Macri abrió las puertas…
Sergio Massa: No pasarán. Dibujo Pablo Temes.
Tres errores del
Gobierno habilitaron la jugada de Massa apuntando a la carrera
presidencialista.
© Escrito por Nelson Castro el domingo 11/12/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En las filas parlamentarias de Cambiemos hay quienes
apuntan a la ingenuidad de Marcos Peña –aunque no suele ser una característica
suya– y otros se quejan por lo bajo de la austeridad de la propuesta del
proyecto de ley de Ganancias. “Es lo que se podía otorgar sin alterar demasiado
el castigado costo fiscal, pero sabemos que tuvo sabor a poco”, aseguró un
diputado que conoce el juego de la bancada oficialista. Inmediatamente, desvían
la atención a la “irresponsabilidad” de Sergio Massa (impulsor del proyecto que
fue votado por amplia mayoría) y a parte del PJ, que acompañó con aplausos la
movida.
“Del FpV no podíamos esperar otra cosa, durante su gestión evitaron
cualquier tipo de modificaciones a Ganancias, ahora nos quieren complicar. Pero
ellos no tienen nada que perder, no hubo efecto sorpresa y nadie les va a ir a
pedir explicaciones. El caso de Massa es muy distinto”, continuó la misma
fuente.
Deconstrucción.
El enojo con el líder del
Frente Renovador se hizo explícito, desde la boca del propio Presidente.
“Impostor” y, entre líneas, desagradecido, al no comprender el cambio que el
propio Macri le proponía como cabeza de una oposición responsable y que había
iniciado con su inclusión en el viaje al Foro de Davos a comienzos de 2016.
Una
de las espadas del Frente Renovador asegura: “Somos una oposición constructiva,
pero eso no quita que tengamos que marcarle los errores al oficialismo o votar
leyes de espaldas a la gente. El que prometió en campaña eliminar el impuesto
al trabajo fue él, por eso le duele quedar mal parado y que otros se acerquen
más a ese compromiso.
El tiempo dirá si habrá un costo político para Sergio, el
que está intentando instalar la versión de una alianza con el peronismo
cristinista es el propio Gobierno”. Lo cierto es que Massa ha jugado al filo y
tuvo que evitar fotos y dar explicaciones.
Ante la andanada de críticas por parte del
oficialismo, desde la CGT advirtieron que “confían en un proyecto de ley con
respaldo legislativo de fuerte valor institucional, y aseguraron que un posible
veto presidencial dejaría muy mal parado al Presidente de cara a las elecciones
del año próximo. Ya no se trata de Sergio Massa, lo que está en juego es el
salario de miles de trabajadores. Si veta el proyecto, pierde las elecciones”.
Desde la CTA, aseguran que “una medida impopular podría tener consecuencias en
la calle”.
En el Gobierno esperan el regreso de
Rogelio Frigerio para sumarlo a la negociación con los gobernadores de cara a
lo que pueda suceder en el Senado. Pero aquí hay al menos dos problemas: por un
lado, un gran número de senadores, sobre todo en provincias del norte, que no
responden a sus jefes provinciales y, por el otro, si el jefe del Interior llegara
a un acuerdo parcial y Macri acudiera al veto, podría dejarlo muy mal parado.
Mientras tanto, la estrategia oficial es aprovechar el acuerdo opositor con
Massa y el kirchnerismo a la cabeza para ligar al PJ a la vieja política y
seguir sosteniendo que el equipo amarillo es la única fuente de un verdadero
cambio.
Los errores de gestión del actual gobierno
son, a veces, increíbles por lo obvios. Tres han sido relevantes a lo largo de
su primer año de gestión por lo obvio de sus consecuencias. El primero fue la
designación por medio de un decreto de los dos nuevos miembros de la Corte
Suprema, doctores Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. El segundo, el aumento
de las tarifas de gas sin la previa realización de las correspondientes
audiencias públicas que ordena la Constitución Nacional. El tercero acaba de
ocurrir en la primera semana de este mes.
Fue el envío del proyecto de ley de
aumento al mínimo no imponible sobre los sueldos. “A quién se le pudo haber
ocurrido mandar un proyecto de esta envergadura al Congreso cuando el Gobierno
sabe que de ninguna manera teníamos los votos tanto para imponerlo como para
frenar cualquiera de los proyectos de la oposición”, vociferaba un diputado
clave de Cambiemos en la agitada madrugada del miércoles que pasó. Lo que el
oficialismo debió haber hecho fue incluir la modificación de este tributo
dentro del paquete de leyes que acompanñó el proyecto de ley de presupuesto.
“En ese caso, hubiéramos podido negociar todo junto con los gobernadores, lo
que nos hubiera permitido darle al tema un enfoque más técnico y no político,
como terminó sucediendo”, explicó con fastidio otro diputado de Cambiemos.
Al proceder en la forma en que lo hizo, el
Gobierno le dejó abierta una puerta gigante por la que se coló una oposición
variopinta y desmembrada con diferentes intenciones, todas de índole
principalmente política. Para Sergio Massa, abocado a su proyecto de
candidatura presidencial en 2019, fue una oportunidad para llevar agua para su
molino. Para el Frente para la Victoria, en cambio, fue un momento de revancha
propicio para dañar al Gobierno, obsesión que persigue a Cristina Fernández de
Kirchner y a sus acólitos desde el momento mismo en que dejaron el poder.
Culpar a China.
El Gobierno enfrentó la
dramática y caótica sesión que se desarrolló en la madrugada del miércoles sin
ninguna capacidad de reacción por parte de sus funcionarios. Que el ministro
del Interior, Rogelio Frigerio, que es el funcionario con mejor diálogo con los
gobernadores, estuviera en China demuestra el amateurismo con el que se encaró
tan delicado tema.
La foto de esa tarde durante la conferencia
de prensa que brindaron los opositores luego de llegar al acuerdo que enfureció
al Presidente perdurará en la memoria de muchos por lo increíble de su composición.
Ver a
legisladores del Frente Renovador compartiendo la escena con el ex ministro de
Economía Axel Kicillof y con el jefe del bloque de diputados del Frente para la
Victoria, Héctor Recalde, dejó pasmados a muchos. No fue casual que allí no
hubiese estado Massa. Habrá que ver si al final de esta movida todo esto le
suma o le resta.