempo recibimos a las mujeres que vienen a La Casa del Encuentro en busca de orientación y ahí tomamos dimensión de todo lo que no hay y falta para enfrentar el problema; por ejemplo, en las comisarías no les toman las denuncias por violencia psicológica, o los recursos no llegan a aquellas mujeres de los sectores más pobres. 

Hacer este informe para nosotras no es ver si el número sube o baja: son vidas, rostros, historias. Familias de las víctimas vienen a nuestra sede y piden justicia por ellas, las que tendrían que estar, por ellas, las que se podría haber evitado que fueran asesinadas”, comentó Rico. La directora del Observatorio cuestionó el hecho de que en la mayoría de las provincias no se destinen recursos para dar respuestas efectivas para proteger a las mujeres. “De la violencia se puede salir y eso lo sabemos y lo saben quienes pudieron salir, pero mientras sigan matando mujeres seguiremos reclamando hasta que el Estado y los estados provinciales decidan que este tema es una prioridad en política pública, sabiendo que por estas horas otra mujer ya no estará, y otra intentará que le crean y le tomen la denuncia”.

© Escrito por Mariana Carbajal y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Agosto de 2012.


 “Problema de todos”...

 Las cifras de femicidios se difunden para llamar la atención sobre la gravedad de la violencia.

La abogada Natalia Gherardi manifiesta que: “La violencia contra las mujeres es un problema que involucra a toda la sociedad. Erradicarla requiere ni más ni menos que transformar la cultura, una cultura patriarcal que considera a la mujer como objeto o como persona moralmente inferior a los varones, que debe su-bordinar sus intereses a los de otra persona –pareja, hijos, padre–. En ese cambio, debemos estar involucradas todas las personas. Esto necesita no sólo campañas, sino también colocar el tema en el centro de la agenda de las más altas esferas de decisión política”, evaluó la abogada Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, una de las referentes del país en la temática.

–¿Qué falló en el sistema de protección de una mujer víctima de violencia doméstica para que la joven de Bahía Blanca tuviera que llegar a filmar su propia golpiza y difundirla después de hacer 15 denuncias sin eco?

–No conozco los detalles particulares del caso, pero creo que es posible lograr algún aprendizaje general a partir de estas situaciones que toman trascendencia pública y de alguna manera nos permiten ver la punta de un iceberg que sigue siendo desconocido: el alcance real de los casos de violencia contra las mujeres. En estos casos, sin duda debe haber fallado el Poder Judicial en donde se hayan planteado los pedidos por medidas de protección (orden de no acercamiento), y también parecen haber fallado los mecanismos de investigación de las denuncias presentadas por amenazas, lesiones. Todas las instancias del Poder Judicial, en todos los fueros, tienen la obligación de tomarse en serio las denuncias de las mujeres y de tomar todas las medidas necesarias para la investigación y sanción de las conductas que constituyan delitos. Pero además, más allá del sistema judicial, en estos casos muchas veces falla la coordinación entre las respuestas que deben dar los tribunales y el apoyo que corresponde a las políticas públicas, al Poder Ejecutivo, nacional, provincial y municipal.

–¿Es un tema de la Justicia penal o civil?

–Si la conducta que se denuncia constituye un delito, entonces interviene la Justicia penal. Pero antes del delito (antes del golpe, antes del intento de homicidio) puede y debe actuar también la Justicia civil dictando las órdenes de protección como la exclusión del hogar del agresor o la reinserción de la mujer al hogar que debió abandonar (previa exclusión del agresor) o la orden de no acercamiento (por ningún medio, a cualquier lugar donde la mujer se encuentre). Sin embargo, estaríamos mirando una parte del problema si nos quedamos solamente en lo que puede y debe hacer la Justicia. Para las mujeres puede ser muy difícil sostener las denuncias y sostenerse en los procesos judiciales –que llevan muchas veces más tiempo del razonable y sin duda, más tiempo del que demanda la urgencia del caso– sin otro tipo de sostén: asistencia y patrocinio jurídico gratuito, contención psicológica, subvenciones económicas, preferencias de vivienda, servicios para asegurar el cuidado para sus hijos/as y personas dependientes, oportunidades de inserción laboral. Todas o algunas de estas cosas son también necesidades concretas de las mujeres que necesitan volver a armar sus vidas en diversos aspectos. Esto no es responsabilidad del Poder Judicial, sino del Poder Ejecutivo. Lo fundamental, también, será asegurar las respuestas coordinadas no sólo entre los distintos fueros de la Justicia, sino también entre los distintos poderes del Estado.

–¿Qué pasa cuando se dictan exclusiones del hogar y el perpetrador no las cumple?

–La policía debe actuar como un auxiliar indispensable de la Justicia. Si el Poder Judicial dicta una orden de exclusión o de no acercamiento, la policía deberá prestar toda su colaboración para que esta orden se cumpla. También la policía debe tomar con seriedad estos casos, con toda la seriedad que se merecen.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Agosto de 2012.