Ajuste que no cesa. Halcones versus palomas…
La batalla diaria que libran los distintos sectores
internos del Gobierno y provoca un microclima que envuelve al presidente Javier
Milei.
© Escrito por
Nelson Castro el 18/05/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
En el momento de cerrar esta columna nadie sabe a ciencia cierta
si habrá Pacto de Mayo o de
qué mes. Más bien, todo lo contrario. Tampoco está claro en qué consistirá ese
pacto y cuál será su texto definitivo. Lo que sí está claro es que el 25 de
Mayo transcurrirá sin la aprobación del proyecto de ley “Bases y Puntos de
Partida para la Libertad de los Argentinos”. Lo que tampoco nadie sabe es qué
contendrá finalmente la vapuleada ley.
El proceso de discusión y análisis del proyecto con media sanción que se viene
desarrollando en las comisiones del Senado, desnuda no sólo la ausencia de
Poder Legislativo del oficialismo, sino también la impericia de sus
funcionarios y la falta de conducción de esa complicada negociación. Una cosa
es el desprecio por “la casta” y la necesidad de alejarse de todo
comportamiento, vinculado a la vieja política, otra muy distinta es desconocer
los vericuetos y complejidades del sistema que se pretende desmantelar. Sin ese
termómetro fino, las posibilidades de cambio se tornan remotas.
La decisión de apartar a Victoria Villarruel de toda participación en esa rosca intrincada y las presencias por los salones del Senado de Karina Milei y su entorno, no han dado hasta aquí los resultados positivos, con los que se ilusionó el Gobierno. Es parte de la irrealidad que se vive en el círculo áulico del Presidente. De hecho, la secretaria general de la Presidencia, conocida como “el jefe”, se rodeó rápidamente de asesores que conoció en los últimos años. Esos vínculos se forjaron –incluso–, con desconocidos que trabajaban en el búnker de campaña en el Hotel Libertador.
Casi como una cuestión de piel, la vara que habilita sus relaciones personales y políticas, no está apalancada en la trayectoria o en el profesionalismo, sino en un componente mucho más visceral. “Si le caés bien de arranque, estás adentro. Después tenés que ir validando el vínculo con demostraciones de lealtad absoluta, de lo contrario, caés rápidamente en desgracia” –aseguró un hombre de su entorno, que la conoce a la perfección.
Mientras tanto, el kirchnerismo busca con denuedo sacar provecho de esta circunstancia, en su perseverante intento de tirar abajo el proyecto de ley. Las torpezas de La Libertad Avanza le dan pasto. Los K más rancios ya festejan por anticipado. “Le volteamos el Pacto de Mayo. Creyeron que se podían llevar a toda la clase política por delante y ahora están pagando las consecuencias.
Cristina tenía el ímpetu y la fortaleza para arrasar con todo, pero siempre, sobre la base de su experiencia y su aplomo político. La jefa tenía y tiene otra talla. El libertario no le llega ni a los talones” –aseguran voces que frecuentaban el Instituto Patria.
La decisión de apartar a Victoria Villarruel de toda participación en esa rosca intrincada y las presencias por los salones del Senado de Karina Milei y su entorno, no han dado hasta aquí los resultados positivos, con los que se ilusionó el Gobierno. Es parte de la irrealidad que se vive en el círculo áulico del Presidente. De hecho, la secretaria general de la Presidencia, conocida como “el jefe”, se rodeó rápidamente de asesores que conoció en los últimos años. Esos vínculos se forjaron –incluso–, con desconocidos que trabajaban en el búnker de campaña en el Hotel Libertador.
Casi como una cuestión de piel, la vara que habilita sus relaciones personales y políticas, no está apalancada en la trayectoria o en el profesionalismo, sino en un componente mucho más visceral. “Si le caés bien de arranque, estás adentro. Después tenés que ir validando el vínculo con demostraciones de lealtad absoluta, de lo contrario, caés rápidamente en desgracia” –aseguró un hombre de su entorno, que la conoce a la perfección.
Mientras tanto, el kirchnerismo busca con denuedo sacar provecho de esta circunstancia, en su perseverante intento de tirar abajo el proyecto de ley. Las torpezas de La Libertad Avanza le dan pasto. Los K más rancios ya festejan por anticipado. “Le volteamos el Pacto de Mayo. Creyeron que se podían llevar a toda la clase política por delante y ahora están pagando las consecuencias.
Cristina tenía el ímpetu y la fortaleza para arrasar con todo, pero siempre, sobre la base de su experiencia y su aplomo político. La jefa tenía y tiene otra talla. El libertario no le llega ni a los talones” –aseguran voces que frecuentaban el Instituto Patria.
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