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domingo, 18 de agosto de 2024

Murió Alain Delon, ícono francés, sueño de cada mujer y envidia de cada hombre del Siglo XX… @dealgunamanera

 Murió Alain Delon, ícono francés, sueño de cada mujer y envidia de cada hombre del Siglo XX…

Alain Delon murió a los 88 años. Fotografía: AFP

Lo anunciaron "con profundo pesar" sus hijos este domingo en Douchy. La frase con la que lo despidió Macron resume el sentimiento de generaciones en todo el planeta: "Prestó su rostro inolvidable para sacudir nuestras vidas".

© Publicado el domingo 18/08/2024 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El legendario Alain Delon, considerado durante décadas como "el hombre más lindo del mundo", el último gran ícono masculino del cine francés, falleció este domingo a los 88 años, tras una larga carrera empañada por la enfermedad y las desavenencias familiares que signaron el ocaso de su vida.

Sus tres hijos, Alain Fabien, Anouchka y Anthony, anunciaron "con profundo pesar" que su padre había fallecido en mitad de la noche, rodeado de su familia en su casa de Douchy, en el centro de Francia. El actor, que sufría un linfoma, murió hacia las 03h00 locales (01h00 GMT), precisó su hijo Anthony a AFP.

"Klein o Rocco, el gatopardo o el samurái, Alain Delon interpretó papeles legendarios e hizo soñar al mundo. Prestó su rostro inolvidable para sacudir nuestras vidas", dijo el presidente Emmanuel Macron en X, homenajeando a este "monumento francés".


Galán por excelencia durante décadas, 
Delon lo tuvo todo. Su presencia paralizaba reuniones, citas, películas, el lugar y la ocasión que fuere. Las mujeres de todo el planeta lo amaron en la pantalla, y los hombres envidiaron su rostro perfecto, su carisma sin igual se trate del lugar en que estuviera. Filmó a las órdenes de maestros como Luchino Visconti o Jean-Paul Godard, hasta que desapareció prácticamente de la gran pantalla desde finales de los años 1990, aunque no de la prensa rosa o la televisión, con declaraciones controvertidas y serios problemas domésticos.

En el verano de 2023 sus tres hijos presentaron una denuncia contra su dama de compañía, Hiromi Rollin, a veces descrita como su pareja, acusándola de abusar de la debilidad del actor, ya gravemente enfermo. Meses después, esos tres hijos se acusaron también mutuamente de desatender a Delon, que había sufrido un derrame cerebral años atrás.

Su último fulgor como estrella del cine fue en mayo de 2019, cuando recibió en Cannes una Palma de Oro honoraria. "Es un poco un homenaje póstumo, mientras aún estoy vivo", comentó el actor, emocionado.

Alain Delon en Cannes en 2019. Murió a los 88 años. Fotografía: AFP

Alain Delon vivió sus últimos años en su propiedad en Douchy, rodeado de altos muros y donde quería ser enterrado, cerca de sus perros.

Fue "un león majestuoso, un actor de mirada de acero (...) lo concibió todo y lo controló todo menos su final", dijo a AFP el expresidente del Festival de Cannes Gilles Jacob. 

Su magnetismo en pantalla fue oro para los cineastas y muchas de sus películas son monumentos incunables del séptimo arte.

A la entrada de su finca en Douchy, varios admiradores acudieron el domingo a depositar flores y se declaraban "muy tristes", mientras sonaban unas notas de acordeón. Era "Titi el acordeonista", quien, cubierto con un sombrero blanco, dijo haber conocido hace años a Delon y que este le pidió que fuera a tocar frente a su casa el día de su muerte. 

"El baile ha terminado (...) se ha ido a bailar con las estrellas", afirmó la actriz Claudia Cardinale, que trabajó con él en el célebre "El gatopardo".

Alain Delon participó en más de un centenar de películas desde su irrupción en la gran pantalla en 1957 de la mano de Yves Allégret ("Quand la femme s'en mêle").

Era un instintivo genial. Se enorgullecía de no haber trabajado nunca su técnica y de apoyarse en su carisma, una mezcla única de belleza incandescente y frialdad quebradiza. "Lo mejor y lo peor, a la vez inaccesible y cercano, frío y ardiente", resumía Brigitte Bardot.

"No es un actor normal, Alain Delon. Es un objeto de deseo. Ni siquiera es sexy, ni masculino, ni femenino: es una belleza infernal", destacaba el actor Vincent Lindon en un documental en 2012.


Ese magnetismo fue oro para los cineastas y muchas de sus películas son monumentos incunables del séptimo arte.

Entre ellas, "A pleno sol" de René Clément (1960), que le dio una aura internacional, "Rocco y sus hermanos" (1960), "El gatopardo" (1963) del italiano Luchino Visconti, o "La piscina" de Jacques Deray (1969).

En esta película, Delon actúa junto a quien formó durante años una pareja glamorosa, Romy Schneider.

- Un actor samurái -

El cineasta más importante en su carrera fue Jean-Pierre Melville, quien lo dirigió en clásicos como "El samurái" (1967) y "El círculo rojo" (1970). Estos roles definieron el mito de Delon, que explotaría en numerosos otras películas policiacas más tarde: el hombre de honor viril y silencioso, obligado a luchar solo contra fuerzas que lo superan.

"Lo mejor y lo peor, a la vez inaccesible y cercano, frío y ardiente", resumía a Delon la mítica Brigitte Bardot.

Este personaje arquetípico inspiraría a directores de todo el mundo, como el hongkonés John Woo o el estadounidense Quentin Tarantino, a pesar de que el francés nunca se destacó en Hollywood.

La carrera de Delon se construyó paralelamente a la de otro monstruo sagrado, su amigo Jean-Paul Belmondo. Fue una amistad teñida de cierta rivalidad, que brilló en pocas pero escogidas películas: "Borsalino" en 1970 y "Uno de dos" (1998).

"Él y yo somos el día y la noche", escribió Belmondo en un libro de memorias en 2016. Belmondo era un hijo de burgueses con un estilo llano y popular. Delon, un chico de la calle que aprendió a convertirse en un príncipe.

"Alain, un día me dijo que echaba de menos a mi padre, y hoy es a usted a quien vamos a echar enormemente de menos", reaccionó el domingo Paul Belmondo en Instagram.

El actor Delon era idolatrado en Francia, pero el hombre a menudo en sus últimos años fue criticado y considerado antipático. Fue amigo del líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen, y en repetidas ocasiones se mostró a favor de la pena de muerte o en contra de la homosexualidad, incluso llegó a reclamar públicamente la eutanasia.

Nostálgico de los años del general Charles De Gaulle, también era objeto de burlas por su ego y su costumbre de hablar de sí mismo en tercera persona. Ha muerto Delon, con sus luces y sombras, el eterno rostro del cine francés.

HB

Link: Alain Delon, "enfant terrible" y el hombre más bello del cine europeo.



domingo, 13 de noviembre de 2016

Efecto Trump. La hora del shock… @dealgunamanera...

Efecto Trump. La hora del shock…

Raros peinados nuevos. Foto: Pablo Temes

Qué cosas definieron la elección. Macri, frente a una nueva y necesaria relación.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 13/11/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”, es una famosa frase de Lao-Tse, filósofo chino –cuya existencia histórica es motivo de controversia– que pudo haber vivido alrededor del siglo VI o del siglo IV antes de Cristo.  La máxima contiene un mensaje claro: que nada se obtiene si nunca se intenta luchar por alcanzar un objetivo y que todo lo que vemos a nuestro alrededor tuvo un comienzo.

El largo, tortuoso y turbulento proceso que culminó con la elección de Donald Trump como el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos se enmarca a la perfección en el significado de esta ancestral frase. En esta hora de shock, muchísima gente dentro y fuera de los Estados Unidos debe estar preguntándose cómo, dónde y cuándo comenzó esta historia. La pregunta tiene una respuesta puntual y concreta que nos lleva al 7 de febrero de 2013. 

Ese día, Russ Steinberg, furioso por una andanada de críticas que Trump le había hecho a Barack Obama, le envió un tuit con el siguiente mensaje: “Si usted odia tanto a América, debería candidatearse a la Presidencia y arreglar las cosas”. Para su sorpresa, tal vez, Steinberg recibió una respuesta del magnate de los bienes raíces que, a la luz de los hechos, fue premonitoria: “Tené cuidado”.

In situ.

La elección de Donald Trump impacta por una razón muy simple: es la representación más brutal del antisistema que pone en jaque a la dirigencia política de los Estados Unidos y, por añadidura, del mundo.

Viví en los EE.UU. y lo recorrí de Este a Oeste y de Norte a Sur. Hablé, conocí y conviví con gente de ciudades grandes, medianas y pequeñas y de las zonas rurales. Hay un océano de diferencias entre el ciudadano medio nacido y criado en Manhattan y aquel nacido y criado en Amarillo (Texas), o en Verdad o Consecuencias (Nuevo México), o Galena (Illinois), o Akron (Ohio). En el así llamado “Deep USA”, el pensamiento de la mayoría de las personas es más simple y lineal. Desde esos lugares, Washington y su atmósfera representan algo que va contra sus  valores. “En Washington todo es corrupción”, es el slogan que resume el pensamiento de marras. La corrupción significa no sólo la indecencia sino también la indiferencia.
  
El impacto que este estado de cosas ha tenido sobre el habitante de esos lugares ha sido y es todavía mayor por la situación de crisis que aún castiga a buena parte de quienes ahí viven. El derrumbe de la economía de los Estados Unidos que ocurrió en 2008 y 2009 dejó secuelas terribles que todavía se sienten. El desempleo sigue siendo un gran problema al cual se le ha agregado otro de gran impacto: el empleo de mala calidad. Ese combo –corrupción política más crisis económica– constituyen el caldo de cultivo ideal para la aparición de personajes como Trump que con un discurso simple, populista, y agresivo cooptan la atención y el voto de esos muchos que no se sienten representados por lo establecido. Es lo que fue Hugo Chávez en Venezuela. Es lo que significa Jean-Marie Le Pen en Francia. Hay Trumps en todos los países del mundo.

Paradojas.

Es paradojal que a Barak Obama le suceda Donald Trump. Si hay algo pendular, es esa sucesión. Marca el cambio de humor que reina en los Estados Unidos. Obama encarnó una esperanza que entusiasmó a muchos pero que, lejos de cerrar las divisiones raciales, las exacerbó. La pérdida del entusiasmo se reflejó en la menor cantidad de votantes en estados clave en donde el actual presidente ganó con claridad en las elecciones de 2008 y de 2012. El agravamiento de las actitudes xenofóbicas se vio en la oleada de ataques y asesinatos de ciudadanos negros por parte de agentes de la policía, en hechos de gatillo fácil convalidados por la Justicia.

Si Trump cumple con sus promesas –y nada indica que haya llegado hasta aquí para no hacerlo– se viene un país difícil no sólo para muchos de sus ciudadanos sino también para el mundo. Un país proteccionista e imperial.

El gobierno de Macri ha quedado descolocado ante el triunfo de Trump. La apuesta por Hillary Clinton había sido expresada sin disimulo por la canciller Susana Malcorra, una imprudencia llamativa en una mujer con su experiencia de años en la ONU. Los comentarios críticos hacia la ministra de Relaciones Exteriores desde dentro del Gobierno fueron muchos y son muchos por estas horas. De todas maneras, Macri tiene la convicción de que la relación entre ambos gobiernos va a ser necesariamente buena.

¿Y ahora? 

Si bien el carácter de Trump es complicado, Macri va a poner lo mejor para que la relación sea armoniosa. “El mundo de la política está lleno de locos. No se puede sucumbir ante los locos, Macri ha desarrollado una capacidad de paciencia notable”, señalaba una voz de Cambiemos que supo desempeñarse como diplomático en Washington.

Con el triunfo de Trump preocupa que se eleven las tasas. La primera reacción de los mercados fueron tasas elevadas, a pesar de lo cual en el mundo de las finanzas se espera que se regularicen y se estabilicen.

El Presidente confía en relanzar su relación personal con Trump a quien lo imagina razonable y deseoso de establecer un buen vínculo mutuo.

Será también un desafío. Sus comentarios públicos y privados hacia el futuro presidente de los Estados Unidos no lo dejan bien parado. La historia de la relación entre los Macri y Trump tiene ribetes que parecen salidos de la ficción. Durante el secuestro de Mauricio Macri, su padre, presa de la desesperación, llegó a sospechar que Trump pudo haber estado directamente involucrado en el hecho ni más ni menos que como el instigador. La sospecha fue tan fuerte que hubo necesidad de establecer un contacto directo con el hoy presidente electo para que éste negara terminantemente cualquier relación con el hecho. De novela.

Producción periodística: Santiago Serra.